domingo, 7 de abril de 2013

No te sientas mal: mira profundamente hacia adentro

Lo siguiente está basado en dos mails que escribí en marzo de 2013. Los retoco ligeramente para que se entiendan mejor en el contexto de este blog.

La pregunta implícita (que motiva la respuesta posterior) era más o menos que cómo es que algunas personas "materialistas" vivan sus vidas tan felices y en cambio el buscador espiritual a veces se percibe lleno de problemas, ¿cómo es así, si el buscador es consciente de que todas las ilusiones no son más que un reflejo de su interior?

Esos mails no llevaban título propio, pero podemos titularlo así:

No te sientas mal: mira profundamente hacia adentro

 En cuanto a la visión del mundo, al final de tu mail indicas uno de los aspectos típicos: a veces cuando uno va despertando, se da cuenta de las creencias/actitudes para depurar, que antes no veía. El tema que planteas se lo planteó Gary Renard a sus invitados Arten y Pursah, en La Desaparición del Universo (uno de esos temas que aparecen de manera rápida, con un par de comentarios rápidos, creo). Le dijeron que en el sueño las vidas suelen ser variadas. Hay vidas más movidas que otras. A veces predomina lo placentero, a veces lo trágico, a veces ambas tendencias por igual. En algunas "vidas" (usamos aquí la metáfora de la reencarnación) somos ricos, en otras pobres, en otras con cuerpo sano, en otras con cuerpo frágil o enfermo, etc. Solamente despertar del sueño nos saca de este alocado vaivén, dejando atrás esta montaña rusa trágico-cómica.

Por lo tanto en el sueño hay gente satisfecha, aparentemente, con sus vidas "materialistas". ¿Cuánto tiempo les dura esa ilusión? A algunos un año, o más, o menos, a algunos 20 años, incluso 50 años o más en casos raros, pero antes o después experimentan alguna separación: algún divorcio, o enfermedad, o se acaba muriendo alguien de la familia antes o después, o muere uno mismo y la siguiente vida toca una tonelada de contrariedades, ya que como dicen Arten y Pursah, los placeres se alternan con los dolores y las "alegrías" con los pesares en este juego engañoso que propone el ego. ¿Quién se conformaría con eso si supiera que puede disfrutar de Algo infinitamente mejor? ¿Quién se conformaría con "sufrir poco" si supiera que puede disfrutar de un ilimitado gozo permanente sin nada de sufrimiento? Quien acepta la vida de imitación que ofrece el ego (eso no es vida sino un ridículo sueño), les sucede que incluso mientras creen ser felices, se conforman con una felicidad light, basada en las formas, que es una felicidad muy poco intensa comparada con la felicidad real. Es una felicidad muy empequeñecida y que además se acaba. Pero muchos no se dan cuenta. Por eso siguen sus vidas, se conforman con eso hasta que les sucede algo trágico y entonces se convierten en buscadores espirituales jejeje... Entonces buscan el sentido de la vida, buscan (sin saberlo al principio) el ser, la felicidad permanente. Cada uno sigue su soñado camino. No hay nada malo en soñar. Pero cada uno somos libres de preferir despertar. Y cuando preferimos despertar, despertamos.

En el fondo todos somos iguales, todos —materialistas o no— amamos la felicidad. Incluso quienes van en pos de sueños están buscando a Dios sin saberlo, porque buscan la Felicidad. Buscan en las formas, en los cuerpos, en las ilusiones, porque no saben que eso es nada y que existe la plena Verdad. Persiguiendo las formas en realidad se buscan a Sí Mismos, a Dios, al Uno, al Ser, al Gozo eternamente ilimitado. Y nadie dejará de encontrarlo finalmente cuando se canse de los ridículos sueños, porque lo que uno ha descubierto (el Ser) está disponible para todos y cada uno lo disfrutará cuando lo quiera vehementemente por encima de cualquier otra cosa, desengañándose de las ilusiones. 

No te sientas mal. Tu caso no es mejor o peor que el de nadie. No se trata de compararnos unos con otros para ver quien está "más adelantado" espiritualmente. Sólo hay uno. Somos un mismo ser. Si nos concentramos demasiado en juzgar a otros como "materialistas", deberíamos mejor darnos cuenta de que en realidad no hay un mundo afuera de mi propia mente, y que si veo a personas "materialistas" es porque se me refleja un aspecto materialista de mí mismo para darme así la oportunidad de discernirlo/perdonarlo. Todo es una oportunidad para reconocer nuestra propia felicidad.

Por lo tanto, lo tienes todo. Tienes todo lo que necesitas. Sabes la clave: el cambio de mentalidad. Sabes que basta con seguir perdonando. Pueden venirte pensamientos/percepciones sobre tus padres o sobre quien sea (o juzgarte a ti misma; eso es lo mismo porque en el fondo todo juicio es juzgarse uno a sí mismo, tanto si parece que estoy juzgando a otros como si parece que estoy juzgándome a mí mismo). No es malo percibir. Sucede y ya está. Lo que puedes seguir haciendo es invitar al Espíritu Santo a que se ocupe de todo. Ya sabes que hay muchas maneras de invitarle. "Espíritu Santo, estoy percibiendo a mis padres así (o a mí mismo o a tal persona), enséñame a percibirlos como Tú los ves, con bondad. Solamente quiero percibir lo que Tú quieras que perciba". Etc.

No importa lo que percibas, sino lo que hagas con ello: cómo reacciones, si perdonar o no perdonar.

     La salvación no te pide que contemples el espíritu y no percibas el cuerpo. Simplemente te pide que ésa sea tu elección. (T.31.VI.3.1-2)

Acuérdate de lo poco que se nos pide: la pequeña dosis de buena voluntad. Por cierto que posteé este tema hace poco aquí (pequeña voluntad).

La pequeña dosis de buena voluntad... Esto es todo. Confiar un poquito en la Bondad. Todo va bien realmente. Me acuerdo ahora del chiste que se suele contar, una frase de Groucho Marx: «¿A quién vas a creer, a mí o a tus propios ojos?». Siempre lo vi como un chiste (porque lo es y además era gracioso cuando lo decía Groucho Marx en una de sus películas), pero ahora tiene más juego para mí esa frase, porque con la onda de UCDM podríamos ver esa frase como si nos la preguntara a nosotros el Espíritu Santo. Y el Espíritu Santo, realmente, nos está preguntando a todos nosotros lo siguiente:

«¿A quién vas a creer? ¿A mí o al falso testimonio que te ofrecen tus sentidos? Tus sentidos solamente te dan las mentiras que tú les encargaste. Solamente obedecen las órdenes que les diste. Ven lo que les pediste que vieras. Pero puedes ver las cosas de otra manera. Puedes percibir con Mi Corazón, en lugar de mediante los sentidos. ¿A quién vas a creer: a lo que percibes mediante tus sentidos o a lo que percibes por medio de Mi Corazón? Solamente esto último te conducirá al sueño feliz que relajadamente te llevará en volandas al conocimiento».

Para saber cómo es realmente tu vida, no mires afuera con los ojos a un mundo externo y hostil, que es ilusorio. Mira adentro a tu corazón. Y solamente después de mirar adentro surgirá la confianza para mirar con bondad en lo que se percibe como "afuera" y ver hermanos brillantes, y no problemas (el único problema que parecíamos tener era la supuesta separación, pero el Espíritu Santo ya lo resolvió por nosotros hace "mucho" tiempo, solamente tenemos que aceptar Su Respuesta, aceptar Su Deshacimiento de esa falsa creencia). La actitud de mirar con el corazón se puede adoptar incluso sin saber nada de advaita. Teresa de Calcuta estuvo ayudando a los pobres en la India, a los enfermos, etc, pero ella no los veía con los ojos de ver problemas, sino desde el punto de vista de compartir amor. Esto es nuestro ideal: compartir, unir, mirar adentro para conectar con el Centro-Corazón-Amor. Y cuando nos vengan percepciones erradas, hablemos con el Espíritu Santo y confiemos en Él. Las percepciones pueden ser imágenes vistas o imaginadas, sonidos vistos o imaginados, pensamientos, emociones, etc. Pidamos al Espíritu Santo que guíe Él nuestra manera de "ver", que Él nos enseñe a percibir las ilusiones correctamente. Veamos con su Mirada, con su Amor. El mero hecho de contar con Él y de recurrir a Él es muestra suficiente de que estamos poniendo en práctica nuestra buena voluntad.

La "pequeña dosis de buena voluntad" requiere muy poco de nuestra parte. Podría decirse así:

  La salvación, perfecta e íntegra, sólo pide que desees, aunque sea mínimamente, que la verdad sea verdad; que estés dispuesto, aunque no sea del todo, a pasar por alto lo que no existe; y que abrigues un leve anhelo por el Cielo como lo que prefieres a este mundo, donde la muerte y la desolación parecen reinar. (T.26.VII.10.1) (Página 624 del Texto)

En realidad ya estamos en casa.

     Has llegado al final de una jornada ancestral, y aún no te has dado cuenta de que ya concluyó. (T.18.VIII.13.1)

Todo lo que vemos es nuestro propio ser. Esto es cierto. Incluso si distorsionamos nuestra perspectiva, simplemente entonces nos percibimos erradamente, pero siempre nos percibimos a nosotros mismos. Afortunadamente podemos estar dispuestos a que el Espíritu corrija nuestra percepción y así recordar el conocimiento de que somos un solo Ser. Y cuando solamente hay Uno...:

     Nada puede estar en conflicto con lo que es uno solo. (T.26.III.1.4)

Nadie puede impedirte recibir lo que Dios ya te ha dado. Pero puedes creer que no lo has recibido y luego buscar afuera al culpable de no haber recibido tu regalo, o buscar al culpable en ti misma, lo cual sería otra forma del error. No hay culpables: el Regalo está dado. Solamente hay que aceptarlo.

La felicidad no está en el futuro, sino disponible desde ya.

     No te contentes con la idea de una felicidad futura. (T.26.VIII.9.1)

     Dispones de ella en este mismo instante. (T.13.XI.8.5)

     Pues hay causa para ser libre ahora. (T.26.VIII.9.3)

Aún así, insistimos en fingir que no somos libres ahora. Ponemos el tiempo como excusa, pero el tiempo es un mero pasatiempos (un juego), es una ilusión que podemos soltar. Para soltar el tiempo lo mejor es dejarlo en Manos del Espíritu Santo, Quien lo usará para deshacerlo. El Espíritu nos enseña a usar el tiempo para desvanecer el tiempo. El tiempo no es nada. La Verdad ya ES.

     El tiempo tan solo duró un instante en tu mente, y no afectó a la eternidad en absoluto. (T.26.V.3.3)

Si muchos supieran el "barrido de conciencia" (depuración mental) que sucede al estudiar y practicar UCDM, se lanzarían a sondearlo. Solamente con leerlo y releerlo una y otra vez, la mente se limpia porque se nos va quedando en la mente la manera de pensar del Espíritu Santo, sin necesidad de tener que hacer nada más, excepto lo que fluya sin esfuerzo. Algunos se limpian muy rápido, aunque los ejemplos que menciono pusieron mucho de su parte: David Hoffmeister pasaba todo su tiempo libre leyéndolo. 8 horas diarias durante dos años y medio, dice. Quizás estaba parado sin trabajo, en cualquier caso, cada vez que nos sentimos mal, tenemos la oportunidad de entregar nuestra ilusión al Espíritu Santo. Y a veces Él nos invitará a seguir sintonizando más intensamente Su onda, por ejemplo mediante la lectura de UCDM. No hace falta pasar tanto tiempo leyendo como David Hoffmeister. Pero sí es bueno, como decía Ramana, no olvidar nuestro ser en ningún momento del día (mantener la mente aquietada, recogida), y como al principio es normal despistarnos, entonces entrenarnos para acordarnos lo máximo posible.

Siempre que nos sentimos mal es porque estamos olvidando nuestro ser y olvidamos pedir ayuda al Espíritu Santo. Nisargadatta dijo que pasó dos o tres años "mirando" en cada rato libre hacia adentro. Luego de eso se iluminó, dijo. David Hoffmeister tardó más o menos ese mismo tiempo. Otros tardan décadas o lo que corresponda pero pueden pasar ese tiempo tranquilos a medida que entrenan y fortalecen la confianza.

Yo sé que nada malo nos puede pasar, y eso me eleva la confianza a cotas amplísimas. Sé que ante cualquier apariencia que pueda llegar a molestarme, en realidad estoy a salvo de todo mal porque sé la verdad y antes o después, espero que pronto, me acordaré de perdonar. ¿Qué puede pasar? ¿Quedar en la calle sin trabajo ni casa? ¿La muerte de los familiares? ¿Problemas de salud? ¿Que explote mi pueblo o el planeta? Pase lo que pase no me lo creo porque sé la verdad, así que parezca lo que parezca suceder lo puedo perdonar y pasar por alto, aprendo a reaccionar igual ante cualquier símbolo que aparezca, tratando de recordar siempre que son solamente meros símbolos percibidos, no el Autoconocimiento. De esto se trata mi entrenamiento. Es un entrenamiento, hay que persistir, practicar, continuar hasta que este cambio de mentalidad brote por sí solo sin esfuerzo. Animémosnos a seguir. Nadie se asusta de una película de terror cuando después de la escena del susto se acuerda de que se trata de solamente una pantalla de televisión con una película de ficción. El mundo es ficción. Pero adentro de uno mismo hay un Centro Tranquilo, puro Amor. Y este Amor no es ficción. Está siempre en el Centro de nuestro Ser. Nunca se va. Está siempre disponible. Podemos intuirlo y si le prestamos atención podremos saborearlo espléndidamente. Podemos vislumbrarlo en conversaciones interiores, etc. Quien no tenga facilidad para las conversaciones interiores dispone de una ayuda muy fácil de usar: leer UCDM (o lo que le resuene, pero no conformarse con rumiar revolcándose en sus miedos y en sus estresantes proyecciones). Digamos que alguien resuena con UCDM y decide leerlo, usarlo como ayuda. ¿Cuánto rato al día? Eso depende de cada uno. Quizás a muchos vendría bien leer cuando necesiten ánimo. Si uno siente tristeza, miedo, depresión, dudas, entonces leer UCDM un rato puede sintonizarle con la verdad y deshacer las sombras. No estamos obligados a aceptar las sombras. Podemos iluminarlas y ver cómo todo se vuelve luz y las sombras desaparecen ante nuestra paz y felicidad.

Depende de nosotros. UCDM no está lejos. Ramana tampoco. Hay quienes no tienen libros ni enseñanzas de UCDM o de Ramana. No importa porque Ellos están dentro de nosotros. Basta con estar dispuestos a escucharles en silencio, en quietud (son afortunados quienes consiguen dedicarles un ratito al empezar y acabar el día, y tratar de llevarles con nosotros durante el resto del día... autoindagando siempre... entrenando el mantenernos atentos a la verdad, o más bien contra las ilusiones mientras creamos vivir en el mundo de la percepción). Y permitir que Ellos se ocupen de todo. Nosotros no tenemos que hacer nada excepto escuchar a Aquellos que nos susurran la verdad desde el interior de nuestro Corazón.

     El Ser desde el que te llamo no es sino tu propio Ser. (L.PI.R5.IN.9.4)

Un abrazo :-)

(Y en otro mail surgieron nuevos comentarios):

 Sí, también verte tú misma juzgando (a otros o a ti misma) es una percepción. Tú eres espíritu puro, y el espíritu nunca juzga. Tú nunca has juzgado a nadie ni juzgarás jamás. Los juicios que percibimos son eso, percepción. Y mientras tanto percibimos, seremos sensatos si dejamos esa faceta (los juicios) en manos del Espíritu Santo. Así que sea Él Quien juzgue por nosotros, en beneficio del despertar de todos.

(...) Ciertamente, en el mundo de la percepción hay quienes usan plantas como la ayahuasca para experimentar, con resultados diversos. Nada es malo, pero aquello que nos inspira es especialmente bueno. Eso sí, procuremos no proyectar tampoco a la propia "Ayahuasca" como si fuese algo externo a uno mismo. Podemos considerarla más bien como un ser, como parte de nuestro ser, un aspecto de uno mismo, no algo externo sino una resonancia en nuestra propia mente. Nadie necesita de plantas ni objetos externos para sintonizar con su propio "espacio interior", cuando creemos eso (por ejemplo cuando creemos que si tomamos una aspirina se nos pasará un dolor de cabeza) estamos proyectando "magia" (saber esto no significa que no tomemos aspirinas, significa simplemente que sabemos que son sólo una ayudita ilusoria temporal debido a que aún creemos en la magia porque aún percibimos mezcladamente ilusiones). Pero cuando vemos los símbolos (plantas, lo que sea) como parte de nuestro ser, parte de nuestra mente, algo interno, entonces todo fluye.Y fluirá con desapego porque no se percibe como algo externo. No hay un mundo externo. Todo es nuestra mente. Y tras la mente "confusa", que es ilusoria, está Ello, el Amor, podemos llamarlo también la Mente Pura de Dios, nuestro verdadero Ser. La Verdad ES.

Hace un rato estaba en la cocina y me vinieron a la mente algunas ideas. Pensé que soy muy afortunado. Igual que fueron afortunados quienes coincidieron con Ramana Maharshi y podían ir a verle de vez en cuando o quedarse muchos días con él en el ashram, incluso algunos se quedaron allí a vivir, y yo tengo la misma suerte con otro guru, con Jesús. Porque dispongo de UCDM y así soy libre de elegir cuánto tiempo quiero dedicarle a escuchar a Jesús.

Eso es también la entrega. La entrega pocas veces la hace alguien a lo bruto, de golpe. Al igual que perdonar la culpa, que podemos perdonar el "iceberg" de la culpa a trocitos, con la entrega sucede igual, podemos entrenarnos para irnos entregando poco a poco. Dedicar tiempo a Dios o al Espíritu Santo, es entregarle nuestro tiempo a Él. Eso es entrega. Ya te estás entregando desde que lees advaita y UCDM, y ahora más con los ejercicios, donde en unos ejercicios te pide esos ratitos de reflexión en las ideas o de ratitos en silencio o lo que te proponga cada lección. Eso es entrega. Esos minutos con Dios es tiempo dorado (tiempo sagrado), que se funde con lo eterno y que te da un tesoro que no pierdes ya nunca.

Por lo tanto podemos entregar nuestro tiempo a Dios, a Jesús, al Bien. Soy libre de elegir reunirme con un sabio. Ramana ya no se percibe con los sentidos en esta época (bueno... generalmente, digamos jejeje), pero el libro UCDM sí se percibe fácimente, y leerlo es escuchar a Jesús, y es entregarle mi tiempo. Soy libre de decidir cuánto tiempo le entrego. Puedo reunirme con Jesús una vez al año (como hacían algunos con Ramana) o puedo elegir escucharle (leyendo UCDM) una vez al mes, o una vez a la semana o incluso varias veces al día. Ramana no obligaba a nadie a escucharle. UCDM (Jesús) tampoco obliga a nadie. Pero están ahí, disponibles. Y al leer UCDM vamos sintonizando con Jesús, y cada día es más fácil poder escucharle durante todo el día, incluso sin leer UCDM, sino directamente en nuestra mente, llamémoslo intuiciones y luego "más-que-intuiciones". Me considero afortunado de poder escuchar a un Sabio todos los días y de poder elegir yo el horario de nuestras reuniones, etc. UCDM nos ha ayudado mucho en esto. Y entregarle tiempo a Jesús, se convierte en el tiempo mejor usado: el tiempo de despertar. El tiempo que disipará la ilusión del tiempo.Esto puede reconocerse de forma inmediata, sin necesidad de tiempo, como comento en el post de la iluminación instantánea.

Otra idea que me vino estando en la cocina es que somos como bebés. A los bebés les hablan los adultos y los bebés no entienden casi nada pero cada día entienden un poco más y más, hasta que un día de repente comienzan a entender mucho mejor y captan los mensajes, responden con sus balbuceos, reconocen a las personas, etc. Lo mismo nos pasa con otras cosas, por ejemplo cuando leemos UCDM. Al principio no entendemos casi nada, pero si somos tan receptivos como un bebé y escuchamos los mensajes que UCDM nos repite una y otra vez (como los papás de un bebé le repiten al bebé las cosas miles de veces hasta que un día comienzan a entender), entonces con esta receptividad y esta repetición llega un día en el cual al releer UCDM sentimos que entendemos mucho más, y más adelante todavía entendemos más, hasta que todo se vuelve facilísimo. Somos bebés. Pero nuestra Mamá nos cuida. Y aprenderemos más deprisa si la escuchamos atentamente, amorosamente.

Algo parecido sucede cuando escuchamos a las personas. Si nos parece percibir insultos o agresiones, significa que no les estamos percibiendo correctamente. Y esto solamente puede "perjudicar" a alguien: a mí mismo, pues permitir que mi percepción se enturbie es como invitar a que una ilusoria nube negra obscurezca la verdad del Corazón: y entonces dejo de sentir con claridad la felicidad que soy. Pero podemos procurar (pidiendo al Espíritu que nos inspire cómo hacerlo) percibir solamente la luz en los demás. Percibir con el corazón, más allá de la apariencia que creemos ver. Igual que cuando un bebé dice algo y aunque lo diga mal procuramos entender lo que realmente quiere decir... por ejemplo dice "kero lele" y entendemos que quiere leche... Pues lo mismo sucede cuando percibimos a cualquier persona, que son todos hermanos: aspectos de nuestro propio amoroso ser. Si percibimos que alguien nos insulta, eso son balbuceos como los balbuceos de un bebé, y somos libres de unirnos al Espíritu Santo para mirar más allá de los balbuceos y entender lo que realmente nos quieren comunicar (en el fondo se trata de una autocomunicación, pues es un mensaje que nos enviamos a nosotros mismos: no hay nada externo al propio ser). Nos daremos cuenta de que en el fondo, todo lo que nos comunican nuestros hermanos es siempre amor o una petición de amor. Cuando alguien parece insultar, simplemente está asustado por las ilusiones y necesita nuestro amor, no nuestro enfado (dicho de otra manera: en ese caso estamos percibiendo reflejado, como si fuera en otro, nuestro propio miedo, que en realidad es una petición de ayuda que hacemos a nuestro propio ser, para despertar de la ilusión). Si nos enfadamos reforzaremos su confusión pero sobre todo estaremos reforzando también nuestra propia confusión, al tomar como real una simple ilusión, sin entender el amor (o petición de ayuda/amor) que son realmente los balbuceos, tomen la forma que parezcan tomar. Todo lo que percibimos tiene que ver con uno mismo, no con "otros". Si percibo insultos, en el fondo estoy haciéndome consciente mediante este símbolo de la necesidad de perdonar mis propios "insultos" a mí mismo, para así corregir mi actitud de "atacarme" a mí mismo cuando decido creer en las ilusiones y olvidar mi verdadero ser.

Nuestro Ser es siempre lo que ES (digamos que está iluminado desde siempre y para siempre), pero podemos negar la verdad en nuestra mente. Y cuando lo hacemos, luego podemos negar la negación de la verdad, iluminando de nuevo nuestra mente, nuestra experiencia. Por eso dice esta cita:

     Sólo la mente es capaz de iluminación. El espíritu ya está iluminado (...) (T.2.V.6.3-5)

Y cuando percibimos insultos o cualquier limitación o problema esto significa que estamos negando la verdad y creyendo ilusiones. Porque el Amor es lo único que nos rodea. Vivimos en Dios. Y si vivimos en Dios y vemos algo que no sea amor, eso significa que estamos soñando. Porque:

     Él [Dios] es lo único que te rodea. (T.18.VI.10.6)

     (...) sólo te relacionas contigo mismo. (T.31.V.15.5)

     El mundo que ves tan sólo te muestra cuánta dicha te has permitido ver en ti y aceptar como tuya. (T.21.IN.2.7)

[El mundo que percibes]: Es el testimonio de tu estado mental, la imagen externa de una condición interna. (T.21.IN.1.5)

      Mas debes conocer la ley que rige toda visión y no dejar que tu mente se olvide de ella: contemplarás aquello que sientas en tu interior. (L.PI.189.5.3)

    (...) todo el mundo ve sólo lo que cree ser. (T.22.I.5.2)

La solución, por lo tanto, no consiste en lanzarnos a cambiar el mundo cuando percibimos problemas. Consiste en cambiar nuestras propias erradas creencias las cuales parecen nublar nuestro conocimiento de la verdad (aunque nuestro conocimiento de la verdad no puede ser ocultado realmente). Si queremos recordar la verdad tenemos que mirar adentro, y no afuera, cuando algo parezca molestarnos, porque no hay nada fuera de nuestra mente.Tratar de cambiar el mundo es como ver un problema en una película en el cine y tratar de solucionarlo cambiando algo en la pantalla en lugar de ir hacia "adentro" al proyector (a la causa). No se trata de cambiar el sueño (que es el efecto de haber aceptado creencias ilusorias), sino de darnos cuenta de que es un sueño y estar dispuestos a despertar. Si estamos dispuestos, el despertar acontece.

     Curar un efecto y no su causa tan sólo puede hacer que el efecto cambie de forma. (T.26.VII.14.2)

En el contexto del que hablábamos el efecto es el sueño. Su "causa" vendría a ser la creencia ilusoria de separación/culpa/miedo/dualidad. Pero como esa "causa" no es real sino que consiste en meros pensamientos ilusorios (creencias erróneas totalmente falsas), entonces el sueño tampoco es nada sino un "efecto" irreal que no deja huella ni la más mínima señal en todo aquel que decide salir del ilusorio tiempo y despertar.Una causa irreal no puede producir efectos reales. Por lo tanto el sueño es irreal (por eso solamente puede ser percibido, no conocido, y por eso basta con que una sola mente despierte para que el sueño se desvanezca y la percepción cambie y brote un sueño feliz disponible para todos y que facilite el conocimiento). Y puesto que la única Causa —por así decir— es Dios/Bondad/Unidad, entonces solamente la Bondad ES. Y todo "lo demás" que pudiésemos fantasear, es irreal. Sólo lo perfectamente bueno existe. No hay nada más, y de parecerlo, "lo demás" serían inofensivas alucinaciones imposibles de concebir para todo aquel que ama la verdad. Las alucinaciones (producto de nuestras falsas creencias) son inofensivas, no dejan huella ni producen daño alguno ni pueden impedir despertar a aquel que decide recordar la verdad.

Por lo tanto si un efecto nos molesta, adonde hay que ir para solucionarlo es a la causa, a la mente que ha proyectado esa falsa apariencia. Porque si en lugar de eso vamos a cambiar los efectos, por ejemplo al combatir un problema mediante acciones en la forma, el problema quizás parezca desaparecer temporalmente pero al permanecer la causa (nuestras falsas creencias, que son todas variantes de la única fals creencia: la separación de la Plenitud) el problema volverá otra vez disfrazado de otra manera, de modo que aparecerá con otra forma. Pero si nos damos cuenta de esto y en lugar de correr a cambiar los efectos nos dirigimos a cambiar la causa, al renunciar a nuestras falsas creencias entonces todos los efectos ilusorios producidos por ellas tendrán forzosamente que desvanecerse hasta desaparecer completamente sin dejar ni la más mínima señal. Cuando nos demos cuenta de que todas las ilusiones dependen de una sola falsa creencia, que es la creencia en la separación, y soltemos esa creencia, entonces todos los efectos, todos los problemas, todas las falsedades y sufrimientos se desvanecerán. Disponemos de la Llave que deshace todos los problemas, los cuales en realidad son un solo problema (la falsa idea de la separación). La Llave para desvanecer el único problema es el discernimiento, el perdón, el darnos cuenta de que la separación no ha tenido lugar y dejar de alimentar esa falsa creencia.

      Nuestros esfuerzos estarán encaminados al reconocimiento de que no hay más que un solo problema y una sola solución. (L.PI.79.9.3)

Sólo el conocimiento (el Cielo, el puro Ser, la Unidad) es total e incuestionable. Simplemente ES. Para recordarlo tan sólo tenemos que estar dispuestos y receptivos a que el Espíritu Santo nos brinde Su sugerencia: la percepción correcta. La percepción es ilusoria. La percepción errónea produce sufrimiento y refuerza el sueño, pero la percepción correcta facilita la paz y ayuda a despertar. La percepción correcta nos sintoniza con el "sueño feliz", el cual es el "puente" al conocimiento puro del Ser. No obstante incluso el "sueño feliz" será dejado atrás y se desvanecerá cuando ya no nos resulte útil, porque sigue siendo una percepción. El sueño feliz es valioso porque al ofrecernos un concepto benigno de uno mismo y del mundo, esto ayuda a despertar. Pero finalmente nuestro puro Ser no lo encontraremos reflejado en los símbolos de la percepción, sino que es una pura Experiencia de ilimitado y gozoso Conocimiento, más allá de todo símbolo, más allá de toda percepción.

     No busques tu Ser en símbolos. No hay concepto que pueda representar lo que eres. (T.31.V.15.1-2)

No obstante, aunque ésa sea la Experiencia Final, la Experiencia del Eterno Gozo Puro, mientras nos parece percibir la dualidad sí resulta conveniente usar algunos símbolos, aquellos símbolos que nos ayuden a despertar: los símbolos de la percepción correcta, que nos ofrecen el "mundo real o sueño feliz" que es lo más benigno y bello que puede llegar a experimentarse en lo perceptual. Por eso se dice:

     Vives en ese mundo tanto como en éste, pues los dos son conceptos de ti mismo que se pueden intercambiar, pero que jamás pueden albergarse simultáneamente. El contraste es mucho mayor de lo que te imaginas, pues amarás ese otro concepto de ti mismo porque no se concibió sólo para ti. (T.31.VII.4.1-3)

Tanto el "mundo real" (también llamado "sueño feliz") como el mundo "cotidiano" del sufrimiento, son el resultado de conceptos que albergamos sobre el ser. Al cambiar el concepto que nos ofrece el ego por el concepto ligero y feliz que nos ofrece el Espíritu Santo, el mundo que percibimos parecerá cambiar. Y viviremos así en el sueño feliz donde se facilita el despertar al puro conocimiento más allá de todo símbolo, más allá de toda percepción. El sueño feliz es una percepción que señala a la unión y al amor, donde todos nos unimos como uno y donde lo que cada uno descubre y disfruta se brinda para todos y se comparte plenamente sin límite. Ahí es donde cuando se ilumina una mente cualquiera, se iluminan todas, pues todos somos un mismo ser con una única mente. Aceptar la percepción correcta es invitar al Conocimiento, porque la percepción correcta es la percepción que deshace la necesidad de percibir; y por lo tanto, conlleva el despertar al Conocimiento ya que la percepción correcta no obstaculiza de ninguna manera al Conocimiento.

Sin embargo no podemos generar ni forzar el Conocimiento, pues el Conocimiento simplemente ES, en toda pureza (es nuestro verdadero Ser). No está en nuestra mano "obligarlo" ni generarlo, pues el Conocimiento es una Gracia, pero lo que sí está en nuestra mano es estar dispuestos a aceptar la percepción correcta, y una vez que hayamos aceptado completamente el "sueño feliz" sucederá la Gracia, sucederá el Último Paso donde DIOS/CONOCIMIENTO/AMOR nos recoge en Sus Brazos por así decir, y de un salto instantáneo nos traslada de la percepción correcta al Cielo del puro Conocimiento. Esta Gracia, este Último Paso, no depende de nosotros, se dice que depende de Dios, de la Gracia, porque ese "paso" (que en realidad no es un paso sino que es una Realidad permanente) no forma parte del ámbito del ego (no forma parte de la percepción) sino que es el Aroma de la inmensamente gozosa Eternidad. Nuestra parte "aquí", repito, lo que sí está en nuestra mano incluso mientras todavía nos identificamos parcialmente con el ego, es procurar estar dispuestos a aceptar la percepción correcta: y el Espíritu Santo nos la brindará. Y finalmente la Gracia nos sonreirá como diciendo: ¡Nunca te dormiste, siempre estuvimos unidos, siempre SOY EL SER ETERNAMENTE GOZOSO Y PLENO!

Todo esto que hacemos dentro todavía del ámbito del sueño... Todo: el perdón, la entrega, discernir... (que en el fondo es todo lo mismo, es despertar)... Todo esto no lo hacemos separados de nadie. Compartimos una misma mente. No hay afuera nadie "materialista" ni nadie "avanzado", sino que en nuestra propia mente podemos mantener actitudes materialistas o actitudes espiritualmente avanzadas. Por eso no somos mejores ni peores que nadie, ni nadie está más avanzado o retrasado que los demás porque todos somos uno. Cuando Jesús se iluminó (usemos ahora la metáfora de la iluminación... en realidad todo lo que decimos con palabras no hay que tomarlo por completo literalmente, porque las palabras siempre son metáforas, y algunas metáforas son cuentecillos valiosos porque ayudan a despertar), iluminó la mente para todos (esa mente que todos compartimos, pues no hay otra mente aparte de la nuestra). Todos nos iluminamos a la vez unidos a él. Cuando Ramana se iluminó, lo que des-cubrió está disponible para todos porque compartimos una misma mente y no estamos separados. Por eso nuestra única responsabilidad es "aceptar la expiación para uno mismo", porque todo está hecho ya, solamente tenemos que aceptarlo y eso somos cada uno libre de aceptarlo cuando queramos. Jesús y Ramana fueron iluminados por nuestro Ser, que es el mismo Ser de todos. Nosotros fuimos iluminados a la vez que ellos. Nosotros somos ellos. Ellos son nosotros. Cada uno aceptamos esta verdad cuando lo decidimos. No pasa nada. Nadie hace nada mal. Somos libres. Y cada vez que alguien acepta el Regalo, la verdad se hace más fácilmente disponible para todos. La mejor ayuda que podemos brindar a los demás es aceptar nuestra propia iluminación, así reconoceremos a todos como que también están iluminados y eso les hará más fácil a ellos aceptar también el Regalo.

La Verdad nos ama infinitamente, y en cuanto la llamamos viene corriendo a colmar y superar nuestras más osadas expectativas de paz, amor, gozo y felicidad.

     Ninguna parte del amor puede invocar al todo en vano. (T.18.VIII.11.7)

     (...) y rodeándolo con amor se encuentra la gloriosa totalidad, la cual ofrece toda su felicidad y profunda satisfacción a todas sus partes. (T.18.VIII.7.7)

Cuando escuchas a Jesús (en tu Corazón) o lees UCDM, estás ayudando a todos, no solamente a ti misma.

Cuando leo UCDM sé que estoy también ayudándote a ti y a todos, y no solamente a mí mismo. Es muy bueno leer UCDM, entregarle al Espíritu nuestro tiempo. Leer UCDM nos inspirará a practicar Su enseñanza en nuestra vida cotidiana. Y entre la escucha (la lectura) y sobre todo la práctica (el perdón) nuestros días brillarán repletos de milagros. Y cada momento de paz es un milagro. Y es ahora. Y nunca se acaba.

¡Un abrazo!

3 comentarios:

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