jueves, 31 de diciembre de 2015

Facimoutreach P-1332

Si la enfermedad es un signo de la falta de perdón, ¿eso significa que todo aquel que muere está aferrándose a la falta de perdón?

P-1332: Mi pregunta es con respecto a la enfermedad. Entiendo la idea de que la enfermedad, de acuerdo con Un Curso de Milagros, es de la mente y que es un punto de vista, etc. Sin embargo, es evidente que todos moriremos de algo a menos que hayamos alcanzado un nivel de iluminación en el cual podamos simplemente dejar nuestros cuerpos a voluntad y acabar con la ilusión. ¿Significa esto que todo aquel que muere, sin importar el nivel que haya alcanzado espiritualmente, está todavía manteniendo alguna "falta de perdón"? Sé de algunos seres muy elevados que aún pillaron enfermedades, apoplejías y otros problemas de salud.

Respuesta: Un Curso de Milagros dice que «nadie muere sin su propio consentimiento» (L.152.1); pero esta decisión puede venir de la mentalidad errada o de la mentalidad correcta. Nuestra discusión en la pregunta P-262 se centra en la importante distinción entre la forma y el contenido, en cuanto al punto de vista del Curso sobre la muerte. Hay también referencias útiles en las preguntas P-494 y P-604. El punto clave es que el estado del cuerpo no nos dice automáticamente cuál sistema de pensamiento ha elegido la mente, ni nos dice si la mente ha alcanzado o no la iluminación. Por lo tanto, no deberíamos tratar de juzgar basándonos en las apariencias. Una mente sanada podría tomar la forma de un cuerpo moribundo consumido por cáncer si por ejemplo hubiera en ello un propósito valioso como enseñanza. Sin embargo esa mente no estaría sufriendo —una enseñanza que para nosotros es muy difícil de comprender y aceptar, debido a nuestra falta de conciencia de nuestra mente y a nuestra manera de pensar centrada en el cuerpo. El cuerpo de Jesús ciertamente pareció estar en un estado terrible al final, pero no por eso llegaríamos a la conclusión de que su mente tuvo por consiguiente que estar en una situación terrible también. En otras palabras, un cuerpo que aparentemente esté traspasado de dolor no es necesariamente una tragedia lamentable. Una vez más, esto solo puede ser entendido desde la perspectiva de la mente con mentalidad-correcta y su posición/actitud de estar "por encima del campo de batalla" del egoico mundo de los cuerpos.

Link original en inglés: http://www.facimoutreach.org/qa/questions/questions289.htm#Q1332

Índice de las P&R traducidas: http://hablemosdeucdm.blogspot.com/2015/11/indice-de-traducciones-de-p-de.html

miércoles, 30 de diciembre de 2015

Facimoutreach P-494

¿Adónde va la mente cuando el cuerpo muere?

P-494: Los hermanos que debido a la muerte han dejado de identificarse con cuerpos temporalmente, ¿adónde van hasta que regresan de nuevo para tener la oportunidad de elegir correctamente?

Respuesta: La aparente muerte del cuerpo no implica necesariamente que alguien ha elegido no identificarse con él. Solo cuando la mente elige identificarse completamente con la verdad de lo que somos como el Hijo inocente de Dios es cuando la identidad con el cuerpo será dejada de lado: «Cuando tu cuerpo, tu ego y tus sueños hayan desaparecido, sabrás que eres eterno. Tal vez pienses que esto se logra con la muerte, pero con la muerte no se logra nada porque la muerte no es nada. Todo se logra con la vida, y la vida forma parte del ámbito de la mente y se encuentra en la mente» (T.6.V.A.1.1-3).

Puesto que la mente no está en el cuerpo, no va a ninguna parte cuando el cuerpo muere. La parte de la mente que se identificaba con un cuerpo en particular por un tiempo continúa en su "estado mental", el cual, por supuesto, no es un lugar. La mente no necesita un cuerpo para elegir correctamente. De hecho, si realmente elige correctamente, ella no necesita un cuerpo en absoluto, ya que elegir identificarse con el cuerpo es una decisión incorrecta en primer lugar.

Uno de los objetivos importantes de Un Curso de Milagros es enseñarnos que somos mentes, no cuerpos. Es en la mente donde está toda la acción; y la única "acción" es elegir. Puesto que la mente no necesita un cuerpo para elegir, no hay ningún cambio en la actividad de la mente cuando el cuerpo "muere". El cuerpo es simplemente el aparente efecto de la decisión equivocada de la mente de creer que la idea de la separación es real. El cuerpo no hace nada. «El cuerpo es tan incapaz de morir como de sentir. No hace nada. (...) No es nada» (T.19.IV.C.5.2-3, 5).

Para más sobre este tema, vea la pregunta P-68.

Link original en inglés: http://facimoutreach.org/qa/questions/questions87.htm#Q494

Índice de las P&R traducidas: http://hablemosdeucdm.blogspot.com/2015/11/indice-de-traducciones-de-p-de.html

martes, 29 de diciembre de 2015

Facimoutreach P-68

Una pregunta sobre el destino de la mente después de la muerte corporal

P-68: ¿Qué le sucede a la mente después del fallecimiento del cuerpo? ¿Vuelve la mente a casa y vuelve a unirse, aunque en realidad nunca se separó? ¿Qué le sucede al ego? ¿Dónde puedo encontrar la respuesta a esto en el Texto?

Respuesta: La respuesta a tus preguntas radica en la comprensión de la enseñanza del Curso sobre la vida y la muerte, en contraste con la versión del ego. Es muy importante recordar que el Curso se refiere a la muerte como la decisión en la mente de creer en la definición del ego sobre quiénes somos: individuos separados, culpables, temerosos y pecaminosos, que están aprisionados en cuerpos. Esta creencia es la manera del ego de asestar un golpe mortal a nuestra conciencia de lo que realmente somos como el Hijo inocente de Dios, y a esto es a lo que el Curso llama "muerte". Cuando el Curso habla de "vida" es siempre refiriéndose a nuestra vida en el Cielo con Dios. «Fuera del Cielo no hay vida» (T.23.II.19.1).

Con esto en mente, hay varios pasajes en el Curso que hablan de la muerte, de la mente, del cuerpo y del ego, los cuales son útiles para entender los puntos que has planteado. Lo primero de todo: El Curso nos dice que la mente no está en el cuerpo: «[La mente] no puede hacer un cuerpo, ni  tampoco habitar en un cuerpo» (L.167.6.3); «Una mente y un cuerpo no pueden ambos coexistir. No trates de reconciliarlos, pues cada uno de ellos niega que el otro sea real. Si eres lo físico, tu mente desaparece del concepto que tienes de ti mismo, pues no tiene un lugar en el que realmente pueda ser parte de ti. Si eres espíritu, el cuerpo es entonces el que no tiene ningún sentido en tu realidad» (L.96.3.4-7).

Por lo tanto no puede haber ningún cambio en la mente debido al fallecimiento del cuerpo: a la mente no le ocurre nada ni va a ninguna parte. Esto es difícil de entender para nosotros porque la mayoría de nosotros nos identificamos con nuestros cuerpos, pero es esencial entender la enseñanza del Curso. Estás en lo cierto al decir que en realidad la mente nunca dejó su hogar en el Cielo, donde ella permanece en Unidad. Nuestra experiencia ilusoria en este sueño es el resultado de un pensamiento en la mente dormida del Hijo, quien cree que la separación ocurrió realmente. La mente no vuelve al hogar cuando el cuerpo muere. La mente vuelve al hogar cuando toma la decisión definitiva de aceptar la Expiación y no identificarse más con el sistema de pensamiento del ego. Despierta así a la verdad de que ella nunca dejó el Cielo, nunca se separó de su Fuente.

El ego tampoco está en el cuerpo; el ego es el pensamiento de la separación —en la mente— el cual no cambia con la muerte del cuerpo: «El ego es la parte de la mente que cree en la división» (T.5.V.3.1). El ego no está en el cuerpo pero se identifica con el cuerpo. Nosotros también nos identificamos con el cuerpo cuando elegimos el sistema de pensamiento del ego, y por eso aceptamos la experiencia de la muerte del cuerpo y creemos que eso tiene importancia. Con el ego vemos la muerte como «el sueño central de donde emanan todas las ilusiones. (...) La creencia fija e inalterable del mundo es que todas las cosas nacen para morir. Se considera que así es como "opera la naturaleza", y ello no se debe poner en tela de juicio, sino que debe aceptarse como la ley "natural" de la vida» (M.27.1.1, 4-5). Aunque el ego no muere al fallecer el cuerpo, porque es un pensamiento en la mente, él está obsesionado con la muerte: temiéndola, buscándola, usándola para demostrar su realidad ((la del ego)) y la realidad del cuerpo. Puede que sea útil revisar la sección "La atracción de la muerte" (T.19.IV.C). Nuestra experiencia es el aprendizaje de una nueva identidad al cuestionar nuestras creencias de lo que pensamos que somos, liberándonos para aceptar el mensaje del Espíritu Santo de lo que realmente somos, lo cual nos permitirá ver la muerte o el cuerpo de manera diferente y abrir nuestras mentes a una nueva percepción y a una nueva experiencia de la vida de la que el Curso nos habla: «Cuando tu cuerpo, tu ego y tus sueños hayan desaparecido, sabrás que eres eterno. Tal vez pienses que esto se logra con la muerte, pero con la muerte no se logra nada porque la muerte no es nada. Todo se logra con la vida, y la vida forma parte del ámbito de la mente y se encuentra en la mente. El cuerpo ni vive ni muere porque no puede contenerte a ti que eres vida» (T.6.V.A.1.1-4).

Link original en inglés: http://www.facimoutreach.org/qa/questions/questions15.htm#Q68

Índice de las P&R traducidas: http://hablemosdeucdm.blogspot.com/2015/11/indice-de-traducciones-de-p-de.html

lunes, 28 de diciembre de 2015

Facimoutreach P-604

¿Cuál será mi experiencia tras la muerte de mi cuerpo?

P-604: Si el ego inventó el concepto de "vida después de la muerte", y no pasa nada cuando el cuerpo muere, ya que nunca vivió, mi pregunta es: mientras que yo no esté aún en el mundo real, por lo tanto identificándome con el yo que creo que soy, ¿cuál será mi experiencia después de la "muerte" de mi cuerpo?

Respuesta: Cuando el cuerpo muere, la persona con la que tú te identificas como un cuerpo ya no parecerá existir. Si la mente no está sanada en ese momento, el pensamiento de separación que se identificaba con este cuerpo continúa adelante como un pensamiento. Puesto que la mente no está contenida en el cuerpo, ella no cambia con la muerte del cuerpo. Ella solo cambia cuando elige al Espíritu Santo en vez de la separación. Esa es la decisión que finalmente deshace la separación, y nos conduce a despertar del sueño de muerte en el que los cuerpos parecen vivir y morir. Mientras la mente elija creer en el pensamiento de separación, junto con la culpa que inevitablemente le acompaña, se proyectará hacia fuera asumiendo alguna forma corporal (ya sea física, esotérica, energía, etc). El resultado es la experiencia continua del ciclo de nacimiento-muerte-renacimiento, hasta que en la mente se tome una decisión diferente. Por lo tanto, la mente es el lugar donde está la acción, y la única acción es elegir.

Mientras sigamos dormidos en el sueño, nuestro único propósito o meta, tanto si estamos en el cuerpo como si estamos fuera del cuerpo, es aprender a tomar otra decisión. Por lo tanto, para responder a tu pregunta más directamente, tu experiencia después de la muerte de tu cuerpo será la misma que es ahora: aprender a elegir.

En Un Curso de Milagros Jesús nos dice que estamos siempre aprendiendo, porque estamos siempre enseñando: «(...) enseñar es aprender, (...) enseñar es un proceso continuo, que ocurre en todo momento del día y que continúa igualmente en los pensamientos que se tienen durante las horas de sueño» (M.introd.1.5-6). Podemos parafrasearlo de este modo: «el aprendizaje continúa también después de la muerte del cuerpo». El asunto importante que nos está enseñando Jesús es que no somos cuerpos, sino mentes con el poder de elegir.

Link original en inglés: http://facimoutreach.org/qa/questions/questions107.htm#Q604

Índice de las P&R traducidas: http://hablemosdeucdm.blogspot.com/2015/11/indice-de-traducciones-de-p-de.html

domingo, 27 de diciembre de 2015

Facimoutreach P-262

¿Podría explicar la frase: «No jures morir, santo Hijo de Dios»?

P-262: ¿Podría explicar más a fondo la cita que dice: «¡No jures morir, santo Hijo de Dios!»? (T.29.VI.2.1). Alguien me dijo que significa que, literalmente, no tenemos que morir. Morimos, pero no tenemos que morir por los medios convencionales; simplemente podemos decidir des-materializarnos. ¿Es eso cierto? Hablemos también sobre la muerte del cuerpo: ¿por qué muchos seres iluminados, como Jesús, Gandhi, Peace Pilgrim ((Peregrina de la paz)), por nombrar unos pocos que tienen sólo paz y amor en sus mentes, eligieron morir violentamente? Yo pensaba que lo que hay en la mente es lo que se manifestará como un reflejo en el mundo. ¿No deberían haber sido sus muertes unas muertes tranquilas? Supongo que podrías argumentar que ellos físicamente no sintieron dolor, pero como ejemplo para quienes observan su vida, ¿por qué no impregnaría la paz hasta su último aliento para enseñar que lo que hay dentro es lo que sucede fuera, y también para atenuar el miedo a la muerte que tienen sus hermanos, quienes desean vivir tal como ellos lo hicieron?

Respuesta: En nuestra respuesta a la pregunta P-87 ((en el original en inglés, parece que por error, menciona en vez de la P-87 la pregunta P-91, pero la P-91 no tiene mucho que ver, pues aunque trate también sobre la muerte, no comenta la cita mencionada, la cual aparece solamente en dos de las 1386 preguntas: la P-262 y la P-87)) en la que comentamos este pasaje, dijimos que ya hemos prometido o jurado nuestra lealtad al sistema de pensamiento del ego, en el cual la muerte —incluida la nuestra— es la realidad central. Ya hemos hecho este juramento de creer que el Hijo de Dios no es tal como Él lo creó, invulnerable y eternamente presente dentro del Ser de Su Padre. Esto es parte del trato que hicimos con el ego, para que nuestras identidades individuales y separadas fueran preservadas. En este pasaje, por lo tanto, Jesús nos está pidiendo que deshagamos ese trato. Él no está hablando del proceso físico de morir. Está hablando de nuestra decisión de apoyar que lo que dice el ego es la realidad, en vez de que lo que dice el Espíritu Santo sea la realidad.

Te remitimos también a la pregunta P-135, en la que discutimos el tema de la muerte en el contexto de la importantísima distinción entre la forma y el propósito o contenido. Siempre estamos eligiendo a cada instante identificarnos ya sea con el sistema de pensamiento del ego o con el del Espíritu Santo. Así que, en ese sentido, la muerte no es diferente de cualquier otro pensamiento de nuestra mente. La muerte puede ser dirigida por cualquiera de esos sistemas de pensamiento. Nos corresponde a nosotros decidir en lo que se refiere a cómo vamos a morir: guiados por el ego o por el Espíritu Santo. El énfasis primordial de Un Curso de Milagros reside en la capacidad de la mente de tomar decisiones para elegir un maestro. Jesús se interesa siempre y únicamente de si nuestro pensamiento está bloqueando su amor o aceptándolo. La forma en que "muere" el cuerpo no es relevante para nuestro progreso espiritual. El contenido de nuestras mentes sí lo es.

Centrarse en el propósito y en la forma y el contenido puede también ayudar a responder tu pregunta sobre la muerte de los seres iluminados. La mayoría de las veces no sabemos las razones que hay detrás de las decisiones de las personas, y deberíamos ser muy cautelosos sobre juzgar únicamente sobre la base de la forma, o lo que vemos con nuestros ojos. «Nada es tan cegador como la percepción de la forma» (T.22.III.6.7), nos recuerda Jesús. Por lo tanto, lo que nos parece que es "violento" podría no estar siendo experimentado por sus mentes de esa manera. Por ejemplo, cuanto te experimentas a ti mismo como una víctima, tú (como la mente tomadora de decisiones) has interpretado un suceso del mundo; tú (como la mente tomadora de decisiones) le has dado un significado al suceso o evento. Jesús sabía que él no era su cuerpo, así que si los clavos fueron amartillados a través de sus pies, él no se habría experimentado a sí mismo como una víctima de la crueldad de algún otro. Él ya no tenía un ego, así que él no podía de ninguna manera experimentarse a sí mismo como vulnerable. Además, él habría visto la petición de amor que hay más allá de la ira de las personas. De modo que decir que él eligió una muerte violenta podría ser nuestra manera de interpretar el evento, porque nosotros tenemos la necesidad de verlo de esa manera, pero no sería así como él lo experimentó. Él nos enseña sobre esto en la sección del capítulo 3 titulada "Expiación sin sacrificio» (T.3.I) y también en el capítulo 6, "El mensaje de la crucifixión" (T.6.I) en el cual nos dice:

«Existe una interpretación constructiva de la crucifixión que está totalmente desprovista de miedo y que, por lo tanto, si se entiende debidamente, es totalmente benévola en cuanto a lo que enseña. La crucifixión no es más que un ejemplo extremo. Su valor, al igual que el valor de cualquier otro recurso de enseñanza, reside únicamente en la clase de aprendizaje que facilita. Se puede entender —y se ha entendido— incorrectamente. Ello se debe únicamente al hecho de que los temerosos tienden a percibir con miedo. (...) Eres libre, si así lo eliges, de percibirte a ti mismo como si te estuvieran persiguiendo. Mas cuando eliges reaccionar de esa manera, deberías recordar que yo fui perseguido de acuerdo con el pensar del mundo, y que no compartí esa interpretación» (T.6.I.1.5; 2.1-4; 5.2-3).

Finalmente, Jesús nos ayuda a ascender hasta su nivel al pedirnos que: «No enseñes que mi muerte fue en vano. Enseña, más bien, que no morí, demostrando que vivo en ti» (T.11.VI.7.3-4). El Curso nos ayuda a aprender que nuestras percepciones son interpretaciones que se basan en una de dos posibles fuentes: o bien son conformadas por la proyección de la culpa de nuestra mente errónea, o bien son inspiradas por el amor de nuestra mente correcta.

Link original en inglés: http://www.facimoutreach.org/qa/questions/questions49.htm#Q262

Índice de las P&R traducidas: http://hablemosdeucdm.blogspot.com/2015/11/indice-de-traducciones-de-p-de.html

sábado, 26 de diciembre de 2015

Facimoutreach P-87

¿Qué se entiende por «No jures morir»?

P-87: «¡No jures morir, santo Hijo de Dios!». Por si acaso, lo hice ((Da la impresión de que esta persona entendió "Swear not to die" como "Jura no morir"... y por si acaso había alguna ventaja en jurar eso, dice que lo juró)). Pero en realidad no tengo que hacer nada para que la verdad sea verdad. Así que, esta frase, ¿tiene un sentido más bien poético? ¿Como pidiendo que me comprometa con la verdad, poniéndome a su favor?

Respuesta: En este pasaje (T.29.VI.2.1), Jesús está hablando de una promesa que ya hemos hecho al habernos identificado con el sistema de pensamiento del ego. Por lo tanto, su "orden" o ruego tiene un sentido literal. Nos está diciendo que tenemos que mirar y reconsiderar nuestra atracción por «la "santa" imagen encerada de la muerte (...), a quien le juraste con sangre que no [la] abandonarías» ((abandonar a la muerte o ego)), como Jesús nos lo describe tan conmovedoramente al final del cuarto obstáculo a la paz (T.19.D.6.3). En otras palabras, ya hemos prometido o jurado nuestra lealtad al sistema de pensamiento del ego, en el cual la muerte —incluida la nuestra— es la realidad central. Ya hemos hecho este juramento de creer que el Hijo de Dios no es tal como Él lo creó, invulnerable y eternamente presente dentro del Ser de Su Padre. Esto es parte del trato que hicimos con el ego, para que nuestra identidad individual y separada fuera preservada. Aquí (T.29.VI.2.1) Jesús nos está pidiendo que deshagamos ese trato.

Es un pasaje que a menudo se entiende erróneamente como si significara que Jesús estuviera diciendo que podemos ser inmortales como seres humanos —como si la coma estuviera situada después de "Swear" ((Ken se refiere a la cita en inglés, que copié casi al principio, en la nota de la pregunta arriba del todo, y ahora se ve que efectivamente quien preguntó había entendido la cita como si dijera "Jura no morir", como ya comenté a modo de suposición, ahora confirmada)), significando así que vamos a jurar que nunca moriremos. Pero tal interpretación estaría en contradicción con el énfasis primordial de Jesús en el Curso, con respecto a la naturaleza del cuerpo. ¿Por qué querríamos permanecer en lo que no es nuestro hogar? Sería loco querer permanecer en el cuerpo, el cual no es el fruto del amor (T.18.VI.4.7), y de hecho fue fabricado como «un límite que se le impone al amor (...) para limitar lo ilimitado» (T.18.VIII.1.2-3), y para encarnar el deseo del ego de reemplazar o suplantar a Dios (L.72.2).

Link original en inglés: http://www.facimoutreach.org/qa/questions/questions19.htm#Q87

Índice de las P&R traducidas: http://hablemosdeucdm.blogspot.com/2015/11/indice-de-traducciones-de-p-de.html

viernes, 25 de diciembre de 2015

Facimoutreach P-135

¿Cuál es el punto de vista del Curso sobre el suicidio?

P-135: Las siguientes cuatro preguntas abordan todas ellas el tema del suicidio, así que serán contestadas conjuntamente: 

1) ¿Podría comentar el punto de vista del Curso sobre el suicidio? 

2) ¿Cuál es la manera "correcta" de hacer frente al suicidio, desde el punto de vista de Un Curso de Milagros?

3) Mi abuelo se suicidó. La muerte, nuestra separación de Dios, es enteramente una ilusión. Así que, ¿es el suicidio algo incorrecto? ¿O es el estado mental —sentirse separado de Dios— al cometer suicidio lo que está mal? ¿Qué ocurre si uno se suicida? ¿Se vuelven las personas uno con Dios cuando ellas no están en la ilusión del mundo? 

4) Mi esposa se suicidó recientemente. Ella y yo éramos estudiantes de Un Curso de Milagros. A veces me pregunto que, si todo esto es una ilusión, ¿cuál es el propósito de conservar nuestra vida? ¿Por qué deberíamos luchar en esta vida, que de todos modos no es parte del mundo real? ¿Cuál es el propósito de todo esto?

Respuesta: Desde la perspectiva del Curso, toda muerte es en realidad suicidio. Pues, como explica Jesús: «Nadie puede morir a menos que elija la muerte» (T.19.IV.C.1.4), y de nuevo más adelante: «Y nadie muere sin su propio consentimiento. Jamás ocurre nada que no sea una representación de tus deseos, ni se te niega nada de lo que eliges» (L.152.1.4-5).

Pero el Curso también deja claro que la muerte es un pensamiento —en la mente— que no tiene nada que ver con el cuerpo (por ejemplo, L.163.1.1; L.167.2.1-3). Pues el ego en sí tiene como origen un demente pero ilusorio pensamiento de muerte: la creencia de que podemos atacar a Dios para arrancar de Él un yo separado individual. Tal pensamiento representa no solo un asesinato —la muerte de Dios— sino también un suicidio —la muerte de nuestro verdadero Ser como Cristo. Así que lo que proviene de esto —lo que sigue en el mundo de los cuerpos y de las conductas— no puede ser ni más real ni más cuerdo que su irreal y demente origen.

Debido a que el Curso nos pide que nos centremos en el contenido y en el propósito en vez de en la forma y en la apariencia, toda muerte en el mundo —que viene de un pensamiento del ego— será vista exactamente a la misma luz (de la misma manera). El propósito que tiene el ego con toda muerte es demostrar que la separación es real y que, al final, Dios triunfa sobre nosotros al quitarnos la vida que Le habíamos robado. Podemos o bien resistir hasta que finalmente sucumbamos ante fuerzas externas más poderosas, o bien resignarnos a nuestra suerte y entregarnos a la muerte por nuestra propia mano (suicidio). No importa la forma en que la muerte pueda llegar (por factores externos o por nuestra propia mano), pues el contenido es siempre el mismo —nuestra endeble, diminuta y dolorosa vida es nuestra solo por un tiempo limitado antes de que inevitablemente tengamos que perderla.

Por otro lado, al mirar con Jesús o el Espíritu Santo, veríamos que todas las formas de muerte, incluyendo el suicidio, no son diferentes en cuanto al contenido, sino solo en cuanto a la forma, como sucede con cualquier otra decisión que tomemos aquí en el mundo que esté basada en percibirnos como separados y solos, doloridos, vulnerables y victimizados. Y sin embargo sabríamos que esa percepción es falsa, basada como está en una premisa falsa sobre nosotros mismos: que somos este cuerpo, atrapados en un mundo duro y cruel el cual no hemos contruido nosotros, luchando desesperadamente contra adversidades insuperables para tratar de encontrar un poco de paz y de felicidad en una situación desesperada (sin esperanza) sobre la cual no tenemos control.

Desde el punto de vista mayoritario del mundo, el suicidio tiene asociado con él un estigma y un juicio moral negativo, pero eso es simplemente parte de la defensa del ego, que insiste en que tanto la vida de un yo separado como la muerte de ese yo son reales. Desde el punto de vista del Curso, el pensamiento que hay detrás del suicidio, si viene del ego [Jesús también deja claro que la muerte puede ser elegida desde la guía del Espíritu Santo (M.12.5; O.3.II)], es una equivocación, un error, pero eso es todo. No es un pecado, ni conlleva consecuencias negativas que sean diferentes en modo alguno a las de cualquier otra decisión que tomemos con el ego como nuestro maestro —todas ellas refuerzan la culpa que inconscientemente queremos mantener viva en nuestra mente para demostrar que la separación es real. Así que el suicidio no es un error mayor que el error que cometimos al elegir nacer en el mundo. En ambos casos estamos tratando de lidiar con el problema de la culpa que hay en nuestra mente, centrándonos en el mundo aparentemente externo y en nuestro cuerpo, lo que garantiza que no encontraremos la solución. Estamos tratando de resolver el problema de la separación en el mundo, como si el mundo fuera el problema, en vez de resolverlo en la mente, que es donde está enterrado el verdadero problema (la loca idea de la separación).

Así que, tanto si cometemos suicidio como si morimos de cualquier otra manera, al creer que la muerte es real seguiremos atrapados en la auto-impuesta egoica creencia de la separación. La muerte no nos libera del sistema de pensamiento del ego, ni del mundo que es su defensa. Es solo al mirar el sistema de pensamiento del ego con la presencia sin-juicios de Jesús o del Espíritu Santo a nuestro lado y decidiendo de una vez por todas que la idea de la separación no tiene valor para nosotros, cuando podemos regresar a la experiencia de nuestra unidad con Dios. Pues el mundo no nos está privando de nada —únicamente nuestra decisión de estar separados es lo que nos mantiene en la privación.

A pesar de que este mundo es una ilusión, al igual que son una ilusión nuestras vidas individuales aquí —vidas que están encorchetadas entre el nacimiento y la muerte—, no creemos eso. Si lo creyéramos, y verdaderamente supiéramos que el propósito del mundo fue atacar a Dios y por lo tanto a nuestro Ser, entonces por supuesto que nunca pensaríamos de nosotros mismos como estando en cuerpos. Pero el hecho de que todos vivimos de esa manera —respirando, comiendo, bebiendo, reproduciéndonos, etc.— demuestra que aunque podemos creer intelectualmente lo que Un Curso de Milagros nos dice, eso no es nuestra experiencia en absoluto.

Por lo tanto, el propósito que tiene el Espíritu Santo para nuestra presencia aquí, una vez que hemos nacido, es que aprendamos Sus lecciones del perdón, incluyendo la última lección de que la muerte es irreal. Así el mundo se convierte en un aula en la cual aprendemos alegremente lo que Él nos está enseñando. Querer dejar el mundo simplemente refuerza su realidad para nosotros. Al fin y al cabo, ¿quién querría dejar un lugar a menos que primero creyera que ese lugar es real y desagradable? Por eso Jesús nos dice en el Texto: «Existe el riesgo de pensar que la muerte te puede brindar paz» (T.27.VII.10.2). La verdadera paz no proviene de dejar el mundo físico, sino que llega únicamente a través de la práctica del perdón, el cual deshace la culpa de la mente, que es la única causa del dolor y el sufrimiento, como también de la creencia en la realidad de la muerte. Así que, conforme vayamos estando dispuestos, al ritmo que elijamos, daremos los pequeños pasos del perdón que nos traerán de vuelta al glorioso Ser eterno que nunca podríamos destruir, el Ser que ha continuado siendo nuestra Identidad a pesar de nuestras tontas digresiones o divagaciones en las ilusiones de muerte.

Link original en inglés: http://www.facimoutreach.org/qa/questions/questions28.htm#Q135

Índice de las P&R traducidas: http://hablemosdeucdm.blogspot.com/2015/11/indice-de-traducciones-de-p-de.html

jueves, 24 de diciembre de 2015

Facimoutreach P-91

¿Cuál es la relevancia de personas como John Edward?

P-91-a: He estado viendo un programa de televisión llamado "Crossing Over" ((Podríamos traducirlo como "Cruzando al más allá", o "Travesía hacia el más allá"; es un programa que trata el tema de la vida después de la muerte)), de John Edward. Este hombre parece sincero, cariñoso y capaz de comunicarse con los "muertos". ¿Cómo se concilia esto con el Curso?, o en otras palabras, ¿cómo ve el Curso esto? ¿Es solo otra ilusión?

P-91-b: Jesús habla de que toda Vida es parte de Dios, y yo puedo hacerme una idea de eso con los humanos, pero ¿qué pasa con los perros y los gatos, por ejemplo? Ellos parecen tener alma, y si escuchas a gente como John Edward, él dice que las personas con las que él contacta tienen mascotas viejas con ellos. Los perros y los gatos parecen ser parte del Hijo de Dios. ¿Qué pasa con los animales "inferiores" como por ejemplo una rata? Sé que esto probablemente es una tontería, pero tengo curiosidad por saber lo que piensas.

Respuesta: Estas preguntas tocan ambos niveles (del sueño), el metafísico y el mundano. Desde un punto de vista metafísico, en la sección "Las leyes del caos" Jesús deja perfectamente claro el punto de vista del Curso sobre la comunicación con los muertos: «Fuera del Cielo no hay vida. La vida se encuentra allí donde Dios la creó. En cualquier otro estado que no sea el Cielo la vida no es más que una ilusión. (...) Fuera del Cielo la vida es imposible, y lo que no se encuentre en el Cielo no se encuentra en ninguna parte» (T.23.II.19.1-3, 6). Así que no hay más que una ilusión de vida en este mundo.

Pero quienes experimentamos la "vida" en este mundo lidiamos diariamente con la "jerarquía de ilusiones" (T.23.II.2.3): vida, muerte, animado, inanimado, humano, animal, etc. Hay personas que se comunican con los "muertos", con los "vivos" (desde grandes distancias), prevén el futuro, ven el pasado remoto, etc. Estas experiencias, así como innumerables otras, son posibles en este nivel mundano, o nivel del sueño, ya que reflejan el funcionamiento de la mente. Y puesto que sabemos que la mente es una, entonces no debería ser sorprendente que las personas puedan "conectarse" las unas con las otras. El hecho de que tengamos la creencia de que somos independientes y de que estamos separados de los demás no significa que sea cierto. Y al haber "olvidado" nuestro origen, la comunicación en formas como la de John Edward nos parece increíble. Sin embargo, este tipo de comunicación refleja la propiedad de la mente de ser una, y es nuestra forma natural de comunicación. Así que como puedes ver, no hay diferencia en la comunicación entre cuerpos "vivos", cuerpos "muertos", o cuerpos "vivos y muertos". No hay cuerpos; solo mente.

Y las preguntas sobre "superior" e "inferior" no son tontas, ya que todos queremos saber cómo encaja la jerarquía de nuestro mundo con la jerarquía del mundo de Dios. Y esa palabra, "jerarquía", debería darnos una pista sobre la respuesta. El Curso enseña que todas las formas de vida aquí son lo mismo; es decir, todas son nuestras proyecciones del pensamiento egoico de la separación de Dios, y enseña también que el mundo de Dios no tiene jerarquía, ni niveles, ni diferencias. Dios, y Su Único Hijo, Cristo, están totalmente unificados, lo cual es un concepto que nosotros no podemos entender con un cerebro que ha sido fabricado únicamente para entender la dualidad. Pero podemos al menos entender intelectualmente que el pensamiento de separación en la mente es uno de contenido, no la forma. Así que la forma que toma este pensamiento de separación —animada o inanimada, protozoo o mamífero— es irrelevante.

Y, por último, al recordar que este mundo es un "sueño", sabes indudablemente por experiencia propia que en un sueño puede ocurrir cualquier cosa. «¿No es acaso cierto que de los sueños surge un mundo que parece ser muy real? Mas examina lo que es ese mundo. Obviamente no es el mundo que viste antes de irte a dormir. (...) Los sueños (...) son el mejor ejemplo de cómo se puede utilizar la percepción para substituir la verdad por ilusiones. Al despertar no los tomas en serio, pues el hecho de que la realidad se viola tan radicalmente en ellos resulta evidente. Sin embargo, son una manera de ver el mundo y de cambiarlo para que se adapte mejor al ego» (T.18.II.1.1-3; 2.1-4).

Link original en inglés: http://www.facimoutreach.org/qa/questions/questions20.htm#Q91

Índice de las P&R traducidas: http://hablemosdeucdm.blogspot.com/2015/11/indice-de-traducciones-de-p-de.html

miércoles, 23 de diciembre de 2015

Facimoutreach P-838

¿Es el Curso compatible con —o similar a— la MT?

P-838: Me gustaría saber si piensas que Un Curso de Milagros y la Meditación Trascendental son disciplinas espirituales compatibles. Estoy estudiando el Curso, pero disfruto del equilibrio/centralidad que me proporciona mi tiempo de meditación. Mi pregunta es sobre la MT en particular, y no sobre la meditación en general.

Respuesta: Si encuentras útil la Meditación Trascendental como una técnica que te ayuda a relajarte y a estar más tranquilo y centrado, entonces claro que sí, sigue usándola en tu vida. Pero si quieres usarla como disciplina espiritual, integrándola con la práctica del Curso, es posible que estés introduciendo algo de confusión y un potencial conflicto en tu vida. Ahora bien, hay un cierto desacuerdo en cuanto a si la Meditación Trascendental es simplemente una técnica de meditación o si es una verdadera disciplina espiritual. Sus defensores generalmente presentan la MT en un marco no-espiritual, con el fin de hacerla accesible a personas de todas las edades, culturas y religiones. Pero ha sido desarrollada por el fundador del movimiento, Maharishi Mahesh Yogi, desde los principios de la antigua tradición hindú védica de la India.

El propósito expreso de la práctica de la MT es alcanzar un estado de conciencia llamado conciencia trascendental, el cual a través de una repetida práctica lleva a uno a lo que Maharishi llama iluminación. Sin embargo, la iluminación tal como es definida en los círculos de MT no sería considerada un estado espiritual desde la perspectiva del Curso. Por ejemplo, en una entrevista de 1998, se cita a Maharishi diciendo: «"Iluminación" significa falta de oscuridad, ausencia de oscuridad. Y "ausencia de oscuridad" significa que no hay error, ni debilidad, ni deficiencias —éxito en todas partes, la realización del deseo en todas partes— eso es la iluminación. Uno vive en plena armonía con la Ley Natural» (cursivas añadidas).

Aunque el Curso provee una especie de entrenamiento mental que conduce a niveles superiores de conciencia (por ejemplo, C.1.7.4-6), su propósito es llevarnos en última instancia más allá de cualquier conciencia que se base en la percepción, y más allá de cualquier preocupación por la calidad de nuestras vidas aquí en el mundo. En otras palabras: desde la perspectiva del Curso, la iluminación implica un proceso de despertar gradualmente del sueño, y no simplemente hacer que el sueño sea mejor. Así que los dos caminos, en la medida en que haya una dirección espiritual intencionada implícita en la MT, tienen propósitos muy diferentes. Desde la perspectiva del Curso, la MT sería como cualquier técnica o práctica que provee algo de alivio de las tensiones y ansiedades de la aparente vida en el cuerpo. El Curso enseña que solo la práctica del perdón conduce al deshacimiento de la culpa por la separación que yace profundamente enterrada en la mente, y que esa culpa es la verdadera causa de toda tensión y ansiedad (por ejemplo, L.41.1.2-3; L.194.2.1).

Link original en inglés: http://www.facimoutreach.org/qa/questions/questions163.htm#Q838

Índice de las P&R traducidas: http://hablemosdeucdm.blogspot.com/2015/11/indice-de-traducciones-de-p-de.html

martes, 22 de diciembre de 2015

Facimoutreach P-1163

¿Cuáles son los riesgos de estudiar el Curso en un orden inapropiado?

P-1163: En el primer capítulo de Un Curso de Milagros, Jesús habla de una experiencia traumática que podría suceder al empezar con las partes posteriores del Curso sin la preparación que un estudio cuidadoso de las primeras secciones proveería, porque entonces sería probable confundir la reverencia con el miedo (T.1.VII.4,5). ¿Cómo exactamente puede el estudio del Curso conducir a una experiencia traumática? ¿Y cuáles exactamente son las secciones iniciales y cuáles las posteriores, a las que Jesús se refiere en el Texto?

Respuesta: Jesús no identifica específicamente cuáles secciones del Texto son las tempranas ni cuáles son las tardías. Pero él está hablando básicamente de no saltar desde la parte de abajo de la escalera espiritual hasta la misma cima sin dar los pasos intermedios. Muchas personas quieren la iluminación instantánea y no quieren hacer el trabajo —a menudo desagradable e incómodo— de mirar sus egos y la manera en que sus vidas han estado dirigidas por su decisión de adoptar al ego como sus maestros en lugar del Espíritu Santo. Eso no es una vista linda en nuestras mentes, pero nunca seremos capaces de ir más allá del ego y de todo su odio y egoísmo sin mirar a eso y admitir humildemente que estábamos equivocados al desear la identidad especial que el ego nos ofreció en lugar de nuestra verdadera Identidad como Cristo. Tenemos que aprender cómo hacer eso, confiando cada vez más en la palabra de Jesús de que no vamos a ser castigados —o incluso aniquilados, como el ego nos advierte— por haber fabricado un sustituto para el Amor de Dios. Tenemos que practicar todos los días cómo cambiar el propósito de nuestra vida y de nuestras relaciones desde el propósito del ego al del Espíritu Santo; pero no podemos hacer eso sin ver —a veces de manera muy chocante o incluso espantosa— hasta qué punto ha llegado nuestra inversión en el ego y cómo manifestamos la locura de separación del ego 24 horas al día normalmente.

El punto es que hemos escondido todo eso porque estamos convencidos de que sucederían cosas innombrablemente horribles si llegáramos a recordar que tenemos una mente y entonces volviéramos a ella y observáramos lo que elegimos (("elegimos" usado en tiempo pasado; con significado parecido a "lo que habíamos elegido")). Es tanto el miedo enterrado ahí que si tuviéramos que acercarnos directamente a Dios caeríamos sin duda alguna en un pánico incapacitante. Tenemos que acercarnos a Dios indirectamente, por medio del perdón y de establecer una relación con Jesús o con el Espíritu Santo primero, debido a todas las nociones distorsionadas que hemos implantado en nuestras mentes acerca de Quién es Dios y lo que podemos esperar de Él cuando nos encontremos con Él cara a cara. Jesús trata este enfoque o acercamiento indirecto en el capítulo 14 del Texto, en la sección titulada "Las condiciones del aprendizaje" (T.14.I). Anteriormente, en el capítulo 12, él nos dice:

«No puedes dejar a un lado los obstáculos que se interponen a la verdadera visión a menos que primero los observes, ya que dejarlos a un lado significa que has juzgado contra ellos. Si los examinas, el Espíritu Santo los juzgará, y los juzgará correctamente. Sin embargo, Él no puede eliminar con Su luz lo que tú mantienes oculto, pues tú no se lo has ofrecido y Él no puede quitártelo.

Nos estamos embarcando, por lo tanto, en un programa muy bien organizado, debidamente estructurado y cuidadosamente planeado, que tiene por objeto aprender a entregarle al Espíritu Santo todo aquello que no deseas. Él sabe qué hacer con ello. Tú, sin embargo, no sabes cómo valerte de Su conocimiento. Cualquier cosa que se le entregue que no sea de Dios, desaparece. No obstante, tú tienes que estar completamente dispuesto a examinar eso que le entregas, ya que de otro modo Su conocimiento no te servirá de nada. Él jamás dejará de prestarte ayuda, pues prestar ayuda es Su único propósito. ¿No es cierto acaso que tienes más razones para temer al mundo tal como lo percibes, que para mirar a la causa del miedo y abandonarla para siempre?» (T.12.II.9.6-8; 10).

Ese es el proceso en el que Jesús quiere que nos centremos y que no nos lo saltemos pensando que ya estamos muy avanzados espiritualmente para tener que participar en este tipo de trabajo, y que no necesitamos ninguna ayuda.

((Nota: Puede leerse una respuesta complementaria sobre este tema aquí: P-1348: ¿Es cierto que las partes posteriores del Curso pueden ser traumáticas si no estamos preparados?))

Link original en inglés: http://www.facimoutreach.org/qa/questions/questions245.htm#Q1163

Índice de las P&R traducidas: http://hablemosdeucdm.blogspot.com/2015/11/indice-de-traducciones-de-p-de.html

lunes, 21 de diciembre de 2015

Facimoutreach P-958

¿Cómo exactamente nos ahorran tiempo los milagros?

P-958: ¿De qué manera estudiar y aplicar Un Curso de Milagros nos ahorra tiempo? ¿Nos hará vivir menos vidas? ¿Implica esta idea que Jesús tiene la creencia o el reconocimiento del fenómeno de la reencarnación? ¿No dice también el Curso que podríamos estar con Jesús ahora, si simplemente viéramos (como en una visión)? ¿Significa esto que no hay atajo hacia la iluminación? ¿No hay acceso directo a Dios? 

Además, ¿cuál es la definición definitiva de "milagro" en el Curso? Sé que hay 50 principios del milagro, y el término milagro se utiliza con frecuencia en el Texto. Pero me parece que estos 50 principios son únicamente indicios o insinuaciones indirectas que apuntan hacia el verdadero significado del milagro. El Curso no parece estar refiriéndose a lo que usualmente llamamos milagro.

Respuesta: Jesús nos dice en el Curso que «El milagro substituye a un aprendizaje que podría haber durado miles de años» (T.1.II.6.7). Así que vamos a empezar por examinar lo que él quiere decir con "milagro". Él se refiere a un cambio de maestros internos en nuestra mente. Es la decisión de escuchar la guía del Espíritu Santo o de Jesús (la cual siempre nos conduce a extender el amor) en lugar de los gritos estridentes del ego (los cuales siempre nos fuerzan a proteger la culpa). Date cuenta de que el milagro no es la extensión del amor —la extensión es un reflejo del milagro que se produjo previamente en la mente, y puede adoptar muchas formas diferentes. El milagro, tal como Jesús lo define en el Curso, no tiene nada que ver con los cuerpos, con los fenómenos físicos, ni con nada del mundo. Es solamente un cambio en el pensamiento. Sin embargo, es un cambio tan profundo que nos transforma automáticamente desde una mentalidad o actitud de tratar de satisfacer a toda costa las necesidades que percibimos, hasta una mentalidad de saber que nuestra única necesidad real es recordar el Amor de Dios —una necesidad que compartimos con todos los demás que creen estar aquí. Como resultado de ello, en el momento en que realmente experimentamos el milagro no hay manera de que pudiéramos decir, hacer o pensar nada que no esté motivado por el amor. El objetivo del Curso es ayudarnos a establecer las condiciones en nuestra mente para experimentar el milagro cada vez más.

Una de las maneras en que Jesús nos motiva a escuchar su mensaje es mediante la promesa de ahorrarnos tiempo. Y es cierto que hacer lo que él nos pide parecerá ahorrarnos tiempo. Al usar este mundo como un aula para aprender el perdón, poco a poco disminuirá nuestra compulsión a repetir los patrones dolorosos y destructivos de nuestra vida. Así que, por ejemplo, en lugar de pasar toda una vida atrayendo inconscientemente hacia nosotros experiencias en las cuales nos sentimos como víctimas, Jesús o el Espíritu Santo nos van a ayudar a eliminar (a través del perdón) la culpa ontológica de nuestra mente, que nos obligaba a usar la victimización como defensa contra el Amor de Dios. De esta manera podemos usar realmente nuestro tiempo aquí para aproximarnos a despertar a nuestro verdadero hogar en el Cielo, en vez de seguir imaginando nuestro hogar como una condena de prisión indefinida.

Sin embargo, esto no significa que Jesús crea que el tiempo es real. Él nos dice que «el tiempo tan solo duró un instante en tu mente, y no afectó a la eternidad en absoluto» (T.26.V.3.3), y que «la verdad transciende al tiempo» (T.15.II.1.9). Por lo tanto, está claro que en el Curso él habla del tiempo únicamente porque sabe que nosotros creemos en eso. El tiempo es uno de los símbolos de nuestro sueño que Jesús tiene que utilizar para motivarnos y ayudarnos a comprender de qué está hablándonos.

De acuerdo con su conocimiento de la irrealidad del tiempo, Jesús nos dice: «En última instancia, la reencarnación es imposible. El pasado no existe ni el futuro tampoco, y la idea de nacer en un cuerpo ya sea una o muchas veces no tiene sentido. La reencarnación, por lo tanto, no puede ser verdad desde ningún punto de vista» (M.24.1.1-3). Pero también dice que «tanto los que creen en la reencarnación como los que no, pueden encontrar el camino que conduce a la salvación» (M.24.2.5), y que «siempre hay algo bueno en cualquier pensamiento que refuerce la idea de que la vida y el cuerpo no son lo mismo» (M.24.2.8). Hay pasajes del Curso en los cuales Jesús parece insinuar que la reencarnación es un fenómeno real. Pero eso haría la reencarnación real únicamente en el sentido de que sucede dentro del sueño. El mensaje principal de Jesús es que nada de lo que sucede dentro del sueño es real. Así que, en última instancia, Jesús y su Curso no se interesan por la reencarnación ni por nada que involucre a los cuerpos. Al igual que con el concepto del tiempo, si la reencarnación es un concepto significativo para nosotros, Jesús está feliz de trabajar con él. Pero lo hace solamente como parte de su estrategia para ayudarnos a ir más allá de todos los conceptos que oscurecen nuestra realidad como el inmutable Hijo de Dios.

Por último, en cuanto a tu pregunta de estar con Jesús ahora, el acceso directo a Dios y lo de un atajo hacia la iluminación: El Curso dice: «Es posible que en algunas ocasiones un maestro de Dios tenga una breve experiencia de unión directa con Dios. Sin embargo, es casi imposible que en este mundo una experiencia así pueda perdurar. Tal vez se pueda alcanzar tras mucha devoción y dedicación, y luego mantenerse durante gran parte de la estancia en la tierra. Mas eso es tan raro, que no se puede considerar una meta realista. Si sucede, bien. Si no sucede, bien también. Todos los estados mundanos son en cualquier caso ilusorios. Si se alcanzase a Dios directamente en una conciencia continua, el cuerpo no se podría conservar por mucho tiempo» (M.26.3.1-8). Debemos leer este pasaje con la conciencia de que (a pesar del uso frecuente de un lenguaje antropomórfico para describir a Dios) el Dios al que se refiere el Curso no es un ser sino un estado. Este estado es «la Unidad que une a todas las cosas dentro de Sí Misma» (T.25.I.7.2). Si entendiéramos plenamente lo que esto significa y lográramos la conciencia sostenida de ello, no estaríamos mucho más tiempo aquí porque habríamos despertado al hecho de que no estamos aquí. Al saber que estamos a salvo en el hogar que es el Cielo, la mayoría de nosotros no tendría ya un propósito por el que continuar con este sueño. Pero eso es el final del viaje al que el Curso nos lleva. Como tal, no es algo que deba realmente preocuparnos.

Mucho más útil para nosotros en este momento es centrarnos en el énfasis del Curso de que Jesús, como nuestro maestro, está en nuestra mente, y que si elegimos escucharle ahora, experimentaremos el Amor de Dios, el cual está también en nuestra mente ahora. Por consiguiente, ya tenemos acceso directo a todo lo que necesitamos para la iluminación —el plan de estudios del Curso para abrazar ((incluir, aceptar, abarcar, acoger... unir)) es el atajo.

Para un discurso relacionado sobre el milagro ver las preguntas P-288 y P-559. Para leer más sobre la reencarnación, ver la pregunta P-24. Y sobre el asunto del acceso directo a Dios, ver la pregunta P-101.

Link original en inglés: http://www.facimoutreach.org/qa/questions/questions193.htm#Q958

Índice de las P&R traducidas: http://hablemosdeucdm.blogspot.com/2015/11/indice-de-traducciones-de-p-de.html

domingo, 20 de diciembre de 2015

Facimoutreach P-751

Tener una alta autoestima, ¿está relacionado con la iluminación espiritual?

P-751: ¿Tiene algo que ver la autoestima con la iluminación espiritual? En otras palabras, ¿tener una alta autoestima refleja un mayor avance espiritual que tener una baja autoestima? Y, ¿es necesario tener un "ego sano" antes de poder avanzar espiritualmente?

Respuesta: Lo miremos por donde lo miremos, el ego es sano en sus propios términos. Él utiliza la alta y la baja autoestima para su propósito de hacer reales el cuerpo y el mundo, manteniéndonos de este modo enraizados en el sueño de la separación. El camino del perdón que Un Curso de Milagros enseña no requiere que nuestra autoestima sea alta o baja. Cuando el Curso nos dice que no somos cuerpos (ver L.91.5), se refiere tanto al cuerpo psicológico y emocional como al cuerpo físico. Tal como se nos dice pronto en el Texto ((En UCDM se tradujo "self-esteem" como "amor propio", lo cual es sinónimo o equivalente de "autoestima", que es la palabra que empleo para traducir este comentario de Ken)): «La "autoestima", desde el punto de vista del ego, no significa otra cosa que el ego se ha engañado a sí mismo creyendo que es real (...)» (T.4.II.6.8). Se nos pide que veamos cualquier percepción inflada ((autoestima alta)) o desinflada ((autoestima baja)) que tengamos de nosotros mismos como el reflejo de nuestra decisión de identificarnos con el cuerpo y hacerlo real. En este sentido, alta y baja autoestima son lo mismo: no hay una jerarquía de ilusiones (T.20.VIII.8). Todo son oportunidades de perdonarnos a nosotros mismos por quienes pensamos que somos cuando negamos lo que verdaderamente somos. Jesús nos dice que al elegir como nuestra identidad a nuestro cuerpo hemos decidido estimarnos a nosotros mismos de la forma más baja posible: «Crees ser la morada del mal, de las tinieblas y del pecado. Piensas que si alguien pudiese ver la verdad acerca de ti sentiría tal repulsión que se alejaría de ti como si de una serpiente venenosa se tratase. Piensas que si la verdad acerca de ti te fuese revelada, te sobrecogería un horror tan grande que te apresurarías de inmediato a quitarte la vida, pues sería imposible seguir viviendo después de haber contemplado semejante atrocidad» (L.93.1). La meta del Curso es enseñarnos que hemos estado equivocados y que no somos las viles criaturas que pensamos que somos.

El hecho de que Jesús nos ha repetido la frase "Soy tal como Dios me creó" con más frecuencia que ninguna otra frase del Curso indica la gran necesidad que tenemos de escucharla. Él sabe que no creemos eso. Estamos mucho más dedicados a nuestra identidad como criaturas del ego, lo cual es por lo que necesitamos un Maestro que nos conduzca a nuestra más alta Autoestima (= a la alta estima del verdadero Ser) al enseñarnos a intercambiar nuestros seres miserables por nuestra verdadera identidad. Eso no quiere decir que no deberíamos "dar al César lo que es del César" mediante la adopción de medidas para mejorar una baja auto-imagen (=autoestima). Esto no es un Curso sobre el comportamiento. De hecho, saber aceptar o entenderse con profundos sentimientos de inutilidad puede ser precisamente el pasaporte para buscar "otra manera", tal como enseña el Curso. De modo que la baja autoestima puede abrir la puerta a la curación que ofrece Jesús en el Curso, mientras que la alta autoestima puede engañar a las personas haciéndoles creer que todo está bien o por el contrario puede llevarles a buscar más allá del ego cuando su satisfacción demuestra ser superficial (poco profunda). Alta o baja (la autoestima, el ánimo), haya la sensación de estar bien adaptado o mal adaptado, todo puede servir para el propósito del Espíritu Santo; no podemos juzgarlo por la forma. Como el Manual nos dice: «El programa de estudios es sumamente individualizado, y todos sus aspectos están bajo el cuidado y la dirección especial del Espíritu Santo» (M.29.2.6). Por otro lado, una alta autoestima podría no ser nada más que la grandiosidad de la que nos habla el Texto: «(...) es siempre encubrir la desesperación. (...) Es un intento de contrarrestar tu sensación de pequeñez, basado en la creencia de que la pequeñez es real» (T.9.VIII.2.1,3). Lo importante es traer todos los conceptos del "yo" a la luz del perdón. Cada uno de estos conceptos tiene que ser puesto en duda, para que con el tiempo lleguemos a aprender que no somos quienes somos: «(...) la razón de que el Curso exista es que no sabes lo que eres» (T.9.I.2.5). A medida que miramos las muchas ideas que tenemos acerca de nosotros mismos (ya sean ideas nobles, grandes, elevadas, superiores y admirables, o sean ideas humildes, pequeñas, bajas, inferiores y despreciables), es útil tener en mente las siguientes palabras y pedir al Espíritu Santo que reemplace nuestro falso concepto del yo con la verdad que Él trae: «No sé lo que soy, por lo tanto, no sé lo que estoy haciendo, dónde me encuentro, ni cómo considerar al mundo o a mí mismo» (T.31.V.17.7).

Link original en inglés: http://www.facimoutreach.org/qa/questions/questions141.htm#Q751

Índice de las P&R traducidas: http://hablemosdeucdm.blogspot.com/2015/11/indice-de-traducciones-de-p-de.html

sábado, 19 de diciembre de 2015

Facimoutreach P-1269

¿Cómo han reaccionado otros a una experiencia de unidad?

P-1269: He sido estudiante/maestro de Un Curso de Milagros desde 1977. Hace unos años, fui "agraciado" con una experiencia de conciencia de mi Unidad y mi Totalidad con todo lo que es. La experiencia está, por supuesto, más allá de la descripción verbal. Mi vida se transformó para siempre. El conocimiento era transcendente. ¿Podrías decirme en qué manera otros —que han "estado ahí" y están "en el mundo pero sin ser de él"— están respondiendo a una conciencia como esa?

Respuesta: Hemos contestado a otras preguntas en la misma línea, y te remitimos a ellas tanto por la discusión del tema en sí como por los pasajes del Curso citados como ayuda: P-39 y P-101. En general, lo que caracterizaría la experiencia de una mente sanada es la vida sin esfuerzo, porque ya no habría ninguna interferencia ni oposición a la presencia del amor. El amor simplemente fluiría a través de ella, contestando todas las peticiones de ayuda en formas que puedan ser aceptadas sin miedo. No hay signos visibles que permitan distinguir a una persona sin ego de otra que está aún en el proceso, aparte de que la persona sin ego quizás sonríe con más frecuencia (L.155.1). Saber y experimentar verdaderamente que todos somos uno y que todo lo que parezca separarnos es totalmente falso simplifica la vida inmensamente, ya que alivia toda la intensidad y los conflictos normalmente asociados a la vida como un ser físico/psicológico, individual, vulnerable y competitivo.

Link original en inglés: http://www.facimoutreach.org/qa/questions/questions273.htm#Q1269

Índice de las P&R traducidas: http://hablemosdeucdm.blogspot.com/2015/11/indice-de-traducciones-de-p-de.html

viernes, 18 de diciembre de 2015

Facimoutreach P-890

¿Cómo podemos saber qué maestros han obtenido realmente la iluminación?

P-890: Además de los valiosos cambios en la percepción que proporciona la práctica de Un Curso de Milagros, ¿hay estudiantes del Curso que hayan tenido algún grado de la experiencia de la iluminación? ¿Están los maestros del Curso hablando principalmente desde la perspectiva de la creencia y de la comprensión conceptual (como algo opuesto o diferente a la experiencia directa de la no-dualidad)? Dado el énfasis del Zen en disponer de un maestro humano (uno que haya experimentado algún grado de iluminación) para asegurarse de que el estudiante no confunda el progreso con los logros del ego, ¿cómo se evita este peligro en el caso del Curso?

Respuesta: No sabemos si hay o no estudiantes del Curso o maestros que hayan tenido experiencias directas de la no-dualidad. En realidad, no habría necesidad de anunciar que uno ha tenido tal experiencia, y tener esa experiencia no es el objetivo inmediato de las lecciones de Un Curso de Milagros (ver T.8.I.1,2; T.24.introd.1; M.26.2,3). Hay un único requisito o atributo que Jesús menciona para convertirse en un maestro de Dios. En su definición un tanto sorprendente él afirma: «Un maestro de Dios es todo aquel que decide serlo. Sus atributos consisten únicamente en esto: de alguna manera y en algún lugar ha elegido deliberadamente no ver sus propios intereses como algo aparte de los intereses de los demás» (M.1.1.1-2). Ese es el único requisito o atributo, que en realidad es uno de los temas principales que aparecen a lo largo de todo el Curso. Aprender a percibirse el uno al otro y a relacionarse el uno con el otro en el contexto de un objetivo común que todos compartimos como el Hijo único de Dios —ahora fragmentado, pero deseoso de volver a casa a nuestra unidad con Dios— es el medio de acercarse al no-dualismo de la realidad. La percepción de que todos compartimos la misma mente —la mente errada, la mente correcta, y el poder de elegir entre ambas o "tomador-de-decisiones"— refleja el no-dualismo último (esencial) y ontológico de la realidad.

Nos sentimos de ambas maneras: atraídos por la verdad, y también aterrorizados de ella; atraídos por la unión y también aterrados de quedarnos sin nuestra identidad individual. Al creer que somos seres humanos separados e individuales, tenemos que estar aterrados de la Unidad pura; y si no estuviésemos aterrados, no necesitaríamos el Curso ni ningún otro camino espiritual. Por lo tanto, la abstracta Unidad tiene que representarse y enseñarse mediante una forma que podamos entender y aceptar. Necesitamos maestros que puedan comunicarse con nosotros en nuestro nivel, que puedan reconocer nuestro tremendo miedo y resistencia a desprendernos de nuestro ser individual. Estos maestros tienen que usar el lenguaje y los símbolos del mundo de la separación y de la individualidad para guiarnos suave y gradualmente más allá de él (ver T.25.I.5,6,7; L.184.9,10,11). Jesús y el Curso son una forma mediante la cual se satisface esa necesidad.

La enseñanza, en Un Curso de Milagros, es considerada bajo una luz completamente diferente a lo que en el mundo se considera como enseñanza. En el Manual para el maestro, Jesús nos dice que su Curso «subraya que enseñar es aprender, así que maestro y alumno son iguales»; y continúa con esta importante descripción de la enseñanza: «Enseñar es demostrar. Existen solamente dos sistemas de pensamiento, y tú demuestras constantemente tu creencia de que uno u otro es cierto. De tu demostración otros aprenden, al igual que tú» (M.introd.1.5; 2.1-3). El Curso no dice prácticamente nada sobre la forma —la situación estilo-aula—, pero dice mucho sobre el contenido de lo que se enseña, y cómo se enseña: «El contenido del Curso nunca cambia. Su tema central es siempre: "El Hijo de Dios es inocente, y en su inocencia radica su salvación". Esto se puede enseñar con acciones o con pensamientos; con palabras o sin ellas; en cualquier lenguaje o sin lenguaje; en todo lugar o momento, o en cualquier forma» (M.1.3.4-6). Por lo tanto, un estudiante no necesita estar en un aula convencional (bajo una enseñanza formal) para aprender este Curso. Jesús únicamente subraya la necesidad de desarrollar una relación con el Maestro que hay en nuestra mente, Quien nos refleja la verdad abstracta del Cielo.

En vista de todo esto, si estás en una clase de Un Curso de Milagros, lo que vas a aprender es que una de dos: o la separación es la realidad o la unidad es la realidad; que o bien los intereses separados son valiosos, o bien son los intereses compartidos los únicos que tienen valor. Eso es lo que se te comunicará, independientemente de las palabras usadas, del material didáctico usado y de las técnicas usadas —e independientemente de lo bien versado que el instructor/facilitador esté en el sistema de pensamiento del Curso. En el Texto, Jesús habla sobre "la enseñanza y el aprendizaje correctos" (T.4.I), y ahí él advierte sobre el maestro "ego-orientado" ((en UCDM, "ego-oriented teacher" fue traducido como "maestro que se deja guiar por el ego")), a quien «sólo le interesa el efecto que su ego pueda tener sobre otros egos, y, por consiguiente, interpreta la interacción entre ellos como un medio de conservar su propio ego. Yo no podría dedicarme a enseñar si creyese eso, y tú no serás un maestro dedicado mientras lo creas» (T.4.I.6.4-6). Esto es una guía útil que nos alerta de las formas en las que el especialismo puede entrar sigilosamente en la situación de enseñanza/aprendizaje. Pero solo después de una prolongada práctica en supervisar nuestros pensamientos y observar nuestras reacciones en nuestra vida diaria es cuando seremos capaces de discernir el mensaje que estamos dando y recibiendo. Por esto es por lo que Jesús nos advierte en el Texto de evitar ponernos a nosotros mismos a cargo de nuestro propio proceso espiritual: «Has considerado algunos de tus mayores avances como fracasos, y has evaluado algunos de tus peores retrocesos como grandes triunfos» (T.18.V.1.6). No obstante, esto no quiere decir que necesitemos recurrir a un maestro externo a causa de nuestras deficiencias, aunque no sería equivocado hacer eso. El proceso es principalmente un proceso interno entre nosotros mismos y el Espíritu Santo, Quien guarda para nosotros el recuerdo de la verdad del Cielo.

Link original en inglés: http://www.facimoutreach.org/qa/questions/questions177.htm#Q890

Índice de las P&R traducidas: http://hablemosdeucdm.blogspot.com/2015/11/indice-de-traducciones-de-p-de.html

jueves, 17 de diciembre de 2015

Facimoutreach P-739

¿Qué diferencia hay entre el "conocimiento" y la "iluminación" oriental?

P-739: Lo que Un Curso de Milagros llama conocimiento, ¿es lo mismo —o algo similar— que la "iluminación" del misticismo oriental? ¿Es instantáneo e irreversible? Y puesto que parecemos ser cuerpos como consecuencia de la separación de Dios, ¿no sería incompatible el logro del conocimiento con nuestra continuada existencia como seres humanos?

Respuesta: El significado de iluminación es diferente según las diversas tradiciones místicas, pero en general, las nociones orientales serían lo que el Curso define como "el mundo real" —cuando la mente está totalmente sanada de todo sentido de separación y por lo tanto del pecado, la culpa y el miedo.

En Un Curso de Milagros el conocimiento pertenece exclusivamente al mundo pre-separación de Dios y su creación unificada en la cual no hay diferencias o formas. Por lo tanto no tiene nada que ver con el mundo de la percepción. Se refiere solo a la experiencia pura de la no-dualidad, sin la dicotomía sujeto-objeto. Estrictamente hablando, no es un estado que alcanzamos. Más bien, llegamos gradualmente a reconocer los medios que hemos estado usando para negar nuestro estado natural de unidad con nuestra Fuente. Nos damos cuenta del terrible costo de eso, y entonces elegimos contra esa negación. Cuando tomamos esa decisión de una vez por todas y sin reservas, estamos simplemente eligiendo ser tal como Dios nos creó, el Único Hijo, perfectamente unido con Dios. ¿Es este estado incompatible con la existencia como un ser humano? Jesús responde a eso al afirmar: «Si se alcanzase a Dios directamente en una conciencia continua, el cuerpo no se podría conservar por mucho tiempo» (M.26.3.8). Quienes tienen esta conciencia son los "Maestros de maestros", llamados así «porque, aunque ya no se les puede ver, todavía se puede invocar su imagen» (M.26.2.2). Por lo tanto, nosotros necesitamos reflejos del amor perfecto que se nos aparezcan en alguna forma que podamos entender y con la que podamos relacionarnos; y para la mayoría de nosotros eso es una forma humana.

Link original en inglés: http://www.facimoutreach.org/qa/questions/questions138.htm#Q739

Índice de las P&R traducidas: http://hablemosdeucdm.blogspot.com/2015/11/indice-de-traducciones-de-p-de.html

miércoles, 16 de diciembre de 2015

Facimoutreach P-664

¿Ha alcanzado alguien realmente la meta del Curso?

P-664: Sé que la meta de Un Curso de Milagros es darse cuenta de que todo el mundo que vemos es una ilusión y con el tiempo llegar a desprendernos de nuestro ego para estar en la realidad de la unión con Dios. Mi pregunta es, ¿alguien alguna vez ha alcanzado la meta y realmente ha logrado eso? Si es así, ¿cómo describen ellos la experiencia? ¿Hay señales en el camino que indiquen que la ilusión está cerca de ser descartada, o no he captado la idea y hay otra meta?

Respuesta: Tu pregunta es una versión de la "famosa pregunta" de cómo es posible que la separación pudiera suceder, si estábamos felices y en paz en Dios. Esto implica que la separación es real y que la pregunta solamente va a poder ser contestada de algún modo que apoye esta creencia. La verdad es que todos hemos "hecho eso" ((dar la separación por real)), porque no lo hemos "deshecho" (ver T.6.II.10.7-8). Sin embargo, creemos haber logrado lo imposible —separarnos de Dios— y necesitamos ayuda para aprender que estamos equivocados. Hemos elegido creernos el sueño de la separación y nos hemos identificado con el ego. Este error incluye identificarnos con el cuerpo y hacer que el mundo sea real en nuestra experiencia. Después parecemos experimentar un proceso de aprendizaje a través del cual vamos aceptando gradualmente la verdad del Espíritu Santo y aprendemos a identificarnos con la parte de la mente que conserva el recuerdo del Amor de Dios, en vez de identificarnos con el cuerpo. Es el proceso de curación del perdón el que proporciona destellos del Amor que ha sido olvidado, descritos en el Curso como instantes santos. Gradualmente vamos aprediendo que la paz del instante santo es preferible al dolor de aferrarnos al ego, y empezamos a elegirla cada vez más fácilmente y con más frecuencia, hasta que se vuelve la única cosa que elegimos. Así es como se alcanza la "meta".

Jesús representa para nosotros a alguien que ha elegido identificarse únicamente con el Amor de su mente, y que por lo tanto ha alcanzado la meta. Su "experiencia" se expresa a lo largo de Un Curso de Milagros, y es, de hecho, la fuente del Curso. Lo que es importante recordar es que se trata también de nuestra experiencia. Tal como Jesús nos dice en el Texto: «Cree en la resurrección [la "meta"] porque ésta ya se ha consumado, y se ha consumado en ti. Esto es tan cierto ahora como lo será siempre (...). Pues ascendemos hasta el Padre juntos, como fue en un principio, como es ahora y como será siempre, pues ésa es la naturaleza del Hijo de Dios tal como su Padre lo creó» (T.11.VI.4.6-7, 9).

Las señales a lo largo del camino no tienen por qué ser experiencias espectaculares. Son momentos simples, como la sensación de alivio cuando por fin nos desprendemos de un resentimiento o queja, o darnos cuenta de que no es necesario que tengamos la razón en algo, dejando que otra persona tenga la última palabra. Un momento de paz, por breve que sea, señala el camino hacia la paz duradera que buscamos. Es importante reconocer estos pequeños signos, en lugar de esperar que unos rayos luminosos destellen en nuestra vida. Esos fugaces momentos de paz, al ser destellos verdaderos de la meta final, nos conducen con mayor seguridad a su logro. Siempre volvemos a la práctica del perdón que el Curso enseña como la guía segura para nuestro despertar. «La condición necesaria para que el instante santo tenga lugar no requiere que no abrigues pensamientos impuros. Pero sí requiere que no abrigues ninguno que desees conservar» (T.15.IV.9.1-2). Así que nuestro objetivo es únicamente hacer nuestra parte al mirar todos nuestros juicios, los cuales son los obstáculos que impiden que seamos conscientes del Amor de Dios. A medida que los obstáculos van siendo eliminados, será recordada la verdad de nuestra unidad con Su Amor, la cual parecía haber sido olvidada.

Link original en inglés: http://www.facimoutreach.org/qa/questions/questions120.htm#Q664

Índice de las P&R traducidas: http://hablemosdeucdm.blogspot.com/2015/11/indice-de-traducciones-de-p-de.html

martes, 15 de diciembre de 2015

Facimoutreach P-101

¿Hay algún estudiante del Curso que se haya "iluminado"?

P-101: Me gustaría saber si alguien que ha practicado Un Curso de Milagros se ha iluminado. ¿Sabes de alguien que se sienta/conozca que está en absoluta conexión con Dios y, por lo tanto, nunca está fuera de un estado de paz?

Respuesta: No tenemos ningún informe de esta naturaleza, pero eso no quiere decir nada. Una persona verdaderamente iluminada no tendría necesidad de que los demás sepan que ha transcendido totalmente el ego. De hecho, eso podría ser una forma útil de evaluar la declaración de alguien que dice que ha logrado la iluminación. Si tal persona va por ahí anunciándolo, eso es un signo casi seguro de que aún queda algo de ego. Tal como el Curso describe el estado, hay básicamente una sola característica que podría destacar, la cual es que la persona sonreiría más frecuentemente: «Hay una manera de vivir en el mundo que no es del mundo, aunque parezca serlo. No cambias de apariencia, aunque sí sonríes con más frecuencia. Tu frente se mantiene serena; tus ojos están tranquilos. Y aquellos que caminan por el mundo con la misma actitud que tú reconocen en ti a alguien semejante a ellos» (L.155.1.1-4).

Sin embargo, hay numerosos relatos de estudiantes que han experimentado cambios significativos en su pensamiento y en sus reacciones, de modo que lo que antes les había "pulsado todos sus botones", por ejemplo, ya no provoca la misma reacción. En otras palabras, el perdón funciona, así que eso debería ser el foco de cada día.

Por último, en referencia a alguien que esté en "absoluta conexión con Dios", te remitimos a la sección del Manual titulada "¿Es posible llegar a Dios directamente?" (M.26). Ahí Jesús nos dice: «Es posible que en algunas ocasiones un maestro de Dios tenga una breve experiencia de unión directa con Dios. Sin embargo, es casi imposible que en este mundo una experiencia así pueda perdurar. Tal vez se pueda alcanzar tras mucha devoción y dedicación, y luego mantenerse durante gran parte de la estancia en la tierra. Mas eso es tan raro, que no se puede considerar una meta realista. Si sucede, bien. Si no sucede, bien también. Todos los estados mundanos son en cualquier caso ilusorios. Si se alcanzase a Dios directamente en una conciencia continua, el cuerpo no se podría conservar por mucho tiempo» (M.26.3.1-8).

Por lo tanto, la unión directa con Dios no es el objetivo del plan de estudios del Curso. Su objetivo es alcanzar un estado de paz, en el que nos elevamos con Jesús por encima del campo de batalla y miramos hacia abajo con compasión por todos. «Este curso te conducirá al conocimiento, pero el conocimiento en sí está más allá del alcance de nuestro programa de estudios. Y no es necesario que tratemos de hablar de lo que por siempre ha de estar más allá de las palabras. (...) No debemos ocuparnos de lo que es inalcanzable. Aún es mucho lo que nos queda por aprender, pues todavía tenemos que alcanzar la condición de estar listos para el conocimiento» (T.18.IX.11.1-2, 5-7).

Link original en inglés: http://www.facimoutreach.org/qa/questions/questions22.htm#Q101

Índice de las P&R traducidas: http://hablemosdeucdm.blogspot.com/2015/11/indice-de-traducciones-de-p-de.html

lunes, 14 de diciembre de 2015

Facimoutreach P-1166

¿Puede el ego aprender?

P-1166: ¿Puede el ego aprender?

Respuesta: No. El ego es el pensamiento de la separación tomado en serio. Es el efecto de una decisión tomada por la parte de la mente que elige (a veces llamada el tomador-de-decisiones). Como tal, no aprende. La que "aprende" es la mente tomadora-de-decisiones, la cual es capaz de experimentar los efectos de su decisión, de modo que donde eligió equivocadamente pueda elegir de nuevo. Cuando Un Curso de Milagros dice que el ego puede aprender (T.4.I.2.13), se refiere a esta parte de la mente que toma-decisiones.

Al decidir identificarse con el sistema de pensamiento del ego, la mente se confunde a sí misma con el cuerpo, niega su poder de elegir y se vuelve inconsciente de su estado natural. Utiliza al cuerpo como el depositario de su culpa, lo que demuestra que el pecado de la separación ha tenido serias consecuencias. De este modo la mente refuerza su creencia en la culpa y en la separación. El objetivo del plan de estudios del perdón del Espíritu Santo es enseñar a la mente que la separación no solo no ha tenido efectos, sino que nunca ocurrió (M.2.2). Cuando la mente acepta el objetivo del Espíritu Santo, el cuerpo sirve como un espejo que trae de vuelta a la mente el reflejo de la decisión que tomó y que posteriormente negó. Aprender a elegir de nuevo es el único aprendizaje que jamás habrá. Es más un proceso de recordar que de aprender. Cada vez que la mente decide recordar su poder de elegir y elige al Espíritu Santo, desaprende la identidad-ego y debilita la creencia en la separación. Con el tiempo la mente se cura de la creencia en la separación, y el recuerdo de Dios regresa a la conciencia: «Al curar, tú [la mente] aprendes lo que es la plenitud, y al aprender lo que es la plenitud, aprendes a recordar a Dios» (T.7.IV.4.3).

Link original en inglés: http://www.facimoutreach.org/qa/questions/questions245.htm#Q1166

Índice de las P&R traducidas: http://hablemosdeucdm.blogspot.com/2015/11/indice-de-traducciones-de-p-de.html

domingo, 13 de diciembre de 2015

Facimoutreach P-456

Si todos somos uno, y Jesús lo sabía, ¿cómo pudo él ser consciente de la separación?

P-456: Esta es una pregunta con tres partes: 

1) Lo que he entendido de la enseñanza de Un Curso de Milagros es que con el tiempo nos damos cuenta de que todos somos un solo espíritu. Al llegar a ese reconocimiento, ¿perdemos entonces nuestra conciencia o el recuerdo de las experiencias que tuvimos como individuos? Jesús llegó a comprender la verdad estando aquí en la tierra, y sin embargo parece interactuar con aquellos de nosotros que todavía experimentamos el sueño de la individualidad, tal como el Jesús individual lo hacía. ¿También el resto de nosotros, después de que reconozcamos la verdad, retendremos aún nuestros seres individuales? Me doy cuenta de que estoy haciendo esta pregunta como alguien a quien le gusta mi "ser" y los otros seres con los que interactúo, es decir, familia y amigos.

Respuesta: Tu conciencia de ti mismo como individuo durará solo mientras valores esa identidad. Nunca te la va a quitar Jesús o el Espíritu Santo. El foco de nuestro estudio y práctica es aprender que nuestros intereses son realmente los mismos, no separados o diferentes; y eso nos llevará al siguiente paso, que es reconocer que no solo compartimos los mismos intereses, sino que también compartimos el mismo ser. Todos compartimos el mismo sistema de pensamiento del ego, y todos compartimos el mismo sistema de pensamiento del perdón —la mentalidad correcta—, así como también compartimos el poder de elegir entre ambos sistemas de pensamiento. Sin embargo, mientras sigamos estando atraídos por la identidad de un ser individual, nos resistiremos a esta enseñanza bastante tenazmente. Tendría que haber alguna motivación para ir más allá de la individualidad, y lo que Jesús nos enseña es que si miramos profunda y honestamente nuestras vidas como seres individuales, llegaremos a la conclusión de que estamos pagando un alto precio para sostener esa existencia. Eso no quiere decir que sea malo o equivocado disfrutar la existencia en este mundo. Lo único que Jesús nos pide es que miremos el cuadro con una mente abierta, y que no nos dejemos engañar por el brillo del marco (T.17.IV.8,9). «El cuerpo es un límite que se le impone al amor» (T.18.VIII.1.2). Así que valorar la existencia corporal es valorar el amor limitado. Esa es la asociación o reflexión que Jesús quiere que hagamos, solo para que podamos ser conscientes de que estamos deliberadamente (una vez que recordamos que somos la mente tomadora de decisiones) apartándonos a nosotros mismos de la totalidad del amor que llega con el recuerdo de nuestra unidad como el Hijo de Dios. Una vez más, el agrado por tu "yo" y por el "yo" de tu familia y amigos no es algo equivocado o malo; simplemente sé consciente de que esto no es todo lo que eres, ni es todo lo que ellos son. Si la vida en este mundo está funcionando para ti y tú estás contento y feliz con ella, entonces sería tonto cambiar eso. Recuerda que el Curso llegó a través de dos personas que no estaban contentas con la manera en que iban las cosas y estaban determinadas a encontrar una "manera mejor".

Jesús está fuera del sueño de la individualidad ayudándonos a despertar de él. Él aparenta ser un individuo relacionándose con nosotros como individuos, pero si examinas la cita de arriba de que el cuerpo es un límite que se le impone al amor, podrás empezar a entender que él aparece de esa manera porque nosotros elegimos verle de esa manera. El amor es abstracto —sin forma— pero nuestra percepción se ajusta a nuestra identidad. Si dejáramos de lado la necesidad de limitar el amor, experimentaríamos a Jesús de manera muy diferente —y a nosotros mismos también. El problema es que no nos damos cuenta conscientemente de que es esto lo que estamos haciendo, lo cual es el motivo por el que gran parte del Curso está dirigido a ayudarnos a darnos cuenta de que tenemos una mente y que prácticamente todo lo que hacemos es una defensa para impedir que nos demos cuenta de eso. No queremos recordar que somos mentes tomadoras de decisiones, porque en algún nivel sabemos adónde nos llevaría ese reconocimiento. Finalmente veríamos claramente de qué se trata todo el asunto de la individualidad realmente, y no sería un cuadro muy bonito. Para evitar esas consecuencias, tratamos de hacer que Jesús sea como nosotros, pero eso nunca cuadrará con lo que él pasa tanto tiempo enseñándonos en el Curso. Es mucho más útil, y reduciría el conflicto interno, declarar simple y honestamente que te gusta ser un "yo" rodeado por otros "yoes" individuales, y que algún día puede que tengas una razón para reconsiderar esa decisión, pero no ahora mismo. ¡Tiempo! (("¡Tiempo!", "¡Pausa!", "¡Descanso!", como en algunos eventos deportivos)) Ahí es donde estás de momento, y eso está bien. El amor de Jesús por ti no va a disminuir en lo más mínimo.

2) ¿Cuáles son nuestras creaciones reales? ¿Son ellas lo que abandonamos al despertar del sueño? ¿Estamos creando incluso mientras soñamos?

Respuesta: Vea por favor la pregunta P-103 para la definición de creaciones. En el sueño jamás tiene lugar nada real. El Ser que nunca abandonó Su Fuente está creando constantemente, lo cual simplemente quiere decir que el amor siempre se está extendiendo a sí mismo.

3) Si sólo se necesita que uno despierte del sueño para que todos despierten, y uno no puede encontrar la Expiación por sí solo y Jesús logró esto, ¿por qué el resto de nosotros seguimos dormidos?

Respuesta: Desde nuestra perspectiva dentro del sueño, no hay manera de que comprendamos este proceso; no puede resolverse a través del razonamiento lógico. Nuestro marco de comprensión es extremadamente limitado, porque creemos que estamos realmente aquí, y esa creencia está destinada a expulsar la paz y reemplazarla por otro sistema de pensamiento que es completamente falso. ¡Muy aleccionador! Es prácticamente imposible para nosotros no pensar en términos de cuerpos separados en el tiempo y en el espacio, pero Jesús no se está refiriendo a los cuerpos en el tiempo y el espacio. No obstante, al menos podemos decir esto: que hay una mente, y la ilusión de muchas mentes, todas dormidas y soñando. Cuando estás en el mundo real, sabes que hay una sola mente. Así que la única mente que necesita despertar es la tuya.

Link original en inglés: http://www.facimoutreach.org/qa/questions/questions81.htm#Q456

Índice de las P&R traducidas: http://hablemosdeucdm.blogspot.com/2015/11/indice-de-traducciones-de-p-de.html

sábado, 12 de diciembre de 2015

Facimoutreach P-103

¿Qué se entiende por "nuestras creaciones"?

P-103: ¿Qué quiere decir Jesús cuando se refiere a nuestras "creaciones"?

Respuesta: Nuestras creaciones únicamente existen en el nivel del espíritu. No son cosas o seres, y no son parte del mundo ilusorio de la forma. Es un término que se usa en el Curso para referirse al amor que está presente en la mente de la Filiación. Nuestras creaciones son los pensamientos amorosos en la Mente de Cristo. El término se usa como un símbolo para ayudarnos a entender que en verdad somos la creación del Padre, y a semejanza de Él "creamos" por medio de los Pensamientos de amor que se extienden a través de la Filiación y retornan al Padre. Son «las extensiones de nuestro espíritu (...) como extensiones de Cristo, nuestras creaciones son parte de la Segunda Persona de la Trinidad; la creación sigue sucediendo en el Cielo, más allá del tiempo y el espacio, e independiente de que el hijo no sea consciente de ella en el mundo» (Glosario-Índice para Un Curso de Milagros, Kenneth Wapnick). Cuando nos desprendamos completamente de la identidad-ego, y aceptemos lo que realmente somos tal como Dios nos creó, conoceremos y aceptaremos a nuestras creaciones. Esto sucede fuera del sueño, donde estamos en nuestro hogar en Dios. Ahí es donde nos encontramos con nuestras creaciones. El Curso utiliza esta hermosa imagen o metáfora para animarnos a buscar nuestra verdad: «El Cielo aguarda silenciosamente, y tus creaciones extienden sus manos para ayudarte a cruzar y para que les des la bienvenida. Pues son ellas lo que andas buscando. Lo único que buscas es tu compleción, y son ellas las que te completan. (...) La aceptación de tus creaciones es la aceptación de la Unidad de la creación, sin la cual nunca podrías ser completo» (T.16.IV.8.1-3, 6).

Link original en inglés: http://www.facimoutreach.org/qa/questions/questions22.htm#Q103

Índice de las P&R traducidas: http://hablemosdeucdm.blogspot.com/2015/11/indice-de-traducciones-de-p-de.html

viernes, 11 de diciembre de 2015

Facimoutreach P-423

¿Es normal sentirse socialmente aislado por estar siguiendo el Curso?

P-423: ¿Alguien más siente un cierto sentido de aislamiento en la vida cotidiana por estar estudiando Un Curso de Milagros? Yo pensaba que todas mis relaciones se fortalecerían al seguir este camino. En vez de eso, he tenido más agitación en ese aspecto de la que nunca había tenido en mi vida. Me duele cuando no soy invitado a la fiesta por haber elegido "ver las cosas de un modo diferente".

Respuesta: Elegir la percepción del Espíritu Santo en lugar de la del ego tiene que dar lugar a que te sientas más tranquilo, y eso es lo único que debería ser "visible" para los demás. Tal como Jesús afirma en la lección 155: «Hay una manera de vivir en el mundo que no es del mundo, aunque parezca serlo. No cambias de apariencia, aunque sí sonríes mucho más a menudo. Tu frente se mantiene serena; tus ojos están tranquilos. Y aquellos que caminan por el mundo con la misma actitud que tú reconocen en ti a alguien semejante a ellos. No obstante, los que aún no han percibido el camino también te reconocerán y creerán que eres como ellos, tal como una vez lo fuiste» (L.155.1). Sonreír más frecuentemente y estar más tranquilo no debería dar lugar a sentirse aislado. Sin embargo, si lo único que tus amigos y tú hacíais juntos era criticar y juzgar a otros, y has elegido no hacer eso más, entonces la forma de la relación podría cambiar también, si eres guiado a dejar la relación. No obstante, eso no debería dar lugar a un sentimiento de aislamiento.

Por otro lado, las ideas políticas y los juicios que son inherentes a casi todas las relaciones de este mundo no implican que no puedas seguir siendo amigo de estas personas o que tengas que seguir adelante y dejarlos. Puedes estar en silencio y no dar rienda suelta a los ataques y aún así estar muy presente para tus amigos. El contenido de tu mente puede cambiar, sin que la forma de la relación cambie necesariamente. Por ejemplo, podrías abordar una quedada o reunión considerándola un aula a la cual vas a aprender que tus amigos y tú compartís los mismos intereses en un nivel más profundo. De modo que cuando comienzan los juicios o críticas, puedes pensar interiormente: "Eso es lo que los egos hacen. Juzgan. Puede que yo no esté interesado en juzgar ahora mismo, pero tengo el mismo ego y lo expreso de otras maneras. Eso nos hace a todos iguales. Y además, ellos y yo compartimos también la misma mente correcta, junto con el poder de elegir. Todos nosotros atacamos a Dios o no estaríamos aquí, y todos queremos volver a casa, pero tenemos miedo de hacerlo". Al ver esa actitud como el propósito constante de estar con tus amigos, aprenderás a estar con ellos sin reforzar sus egos, sin sentirte superior a ellos (un ataque), y sin sentirte aislado. Es tu laboratorio, se podría decir, para aplicar lo que has aprendido.

Link original en inglés: http://www.facimoutreach.org/qa/questions/questions76.htm#Q423

Índice de las P&R traducidas: http://hablemosdeucdm.blogspot.com/2015/11/indice-de-traducciones-de-p-de.html