viernes, 5 de agosto de 2016

Facimoutreach P-935

¿Cómo elegimos o acabamos teniendo la vida que estamos llevando?

P-935: ¿Cómo elegimos o acabamos teniendo la vida que estamos llevando?

Respuesta: Un Curso de Milagros hace un trabajo brillante al explicar por qué acabamos teniendo la experiencia que parecemos estar teniendo. Pero en realidad no proporciona ninguna respuesta intelectualmente satisfactoria a cómo ocurrió esto. Esto se debe a que no existe una respuesta intelectualmente satisfactoria para esa pregunta.

El Curso nos dice que la totalidad de nuestra existencia física es una ilusión —un sueño. Así que es útil pensar cómo abordaríamos un sueño nocturno perturbador. No nos preguntaríamos cómo ocurrió. En lugar de eso, examinaríamos el contenido del sueño y nos preguntaríamos por qué estaría en nuestra mente y qué podríamos aprender de él.

Este es exactamente el proceso que el Curso nos pide emprender con la totalidad de nuestra vida. Aunque es obvio que todavía no creemos que la vida es simplemente un sueño (y ciertamente no deberíamos fingir que lo creemos), tenemos que trabajar con ella como si lo fuera. Afortunadamente el Curso consigue que hacer esto sea relativamente fácil al hacernos saber que todos nosotros escribimos los guiones de nuestras vidas para que sirvieran a un simple propósito: mantener nuestra individualidad pero deshacernos de nuestra culpabilidad. Cada aspecto de nosotros mismos, cada experiencia que tenemos, y cada persona, animal u objeto que encontramos, es un símbolo que hemos inventado para validar nuestra declaración de que "¡estoy aquí pero no es por mi culpa!".

En el Curso Jesús nos dice que todo esto empezó con la diminuta y alocada idea de que podíamos estar separados de Dios (T.27.VIII.6.2). Hasta ese instante, éramos uno con nuestro Creador. Pero esta idea nos llenó tanto de gozo como de culpa. El ego nos dijo que podríamos mantener el gozo y librarnos de la culpa si simplemente le escucháramos y olvidáramos todo lo demás. Nosotros le tomamos la palabra al ego y aceptamos su oferta, lo cual nos condujo a quedarnos dormidos, a parecer rompernos en billones de fragmentos y acabar en este mundo de la forma.

Los estudiantes del Curso preguntan invariablemente: "¿Pero cómo pudo suceder eso?". Y repetimos una vez más que no existe una respuesta intelectualmente satisfactoria porque en realidad eso no ocurrió. El mismo hecho de que pensamos que existe un "yo" que necesita entender algo es la barrera que imposibilita la comprensión. Este es el motivo de que Jesús haga declaraciones como: «Este curso conducirá al conocimiento, pero el conocimiento en sí está más allá del alcance de nuestro programa de estudios. Y no es necesario que tratemos de hablar de lo que por siempre ha de estar más allá de las palabras» (T.18.IX.11.1-2).

Por lo tanto, está claro que no podemos saber cómo elegimos los guiones que fabrican o dan lugar a nuestras vidas individuales. Desde nuestra perspectiva limitada, no podemos entender qué es lo que determina nuestras decisiones para elegir familia, género, etc. Pero lo que podemos saber de manera esencial, hace que tales preocupaciones sean irrelevantes. Podemos estar seguros de que aunque difieran las formas de nuestros guiones, el contenido es el mismo para todos nosotros —una vez más, ese contenido ((hasta que elijamos una percepción diferente)) es demostrar que existimos como individuos pero que no es culpa nuestra: es culpa de algún otro.

Volviendo a la imagen de la fragmentación en billones de piezas, podemos considerarnos a nosotros mismos como fragmentos de un espejo. Cada uno de nosotros es capaz de reflejar tanto al ego como al Espíritu Santo (en otras palabras, el Amor de Dios). Por lo general reflejamos al ego y permitimos que nuestras vidas sirvan a su objetivo de separación. Pero en vez de eso podríamos reflejar al Espíritu Santo, Quien transformará nuestras vidas en aulas para recordar que todos compartimos la misma necesidad —la necesidad de saber que Dios no está enfadado con nosotros y que es seguro despertar y por fin estar en paz.

Estamos eligiendo en todo momento entre estas dos opciones. Estamos siempre yendo de la mano de uno de los dos: o del ego o del Espíritu Santo. Dentro de este sueño, qué mano elegimos determina a qué se parecerán nuestras vidas. Por lo tanto, esta es la única decisión que necesitamos entender cómo tomarla ahora.

Así que Jesús nos dice: «El énfasis de este curso es siempre el mismo: en este momento es cuando se te ofrece total salvación, y en este momento es cuando puedes aceptarla. Esta sigue siendo tu única responsabilidad. La Expiación se puede equiparar a la escapatoria total del pasado y a la total falta de interés por el futuro. El Cielo está aquí. No existe ningún otro lugar. El Cielo es ahora. No existe ningún otro tiempo» (M.24.6.1-7).

Link original en inglés: http://www.facimoutreach.org/qa/questions/questions187.htm#Q935

Índice de las P&R traducidas: http://hablemosdeucdm.blogspot.com/2015/11/indice-de-traducciones-de-p-de.html

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Comentarios actualmente cerrados. Si quieres comentar algo podrías inscribirte en el foro 'Concordia y Plenitud' mientras siga abierto:

http://concordiayplenitud.foroactivo.com/

Saludos :-)

☼☼☼

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.