miércoles, 10 de agosto de 2016

Facimoutreach P-963

¿Por qué estudiar el Curso hace que me irrite con Dios?

P-963: He estado estudiando Un Curso de Milagros durante poco más de dos meses. No sólo no veo cambios apreciables en mi actitud ante la vida, sino que cada vez soy más consciente de sentimientos de irritación y de depresión. A veces estos sentimientos no son sobre nada en particular, pero últimamente me estoy sintiendo especialmente agitado cuando hago los ejercicios del Libro de ejercicios. Creo en todo lo que leo sobre los regalos/dones que Dios me ofrece, y en lugar de sentirme agradecido me siento inquieto y molesto (irritado, disgustado, enfadado), y deseo que Dios me deje en paz (que me deje solo, tranquilo). Por supuesto que en realidad no deseo que Él me deje solo. Estoy bastante seguro de que mi experiencia no es tan inusual, ¿pero qué puedo hacer concretamente para atravesar esta etapa y no darme por vencido?

Respuesta: Tienes toda la razón en que tu experiencia no es inusual. La mayoría de nosotros somos atraídos inicialmente a Un Curso de Milagros porque cuando lo leemos, sentimos que está hablándonos una presencia amorosa. Reconocemos que el camino que Jesús establece para nosotros ofrece una verdadera esperanza de escapar de las condiciones dolorosas con las que estamos acostumbrados a vivir. Pero un componente crucial del plan de estudios de Jesús es que nos volvamos muy conscientes de lo infelices que somos realmente en este mundo. A fin de cuentas, ¿por qué habríamos de estar motivados a aceptar que este mundo es sólo un sueño —por no hablar de hacer el desafiante trabajo interior que conduce a despertar de él— a menos que nos demos cuenta de que es una pesadilla?

Y así, entre las muchas bellas e inspiradoras palabras del Curso, Jesús aprovecha cada oportunidad para hacernos saber que este es «un mundo árido y polvoriento, al cual criaturas hambrientas y sedientas vienen a morir» (L.PII.Preg13.5.1). En el primer día del Libro de ejercicios, él pide que nos concentremos en la idea de que nada de lo que vemos significa nada (L.1). Dado el hecho de que hasta este momento hemos pasado toda nuestra vida creyendo que este mundo contiene muchas cosas que queremos y creyendo que nuestras percepciones son muy significativas, ¿cómo no nos íbamos a sentir irritados y depresivos con lo que Jesús nos está contando?

La buena noticia, no obstante, es que lo que él nos está diciendo sólo es irritante y depresivo para el ego. Y al contrario de lo que hemos creído hasta ahora, el ego no es la totalidad de lo que somos. Es sólo uno de los dos maestros internos disponibles en nuestra mente. En cualquier momento, podemos acudir a Jesús o al Espíritu Santo para que nos guíe. Cuando hacemos esto, entramos en contacto con el hecho de que el Amor de Dios está aún disponible para nosotros y no se ha visto afectado ni en lo más mínimo por la aparente oscuridad y aflicción de este mundo. Al trabajar con el Curso, esto significa que le pidamos a uno de ellos que nos ayude a simplemente observar toda la resistencia que tenemos hacia el Curso (como por ejemplo nuestra irritación o depresión) sin hacer juicios.

Jesús y el Espíritu Santo residen en la parte de nuestra mente que sabe que nosotros hemos imaginado toda esta oscuridad y aflicción precisamente para ocultar el Amor que ahora se nos insta a abrazar. Ellos son conscientes, no obstante, de que aunque Jesús nos dice que el perdón nos ofrece todo lo que deseamos (L.122), nosotros pensamos que el perdón nos llevará a nuestra destrucción. Ellos ven que las numerosas emociones negativas que nos surgen durante nuestro recorrido al trabajar con el Curso están todas ellas simplemente encubriendo el terror que se apodera de nosotros cuando nos planteamos regresar a Dios, Quien nosotros pensamos que está lleno de ira contra nosotros —un terror que hace que sea inevitable que deseemos que Él sencillamente se vaya. Pero Jesús y el Espíritu Santo saben que Dios no está enfadado con nosotros. Así que ellos ven nuestro terror simplemente como un error ridículo. Como estudiantes del Curso debemos pedirles que nos ayuden a que nosotros podamos también cultivar esa actitud —ver nuestra irritabilidad y depresión como reacciones comprensibles al miedo, y no darles tanta importancia. Son simplemente indicadores de que aún tenemos bastante miedo de aceptar el Amor de Dios y de estar en paz. Este es un miedo que no podemos esperar que desaparezca simplemente tras dos meses —o cualquier plazo particular de tiempo— de estar trabajando con el Curso. Sin embargo, se disipará gradualmente si estamos dispuestos a simplemente dejarlo estar y tenemos fe en que Jesús está guiándonos a que atravesemos nuestro dolor porque sabe que al otro lado hay algo mucho mejor para nosotros.

Link original en inglés: http://www.facimoutreach.org/qa/questions/questions194.htm#Q963

Índice de las P&R traducidas: http://hablemosdeucdm.blogspot.com/2015/11/indice-de-traducciones-de-p-de.html

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Comentarios actualmente cerrados. Si quieres comentar algo podrías inscribirte en el foro 'Concordia y Plenitud' mientras siga abierto:

http://concordiayplenitud.foroactivo.com/

Saludos :-)

☼☼☼

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.