domingo, 2 de febrero de 2014

Atendiendo con el corazón

Al leer enseñanzas no-dualistas es conveniente dejar a un lado la obsesión por entenderlo todo literalmente, sino simplemente leer con el corazón abierto, procurando captar el mensaje que en cada caso concreto se nos comunica. Por eso lo de menos son las palabras, sino que lo que importa es el mensaje. Si por el contrario tomamos las palabras como la verdad, estaremos erigiendo un ídolo y el resultado será que percibiremos conflicto y contradicciones.

Un ejemplo. En UCDM se dice:

     Es imposible ver a tu hermano libre de pecado y al mismo tiempo verlo como si fuese un cuerpo. (...) Es imposible ver un cuerpo libre de pecado, pues la santidad es algo positivo y el cuerpo es simplemente neutral. No es pecaminoso, pero tampoco es impecable. Y como realmente no es nada, no se le puede revestir significativamente con los atributos de Cristo o del ego. Tanto una cosa como la otra sería un error, pues en ambos casos se le estarían adjudicando atributos a algo que no los puede poseer. Y ambos errores tendrían que ser corregidos en aras de la verdad. (T.20.VII.4.1,4-8) (Pág. 491)

(En inglés la parte principal): T.20.VII.4.4-5 To see a sinless body is impossible, for holiness is positive and the body is merely neutral. It is not sinful, but neither is it sinless.

Y más adelante, en el capítulo siguiente, se dice:

     Para lograr este fin hay que percibir al cuerpo libre de pecado porque lo que se busca es la impecabilidad. (T.22.VI.3.4) (Pág. 538)

(En la edición en inglés): T.22.VI.3.4 To serve this end the body must be perceived as sinless, because the goal is sinlessness.

Lo que importa, por lo tanto, es captar el mensaje en cada contexto, y no aferrarse a las palabras, pues las palabras no son otra cosa que medios para un fin, el cual es la comunicación del mensaje.

Lo mismo sucede en UCDM con otras palabras y/o expresiones, como por ejemplo la palabra "justicia" (quien esté interesado en repasar este tema, que lea el complemento al final de este post), la cual se usa de manera un tanto diferente en el Texto comparando con su uso en el Manual para el maestro.

De manera similar sucede con otros textos no-dualistas, así como en cualquier mensaje en general. Cuando hablamos, frecuentemente usamos flexiblemente las palabras, muchas veces de manera espontánea sin darnos cuenta. Es natural, lo que importa es que la comunicación sea útil para quien esté abierto en ese determinado momento.

Saludos

Complemento final: extraigo de mis "Apuntes extensos de UCDM" la parte donde mencioné el uso en UCDM de la palabra "justicia":



Sobre la flexibilidad del lenguaje en UCDM, es interesante notar que la palabra «justicia» se usa con matices diferentes en el Texto de como se usa en el Manual para el maestro. En la versión en inglés también sucede, pues en todos estos casos se usa también una sola palabra: «justice».

En el Texto, la palabra «justicia» es aplicable al Cielo [hay 5 frases en el Texto donde aparecen a la vez las palabras justicia + Cielo, las 5 en los capítulos 25 y 26; el cap. 25 se titula: «La justicia de Dios»]. Pero en el Manual [M.19: «¿Qué es la justicia?»] se dice que en el Cielo no hay “ni justicia ni injusticia”. Veamos algunas citas relacionadas: 

«¿Qué podrían saber del Cielo y de la justicia de los que se han salvado?» (T.25.VIII.2.9) (Pág. 601)

«Ésta es la única justicia que el Cielo conoce y lo único que el Espíritu Santo trae a la tierra» (T.25.VIII.14.2) (Pág. 605)

«¿Qué otra cosa sino la arrogancia podría pensar que la justicia del Cielo no puede eliminar tus insignificantes errores?» (T.25.IX.1.1) (Pág. 606)

«En este mundo el perdón es el equivalente de lo que en el Cielo es la justicia. El perdón transforma el mundo del pecado en un mundo simple, en el que se puede ver el reflejo de la justicia que emana desde más allá de la puerta tras la cual reside lo que carece de todo límite. No hay nada en el amor ilimitado que pudiese necesitar perdón. Y lo que en el mundo es caridad, más allá de la puerta del Cielo pasa a ser simple justicia» (T.26.IV.1.1-4) (Pág. 616)

«La justicia es la corrección divina de la injusticia. La injusticia es la base de todos los juicios del mundo. La justicia corrige las interpretaciones a las que la injusticia da lugar y las cancela. Ni la justicia ni la injusticia existen en el Cielo, donde el error es imposible y la idea de corrección carece de sentido. En este mundo, sin embargo, el perdón depende de la justicia, ya que todo ataque no puede sino ser injusto. La justicia es el veredicto que el Espíritu Santo emite acerca del mundo» (M.19.1.1-6) (Pág. 55)

«La justicia, al igual que su opuesto, es una interpretación. Sin embargo, es la única interpretación que conduce a la verdad. Esto es así porque, si bien la justicia no es de por sí verdadera, no hay nada en ella que se oponga a la verdad» (M.19.2.1-3) (Pág. 55)

«La justicia de Dios apunta hacia el Cielo precisamente porque es totalmente imparcial» (M.19.5.5) (Pág. 56)

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