martes, 29 de septiembre de 2015

¿SER... o HACER?

El proceso de despertar del sueño de la dualidad podría describirse en términos de SER frente a HACER. ¿Qué voy a considerar importante: lo que hago o el hecho de que soy? ¿Mi nombre, profesión, mis circunstancias personales, lo corporal... o la conciencia de paz que realmente soy? 

Diferentes enfoques para el despertar, como el perdón, la autoindagación, el discernimiento+desapego, etc, tienen en común el centrarse en el área de SER, desenmascarando como ilusoria la faceta de HACER.

¿En qué nos vamos a centrar? ¿En el SER o en el HACER?

El SER: (Pistas para intuir el tema): Unidad, igualdad, conciencia, Momento, Presente, Mente, Espíritu, paz.

El HACER: Separación, división, especialismo, individualidad, cuerpo, conflicto, competencia, comparación, el mundo, las conductas, el pasado, el futuro, el tiempo, la culpa, el miedo.

Podríamos poner unas columnas para ver el contraste, así:

SERHACER
UnidadDivisión
actitud de unirseactitud de separarse
mente, espíritucuerpo, mundo
pazinquietud
despertardormir
atencióndistracción
presentepasado, futuro
Momentotiempo
colaboración: ambos ganamostú contra mí: si ganas tú, pierdo yo
amor desprendidoamor posesivo (miedo a perderlo)
inclusión (aceptación de todos y de todo)excluir a alguien o a algo
todo (entendido como todo lo verdadero)nada (real)
nada (ilusorio)todo (lo falso)
aquí y ahoraluego (o en el pasado)
eternidadtemporalidad
infinito limitado
estabilidad, inmutabilidad, constanciainestabilidad, cambio, fugacidad
salud interiorenfermedad
abstractoconcreto
validez universalválido especialmente para alguien en concreto
totalidad individualidad
igualdad
diferencias
concienciaolvido
reconocimientonegación
autoindagaciónproyección
discernimientofalta de conciencia
desapegoapego
perdonarcondenar
liberaraferrarse
inocenciaculpabilidad

etc.

Por ejemplo, cuando aplicamos el perdón, el ego intenta que hagamos un perdón basado en el HACER, o sea, a nivel de los cuerpos y del mundo: por ejemplo ir a ver a alguien y decirle verbalmente: "lo siento" (aunque mentalmente no lo sintamos). Sin embargo, el Curso nos enseña a aplicar el perdón a nivel de la mente: podemos ir a alguien y decirle verbalmente lo que sea oportuno, o no ir ni decir nada si no lo vemos conveniente, pero lo importante en ambos casos es el proceso interior: la mente, que es la puerta hacia el reconocimiento del espíritu. En la mente está el verdadero conflicto, la creencia de haberme separado de la Totalidad (el "Yo" que cree haberse separado no es el yo humano, sino el Yo Global, el Tomador-de-decisiones). Así que: SER o HACER. Elijamos. El verdadero perdón es más una cuestión de SER, o sea, no es obligatorio hacer nada en concreto a nivel de la conducta o del cuerpo, sino que se trata de discernir (esto es algo mental). Se trata de un asunto de conciencia: de darnos cuenta de lo que en verdad estamos eligiendo.

Lo mismo con la meditación y con todo. Hay del SER y del HACER. La meditación del SER es discernimiento, es ante todo tomar conciencia (por ejemplo ayudados por la metafísica de UCDM, o del modo que sea). Mientras que la meditación enfocada desde el HACER es más dependiente del cuerpo, del mundo: de la postura corporal, de que haya silencio físico, etc.

Hay una sección en el Texto del Curso (T.18.VII) que se titula "No necesito hacer nada", porque no necesitamos hacer nada a nivel de la forma, nada a nivel del cuerpo, sino que el perdón se trata de algo mental, se trata de simplemente tomar conciencia, y eso no es un HACER, sino que más bien se parece a lo que solemos llamar SER, o CONCIENCIA. Volverse hacia dentro, dejando de proyectar, es la esencia del perdón y de la autoindagación, es volver la atención del mundo (del cuerpo) al tomador-de-decisiones (la conciencia).

Las cosas nunca son lo que parecen. Puedo estar preocupado aparentemente por un asunto en concreto (la salud del cuerpo, asuntos de trabajo, desavenencias de pareja, lo que sea), pero no hay un cuerpo de Toni real ni un mundo ahí fuera donde pueda haber cuerpos y conflictos y preocupaciones. "¡El mundo no existe!" (L.132.6.2). Así que la verdadera preocupación no es eso. Como dice la lección 5 (No estoy preocupado por la razón que creo), en realidad la preocupación aparente es simplemente el reflejo del conflicto interior: la preocupación que hay en mi interior como Tomador-de-decisiones por supuestamente haberme separado de Dios. Una parte del tomador-de-decisiones realmente cree que se separó de Dios, y esa parte está tan asustada que para huir de afrontar eso y protegerse proyectó el mundo físico, dividiendo su preocupación en millones y millones de preocupaciones aparentemente más pequeñas, repartidas entre los millones de seres del universo. Al tomar conciencia de esto, podemos elegir reconocer que la separación no ha ocurrido, y así sanar eso (es a nivel mental, no de conducta), y así ayudar al tomador-de-decisiones (que eres tú, que soy yo: pues hay un solo Yo global) a ir reconociendo que es cierto que la separación no ha ocurrido, es solo algo imaginado y muy fácil de solucionar porque ya está solucionado.

Poco a poco, esa creencia en la separación se va disolviendo, como el iceberg se va derritiendo. Cada vez que perdonamos, es como si encendiéramos una vela y la acercáramos al iceberg de la culpa para derretir un trocito del iceberg.

Perdonar siempre funciona, aunque no lo percibamos a través de los sentidos. A veces puede que sí percibamos cambios. Son símbolos, pero lo importante es seguir acordándonos del perdón, hasta que el iceberg de la culpa inconsciente quede completamente deshecho y tengamos la experiencia de estar constantemente de vuelta en la mente y rodeados con toda su paz.

Así que, ¿SER o HACER? En cuanto a ser, todo es a nivel mental, a nivel de conciencia. En cuanto al hacer, todo se trata del cuerpo y del mundo, de los límites (incluso en otros "planos", al ser limitados, se experimentan a través de un cuerpo limitado, sea el cuerpo físico, el astral, el etérico, el causal, etc), y todo eso es ilusorio.

El Curso, cuando va a fondo, corta terminantemente con cualquier posibilidad de que el HACER sea real, pues es ilusorio e imposible. El hacer depende de algún tipo de cuerpo y de algún tipo de mundo, pero el cuerpo y el mundo no existen. El Curso lo expresa a veces muy directamente:

¡El mundo no existe! (L.132.6.2) (Pág. 258)

No hay ni un solo instante en el que el cuerpo exista en absoluto. (T.18.VII.3.1) (Pág. 432)

Por lo tanto, el mundo (y los cuerpos que el mundo parece incluir, incluido el "mío") es ilusorio, es solamente un espejo donde se refleja nuestro conflicto interior, para que así tomemos conciencia de ese conflicto que hemos reprimido y podamos soltarlo. 

El mundo... «Es el testimonio de tu estado mental, la imagen externa de una condición interna». (T.21.introd.1.5) (Pág. 497)

Así que, ante cualquier circunstancia aparente en el mundo, podemos elegir mantenernos en paz, porque la paz es una decisión nuestra, no algo que dependa de las circunstancias externas (excepto que les demos a las circunstancias externas ese poder de influirnos). Si lo que nos molesta o preocupa es en realidad un sueño ilusorio, al tomar conciencia de esto volvemos a la paz que somos realmente. Ampliemos la cita anterior:

(El mundo) «Es el testimonio de tu estado mental, la imagen externa de una condición interna. Tal como el hombre piense, así percibirá. No trates, por lo tanto, de cambiar el mundo, sino elige más bien cambiar de mentalidad acerca de él». (T.21.introd.1.5-7) (Pág. 497)

Volvernos a la paz, una y otra vez, es también nuestra práctica: llevar todas nuestras preocupaciones a la paz interior para que sean disueltas. En nuestro interior está ese Oasis interior, inmutable, inafectado por las ilusorias circunstancias del mundo. Ese centro tranquilo que no puede ser tocado por las ilusiones. Ese tranquilo centro del que se habla en esa sección T.18.VII: «No necesito hacer nada», especialmente en los dos últimos párrafos de la sección, que copio aquí:

Hacer algo siempre involucra al cuerpo. Y si reconoces que no tienes que hacer nada, habrás dejado de otorgarle valor al cuerpo en tu mente. He aquí la puerta abierta que te ahorra siglos de esfuerzos, pues a través de ella puedes escaparte de inmediato, liberándote así del tiempo. Ésta es la forma en que el pecado deja de ser atractivo en este mismo momento. Pues con ello se niega el tiempo, y, así, el pasado y el futuro desaparecen. El que no tiene que hacer nada no tiene necesidad de tiempo. No hacer nada es descansar, y crear un lugar dentro de ti donde la actividad del cuerpo cesa de exigir tu atención. A ese lugar llega el Espíritu Santo, y ahí mora. Él permanecerá ahí cuando tú te olvides y las actividades del cuerpo vuelvan a abarrotar tu mente consciente. 

Mas este lugar de reposo al que siempre puedes volver siempre estará ahí. Y serás más consciente de este tranquilo centro de la tormenta, que de toda su rugiente actividad. Este tranquilo centro, en el que no haces nada, permanecerá contigo, brindándote descanso en medio del ajetreo de cualquier actividad a la que se te envíe. Pues desde este centro se te enseñará a utilizar el cuerpo impecablemente. Este centro, del que el cuerpo está ausente, es lo que hará que también esté ausente de tu conciencia. (T.18.VII.7.1-9; 8.1-5) (Pág. 434)

El hacer es temporal, es fugaz, todo eso aparece y luego desaparece, todo eso pasa, caduca, cambia hasta desaparecer. 

El ser es una cualidad interna que está en nosotros siempre. Siempre somos. Es algo eterno.

Ante cualquier circunstancia preocupante o molesta, podemos tomar conciencia de que eso es ilusorio y fugaz (tarde o temprano se irá), pero incluso en mitad del "huracán", cuando estamos preocupados o molestos, podemos tomar conciencia de que más allá de las circunstancias del hacer, la verdad es que aún somos. Y centrarnos en la pureza del ser, sin añadirle nuestras cavilaciones o conceptos, nos devuelve al centro de paz, a esa parte en nuestro interior que está siempre calmada.

¿Dónde vamos a elegir poner nuestra atención? ¿En el ser o en el hacer? El hacer significa sufrir, cambiar, preocupaciones, conflictos, diferencias. El ser es una constante invitación a la paz. 

Cuando nos sentimos preocupados, molestos o sin paz, es porque ya hemos elegido el hacer, pero al tomar conciencia de esto, podemos retornar al ser. Elegir el ser es, de momento para nosotros, un asunto de práctica, de entrenarnos, debido al fuerte hábito que tenemos de años y años centrándonos tanto en el hacer. Pero ahora, conscientes de esto, podemos empezar a practicar el centrarnos en el ser. Poco a poco, día tras día, momento a momento. Cada vez que sintamos que estamos sin paz, acordarnos de que hemos caído en el hacer, y volver al ser. 

Esta actitud se enseña con mucho más detalle y más refinadamente en Un curso de milagros, por supuesto. Pero la actitud básica es muy simple. El hacer es cambiante, temporal. El ser es lo que hay en nuestro interior que nunca cambia. Invitémonos a centrarnos aquí, en el ser. Vayamos una y otra vez a este oasis de paz. Y luego, cuando nos impliquemos en las aparentes obligaciones del mundo, llevemos con nosotros este relajante oasis de paz interior. Este oasis de paz interior siempre está con nosotros, porque es lo que somos, nuestro ser.

lunes, 21 de septiembre de 2015

Índice de entrevistas

Reúno en este posts los links a diversas entrevistas sobre la temática de Un curso de milagros. Como en este momento la mayoría de entrevistas son con Ken Wapnick, de momento dividiré este post en dos secciones, las entrevistas con Ken, y el resto.

Procuraré actualizar este post a medida que publique más entrevistas en el blog.

Entrevistas a Ken Wapnick

I) Entrevistas de Susan Dugan a Ken Wapnick

El centro tranquilo (2010): http://jugandoalegremente.blogspot.com/2012/02/el-centro-tranquilo-entrevista-kenneth.html

No juegues en el parque infantil (entrevista efectuada en el año 2007): http://hablemosdeucdm.blogspot.com/2015/09/ken-wapnick-no-juegues-en-el-parque.html

El Curso realmente funciona (2010): http://hablemosdeucdm.blogspot.com/2015/09/el-curso-realmente-funciona-entrevista.html

¿He mencionado que eres demasiado serio? (marzo de 2011): http://hablemosdeucdm.blogspot.com/2015/09/he-mencionado-que-eres-demasiado-serio.html

El perdón al estilo-UCDM: ¡No es para tanto! (octubre de 2011): http://hablemosdeucdm.blogspot.com/2015/09/el-perdon-al-estilo-ucdm-no-es-para.html

Sé amable contigo mismo (febrero de 2012): http://hablemosdeucdm.blogspot.com/2015/09/se-amable-contigo-mismo-entrevista-ken.html

¡Simplemente no lo justifiques! (septiembre de 2012): http://hablemosdeucdm.blogspot.com/2015/09/simplemente-no-lo-justifiques.html

Convirtiéndolo en lo más importante (marzo de 2013): http://hablemosdeucdm.blogspot.com/2015/09/convirtiendolo-en-lo-mas-importante.html

II) Otras entrevistas a Ken Wapnick

(de momento no tengo)

Otras entrevistas

I) Gary Renard

Hablando con Gary Renard (por Susan Dugan), en 2011: http://hablemosdeucdm.blogspot.com/2015/09/hablando-con-gary-renard-susan-dugan.html

Entrevista a Gary Renard (por Shaman Elizabeth Herrera), en 2012 (es una traducción de Google, ligeramente mejorada en algunas partes pero en general la dejé como estaba; entendible en lo principal, pero rara en otras cosas): http://jugandoalegremente.blogspot.com/2012/02/entrevista-gary-renard.html

II) Bill Thetford

A Bill Thetford, en 1984: http://jugandoalegremente.blogspot.com/2012/05/entrevista-william-thetford-1984.html

III) Otros entrevistados

Gloria Wapnick: una inspiración y un referente (marzo de 2013): http://hablemosdeucdm.blogspot.com/2015/09/gloria-wapnick-una-inspiracion-y-un.html

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Nota: Y quien quiera leer más artículos de Ken Wapnick, aunque no sean entrevistas, puede echar un vistazo aquí:

Índice de links de los posts sobre Ken Wapnick: http://hablemosdeucdm.blogspot.com/2015/09/indice-de-links-de-los-posts-sobre-ken.html

Saludos

domingo, 20 de septiembre de 2015

Índice de links de los posts sobre Ken Wapnick

Para tenerlos todos a mano en un mismo sitio, reúno aquí los principales links que he posteado o postearé (iré actualizando este índice si es preciso) sobre Ken Wapnick (entrevistas, artículos suyos, traducciones del inglés, etc).

Libros y artículos de Ken Wapnick

Preguntas y Respuestas (P&R) (traducidas de FACIM): http://hablemosdeucdm.blogspot.com/2015/11/indice-de-traducciones-de-p-de.html (anulado por reclamación de copyright)

Algo de material ofrecido directamente en la web de FACIM (algunos temas están disponibles en español, además de en inglés): https://facim.org/online-learning-aids/excerpt-series/

El sueño feliz: http://hablemosdeucdm.blogspot.com/2016/03/el-sueno-feliz-por-kenneth-wapnick.html

La historia de los manuscritos de Un curso de milagros: http://hablemosdeucdm.blogspot.com/2015/05/ken-wapnick-la-historia-de-los.html

Cuando 2+2=5: http://jugandoalegremente.blogspot.com/2014/12/cuando-225.html

Helen: http://hablemosdeucdm.blogspot.com/2014/12/helen-ken-wapnick.html

Los 50 principios del Milagro: http://jugandoalegremente.blogspot.com/2011/11/los-50-principios-del-milagro-kenneth.html

La mente correcta: el hogar de la correcciónhttp://hablemosdeucdm.blogspot.com/2015/08/la-mente-correcta-el-hogar-de-la.html

Índice a los 12 capítulos del artículo "Un curso de milagros: Una espiritualidad llena de esperanza": http://hablemosdeucdm.blogspot.com/2015/08/un-curso-de-milagros-una-espiritualidad.html

¡Tú no existes!: http://hablemosdeucdm.blogspot.com/2015/09/tu-no-existes-ken-wapnick.html

En torno a (T.9.VI.6.3) (No es un post exclusivamente de Ken Wapnick, pero algunas —si no todas— de las preguntas-respuestas copiadas de la web de FACIM fueron contestadas por él): http://hablemosdeucdm.blogspot.com/2015/07/no-entiendo-del-todo-bien-el-mensaje-de.html

Sobre la muerte de Ken Wapnick: http://hablemosdeucdm.blogspot.com/2015/06/sobre-la-muerte-de-kenneth-wapnick.html

Índice a los capítulos ya traducidos del libro Journey Through the Workbook of A Course in Miracles, de Ken Wapnick. El título puede traducirse como "Viaje a través del Libro de ejercicios de Un Curso de Milagros": http://hablemosdeucdm.blogspot.com/2014/10/journey-de-ken-wapnick-indice.html (es un post que lo voy actualizando cada vez que traduzco alguna lección más).

Descargar un PDF con artículos de Ken Wapnick sobre el Curso: http://hablemosdeucdm.blogspot.com/2015/03/articulos-de-ken-wapnick-sobre-un-curso.html

Entrevistas

El centro tranquilo: http://jugandoalegremente.blogspot.com/2012/02/el-centro-tranquilo-entrevista-kenneth.html

Breve extracto (el párrafo final) de una entrevista: «Es simplemente incomprensible lo maravilloso que eso es»: http://hablemosdeucdm.blogspot.com/2015/04/es-simplemente-incomprensible-lo.html (la entrevista completa se titula: «El Curso realmente funciona» y podéis encontrar el link a su traducción un poco más abajo)

No juegues en el parque infantil (entrevista efectuada en el año 2007): http://hablemosdeucdm.blogspot.com/2015/09/ken-wapnick-no-juegues-en-el-parque.html

El Curso realmente funciona (2010): http://hablemosdeucdm.blogspot.com/2015/09/el-curso-realmente-funciona-entrevista.html

¿He mencionado que eres demasiado serio? (marzo de 2011): http://hablemosdeucdm.blogspot.com/2015/09/he-mencionado-que-eres-demasiado-serio.html

El perdón al estilo-UCDM: ¡No es para tanto! (octubre de 2011): http://hablemosdeucdm.blogspot.com/2015/09/el-perdon-al-estilo-ucdm-no-es-para.html

Sé amable contigo mismo (febrero de 2012): http://hablemosdeucdm.blogspot.com/2015/09/se-amable-contigo-mismo-entrevista-ken.html

¡Simplemente no lo justifiques! (septiembre de 2012): http://hablemosdeucdm.blogspot.com/2015/09/simplemente-no-lo-justifiques.html

Convirtiéndolo en lo más importante (marzo de 2013): http://hablemosdeucdm.blogspot.com/2015/09/convirtiendolo-en-lo-mas-importante.html

Nota: Si a alguien le gusta leer más entrevistas, aunque no sean de Ken Wapnick, encontrará más en el siguiente link:

Índice entrevistas: http://hablemosdeucdm.blogspot.com/2015/09/indice-de-entrevistas.html (además de estas entrevistas a Ken, hay otras, por ejemplo a Gloria Wapnick, a Gary Renard, a Bill Thetford, o a quien vaya surgiendo, pues si encuentro algo más, iría actualizando la lista de posts)

Saludos

sábado, 19 de septiembre de 2015

Convirtiéndolo en lo más importante (Entrevista a Ken Wapnick)

Entrevista de Susan Dugan a Ken Wapnick, en marzo de 2013. Es la última entrevista que Susan le hizo a Ken (o al menos de las que hay publicadas en la web de Susan), realizada unos meses antes de la muerte de Ken, acaecida casi al final de ese año, el 27 de diciembre de 2013.

Convirtiéndolo en lo más importante

Por: Susan Dugan

Nota de Susan Dugan: Hace poco me senté de nuevo para entrevistar a Ken Wapnick mientras asistía a unas clases de la Academia, de una semana de duración, en la Fundación para Un Curso de Milagros (FACIM), en Temecula, California, en la cual Ken hizo hincapié más claramente que nunca en la importancia de mirar a la culpabilizadora historia de la separación del ego a través de los ojos de la parte de nuestra mente que sabe que realmente nada de eso ocurrió. Él también nos insta a que nuestra máxima prioridad sea que le pidamos al maestro interior del perdón que nos muestre la manera en que él nos mira a todos y a todo, si verdaderamente queremos experimentar una paz sostenible ((constante)), no la de este mundo.

Mientras estuve allí, también tuve el placer de entrevistar a la esposa de Ken y cofundadora de la Fundación, Gloria Wapnick, la primera de lo que espero que acabará siendo una serie de entrevistas con ella ((la traducción de esa entrevista la posteé aquí: http://hablemosdeucdm.blogspot.com/2015/09/gloria-wapnick-una-inspiracion-y-un.html)). Lamentablemente yo tenía una grabadora nueva y seguramente presioné el botón equivocado porque la conversación no se grabó. Aunque Gloria me invitó amablemente a que la llamara para complementar los detalles que faltaban en mis notas (lo cual planeo hacer), el incidente me ofreció una nueva oportunidad para mirar el auto-juicio que surge en nosotros en este aparente viaje a casa a medida que comenzamos a retirar nuestras proyecciones externas y —por nuestro miedo inconsciente— las volvemos contra nosotros mismos ((T.11.IV.4.5-6; 5.1-6)).

Bueno, no planeaba empezar esta entrevista con esto, pero es en lo que estoy, así que aquí va. Estoy superando una gripe. La última vez que vine aquí para una clase de la Academia en agosto, todo lo que dijiste parecía muy fácil de absorber y me sentí totalmente apoyada y en sintonía con ese tranquilo centro interior. Pero esta vez ha sido una experiencia muy opuesta. Emocionalmente he estado con altibajos, fluctuando arriba y abajo, haciendo realmente flip-flop, es decir, haciendo zapping o esta especie de vaivén o movimiento en zigzag entre la mentalidad correcta y la mentalidad errada. Cuando no logré grabar mi entrevista con Gloria, oí esta voz de reprimenda diciendo que eso no es aceptable, que no soy aceptable. Que no está bien hacer algo tan estúpido, tan poco profesional. Era el ego reprendiéndome, lo cual no es poco común, pero él tenía realmente toda mi atención. En general, eso ha estado surgiendo últimamente. Desde que estuve aquí el último verano, experimenté algo de sanación auténtica en una relación especial difícil y de larga duración, pero también ha habido mucho más de este auto-odio. 

Bien, en realidad eso es bueno. La falta de perdón oculta eso, así que cuando tú estás más perdonadora y sanando en tu relación especial, la (restante) falta de perdón simplemente sube a la superficie. ((Como en la metáfora del iceberg, o como en la espléndida metáfora de la cebolla; vamos perdonando pero el iceberg o la cebolla parece seguir igual en su apariencia externa, pues la culpa inconsciente sale de la parte oculta y emerge a la superficie, sustituyendo a la culpa que ha desaparecido al perdonar de manera consciente algún símbolo de la proyección; finalmente, si persistimos en la práctica del perdón, algún día queda deshecha toda la culpa-iceberg-cebolla-ego, y ya no hay obstáculos para experimentar de manera permanente el amor, la paz sin fin, el puro ser; eso es la iluminación o resurrección))

Sí. Bueno, sé que dices que mirar al ego sin auto-juicio es mirar con Jesús o el Espíritu Santo, pero parece haber un auténtico desfase o retraso para mí entre hacer eso y experimentar el confort de la percepción sanada. A veces tengo la sensación de que estuviera fallando en alguno de los pasos. No consigo dejar de lado la parte del auto-juicio.

OK. Pero lo conseguirás. Yo creo que el hecho de que todo esto esté subiendo a la superficie es en realidad algo maravilloso. Solo para repetir: la falta de perdón que estuviste experimentando durante un largo tiempo en esta relación especial en realidad enmascaraba u ocultaba la culpa. Así que, como has empezado a dejar de lado tus ataques, a perdonar más, y a permitir la sanación de tu relación, entonces lo que se estaba protegiendo emerge ahora, lo cual, a la larga, es muy, muy positivo. No se siente demasiado bien. Pero entonces tienes que darte cuenta de que no solo eres adicta a enfadarte con esta persona, también eres adicta a enfadarte contigo misma, y a la idea de que eres el hogar del mal, de la oscuridad y del pecado.

¿Y eso conserva la idea que tengo de mí, aunque sea deprimente? 

Sí, absolutamente. Por lo tanto, no hay nada que tengas que hacer, querida, excepto solo ser paciente. Y tú quieres confiar en el proceso, tener fe en que lo que te ha traído hasta aquí, continuará.

Y eso es como aquella descripción del perdón que hay en el Libro de ejercicios, donde se dice que el perdón "Simplemente observa, espera y no juzga" ((L.PII.Preg1.4.3)). ¿Se trata de ese esperar, en parte?

Sí.

Supongo que una pregunta similar, que me surgió aquí mientras te escuchaba, era que lo que en realidad estamos haciendo cuando retenemos el perdón es rechazar el amor de Dios o de Jesús. Tengo un montón de diálogo interno con Jesús a lo largo del día, a pesar de que entiendo y creo que él en realidad no es un cuerpo, al menos no más de lo que entiendo y creo que yo no soy un cuerpo. Pero esa imagen de él me resulta útil para llevarle a él todo, a pesar de que en realidad él no tiene nada que responder. Pero desde que estoy aquí, ni siquiera puedo recordar ponerme en contacto con él como suelo hacer a lo largo del día, para pedirle que me ayude a mirar a todos y a todo desde su perspectiva. 

Y después, me desperté en mitad de la noche posterior a ese incidente con la entrevista de Gloria, y en lugar de ponerme en contacto con él como suelo hacer (lo cual frecuentemente me ayuda a volverme a dormir, e incluso a experimentar sueños realmente sanadores), esta vez tuve una sensación de que él estaba sentado en un rincón de la habitación. Y pensé, "¿qué estás haciendo aquí? Yo no te invité". Yo estaba realmente molesta. Y entonces debí dormirme otra vez y tuve este sueño en el que veía el rostro de Jesús en todo sitio al que yo miraba. En cada rincón y en el interior de cada puerta, en los cuerpos de cada persona que pasaba por la calle. Incluso abrí el refrigerador y había un Jesús en miniatura, mirándome desde en medio de los envases de comida. Y yo estaba aterrada, y empecé a correr y a gritar. Y me di cuenta de que no quiero verle en todo, quizás no quiero verle en absoluto. 

Bueno, parte de ti le ama mucho. Pero la parte de ti que quiere excluirle es la parte que dice: "no me quites mi vida. No me quites a Susan. Yo puedo ser miserable como Susan, pero al menos soy Susan, y eso me gusta". Así que lo que necesitas hacer es no liarte con eso. No luches contra ti misma, no te sientas culpable por querer rechazar a Jesús, simplemente observa que eso es lo que estás haciendo y reconoce que simplemente no has llegado ahí todavía. Eso es todo lo que tienes que hacer. Solo tranquilízate.

¿Simplemente sentarme con eso? Eso es lo que he estado tratando de hacer. Simplemente estar con eso, dejarlo estar. 

Sí, solo siéntate con eso. No durará, querida.

Sí, pero, ¿estás hablando de la versión del tiempo que tiene el Espíritu Santo, o de nuestra versión del tiempo? 

Nuestra versión.

OK. Estuve escuchando tu colección de CDs sobre la intimidad, donde hablaste una vez más de que escuchar los últimos cuartetos de Beethoven fue tu entrada a comenzar a experimentar realmente lo que en realidad somos ((este tema lo tocó también en una entrevista anterior, titulada: "El centro tranquilo")). Pero eso fue para ti un proceso, también, durante una década o así. Y dijiste que eras consciente de la interferencia, de los bloqueos dentro de ti mismo para unirte completamente con esa música. Esa música es en lo que tenías que transformarte, y transformarte en ella es lo que te permitía tener el tipo de relación que más tarde tuviste con el Curso, con Helen y con Gloria.

Bueno, yo nunca analicé el bloqueo. Cuando empecé a escuchar los últimos cuartetos estaba aún en la universidad y me dije: "Todavía no estoy listo para esto". Pero seguí volviendo a ellos, y esto no lo habría dicho entonces, pero, en retrospectiva, era una manera de trazar mi propio progreso espiritual. Pero nunca lo analicé. No soy así. No creo que sea muy útil hacer eso. Sencillamente siempre supe que llegaría el día en el que me sentiría totalmente uno con esa música. Y sabía que cuando eso sucediera, eso sería todo, que no había nada más allá de eso. Y después, ocurrió.

Así que tenías el deseo de eso, pero sin esforzarte. 

Sí, yo no me estaba esforzando. En aquella época trabajaba en una clínica de salud mental cerca del mar en la costa sur de Long Island y desde allí se tardaba unos diez minutos en llegar en coche a la playa. A la hora de comer me gustaba ir a pasear por la playa con la música de los cuartetos, escuchando la melodía en mi cabeza. Eso siempre estaba conmigo. Era más importante para mí que cualquier otra cosa, más que mi matrimonio (lo cual pudo ser el motivo por el que mi matrimonio se vino abajo) y que mi carrera profesional. Que yo supiera, no había nada en este mundo que fuera más importante, y simplemente sabía que ocurriría. En cierto sentido mi interés por el mundo disminuía y esto crecía y crecía y crecía.

Era como si de alguna manera hubiera un programa, una tabla de tiempos, un horario que simplemente yo estaba siguiendo. Era casi como si yo estuviera esperando el momento, pero sabía que todo se uniría algún día. No sabía de qué forma acabaría eso, pero sabía dónde acabaría. Eso no era un trabajo (no había esfuerzo), pero yo era consciente de eso como un proceso.

Ya sabes que no soy un gran junguiano, pero he leído todo de Jung y recuerdo haber leído su autobiografía, con sus memorias, recuerdos, sueños, reflexiones, comentarios, aunque ese material termina no siendo tan honesto, pero él habló de que —he olvidado las palabras exactas que él usó—, pero esencialmente él decía que vivimos nuestras vidas en dos niveles. Y yo pude identificarme con eso. Yo era consciente de vivir mi vida en dos niveles; por un lado en la pista externa, en la cual yo estaba en la universidad, en mi vida profesional, en mi vida personal. Y luego, por otro lado, había la pista interna de Beethoven, ese proceso de unirme con la música de Beethoven. Y ambos niveles eran (en aquel entonces) totalmente independientes uno del otro. Y yo sabía que eso no era correcto, pero así es como era. Con el tiempo, la pista externa se volvió menos y menos importante y la pista interna se volvió todo: era lo único que importaba realmente. Siempre fui bueno con mi desempeño en el mundo, pero escuchar esa música y llegar a ser uno con ella siempre fue la cosa más importante. ((De aquí —y del resto de veces que lo repite de un modo u otro— viene el título de esta entrevista))

¿Y eso es lo que estamos tratando de hacer en nuestras relaciones con los demás, tratar de oír esa llamada a unirnos con ese amor? 

Sí. Tratando de oír la llamada, de responder a ella y de confiar en ella. Y, sabes, lo que en realidad estoy diciendo y enfatizando cada vez más estos días cuando enseño, es que esto tiene que ser la cosa más importante de tu vida. Y esto no es para la gente. Pero esto tiene que dominarlo todo, incluso cuando estás viviendo tu vida normal con el trabajo y la familia y ocupándote de tu cuerpo —lo que sea que estés haciendo— esto tiene que ser la cosa más importante. Cuando miro atrás a mi vida, veo que centrarme en la música de Beethoven fue lo más importante.

Tú sabes que yo había estudiado y leído muchas cosas, mucha psicología, y en realidad nada de esto era verdadero. Una gran novela era verdadera, o una gran obra de arte, pero realmente nada de lo que yo había estudiado era verdadero porque no podía tocar la esencia. De modo que, al mismo tiempo que me volví muy bueno en psicología, aprender lo que tenía que aprender —aprender a volverme uno con esa música— fue siempre lo más importante porque es todo. Así que les pregunto a los estudiantes del Curso, ¿no queréis ir a casa? Porque si es eso lo que queréis, todo debe estar orientado a querer mirarlo todo de una manera diferente. A realmente querer reconocer mi ego, tomar este amor de Jesús o del Espíritu Santo y llevarlo conmigo, independientemente de lo que esté haciendo.

Bueno, y yo siento que el Curso es lo más importante para mí y sin embargo todavía tengo este dolor que surge; este juicio, este auto-juicio, esta resistencia. 

Pero lo que haces que es maravilloso, Susan, —y no te das a ti misma suficiente crédito por esto—, es que sabes lo que estás haciendo. Sabes cuándo estás resistiendo, sabes cuándo estás escapando de ese amor, y eso es todo. Ves, eso es de lo que estuve hablando esta mañana, solo tienes que saber lo que estás haciendo y confiar en que en algún momento, resistir será demasiado doloroso.

Bueno, y una de las preguntas que iba a hacerte es sobre esa parte del Curso que habla de que: «Las pruebas por las que pasas no son más que lecciones que aún no has aprendido que vuelven a presentarse de nuevo a fin de que donde antes hiciste una elección errónea, puedas ahora hacer una mejor» ((T.31.VIII.3.1)). Últimamente, cuando las mismas lecciones han surgido otra vez dentro de mi jerarquía de ilusiones desde lo micro hasta lo macro, he tenido esta experiencia de saber que no puedo hacer esto de nuevo, no puedo responder por sentirme una víctima y luego justificarlo como hacía antes, simplemente es demasiado doloroso. No puedo hacerlo. Y tan pronto como vi eso, fui capaz de hacer lo que tenía que hacer en la forma pero sin nada de la tendencia a reaccionar que antes había. Podía hacer las cosas que la gente normal hace para afrontar las circunstancias, pero no había malicia, ni la sensación de que alguien fuera culpable, ni había dolor. Así que eso es lo que la práctica día-a-día del perdón hace conforme pasa el tiempo. ¿Eso simplemente desactiva en cierto modo el músculo de la condena?

Sí. Y es cuestión de confiar en que un resultado feliz está garantizado y saber realmente eso, no solo en una especie de sensación abstracta de que estamos todos realmente en casa. Y luego confiar en que haciendo esto religiosamente, con auténtico compromiso, especialmente cuando las cosas se vuelven difíciles, cuando el ego se pone viscoso, simplemente saber que todo eso forma parte del proceso, y así no estar preocupado por ello.

Y en cada ocasión no puedes tomarlo tan en serio como en la ocasión anterior porque sabes que esto realmente no puede ser. Has llegado a la paz del otro lado anteriormente, e incluso si el dolor y el miedo están ahí justo ahora, sabes que estás de camino en el proceso de salir de esto y convertirte en todo lo que realmente quieres.

Correcto.

Tengo una pregunta en torno a la idea de ser normal, de la que tú hablas todo el tiempo y de hecho has hablado un montón sobre eso esta semana. Entiendo completamente lo que quieres decir con eso en cuanto a hacer aún cosas en el mundo y ocuparnos de nuestro cuerpo, relacionarnos con la gente teniendo en cuenta el punto en el que ellos están, y no confundir niveles. Pero por otra parte, en esta vida, la gente normal no suele gastarse dos mil dólares y volar cruzando el país y sentarse en una habitación cinco horas al día durante una semana para que les digan que ellos en realidad no existen. Y en mi vida, exceptuando a los amigos del Curso —amistades que han ido surgiendo desde que encontré el Curso hace nueve años—, el resto, mi marido, mi hija, mis otros amigos, mis muy devotamente católicos padres y familiares, esto —que yo hago— no es normal para nadie a mi alrededor. Es como el elefante en la habitación; que se me ha ido la olla. Hay una norma tácita de "no preguntes, no digas nada sobre eso". ((El elefante en la habitación es un proverbio inglés que alude a cuando en una reunión hay un tema tabú —incómodo de tratar— que es evidente para todos —ese es el elefante— y todos guardan silencio con respecto a eso, nadie saca el tema, en un silencio tácito para evitar conflictos o no herir las susceptibilidades de las personas presentes; en el caso de Susan, ese tema tabú es la no-dualidad de Un curso de milagros con sus ideas de que las personas no existen, etc, lo cual puede hacer parecer a Susan —a ojos del mundo, desde la perspectiva de sus amigos y familiares "normales"— un poco loca o como que se ha pasado de la raya con sus excentricidades, vamos, para decirlo con una frase típica, que se le ha ido la olla jejeje))

Esto se ha convertido completamente en mi prioridad principal y, con el tiempo, en el trabajo de mi vida. Estoy estudiando, escribiendo y enseñando todo el tiempo y jamás nadie me pregunta en qué estoy trabajando, incluyendo las personas con las que vivo. Así que hay una sensación de tener un pie en cada mundo, tratando de ser amable y sin embargo sintiéndome una especie de, bueno, para nada normal según los estándares del mundo, desde luego.

Bueno, eso es cierto. Quiero decir, tomándote como ejemplo, tú eres una persona normal, una esposa, madre, hija, amiga, eres muy buena en lo que haces, pero tienes una vida secreta. Así que no eres normal en ese sentido, pero no actúas de una manera que te separa de las otras personas. A eso es a lo que me refiero cuando le digo a la gente que sea normal. Sabes, siempre estoy haciendo bromas sobre los estudiantes del Curso porque hay tantos de ellos con los que no puedes tener una conversación normal. No puedes usar la palabra "especial" cuando estás frente a ellos, por ejemplo. Y tú sabes todas las cosas divertidas que los estudiantes del Curso dicen y hacen y ellos no se dan cuenta de que están separándose a sí mismos de las demás personas. Así que cuando digo "sé normal" me refiero a parecer como todos los demás. Pero eso no quiere decir que tú no tienes una vida secreta y que tu implicación con el Curso sería algo muy extraño desde la perspectiva del mundo, si lo supieran.

Yo era normal de muchas maneras cuando estaba en la universidad. Teníamos clases pequeñas y estábamos todos muy próximos. Los compañeros podían preguntarme sobre mi vida secreta y yo compartía tanto como podía, pero era obvio que había algo diferente. Yo no caminaba por ahí cargado de libros de psicología, sino que en vez de eso leía grandes novelas. Me fugaba de las clases y hacía novillos para ir a conciertos y óperas, pero por lo demás yo era normal. Así que tienes una vida secreta, pero no la usas para separarte de otras personas. Estás siendo fiel a tu vida secreta, al verdadero amor de tu vida, pero al mismo tiempo estás siendo fiel con todos tus diversos roles y responsabilidades.

¿Y entonces uno simplemente tendría que observarse a sí mismo cuando intenta hacer real el sentimiento de que los demás se separan de él debido a eso?

Por supuesto. Observa cualquier deseo de usar el Curso como una forma de justificar la separación de otras personas.

En ese mismo sentido, tengo amigos que enseñan formalmente el Curso y que, desde mi perspectiva, parecen estar desviándose. Haciendo reales los desvíos de la metafísica no-dualista subyacente al Curso. Cuando eso sucede y voy hacia dentro de mí a mirarlo, parece que la única respuesta es simplemente ser amable.

Sí, a menos que ellos te pregunten expresamente. Y, si lo hacen, no les golpees en la cabeza con eso.

Pero está bien decir: ese no es exactamente mi entendimiento. ¿Podemos simplemente estar de acuerdo en no estar de acuerdo?

Sí, y esa es una manera perfecta de hacerlo, justo de la manera que lo has dicho.

A veces tengo tendencia a pensar que enseñar sobre el Curso y escribir sobre él es más importante que, digamos, ser un miembro del Congreso o un mafioso o un fontanero, cuando de hecho no importa lo que haces en el mundo siempre y cuando estés usándolo para aprender a expresar el amor en vez del miedo. Pero luego soy cada vez más consciente del dolor que acarrea cualquier decisión en favor del especialismo. Así que voy atrás y adelante, queriendo asegurarme de que honro mi deseo de compartir mi pasión por la práctica del perdón y luego juzgándome a mí misma como arrogante por creer que tengo algo valioso que compartir. Así que parece como si el ego consiguiera engancharme al especialismo desde ambas direcciones. ¿Tienes algún consejo sobre la manera de afrontar el enseñar y el escribir sobre el Curso desde la mentalidad correcta?

Lo que te mantiene honesta es darte cuenta de que, en cierto sentido, es cierto que enseñar el Curso y formar parte de cualquiera que sea su propósito en el mundo es importante, pero eso no convierte a la persona que lo hace en más importante que las personas que hacen otras cosas en el mundo. Así que no se trata de identificarte con lo que haces, sino con quien lo haces, con ese centro tranquilo interior. Así que no importa si enseñas el Curso o no, el asunto es no quedar atrapados en la trampa de juzgar que esto es más importante que aquello, lo cual es solo otra manera de tratar de llenar el agujero interior. "No puedo sentirme importante a menos que enseñe el Curso". Lo que cambia todo eso es simplemente mantenerse enfocado en ese amor interior. Entonces te identificas únicamente con ese amor.

El cual, sinceramente, cuando estoy enseñando, es en ese amor en lo único que estoy enfocada.

Sí, pero luego el ego salta y dice: "esto es especial" (o: esta es especial).

Y eso me hace sentir fatal. 

Por eso, cuando suceda, solo di: "¡Basta ya!".

OK. Aquí va otra pregunta sobre la enseñanza, con la que he estado yendo hacia atrás y adelante (dando vueltas, con dudas), y tengo amigos que enseñan y van con ello atrás y adelante y me han hablado de eso. Siento que tu enseñanza ha sido la cosa más útil para mí en términos de ser capaz de entender el Curso y practicarlo, porque si no lo entiendes, posiblemente no puedas practicarlo. Y tú gozas de ambas cosas. Lo encarnas, y no nos dejas ir demasiado lejos con todas las cosas mundanales que queremos hacer con él. Pero es difícil a veces porque mi clase semanal está abierta a cualquiera y tengo un montón de principiantes y a veces aficionados espirituales o diletantes espirituales aparecen y yo hago el mejor de mis esfuerzos en términos de revisar la metafísica de cualquier tema que estemos trabajando de una manera tan amable como pueda, explicando que Dios no hizo el mundo y que todo esto está sucediendo en nuestra mente. Pero a veces me pregunto si hay algo que yo debería hacer para que estas ideas sean más fáciles para ellos. Y cuando llevo esta cuestión adentro, la respuesta que me llega es "no". No es mi responsabilidad hacerlo más aceptable para nadie. Ellos lo descubrirán cuando estén listos. Lo único que tengo que hacer es decir la verdad de un modo tan amoroso como pueda. ¿Es esto correcto? 

Sí.

Y en realidad estoy enseñando para yo misma poder aprender a seguir a nuestro maestro interior y aprender el verdadero perdón, y la única manera en la que sé enseñar es desde mi experiencia, de adentro hacia fuera.

Sí. Y esa es siempre la mejor enseñanza.

Gracias. Tuve algo surgiendo con mi marido recientemente, cuando yo parecía estar una vez más muy excitada por algo que parecía estar pasando con él y yo estaba muy molesta, a pesar de que en algún nivel siempre estaba esta sensación de que soy yo quien está inventando esto. Y me observaba a mí misma tratando de hacerlo real e incluso adornándolo. Y era consciente de que estaba haciendo esto incluso mientras me sentía victimizada. De todos modos, había un desfase entre esto pasando por mi mente y el momento en que iba hacia él y le confrontaba sobre el asunto. Cuando finalmente lo hice, él fue realmente amable. Me escuchó, lo cual yo no percibía que fuera lo habitual en él. Yo no solía sentir que pudiera expresar mi ira con él porque él se ponía muy reactivo, así que yo no podía. Pero esta vez él sonaba como muy en la mentalidad-correcta y eso precisamente es lo que de alguna manera me detuvo. Y me di cuenta de que yo estaba siendo la loca y él estaba siendo el que estaba cuerdo. Eso nunca me había sucedido antes. Él estaba incluso usando el lenguaje que yo usaría, el lenguaje que se usa cuando tratas de unirte con alguien en el punto donde él está. Así que, ¿es así como el Espíritu Santo, nuestra mentalidad-correcta, me contesta?

Sí. Creo que lo que pasó es que tu indefensión y el hecho de que tomaste conciencia de lo que estabas haciendo conectaron con él. Y, puesto que las mentes están unidas, él no se sintió atacado; él no sintió la necesidad de ponerse a la defensiva.

¿A pesar de que yo estaba enfadada?

Sí, pero tú de alguna manera sabías lo que estabas haciendo, has dicho. No había el veneno que podría haber estado ahí en el pasado y por lo tanto, las mentes están unidas. Recuerda, no tienes que estar libre de ego; solo tienes que ser consciente de él. Eso corta por lo sano todo ello.

Tengo otra pregunta sobre mi hija. Ella está en su segundo año en la Universidad de Colorado, a solo una hora de distancia, y allí tienen un programa de estudios en bloque, en el que disponen de un par de días de descanso después de cada bloque. El año pasado ella y sus amigos —todos ellos son de fuera del estado— estuvieron viniendo mucho a nuestra casa, así que realmente no sentí demasiado el impacto de su salida. Este año todos ellos tienen coches y en los días de descanso se van lejos, y estoy volviendo a sentir esa sensación de pérdida. Y simplemente me observo a mí misma cayendo en eso. Ella siempre ha sido de esa clase de niños llamados "almas viejas", signifique eso lo que signifique. Siempre he sentido una conexión realmente profunda con ella, incluso más allá de la conexión usual madre-hija, y ella ha sido un gran consuelo para mí. Soy muy consciente de que ella está haciendo exactamente lo que necesita estar haciendo, que en este momento es separarse de mí, y soy muy comprensiva con eso, pero aún así siento la pérdida. Y todavía fantaseo con que en su presencia sentiré más amor que el que siento cuando ella no está.

Es normal. Tú estás muy unida a ella y ella ha sido una parte importante de tu vida, obviamente, pero al mismo tiempo sabes que ella necesita dejar el nido. Entonces, tú quieres ser honesta sobre el hecho de que tu especialismo requiere que ella llene el vacío en ti, pero no quieres usar eso para lastimarla. Así que solo sé consciente de eso y confía en que el amor de tu interior llenará ese hueco. Así que, aunque es normal que la eches de menos, eso no le hará daño a ella. Es lo mismo que estaba diciendo hace un momento, simplemente confía en el amor de tu interior, permanece abierta a la parte de ti que quiere sentirse abandonada o sola, reconoce que eso no es amor por ti ni por tu hija, y confía en que el amor va a estar ahí.

Y ahí es donde esa relación interior se vuelve todo. La única cosa que estoy segura que el Curso me ha dado, al menos cuando estoy en la mentalidad-correcta, es el buen juicio de que nunca estoy sola, y de que cuando me siento sola puedo ir a esa relación dentro de mí.

Sí. Así que, independientemente de que personifiques esa relación interior en términos de Jesús o mediante algún otro símbolo, ese amor, esa majestuosa calma interna, se convierte en el centro de tu vida. Ahí nunca estás sola, y ahí sientes tu amor y su amor ((el de Jesús o el símbolo que usemos)), y eso te ayuda a tratar con todos los asuntos externos.

Correcto. Y ahí es donde entra esa conversación interior. ¿A esa calma interna es adonde tenemos que traerle a Jesús o al Espíritu Santo todas las cosas que creemos que pudieran dolernos, las cosas que nos han hecho daño? 

Eso es correcto.

Muchas gracias, Ken.

Fuente: http://www.foraysinforgiveness.com/a-conversation-with-ken-wapnick-making-it-the-most-important-thing

viernes, 18 de septiembre de 2015

Gloria Wapnick: una inspiración y un referente

Entrevista hecha por Susan Dugan a Gloria Wapnick. Gloria es la esposa del actualmente fallecido Ken Wapnick. Esta entrevista se realizó aproximadamente en marzo de 2013. Publicada en inglés un mes más tarde debido a ciertos problemas técnicos (falló la grabación de la entrevista y hubo que reconstruirla como mejor se pudo).

El título de la entrevista hace alusión a la manera en que Ken llamaba a su esposa Gloria: «La inspiración y el referente de la Fundación», refiriéndose a la Fundación para Un Curso de Milagros (FACIM), que co-fundaron ambos juntos, Gloria y Ken. 

Gloria Wapnick: una inspiración y un referente

Por: Susan Dugan

((Nota de Toni: el formato de esta entrevista es a través de la narración de Susan Dugan, acompañada de los comentarios de Gloria, añadidos entre comillas angulares y coloreados en azul: «como en este ejemplo»)) 

Habiendo crecido en el Bronx en los años 1940s y 50s en una familia italiana católica, Gloria Wapnick siempre se sintió próxima a María y le rezaba con frecuencia para que la ayudara a reconciliar sus ambivalentes sentimientos con respecto a un Dios que hubiera sacrificado a su Hijo a morir en la cruz. «Era aterrador ir a la iglesia y ver un crucifijo todo el tiempo, y hacer las Estaciones de la Cruz ((es lo mismo que el Vía Crucis —o Viacrucis— y que la Vía Dolorosa)) era terrible. Yo no entendía cómo Dios podía hacer esto. Recuerdo que pensaba: ¿Qué hizo Jesús para merecer eso, cuando yo soy tan mala y pecadora?».

Al igual que muchas chicas católicas, ella soñaba a menudo con ser una monja —«una encerrada, una monja de clausura, lejos del mundo»— pero no podía seguir royendo dudas sobre sí misma. «Siempre estaba haciendo preguntas que les desagradaban a las hermanas y a los sacerdotes», dice. «Preguntaba cosa como que por qué ellos no animaban a nadie a leer la Biblia por sí mismos, y que cómo sabían que eso era la palabra de Dios. Y luego, más tarde, me surgieron preguntas sobre cosas como la transubstanciación. Nada de eso tenía sentido. Sin embargo, aprendí muy rápidamente que se suponía que no debía de preguntar».

El verano después de octavo grado, Gloria viajó a Italia con su madre y su hermana menor para visitar familiares. Una vez allí, su madre sufrió un ataque al corazón y se vieron obligadas a quedarse allí mientras ella se recuperaba. «Hablé con muchas personas —amigos y familia— sobre la Segunda Guerra Mundial, lo cual es lo que desencadenó mi posterior salida de la iglesia. Ellos me contaron historias de las fuerzas de liberación y de los bombardeos de los aliados, y de las atrocidades cometidas por las tropas coloniales que fueron enviadas por Inglaterra, Francia y otros. Me quedé muy traumatizada al saber todo eso. Pensaba: si esto es lo mejor que Dios puede hacer, no quiero formar parte de esto».

Al volver a los Estados Unidos, buscó el consejo de un sacerdote sobre su experiencia. «Él simplemente no lo entendía. Estábamos en la casa parroquial y él empezó a decir que yo debía mirar por la ventana y ver esa brizna de hierba en el césped, el esplendor de la creación de Dios, y todo eso. Y yo solo pensaba: "eso no me ayuda con lo que estoy sintiendo". Así que a la edad de catorce años tomé la decisión de dejar la iglesia y nunca regresé, aunque nunca dejé mi conexión con María. A lo largo de toda la escuela secundaria estuve buscando algún tipo de espiritualidad que tuviera sentido, pero ninguna de ellas lo tenía realmente».

Activa en el movimiento por la paz, Gloria asistió al Hunter College ((una universidad de Nueva York)), donde se especializó en asuntos internacionales y se convirtió en vicepresidenta del club de relaciones internacionales de estudiantes, encargada de encontrar oradores sobre diversos temas de interés. Una invitación —a que diera una charla— al hijo de Raúl Roa, el embajador de Cuba ante la ONU, provocó que casi la expulsaran de la universidad. «Hubo esta increíble reacción por parte de los administradores de la universidad. Fue muy extraño porque él era un simple estudiante en aquel tiempo —creo que él podría haber ido a Harvard—, pero el tema fue tratado como si fuera algún tipo de incidente internacional».

Gloria conoció a su primer marido —un estudiante iraní que estudiaba en otra institución— por medio de un amigo en la ONU, y arregló las cosas para que él hablara para el club en un lugar fuera del campus universitario. «Yo no quería correr el riesgo de tener un nuevo incidente. Hubo auténticos problemas en aquellos días. Por ejemplo, el presidente de nuestro club de relaciones internacionales fue a Cuba y, cuando regresó, el FBI lo llevó aparte y lo retuvieron en un cuarto del aeropuerto JFK, donde le confiscaron todas sus películas ((sus "vídeos", aunque creo que en aquel entonces aún no había vídeos, pero en fin: sus filmaciones sobre la vida en Cuba)), sus notas y sus cintas ((grabaciones en audio, en el formato de aquella época)). Le advirtieron que si alguna vez hablaba de su viaje a Cuba nunca conseguiría trabajo. Él estaba muy agitado, y nunca volvió a hablar de eso».

Durante su último año de universidad, Gloria se casó con su marido iraní. «Yo había planeado entrar en el Foreign Service ((debe ser el equivalente en USA a Ciencias Políticas; o Ciencias Diplomáticas; en definitiva, asuntos externos, de relaciones internacionales)) pero en aquel momento no admitían a las mujeres casadas, así que eso lo cambiaba todo». Dio a luz a su hijo mayor en abril de 1962, y se mudó a Irán con su marido y su hijo en 1963. Su hijo menor nació allí el año siguiente. Casarse con un iraní la convirtió automáticamente en ciudadana iraní, lo cual más adelante complicó su regreso a los Estados Unidos. Ella consiguió un trabajo, enseñando inglés a los estudiantes iraníes en el Iran-American Institute, y más tarde enseñó estudios sociales en el American School in Iran, donde una vez más provocó sin querer un gran revuelo.

«Estaba enseñando sobre los diferentes tipos de gobiernos parlamentarios, tratando de ofrecer a los estudiantes un panorama comparativo, e incluí una descripción del gobierno de Irán. Estos chicos eran hijos de diplomáticos, militares, y familias estadounidenses de apoyo, y estaban realmente interesados. Yo no sabía que tenía en mi clase al hijo de todo un comandante estadounidense. Regresó a su casa y le dijo a papi lo que fuera que le dijera. Los administradores eliminaron mis clases y me dijeron que si algo me ocurriera, no vendrían en mi ayuda. Tuve que asumir otras funciones durante dos meses, hasta que los administradores me dieron una clase de nuevo y me amenazaron para que nunca más volviera a hablar de Irán».

A pesar de que ella se llevaba bien con sus suegros iraníes, con el paso del tiempo su matrimonio comenzó a deteriorarse. «Él era un revolucionario y, aunque éramos muy compatibles en nuestra postura política, empezamos a tener problemas personales. Yo quería salir del matrimonio pero como tenía pasaporte iraní y había venido como ciudadana iraní, necesitaba su permiso para marcharme».

Su marido no estaba dispuesto a dar su conformidad. «Me dijo que si quería visitar a mis padres, él les enviaría billetes para que ellos vinieran a Irán, o que yo podría ir para una visita llevando conmigo a uno de mis hijos. Pero yo no iba a dejar en Irán a uno de mis hijos. Fui a la embajada de Estados Unidos y allí había alguien en el ala política que tenía un amigo en Pan Am ((Era una gran aerolínea estadounidense)), el cual reservó mis pasajes y se aseguró de que mi nombre no apareciera con el de mis dos hijos. La cosa se venía abajo hasta el último minuto. Yo tenía un amigo a quien di clases en la American School, quien me ayudó a escapar en ese día. Yo tenía miedo por todas las cuestiones políticas en torno a mi enseñanza. En ese momento las personas simplemente desaparecieron y nunca vuelves a saber de ellos».

Gloria y sus hijos regresaron sin incidentes al Bronx y allí ella comenzó de nuevo como una madre soltera, teniendo mucho apoyo por parte de su familia. «Mamá y papá se encargaban de los niños cuando me iba a trabajar. Aunque yo había estado enseñando durante muchos años, no tenía credenciales para enseñar en la escuela pública, así que enseñé durante un año en una escuela católica, y déjame decirte que eso fue divertido». Se ríe. «Les dije a las monjas: "Mira, aceptaré dar vuestra clase de historia si vosotras aceptáis mi religión". Volví a la escuela nocturna y enseñaba la secundaria y luego la secundaria-preparatoria ((esta clasificación es difícil de traducir porque no corresponde con las de otros países, pero más o menos enseñó a alumnos de 7-9 años y luego a los de 10-12 años)) —con el tiempo llegué a ser decana de admisiones, mientras seguía enseñando las dos clases en las escuelas públicas de Nueva York».

En 1977, una colega del departamento de estudios sociales de la secundaria estaba entusiasmada con una psíquica a la que ella había consultado, y animó a Gloria a que pidiera cita. «Yo estaba haciendo cursos nocturnos y no disponía de mucho tiempo. Pero ella insistió en eso y finalmente fui. Resultó ser Pat Rodegast, cuyo espíritu guía se llamaba Emmanuel. El espíritu guía me dijo que yo tenía que ir al Wainwright House, un centro de enseñanzas de la Nueva Era, en Rye, Nueva York, donde encontraría lo que había estado buscando toda mi vida. Eso me llamó la atención, aunque me parecía muy desafiante. Es decir, yo pensaba: "¿Cómo sabe lo que estoy buscando?"».

No obstante eso despertó su curiosidad y Gloria se inscribió un fin de semana a un ciclo de conferencias sobre Un curso de milagros, presentadas por un estudiante desde los comienzos del Curso, Bruce Gregory. «Estaba muy intrigada. Lo único que sabía es que tenía que tener como fuera estos tres libros (en aquel entonces el Curso se difundía separado en 3 partes), pero no tenía suficiente dinero a mano y no llevaba mi talonario de cheques conmigo. Pensé en darle a Bruce mi licencia como garantía de que volvería al día siguiente con el dinero, pero él confió en mí y me marché con los libros».

De vuelta en casa, se quedó despierta leyendo toda la noche. «Sentía que Jesús me estaba hablando directamente. Podía sentir la fuerza de esa presencia y simplemente me deslumbró. Me resonó de manera inmediata, completamente, con el Texto y la idea de que Dios no creó este mundo. Fue un momento de eureka para mí ((un momento muy revelador)), y pienso que fue el comienzo de la sanación de mi relación con Dios. Volví a asistir durante el resto del fin de semana, y con el tiempo leí los tres libros enteros, y pensé que debía iniciar un grupo porque este mensaje debería estar al alcance de todos».

Gloria entendió inmediatamente la metafísica no-dualista del Curso. «Creo que fui un antiguo gnóstico», dice ((en el contexto de alguna vida anterior, supongo)). «La psicología no me apasionaba tanto, y yo sentía muchas más resistencias con el Libro de ejercicios. Me venían todo tipo de excusas para justificar que no pudiera hacer lo que las lecciones decían durante mis clases diarias. Finalmente, alrededor de 6 meses después, simplemente me dije: "Gloria, deja de engañarte a ti misma"».

Ella formó un grupo de estudios fuera de su casa. «Era un grupo muy heterogéneo. Una de las cosas que sucedían era que las personas siempre trataban de traer el camino espiritual del que ellos venían y trataban de hacer huevos revueltos con el Curso ((mezclando ideas del Curso con ideas de sus caminos espirituales previos)). Eso hacía que yo me subiera por las paredes ((ponía a prueba su paciencia)). La gente venía de todo tipo de caminos religiosos. En retrospectiva, pienso que el Curso resultaba muy amenazador para los católicos. Para mí era muy liberador, pero ellos se atormentaban con tonterías. Discutíamos sobre el significado de una frase o de un párrafo y todos tenían una opinión. Los católicos se mostraban especialmente desafiantes con el tema de la transubstanciación. Ellos tomaban ciertas líneas y pasajes y decían que ahí se apoyaba la transubstanciación, y yo no podía verlo debido a mi vida».

Su frustración con respecto a estos argumentos recurrentes la llevó a asistir a una conferencia en el hotel Barbizon Plaza para oír hablar a Ken Wapnick en junio de 1977. «Cuando él subió allí vi alrededor de él un aura blanco-dorada, y eso realmente me produjo inquietud. Yo nunca había visto auras antes. Fue impactante. Más tarde intenté encontrarle para preguntarle si podía ayudarme a clarificar lo que decir a mi grupo sobre la transubstanciación, pero él había desaparecido».

Un año más tarde, Gloria asistió una vez más a una de las charlas de Ken celebrada en el Barbizon Plaza, y más tarde se le acercó con sus preguntas. «Estábamos rodeados de gente y él dijo: "Eso requiere una larga explicación. Llámame, estoy en la guía telefónica". Pero no llamé. Trabajo con un principio dentro de mí en el que intuyo una luz verde o roja, y esa vez no me venía ninguna luz verde ni roja, así que no hice nada». Posteriormente, en una conferencia sobre religión, salud mental y espiritualidad, celebrada en el condado de Westchester en la que Ken hablaba, Gloria se le acercó de nuevo. «Otra vez había un enjambre de personas rodeándonos y él me dijo que le llamara. Pero yo todavía no captaba una luz verde, así que no le llamé». 

Finalmente, Gloria asistió a una conferencia de un fin de semana para facilitadores de Un curso de milagros en la que estaba programado que Ken hablara en la mañana del domingo. «Él entró y dijo: "Oh, ahí está mi amiga católica". En ese momento yo quería golpearle en la cabeza», recuerda entre risas. «A la hora de comer me pegué a él como una lapa y le dije: "Necesito la respuesta a estas preguntas". Caminamos por el césped hasta el salón comedor. Me senté a su lado y tuvimos una larga conversación sobre todos los temas que me estaban incordiando en el grupo. Y luego le hablé de mi miedo a las alturas y a las serpientes, y él me dijo que eso no era el verdadero problema. Dijo: "El problema es que estás huyendo de Jesús". Eso fue como si un grifo se abriera dentro de mí. Empecé a llorar y llorar, y seguí llorando durante todo el camino de regreso a casa; mi amiga estuvo a punto de echarme del coche. Algo se había desatado. Hasta el día de hoy, realmente no puedo explicar por qué estuve llorando».

Gloria invitó a Ken a asistir a su grupo. «Él habló sobre la transubstanciación y sobre todo lo que ellos habían estado debatiendo. Se podía oír caer un alfiler. Fue increíble. Nadie discutió con él». Ken acudió a unas cuantas clases más, y Gloria y Ken empezaron a salir. Se casaron el 5 de septiembre de 1981. Ken adoptó a los hijos de Gloria, ahora en su adolescencia, y empezaron a ver pacientes en el garaje (de una sola plaza de coche) que habían transformado para la ocasión, el garaje de su casa en Ardsley, Nueva York, donde Gloria y Ken celebraban también sus clases de UCDM.

Ese otoño, a Gloria se le ocurrió la idea de iniciar una fundación. «Es algo que salió de la nada —las cosas me suceden a mí de esa manera. Yo sabía que él necesitaba algún tipo de vehículo para escribir y enseñar, y el garaje simplemente se estaba volviendo demasiado estrecho. Esto era antes de los ordenadores y estábamos tratando de sacar su primer libro, el Glosario-Índice para Un Curso de Milagros. Yo no sabía nada sobre el mundo editorial, era algo bastante desafiante. Fue entonces cuando tuve la idea de iniciar una fundación sin fines de lucro y le conté la idea a Kenneth. Al principio él no quería hacerlo, pero después de unos días dijo: OK».

Poco después de eso, Ken y Gloria conocieron a un empresario de California y estudiante del Curso, Bob Draper, y a su esposa, Kathy. «Ellos vinieron de visita y en el mismo instante en que vi a Bob por primera vez, sentí que le conocía. Más tarde supe que él había sido hermano mío en una vida pasada. Con el tiempo me armé de valor y se lo dije, y de hecho él resonaba también con eso. Bob nos dijo que empezáramos a buscar una propiedad para la fundación y que él nos ayudaría con el dinero, porque nosotros no teníamos nada de dinero».

Su búsqueda les llevó a adquirir una propiedad en Crompond, Nueva York, que incluía espacio habitable, dos enormes salas para la celebración de las clases y un completo sótano para oficinas. «Kenneth comenzó a dar clases sobre temas particulares, como las relaciones especiales. Tratábamos de acomodar a las personas que se inscribían, pero había un único hotel abajo en Peeksill, y solo otro más en una carretera en dirección a Crompond, así que los alojamientos para las noches eran limitados. Y teníamos muy poco sitio para aparcar los coches. Así que, muy rápidamente, ya estábamos superando el espacio que teníamos. Bob Draper dijo que nos ayudaría otra vez con la financiación y empezamos a buscar otra propiedad».

To be continued... ((Continuará)) 

Fuente: http://www.foraysinforgiveness.com/gloria-wapnick-an-inspiration-and-guiding-light 

Nota de Toni: Esto es lo que hay. Fue posteado en abril de 2013 en la web de Susan, pero que yo sepa, de momento no ha habido continuación de esa entrevista. Tal vez han tenido mucho ajetreo, con la muerte de Ken a finales de 2013 y luego todo lo que están teniendo que organizar para mantener la Fundación y que no pierda fuelle tras la muerte de Ken. Pero si en un futuro me entero de que Susan postea una continuación, o alguna otra entrevista a Gloria, veré la posibilidad de traducirla. 

Por otro lado, en los comentarios de esta entrevista en inglés (el link es ese que acabo de poner un par de párrafos atrás), hay un comentario de una de las personas mencionadas en la entrevista, de Bruce Gregory. Comentó el 31 de diciembre de 2013, apenas unos días después del fallecimiento de Ken. Traduzco ese comentario para despedir este post: 

31 diciembre 2013
Bruce Gregory: Querida Susan, gracias por tu maravillosa historia de la vida de Gloria Wapnick. Ella ha bromeado conmigo, con el paso de los años, diciendo que fui responsable de conducirla hasta Ken, pero tu historia arroja luz sobre la notable manera en que Dios nos usa a todos para traer la mejor solución o milagro a nuestros desafíos. Cuando di esa charla en el Wainwright House hace tantos años, no tenía ni idea de que Gloria había sido enviada allí por una psíquica. Todo lo que yo sabía era esa gran oración de salvación: «Estoy aquí únicamente para ser útil. Estoy aquí en representación de Aquel que me envió. No tengo que preocuparme por lo que debo decir ni por lo que debo hacer, pues Aquel que me envió me guiará. Me siento satisfecho de estar dondequiera que Él desee, porque sé que Él estará allí conmigo. Sanaré a medida que le permita enseñarme a sanar» ((T.2.V.A.18.2-6)). Que Dios bendiga y consuele a Gloria, ahora que Ken se ha ido a casa. —Bruce Gregory

jueves, 17 de septiembre de 2015

¡Simplemente no lo justifiques! (Entrevista a Ken Wapnick)

Otra entrevista de Susan Dugan a Ken Wapnick. Esta entrevista fue publicada en inglés en septiembre de 2012.

¡Simplemente no lo justifiques!

Por: Susan Dugan

Nota de Susan Dugan: Recientemente me senté otra vez a entrevistar a Ken Wapnick cuando asistí a unas clases de la Academia, de una semana de duración, en la Fundación para Un Curso de Milagros, en Temecula, California. Todavía estoy procesando los mensajes profundamente útiles y sanadores de esa semana, en la que Ken hizo hincapié, entre otros grandes temas, en la importancia de cambiar el propósito de los asuntos aparentemente concretos que parecen surgir en nuestras vidas, cambiando ese propósito de modo que lo que percibimos en el mundo, en vez de fortalecer la mentira de la separación (la mentira defendida por el ego), nos ayude a darnos cuenta de que podemos regresar a la mente-tomadora-de-decisiones y elegir mirar con el maestro del amable perdón. Preguntarnos a nosotros mismos, momento a momento, si estamos de acuerdo o no con cada sentimiento, juicio, o pensamiento dado, va a impulsar el objetivo de sanar nuestra mente dividida, o por el contrario nos sumergirá más profundamente en el sueño según el cual estamos exiliados del amor todo-abarcador. Una práctica realmente facilísima, ¡valga el doble sentido! :-) ((Ese doble sentido que menciona es un chiste que no se puede ver en la traducción, así que lo comento aquí. Resulta que la palabra que traduje como "facilísima" es en inglés "no-brainer", que además de significar "muy fácil" o "pan comido", tiene un significado más literal semejante a "sin cerebro", en el sentido de algo tan fácil y obvio que no hace falta nada de cerebro para entenderlo o hacerlo, o sea, que cualquier persona lo entiende o lo hace. Y aprovechando que en la enseñanza de Un curso de milagros se dice que el cerebro es ilusorio al igual que cualquier otra parte del cuerpo, entonces la frase en inglés aprovecha para hacer ese juego de palabras con "no-brainer", aludiendo a que es algo que se puede hacer sin cerebro, y sobre todo al significado principal de la frase: que es una práctica facilísima de hacer)) 

En esta conversación, Ken habla de la idea de que todos llevamos una imaginaria "caja de sorpresas" llena con los problemas, los recuerdos y las quejas que usamos para justificar nuestra creencia de que existimos separadamente pero no es culpa nuestra. Cuando aumenta la culpa inconsciente que hay en nuestra mente por creer que nosotros arrancamos un trozo de Dios al separarnos de Él, negamos ser responsables de eso, y la forma en que lo negamos es echar mano a la caja de sorpresas y sacar de ella algo sobre lo que culpar (proyectar) ((sacamos de nuestra "caja de sorpresas" algo a lo que echarle la culpa; una excusa perfecta para negar nuestra propia responsabilidad)). El perdón de lo que nunca fue, es en realidad un proceso de aprender a reconocer que nunca estamos molestos debido a lo que hemos sacado de nuestra caja de sorpresas. Estamos molestos porque hemos elegido ponernos del lado del maestro interno de la culpable separación, en lugar del maestro interior del inocente amor.

Ken también habla aquí de la importancia de aprender a ser pacientes con nosotros mismos y de confiar en que la sanación está sucediendo, incluso cuando no estamos sintiendo una sensación de paz. No debemos subestimar la profundidad de nuestro miedo inconsciente a regresar a la mente, ni nuestra atracción a culpar a las circunstancias externas por una condición interna. Deberíamos tratar de permitirnos amablemente estar donde estamos en el proceso del deshacimiento, sin juzgarnos a nosotros mismos y sin halagarnos a nosotros mismos. Observando simplemente lo difícil que nos resulta abstenernos de completar la frase "Estoy molesto debido a (...)" con una causa externa.

Como siempre, estoy profundamente agradecida a Ken por su claridad, su coherencia, su inspiradora enseñanza, su inquebrantable bondad y su iluminadora presencia.

He pasado una época turbulenta con una relación especial y me ayudó que me preguntaras qué sería de mi vida sin esa relación. Al considerar esa pregunta llegué a ver que la falta de paz que estaba sintiendo no era a causa de la relación. Esa falta de paz ya existía antes de la relación. Yo simplemente estaba culpando a la relación por ese estado interior.

Ella estaba en tu caja de sorpresas. ((se refiere a la relación: fue la excusa perfecta, sacada de la "caja de sorpresas", una metáfora o analogía ya mencionada en la nota inicial de Susan al principio de esta entrevista)) 

Sí. Hoy en clase ha sido la primera vez que te he escuchado usar esa analogía, pero es realmente útil y cierta. La manera en que echamos mano a nuestra bolsa de trucos, en busca de los problemas crónicos que usamos para hacer real el sueño de la separación. Así que entender que mi falta de paz no viene de esa persona sacada de mi caja de sorpresas, sino que viene de mi mente, es algo que me ha ayudado mucho. Eso pone realmente al descubierto cuánta necesidad tengo y lo molesta que estoy de que mis necesidades no estén satisfaciéndose. Así que cada vez veo menos la relación como la causa de mi angustia, pero aún me siento reactiva, a pesar de que no actúo en base a eso. Se está volviendo muy agotador. ¿Tienes algún consejo para aquellos de nosotros que estamos superando esto, viendo que la relación no es la causa del problema pero aún incapaces de sentir la paz? 

Como dije esta mañana, la clave es realmente entender que el problema no es el síntoma actual ((lo que percibimos externamente)), ya se trate de un hijo, de dificultades en el matrimonio, de salud o un problema de vocación. Ese no es el problema, y lo que tú quieres es llegar al verdadero problema lo más rápidamente posible, el cual es que no estoy en paz debido a la decisión que he tomado, no a causa de la persona con la que estoy viviendo, o de mis hijos, o de mi salud, etc. Y tú sabes que básicamente eso es todo lo que se nos pide hacer. Cuando el Curso habla de "La pequeña dosis de buena voluntad" ((T.18.IV)) se trata realmente de la voluntad de examinar qué está pasando realmente, o sea, mirar el problema tal como es, y no de la manera en que lo he urdido ((T.27.VII.2.2)).

Así que superar esto significa que haces tu parte y luego esperas. Es casi como si estuvieras en una orquesta y esperas en silencio a que el director de la orquesta te indique el momento en el que tienes que seguir con la interpretación de tu parte en la melodía. No empiezas a tocar hasta que sea el momento adecuado, hasta que el director te dice que lo hagas. No es que Jesús o el Espíritu Santo estén orquestando nuestras vidas, pero la sincronización (en la música y en la vida) lo es todo. Así que lo haces lo mejor que puedes para mantenerte en paz en la situación en la que estás, y luego confías. Y la confianza se fortalece cada vez más y escucharás una señal en caso de que tengas que hacer algo a nivel del comportamiento. Es obvio que como personas, como cuerpos, tenemos que hacer algo. Si estás en una relación difícil puedes tomar una decisión, ya sea dejar la relación o seguir con ella, y lo que decidas conducirá a los siguientes pasos.

La idea es confiar en que hay un proceso del cual tú no estás a cargo. Y luego mientras puedas seguir en paz y con la mentalidad-correcta —lo cual quiere decir que no juzgas, que no lo justificas—, sabrás ((lo que hacer o no hacer; estarás inspirado; en otro sentido más profundo, significa que reconocerás la esencia: conocerás)). Pero una vez más, puesto que yo siempre pienso musicalmente, en realidad se trata de confiar en que cuando el director de la orquesta señale el momento, estarás ahí y darás el siguiente paso. Conoces la lección del Libro de ejercicios titulada así: "Daré un paso atrás y dejaré que Él dirija el camino" ((Esta lección 155 fue traducida más bellamente así: "Me haré a un lado y dejaré que Él me muestre el camino". Es una metáfora similar. La ventaja de traducir "step back" de manera más literal, como "paso atrás" o como "retroceder", es que así se refiere también al proceso del perdón en su faceta de volvernos hacia dentro, regresando o retrocediendo hacia la mente, y allí elegir de otra manera, que es lo que menciona Ken a continuación y por eso he usado la traducción literal de esa frase)). Pues bien, dar un paso atrás significa simplemente volverme a mi mente. Así retiro mis proyecciones. No se trata de dar un paso atrás de mi ego, sino de dar un paso atrás de mis proyecciones y dejar de atribuir el problema a causas externas. Y entonces confiar en que la respuesta llegará.

Estoy teniendo más éxito con la confianza pero supongo que me siento frustrada, o a veces siento que estoy haciendo algo mal porque no siempre me siento en paz, o me siento en paz solo muy temporalmente. Estoy observándolo sin justificarlo pero no me siento amorosa y eso me hace sentirme culpable. Supongo que me gustaría poder sentir la liberación. Todavía me siento interiormente criticadora ((proclive a juzgar mentalmente)), a pesar de que sé que eso no está justificado.

Pienso que eso es normal. Pero tienes que intentar no actuar en base a eso.

Así que confías en que la sanación está ocurriendo a pesar de que no estés necesariamente sintiéndola. 

Tú sabes que el Curso dice que estar dispuesto no es la maestría ((M.4.IX.1.10 y también se alude a este tema en el Texto, en T.2.VII.7)). No es necesario que estés completamente lista (("ready" significa "dispuesto", "listo", "preparado"; y se juega con estos significados, predominando uno u otro según el contexto)). No es preciso tener la maestría de algo para estar listo para algo. No tienes que ser perfecta.

Bueno, ¡eso es un gran alivio! :-) 

En la medida que puedas, trata de no justificar las proyecciones, eso es todo. La otra cosa que digo a menudo es regresar a las lecciones, repito una vez más, la lección 5, "Nunca estoy disgustado por la razón que creo", y la lección 34, "Podría ver paz en lugar de esto".

Eso es muy útil. Así que estás diciendo que el deshacimiento está ocurriendo aunque yo no lo sienta. 

Sí. Y se trata simplemente de confiar en eso. ((Es un tema interesante de tener en cuenta; quien quiera leer la "Metáfora de la cebolla" aplicada al perdón, una metáfora explicada por Arten en el libro "Tu Realidad Inmortal", puede leerla en el siguiente link, pues está muy relacionada con lo que se acaba de decir en esta entrevista: http://hablemosdeucdm.blogspot.com/2015/09/la-metafora-de-la-cebolla-aplicada-al.html))

Lo que realmente he notado a veces es una auténtica sensación de vacío. Porque todos los roles que solían parecerme tan importantes —madre, esposa, escritora, hija, una estudiante y profesora de Un curso de milagros— parecen vacíos ((vanos, sin valor)) e inestables a veces. No creo que yo fuera consciente de ese vacío antes del Curso. Pienso que se trata de esa sensación original de ser empujada al vacío por tomar en serio la creencia en la separación de nuestra fuente. Hay veces en las que siento una auténtica sensación de pánico por esto. ¿Tiene eso algún sentido? 

Lo tiene. Pienso que lo que describes es en realidad el problema que tenemos todos. Tú sabes que el especialismo (como lo llama el Curso) proviene de una carencia percibida dentro de ti, una sensación de que falta algo o de que algo se ha perdido. Así que quieres llenarla ((la sensación de carencia)) y la llenas con todos tus diversos roles en el mundo. Y esa es la mentira. La mentira de que me siento vacío porque elegí separarme de la totalidad. Y en lugar de aceptar que eso es lo que he hecho ((lo que he hecho es creer que es verdad que me separé de la totalidad)) y hacer algo para solucionarlo ((perdonar esa mentira, dejando de creerla, al elegir de otra manera y dejar de tomarla en serio)), lo que hago es justificar la proyección. El problema es que echamos mano a la caja de sorpresas en busca de algo para llenarnos, y lo justificamos y lo defendemos apasionadamente, cuando el problema real es que me siento vacío por dentro y nada de ahí fuera podrá llenarme.

Me siento como que voy a la caja de sorpresas a por algo y no puedo aferrarme a eso. No tengo energía para eso, ya no tengo fe en eso. Sé que no va a funcionar. ¿Así que eso es solo parte del desengaño y a lo mejor eso nos motiva a pedir por una manera mejor?

Sí, es como un período de transición en el que ahora ves a través del ego ((ya no se traga uno las mentiras del ego, el truco de la proyección)) pero sin estar todavía lista para aceptar algo mejor con respecto a ti. Es la idea que el Curso continúa diciéndonos, que somos ciudadanos de primera clase y seguimos queriendo mantener la ciudadanía de segunda clase. Ser un Hijo de Dios significa que no eres de segunda clase, eres de primera clase y no tienes ese vacío.

Gracias. La siguiente pregunta es sobre toda esa idea del especialismo. Ahora soy consciente de estas dos cosas: de mis ansias de atención, aprobación, apoyo, toda esta necesidad ((todos esos ejemplos corresponden a lo que el Curso llama amor especial)), y luego también de la otra cara de la moneda, la necesidad de tener cosas que me ataquen y que me fallen ((es el odio especial)), para así poder justificar que soy una víctima. Sé que eso me está causando dolor, pero cuando pienso en la enseñanza del Curso de que no podemos despertar como individuos —que no puedo despertar como Susan— entro en pánico. Así que me parece que simplemente debería centrarme en perdonar lo que parece estar frente a mí, momento a momento. Aunque tenemos que mantener la metafísica en nuestra visión periférica ((o sea, tomar en consideración la metafísica del Curso [las ideas potentes como que el mundo no existe, el cuerpo no existe, la individualidad es un espejismo y no existe, etc] pero no dejarnos asustar por estas ideas tan potentes, sino ser prácticos y perdonar las cosas momento a momento de manera simple, sin perder del todo de vista la metafísica, o sea, la meta final hacia la cual nos estamos dirigiendo, pero sin obsesionarnos con eso, ni pensar demasiado en eso si nos asusta)), en la práctica no podemos tratar con la totalidad.

Correcto. Simplemente te ocupas de lo que esté llegando. Pero tienes que conocer la metafísica porque eso es lo que te da una base para desear perdonar, para desear soltar tus proyecciones. Tienes que entender adónde va esta práctica pero no necesitas analizar todo eso. En cierto sentido, cuando estás trabajando con tus proyecciones, quieres venir desde la perspectiva de que la relación está ya sanada, que solo necesitas ponerte al día con eso. Sanación no quiere decir que vayas a quedarte junto a alguien necesariamente, sino que quiere decir que en tu mente la relación ya está sanada porque has llegado a un punto de paz con respecto a ella. Sabes que estás ya ahí pero crees que estás aquí y entonces vas por aquí mientras una parte de ti sabe que esto ya está acabado, sanado y completado. Y eso es realmente útil.

¿Es eso parte del cansancio que siento? ¿Todo el esfuerzo que se necesita para tratar de hacerlo real otra vez, cuando en realidad ya se ha acabado?

Sí. No tienes que arreglar tu relación con tu hijo, o con tu cuerpo, o con tu marido, o con tu trabajo; solo tienes que alcanzar la paz en ti misma. Y luego de eso, sabrás qué hacer.

Tengo un par de preguntas procedentes de otros estudiantes del Curso y una de ellas es sobre la sección del capítulo 14 titulada "La prueba de la verdad", donde se dice: «(...) y si todos aquellos con los que estás, o todos aquellos que simplemente piensen en ti comparten tu perfecta paz, entonces puedes estar seguro de que has aprendido la lección de Dios, y no la tuya. A menos que sea así, es que todavía quedan lecciones tenebrosas en tu mente que te hieren y te limitan, y que hieren y limitan a todos los que te rodean» ((T.14.XI.5.2-3)). Si tomo esto literalmente, si miro la manera en que una relación especial aún parece estar culpándome, por ejemplo, eso debe significar que todavía estoy proyectando. La mayor parte del Curso habla de que únicamente tienes que ocuparte de tu propia mente, pero esto parece sugerir que de alguna manera sabemos que nuestra mente está sanada debido a cómo se comportan otras personas. ¿Puedes explicar qué quiere decir esto? 

Ese tema ha surgido mucho en los últimos años. Creo que es útil pensar en Jesús, en cómo las personas no estaban en paz a su alrededor según los relatos bíblicos. Y lo que siempre he dicho es que la razón por la que le atacaban era debido a su paz perfecta. Ellos sentían la perfecta paz de Jesús, simplemente no la aceptaban. La falta de paz de ellos no disminuía la paz de Jesús ni a él; ellos reaccionaban porque sentían algo diferente en él.

Algo amenazador para el ego. 

Correcto.

Así que, tal como el Curso siempre dice, no somos responsables de los ataques o reacciones del ego de nadie más, ¿solo lo somos de nuestro propio ego?

Sí. Y eso también implica, por supuesto, que si no estoy juzgando a las personas, eso es el estado de paz. Es realmente una descripción de cómo es la persona que está establecida en la paz.

¿Entonces yo no percibiría las reacciones de otros como reales, personales, o agresivas?

Correcto.

Sé que el Curso está siempre hablando de cambiar la mente, no el cuerpo, pero esta es una pregunta que suele surgir con los estudiantes. Si el inevitable deterioro y muerte del cuerpo humano "demuestran" la mentira del ego de que hemos sacado adelante la separación de Dios, ¿entonces la sanación del cuerpo "demuestra" que eso nunca ocurrió, o sea, corrige esa creencia errónea? ¿Es siempre beneficioso para nuestro camino de expiación mirar a los milagros físicos? 

Todo lo que eso consigue es hacer real el cuerpo. Si sabes que no eres el cuerpo, ¿qué importa si tu cuerpo tiene cáncer o un dedo del pie roto? Es una manera muy sutil de dar realidad al mundo y entonces tratar de demostrar que el Curso es cierto porque algo está ocurriendo a nivel de la forma. Y eso es muy peligroso porque su auténtico propósito es hacer el cuerpo real.

¿Y si el cuerpo es real, la única mente no lo es? 

Correcto.

Esta es otra pregunta sobre la resistencia. A veces siento que mi resistencia al Curso crece en proporción directa a mi atracción por el recuerdo del Amor completo y real de la mentalidad correcta. Así que estoy atascada yendo atrás y adelante desde la amabilidad de la mentalidad correcta hasta la agresividad del ego. Sé que dices mucho que alguien puede decir que está haciendo progresos con el Curso cuando reconoce que el Curso le está hablando como el tomador-de-decisiones, no como a una persona individual. Yo me doy cuenta de eso. Pero solo me preguntaba si alguna vez parará este flip-flop, este movimiento en zigzag, este zapping entre el ego y la mentalidad correcta. Quiero decir, ¿cuánto tiempo necesito seguir haciendo esto? 

(Risas)

No vas a responder a eso, ¿verdad? ¿Ni siquiera si digo "por favor"? 

Creo que lo que es útil es recordar esa línea del Curso que siempre cito. Necesitas mirar el problema tal como es, y no de la manera en que lo has urdido ((T.27.VII.2.2)). El problema tal como es, es que tienes miedo. Tienes miedo del amor, miedo a perder el control, miedo de perderte a ti misma. Ese es el problema. Y entonces te das cuenta de que tu resistencia es una especie de forma de protegerte a ti misma, de no querer soltarte a ti misma. Así que quieres ser consciente de eso, pero si ves que sigues y sigues y nada está cambiando, es obvio que simplemente tienes demasiado miedo. Así que sé amable contigo misma. Y una vez más, ten fe en el resultado.

Sabes, cuando escribo un artículo para el boletín no me siento y lo escribo de un tirón. Sé que el artículo ya está escrito y solo tengo que encontrar las diferentes piezas y ponerlas juntas como un rompecabezas. Así que no lo escribo sin parar, no de golpe. Escribo una parte aquí, me viene otra parte allá; estoy dando un paseo y me viene una idea y la escribo. Es como encontrar otra pieza del rompecabezas y luego otra. Hay un rompecabezas en algún lugar que ya tiene la imagen completa.

Así que, usando esa analogía, hay una parte de tu guión en la cual tú has encontrado la paz en esta relación, sin importar cómo termine en la forma, y tú en cierto modo sabes eso y confías en ello. Y si parece transcurrir una gran cantidad de tiempo antes de que ocurra algo y no sientes esa paz, entonces tienes que decirte a ti misma: "simplemente tengo miedo de eso". Y de eso se trata. No hay nada más que tengas que hacer. Solo sé amable, reconoce que ahora mismo tienes miedo pero que encontrarás las piezas en su momento, y no imagines historias.

OK, vale. He estado escuchando mucho de lo que has estado diciendo sobre las necesidades personales y poner a los otros primero en nuestras relaciones como una corrección para la actitud de siempre hacerlo todo centrándome en mí. Pero me enseñaron a poner siempre a los demás primero y es difícil para mí determinar la diferencia entre cuándo se me necesita realmente y cuándo está bien decir "no".

Bueno, no puedes negar las necesidades que tienes pero no tienes que justificarlas. Con la ira es lo mismo. Estás aprendiendo a decir: "no estoy enfadada porque esta persona me cortó el tráfico o porque alguien me ha decepcionado en una relación o me ha dicho algo desagradable, sino porque elegí sentirme culpable y ahora estoy proyectándolo sobre esta persona". Con las necesidades es lo mismo. Tengo una necesidad que proviene de mi decisión en favor de la culpa, y eso lo he proyectado sobre ti. Si pudiera elegir en favor del amor de Dios todo el tiempo no necesitaría tener esto o aquello, ni hacer esto o aquello. Pero eso es realmente severo y es el énfasis equivocado. Es mejor simplemente aceptar dónde estás y solamente tratar de estar en paz.

¿Y recordarme a mí misma una vez más que nunca estoy disgustada por la razón que creo? ((L.5))

Sí.

Has estado hablando mucho también de ser amables con todos y con todo. Hace poco me mordió una araña en mi casa y fue una especie de mordedura venenosa y acabó produciéndome algunos síntomas. Antes de eso intentaba ser amable con las arañas al capturar las que encontraba en la casa y soltarlas en el exterior de la casa, pero ahora estoy reconsiderando esa política. Así que si tienes que matar algo, ¿cómo lo haces sin malicia, sin reforzar la idea de bueno y malo, la idea de las diferencias derivada de la idea de la separación?

Mata a la araña —recurre a un exterminador si es necesario. Ese es otro ejemplo de lo que decimos sobre ser simplemente normal. Pero intenta hacerlo sin ira. Algunas personas podrían ser capaces de hablar con la araña y la araña se iría. Pero si eso no está funcionando, mata a la araña y no estés enfadada con ella, no te sientas culpable por eso, intenta no ser cruel con ella. Puedes hablar con la araña, puedes decirle que lo sientes, o cualquier cosa que te funcione. Sé normal, pero sé tan bondadosa y amable como te sea posible durante el proceso.

Hace cuatro años elegí dejarme realmente absorber por la campaña presidencial y prácticamente tiré por la ventana la enseñanza del perdón del Curso durante un par de meses, al menos en esta área de mi vida. Reconozco que eso me perjudicó, y recientemente noté que me estaba dejando atrapar por eso otra vez, dejándome arrastrar una vez más en torno a la carrera presidencial de este año. En realidad no quiero hacer lo mismo otra vez. ¿Cómo pueden los estudiantes del Curso de ambos bandos mantenerse en la mentalidad correcta durante la campaña de este otoño? 

No tiene nada de malo apoyar a un candidato, trabajar para ayudar a ese candidato o votar a ese candidato, siempre y cuando lo hagas con dignidad. No tienes que formar parte de la lluvia de difamaciones que sigue. Es también correcto no involucrarse. No hay "correcto" o "incorrecto", y no eres mejor por elegir participar o no participar. Puedes participar de cualquier forma, incluyendo una guerra, sin perder tu dignidad, sin perder tu sensación de verdadero ser, sin perder tu paz interior, y sin convertirlo en una actitud conflictiva basada en "uno o el otro". Aunque en una elección uno gana y el otro pierde, tú no tienes que identificarte con eso.

Sabes que me has oído hablar de la diferencia entre preferencias e inversiones ((otra forma de llamar a esas "inversiones" sería con la palabra "apegos")). Puedes tener la preferencia de que un determinado candidato gane, pero no tienes que tener una inversión en el resultado. No estás renunciando al Curso ni a la práctica del perdón mientras estás apoyándoles y no culpas a las personas que tienen otra opinión. Haces lo que sientes que es correcto hacer, pero tiene que haber una parte de ti que sea consciente de que no hay diferencias verdaderamente. En el sueño ((de la dualidad)) puedes jugar en el juego de la forma sin jugar en el juego del contenido, la creencia en el egoico sistema de pensamiento del pecado, la culpa y el miedo, surgiendo de la creencia errónea de la separación en la mente.

¿Uno todavía puede ver paz en lugar de esto ((L.34)) y ser amable con todos los involucrados?

Sí.

Fuente: http://www.foraysinforgiveness.com/a-conversation-with-ken-wapnick-just-dont-justify-it