domingo, 28 de marzo de 2021

¿Qué soy?

La pregunta básica para la liberación, la madre de todas las preguntas, la indagación acerca del ser (volviendo la mente hacia dentro, retirando la adicción a proyectar/juzgar y en vez de eso volverse hacia dentro hacia el ser), es un tema que puede resultar familiar a quienes han explorado el Advaita o a maestros espirituales como Ramana Maharshi o Adyashanti, entre otros muchos. Ramana enfatizaba la relevancia de ahondar en "¿quién soy?". Muchos maestros (como Adyashanti) han utilizado tanto la forma ¿quién soy? como la forma ¿qué soy?, ambas apuntan a lo mismo. Generalmente, cuando uno empieza a explorar sobre esta indagación del ser o autoindagación, se suele resonar más con la forma ¿quién soy? porque el principiante suele identificarse en gran medida con un cuerpo humano, con una nacionalidad, edad, personalidad, determinadas características, etc. Conforme se le va enseñando a autoindagar, va aprendiendo que todo eso que cambia no es la verdadera Identidad, por lo tanto uno empieza a vislumbrar y experimentar cada vez más claramente que uno no es un cuerpo ni una personalidad. Se empieza a ver que uno es más un "qué" que un "quién", en el sentido usual del vocabulario que relaciona los "quién" con personas humanas y los "qué" con un espectro de posibilidades mucho más amplio: algo, tal vez algo que momentáneamente parecemos haber olvidado, pero algo hemos de ser... y uno finalmente acepta la revelación y la experiencia directa de que lo que uno es no es un cuerpo ni nada limitado, sino mente... consciencia... y en última instancia, lo que está mucho más allá de la mente y de la conciencia conocidos en el mundo, Aquello que no puede definirse en palabras, el puro Ser (Dios, la Plenitud no-dual). 
 
Para permitir que Eso se nos revele debemos tener la humildad de primero reconocer que estábamos equivocados al creernos un cuerpo, reconociendo que en realidad no sabemos lo que somos, permitiéndonos así ser receptivos para que la Gracia nos lo revele. El ego teme que seamos así de receptivos porque aceptar la Gracia conduce a la disolución de las ilusiones, incluida la ilusión llamada "ego", por lo tanto el ego trata de inducirnos a sustituir la receptividad por la arrogancia de creer que sabemos muy bien quiénes somos (lo cual creemos cuando nos decimos que sabemos que somos un cuerpo, sin darnos cuenta de que el cuerpo es simplemente un símbolo, de hecho una ilusión). Por tanto el Curso comenta en la importante sección T-31.V, titulada "El concepto del yo frente al verdadero Ser":

No busques tu Ser en símbolos ((como por ejemplo el cuerpo)). No hay concepto que pueda representar lo que eres. (...) No hay afirmación que el mundo ((el ego)) tema oír más que ésta: «No sé lo que soy, por lo tanto, no sé lo que estoy haciendo, dónde me encuentro, ni cómo considerar al mundo o a mí mismo». Sin embargo, con esta lección nace la salvación. Y Lo que eres te hablará de Sí Mismo. (T-31.V.15:1-2; 17:6-9; negritas mías; cursivas del propio Curso)

Por lo tanto, el ego teme que empecemos a cuestionarle y a ponerle en duda con la simple pregunta, ¿quién o qué soy?

Un curso de milagros también hace uso de esta perspectiva de la autoindagación, y el Curso adopta la forma "¿qué soy?" para tan fundamental cuestionamiento, y le da un lugar relevante en su enseñanza, por ejemplo destaca esta pregunta al situarla como título de la última de las secciones de la segunda parte del Libro de ejercicios, la sección 14 titulada ¿Qué soy?, con la que se corona el Libro de ejercicios. Pero esta pregunta también es mencionada en otros pasajes del Curso, tanto en el Texto como en otras lecciones. Voy a incluir a continuación unas citas donde el Curso menciona esta pregunta. La respuesta a tal pregunta, por cierto, no son palabras sino una experiencia revelatoria, conocimiento puro del Ser, pero el Curso nos da también algunas palabras como pista para nuestra intuición.

Sobre la pregunta en sí:
 
     El ego planteó entonces la primera pregunta que jamás se hizo, pregunta que él jamás podrá contestar. La pregunta: "¿Qué eres?" representó el comienzo de la duda. Desde entonces el ego jamás ha contestado ninguna pregunta, aunque ha hecho muchas. Las actividades más ingeniosas del ego no han hecho más que enmarañar la pregunta, pues dispones de la respuesta y el ego te tiene miedo.(T-6.IV.2:6-9)
 
     Simplemente le preguntaron con un leve susurro: "¿Qué eres?". Y Aquel que cuida de toda percepción les respondió. No aceptes los juicios del mundo como la respuesta a la pregunta: "¿Qué soy?". (...) No le preguntes a ese transeúnte ((al ego)): "¿Qué soy?". Él es la única cosa en todo el universo que no lo sabe. Sin embargo, es a él a quien se lo preguntas, y es a su respuesta a la que deseas amoldarte. Este pensamiento torvo y ferozmente arrogante, y sin embargo tan ínfimo y carente de significado que su pasar a través del universo de la verdad ni siquiera se nota, se vuelve tu guía. A él te diriges para preguntarle el significado del universo. Y a lo único que es ciego en todo el universo vidente de la verdad le preguntas: "¿Cómo debo contemplar al Hijo de Dios?". (T-20.III.6:5-7; 7:5-10)
 
En el Libro de ejercicios tenemos también algunas referencias:
 
     Mas yo no soy un cuerpo. ¿Qué soy? (L-91.6:4-5)
 
He preferido traducirlo tal como está en inglés, eliminando la palabra superflua "entonces" en la pregunta que fue traducida como "¿Qué soy entonces?". En inglés:

     But I am not a body. What am I?
 
Y en esa misma sección añade (elimino también los "entonces" superfluos en las preguntas): 
 
La pregunta con la que finaliza esta declaración es crucial para los ejercicios de hoy. Lo que piensas que eres es una creencia que debe ser erradicada. Pero lo que realmente eres es algo que tiene que serte revelado. La creencia de que eres un cuerpo necesita ser corregida, ya que es un error. (...) Si no eres un cuerpo, ¿qué eres? (...) Si no eres un cuerpo, ¿qué eres? Hazte esta pregunta honestamente... (L-91.6:6-9; 7:1; 8:1-2)
 
Vemos que incluso repite la misma frase con la misma pregunta al inicio de los párrafos 7 y 8. 
 
En la lección 136 tenemos otro recordatorio de este importante tema:
 
     He olvidado lo que realmente soy, pues me confundía mí mismo con mi cuerpo. (...) Mas yo no soy un cuerpo. (L-136.20:3,5)
 
Y en otra lección posterior, toda la lección 139 va relacionada con este tema, voy a citar solo este fragmento:

     ¿Y qué es elegir sino tener incertidumbre con respecto a lo que somos? No hay duda que no esté arraigada en esto. No hay pregunta que no sea un reflejo de ello. No hay conflicto que no entrañe la simple pregunta: ¿Qué soy? Mas ¿quién podría hacer esta pregunta sino alguien que se ha negado a reconocerse a sí mismo? (L-139.1:3-6; 2:1)

Algunas pistas en palabras para insinuar por dónde van los tiros de la Respuesta, la cual es la Experiencia de la Verdad:
 
     "Aquiétate y sabe que Yo soy Dios". Estas son palabras inspiradas porque reflejan conocimiento. (T-4.introd.2:2-3)

     No soy un cuerpo. Soy libre. Pues aún soy tal como Dios me creó. (L-199 y L-201, entre otras lecciones)

     Soy espíritu. (L-97)
 
     Dios es sólo Amor, y, por ende, eso es lo que soy yo. (L-171 entre otras)
 
     Dios, al ser Amor, es también felicidad. (L-103)
 
     Soy el santo Hijo de Dios Mismo. No puedo sufrir ni sentir dolor, no puedo sufrir pérdidas ni dejar de hacer todo lo que la salvación me pida. (L-191.7:3-4)
 
     Soy tal como Dios me creó. Su Hijo no puede sufrir. Y yo soy Su Hijo. (T-31.VIII.5:2-4 y también en L-110.6:2-4; negritas y cursivas en el original)

    Se te ha dado el conocimiento de que eres una mente, de que te encuentras en una Mente y de que no eres sino mente, por siempre libre de pecado y totalmente exento de miedo al haber sido creado del Amor. No has abandonado tu Fuente, por lo tanto, sigues siendo tal como fuiste creado. Esto se te dio en forma de un conocimiento que no puedes perder. Ese conocimiento se les dio asimismo a todas las cosas vivientes, pues sólo mediante él viven. (L-158.1:2-5)
 
     La Unidad es simplemente la idea de que Dios es. Y en Su Ser, Él abarca todas las cosas. Ninguna mente contiene nada que no sea Él. Decimos "Dios es", y luego guardamos silencio, pues en ese conocimiento las palabras carecen de sentido. No hay labios que las puedan pronunciar, ni ninguna parte de la mente es lo suficientemente diferente del resto como para poder sentir que ahora es consciente de algo que no sea ella misma. Se ha unido a su Fuente, y al igual que Ella, simplemente es. 
 
No podemos hablar, escribir, ni siquiera pensar en esto en absoluto. Pues aflorará en toda mente cuando el reconocimiento total de que su voluntad es la de Dios se haya dado y recibido por completo. Ello hace que la mente retorne al eterno presente, donde el pasado y el futuro son inconcebibles. El eterno presente yace más allá de la salvación; más allá de todo pensamiento de tiempo, del perdón y de la santa faz de Cristo. El Hijo de Dios simplemente ha desaparecido en su Padre, tal como su Padre ha desaparecido en él. El mundo jamás ha tenido lugar. La eternidad permanece como un estado constante. (L-169.5-6)
 
     Soy el Hijo de Dios, Su único y eterno amor. (L-318.1:7)
 
Y finalmente en la sección 14 (y la última) de la 2ª parte del Libro de ejercicios, , titulada ¿Qué soy?, se dice:

¿Qué soy? Soy el Hijo de Dios, pleno, sano y completo, resplandeciente en el reflejo de Su Amor. En mí Su creación se santifica y se le garantiza vida eterna. En mí el amor alcanza la perfección, el miedo es imposible y la dicha se establece sin opuestos. Soy el santo hogar de Dios Mismo. Soy el Cielo donde Su Amor reside. Soy Su santa Impecabilidad Misma, pues en mi pureza reside la Suya Propia. (L-PII.Preg14.1)

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viernes, 26 de marzo de 2021

Puedes iluminarte esta misma tarde

Simplemente indicar un post que toca el tema tanto del despertar instantáneo como del despertar gradual, que he posteado recientemente en otro de mis blogs pero que menciono aquí porque es un post en el contexto de la enseñanza de UCDM.

Y para quienes sí lo hayan visto, avisar también que lo he actualizado para añadirle un complemento con otro fragmento citado más.


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jueves, 25 de marzo de 2021

La purificación del pensamiento distorsionado

Todas las ilusiones pueden ser purificadas si se las entregamos al Espíritu Santo para que Él las reinterprete haciendo posible que nuestra percepción se tranforme en conocimiento, a través del puente que va desde la percepción errada o distorsionada hasta la percepción verdadera o correcta, la cual es un reflejo perceptual del conocimiento y por lo tanto esta percepción purificada no pone obstáculos al conocimiento.
 
Toda ilusión implica percepción, y toda percepción implica algún grado de distorsión, por lo que sólo el conocimiento está completamente libre de distorsiones. Si la percepción implica distorsión, esto quiere decir que todas las percepciones pueden ser purificadas, o dicho de otro modo, percibidas correctamente de tal modo que la percepción sea tan nítida que el grado de "distorsión" sea irrelevante, en cuyo caso la percepción puede ser transformada en conocimiento.

Primero vamos a ver las dos citas que motivaron este post:
 
     Hemos dicho anteriormente que el Espíritu Santo evalúa, y tiene que hacerlo. El Espíritu Santo separa lo verdadero de lo falso en tu mente, y te enseña a juzgar cada pensamiento que dejas que se adentre en ella a la luz de lo que Dios puso allí. El Espíritu Santo, con vistas a reforzar el Reino en ti, conserva lo que está de acuerdo con esa luz, y acepta y purifica lo que está parcialmente de acuerdo con esa luz. Mas lo que está en completo desacuerdo lo rechaza juzgando contra ello. Así es como Él mantiene la perfecta consistencia del Reino y su perfecta unificación. (T-6.V.C.1:1-6)

     Es imposible compartir pensamientos que se oponen entre sí. Sólo puedes compartir los pensamientos que proceden de Dios, los cuales Él conserva para ti. El Reino de los Cielos se compone de pensamientos de esa clase. Todos los demás permanecerán contigo hasta que el Espíritu Santo los haya reinterpretado a la luz del Reino, haciendo que sean también dignos de ser compartidos. Cuando se hayan purificado lo suficiente Él te permitirá compartirlos. La decisión de compartirlos es lo que los purifica. (T-5.IV.3:7-12)
 
Superficialmente podría parecer que hubiera una pequeña contradicción entre ambas citas, en las partes que he destacado en negrita. En la primera se dice que hay pensamientos que están de acuerdo con el conocimiento, otros que están parcialmente de acuerdo y por tanto pueden ser purificados, y finalmente otros que están en completo desacuerdo con el conocimiento y por tanto el Espíritu Santo los rechaza juzgando contra ellos. En la segunda cita se mencionan simplemente dos tipos de pensamiento, los que se pueden compartir porque proceden de Dios, y el resto son todos dignos de ser compartidos pero sólo después de que hayan sido purificados, es decir, reinterpretados por el Espíritu Santo. Ambas citas de hecho se complementan y no se contradicen, pues es simplemente una cuestión de énfasis. El Espíritu Santo puede reinterpretar todas las percepciones. Pero algunas de ellas tienen tan poca luz, que al reinterpretarlas se podría decir que se tratase prácticamente de una idea diferente, por lo que es como si en cierto modo la idea original hubiera sido rechazada. En realidad no hay ninguna percepción que sea totalmente rechazada, todas son purificables porque el ego no es capaz de producir una distorsión que carezca por completo de luz. El ego siempre contiene división y por tanto siempre hay algo de la mentalidad recta. El ego no puede producir una total obscuridad o una distorsión que carezca totalmente de ninguna luz, pues eso sería el tenebroso vacío absoluto, lo cual es imposible.

Veamos algunas citas que ilustran esto último de que la oscuridad pura es una imposibilidad:

     Puedes fabricar un armazón vacío, pero es imposible que no puedas expresar nada en absoluto. Puedes esperar, demorarte, paralizarte o reducir tu creatividad a casi nada, pero no puedes abolirla. (T-1.V.1:4-5)

     Es imposible concebir la luz y la obscuridad, o todo y nada, como posibilidades compatibles. Estos conceptos son o completamente verdaderos o completamente falsos. Es esencial que te des cuenta de que tu pensamiento seguirá siendo errático hasta que te comprometas firmemente con la luz o con la obscuridad. No obstante, un compromiso firme con la obscuridad o con la nada, es imposible. No hay nadie que haya vivido que no haya experimentado alguna luz o alguna cosa. Nadie es capaz, pues, de negar completamente la verdad, aunque piense que puede. (T-3.II.1:3-8)

La mente elige dividirse a sí misma cuando elige inventar sus propios niveles. Pero no puede separarse completamente del espíritu, ya que de éste es de donde deriva todo su poder para fabricar o para crear. Aun en la creación falsa la mente está afirmando su Origen, pues, de otro modo, simplemente dejaría de existir. Esto último, no obstante, es imposible, ya que la mente le pertenece al espíritu que Dios creó, y que, por lo tanto, es eterno. (T-3.IV.5:8-11)

Por lo tanto la percepción es siempre algo dividido (con excepción de la percepción sanada) y esto quiere decir que cualquier percepción del ego puede ser purificada o reinterpretada, ya que todas las percepciones del ego están divididas entre la mentalidad errada y la mentalidad recta, entre la oscuridad y la luz, y el Espíritu Santo puede reconocer hasta la más pequeña gota de luz en las más tenebrosas distorsiones de la percepción del ego.

Y en consecuencia todo lo relativo al mundo, al cuerpo, a cualquier ilusión o pensamiento del ego, por muy distorsionado que esté sigue siendo posible entregárselo al Espíritu Santo para que nos lo reinterprete y nos devuelva únicamente la luz que pueda contener.

Una vez hecha esta aclaración, veamos otras citas que complementen este tema de la purificación del pensamiento, de la reinterpretación de la percepción:

     Todo el mundo tiene derecho a los milagros, pero antes es necesaria una purificación. (T-1.I.7:1)
 
     Los impulsos físicos son impulsos milagrosos mal canalizados. (T-1.VII.1:3)
 
En la cita anterior, "mal canalizados" significa "sin purificar", es decir, "distorsionados".
 
     Los apetitos son mecanismos para "obtener" que representan la necesidad del ego de ratificarse a sí mismo. Esto es cierto tanto en el caso de los apetitos corporales como en el de las llamadas "necesidades más elevadas del ego". El origen de los apetitos corporales no es físico. (T-4.II.7:5-7)
 
     La única carencia que realmente necesitas corregir es tu sensación de estar separado de Dios. Esa sensación de separación jamás habría surgido si no hubieses distorsionado tu percepción de la verdad, percibiéndote así a ti mismo como alguien necesitado. (T-1.VI.2:1-2)
 
     Tus percepciones distorsionadas producen una densa envoltura alrededor de los impulsos milagrosos, dificultándoles el que lleguen a tu conciencia. La confusión de los impulsos milagrosos con los impulsos físicos es una de las distorsiones básicas de la percepción. Los impulsos físicos son impulsos milagrosos mal canalizados. (T-1.VII.1:1-3)
 
      La función interpretativa de la percepción, que es una forma de creación distorsionada, te permitió entonces llegar a la conclusión de que tú eres tu cuerpo, en un intento de escapar del conflicto que tú mismo habías provocado. (T-3.IV.6:3)
 
     Son muchos los casos que demuestran cómo lo que deseas distorsiona tu percepción. (T-8.VIII.8:3)
 
     (...) lo único que puede estar distorsionado es la percepción. (T-8.IX.1:6)
 
     Puede ((el Espíritu Santo)), por consiguiente, llevar a cabo la función de reinterpretar lo que el ego forja, no mediante la destrucción, sino mediante el entendimiento. (T-5.III.7:4)
 
     Todos los pensamientos no amorosos tienen que ser deshechos, palabra ésta que el ego ni siquiera puede entender. Para el ego, deshacer significa destruir. El ego no será destruido porque forma parte de tu pensamiento, pero como no es creativo, y es, por consiguiente, incapaz de compartir, será reinterpretado de otra manera para así liberarte del miedo. (T-5.VI.9:2-4)

     El propósito de la Expiación es conservar del pasado únicamente aquello que ha sido purificado. (T-5.V.7:11)
 
     El Espíritu Santo te ayudará a reinterpretar todo lo que percibes como temible, y te enseñará que sólo lo que es amoroso es cierto. (T-5.IV.1:3)

     Todo tu pasado, excepto su belleza, ha desaparecido, y no queda ni rastro de él, salvo una bendición. He salvaguardado todas tus bondades y cada pensamiento amoroso que jamás hayas abrigado. Los he purificado de los errores que ocultaban su luz, y los he conservado para ti en su perfecta luminiscencia. Se encuentran más allá de la destrucción y de la culpabilidad. Procedieron del Espíritu Santo en ti, y sabemos que lo que Dios crea es eterno. (T-5.IV.8:2-6)

     Existen muchos ejemplos que muestran la forma en que las interpretaciones del ego son engañosas, pero con unos pocos bastará para mostrar cómo el Espíritu Santo puede reinterpretarlas bajo Su Propia Luz. (T-5.VI.5:1)

     Todo pensamiento amoroso que el Hijo de Dios jamás haya tenido es eterno. Los pensamientos amorosos que su mente percibe en este mundo constituyen la única realidad de éste. Siguen siendo percepciones porque él todavía cree estar separado. Mas son eternos porque son amorosos. Y al ser amorosos son semejantes al Padre, y, por lo tanto, no pueden morir. El mundo real ciertamente se puede percibir. Lo único que ello requiere es que estés dispuesto a no percibir nada más. Pues si percibes tanto el bien como el mal, estarás aceptando lo falso y lo verdadero, y no estarás distinguiendo claramente entre ellos.
 
El ego tal vez vea algo bueno, pero nunca ve sólo lo bueno. Esa es la razón de que sus percepciones sean tan variables. No rechaza la bondad por completo, pues eso sería inaceptable para ti. Pero siempre añade a lo real algo que no es real, confundiendo así la ilusión con la realidad.
 
(...) De todo lo que has fabricado, el mundo real es lo único que el Espíritu Santo ha conservado para ti, y la salvación consiste en percibir únicamente eso, ya que es el reconocimiento de que la realidad es únicamente lo que es verdad. (T-11.VII.2; 3:1-4; 4:9)

     Ni uno solo de los pensamientos que albergas es completamente verdadero. (T-11.VIII.3:2)

     Perdonar no es otra cosa que recordar únicamente los pensamientos amorosos que diste en el pasado, y aquellos que se te dieron a ti. Todo lo demás debe olvidarse. (...) Si se ha olvidado todo, excepto los pensamientos amorosos, lo que queda es eterno. Y el pasado transformado se vuelve como el presente. El pasado deja de estar en conflicto con el ahora. (T-17.III.1:1-2; 5:3-5)

     No guardes ningún secreto tenebroso que Él no pueda usar, antes bien, ofrécele los pequeños regalos que Él puede extender para siempre. Él aceptará cada uno de ellos y los convertirá en una fuerza potente en favor de la paz. El Espíritu Santo no dejará de bendecir ni uno solo de los regalos que le haces ni los limitará en forma alguna. Los infundirá de todo el poder que Dios le ha conferido, a fin de hacer de cada uno de ellos un manantial de curación para todos. (T-22.VI.9:5-8)
 
Finalmente incluimos algunos pasajes de la lección 151 del Libro de ejercicios, «Todas las cosas son ecos de la Voz que habla por Dios», cuyo título mismo está haciendo referencia implícitamente a esta purificación o reinterpretación que es la base del perdón: ver la luz que la oscuridad parecía ocultar, una luz o eco que se encuentra absolutamente en todas las percepciones, sin que ni una sola quede excluida. Estos pasajes ilustran muy bien el tema, de modo que nos despedimos con ellos:

     Él ((el Espíritu Santo)) eliminará todo vestigio de fe que hayas depositado en el dolor, los desastres, el sufrimiento y la pérdida. Él te concede una visión que puede ver más allá de estas sombrías apariencias y contemplar la dulce faz de Cristo en todas ellas. Ya no volverás a dudar de que lo único que te puede acontecer a ti a quien Dios ama, son cosas buenas, pues Él juzgará todos los acontecimientos y te enseñará la única lección que todos ellos encierran.
 
Él seleccionará los elementos en ellos que representan la verdad, e ignorará aquellos aspectos que sólo reflejan sueños fútiles. Y reinterpretará desde el único marco de referencia que tiene, el cual es absolutamente íntegro y seguro, todo lo que veas, todos los acontecimientos, circunstancias y sucesos que de una manera u otra parezcan afectarte. Y verás el amor que se encuentra más allá del odio, la inmutabilidad en medio del cambio, lo puro en el pecado y, sobre el mundo, únicamente la bendición del Cielo.
 
(...) Así es como verás la santa faz de Cristo en todo, y como oirás en todo únicamente el eco de la Voz de Dios.

(...) Después observaremos nuestros pensamientos, apelando silenciosamente a Aquel que ve los elementos que son verdad en ellos. Deja que Él evalúe todos los pensamientos que te vengan a la mente, que elimine de ellos los elementos de sueño y que te los devuelva en forma de ideas puras que no contradicen la Voluntad de Dios.

Ofrécele tus pensamientos, y Él te los devolverá en forma de milagros que proclaman jubilosamente la plenitud y la felicidad que como prueba de Su Amor eterno Dios dispone para Su Hijo. Y a medida que cada pensamiento sea así transformado, asumirá el poder curativo de la Mente que vio la verdad en él y no se dejó engañar por lo que había sido añadido falsamente. Todo vestigio de fantasía ha desaparecido. Y lo que queda se unifica en un Pensamiento perfecto que ofrece su perfección por doquier. (L-151.10; 11; 12:4; 13:3-4; 14:1-4)

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Post relacionado:


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domingo, 21 de marzo de 2021

Los dos principales sentidos de la palabra "juicio" en UCDM

He mencionado más de una vez que no deberíamos aferrarnos demasiado a un significado fijo de las palabras, por ejemplo aquí: «Sobre la comunicación». Veamos otro breve ejemplo.

La palabra «juicio» tiene dos significados principales en Un curso de milagros (UCDM). En muchos pasajes se refiere a los pensamientos que provienen de la mentalidad errónea del ego basada en la creencia en la separación. Un ejemplo de este significado:
 
No tienes idea del tremendo alivio y de la profunda paz que resultan de estar con tus hermanos o contigo mismo sin emitir juicios de ninguna clase. (T-3.VI.3:1)

El otro significado de la palabra «juicio» en UCDM es para valoraciones en general, tanto las de mentalidad errada como las de mentalidad recta. En ese sentido solamente hay dos juicios posibles, el del sistema de pensamiento del ego de rechazo, diferencias y separación, y el del sistema de pensamiento del Espíritu Santo de perdón, igualdad y unión. Ambos sistemas de pensamiento se encuentran en nuestra mente ontológica y, cada vez que elegimos uno de ellos, lo elegido se refleja a nivel del mundo de las formas en forma de una diversidad de pensamientos o "juicios" correspondientes. La clave es que regresemos a nuestra mente y ahí elijamos el perdón del Espíritu Santo (el principio de la Expiación que nos recuerda que la separación nunca ha ocurrido) y una vez que hemos elegido esto hemos abierto la puerta a la paz y nuestra elección se expresará en diversos reflejos en la apariencia del mundo: sentimientos de hermandad con nuestros hermanos, etc.

Un ejemplo de este segundo significado de la palabra «juicio»:

Los juicios, al igual que cualquier otra defensa, se pueden utilizar para atacar o para proteger, para herir o para sanar. (T-4.IV.8:7)

Dije una vez (por email y citado en un post):
 
Resumen de cuándo algo se puede considerar un juicio y cuándo una simple preferencia: si te quita la paz entonces has hecho algún juicio; si no te quita la paz entonces es una simple preferencia :-)

Esto se refiere al primer significado que he mencionado de la palabra «juicio», es decir, hablamos de los juicios del ego: juicios destructivos o de mentalidad errada. Se reconocen porque eclipsan la paz. Y tal como nos dice el Curso, podemos reconocer qué sistema de pensamiento hemos elegido (el del ego o el del Espíritu Santo) juzgando eso a través de nuestros sentimientos. ¿Sentimos paz? ¿Nos sentimos contentos, felices? Si no es así, es síntoma de que hemos elegido al ego como nuestro guía... y el Maestro interior nos invita a elegir de nuevo. 

Juzga por tus sentimientos cuán bien has hecho esto, pues ése es el único uso acertado del juicio. (T-4.IV.8:6)

Se habla también de esto en la sección T-14.XI, «El test de la verdad», o «La prueba de la verdad»:

Hay una prueba —tan infalible como Dios— con la que puedes reconocer si lo que has aprendido es verdad. Si no tienes miedo de absolutamente nada, y todos aquellos con los que estás o que simplemente piensen en ti comparten tu perfecta paz, entonces puedes estar seguro de que has aprendido la lección de Dios y no la tuya. (T-14.XI.5:1-2)

Eso es juzgar adecuadamente qué es lo que estamos eligiendo. Y reconocerlo nos permite cambiar de elección cuando hayamos elegido mal y hayamos perdido la paz. Siempre podemos elegir de nuevo.
 
Dejo un par de ejemplos más de citas de UCDM donde se relaciona lo que sentimos con qué hemos elegido en el fondo de nuestra mente:
 
Es el resultado natural de haber elegido acertadamente, y da testimonio de tu felicidad, la cual procede de haber elegido estar libre de toda culpa. (T-14.III.5:3)

Conviértete en la prueba viviente de lo que el toque de Cristo puede ofrecerle a todo el mundo. Dios te ha confiado todos Sus dones. ¡Que tu felicidad dé testimonio de la gran transformación que experimenta la mente que elige aceptarlos y sentir el toque de Cristo! (L-166.15:2-4)

Las dos citas anteriores se refieren al resultado de elegir la mentalidad recta (el resultado de la cual es: reconocer la paz y felicidad en nuestra mente), y tal elección es algo que no es para el futuro, sino que esta paz y felicidad es algo que siempre podemos elegir justo ahora, en este preciso instante:
 
La liberación se te concede en el instante en que la desees. (T-18.VII.4:3)
 
Si nuestro deseo es total e inequívoco (sin resistencia o división en nuestra mente) experimentaremos la liberación total e inmediata, mientras que si nuestro deseo es parcial experimentaremos un alivio temporal, por ejemplo la paz resultante de elegir la mentalidad recta, la cual está disponible para nosotros en un sentido práctico y accesible en todo momento. Es útil recordar que este tipo de deseo no nace de la carencia porque estamos deseando simplemente lo que ya tenemos y somos, y cuando nuestro deseo por ello es total se convierte en certeza y experimentamos plenamente nuestra Realidad.
 
Otra manera de decir lo mismo la vemos reflejada en esta otra cita:

No te contentes con la idea de una felicidad futura. (...) Pues hay causa para ser libre ahora. (T-26.VIII.9:1,3)
 
Esto es válido tanto para disfrutar de la paz de la mentalidad recta (disfrutar de cierta paz mientras aún nos experimentamos en el mundo de la percepción, convirtiéndonos en un "alumno feliz") como también para elegir la iluminación definitiva, en caso de que nuestra mente se sienta preparada al haber abandonado toda resistencia a despertar. En cualquier caso nos sentiremos bien, porque el medio coincide con la meta final: la paz nos lleva a la Paz... la felicidad nos conduce a la Felicidad. Y disfrutamos de esta paz con dulce paciencia y sin sensación de prisas, porque el tiempo se endulza y acelera, se desvanece en éxtasis... la sensación de estar en el tiempo se disuelve más y más, a medida que aumenta nuestra felicidad, similarmente a como la oscuridad se va disolviendo a medida que aumenta la luz. Para los niños felices no existe el tiempo mientras juegan felizmente. Igualmente el tiempo desaparece para aquel que ha elegido en su mente la felicidad.

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Si alguien está interesado en más comentarios sobre el tema de los juicios, dejo unos links a unas series de posts sobre eso (indico en cada serie la primera parte, el resto de las partes aparecen ahí mismo en cada post de cada serie):
 

 
 
En cuanto al tema de la comunicación y la flexibilidad o desapego que deberíamos tener con las palabras, hay más comentarios en el siguiente post (que incluye links a otros):
 

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sábado, 20 de marzo de 2021

Relación santa e iluminación

Extraído de un email (en azul mis comentarios):
 
Respecto a una relación santa con algo o alguien, es estar directamente relacionado con el no sufrimiento, no dependencia, no expectativas. ((Así es))

Cuando te preguntaba de porqué me decías que la mayoría del tiempo estabas en un alto grado de paz, ahora comprendo mucho mejor el proceso de iluminación.  Es decir que quienes han alcanzado la plena iluminación como nuestros maestros ascendidos, llegaron a experimentar una completa paz a todo momento.  Ahora que lo mencionas, cómo pudiera experimentarse completa paz cuando se es expuesto a un malestar físico o inclusive emocional. ((Al no haber ninguna identificación con el cuerpo ni con la mente individual, no hay sufrimiento. Por ejemplo, para un iluminado no supone ningún problema que torturasen su cuerpo, para él sería como si nos quitamos un zapato, lo dejamos abandonado, y aparece alguien con un martillo y comienza a golpear el zapato a martillazos, ¿por qué tendría que dolernos? Claro que sufriríamos si estamos muy muy apegados al zapato, pero de lo contrario no importa cuántos martillazos reciba el zapato, no nos dolerá porque sabemos perfectamente que el zapato no soy yo. El iluminado sabe perfectamente que él no es su cuerpo, sino el Ser. Otro ejemplo sería ver catástrofes en una película, ¿por qué deberíamos sufrir emocionalmente por ellas? Es sólo una peli. El iluminado sabe que todo es una peli ilusoria, excepto Dios, Quien es lo único real))
 
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Puedes encontrar bastante información sobre la iluminación en el índice de temas de mis blogs:

https://hablemosdeucdm.blogspot.com/p/blog-page.html

Ahí, si bajas hasta encontrar el Índice Temático, aparecen los temas ordenados en orden alfabético. Y una de las secciones es "iluminación", con varios links de comentarios surgidos sobre el tema en mis blogs o el foro.
 
Nota: O una búsqueda aún más simple, en este mismo blog, en el lateral donde están las etiquetas hay una etiqueta llamada "iluminación", que tiene algunos posts sobre el tema, aunque no tantos como los que hay en el índice de temas que linkeé anteriormente.
 
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Otro post sobre la iluminación:
 
 
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viernes, 19 de marzo de 2021

Sobre relaciones y preferencias (y 5)

Hola XXX, gracias por tus amables palabras :-)

En realidad el camino de despertar es un proceso gradual, suave, el Espíritu Santo nos guía de manera muy dulce y las ideas que mencionas, como ver los deseos de pareja u otras cosas como simples preferencias, son pasos intermedios útiles y forman parte del camino correcto. Esto no se contradice con que tales preferencias no son la verdad final, pues por ejemplo una pareja es temporal, ya que los cuerpos humanos no suelen vivir mucho más allá de 100 años, y eso es muy poco comparado con lo infinito. Pero Dios sabe que mientras creemos ser cuerpos nos experimentamos como cuerpos y vamos a necesitar algunas cosas materiales, debido a nuestra creencia en la materia y en la carencia. Por lo tanto es correcto disponer mientras estemos en el tiempo de aquello que percibamos que necesitamos. El Curso simplemente nos enseña a establecer con todo una relación santa en vez de una especial. Y pasar de una relación santa a una especial es un proceso en el tiempo, gradual. Cuanto más santificamos una relación, más disfrutaremos de ella sin sufrir en caso de que se interrumpa inesperadamente. Si por ejemplo tenemos una relación especial con nuestra cuenta bancaria, sufriremos si por alguna razón la cuenta es vaciada o robada de repente. Pero si la relación que tenemos con la cuenta bancaria es una relación santa, cuanto más firmemente establecida esté en la santidad, menor será el sufrimiento si la cuenta queda vacía, pues tendremos la tranquilidad de que nuestra relación con Dios no se puede perder. Un iluminado tiene una relación totalmente santificada con todo, de modo que no sufre ni siquiera si le roban o si mueren personas cercanas, pero Dios sabe en qué punto estamos cada uno y sabe que la mayoría no estamos iluminados, y nos brinda una Ayuda que tenga sentido en el momento del proceso de despertar en el que nos encontremos en cada etapa de nuestras vidas. Lo que importa es que siempre estamos a salvo. No hay excepciones a esto.

Todos los deseos vienen de la carencia, pero decir esto no es una crítica a desear. Dios sabe que mientras estemos confundidos (dormidos) creyendo ser cuerpos, tendremos deseos. Incluso desear a Dios es un deseo e implica carencia, porque desear a Dios significa que creemos que estamos separados de Él o creer que no lo estamos experimentando ya, lo cual no es cierto. Pero es un deseo correcto porque nos encamina en la buena dirección para despertar y disfrutar la verdad. Esto pasa con todos los deseos: provienen de la carencia, pero no son malos en sí mismos e incluso mirados con desapego podemos convertirlos en parte útil de nuestro proceso de despertar. Estaremos estableciendo una relación santa con nuestros deseos, en vez de una relación de apego. Por tanto, no hay problema con los deseos mientras no nos olvidemos de Dios. Él nos irá guiando poco a poco, estamos a salvo y perfectamente acompañados por Su Gracia e Inspiración, que nos brindará todo lo que necesitemos en el mundo mientras sigamos creyendo que el mundo existe.

Estar en un alto grado de paz "la mayor parte del tiempo" significa que a veces surgen puntualmente preocupaciones o alguna molestia corporal o lo que sea, y todo eso es mental e ilusorio. No es malo, simplemente indica que aún me queda por aprender. El Curso en realidad ofrece mucho (pues lo ofrece todo, la total plenitud constante). Quienes sí se han iluminado no solo están en paz "la mayor parte del tiempo", sino que están en paz siempre, lo que significa que no experimentan ni la más mínima interrupción de la paz, ninguna preocupación ni siquiera por una milésima de segundo, ningún dolor ni depresión, eso es vivir en la gloria y en éxtasis porque eso es experimentar la plenitud de Dios. Y es nuestra herencia. Es lo que todos vamos a experimentar cuando despertemos del todo. Simplemente yo no estoy todavía en ese punto. No puedo decir que esté iluminado, en el sentido que el Curso (o Gary Renard) utiliza el concepto de iluminación (completa). Algunos han comentado que Kenneth Wapnick sí alcanzó la iluminación, por lo que leerle suele ser sumamente inspirador para quienes quieren entender a fondo las enseñanzas profundas del Curso de milagros.

Mientras tanto, iluminados aparte, todos los demás seguimos recorriendo el camino del despertar, ayudándonos los unos a los otros al mismo tiempo que el Espíritu Santo y Sus ayudantes iluminados nos ayudan a todos.

Un abrazo :-)
 
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jueves, 18 de marzo de 2021

Sobre relaciones y preferencias (4)

Hola XXX, ahí seguimos :-)

Uno puede obtener todo lo que desee. No obstante, si lo que desea son ilusiones a la larga acabará desilusionado, puesto que las ilusiones son temporales y no brindan una satisfacción permanente.

Desear implica carencia porque uno desea lo que no tiene. Lo espera en el futuro, negando la felicidad del instante santo o momento presente.

Dicho esto, no hay nada malo en perseguir ilusiones. Uno acabará desilusionado y sufrirá por ello, pero las ilusiones en sí no son ni buenas ni malas: simplemente no existen.

El Curso dice:

     Todas esas cosas son tus substitutos del Amor de Dios. (L-50.2:1)

     Lo que Dios dispuso no tiene substituto, pues, ¿qué ilusión podría reemplazar a la verdad? (T-26.VI.2:8)

     No es nunca el ídolo lo que realmente quieres. Mas lo que crees que te ofrece, eso ciertamente lo quieres, y tienes derecho a pedirlo. Y es imposible que te sea negado. (T-30.III.4:1-3)

Es decir, lo que realmente ansiamos es lo eterno (la felicidad ilimitada, que es lo mismo que Dios). Cuando buscamos ídolos como por ejemplo dinero o una pareja, puede que pensemos que estamos buscando esas formas materiales, pero lo que en el fondo buscamos es la felicidad que creemos que esas cosas nos reportarían, es decir, en el fondo estamos buscando a Dios (la Felicidad Total). Pero si ponemos a Dios lo primero, una vez que nuestra mente acepta la unión con Dios, la Felicidad es automática, tanto si tenemos cosas materiales a nuestro alrededor como si no. Se deduce que lo que importa es la Felicidad, no las cosas externas que creemos (erróneamente) que pueden darla. Pero el mundo piensa lo contrario. Por consiguiente no buscan a Dios, sino cosas externas para completar el vacío o carencia que sentimos interiormente. Y al dejar a Dios de lado se termina sufriendo, porque sin Dios no hay felicidad que dure.

Como dice también la Biblia:

Buscad primero el reino de Dios y su justicia, y todo lo demás se os dará por añadidura. (Mateo 6:33)

Por tanto, el que busca es porque cree que no tiene. Esto implica creerse carente, pero esto no es malo, es simplemente nuestro punto de partida, hemos de ser honestos con nosotros mismos y reconocer nuestra sensación de carencia, para poder sanar esa creencia falsa. Todos los seres humanos se sienten carentes (tanto si lo reconocen conscientemente como si no) porque el mero hecho de identificarse con un cuerpo implica una experiencia limitada (=carencia). La solución es despertar del sueño de ser un cuerpo (despertar del sueño de carencia/dualidad), lo cual es un proceso que tradiciones como UCDM explican detalladamente en sus enseñanzas.

Mientras haya percepción, habrá deseos. El deseo es una forma de oración. Y la oración es evidente que no tiene nada de malo. Lo que el Curso sí nos enseña es a elevar paulatinamente nuestro nivel de oración. Nos enseña a ver claramente qué sería más beneficioso de pedir. Y nos dice que la mejor oración es la del perdón, porque los que han sido perdonados lo tienen todo (T-3-V.6:3). Lo concreto es específico o especial, pero Dios es Abstracto, no específico; y Él es eterno en vez de temporal.

En otras palabras, si en vez de pedir cosas concretas pidiésemos ante todo a Dios, todo lo demás se nos daría por añadidura. Debido a nuestra adicción a las cosas externas, que para nosotros son como una droga, pedimos cosas materiales o limitadas, pero Dios no se enfada por eso, somos como niños pequeños o pequeños príncipes que podríamos pedir la totalidad del reino pero nos conformamos perdiendo tiempo con juguetes sin importancia (las cosas externas). Pero Dios sabe que poco a poco nos cansaremos de lo limitado (porque es doloroso seguir inconscientes de la plenitud) y finalmente elegiremos elevar nuestras miradas hacia Él. El Curso simplemente nos recuerda que cuando preferimos cosas externas (ídolos) antes que Dios, estamos pidiendo demasiado poco porque podríamos tenerlo todo (Dios es la Totalidad, y elegir otra cosa sería como si un genio concediera un deseo a un niño y este pidiera un sonajero, cuando podría haber pedido y recibido el Universo entero jejeje). Por eso dice el Curso esto:

     Aquí el Hijo de Dios no pide mucho, sino demasiado poco, pues está dispuesto a sacrificar la identidad que comparte con todo, a cambio de su propio miserable tesoro. (T-26.VII.11:7-8)

     No pides demasiado de la vida, al contrario, pides demasiado poco. Cuando dejas que tu mente se ocupe de asuntos corporales, de las cosas que compras y de lo que es eminente de acuerdo con los valores del mundo, estás invitando al pesar, no a la felicidad. Este curso no pretende despojarte de lo poco que tienes. Tampoco trata de substituir las satisfacciones que el mundo ofrece por ideas utópicas. En el mundo no se puede hallar ninguna satisfacción. (L-133.2)

El Curso también habla de la oración o deseo:

     La oración es una forma de pedir algo. Es el vehículo de los milagros. Mas la única oración que tiene sentido es la del perdón porque los que han sido perdonados lo tienen todo. Una vez que se ha aceptado el perdón, la oración, en su sentido usual, deja de tener sentido. La oración del perdón no es más que una petición para que puedas reconocer lo que ya posees. (T-3.V.6:1-5)

     Mientras continúe habiendo percepción, la oración será necesaria. Puesto que la percepción se basa en la escasez, los que perciben no han aceptado totalmente la Expiación ni se han entregado a la verdad. La percepción se basa en un estado de separación, así que todo aquel que de alguna manera percibe, tiene necesidad de curación. El estado natural de los que gozan de conocimiento es la comunión, no la oración. Dios y Su milagro son inseparables. (T-3.V.10:1-5)

Ahora vamos a la parte final de tu email:

Te puedo preguntar:  ¿Por qué nunca estuviste interesado en el tema de la pareja? ¿Tuviste tanta iluminación desde temprana edad? Me refiero con esta pregunta a que la etapa donde uno empieza a despertar es ya en la edad adulta generalmente.  Una pregunta más, ¿eres religioso? Me refiero a un Sacerdote? o Pastor?  Quisiera yo llegar a este punto de tanta iluminación. (XXX)

La iluminación en el fondo es compartida, porque lo que en verdad está iluminado es el Espíritu Santo dentro de todos nosotros, uniendo nuestras mentes en una. Pero sí que es muy bueno desear la iluminación, porque es un reflejo de desear a Dios, que es el deseo que acelera nuestro despertar y que deshace todos los demás deseos. Es el más elevado de los deseos, porque implica apreciar la verdad (Dios/Felicidad Real) por encima de lo que deseamos las ilusiones.

No sé por qué no surgió el estar más interesado en tener pareja. Simplemente ha estado sucediendo así. En vez de buscar pareja mi atención dedicó más énfasis a otros temas, desde el ajedrez o la lectura de todo tipo de temas hasta finalmente un interés cada vez mayor por la espiritualidad. De niño tenía a veces intuiciones de que el mundo no era algo serio, es casi como intuir que no era real, a veces me lo tomaba a pitorreo (en broma), pero también tenía mis desafíos y sufrimientos, como casi todos. Pero la purificación mental y la estabilidad de la paz sigue siendo un proceso que comenzó tal vez en la infancia pero se intensificó a partir de los 18 años cuando empecé a interesarme por varios ámbitos espirituales, finalmente llegando a conocer el Advaita oriental y en 2010 por fin entré a fondo con UCDM que me está ayudando mucho a permanecer en un alto grado de paz la mayor parte del tiempo. Los iluminados son el ejemplo que todos tenemos para seguir, pues ellos sí están siempre en una paz tan completa que incluso si se torturasen sus cuerpos no sufrirían nada, al haberse desidentificado completamente de la creencia de ser cuerpos y de que la materia puede afectarlos.

No soy sacerdote ni pastor, mi interés en religión es de tipo espiritual, de niño y adolescente tuve algún interés en lo religioso en alguna etapa, pero también otras etapas intermezcladas en plan "rebelde" como es habitual en los adolescentes, con dudas que se expresaron en un casi ateísmo temporal, hasta que las intuiciones internas volvieron a aflorar y a predominar sobre mi vida. Mi vida no es especial, simplemente siempre hubo en mí una parte abierta a lo misterioso, a los trascendente, eso se expresaba a veces como interés mundano en temas como los OVNIs o los fantasmas, la reencarnación, etc., pero la esencia era que estaba abierto a la posibilidad de que todo el conocimiento que tenemos sobre el mundo pudiera estar equivocado o ser limitado, incluido el conocimiento científico. Una de mis grandes aficiones siempre ha sido leer, y eso me permitió aprender de múltiples autores, pues leí tanto novelas superficiales, como temas más profundos: historia, biografías, filosofía, religiones, espiritualidad, etc.

Tengo conversaciones con Dios, hablo al Espiritu Santo y a veces no puedo continuar porque mis pensamientos están ahí, interrumpiendo y ya quiero hablar con alguien, expresar mis ideas y trato de conectarme conmigo mismo nuevamente .  Llevo años haciendo este ejercicio Toni, creeme y he logrado paz , armonía , pero aún es el sentimiento de carencia de esa persona que quisiera tener a mi lado y no la tengo.  Esto no es más que ego, yo se. Cómo lograr ir removiendo esa carencia. (XXX)

Tener conversaciones con Dios es una excelente práctica y te felicito por ello. Y es una forma de superar la falsa creencia en la carencia que todos experimentamos en un grado u otro, pues cada vez que ponemos nuestra atención en Dios la Gracia desciende sobre nosotros hasta el punto en que nos sintamos preparados, y por lo tanto abrimos la puerta a la paz. Recomiendo esa práctica para todo. Ayuda a despertar del sueño de la dualidad. Y Un curso de milagros también es una buena ayuda complementaria, pues nos enseña a mejorar nuestra capacidad de perdonar no-dualmente, y conforme perdonamos se purifica nuestra mente y nuestra comunicación con Dios se vuelve cada vez más nítida, lo que significa cada vez más paz y felicidad, además de intuiciones a todos los niveles, incluso para asuntos del mundo (que serían el regalo de "añadidura" después de haberle dado prioridad a Dios por medio del perdón).

¡Un abrazo!
 
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miércoles, 17 de marzo de 2021

Sobre relaciones y preferencias (3)

Claro, las preferencias en sí no tienen por qué implicar nada de especialismo. Mientras uno esté en paz con sus preferencias no hay problema. Y si faltase paz tampoco es problema: simplemente se perdona y asunto resuelto.

Los ejercicios de visualización suelen ser a menudo lo que el Curso llama "magia". Pero el Curso también dice que la magia no es algo malo, simplemente son ilusiones. Por ejemplo, uno puede visualizar grandes ganancias de dinero en la lotería, o encontrar la pareja o la casa ideal, y puede que esa visualización llegue en el mundo de la forma o no, pero si mientras llega uno se siente carente, hay especialismo. E incluso si llega, luego uno descubrirá que la felicidad permanente tampoco era eso, porque no depende ni del dinero, ni de la pareja, ni de la casa ni de nada externo. El Curso simplemente nos recuerda (por si queremos acelerar el proceso de despertar del sueño dual) que nada externo puede afectarnos, ni bueno ni malo:

     Nada externo a ti puede hacerte temer o amar porque no hay nada externo a ti. (T-10.introd.1:1)

La búsqueda de cosas externas son ídolos, pero puede estar bien buscarlos para así aprender que no dan la felicidad permanente. Visualizar una pareja puede parecer un hecho, pero en realidad el Único Hecho es Dios jejeje

     En ese estado tu mente conoce a Dios, pues Dios no es algo simbólico; Dios es un Hecho. (T-3.I.8:2)

Pero estoy hablando de espiritualidad bastante profunda. En la práctica todo es mucho más sencillo: uno simplemente sigue sus resonancias, se abre a la Gracia, y poco a poco la Gracia misma nos va guiando de regreso a Casa. Por el camino podemos disfrutar de cualquiera de nuestras preferencias: parejas, amigos, circunstancias agradables, pero finalmente nos iremos dando cuenta de que detrás de ellas lo que late es una única Vida, y al final del todo nos uniremos a esa Vida que es Amor y es Dios. No hay prisa, pero conforme nos vamos vaciando de nuestras creencias nos iremos llenando de felicidad. Y la máxima Felicidad, nuevamente, es Dios :-)

Respondiendo a tus preguntas, no he estado casado, no tengo hijos y no hago nada en especial. Simplemente vivo, o fluyo, y aunque nunca me sentí demasiado interesado en buscar pareja, en cambio siempre he sentido afinidad por la amistad. Así que se podría decir que lo único que hago en la vida es practicar el ser más amistoso conmigo mismo y los demás jejeje

Un abrazo

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martes, 16 de marzo de 2021

Sobre relaciones y preferencias (2)

Hola XXX :-)

Lo que dices de un deseo desprovisto de necesidad es lo que nos interesa (la noción usual de "deseo" es buscar algo que no se tiene, lo cual es ilusorio porque el ser que somos lo es/tiene todo y no desea nada porque desear implicaría que no se tiene, sería una carencia implícita, pero te entiendo, veo que la paradoja "deseo sin necesidad" es una forma para referirte a lo que yo llamo a veces "preferencia"). No es que sea fácil estar siempre en ese punto, lo fácil es dejarnos distraer por el ego jeje, pero esa actitud de desapego es lo que estamos aprendiendo. Un deseo sin necesidad no implica especialismo porque es una simple preferencia, en el sentido en que compañeros como Gary Renard o Ken Wapnick hablan de "preferencias", como algo inocente: ciertamente en el Cielo no hay preferencias porque es pura Totalidad y las preferencias por lo general implican parcialidad, pero durante el proceso de despertar el ideal es aprender a convertir nuestros apegos en meras preferencias. Ambas palabras son casi sinónimos, pero nosotros podemos usarlas de un modo útil considerando "apegos" lo que nos dolería si no lo alcanzáramos, y las preferencias lo que es un simple deseo pero sin obsesión, sin necesidad, y por lo tanto no duele si no se cumple. Por ejemplo, si planeábamos salir a pasear a tomar el sol y cuando llega la hora se ha nublado el cielo y se pone a llover, si debido a eso nos sentimos mal y nos lamentamos con tristeza estaríamos experimentando un apego (especialismo), pero si se tratase de una simple preferencia no haríamos una montaña de un granito de arena, simplemente nos diríamos a nosotros mismos algo del estilo de: "¡Pues en ese caso saldré a mojarme o bailar bajo la lluvia!", o simplemente "En ese caso me quedaré en casa leyendo y lo pasaré igualmente bien".

Me alegra que te sientas feliz. Esto me recuerda que la felicidad, como la paz, es una decisión que tomamos. Si decidimos esperar a "algo" para ser felices (que nos toque la lotería, conocer a alguien, bajar de peso, etc) entonces estamos poniéndonos en manos de cosas externas y dando realidad al mundo, pero si simplemente elegimos ser felices directamente, eligiendo a Dios como nuestro único verdadero propósito o meta, entonces abriremos la puerta de la felicidad independientemente de los acontecimientos externos. A menudo luego los acontecimientos externos reflejan esa felicidad, pero ni siquiera eso es necesario para quien ya es feliz de todos modos.

Todas estas ideas son más fáciles decirlas que llevarlas a la práctica y experimentarlas de un modo consistente, pero eso es lo que estamos aprendiendo y entrenando, y estamos en manos de un Entrenador espléndido: el Espíritu Santo. El cual, como siempre me gusta repetirme a mí mismo, está dentro de todos nosotros. Así que con un poco de práctica podemos verlo o vislumbrarlo cada vez más consistentemente en nosotros mismos y en los demás, apreciando lo bueno que percibimos en nuestros hermanos y perdonando lo que parezca malo, pues lo malo no puede ser real y tiene que ser nuestra propia percepción distorsionada. Este entrenamiento conduce paulatinamente a la iluminación, que es felicidad permanente, la bendición que todos deberíamos buscar para nosotros mismos y para compartirla con todos los demás.

Así pues, perdonando poquito a poco nuestros apegos, finalmente los apegos desaparecen y al final nos queda un único "apego" que es bueno: el apego a Dios :-)
 
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lunes, 15 de marzo de 2021

Sobre relaciones y preferencias (1)

Esta serie de posts vienen de un reciente intercambio de emails, compartiendo aquí algunas de mis respuestas. 
 
Hola XXX, sobre esto que dices:

En realidad no estaría segura de si el hecho de anhelar una pareja, se convierta así mismo en una relación especial. (XXX)

El mero hecho de tener pareja no implica que se trate de una relación especial, pero si hablamos de "anhelar" sí diríamos que podría haber un factor de especialismo, aunque depende de qué queramos decir exactamente con anhelar, pero si nos referimos al anhelo intenso que mientras no se cumple uno se siente con cierta sensación de carencia, eso sería técnicamente una relación especial porque la sensación de carencia suele indicar apego. Y no tiene nada de malo tener relaciones especiales, en este mundo hay relaciones especiales y el Curso no nos pide que las eliminemos de nuestras vidas, el Espíritu Santo no quiere quitárnoslas, simplemente quiere ayudarnos a transformar su propósito para que la relación ayude a despertar en vez de a reforzar el especialismo, y de este modo la misma relación se convierte en una relación santa.

     He dicho repetidamente que el Espíritu Santo no quiere privarte de tus relaciones especiales, sino transformarlas. (T-17.IV.2:3)

A lo que me refería en mi email anterior es que cuando buscamos fuera de nosotros mismos estamos expuestos a la decepción y el sufrimiento consiguiente. Pero si buscamos primero el amor dentro de uno mismo, entonces nos sentiremos plenos y todo lo demás nos vendrá por añadidura: encontraremos sin siquiera buscar, porque ya hemos reconocido primero nuestra propia plenitud y no podemos sino verla reflejada allá donde miremos. El Curso explica detalladamente la trampa de buscar fuera de uno mismo, y por ejemplo la sección T-29.VII del texto, titulada "No busques fuera de ti mismo", toca este tema bastante a fondo.

En definitiva, que en este mundo estamos acostumbrados a buscar personas que nos completen porque creemos en la carencia (porque creemos ser cuerpos), mientras que el Espíritu trata de enseñarnos que ya somos completos y al reconocerlo no buscaremos a otros para ver qué podemos recibir, sino para dar, para compartir nuestra propia plenitud. Por supuesto que esto es un proceso, los que han sanado completamente su mente sí están en ese punto y sólo buscan compartir, mientras que los demás estamos aprendiendo gradualmente, pero un buen primer paso es ir dándonos cuenta de que nos sentimos carentes y a continuación perdonarnos, pues es solo una falsa creencia basada en la separación (que en realidad nunca ocurrió).

Creo que en mis comentarios hay un eco o reflejo de algunas ideas del Curso, por ejemplo:

     La verdad es siempre abundante. Los que perciben y reconocen que lo tienen todo no tienen necesidades de ninguna clase. El propósito de la Expiación es devolvértelo todo, o más bien, devolvérselo a tu conciencia. Se te dio todo cuando fuiste creado, exactamente como se les dio a todos los demás. (T-1.IV.3:4-7)

     El ego proyecta para excluir; y, por lo tanto, para engañar. El Espíritu Santo extiende al reconocerse a Sí Mismo en cada mente, y de esta manera las percibe a todas como una sola. Nada está en conflicto en esta percepción porque lo que el Espíritu Santo percibe es todo igual. Dondequiera que mira se ve a Sí Mismo y, puesto que está unido, siempre ofrece el Reino en su totalidad. (T-6.II.12:2-5)

     Pues una relación no santa se basa en diferencias y en que cada uno piense que el otro tiene lo que a él le falta. Se juntan ((en la relación especial)), cada uno con el propósito de completarse a sí mismo robando al otro. Siguen juntos hasta que piensan que ya no queda nada más por robar, y luego se separan. (...) La relación santa parte de una premisa diferente. Cada uno ha mirado dentro de sí y no ha visto ninguna insuficiencia. Al aceptar su compleción, desea extenderla uniéndose a otro, tan pleno como él. No ve diferencias entre su ser y el ser del otro, pues las diferencias sólo se dan a nivel del cuerpo. Por lo tanto, no ve nada de lo que quisiera apropiarse. (T-22.introd.2:5-7; 3:1-5)

Tal como dices en tu email, es genial cuando algo así "surja naturalmente", pues a medida que vamos reconociendo la plenitud interna, vemos reflejos allá donde miremos, como guiños o símbolos que surgen espontáneamente de manera natural, haciendo eco de nuestra actitud. En otras palabras: en lugar de buscar príncipes, perdonamos ranas y éstas se convierten en los príncipes que antes habíamos estado buscando infructuosamente jejeje
 
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Nota: Cuando escribí ese email, en la última de las citas que incluí estuve buscando una cita cuyas palabras precisas no recordaba, de modo que a cambio de la que no pude encontrar puse esa otra en la que destaqué en negritas el tema central que me interesaba: «Al aceptar su compleción, desea extenderla uniéndose a otro, tan pleno como él» (T-22.introd.2:5-7; 3:1-5)». Posteriormente me he encontrado con la cita que inicialmente quería compartir y que en aquel momento no pude encontrar. Es esta:

     Dios, que abarca todo lo que existe, creó seres que lo tienen todo individualmente, pero que quieren compartirlo para así incrementar su gozo. (T-4.VII.5:1)
 
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domingo, 14 de marzo de 2021

Juicios, preferencias y el proceso espiritual (y 3)

Me comentaron:
 
Gracias Toni, hoy amanecí mejor, algo cansada, y he leído tu correo con más entereza de lo que lo hubiera leído ayer aunque me ha dejado más cansada leerlo. 
 
Me desola leer que alguien sigue teniendo altibajos después de 20 años de práctica. Dice Ken que lo mismo da un intervalo de 20 min. que de 20 años... pero claro, un estudiante del Curso está en ese camino para ahorrar tiempo... y no digo que en 20 años tengas que iluminarte, pero un mínimo de paz suficiente como para no tener que plantearse la pregunta que hace... esto no resulta alentador. Esa sensación de que me queda mucho por hacer me abruma, la que he sentido super fuerte (insoportable) después de haber tenido una revelación. Es decir que tanto me abruma tirarme por el acantilado como hacerlo de forma paulatina en un camino taaaan largo... Sé que es otra trampa más del ego, porque el único tiempo que existe es el presente y ni hay acantilado ni camino largo (ni siquiera en sentido figurado), ni ego, claro.

Leo o escucho mucho lo de que el proceso es simple pero difícil... y de esto se apropia el ego para dejarme abatida. Y me recuerda: La hemos liado tan gorda que la vuelta atrás o mi deshacimiento es descomunal, ¿de verdad te merece la pena seguir?. El acantilado nos da mucho miedo y el camino mucha pereza. 

Así que ahora más que miedo me siento agotada (que es una forma de miedo más tolerable que la de ayer) pero igual de paralizante... y bueno, confronto esta situación y sé que no es nada porque aún sigo siendo como Dios me creó y le entrego al ES mis pensamientos de miedo.
 
Respuesta

El tiempo es un truco, lo que cuenta es nuestra decisión. Todos los millones de años que los científicos adjudican al universo no son más que un instante, un parpadeo tan breve que en realidad nunca sucedió. El perdón parece practicarse en el tiempo y finalmente nos saca de él, al acortarlo tanto que finalmente no queda nada de tiempo jejeje

Que el tiempo para despertar sea largo es una trampa del ego, sí. El ego se sirve de todos los mensajes para barrer para su casa. Lo de enfatizar que suele ser un proceso largo sirve para valorar la paciencia (como dice YYY, la paciencia infinita produce resultados inmediatos —T-5.VI.12:1) y para quitar el miedo que algunos estudiantes del Curso tienen a que el proceso sea tan rápido que desaparezcan demasiado deprisa en Dios sin "tener tiempo" de terminar de despedirse o disfrutar de algunas cosas materiales un poco más jejeje. Pero el Curso también dice, lo cual es todavía más exacto, lo siguiente:

     La liberación se te concede en el instante en que la desees. (T-18.VII.4:3)

Y repito que el ego se vale de todos los mensajes para sembrar miedo. Algunos se asustan por esta cita de que la liberación puede ser tan repentina, mientras que a otros el ego los desanima enfatizando que el proceso es largo y arduo, lo cual no es literalmente cierto. En fin, que enfaticemos un aspecto o el opuesto, el ego tratará de meter baza para asustar o desanimar. De esto solo escapamos conforme aprendemos a escuchar al Espíritu Santo en lugar del ego, pues todos estos mensajes tienen su lado de mentalidad recta también, de lo contrario no estarían en el Curso o en los discursos de Ken jejeje

Leo o escucho mucho lo de que el proceso es simple pero difícil... y de esto se apropia el ego para dejarme abatida. (XXX)

El proceso es simple y difícil... hasta que se vuelve muy fácil. Entonces estás en el sueño feliz, que aún no es el mundo real pero al menos estás disfrutando generalmente, salvo determinados momentos puntuales considerados como la "etapa 5" de las etapas del desarrollo de la confianza (M-4.I.A). Y estar en el sueño feliz es básicamente elegirlo y convertirlo en un hábito. Hay estudiantes del Curso que están en el sueño feliz desde el primer día, mientras que otros podrían pasar décadas pero todavía resistirse a cambiar un poquito de mentalidad suficiente como para empezar a permitirse disfrutar del camino.

Por ejemplo, la idea del cansancio es simplemente truco del ego. La sensación de cansancio surge cuando hacemos juicios. Y la ligereza viene cuando renunciamos a los juicios. Hay unas referencias que vi recientemente durante mis relecturas:

     No tienes idea del tremendo alivio y de la profunda paz que resultan de estar con tus hermanos o contigo mismo sin emitir juicios de ninguna clase. (T-3.VI.3:1)

     Cuando te sientes cansado es porque te has juzgado a ti mismo como capaz de estar cansado. Cuando te ríes de alguien es porque lo has juzgado como poco valioso ((imperfecto, defectuoso)). Cuando te ríes de ti mismo no puedes por menos que reírte de los demás, aunque sólo sea porque no puedes tolerar la idea de ser menos que ellos. Todo esto hace que te sientas cansado, ya que es algo básicamente descorazonador. No eres realmente capaz de estar cansado, pero eres muy capaz de agotarte a ti mismo. La fatiga que produce el juzgar continuamente es algo prácticamente intolerable. Es curioso que una habilidad tan debilitante goce de tanta popularidad. (T-3.VI.5:1-7)

     Su propósito ((del Curso)) es simplemente ahorrar tiempo. No obstante, sólo el tiempo se arrastra pesadamente, y el mundo ya está muy cansado. Está viejo, agotado y sin esperanzas. Mas el desenlace final nunca se puso en duda, pues, ¿qué puede cambiar la Voluntad de Dios? Pero el tiempo, con sus ilusiones de cambio y de muerte, agota al mundo y a todas las cosas que habitan en él. Al tiempo, no obstante, le llegará su final, y propiciar ese final es la función de los maestros de Dios, pues el tiempo está en sus manos. Tal fue su elección, y así se les concedió. (M-1.4:3-10)

El ego volverá a intentar darle la vuelta a todo lo que se diga, incluidas estas citas, pero depende de nosotros elegir desoírle en este preciso instante, y convertir este mismo momento en un primer peldaño para transitar por el sueño feliz. Somos libres de relajarnos y disfrutar ahora, sin obsesionarnos por el futuro (no solo con deseos materiales o preocupaciones temporales, sino que tampoco deberíamos obsesionarnos con lo que va a tardar la iluminación, que además ya está aquí aunque la rechazamos yéndonos al futuro o al pasado en vez de elegir relajar el instante presente soltando los juicios/interpretaciones/comidas de olla jejeje).

En este mismo momento uno puede desentenderse de los juicios y de pensar en futuros, y simplemente relajarse escuchando música o lo que le fluya bien, disfrutando del instante presente y aceptando así un trocito del sueño feliz. Dejar la droga del ego (juicios, interpretaciones) suele costarnos más al principio cuando estamos desenganchándonos, pero dejar de pensar tanto y simplemente vivir no es tan difícil cuando nos damos cuenta de que el ego solo nos está trayendo sufrimiento y que para relajarnos solo tenemos que darnos la vuelta y desentendernos de todo excepto de Dios, del relax presente, de la felicidad. No hay niveles para esto ni se necesita comprender nada complicado. Hay muchos que dan bien los primeros pasos de esta actitud, incluso sin saber nada de espiritualidad. Gente bonachona y juguetona que se relajan y procuran intuitivamente resonar con el "vive y deja vivir".

Uno se puede sentir atascado, y para eso está el Curso, que nos ayuda a desatascar al ego en sus diferentes niveles de distorsión pero, cuando por fin captamos la idea central de que no es necesario torturarnos, empieza a resultarnos fácil simplemente relajarnos y disfrutar del final de este paseo que es un agradable "viaje sin distancia". Entonces nos tratamos mimosamente a nosotros mismos y eso se extenderá hacia los demás. Y así nos permitimos experimentar relax y felicidad, simplemente un instante, el cual podemos renovar sin fin. Y al ser felices el tiempo pasa rápido, se suele decir, e incluso se desvanece en realidad. En cambio, cuando juzgamos o interpretamos estamos pensando demasiado (mal), y eso en vez de felicidad produce sensación de fastidio o atasco, pesadez, tiempo. En realidad no hay tiempo, pero para experimentar esto tenemos que permitirnos un poco de aire, soltando los juicios y permitiéndonos sonreír en este simple instante intemporal que nunca se acaba. En este sentido es válida la frase que nos anima a "ser como niños", simplemente disfrutando con espontaneidad del instante, sin preocuparse por el pasado o el futuro.

Tal como dice Jesús en la introducción del capítulo 4 del Texto, nos está invitando a unirnos a su resurrección, no a su crucifixión. La crucifixión es el viaje en el tiempo conduciendo al atasco, a la fatiga y a la muerte, mientras que la resurrección nos eleva a la feliz posición del observador o soñador que está feliz "por encima del campo de batalla".

     El viaje a la cruz debería ser el último "viaje inútil". No sigas demorándote en él, sino dalo por terminado. Si puedes aceptarlo como tu último viaje inútil, serás libre también de unirte a mi resurrección. Hasta que no lo hagas, estarás desperdiciando tu vida, ya que ésta simplemente seguirá siendo una repetición de la separación, de la pérdida de poder, de los esfuerzos fútiles que el ego lleva a cabo en busca de compensación y, finalmente, de la crucifixión del cuerpo o muerte. Estas repeticiones continuarán indefinidamente hasta que voluntariamente se abandonen. No cometas el patético error de "aferrarte a la vieja y rugosa cruz". El único mensaje de la crucifixión es que puedes superar la cruz. Hasta que no la superes eres libre de seguir crucificándote tan a menudo como quieras. Éste no es el Evangelio que quise ofrecerte. Tenemos otro viaje que emprender, y si lees cuidadosamente las lecciones que aquí se ofrecen, éstas te ayudarán a prepararte para emprenderlo. (T-4.introd.3) ((es inspirador leer esta sección completa, que es muy breve, solo son 3 párrafos y los dos párrafos anteriores al que he copiado tocan también el tema de la fatiga))

Una de las secciones que me resultan más inspiradoras del Curso es T-26.VIII, "La inmediatez de la salvación". Releerla suele ser elevador y aliviador. Va sobre la iluminación instantánea. Dejo algunas pinceladas de esa bella sección:

     Ves la salvación como algo que tendrá lugar en el futuro, pero no ves resultados inmediatos. Sin embargo, la salvación es inmediata. (T-26.VIII.2:7; 3:1)

     Todos los planes que haces para tu seguridad están centrados en el futuro, donde no puedes planear. (T-26.VIII.5:1)

     Pues el milagro es algo que es ahora. (T-26.VIII.5:8)

     Llevar a cabo la corrección en su totalidad no requiere tiempo en absoluto. Pero aceptar que la corrección se puede llevar a cabo parece prolongarse una eternidad. El cambio de propósito que el Espíritu Santo le brindó a tu relación encierra en sí todos los efectos que verás. Ésto se pueden ver ahora. ¿Por qué esperar a que se manifiesten en el transcurso del tiempo, temiendo que tal vez no se den, cuando ya se encuentran aquí? (T-26.VIII.6:1-5)

     ¿Por qué habría de aparecer el bien en forma de mal? (T-26.VIII.7:1)

     No te contentes con la idea de una felicidad futura. (...) Pues hay causa para ser libre ahora. (T-26.VIII.9:1,3)

El ego nunca va a estar conforme. Usará incluso la información espiritual para remarcar su descontento. Pero cuando estamos alerta a sus trucos (que el descontento siempre proviene del ego) podemos desenmascarar al ego y elegir la relajación y la felicidad de un instante dulce, en vez de seguir tensionándonos con los juicios e interpretaciones que inventa el ego.

Como dijo Emerson, «Este momento es tan bueno como cualquier momento de la eternidad» :-)

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