jueves, 25 de agosto de 2016

El bello ejemplo del Sol

Si tenemos humildad y una actitud receptiva, podemos aprender de todos los seres sin excepción. Uno de nuestros maestros puede ser el Sol.

En el Sol no hay una actitud de especialismo. El Sol no discrimina a nadie: no considera a nadie como mejor o peor que cualquier otro. Ofrece amorosamente su luz y calidez a todos los seres sin excepción. Hace el bien, sin mirar a quién. ¡Cuánto podemos aprender del Sol, a sonreírnos los unos a los otros! Esta actitud abierta, consistente en mirarlo todo de un mismo modo, es la llave que abre la puerta de la conciencia de Unidad. Y, ciertamente, el Sol es Uno: cuando el Sol brilla, no hay estrellas, no porque ellas no estén incluidas, sino porque la luz de las estrellas está unida a la del Sol, de la cual no se puede diferenciar. Son uno. 

Seamos como soles, sonriéndonos (mentalmente; puede que a veces también corporalmente) los unos a los otros, independientemente de que en las acciones prácticas cada uno hagamos lo que nos parece mejor para todos. Nuestras percepciones pueden coincidir o diferir, pero lo que no debe faltar es nuestro mutuo amor: nuestras sonrisas universales, ofrecidas a todos sin excepción (como una actitud interior de amor y amabilidad). 

Con una actitud así, todo va siempre bien, con independencia de cuáles sean los reflejos en el mundo externo. Y cuando menos lo esperemos, de repente brotará el despertar. Y la Unidad sigue y sigue, sonriéndose a Sí Misma. 

Un abrazo a todos :-)

jueves, 18 de agosto de 2016

COPYRIGHT (2)

A raíz del reciente post, titulado «Reclamación de copyright y final de las traducciones», me han llegado algunos comentarios, tanto en ese post del blog como por mail. Incluyo aquí el que me ha llegado vía mail, con mi respuesta, que al ser relativamente amplia puede valer para complementar también, como un comentario más, los comentarios que ya habían llegado al blog.

El mail que he recibido comenta lo siguiente:

Amigo Toni.


Acabo de practicar el perdón, acabo de perdonar mis pensamientos de ataque contra Gloria Wapnick. Me cuesta mucho menos asimilar al ego cuando viene de otro ámbito; pero cuando viene de la espiritualidad y especialmente de Un Curso de Milagros, lo paso fatal, ¡no sé si es peor, ser un culto más o ser un negocio más! Me recuerda a la Fundación krishnamurti, también denunció a un blog por el mismo motivo y el administrador se vio obligado a eliminar el sitio. Espiritualidad y Copyright, ¡desconcertante! A sido para un servidor un palo esta noticia, creo que haces un buen trabajo. En cualquier caso, pido al Espíritu Santo ver esto de otra manera y me haré a un lado, porque no sé que pensar.


Un abrazo y gracias.

Mi comentario de respuesta ha sido este otro mail:

Hola, XXX. No pasa nada, a fin de cuentas, tal como nos enseña el Curso, el mundo no existe, por lo que tal como comentas, lo que percibimos como incómodo son oportunidades para perdonar y así despertar.

En el mundo nada es bueno o malo por sí mismo. Cualquier acción puede llevarse a cabo desde una perspectiva de mentalidad correcta o de mentalidad errada. Esto incluye las acciones de reclamaciones por copyright. Aunque generalmente nos resulta más fácil imaginar como de mentalidad recta el compartir sin trabas la información, puede haber muchas ocasiones en que una reclamación de copyright se efectúe inspirada desde una mentalidad recta. Nosotros no sabemos los motivos de otras personas, pero podría haber motivos válidos para restringir la divulgación: por ejemplo que de algún modo afecte negativamente sus ventas (actuales o futuras), o que tengan planes de abrir ellos mismos alguna sección en español, o el motivo que sea.

Cada uno no podemos saber los motivos de los demás, pero podemos centrarnos en nosotros mismos (en el propósito que nosotros mismos damos a cada acontecimiento de nuestra vida), y por lo tanto, tal como comentas, perdonar es una buena opción, la más ventajosa. Y a ser posible tomando conciencia de que a quien estamos perdonando es a uno mismo, no a un "otro" u "otros" que ni siquiera existen como individuos separados, en este mundo dual que percibimos (porque aún nos sentimos atraídos por el ego) pero que no existe.

Nuestra percepción no es algo en lo que podamos confiar demasiado (por eso en el Curso se nos anima mucho a que cuestionemos nuestras percepciones y adoptemos el hábito de recurrir al Maestro interior o Espíritu Santo). Nuestra manera de percibir a alguien es simplemente eso, una percepción. De Gloria Wapnick, por ejemplo, no sabemos su motivación en esto, podría ser (y casi seguro que es) una motivación amable y no basada en el afán de posesión. Sólo sabemos que el mail de reclamación viene firmado con su nombre, en calidad de ser la Presidente de la organización de FACIM. Tal vez algún colaborador (cuya mentalidad tampoco podemos juzgar desde fuera) escribió el mail y ella sólo le haya echado un vistazo, habiéndole dado el visto bueno.

Si la exigencia de no traducir sus materiales despierta en nosotros sentimientos de carencia (de sentir que nos falta información o ayuda), eso es parte de lo que nos conviene perdonar. Porque nunca nos falta ayuda. Todo lo que necesitamos, siempre llega. Tener más textos traducidos no significa que seamos más sabios o que sea más fácil despertar. Lo que nos hace más sabios y facilita el despertar es aplicar lo mucho o poco que hayamos aprendido hasta ahora. Lo que sucede en nuestra vida, independientemente de que parezca "bueno" o "malo" a ojos del ego, es el material con el que podemos poner en práctica lo aprendido en el Curso, y así ir aceptando el despertar. Tenemos todo lo que necesitamos para despertar, y jamás nada ni nadie podrá quitarnos esto, porque siempre nos acompaña el Maestro interior, guiándonos en todo momento. El material externo es sólo un complemento. Lo que haya en nuestra vida, el Maestro interior lo usa como material de apoyo. Pero a falta de otras cosas, el Maestro interior tiene suficiente con lo que quiera que haya. Incluso simplemente tener a mano una guía telefónica sería suficiente para el Maestro interior. O si ni siquiera disponemos de una guía telefónica, siempre tendremos a mano cosas como la respiración, el silencio, la certeza de ser, etc. Lo esencial siempre está con nosotros.

Ciertamente, a veces hay determinadas acciones o actitudes que en la forma suelen resultarnos inspiradoras, por ejemplo siempre me gustó mucho el siguiente mensaje que encontré al comienzo de uno de los libros de U.G.:


Mi enseñanza, si queréis llamarla así, no está sujeta a ningún tipo de derechos de autor. Sois pues perfectamente libres para reproducirla, difundirla, interpretarla, deformarla o adulterarla. Podéis hacer con ella lo que mejor os parezca. Podéis incluso atribuiros su paternidad, sin mi consentimiento ni el permiso de nadie. (U.G.)

Esta cita la he copiado de este post de uno de mis blogs: http://jugandoalegremente.blogspot.com/2009/07/ug.html

Personalmente algo así es la actitud que más me resuena a la hora de compartir información. Pero incluso una actitud así podría llevarse a cabo no sólo desde una perspectiva de mentalidad recta, sino también desde la mentalidad errada (por ejemplo para presumir de "desprendido", o haciéndolo con sentimientos de superioridad o especialismo).

Ninguna acción es de por sí de mentalidad recta o errada, sino que eso depende de cada caso en concreto. Y como decíamos más arriba, no podemos saber las motivaciones de los demás. Podemos ocuparnos, eso sí, de nuestras propias motivaciones, y así ir aprendiendo a desligarnos del ego.

De manera que lo más útil es centrarnos en nuestro propio ego, y estar atentos cada vez que aparecen sus huellas, para así ir deshaciéndolo más rápido. Cualquier cosa que nos moleste o incomode es una buena oportunidad para deshacer el ego, mediante el perdón, la indagación o la vía que cada uno sigue.

Visto así, si determinadas organizaciones son exigentes con sus derechos de copyright, y dado que nosotros no podemos saber si sus motivaciones son de mentalidad recta o de mentalidad errada, lo que sí podemos hacer es estar calmadamente atentos a cualquier molestia o incomodidad que sintamos, y si nos sentimos perjudicados o incomodados en lo más mínimo, estar agradecidos por la oportunidad que nos están brindando para descubrir el rastro de nuestro propio ego y practicar el perdón.

Siempre que parece cerrarse una puerta, se abren otras puertas y ventanas. La más importante es la puerta/ventana interior, la cual nada ni nadie nos puede arrebatar ni cerrar. El Maestro interior siempre sonríe ante cualquier eventualidad. Y en el fondo, el Maestro interior es lo más profundo de nosotros mismos: nuestra propia esencia. En última instancia es el puro Ser, que está más allá de todos los problemas, más allá de cualquier noticia basada en formas, más allá de cualquier atisbo de que pudiera existir un mundo.

Nada excepto uno mismo puede hacernos daño. Y puesto que el daño es imposible, sólo podemos elegir imaginar que somos dañados/perjudicados. Pero de uno mismo depende ver las cosas como realmente son, en vez de como el ego prefiere verlas. El conflicto no es tal (es sólo una creencia, un reproche que le hacemos a Dios por haber "creado" un mundo imperfecto donde hay tensiones y problemas). Cuando percibimos conflicto, estamos ante la oportunidad de retirar otro trocito de apoyo que le habíamos dado al ego. Le retiramos el apoyo al recordar que nada puede quitarnos nuestra paz interior, y por lo tanto el conflicto es imposible, excepto que insistamos en imaginarlo. Y si una parte de nuestra mente insiste en imaginar conflicto, lo más benévolo que podemos hacer para deshacer el aparente lío es no juzgarnos por imaginar esto. Al no juzgarnos, estamos dando un paso firme en la dirección correcta, un pasito que ya está comenzando a deshacer al ego.

Todos estamos juntos, somos un mismo equipo, viajamos en un mismo barco con un mismo destino y un mismo interés para todos: despertar.

Nos tendemos las manos todos, cada uno con todos los demás. Y despertamos juntos, perdonando cada chispazo de nuestro ego cuando intenta distraernos. Cada vez que nos unimos dándonos las manos y amándonos, derretimos un trocito del ego. Cada vez que preferimos enemistarnos y separarnos, al rechazar la mano de alguien, estamos retrasando la opción de derretir un trocito más de ego ahora. Eso no es grave, por lo que no nos conviene juzgarnos por ello. Y al no juzgarnos, ya hemos vuelto al buen sendero del despertar. Y pasito a pasito, llegaremos a Casa. Todos juntos. Todos felices y unidos en un mismo Amor, como UNO.

¡Un abrazo!


(Fin del mail copiado)

Como esa respuesta supongo que más o menos refleja mi visión sobre este tipo de temas, me ha parecido interesante copiarla aquí al blog, como complemento al tema iniciado con el otro post y sus comentarios.

Saludos

miércoles, 17 de agosto de 2016

Reclamación de copyright y final de las traducciones

He estado unos pocos días de vacaciones. Al regresar, el plan era continuar con mis traducciones de las Preguntas&Respuestas de la web de FACIM, la web de Kenneth y Gloria Wapnick. Pero veo que he recibido un mail, firmado por Gloria Wapnick, donde se me insta a que deje de traducir su material y a que borre todo lo traducido. No he respondido directamente porque no tengo suficiente nivel de inglés para expresarme con sutilezas ni me interesa tener debates en ese idioma con el que no estoy familiarizado. En todo caso, mi respuesta vendría a ser algo como lo siguiente:

1) Como por naturaleza soy perezoso, dejaré de traducir sus materiales, aunque no voy a borrar lo ya traducido, pues me supone algo de trabajo. Prefiero que me demanden, si lo desean.

2) Por mi parte, no obtengo ningún beneficio económico de estas traducciones. No tengo ni siquiera publicidad en mi blog. Pensaba que era una tarea útil para todos: sobre todo para quienes así pudieran leer estos materiales, pero también para FACIM, al promocionarles con un link a su web en cada uno de mis artículos traducidos. Parece que por allá no lo ven así, así que por respeto a los dueños del material, dejo de lado las traducciones. Y por respeto a las horas que he dedicado a traducir (lo cual hice de buena fe), he decidido no borrar lo que ya está traducido. En cualquier caso, me consta que les basta con reclamar a blogspot.com para que ellos me lo borren todo, sin que yo tenga que mover ni un dedo.

3) Pido disculpas a quienes se sientan molestos con esta cadena de acontecimientos (tanto a los responsables de la web de FACIM como a los lectores de las traducciones).

Dejo copia del mail recibido (lo dejo tal cual en inglés, o sea, sin traducir):

Dear Sir: Your blog and website contain material that have a copyright from the Foundation for A Course in Miracles. Therefore you are in violation of the International Copyright agreements and law.

Specifically you include Spanish translations of our "Questions and Answers" section of our website, FACIM.org, as well as Dr. Kenneth Wapnick's Journey Through the Workbook of A Course in Miracles.

Please be advised that all of Dr. Wapnick's works are subject to copyright as well as all material on our website, FACIM.org.

Therefore, I expect you to cease and desist immediately and remove all our material from your website and blog.

Sincerely,

Gloria Wapnick, President
Foundation for A Course in Miracles


Finalmente, visto lo visto, tal vez este blog cambie un poco de dinámica, y en vez de ser sobre UCDM: Comentarios y citas, tal vez quitemos lo de "citas" y lo dejemos simplemente en "comentarios" jejeje. Así que escribiré mis propios comentarios, como he hecho en otras ocasiones (cuando tenga algo que comentar, como acaba de suceder con este post).

Saludos

sábado, 13 de agosto de 2016

Facimoutreach P-1001

Lo único que conozco es soledad y dolor. El Curso promete paz, ¿pero cómo la consigo?

P-1001: Abandoné mis estudios en el colegio (secundaria). He contruido un ego que nunca fue capaz de llevar una vida adulta por mí misma. Me siento tan aislada y desvalida para cambiar mi experiencia de soledad que quiero morir. A mis 55 años he fracasado en todo lo que he intentado hacer. Mi vida ha sido una serie de enfermedades mentales y perturbaciones emocionales y no veo ninguna esperanza de salir de este infierno viviente. Pero esto es sólo el ego que inventé. Jesús dice que podría ver paz en lugar de esto ((L.34)) ¡porque no soy este desdichado ego! Sé eso intelectualmente, pero no supone ninguna diferencia —el dolor no se detiene. ¿Podríais indicarme la dirección correcta conforme intento aceptar la ayuda de Dios y experimentar la paz?

Respuesta: Puede que te alivie un poco saber que no estás sola. El dolor que describes es la experiencia inevitable de todo el mundo cuando la mente elige creer que la separación de Dios es posible y que ha sido lograda. A menudo la angustia es negada, tapada y camuflada, pero es universal para todos aquellos que se perciben separados. El dolor de la separación no puede descartarse con una comprensión intelectual de su origen tal como lo enseña la metafísica de Un Curso de Milagros. De hecho, usar los principios del Curso para tratar de reprimir las punzadas de dolor sólo agrava el problema. La enseñanza del Curso está destinada a ser aplicada con suavidad, empezando con la amable aceptación de uno mismo, sin importar a qué se pueda parecer el bagaje del ego en la vida de uno. El mensaje de perdón del Curso es que la idea de la separación no es un pecado, independientemente de la forma que adopte, y que nadie es un pecador, aunque venga aquí en busca de lo que no puede ser encontrado aquí.

Jesús reconoce los sentimientos que la separación engendra cuando nos dice en el Libro de ejercicios: «Crees ser la morada del mal, de las tinieblas y del pecado. Piensas que si alguien pudiese ver la verdad acerca de ti sentiría tal repulsión que se alejaría de ti como si de una serpiente venenosa se tratase. Piensas que si la verdad acerca de ti te fuese revelada, te sobrecogería un horror tan grande que te apresurarías de inmediato a quitarte la vida, pues sería imposible seguir viviendo después de haber contemplado semejante atrocidad» (L.93.1.1-3). Observa que él no dice que sólo algunos de nosotros podamos pensar eso. Esas palabras se aplican por igual a quienes se ven a sí mismos como fracasos y a quienes se consideran a sí mismos grandes triunfadores en términos del mundo. Todo el mundo tiene este secreto (o no tan secreto) pensamiento acerca de sí mismo. Las palabras clave en esa cita son: "Piensas que..." (o "Crees ser"). Jesús no está diciendo que seamos esas cosas, pero reconoce, sin juzgarnos, que nosotros nos percibimos de esa manera. Se trata de una distinción muy importante y de una cita muy importante. En ella vemos que se reconoce la condición en la que parecemos encontrarnos, vemos que se acepta eso como nuestra experiencia, y aún más importante, que no se hace ningún juicio al respecto. Esta es una de las muchas maneras en que Jesús nos ofrece un modelo para nuestro aprendizaje. Él hace lo que nos aconseja hacer a nosotros: mirar con honestidad a cómo nos sentimos realmente, aceptar que estos son nuestros sentimientos y no juzgarlos como pecaminosos. La verdadera angustia no proviene de haber fracasado en el mundo, sino de juzgar que este fracaso es la prueba de que se es un miserable pecador que merece morir. Siempre es la interpretación que hacemos de una situación lo que le da su significado. Son estas interpretaciones lo que Jesús nos pide que cuestionemos para que podamos determinar si hemos elegido pensar con el ego, que llena nuestra vida de conflicto, o con el Espíritu Santo, que nos llena de paz. Por lo tanto encontrar la paz requiere que estemos dispuestos a cambiar la percepción del ego por la del Espíritu Santo, la cual implica que estemos dispuestos a dejar de lado la interpretación del ego.

El Espíritu Santo establece un estándar del éxito y del fracaso que está en directa oposición a lo que enseña el ego. El mundo nos bombardea con el mensaje de que podemos y tenemos que encontrar la felicidad en este mundo, y de que nuestro éxito se mide por esta felicidad. Nuestros juicios contra nosotros mismos se basan en esta creencia. El Curso enseña que tal sistema de creencias está del revés y se basa no sólo en la creencia de que la separación ha ocurrido, sino en que ha sido un rotundo éxito. El ego ve el sufrimiento mental y emocional como un fracaso; el Espíritu Santo lo ve como lo ve todo en nuestras vidas: como un aula en la que reinterpretarlo todo de acuerdo con Su mensaje. Él nos enseña que la enfermedad de la que todos padecemos está en la mente que cree que es un cuerpo que sufre emocionalmente y psicológicamente porque se identifica con el pensamiento de la separación. El problema no es que pensamos cosas monstruosas sobre nosotros mismos, es que creemos que tales cosas son ciertas, nos las tomamos en serio y, aún más significativo, las juzgamos como pecaminosas. El ego nos dice que una persona con una enfermedad mental está más en el infierno que la persona que está emocionalmente equilibrada. El infierno es el infierno. Aunque el mundo ofrece muchas "tiritas" o parches diferentes para tener la ilusión de que se alivia el dolor de la separación, ninguna de esas tiritas o parches contribuye a la verdadera curación. Una vida exitosa no implica que haya habido sanación, y la angustia emocional no la impide. El único modo de establecerte en la dirección de la paz es que estés dispuesta a aceptar que lo que crees acerca de ti misma no es verdad, y que pongas tu fe en la práctica del perdón que el Curso enseña. En el Texto, Jesús hace una amable llamada a nuestra fe: «Ten fe únicamente en lo que sigue a continuación, y ello será suficiente: la Voluntad de Dios es que estés en el Cielo, y no hay nada que te puede privar del Cielo o que pueda privar al Cielo de tu presencia. Ni tus percepciones más absurdas, ni tus imaginaciones más extrañas ni tus pesadillas más aterradoras significan nada. No prevalecerán contra la paz que Dios ha dispuesto para ti» (T.13.XI.7.1-3).

Si el dolor y la aflicción de tu vida te han llevado a la enseñanza del Curso, han servido para un propósito útil. Sólo queda aceptar la esperanza que éste ofrece dando el primer pequeño paso de reconocer que la mente que eligió la devastación puede hacer una elección diferente. Puesto que el ego te ha fallado, ahora tienes la oportunidad de conseguir el éxito al aplicar el plan de estudios del Espíritu Santo con una mente abierta. Esto sólo requiere que reflexiones en que tal vez hayas estado equivocada con respecto a quién eres, y en que tal vez el Espíritu Santo tiene razón. Te has puesto a ti misma en la dirección correcta al buscar el mensaje de Jesús en el Curso, y por lo tanto «ya no estás completamente [loca], ni tampoco [sola]» (T.17.VII.10.2). Esto en sí mismo no es un alivio pequeño.

Link original en inglés: http://www.facimoutreach.org/qa/questions/questions204.htm#Q1001

Índice de las P&R traducidas: http://hablemosdeucdm.blogspot.com/2015/11/indice-de-traducciones-de-p-de.html

Facimoutreach P-995

¿Todos tienen miedo a perder la individualidad?

P-995: Habéis dicho que si realmente comprendiéramos que el mensaje del Curso es que nosotros no existimos, sentiríamos terror. Pero yo no me siento aterrorizado, sólo incómodo y a veces asustado. Tengo una amiga que también está haciendo Un Curso de Milagros y ella dice que siente felicidad cuando piensa en perder su individualidad y unirse con Dios. Sospecho que debe haber algún grado de obstrucción en ambos, y quizás en todos nosotros. Esto es nuestra negación, nuestra falta de aceptación de la verdad; ¿no es así?

Respuesta: Sí, cualquier persona que crea que está aquí está en negación de la verdad. Si estuviéramos listos para aceptar totalmente la verdad, ya no tendríamos ninguna necesidad de este sueño y despertaríamos a nuestro verdadero hogar en el Cielo, donde todavía somos uno con nuestro Creador. El hecho de que no hacemos eso nos dice que tiene que haber en nosotros una motivación para elegir este mundo de separación y dolor en lugar de la paz de Dios.

Un Curso de Milagros nos hace saber en qué consiste esa motivación. Afirma que hemos inventado este mundo de asesinato y ataque porque es una imagen de lo que pensamos que somos. Creemos que somos asesinos, merecedores de la muerte como castigo por lo que hemos hecho (T.20.III.4). Y lo que nos acusamos de haber hecho es usurpar el lugar de Dios; por lo tanto, en esencia, haber matado a Dios. Al mismo tiempo, creemos que Dios no está realmente muerto y que va a volver para castigarnos. Así que el único concepto que tiene el ego de Dios es el de un padre enfadado que persigue a Su culpable hijo (M.17.7.10). Esta terrible dinámica nos motiva para seguir escuchando al ego y mantenernos soñando que estamos en este mundo de individualidad y separación, al cual Dios no puede entrar (L.PII.Preg3.2.4). En otras palabras, por malo que el mundo pueda ser, pensamos que es nuestra protección.

Sin embargo, otra parte de nuestra mente —simbolizada en el Curso como el Espíritu Santo— conserva el recuerdo del verdadero Amor de Dios. Sabe que el Dios enfadado y vengativo es una ficción del ego. Y por lo tanto tenemos dos sistemas de pensamiento compitiendo en nuestra mente: el del ego, que está muerto de miedo a perder nuestra individualidad, y el del Espíritu Santo, que sabe que no tenemos nada que temer y que nuestro reconocimiento de este hecho y el resultante despertar nos ofrecería todo lo que realmente queremos. El Curso se dirige a la parte de nuestra mente que elige entre estos dos sistemas de pensamiento. Por un lado, se nos pide que miremos al terror, el cual creó falsamente todo un mundo para evitar tener que afrontar tal terror. Por otro lado, se nos dice que este miedo es imaginario y se nos ofrece un método para que finalmente lo dejemos de lado y por fin estemos en paz.

Entonces no es sorprendente que seamos proclives a experimentar emociones muy cambiantes y conflictivas conforme trabajamos con el Curso. Además, debido a que nuestro terror está profundamente enterrado, puede que no tengamos una experiencia emocional directa de él —y ciertamente no de manera constante. El Curso nos dice que: «Lo que yo llamo "mis" pensamientos no son mis pensamientos reales» (L.51.4.3). Lo mismo vale para los sentimientos. Los sentimientos mienten porque casi siempre son el resultado de pensamientos sobre algún aspecto de nuestra existencia ilusoria como individuos en este mundo físico.

Por supuesto que los sentimientos pueden ser útiles si nos motivan a que le pidamos al Espíritu Santo que mire con nosotros los pensamientos que hay tras ellos, dejando que Su Amor ocupe el lugar de la culpa del ego. Si podemos hacer sólo eso con nuestros sentimientos —aprender a simplemente observarlos sin juzgarlos, sin analizarlos en exceso y sin preocuparnos por ellos— disminuirá gradualmente su intensidad y su aparente importancia, al tiempo que se incrementa nuestra capacidad para sentir la paz de Dios.

Link original en inglés: http://www.facimoutreach.org/qa/questions/questions203.htm#Q995

Índice de las P&R traducidas: http://hablemosdeucdm.blogspot.com/2015/11/indice-de-traducciones-de-p-de.html

viernes, 12 de agosto de 2016

Facimoutreach P-987

¿Acaso el matrimonio no implica una relación especial? Entonces, ¿cómo pueden las personas casadas ser "maestros de Dios"?

P-987: ¿Están casados Gloria y Kenneth Wapnick? Si están casados, ¿no significa eso que aún tienen egos?

Respuesta: Para responder a tu primera pregunta: Sí, están casados. Tu segunda pregunta parece implicar un par de malentendidos basados en suposiciones sobre lo que podemos decir acerca de otras personas basándonos en los hechos externos de sus vidas, y posiblemente haciendo suposiciones sobre qué se requiere para ser un maestro de Un Curso de Milagros.

Muchos estudiantes del Curso han llegado a la errónea conclusión de que el matrimonio —o incluso cualquier tipo de relaciones íntimas— es una forma de relación especial y que por lo tanto es espiritualmente más avanzado no estar en relaciones así. Sin embargo, esto no es en absoluto lo que Jesús está tratando de enseñarnos en su Curso. Él no se preocupa por la forma de nuestras relaciones. Al fin y al cabo, ¿cómo iba a preocuparse por algo que él sabe que en realidad no está sucediendo? Como estudiantes del Curso, podríamos evitar un montón de errores si recordáramos su enseñanza principal: «[Aquí estáis] soñando continuamente» (T.18.II.5.12). En otras palabras, aquí no está sucediendo realmente nada. Así que Jesús trata de ayudarnos a regresar adonde está la acción: nuestras mentes.

Él define la relación especial como nuestro intento de obtener de fuera de nosotros mismos algo que pensamos que nos falta. Es un esfuerzo para encontrar un sustituto para el Amor de Dios, el cual pensamos que hemos destruido y perdido para siempre. Date cuenta de que esto podría ser una descripción de nuestra relación con otra persona, pero con la misma facilidad podría describir nuestra relación con cosas tales como la comida, el aire y el agua. Y ciertamente Jesús no nos está diciendo que paremos de respirar (ni que nos sintamos culpables con respecto a eso). Más bien, él quiere que gradualmente reconozcamos que las relaciones especiales que parecemos tener en este mundo son simplemente reflejos de la única relación especial que tenemos con el sueño mismo. Él quiere que aprendamos que no necesitamos seguir soñando con el exilio porque nuestra culpa es imaginaria.

El proceso que él nos ofrece para lograr este objetivo implica cambiar de maestros internos —soltar la mano del ego y tomar la del Espíritu Santo. Él nos dice que: «El Espíritu Santo, en Su función de Intérprete de lo que has hecho, se vale de las relaciones especiales, que tú utilizas para apoyar al ego, para convertirlas en experiencias educativas que apunten hacia la verdad. Siguiendo Sus enseñanzas, todas las relaciones se convierten en lecciones de amor» (T.15.V.4.5-6). Y por lo tanto, cualquier relación puede ser especial o santa. Lo que las convierte en una o la otra no es la forma que adoptan nuestras relaciones, sino simplemente si las usamos para proyectar culpa o para extender amor. Y, una vez más, esto es una decisión interna y no algo que nosotros pudiéramos juzgar acerca de otra persona. Por otra parte, a medida que procuramos seguir el plan de estudios de Jesús, la mayoría de nosotros iremos zigzagueando atrás y adelante saltando entre el propósito de mentalidad-recta y el de mentalidad-errada en todas nuestras relaciones, mientras en nuestra mente siga habiendo cualquier rastro de culpa o miedo.

En caso de que hicieses tu pregunta porque piensas que un maestro tiene que estar libre de ego con el fin de enseñar el Curso ((un tema parecido al de este párrafo se comenta en P-890)), recuerda la declaración del Manual diciendo que «Un maestro de Dios es todo aquel que decide serlo. Sus atributos consisten únicamente en esto: de alguna manera y en algún lugar ha elegido deliberadamente no ver sus propios intereses como algo aparte de los intereses de alguien más» (M.1.1.1-2). Por lo tanto, en vez de centrarse en si un maestro está libre de ego (algo que, una vez más, nunca podríamos saber acerca de otra persona), es mucho más útil preguntarnos si la enseñanza de alguien activa nuestra culpa o nos ayuda a sentir más amor. En última instancia, no necesitamos preocuparnos por cuán avanzadas puedan estar otras personas en su proceso, o ni siquiera por cuán avanzados podamos estar nosotros en el nuestro. Lo que importa es si nosotros estamos eligiendo el amor ahora.

Link original en inglés: http://www.facimoutreach.org/qa/questions/questions200.htm#Q987

Índice de las P&R traducidas: http://hablemosdeucdm.blogspot.com/2015/11/indice-de-traducciones-de-p-de.html

Facimoutreach P-981

Estoy confundido con el uso del término "amor especial"

P-981: Hay una frase de Un Curso de Milagros (T.25.VI.6.8): «Su odio especial se convirtió en su amor especial». Esta frase parece decir que el amor especial es algo bueno o positivo. Yo tenía la impresión de que para el Curso el "amor especial" es tan "malo" como el "odio especial", ya que ambos están igualmente motivados por el ego.

Respuesta: Este es un buen ejemplo de cómo el Curso a veces da a un término un significado diferente. En este caso, "amor especial" no se refiere al especialismo del amor del ego. Se refiere a una relación transformada por el Espíritu Santo. Ese pasaje nos dice que la mente que eligió el odio y el pecado puede elegir el amor y la gracia. De este modo se ilustra la enseñanza de Jesús de que el Espíritu Santo utiliza lo que el ego hizo para condenar y le da otro propósito: lo usa como un medio de salvación. Esto no quiere decir que el uso que hace el ego del amor especial se vuelva "bueno". Al igual que con todo lo del ego, la relación especial no es ni buena ni mala. Simplemente refleja la decisión de la mente de identificarse con la idea de la separación y la creencia de que la ilusión es real. Cuando la mente elige al Espíritu Santo en vez de al ego, la relación de amor u odio especial es reinterpretada por Él como un aula para aprender a deshacer la creencia en la separación. Así que la relación se convierte en el medio para la salvación.

El pasaje al que haces referencia se clarifica también en la parte del Texto en la que se nos dice: «El Espíritu Santo, en Su función de Intérprete de lo que has hecho, se vale de las relaciones especiales, que tú utilizas para apoyar al ego, para convertirlas en experiencias educativas que apunten hacia la verdad. Siguiendo Sus enseñanzas, todas las relaciones se convierten en lecciones de amor» (T.15.V.4.5-6). Cuando una relación es transformada por el Espíritu Santo y se convierte en una "lección de amor", es entonces "especial" en un nuevo sentido. Lo que la hace especial es que su propósito ha sido cambiado. El objetivo del ego de usarla para establecer diferencias y hacer real la separación es cambiado por el plan de estudios del Espíritu Santo dedicado a deshacer la separación por medio del perdón. El perdón saca a la superficie la exclusividad del amor del ego que se usa para defender el especialismo. Mientras el ego nos invita a usar el amor especial para encontrar nuestra propia compleción, el Espíritu Santo nos enseña la plenitud expresada en el amor que es inclusivo, no especial. Nuestro objetivo no es ver las relaciones especiales como positivas o negativas, ni intentar no tenerlas, sino permitir que el Espíritu Santo las use para llevarnos más allá del especialismo del ego hasta el reflejo del amor por toda la Filiación que Él representa.

Link original en inglés: http://www.facimoutreach.org/qa/questions/questions199.htm#Q981

Índice de las P&R traducidas: http://hablemosdeucdm.blogspot.com/2015/11/indice-de-traducciones-de-p-de.html

Facimoutreach P-980

¿Es la "paz" nuestra verdadera Identidad?

P-980: En la respuesta a P-689 se afirma: "Se nos pide que aprendamos a identificarnos con la paz que es nuestra verdadera Identidad como creación de Dios". ¿Es la paz nuestra verdadera Identidad? Puesto que no puedo encontrar esto en Un Curso de Milagros, ¿podríais explicármelo? ¿No es la paz "la condición del conocimiento"?

Respuesta: Ambas afirmaciones son correctas. Decir que "la paz es nuestra verdadera Identidad" es una manera de hacer hincapié en el punto de Jesús de que nada en absoluto puede cambiar nuestro estado natural tal como Dios nos creó. Como Su creación, compartimos completamente su eterna paz. En ese sentido, es parte de nuestra verdadera Identidad. Por otro lado, dentro del sueño de la separación de Dios, podemos creer que la paz mental está condicionada a que las cosas sean de cierta manera en nuestra vida —que algunas condiciones y circunstancias pueden darnos paz mientras que otras pueden quitárnosla. Ese es uno de los mayores errores de percepción que Jesús está ayudándonos a corregir en sus enseñanzas y lecciones del perdón. Una forma de evitar las dificultades que produce inevitablemente el lenguaje es tratar de discernir el contenido o el mensaje —lo que Jesús está tratando de expresar en cada lugar determinado del Curso— y entonces quedarnos con eso. La coherencia total en la forma es casi imposible. Lo sentimos si hemos causado cierta confusión.

Link original en inglés: http://www.facimoutreach.org/qa/questions/questions199.htm#Q980

Índice de las P&R traducidas: http://hablemosdeucdm.blogspot.com/2015/11/indice-de-traducciones-de-p-de.html

Facimoutreach P-977

¿Qué es "la Expiación"; y una persona que la ha logrado es un Maestro Ascendido?

P-977: Soy totalmente nuevo en Un Curso de Milagros. Hasta ahora mi comprensión es que estamos básicamente perdidos y confundidos, vagando por los campos de la ilusión pero sin ser conscientes de ello. Entiendo que el Curso es nuestra guía para salir de estas ilusiones, o más precisamente, una guía para ayudarnos a volvernos conscientes de ellas. ¿Es a eso a lo que el Curso se refiere como la Expiación? Y con la Expiación, ¿podemos experimentar la ilusión a voluntad sin volvernos a confundir y a perder nuevamente? ¿Podemos entrar en la ilusión simplemente para jugar en ella o proporcionar guía a otros? ¿Los individuos capaces de hacer esto serían los Maestros Ascendidos de los que he leído en otros lugares?

Respuesta: Es tentador tratar de entender Un Curso de Milagros relacionándolo con otras enseñanzas espirituales. Pero aunque el lenguaje del Curso puede guardar cierta semejanza con el de otras espiritualidades, sus enseñanzas metafísicas y psicológicas son únicas.

En el Curso, Jesús nos da el siguiente consejo para que entremos en contacto con el Amor de Dios en nuestra mente: «No traigas contigo ni un solo pensamiento que el pasado te haya enseñado, ni ninguna creencia que, sea cual sea su procedencia, hayas aprendido con anterioridad» (L.189.7.5) ((L.189.7.4 en la 1ª edición de UCDM en español, pues depende de cómo numeremos la primera frase de ese párrafo: considerarla acabada tras los dos puntos, o más tarde al llegar al primer punto y seguido. Al parecer, esta cita corresponde a L.189.7.4 también en el Curso en inglés, por lo que la errata se cometió al anotar la cita para esta respuesta)). Esta misma declaración (aunque es más bien desafiante) proporciona una excelente guía para abordar el Curso mismo.

Por lo tanto, con el fin de responder a tus preguntas, primero tenemos que echar un breve vistazo a lo que enseña realmente el Curso. Es cierto que, al igual que algunos otros caminos espirituales, el Curso nos dice que la totalidad de nuestra existencia física es una ilusión. El Curso también nos informa de que este mundo proviene de un pensamiento de ataque y por lo tanto no es un lugar agradable. Jesús se refiere a esto como «un mundo árido y polvoriento, al cual criaturas hambrientas y sedientas vienen a morir» (L.PII.Preg13.5.1). Por supuesto que Jesús quiere que sepamos que en realidad no vinimos aquí en absoluto. Pero vinimos aquí en nuestra mente ((es decir: imaginariamente; desde nuestro imaginado punto de vista)) en un esfuerzo por escapar del terror del pensamiento de que podíamos separarnos de Dios y destruir Su Amor.

De manera única ((porque nadie más lo enseña)), el Curso enseña que este mundo fue la respuesta del ego a la conflictiva y aterradora creencia de que habíamos matado a Dios y de que de alguna manera Dios se levantará de nuevo y nos matará como castigo. El ego nos arrulló para dormir con su promesa de que simplemente con que le aceptásemos como nuestro maestro, podríamos expulsar todo recuerdo de Dios de nuestra mente y de ese modo estaríamos a salvo de tal horror.

Pero el Curso enseña, además, que a pesar de los mejores esfuerzos del ego, el recuerdo de Dios y de Su Amor permanece en nuestra mente. Desde la perspectiva del ego, este recuerdo del Amor de Dios es una cosa horrible que, si alguna vez nos acercamos a tal recuerdo, eso será la muerte o final del ego. Y puesto que estamos casi totalmente identificados con nuestros egos, pensamos que el Amor de Dios será nuestro final.

Sin embargo, el Curso nos hace saber que hay otra parte de nuestra mente. Jesús dirige su mensaje a la parte tomadora-de-decisiones de nuestra mente que eligió al ego. Él nos recuerda que hay otro Maestro interno que sigue estando disponible para nosotros —el Espíritu Santo. Y nos informa de que elegir al Espíritu Santo en vez de al ego no producirá nuestra destrucción, sino más bien nuestro gradual despertar y encontrarnos en el hogar en el Cielo, todavía a salvo dentro del Amor de Dios.

El Espíritu Santo representa el recuerdo del Amor de Dios que trajimos con nosotros adentro de este sueño. Si acudimos al Espíritu Santo en busca de ayuda, Él transformará cualquier situación de nuestra vida en un aula en la que aprender el perdón. Él hace esto al recordarnos que no nos hemos separado del Amor de Dios ni de ninguno de nuestros hermanos. A medida que empecemos a conocer esto cada vez más, veremos que todos compartimos el mismo ego atacador (que soñó este mundo de ataques) y los mismos pensamientos amorosos inspirados por el Espíritu Santo. En última instancia, reconoceremos que no hay nada que perdonar porque no estamos separados (ni los unos de los otros, ni de Dios) y que por lo tanto en realidad no ha ocurrido nada. En ese punto sabremos que todo esto es una ilusión.

Esto es a lo que el Curso se refiere como Expiación —el deshacimiento del ego y la curación de la creencia de la separación (facilitada por nuestro girarnos hacia el Espíritu Santo en busca de ayuda).

Muy al final del viaje, despertaremos y sabremos que todo esto fue un sueño. Pero el final del viaje no es asunto nuestro. Nuestra tarea es girarnos hacia el Espíritu Santo y permitirle que transforme nuestra vida en un aula. Al hacer esto nos volveremos más amorosos y menos llenos de ansiedad y dolor. Cada vez más, llegaremos a saber que nuestro cuerpo (físico y psicológico) no es nada más que una idea en la mente que nunca salió de su fuente. A medida que reconozcamos esto, el amor de nuestra mente se extenderá de manera natural a todo lo que encontremos.

La idea de entrar en esta ilusión para jugar no tiene sentido desde la perspectiva de Jesús. Sólo el ego cree que aquí puede haber diversión. A fin de cuentas, si supiéramos que estamos en casa en el Cielo y perfectamente seguros, ¿por qué habríamos de ir en busca de diversión a un mundo que fue hecho para hacer que nos sintamos "yermos (estériles, áridos, desérticos, carentes) y separados" (T.19.I.15.I)?

Asimismo, el Curso no se ocupa del concepto de los Maestros Ascendidos. Nos informa de que en cualquier momento en que estés en sintonía con el Amor del Espíritu Santo en vez de con el ataque del ego, eres un Maestro de Dios. Pero eso no te hace ascendido. Sólo te hace cuerdo (sano) durante todo el tiempo que dure tu pensar de mentalidad-recta.

Básicamente, cualquier persona que piense que él o ella está aquí tiene la misma lección que aprender. Todos queremos desesperadamente saber que la separación nunca ocurrió, que no somos culpables y que sólo estamos «soñando con el exilio, pero siendo perfectamente [capaces] de despertar a la realidad» (T.10.I.2.1).

Alguien como Jesús sería un ejemplo de lo que el Curso llama un Maestro de maestros (M.26.2.2). Jesús parecía estar aquí pero sabía que no lo estaba. Sólo apareció con el fin de servir como un recordatorio de la verdad para el resto de la Filiación. Pero, una vez más, Jesús representa el final del viaje y eso no es un asunto de nuestra incumbencia (más allá de permitirle que nos ayude a modo de guía e inspiración).

El Curso nos ayuda a reconocer que estamos en el comienzo del viaje. Si lo estudiamos sinceramente y con una mente abierta, nos daremos cuenta de que este es un viaje digno de emprenderse y que hay una mano fuerte y amorosa que podemos tomar a lo largo del camino.

Link original en inglés: http://www.facimoutreach.org/qa/questions/questions198.htm#Q977

Índice de las P&R traducidas: http://hablemosdeucdm.blogspot.com/2015/11/indice-de-traducciones-de-p-de.html

jueves, 11 de agosto de 2016

Facimoutreach P-973

¿A qué se refiere "una experiencia universal"?

P-973: He estado leyendo Un Curso de Milagros durante más de veinte años y nunca he experimentado directamente al Espíritu Santo o a Jesús. Nunca he tenido ninguna visión ni he escuchado voces. La única vez que tengo algún tipo de experiencia de Jesús o del Espíritu Santo es cuando leo las palabras de UCDM. La introducción de la Clarificación de términos al final del Manual dice: «Una teología universal es imposible, mientras que una experiencia universal no sólo es posible sino necesaria» (C.introd.2.5). Siento que mi foco está en lo que no estoy experimentando, como no estar enfadado, con miedo ni sentirme culpable. Reconozco no usar el sistema de pensamiento del ego para juzgar o evaluar ninguna cosa de este mundo. ¿Puedes explicar qué se entiende por una experiencia universal?

Respuesta: La experiencia universal a la que Jesús se refiere es que todas las personas experimentarán de alguna manera que Dios las ama y nunca las condena. Anteriormente en el Manual, él lo expresa de este modo: «El Hijo de Dios es inocente (sin-culpa), y en su inocencia radica su salvación» (M.1.3.5). Debido a todas las diferencias culturales, lingüísticas y de otros tipos que hay entre las personas y las naciones del mundo, es poco probable que alguna vez llegue a haber una expresión teológica de esto que sea aceptada por todo el mundo; pero en definitiva eso no importa, es lo que dice Jesús. Lo único que importa es que experimentemos de cualquier manera que podamos nuestra inocencia a ojos de Dios, y que esta inocencia se extienda a todos sin excepción. Esto no tiene por qué ser experimentado como una visión o una voz; podría ser simplemente una intuición/conocimiento o un sentimiento/sensación. Pero Jesús nos enseña que no debemos tratar de forzarnos a tener esta experiencia. Él nos enseña, más bien, a reconocer nuestro compromiso con exactamente lo opuesto a eso —nuestra inversión oculta a vernos a nosotros mismos y/o a los demás como pecadores, lo cual es la base de nuestra culpa, miedo e ira. Esta inversión —que viene de nuestra identificación con el ego— es la interferencia que nos impide ser conscientes de nuestra eterna inocencia; y por lo tanto, el foco de las enseñanzas y ejercicios del Curso está en el perdón. Para los estudiantes que han aceptado Un Curso de Milagros como su camino, la práctica del perdón es lo que dará lugar a la experiencia universal del amor. Todo el mundo llegará finalmente al mismo lugar, pero los medios y los caminos pueden ser diferentes entre sí.

Link original en inglés: http://www.facimoutreach.org/qa/questions/questions196.htm#Q973

Índice de las P&R traducidas: http://hablemosdeucdm.blogspot.com/2015/11/indice-de-traducciones-de-p-de.html

Facimoutreach P-972

¿Se curaba realmente la gente en presencia de Jesús?

P-972: ¿Pensáis que las personas experimentaban curaciones físicas en presencia de Jesús hace dos mil años? Y si es así, ¿cuál sería la explicación de ese tipo de experiencias, desde la perspectiva de Un Curso de Milagros?

Respuesta: No hay manera de saber eso a ciencia cierta, tal como la mayoría de los estudiosos de las Escrituras han concluido. Sin embargo, no sería sorprendente que las personas se curaran en la presencia de Jesús. De hecho, sería sorprendente que no lo hicieran. La base en el Curso para esto es que toda enfermedad es de la mente, concretamente la culpa en la mente, y no tiene nada que ver con el cuerpo (ver por ejemplo M.5.I,II). Los síntomas físicos son simplemente expresiones en la forma del contenido de la mente. El mensaje que habría estado emanando desde la mente de Jesús hacia todas las personas es que su culpa no está justificada, o en sus propias palabras en el Curso: «El Hijo de Dios es inocente (sin-culpa), y en su inocencia radica su salvación» (M.1.3.5). En pocas palabras, aquellos que reconocieron y aceptaron este mensaje habrían dejado de lado toda su culpa y por consiguiente se habrían curado. Ellos habrían respondido a la invitación del amor incondicional de Jesús por ellos de dejar a un lado todas las barreras que ellos habían colocado para obstaculizar el camino del amor —y Jesús estaba simplemente reflejando hacia ellos el amor de sus propias mentes que ellos habían negado. Esta es la idea que Jesús transmite al hablar de los maestros de Dios como «los símbolos de la salvación» que «representan la Alternativa» (M.5.III.2.4,6). Aquellos que fueron capaces de superar su miedo a aceptar el amor de Jesús se habrían curado, tal como es el caso todavía y siempre lo será.

Los comentarios de la pregunta P-126 son también relevantes en este tema.

Link original en inglés: http://www.facimoutreach.org/qa/questions/questions196.htm#Q972

Índice de las P&R traducidas: http://hablemosdeucdm.blogspot.com/2015/11/indice-de-traducciones-de-p-de.html

Facimoutreach P-971

No puedo identificarme con lo que hacen otras personas, y el mundo me parece aburrido

P-971: Tras estudiar y practicar Un Curso de Milagros durante más de 20 años, mi vida ha cambiado significativamente en términos de cómo y dónde vivo, cómo paso mi tiempo, y cómo abordo las condiciones que surgen en este planeta. A veces siento tanto amor por dentro que pienso que voy a estallar. Sin embargo, puesto que «el mundo que veo no me ofrece nada que yo desee» ((L.128)), no puedo identificarme con la mayor parte de las cosas que la gente hace para mentenerse ocupada. Suelo preguntarme: "¿qué sentido tiene?". Cada vez me siento más aburrida, y con excepción de presenciar algún milagro ocasional, no veo muchos motivos para permanecer en lo físico. A veces tengo visiones que me llenan de una alegría que excede a cualquier cosa que haya experimentado en la conciencia normal de vigilia, pero esto es un desarrollo relativamente reciente. ¿Cómo se siente el "mundo real", o a qué se parece? ¿Qué cosas "hace" una ahí? ¿Estoy tal vez atascada en algún punto intermedio?

Respuesta: Suena como si estuvieras superponiendo otros sistemas de pensamiento sobre el de Un Curso de Milagros. El Curso no está interesado en lo que hacemos —en este mundo o en cualquier otro. Esto se debe a que Jesús sabe que no estamos en este mundo. Simplemente estamos soñando que estamos aquí debido a nuestro intenso miedo de despertar y encontrarnos en el hogar en Dios. Así que Jesús ve este mundo y nuestras experiencias en él como nada más que reflejos de lo que sucede en nuestra mente —no nuestra mente como la persona que pensamos que somos, sino más bien la parte tomadora-de-decisiones de nuestra mente que existe fuera del tiempo y del espacio. Esa mente tiene el poder de elegir entre dos maestros —el ego y el Espíritu Santo. Qué voz escuchamos se determina en función de si nos sentimos llenos de amor o de culpa y miedo. Y esto obviamente cambiará profundamente nuestra experiencia de este sueño que estamos teniendo. Así que el objetivo de Jesús en el Curso es ayudarnos a cambiar nuestro propósito, de modo que pasemos de usar el mundo para mantenernos cada vez más firmemente plantados en la culpa del ego, a usar el mundo como un aula amable en la que disminuye constantemente nuestro miedo a nuestra realidad en el Cielo.

Pero antes de que podamos verdaderamente despertar, tenemos que aprender a escuchar exclusivamente la Voz del Espíritu Santo —como Jesús mostró. En algún momento, una vez que hayamos logrado eso, experimentaremos consistentemente la vida a través de Sus ojos de perdón. Entonces seremos incapaces de proyectar culpa, y estaremos en un continuo estado de paz. El símbolo del Curso para este estado mental es el mundo real. Nada externo habrá cambiado y no nos habremos ido a ninguna parte. Simplemente habremos cambiado el propósito del sueño que estamos teniendo. El Curso nos dice que «el mundo es la creencia de que el amor es imposible» (T.8.IV.3.7). Podríamos decir entonces que el mundo real es el conocimiento de que el amor existe, y de que por lo tanto el mundo es imposible.

Lo que nos llevará gradualmente desde el estado mental en el que estamos actualmente hasta el estado simbolizado por el mundo real es el cambio mental al que el Curso se refiere como milagro. Al igual que el mundo real, el milagro no tiene nada que ver con ningún fenómeno físico. Es únicamente el cambio en nuestra mente desde el egoico sistema de pensamiento del pecado, la culpa y el miedo, hasta el sistema de pensamiento de perdón del Espíritu Santo.

Has mencionado "experimentar algún milagro ocasional". Recuerda, sin embargo, que el único milagro que interesa al Curso es el cambio de maestros en nuestra propia mente. Esta es la clave para resolver el enigma de por qué querríamos seguir funcionando como las así llamadas personas normales en este mundo, a pesar de que sabemos que no contiene nada que deseemos. Si bien es cierto que en el mundo físico no hay nada que pueda darnos paz o felicidad duraderas, este mundo es el aula en la que podemos aprender que nosotros nos deshicimos de esas cualidades y que todavía siguen estando en nuestra mente —en la mente que tanto nos hemos esforzado por borrar de nuestra conciencia. Y el modo de que aprendamos esto es, una vez más, pidiéndole al Espíritu Santo que nos ayude a observar todos nuestros pensamientos y acciones a través de Sus amables ojos del perdón. Este perdón es lo más cercano al amor que podemos experimentar en este mundo. No es el Amor todo-abarcador de Dios, pero es un reflejo de él que obtenemos por medio de perdonarnos a nosotros mismos y al mundo que creemos ver. Esto generalmente no nos hace sentirnos como si fuéramos a estallar o como si estuviéramos llenos de visiones de alegría. Por lo general es más bien como una calmada sonrisa interior que surge cuando caen los velos de nuestra culpa y de nuestros juicios y emerge nuestra compasión.

Por lo tanto, el proceso del Curso no es generalmente uno de altos y bajos, sino más bien uno de experiencias de paz interior, y experiencias de saber que nuestro miedo ocasionó que abandonáramos esa paz. Este es un proceso que de hecho puede hacer que nos resulte más fácil identificarnos con lo que otras personas hacen para mantenerse ocupadas. No porque nos identifiquemos con sus actividades, sino porque entendemos tanto el miedo como el deseo latente (inconsciente) de regresar al hogar que nos motiva a todos. Y cuando se produzca tal entendimiento, ya no nos sentiremos atrapados en este mundo. Obtendremos todo el confort que necesitamos simplemente estando en la parte correcta de nuestra mente.

Link original en inglés: http://www.facimoutreach.org/qa/questions/questions196.htm#Q971

Índice de las P&R traducidas: http://hablemosdeucdm.blogspot.com/2015/11/indice-de-traducciones-de-p-de.html

miércoles, 10 de agosto de 2016

Facimoutreach P-967

Siento como si el Espíritu Santo me estuviera coaccionando a hacer algo que no quiero

P-967: Se acerca la fecha del encuentro que hacemos quienes íbamos al mismo colegio de secundaria y la idea de ir me está causando una intensa ansiedad. En realidad no quiero ir, pero siento como si el Espíritu Santo estuviera organizando las cosas para que vaya, porque se están alineando las circunstancias de una manera tal que no me va a quedar otra opción que asistir. Supongo que me siento algo presionada o forzada por el Espíritu Santo. ¿Por qué no puede Él enseñarme sin tener que enviarme a una situación en la que voy a sentirme incómoda? ¿Por qué Él no puede decir: "Vale, puesto que no quieres ir, aprenderás la lección que tienes que aprender de otra manera que sea más confortable"?

Respuesta: Tu ira por sentirte empujada a hacer algo que preferirías no hacer es muy comprensible. Pero sentirte coaccionada por el Espíritu Santo proviene de un malentendido básico sobre qué es el Espíritu Santo. Un Curso de Milagros habla del Espíritu Santo y del ego como si fueran entidades independientes (separadas de nosotros) que controlaran nuestros pensamientos. Pero en realidad son dos sistemas de pensamiento mutuamente excluyentes, cada uno de los cuales puede ser reducido a un pensamiento básico.

El ego es el sistema de pensamiento nacido de la creencia de que nuestra separación de Dios ocurrió realmente y es algo muy serio, muy grave. Como resultado, nuestros pensamientos egoicos reflejan siempre la premisa de que destruimos el Cielo, somos muy culpables y merecemos ser castigados. Para la mayoría de nosotros, sucede que el ego dirige el 99'9 % de nuestros pensamientos, ya que casi siempre pensamos que estamos realmente aquí en un cuerpo, dentro del mundo.

El Espíritu Santo, por su parte, es el recuerdo de Dios que trajimos a este sueño, que nos recuerda nuestra verdadera Identidad como el Hijo único de Dios. Más concretamente, el Espíritu Santo es el conocimiento (completamente olvidado por la mayoría de nosotros a nivel consciente) de que nunca nos hemos separado de Dios y por lo tanto de que todavía estamos en el hogar en el Cielo y simplemente que estamos «soñando con el exilio» (T.10.I.2). Todos los pensamientos que siguen a este pensamiento básico reflejan el amor, el perdón y la compasión que la conciencia de nuestra propia inocencia inspira.

En el Curso, Jesús habla del Espíritu Santo como si Él fuera un maestro que hace cosas por nosotros. Pero Jesús está simplemente usando un lenguaje metafórico para ayudarnos a que podamos relacionarnos con más facilidad con el Espíritu Santo. Debido a que nosotros creemos que somos individuos que viven en un mundo de formas, resulta casi imposible para nosotros que podamos relacionarnos con ideas abstractas. Así que Jesús personaliza al Espíritu Santo para nosotros. Él sabe que necesitamos esto para poder conceptualizar o concebir la fuente de los pensamientos de mentalidad-recta que hemos olvidado que podemos elegir.

El Espíritu Santo no puede hacer cosas en este mundo porque no hay mundo ((L.132.6.2)). En última instancia, elegir al Espíritu Santo como nuestro Maestro nos despertará a esa realidad. Pero antes de que eso ocurra, el Espíritu Santo (en otras palabras, nuestra elección del sistema de pensamiento que recuerda el Amor de Dios) reinterpretará todo lo que hacemos aquí, dándole un propósito amoroso. Ese es el motivo por el que el Curso dice que el Espíritu Santo «usa todo para el bien, pero no cree en lo que no es verdad» (T.6.II.10.2).

Como estudiantes del Curso, cuando empezamos a sentirnos víctimas del Espíritu Santo, de Jesús o de su Curso, podemos estar seguros de que el ego se ha hecho cargo de nuestros estudios (una vez más hablando metafóricamente del ego como una entidad). Recuerda que la misión del ego siempre es demostrar que somos víctimas, pero que la culpa es de algún otro. Por ejemplo, si trabajamos, el ego convertirá nuestro trabajo en una oportunidad de albergar resentimientos contra nuestro jefe. Si estamos casados, el ego convertirá nuestro matrimonio en una oportunidad para albergar resentimientos contra nuestro cónyuge. De manera que, ¿por qué iba a ser de otro modo con el estudio del Curso? Debemos esperar que el ego sea aún más chillón si siente que hemos llegado a algo que podría llevarnos a cuestionar su autoridad. Así que el ego nos ve trabajar con este Curso y dice: "Bueno, vale, puedo convertir esto en una victoria para mí. Puedo convertir al Espíritu Santo en simplemente un enemigo más, que trata de decirme lo que debo hacer".

Pero en realidad al Espíritu Santo no le importa lo que hacemos. A Él no le importa si vas a ese encuentro o no. Él sólo se interesa por el amor en tu mente, sea cual sea la decisión que tomes. Igualmente, al ego tampoco le importa si vas o no vas. Él sólo quiere que te sientas desdichada y culpable, tanto si vas a ese encuentro como si te quedas en casa.

Así que antes de decidir si vas o no, pide ayuda al Espíritu Santo para determinar cuál es la opción más amable y más amorosa que podrías elegir hacer en esa situación. Si no asistir a ese encuentro fuera la opción más amable y más amorosa, puedes estar segura de que el Espíritu Santo te ayudará a "aprender la lección que tienes que aprender de otra manera que sea más confortable".

Al final, lo único que podemos hacer es escuchar al Espíritu Santo lo mejor que podamos y no tomarnos las cosas con demasiada seriedad cuando regresemos al ego. Sabemos que hemos estado escuchando al ego cuando pensamos que los asuntos de nuestra vida son serios, y al Espíritu Santo cuando nos damos cuenta de que esos asuntos son sólo tonterías. Y el Espíritu Santo puede ayudarte a cambiar tu manera de pensar sobre ti misma y sobre el mundo por igual, tanto si estás en el encuentro con los antiguos compañeros del colegio como si estás en casa viendo la televisión.

Link original en inglés: http://www.facimoutreach.org/qa/questions/questions195.htm#Q967

Índice de las P&R traducidas: http://hablemosdeucdm.blogspot.com/2015/11/indice-de-traducciones-de-p-de.html

Facimoutreach P-966

¿A qué se refiere: "Los milagros que no se te ha pedido que hagas"?

P-966: «Los milagros que no se te ha pedido que hagas no dejan de tener valor» (T.1.III.8.3). Parece que no consigo captar el significado de esta cita, aunque percibo el significado del texto que sigue en los párrafos 8 y 9. 

((La respuesta parece enfocada como si la cita también significara: "Los milagros que no se te han concedido no dejan de tener valor" (el verbo "conceder" se usa también un par de frases después, en T.1.III.8.5). O sea, que nuestro perdón no siempre tiene resultados visibles para nosotros, pero sin embargo siempre está funcionando, independientemente de que seamos conscientes o no del resultado. Ver por ejemplo T.1.I.35 y T.1.I.45.1-2))

Respuesta: La idea básica es que el contenido está siempre ahí en nuestra mente; puede que no se exprese justo ahora, pero nunca se pierde. Hay una reproducción de algo parecido a esta idea posteriormente, en el capítulo 5, el primero de este tipo en Un Curso de Milagros: «He salvaguardado todas tus bondades y cada pensamiento amoroso que jamás hayas tenido. Los he purificado de los errores que ocultaban su luz, y los he conservado para ti en su perfecta luminiscencia. Se encuentran más allá de la destrucción y de la culpabilidad. Procedieron del Espíritu Santo en ti, y sabemos que lo que Dios crea es eterno» (T.5.IV.8.3-6).

((En algunas de las preguntas se tocó el mismo tema o temas relacionados con la misma sección del Texto, por ejemplo puede ser interesante echar un vistazo a P-670P-997P-1357; y también puede ser clarificadora aunque en un contexto más general la pregunta P-407))

Link original en inglés: http://www.facimoutreach.org/qa/questions/questions195.htm#Q966

Índice de las P&R traducidas: http://hablemosdeucdm.blogspot.com/2015/11/indice-de-traducciones-de-p-de.html

Facimoutreach P-964

¿Qué pasa con la perspectiva filosófica de que la paz eterna es aburrida y sin sentido?

P-964: Estoy teniendo un pequeño dilema filosófico que espero que podáis ayudarme a resolver. Un punto de vista contemporáneo afirma que el propósito de este mundo relativo es que seamos capaces de experimentar nuestra naturaleza divina, en vez de sólo conocerla; y que sólo teniendo la posibilidad de algo opuesto es como se puede experimentar lo que uno realmente es. Esto parece implicar que este mundo, aunque es un sueño de separación, sigue siendo de alguna manera necesario para que Dios "se conozca experimentalmente a Sí Mismo". Soy consciente de que esto contradice lo que enseña Jesús en Un Curso de Milagros, que es el que mundo es totalmente carente de sentido y no tiene absolutamente ningún propósito, pero esta explicación alternativa parece tener sentido. Me refiero a que si el Cielo es paz y alegría eternas, y nada más que paz y alegría, por siempre inmutable, ¿no se volvería entonces muy pronto sin sentido, ya que no habría nada con lo que compararlo? Por ejemplo, si en baloncesto encestas un triple desde tu propio campo al primer intento, eso puede ser estimulante. Pero si únicamente lanzas triples que siempre encestas y siempre pasa lo mismo, acabaría siendo aburrido, convirtiéndose en algo sin sentido y vacío. Por lo tanto, ¿no es este mundo ilusorio en realidad una cosa "buena" —siempre que sepamos que es sólo una ilusión y que lo estamos usando para conocernos a nosotros mismos como el Hijo de Dios? ¿No es de hecho necesario que nos experimentemos como Eso? 

((Nota: como se trata de un argumento relativamente típico, ha sido planteado en numerosas ocasiones en las diversas tradiciones. En otro de mis blogs posteé sobre este mismo tema, centrando la respuesta principalmente en comentarios de los libros de Gary Renard. En el mismo post también se menciona brevemente la postura de Ramana Maharshi al respecto. Si a alguien le interesa leerlo (es un poco largo), es el post titulado: ¿Es necesaria la dualidad para que el Absoluto pueda experimentarse a Sí Mismo? Uno de los aspectos de este tema lo comenté en otro post de ese blog: el asunto de si la Verdad puramente no-dual podría llegar a ser algo aburrido. Esta vez las citas que usé como complemento se centraron en las enseñanzas de Nisargadatta Maharaj, y el post al que ahora me estoy refiriendo es este: Creación inmutable: El Ser no es una especie de Gran Cubito de Hielo Aburrido. Ambos posts forman parte de la colección de links incluida al final del post titulado: Síntesis del perdón))

Respuesta: Tal punto de vista es de hecho común y corriente en la teología del proceso, de la que Alfred North Whitehead es un notable representante. (("la teología del proceso", al igual que "la filosofía del proceso", son conocidas y pueden encontrarse algunos comentarios en la Wikipedia en español, en la biografía de Alfred Whitehead, aunque para entender esta respuesta no es necesario conocer los detalles))

Hay dos niveles aquí que hay que considerar por separado ((este párrafo se centra en el nivel de la verdad absoluta; el siguiente párrafo habla de lo inconveniente que es mezclar ambos niveles intentando imponer los parámetros de nuestra percepción dualista para evaluar la experiencia no-dualista; mientras que el párrafo final se centra en nuestra experiencia dentro del ilusorio mundo dual)). Un Curso de Milagros enseña que en el Cielo no hay un ser separado o mente separada que pueda evaluar su estado en relación a otro ser o estado: «Lo que Él crea no está separado de Él, y no hay ningún lugar en el que el Padre acabe y el Hijo comience como algo separado» (L.132.12.4). Por definición, no puede haber carencia en la Perfección infinita, así que no hay nada que aprender ni ningún potencial que tenga que ser completado. De igual modo, estar aburrido o cansado de ver la misma cosa presupone la existencia del tiempo y del espacio, y Dios y el Cielo transcienden completamente las limitaciones del tiempo y del espacio. Para el ego, la paz es aburrida, y el conflicto y los desafíos le parecen estimulantes, pues el ego busca constantemente hacer real su propio mundo de separación y de diferencias. Por lo tanto, en la medida en que nos identifiquemos con el ego, nos parecerá que la vida sin contrastes y sin opuestos es inconcebible y ciertamente muy poco atractiva.

La perfecta y eterna Unidad del Cielo está más allá de nuestra comprensión, no teniendo nada en común con la experiencia dualista de nuestro mundo, que consiste en individuos separados e imperfectos, limitados por el espacio y el tiempo. No se pueden tomar los principios de la experiencia dualista y aplicarlos a la experiencia no-dualista. Son estados mutuamente excluyentes. El error que muchos de nosotros cometemos es usar nuestra experiencia humana como punto de referencia para entender el reino del puro espíritu —Dios y el Cielo. Esto es parte de la estrategia del ego para aniquilar al verdadero Dios y fabricar otro Dios que dé validez a su propio sistema de pensamiento; y por consiguiente nos olvidamos de que los seres humanos son el efecto de la decisión de la mente separada de borrar la verdad de su conciencia, y sustituirla por otro sistema de pensamiento completo —falso de principio a fin— que ocupe su lugar. Si esa es nuestra base, ¿cómo entonces íbamos a poder entender alguna cosa? Eso es lo que Jesús está tratando de decirnos en su Curso —que estamos confundidos con respecto a todo: «Cuando hiciste que lo que no es verdad fuese visible, lo que es verdad se volvió invisible para ti» (T.12.VIII.3.1). Así que tenemos que ser extremadamente cautelosos al sacar conclusiones de nuestra experiencia —aparte de eso hemos estado completamente equivocados, y tiene que haber un camino mejor.

Sin embargo es aquí donde Un Curso de Milagros se vuelve tan útil. Aunque nos dice que hemos inventado este mundo «como un ataque contra Dios» (L.PII.Preg3.2.1), y que «el cuerpo no fue hecho por el amor» (T.18.VI.4.7), también nos dice que en nuestras mentes divididas retenemos el recuerdo de la verdad, y por lo tanto podemos usar el mundo y el cuerpo para restaurar esa verdad a nuestra conciencia eligiendo contra el propósito de mentalidad-errada del ego de reforzar la separación, eligiendo en vez de eso el propósito de mentalidad-recta del Espíritu Santo de deshacer nuestra creencia en la separación. En este nivel, el mundo sirve para un importante propósito: puede llevarnos de regreso desde el estado de estar sin-mente ((mindlessness)) hasta el poder de nuestra mente para elegir la verdad en vez de la mentira del ego. Y en este nivel, nuestro aprendizaje se lleva a cabo principalmente por medio del contraste: «Los contrastes y las diferencias son recursos de aprendizaje necesarios, pues gracias a ellos aprendes lo que debes evitar y lo que debes procurar. Cuando hayas aprendido eso, encontrarás la respuesta que elimina la necesidad de las diferencias. La verdad viene por su cuenta a encontrarse consigo misma. Cuando hayas aprendido que tú le perteneces a la verdad (...) no necesitarás ningún contraste que te ayude a comprender que eso, y sólo eso, es lo que quieres» (T.13.XI.6.3-7). Por lo tanto, cuando la cordura y la verdad hayan sido restauradas en nuestra mente, el mundo se disolverá en la nada de donde provino ((M.13.1.2; C.4.4.5)), pues no tiene valor en sí mismo: «(...) si tal como lo contemplo no veo nada de valor en el mundo, ni nada que desee poseer, ni ninguna meta que anhele alcanzar, entonces éste se alejará de mí. Pues no habré intentado reemplazar la verdad con ilusiones» (L.226.1.4-5).

Link original en inglés: http://www.facimoutreach.org/qa/questions/questions194.htm#Q964

Índice de las P&R traducidas: http://hablemosdeucdm.blogspot.com/2015/11/indice-de-traducciones-de-p-de.html

Facimoutreach P-963

¿Por qué estudiar el Curso hace que me irrite con Dios?

P-963: He estado estudiando Un Curso de Milagros durante poco más de dos meses. No sólo no veo cambios apreciables en mi actitud ante la vida, sino que cada vez soy más consciente de sentimientos de irritación y de depresión. A veces estos sentimientos no son sobre nada en particular, pero últimamente me estoy sintiendo especialmente agitado cuando hago los ejercicios del Libro de ejercicios. Creo en todo lo que leo sobre los regalos/dones que Dios me ofrece, y en lugar de sentirme agradecido me siento inquieto y molesto (irritado, disgustado, enfadado), y deseo que Dios me deje en paz (que me deje solo, tranquilo). Por supuesto que en realidad no deseo que Él me deje solo. Estoy bastante seguro de que mi experiencia no es tan inusual, ¿pero qué puedo hacer concretamente para atravesar esta etapa y no darme por vencido?

Respuesta: Tienes toda la razón en que tu experiencia no es inusual. La mayoría de nosotros somos atraídos inicialmente a Un Curso de Milagros porque cuando lo leemos, sentimos que está hablándonos una presencia amorosa. Reconocemos que el camino que Jesús establece para nosotros ofrece una verdadera esperanza de escapar de las condiciones dolorosas con las que estamos acostumbrados a vivir. Pero un componente crucial del plan de estudios de Jesús es que nos volvamos muy conscientes de lo infelices que somos realmente en este mundo. A fin de cuentas, ¿por qué habríamos de estar motivados a aceptar que este mundo es sólo un sueño —por no hablar de hacer el desafiante trabajo interior que conduce a despertar de él— a menos que nos demos cuenta de que es una pesadilla?

Y así, entre las muchas bellas e inspiradoras palabras del Curso, Jesús aprovecha cada oportunidad para hacernos saber que este es «un mundo árido y polvoriento, al cual criaturas hambrientas y sedientas vienen a morir» (L.PII.Preg13.5.1). En el primer día del Libro de ejercicios, él pide que nos concentremos en la idea de que nada de lo que vemos significa nada (L.1). Dado el hecho de que hasta este momento hemos pasado toda nuestra vida creyendo que este mundo contiene muchas cosas que queremos y creyendo que nuestras percepciones son muy significativas, ¿cómo no nos íbamos a sentir irritados y depresivos con lo que Jesús nos está contando?

La buena noticia, no obstante, es que lo que él nos está diciendo sólo es irritante y depresivo para el ego. Y al contrario de lo que hemos creído hasta ahora, el ego no es la totalidad de lo que somos. Es sólo uno de los dos maestros internos disponibles en nuestra mente. En cualquier momento, podemos acudir a Jesús o al Espíritu Santo para que nos guíe. Cuando hacemos esto, entramos en contacto con el hecho de que el Amor de Dios está aún disponible para nosotros y no se ha visto afectado ni en lo más mínimo por la aparente oscuridad y aflicción de este mundo. Al trabajar con el Curso, esto significa que le pidamos a uno de ellos que nos ayude a simplemente observar toda la resistencia que tenemos hacia el Curso (como por ejemplo nuestra irritación o depresión) sin hacer juicios.

Jesús y el Espíritu Santo residen en la parte de nuestra mente que sabe que nosotros hemos imaginado toda esta oscuridad y aflicción precisamente para ocultar el Amor que ahora se nos insta a abrazar. Ellos son conscientes, no obstante, de que aunque Jesús nos dice que el perdón nos ofrece todo lo que deseamos (L.122), nosotros pensamos que el perdón nos llevará a nuestra destrucción. Ellos ven que las numerosas emociones negativas que nos surgen durante nuestro recorrido al trabajar con el Curso están todas ellas simplemente encubriendo el terror que se apodera de nosotros cuando nos planteamos regresar a Dios, Quien nosotros pensamos que está lleno de ira contra nosotros —un terror que hace que sea inevitable que deseemos que Él sencillamente se vaya. Pero Jesús y el Espíritu Santo saben que Dios no está enfadado con nosotros. Así que ellos ven nuestro terror simplemente como un error ridículo. Como estudiantes del Curso debemos pedirles que nos ayuden a que nosotros podamos también cultivar esa actitud —ver nuestra irritabilidad y depresión como reacciones comprensibles al miedo, y no darles tanta importancia. Son simplemente indicadores de que aún tenemos bastante miedo de aceptar el Amor de Dios y de estar en paz. Este es un miedo que no podemos esperar que desaparezca simplemente tras dos meses —o cualquier plazo particular de tiempo— de estar trabajando con el Curso. Sin embargo, se disipará gradualmente si estamos dispuestos a simplemente dejarlo estar y tenemos fe en que Jesús está guiándonos a que atravesemos nuestro dolor porque sabe que al otro lado hay algo mucho mejor para nosotros.

Link original en inglés: http://www.facimoutreach.org/qa/questions/questions194.htm#Q963

Índice de las P&R traducidas: http://hablemosdeucdm.blogspot.com/2015/11/indice-de-traducciones-de-p-de.html

martes, 9 de agosto de 2016

Facimoutreach P-962

¿Cómo puede curar la psicoterapia?

P-962: A menudo animáis a la gente a que busque alguna forma de asesoramiento o psicoterapia cuando siente malestar o depresión, al mismo tiempo que se trabaja con el Curso, para regresar atrás/adentro a la auténtica fuente de la inquietud, que es la culpa en la mente. ¿Cómo logra esto un terapeuta?

Respuesta: Creo que puedes haberlo entendido mal. La terapia es como una buena aspirina, o como alguna forma de intervención médica, o como un paseo meditativo por el bosque. Todo eso es magia, pero en el nivel del mundo puede ser muy útil. Así que, a veces, cuando las personas están luchando con diversos asuntos de sus vidas, puede ser beneficioso para ellas tener la oportunidad de explorar otra perspectiva, en los términos del mundo, con respecto a lo que les está sucediendo, y tal vez aprender algunas técnicas que las capacite para desatascarse o liberarse del dolor. Pero no es que el terapeuta logre nada para el paciente. El terapeuta puede señalar e incluso ayudar a abrir puertas, pero es decisión del paciente o cliente elegir si atravesará o no esas puertas.

Ahora bien, podría haber ocasiones en las que un terapeuta ayude a un paciente a descubrir fuentes enterradas de culpa escondidas en los recovecos de la mente del paciente, pero en casi todos los casos, estas seguirían relacionadas con los recuerdos pasados de esta vida. Es muy poco probable que la mayoría de los terapeutas ayuden al paciente a entrar en contacto con la culpa ontológica, pues ese no es su propósito. Y eso tampoco es necesario para el propósito por el que se les ha recomendado la terapia a algunos participantes de este foro. Si el terapeuta es abierto y sin prejuicios (sin actitud juzgadora), dispuesto a unirse con el paciente para encontrar una manera mejor de hacer frente a los problemas emocionales y psicológicos, eso es suficiente (P.2.II.8; P.2.V.4; P.3.II.6). Hay una unión y una sanación en esa apertura/franqueza que está siendo ofrecida al paciente, si el paciente está dispuesto y por lo tanto elige aceptarla.

Y el paciente puede usar las sesiones de terapia para identificar las proyecciones de la culpa ontológica enterrada, independientemente de la conciencia o intención del terapeuta, quien es posible que no sepa nada de Un Curso de Milagros —ni lo necesita. A fin de cuentas es el paciente el que decide a qué propósito servirá todo lo que hay en su vida, y si el paciente tiene alguna comprensión del propósito y práctica de los principios de perdón del Curso, entonces cualquier situación (incluyendo la terapia, pero no solo ella) puede servir para ese propósito.

Link original en inglés: http://www.facimoutreach.org/qa/questions/questions194.htm#Q962

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Facimoutreach P-961

¿Mis sueños nocturnos reflejan mi verdadero estado mental?

P-961: En vuestra respuesta a la pregunta P-673 con respecto a los sueños, citasteis: «Lo único que es diferente entre los sueños que tienes cuando duermes y los que tienes cuando estás despierto ((en el estado de vigilia normal)) es la forma que adoptan, y eso es todo» (T.18.II.5.13). Si resulta que el "contenido" de mis sueños nocturnos (cuando duermo) es menos perdonador, con más miedo, etc., ¿se deduce que eso refleja mi verdadero estado mental con más precisión que el contenido de mi sueño de vigilia durante el día? Durante mis sueños de vigilia parezco ser capaz de tomar decisiones en favor de perdonar y de escuchar al Espíritu Santo; parezco ser más consciente de lo que hago y, de hecho, tengo elección. En otras palabras, ¿hasta que llegue a gobernar mis sueños nocturnos con la misma capacidad de elegir que ejercito durante el día en la vigilia, no estaré llegando a la raíz de la culpa ni logrando curar mi mente?

Respuesta: Tus sueños nocturnos podrían estar diciéndote simplemente que hay aún algo de culpa enterrada que todavía no ha llegado a la superficie —que aún queda más trabajo por hacer. Pero probablemente ya sabías eso. Aun así, puede ser útil entender esa especie de pequeño codazo que te viene de los sueños, ya que podemos relajarnos con demasiada facilidad en la creencia de que somos bastante buenos en este asunto del perdón y no nos queda mucho camino por recorrer. Sin embargo, en realidad tenemos un profundo miedo de ver cómo llegamos hasta el final del proceso, porque "el final" es un estado de ausencia-de-ser ((pues no existe el ser individual que actualmente creemos ser)), en el que tenemos que dejar de lado el ser que pensábamos que éramos: un ser que elige perdonar. Este conflicto que hay en nuestras mentes —queriendo seguir adelante, pero aterrados de hacerlo— puede ponerse de manifiesto en los sueños como batallas, luchas, tormento, etc. No es necesario analizar los sueños, basta con tener una idea de lo que significan —lo cual tú pareces haber captado muy bien. A medida que te pongas cada vez más en contacto con tu miedo a recorrer la totalidad del camino del perdón, te volverás más consciente del conflicto que hay en tu mente. Entonces, a medida que mires esa resistencia calmadamente y sin juzgarte a ti mismo, tus sueños reflejarán ese nuevo estado mental.

((Nota: probablemente haya algunas preguntas útiles muy relacionadas en la sección "Sueños" del índice. Por ejemplo: P-41P-160P-671))

Link original en inglés: http://www.facimoutreach.org/qa/questions/questions194.htm#Q961

Índice de las P&R traducidas: http://hablemosdeucdm.blogspot.com/2015/11/indice-de-traducciones-de-p-de.html

Facimoutreach P-960

Si yo despertara del sueño, ¿qué podrían experimentar otras personas?

P-960: En referencia a una afirmación que hicisteis en la respuesta a la pregunta P-372: "Estás en lo cierto, el mundo no mejorará cuando dejemos de creer que el pensamiento de la separación de Dios es real; simplemente desaparecerá de nuestra conciencia". Esta es mi pregunta: Cuando este sueño del mundo desaparezca de mi conciencia, ¿qué experimentarán con respecto a mí quienes están conmigo en el sueño? Creo que hay una persona, si no varias, que están "realmente" aquí conmigo, compartiendo mi sueño. Para ellas, ¿yo simplemente me desmaterializaré y desapareceré, o pareceré morir, o qué? ¿O tengo la opción del sueño lúcido, en otras palabras, seguir colaborando aquí para ayudar a otros fragmentos a despertar, al mismo tiempo que soy plenamente consciente y despierto en Dios? Ciertamente esta pregunta es prematura, ya que no espero alcanzar ese estado a corto plazo, pero detestaría trabajar tan duro para acabar llegando a un punto en el que les brindaría tanto dolor y tristeza a quienes me aman.

Respuesta: Una frase del Libro de ejercicios sirve como base para responder a tu pregunta: «El mundo no existe aparte de tus ideas porque las ideas no abandonan su fuente, y tú mantienes el mundo intacto en tu mente mediante tus pensamientos» (L.132.10.3). La aplicación concreta está clara si entendemos "mundo" como incluyendo al cuerpo, el tuyo y el de todos los demás. Este es el principio fundamental de Un Curso de Milagros que subyace en su enseñanza de que el mundo y el cuerpo no existen (por ejemplo L.132.6.2; T.18.VII.3.1). Esto significa que no puedes desmaterializarte porque nunca te has materializado, del mismo modo que los personajes que ves en tus sueños nocturnos no se materializan en tu habitación mientras duermes. Es la insistencia en que la ilusión del sueño es real la que hace que los personajes soñados parezcan tener vida fuera de la mente del soñador. Las "reglas" de especialismo del sueño de la separación no se aplican al despertar, por el mero hecho de que el sueño requiere que se esté dormido. Una opción descarta la otra.

La mente que elige seguir dormida e identificarse con el personaje del sueño se ha disociado de su verdadera identidad como mente. Esta disociación causa la confusión de identidad en la que el personaje soñado (el cuerpo) piensa que él es el soñador (la mente) y que de alguna manera despertará y desaparecerá de su sueño y del sueño de todos los demás. Jesús nos dice en el Texto: « [la mente] eres el soñador del mundo de los sueños» (T.27.VII.13.1). Por lo tanto, cuando despiertas completamente, al dejar de elegir la separación, el mundo desaparecerá al igual que cuando despiertas de un sueño nocturno las imágenes de tu sueño desaparecen. Esto sucede cuando no se le concede ni un gramo de credibilidad a la «diminuta y alocada idea» de la separación (T.27.VIII.6.2). Mientras tanto, el viaje hacia el despertar se basa en la práctica del perdón, en la que al cuerpo no le sucede nada porque el perdón sucede en la mente.

Quienes comparten tu sueño son las relaciones especiales que se entremezclan en el sueño colectivo de la mente de la Filiación. Estas relaciones están diseñadas de acuerdo con el sistema de pensamiento del ego para apoyar la creencia en la separación. La "prueba" del ego de que los cuerpos son reales es que pueden verse afectados por otros de manera positiva y negativa, negándose de este modo el poder de la mente y dándoselo al cuerpo. Y así otros parecen ser los responsables de la manera en que uno se siente. Esta es la mejor estrategia defensiva del ego para convencerse de que el sueño es realidad, la separación ocurrió y el mundo es real. Para este sistema de pensamiento es esencial el egoico tema de la victimización, lleno de cuentos de traición, abandono y trato injusto. En estas relaciones la muerte, el abandono definitivo, es inevitable, como lo son los sentimientos de pérdida y de tristeza que la acompañan. La mente está dormida soñando con "vida" y "muerte", dolor y pérdida. Dentro de este sueño nadie se escapa de la pena de muerte. La liberación del dolor y de la tristeza se encuentra únicamente al permitir que la mente sea curada de todos los pensamientos de identidad corporal, y conocerse a sí misma como una mente con el poder de elegir la ilusión del mundo (el sueño de la muerte), o la verdad de la unidad con Dios (despertar del sueño). En eso radica la única manera de escapar del dolor de la muerte y de toda conciencia del mundo.

Link original en inglés: http://www.facimoutreach.org/qa/questions/questions193.htm#Q960

Índice de las P&R traducidas: http://hablemosdeucdm.blogspot.com/2015/11/indice-de-traducciones-de-p-de.html

Facimoutreach P-955

¿Por qué el Curso menciona la mente pero nunca al corazón?

P-955: Muchos de los nuevos escritos de los maestros espirituales del mundo hablan de la importancia del corazón, del amor y de la compasión en el camino hacia la ascensión. Se habla mucho de "la sabiduría del corazón". Un Curso de Milagros en realidad sólo menciona la mente. Cuando el Curso habla de la mente, ¿cómo se relaciona eso con el concepto del corazón usado por otros autores?

Respuesta: El amor y la compasión, que se consideran atributos del corazón, reflejan la decisión de la mente de identificarse con el Espíritu Santo. Fluyen de manera natural, sin trabas por los juicios del ego, cuando la mente ya no está bloqueada por la culpa y el miedo que vienen de elegir la separación.

Tal como mencionas, el Curso nos dice que sólo existe la mente y que no hay nada fuera de ella, incluyendo a la sabiduría del corazón. El Curso es muy claro en esto, de hecho el fundamento de su enseñanza radica en este principio: «[La mente] no sale afuera. Dentro de sí misma es ilimitada, y no hay nada externo a ella. (...) Te abarca completamente: tú te encuentras dentro de ella y ella dentro de ti. No hay nada más en ninguna parte ni jamás lo habrá» (T.18.VI.8.7-8,10-11).

El corazón se usa simbólicamente en el Curso como un término con el que estamos más familiarizados y con el que nos relacionamos más fácilmente que con el término mente. Sin embargo, sólo puede ser entendido como refiriéndose a la mente. En los muchos pasajes en los que se utiliza el término corazón, se refiere a la parte de la mente que conserva el recuerdo del Amor de Dios. En un hermoso pasaje, Jesús utiliza la simbología del corazón y del cuerpo para describir el estado pleno de paz de la mente recta: «Pongo la paz de Dios en tus manos y en tu corazón para que la conserves y la compartas. El corazón la puede conservar debido a su pureza y las manos la pueden ofrecer debido a su fuerza. No podemos perder. Mi juicio es tan poderoso como la sabiduría de Dios, en Cuyo Corazón y Manos radica nuestra existencia» (T.5.IV.8.10-13).

En estos términos encontramos no sólo la verdadera condición de la mente cuando elige contra el ego, sino la extensión todo-inclusiva de esta verdad que es la verdadera compasión. La compasión que el Curso enseña es ver a todos a la luz del recuerdo de nuestra unidad con el Padre. Por lo tanto todos están incluidos en esta perspectiva compasiva y son vistos como recordadores u olvidadores, eligiendo la unidad o la separación, independientemente de cuál sea la forma. En esta sabiduría de la mente recta todas las demás interpretaciones, juicios y percepciones cesan. Esto se logra por medio de la práctica del perdón, que es tanto la sabiduría del corazón como la compasión tal como se enseña en el Curso. La sabiduría se entiende generalmente como buen juicio, pero como con todo lo que se entiende de manera habitual, Jesús da un paso más en el Curso. Él nos dice en el Manual: «La sabiduría no consiste en juzgar, sino en renunciar a juzgar» (M.10.4.5). Por lo tanto, en el Curso nos encontramos con la sabiduría del corazón a través del proceso del perdón. De hecho, el corazón del Curso es aprender la compasión del perdón, mediante el cual renunciamos a los juicios y nos volvemos verdaderamente sabios.

Link original en inglés: http://www.facimoutreach.org/qa/questions/questions192.htm#Q955

Índice de las P&R traducidas: http://hablemosdeucdm.blogspot.com/2015/11/indice-de-traducciones-de-p-de.html