martes, 13 de noviembre de 2018

David Hoffmeister: Tienes completo control sobre tu estado mental

Se trata de un breve vídeo de unos 5 minutos de duración, con audio en inglés pero subtitulado en español (hay que activar los subtítulos en youtube si no están activados de antemano, haciendo click en el simbolito correspondiente de la línea inferior del vídeo).

David Hoffmeister comparte en el vídeo unos breves destellos de inspiración. 

David Hoffmeister: Tienes completo control sobre tu estado mental

Podéis ver el vídeo aquí: https://www.youtube.com/watch?v=6tnR6-m03lQ

En definitiva, que la causa de toda apariencia está en la mente/conciencia, no en la materia. Ni siquiera leyes físicas tan creídas por la ciencia como la ley de la gravedad son nada excepto otra artimaña de la mente. Solo la mente decide, y solo la mente es la causa original y por lo tanto donde se puede implementar la corrección.

De hecho, el Curso dice que el miedo aprisiona y que el perdón libera. En la práctica esto puede experimentarse como que cuando nos dejamos llevar por el miedo y la culpa nos sentimos más densos y pesados, mientras que al perdonar nos permitimos un ánimo más liviano y ligero, y esto podría llegar a mostrarse simbólicamente incluso como una levitación "física" como una forma de representar el mensaje de la liberación frente a la ilusión (por ejemplo transcendiendo la denominada "fuerza de la gravedad"), aunque un ejemplo como ese es inusual. Lo que sí es usual es experimentar una ligereza de ánimo que resuena llena de paz.

El dolor, por ejemplo, no depende de algo externo sino que depende únicamente de la decisión de la propia mente. A medida que aprendemos a cambiar la decisión de nuestra mente inconsciente nos vamos liberando del dolor y de las ilusiones. Esto no tiene nada que ver con cambios cerebrales o neuronales, porque el cerebro no es más que otra ilusión: el cerebro es otro objeto más imaginado en la mente/consciencia.

En cualquier caso, todo es mente. Y a medida que orientamos la mente hacia el perdón, se transcienden las leyes ilusorias y nos abrimos a la paz que es la ley de Dios.

No me gobiernan otras leyes que las de Dios. (L.76)

El miedo aprisiona al mundo. El perdón lo libera. (L.332)

La magia aprisiona, pero las leyes de Dios liberan. (L.76.7.5)

Una mente "aprisionada" no es libre porque está poseída, o refrenada, por sí misma. (T.3.II.4.3)

La materia no es un obstáculo ni puede impedirnos nada. Solo la mente puede obstaculizarse a sí misma. Y por lo tanto, solo ella puede también liberarse. Mediante el perdón la mente se libera a sí misma para recordar la paz de Dios.