domingo, 11 de septiembre de 2016

Cualquier pasito es útil

Por pequeño que sea, cada paso cuenta. Cada pequeño paso en el proceso de despertar es importante. Cualquier destello de discernimiento, cualquier atisbo de perdón, cualquier gota de estar dispuestos a dejar a un lado la individualidad a cambio de la verdad y su plenitud, cuenta y es verdaderamente útil en el proceso de nuestro despertar. En este camino del despertar, ningún paso vuelve jamás a ser desandado. A veces puede parecer eso en la forma, y podemos tener la impresión de experimentar avances y retrocesos, pero en realidad, en cuanto al contenido, sólo hay avances, nunca retrocesos. El iceberg de la culpa se derrite y disminuye, sin nunca volver a aumentar. La culpa ontológica (inconsciente, enterrada en la mente, pero sigue siendo culpa ilusoria) jamás aumenta. Sólo disminuye (al volver la mente hacia dentro, con discernimiento/perdón). Los aparentes repuntes o aumentos de culpa (o de miedo, dolor, etc.) son apariencias a nivel de la forma, cuando tomamos conciencia de nuevas dosis de culpa que en realidad ya estaba en nuestra mente y brota a la superficie de nuestra conciencia —lo cual nos da la oportunidad de perdonarla. Pero cada dosis perdonada y disuelta jamás regresará. Así pues, bien entendido, en el camino del despertar, si hablamos a nivel ontológico (lo profundo de nuestra mente inconsciente, dividida e ilusoria), jamás hay retrocesos. El despertar va siempre en la dirección correcta. Cuanto más volvemos la mente hacia adentro (con el perdón o discernimiento) más se "acelera" el despertar. Aunque el tiempo es ilusorio, nuestra feliz experiencia sería entonces que el despertar parece suceder antes, desde nuestra perspectiva. Y así el sufrimiento va quedando atrás, hasta que finalmente es superado por completo para siempre, al reconocerse experimentalmente que nunca existió. Cada pasito cuenta, por pequeño que sea. Y cada paso dado, grande o pequeño, jamás será retrocedido. De hecho, todos los pasos ya han sido dados. Pues en realidad nunca hubo necesidad de dar ni un solo paso, pues nunca hemos dejado a Dios. Sólo existe Dios, Quien es nuestro estado natural. Sólo tenemos que aceptar eso.

5 comentarios:

  1. Buenos días, Toni.
    El veranito me tuvo alejado del blog y, a la vuelta, me he tenido que frotar los ojos para creer lo que estaba leyendo.
    Bueno, amigo, ¿qué cosas pasan, eh?
    El soñador del sueño pega cada giro inesperado en el guión del mundo...
    Estoy seguro que ya has utilizado sabiamente estos materiales, que con total seguridad son para bien.
    Un abrazo.
    Codorníu.

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    1. Así es, Codorníu, todo es para bien, cualquier cosa se convierte en una oportunidad si la enfocamos del modo adecuado.

      Me alegra leerte de nuevo.

      ¡Un abrazo!

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  2. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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