viernes, 31 de julio de 2015

No entiendo del todo bien el mensaje de (T.9.VI.6.3)

Hace poco me surgió una duda con una cita de UCDM  (T.9.VI.6.3; los detalles ver más abajo) y escribí en busca de inspiración en el foro de "La Desaparición del Universo". Es un foro en inglés, así que deliberadamente expresé la duda de una manera simple (para que me fuese fácil de expresar en inglés), meramente como un punto de partida por si salían comentarios interesantes en respuesta. Y aunque algunas respuestas no contestaban directamente lo que me interesaba, en general fueron útiles de todos modos. Valen como una manera de repasar ideas clave del Curso, así que las comparto aquí por si a alguien más le vienen bien o por si yo mismo en un futuro quiero tenerlo a mano para releerlo (más cómodo así para mí, directamente traducido al español, con lo que ya he hecho el esfuerzo de traducirlo y lo guardo en este blog para posibles relecturas).

He traducido todas las respuestas que, a día de hoy, contenían alguna idea que me pareció inspiradora. El primer mensaje (el mío inicial) lo copio primero tal cual lo envié en inglés, y luego debajo traduzco ese mensaje; y el resto de mensajes copio solamente mi traducción al español.

Comencemos:

I do not understand too well the following sentence:

You cannot perform a miracle for yourself, because miracles are a way of giving acceptance and receiving it. (T.9.VI.6.3)

Why I cannot perform a miracle for myself? For example, I am walking in the street and I stumble and I fall. Then, I feel anger against myself. I can not forgive myself?

Maybe it means that I cannot perform miracles for myself ALONE? Has the next sentence the same meaning?:

You cannot perform a miracle for yourself ALONE, (...).

Copy the entire original paragraph below:

Miracles have no place in eternity, because they are reparative. Yet while you still need healing, your miracles are the only witnesses to your reality that you can recognise. You cannot perform a miracle for yourself, because miracles are a way of giving acceptance and receiving it. In time the giving comes first, though they are simultaneous in eternity, where they cannot be separated. When you have learned they are the same, the need for time is over. (T.9.VI.6)

Anyone understand the message of the phrase I mentioned above? We may o may not perform miracles for ourselves?

Thank You.

Note: Sorry for my expresions when writing. My language is Spanish and I am not an expert with the English language.

Traducción (y respuestas también traducidas): 

Toni:

No entiendo demasiado bien la siguiente frase:

No puedes obrar un milagro para ti mismo porque los milagros son una forma de dar aceptación y de recibirla. (T.9.VI.6.3) (Pág. 194)

¿Por qué no puedo obrar milagros para mí mismo? Por ejemplo, si voy caminando por la calle y me tropiezo y me caigo yo solo, y entonces siento ira hacia mí mismo, ¿no puedo entonces perdonarme a mí mismo? 

¿Tal vez lo que quiere decir es que no puedo obrar milagros ÚNICAMENTE para mí mismo (separado de los demás, para mí mismo solo)? ¿Tiene la siguiente frase el mismo sentido?: 

No puedes obrar un milagro para ti mismo SOLO (o: únicamente. O: en exclusiva) (...).

Copio el párrafo original completo a continuación:

Los milagros no tienen cabida en la eternidad porque son reparadores. Sin embargo, mientras aún necesites curación, tus milagros son los únicos testigos de tu realidad que puedes reconocer. No puedes obrar un milagro para ti mismo porque los milagros son una forma de dar aceptación y de recibirla. En el tiempo, dar ocurre primero, pero en la eternidad, donde no pueden estar separados, dar y recibir ocurren simultáneamente. Cuando hayas aprendido que dar es lo mismo que recibir, ya no habrá necesidad de tiempo. (T.9.VI.6)

¿Alguien entiende el mensaje de la frase que mencioné más arriba? ¿Podemos o no podemos obrar milagros para nosotros mismos?

Gracias.

Nota: Disculpad mis expresiones al escribir. Mi lengua es el español y no soy experto en la lengua inglesa.

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Respuestas:

Eric G:

Hola Toni:

Tras los 50 principios de los milagros, el Curso nos dice que los milagros son genuinamente interpersonales y que nos unen directamente con nuestros hermanos (T.1.II.1.4,6). No puedes obrar milagros para ti solo, porque la salvación no es para ti solo.

Tal como el Curso dice: «Los milagros hacen que las mentes sean una en Dios. Se basan en la cooperación porque la Filiación es la suma de todo lo que Dios creó. Los milagros reflejan, por lo tanto, las leyes de la eternidad, no las del tiempo» (T.1.I.19)

Es por esto que el Curso nos dice que no debemos buscar al Espíritu Santo únicamente en nosotros mismos. Tal como nos dice: «La Voz del Espíritu Santo en ti es débil. Por eso es por lo que debes compartirla. Tiene que hacerse más fuerte antes de que puedas oírla. Es imposible que la oigas dentro de ti mientras siga siendo tan débil en tu mente. No es que de por sí sea débil, sino que está limitada por tu renuencia a oírla. Si cometes el error de buscar al Espíritu Santo únicamente en ti, tus pensamientos te asustarán, ya que al adoptar el punto de vista del ego, estarás emprendiendo un viaje que le es ajeno al ego utilizándolo a él de guía. Esto no puede sino producir miedo» (T.5.III.4)

El Curso utiliza las relaciones interpersonales para la curación intrapersonal. Este es el medio especial que usa para ahorrar tiempo.

Pasear por ahí diciéndonos a nosotros mismos que hemos inventado (fabricado, hecho, imaginado) a nuestros hermanos no es la solución que el Curso pretende enseñar. Lo que el Curso pretende mostrar es cuál es el problema que requiere solución. Sí, has inventado un concepto o ego para todos aquellos con quienes entras en contacto (físicamente o no físicamente). Tal como el Curso afirma:

Todo el mundo inventa un ego o un yo para sí mismo, el cual está sujeto a enormes variaciones debido a su inestabilidad. También inventa un ego para cada persona a la que percibe, el cual es igualmente variable. Su interacción es un proceso que los altera a ambos porque no fueron creados por el Inalterable o mediante Él. Es importante darse cuenta de que esta alteración ocurre con igual facilidad tanto si la interacción tiene lugar en la mente como si entraña proximidad física. Pensar acerca de otro ego es tan eficaz en el proceso de cambiar la percepción relativa como lo es la interacción física. No puede haber mejor ejemplo que éste de que el ego es solamente una idea y no un hecho. (T.4.II.2)

Eric: Y como todos los demás, has hecho esto a lo largo de todo tu pasado aprendizaje, así que ves tu propia mente dividida por todas partes allá donde mires, porque lo que estás viendo son tus propias ideas conceptuales de tus hermanos. Y eso no es su realidad, ni la tuya, y esto es lo que el Curso está tratando de corregir. Recomiendo leer las secciones "Sombras del pasado" (T.17.III) y "Las dos emociones" (T.13.V) para este tema.

Hay dos pasajes del Curso que pienso que son relevantes para este tema. Uno indica el problema y el otro la solución:

Cuando duermes estás solo, y tu conciencia se limita a ti. Por eso es por lo que tienes pesadillas. Tus sueños son sueños de soledad porque tienes los ojos cerrados. No ves a tus hermanos, y en la obscuridad no puedes ver la luz que les diste. (T.13.VI.12.4)

La Voluntad de Dios es que tú encuentres la salvación. ¿Cómo, entonces, no te iba a haber proporcionado los medios para encontrarla? Si Su Voluntad es que te salves, tiene que haber dispuesto que alcanzar la salvación fuese posible y fácil. Tienes hermanos por todas partes. No tienes que buscar la salvación en parajes remotos. Cada minuto y cada segundo te brinda una oportunidad más para salvarte. No dejes pasar esas oportunidades, no porque no vayan a repetirse, sino porque demorar la dicha es innecesario. La Voluntad de Dios es que seas completamente feliz ahora. ¿Cómo podría ser que ésa no fuese también tu voluntad? ¿Y sería posible asimismo que ésa no fuese también la voluntad de tus hermanos? (T.9.VII.1.1)

Finalmente, te dejo con este pasaje del Curso:

Al igual que tú, tu hermano cree que él es un sueño. No compartas con él su ilusión acerca de sí mismo, pues tu identidad depende de su realidad. Piensa en él más bien como una mente en la que todavía persisten las ilusiones, pero con la que tienes una relación fraternal. Lo que él sueña no es lo que lo convierte en tu hermano, ni tampoco su cuerpo, el "héroe" del sueño, es tu hermano. Su realidad es lo que es tu hermano, de la misma manera en que tu realidad es lo que es hermano suyo. Tu mente y la suya están unidas en hermandad. Su cuerpo y sus sueños tan sólo aparentan abrir una diminuta brecha en la que tus sueños se han unido a los suyos. (T.28.IV.3)

Cuídate

Eric

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Marcy

De http://www.facimoutreach.org/ ¡Feliz lectura!: 

(Nota: la palabra hermano se refiere a una parte dividida o disociada de mi ser)
Marcy

((Nota de Toni: a continuación copia y pega varias de las preguntas y respuestas de la página citada arriba. Las partes resaltadas son destacadas así por la propia Marcy. Para la primera respuesta, la número 407, uso la traducción ya disponible online copiada de esta web: http://www.uncursodemilagros.es/index.php/preguntas-y-respuestas-facim/77-demo/120-q-407))

¿Podemos hacer milagros? ¿Cómo les "ofrecemos milagros a otros"?

P#407: Las dos preguntas siguientes son acerca de los milagros y serán respondidas conjuntamente:

i. Jesús hizo muchos milagros cuando estuvo aquí en la tierra, tales como resucitar a los muertos, hacer que los ciegos vieran etc. ¿Podemos nosotros, Hijos de Dios, hacer igualmente milagros en este mundo?

ii. ¿Qué quiere decir Un Curso de Milagros cuando dice que deberíamos ofrecerles milagros a otros?

R: Los estudiosos de las escrituras difieren en su entendimiento de la veracidad histórica de los eventos en los Evangelios acerca de lo que Jesús hizo en su tiempo de vida. Sin embargo, independientemente de la veracidad de los Evangelios, el Curso enseña un significado diferente de los milagros. Lo que el Curso llama un milagro es un cambio de mentalidad. Es un curso de milagros porque es un curso para aprender a cambiar nuestra mentalidad de pensar con el ego a pensar con el Espíritu Santo. Es un proceso de desasimiento del ego por medio del aprendizaje de una nueva perspectiva que invierte la manera que el ego tiene de ver a todo y a todos. El ego nos dice que somos cuerpos, separados de Dios y unos de otros, sujetos a cambios impuestos por fuerzas externas. El Espíritu Santo nos dice que somos mentes, una con nuestro Padre y con cada uno de nosotros, sujetos a cambio únicamente del poder de nuestra mente para elegir. Nosotros aceptamos los milagros para nosotros mismos en la medida en la que aceptemos esta enseñanza y la apliquemos a todos los eventos, situaciones y experiencias en nuestras vidas. Le ofrecemos milagros a otros a medida que reconozcamos que sus mentes tienen el mismo poder de elegir. Tal como Jesús nos dice en el Texto: "El milagro se extiende sin tu ayuda, pero tú eres esencial para que pueda dar comienzo. Acepta el milagro de curación y se extenderá por razón de lo que es. Su naturaleza es extenderse desde el instante en que nace. Y nace en el instante en que se ofrece y se recibe. Nadie puede pedirle a otro que sane. Pero puede permitirse a sí mismo ser sanado, y así ofrecerle al otro lo que él ha recibido" (T.27.V.1:3,4,5,6,7).

Una extensión más de este principio es el proceso del perdón. Cada vez que reconocemos que nada externo a nuestras mentes puede ser la causa de que sintamos algo positivo o negativo y, por consiguiente, nadie es responsable de como nos sentimos. Esto es lo que significa la invitación de Jesús: "Ten la disposición de perdonar al Hijo de Dios por lo que el no hizo". De este modo, el perdón es el milagro que le ofrecemos a nuestros hermanos. Reconociendo que nuestra experiencia es el resultado de una decisión en nuestras mentes de identificarnos con el ego o con el Espíritu Santo, todos nuestros hermanos son liberados de la culpa, y su inocencia viene a nuestra consciencia. Este el milagro de sanar la mente, dado y recibido.

Link al original aquí (en inglés).

P#997: Hacia el principio del Texto, Jesús dice que los milagros se dirigen directamente hacia aquellos que pueden usarlos para beneficio propio (T.1.III.9.1), y también comenta que sólo él está en posición de saber dónde pueden concederse (T.1.III.8.5). Lo que no entiendo es: ¿No se necesitan en todas partes? ¿No podrían todos aquellos que caminan con dolor en esta tierra usar los milagros para sí mismos? Jesús parece insinuar que solo algunas personas necesitan de los milagros. ¿Puedes explicarlo?

R: Al leer Un Curso de Milagros es muy útil que recordemos que Jesús nos está hablando frecuentemente de una manera simbólica, poética. Tomadas fuera de contexto, sus palabras a veces puede parecer que contradicen el mensaje general del Curso. Sin embargo, cuanto más estudiamos el Curso, más claro resulta que él no se contradice, sino que más bien lo que hace es reafirmar una y otra vez los mismos temas con algunas ligeras variaciones, esperando que, en algún momento, captaremos lo que él está tratando de decirnos. Teniendo esto en cuenta, echemos un vistazo ahora a las dos cuestiones que mencionaste. Ambas frases vienen en el capítulo 1, cuando Jesús está explicando lo que él quiere decir con la palabra "milagro". La mayoría de nosotros siempre hemos pensado en los milagros como un evento extraordinario en el mundo externo o físico. Jesús nos indica que en el contexto del Curso, un milagro es únicamente un cambio de la percepción del sistema de pensamiento del ego (basado en el pecado, la culpa y el miedo), hacia el sistema de pensamiento de perdón del Espíritu Santo. En otras palabras, un milagro es un evento enteramente interno que sucede únicamente en la mente y que no tiene nada que ver con el mundo. Puede parecer que los milagros ofrecen resultados en este mundo, pero eso es un reflejo del milagro, o del pensamiento cambiado (cambio de mentalidad), no el milagro en sí mismo.

Tienes razón en que cualquier persona que piense que está aquí, podría hacer uso de un milagro. De hecho, es exactamente eso lo que Jesús está tratando de decirnos. Cuando dice: «Los milagros son selectivos únicamente en el sentido de que se canalizan hacia aquellos que los pueden usar en beneficio propio» (T.1.III.9.1), él no quiere decir que los milagros estén disponibles únicamente para algunas personas. De hecho, lo que él quiere decir es exactamente lo contrario cuando al principio de la frase dice: "(...) únicamente en el sentido (...)". Nos está diciendo que hay un único sentido en el que los milagros no son universales, y eso es en cuanto a la forma que toma el milagro o la corrección dentro de nuestra mente.

Aunque el contenido de un milagro es siempre el cambio desde los pensamientos que proyectan culpa hasta los pensamientos que extienden amor, el pensamiento corrector concreto se mostrará siempre en nuestra mente de una manera idealmente apropiada para remediar el pensamiento concreto que hizo que la corrección fuese necesaria. Por ejemplo, puede que yo tenga que perdonar a un padre abusivo y en cambio tú tengas que perdonar a un socio por el cual te sientes traicionado. Ambos, dado nuestro dolor, podemos recurrir a Jesús o al Espíritu Santo en nuestra mente y pedirles que nos ayuden a ver las cosas de otra manera. Así ambos encontraríamos la inspiración de los pensamientos de perdón, los cuales aplicaríamos a nuestra situación concreta. Si quisiéramos expresar esta idea más técnicamente (con más precisión), podríamos decir que incluso dentro de nuestro propio pensamiento, la forma que la corrección parece tomar es realmente el reflejo del milagro o del cambio de pensamiento, no el milagro mismo. Pero eso es técnicamente más preciso que lo que a Jesús le convenía para expresar la idea en esta parte del Texto.

Jesús también afirma: «El hecho de que el milagro pueda tener efectos en tus hermanos de los que ni siquiera eres consciente no debe preocuparte. (...) dado mi absoluto conocimiento del plan en su totalidad, yo debo controlar su ejecución. La naturaleza impersonal de la mentalidad milagrosa asegura tu gracia, pero sólo yo estoy en posición de saber dónde pueden concederse» (T.1.III.8.1,4-5). Él no está queriendo decir que haya personas que no necesiten de los milagros. Simplemente nos está diciendo que aunque el milagro es un cambio en nuestra mente, no deberíamos tratar de controlar los milagros, decidir cuándo son necesarios o determinar la manera en que se van a expresar. Sino que deberíamos preguntarle a él, como nuestro más sabio maestro interior, para tomar tales decisiones. 

Una vez más, Un Curso de Milagros es mucho más fácil de entender si lo abordamos como la poesía o una sinfonía, en lugar de como un meticuloso informe científico. Cuando nos centramos con demasiada insistencia en las palabras, el Curso puede parecer (por tomar metáforas de Jesús) como no más que "unas cuantas notas sueltas". Pero cuando nos unimos con él (con Jesús), yendo más allá de sus palabras para conectar con el amor que las inspira, vemos cómo esas notas sueltas forman un coro todo-abarcador (T.31.VIII.11.5).

P#1357: En el Texto de Un Curso de Milagros Jesús nos dice que le preguntemos antes de obrar un milagro (T.1.III.4.3). No entiendo qué podría hacer yo que fuese necesario que le preguntara a Jesús si debería hacerlo. ¿Hay otro proceso que estaré haciendo en el futuro y que todavía no entiendo?

R: El tema central de los primeros principios y del primer capítulo del Texto al que tú te refieres es que los milagros cambian nuestra percepción, y que es por eso por lo que sanan. Sin embargo el foco de nuestra atención está casi siempre en nuestros cuerpos: nuestra planificación y nuestras actividades están casi siempre centradas en lo que es bueno o malo para los cuerpos. Por eso, justo al principio del Texto Jesús empieza a entrenarnos a enfocarnos de una manera diferente: no en nuestros cuerpos, sino en las decisiones que tomamos en nuestras mentes, porque estas decisiones son la raíz tanto de nuestros problemas como de su solución. Así que más adelante él nos insta: «No trates, por lo tanto, de cambiar el mundo, sino elige más bien cambiar de mentalidad acerca de él» (T.21.introd.1.7).

El principal medio para cambiar nuestro enfoque de lo externo a lo interno en las primeras etapas de nuestro trabajo con el Curso es aprender a pedirle ayuda a Jesús antes de actuar. Esto nos libra gradualmente del hábito de suponer que sabemos qué es mejor para nosotros mismos o para otros —en otras palabras, que sabemos qué milagros conviene realizar. Por consiguiente, no se trata tanto de hacer algo, sino de aprender gradualmente a enfocarnos en el propósito que hemos elegido a nivel de nuestra mente con respecto a lo que estemos haciendo. Jesús nos enseña que lo que hacemos no es importante en términos de nuestro viaje espiritual; lo importante es la decisión que hemos hecho en nuestra mente de qué maestro va a guiarnos con respecto a lo que hacemos. Esa decisión y solamente esa, es la que nos va a mantener dormidos en el sueño de estar separados de Dios o la que va a ayudarnos a darnos cuenta de que somos los soñadores de ese sueño, lo cual nos llevará en su momento a despertar de él completamente.

Ver también: http://www.facim.org/online-learning-aids/lighthouse-articles/2008/the-right-mind-home-of-correction.aspx (esta recomendación que hizo Marcy es un artículo en inglés de Ken Wapnick; lo he traducido y publicado de manera independiente en este otro post: http://hablemosdeucdm.blogspot.com/2015/08/la-mente-correcta-el-hogar-de-la.html).

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Nuevo comentario de Marcy, esta vez respondiendo más directamente a mis palabras (las cuales cita) y finalmente añadiendo algunos de esos temas de preguntas-respuestas más, como complemento adicional.

Marcy:

No entiendo demasiado bien la siguiente frase:

No puedes obrar un milagro para ti mismo porque los milagros son una forma de dar aceptación y de recibirla. (T.9.VI.6.3) (Pág. 194)

¿Por qué no puedo obrar milagros para mí mismo? Por ejemplo, si voy caminando por la calle y me tropiezo y me caigo yo solo, y entonces siento ira hacia mí mismo, ¿no puedo entonces perdonarme a mí mismo?

El milagro es cuando tú (el tomador de decisiones) te das cuenta de que eres las dos partes de la mente dividida (proyecciones) y entonces simplemente sabes que todo es uno en la inocencia. No hay mal, victimización corrompida del otro. Cuando eso se derrumba no hay cuerpos ni falta. No hay una parte victimizada (sin el consentimiento imaginario). Las dos mitades se vuelven un todo. Ambos cuerpos son fabricados por una mente que cree en la separación... El "tú" que literalmente tropieza y cae está enfadado con esa parte disociada (repudiada, desconocida, inconsciente) de ti que fabricó eso. Tú crees que hay partes que están disociadas de ti de manera similar al caso de las personas que tienen personalidad múltiple. Y luego tenemos las otras partes disociadas que crees que son otros cuerpos fuera de ti. Como una mente soñadora, todo es un espectáculo de personalidad múltiple. Nada de eso está sucediendo realmente, aunque ciertamente lo parece. Así que a la larga una parte no perdona a la otra (lo que sería el perdón-para-destruir, haciendo estas escenas reales). Lo que ocurre es que todo se vuelve inocencia entre las partes percibidas —perdonar a "alguien" por lo que no sucedió (nadie puede robar mi paz... solamente yo puedo tirarla a la basura como una mente tomadora de decisiones (las cuales técnicamente son una sola)). La clave es la integración (reunificación) de las partes percibidas. Todo es una parte dividida de una sola mente... Todo es una parte dividida de una sola mente... la cual, tras la integración, finalmente desaparece. 

:-)

¿Tal vez lo que quiere decir es que no puedo obrar milagros ÚNICAMENTE para mí mismo (separado de los demás, para mí mismo solo)? ¿Tiene la siguiente frase el mismo sentido?:

No puedes obrar un milagro para ti mismo SOLO (o: únicamente. O: en exclusiva) (...).

Sí, puedes decir eso también. El tomador de decisiones no puede obrar un milagro solo (lo cual sería con el ego), sino únicamente cuando se une con la mente correcta. 

Algo así como: "No tengo que hacer nada, excepto no interferir" (T.16.I.3.12) 

Aquí van 2 respuestas de http://www.facimoutreach.org/

Feliz lectura

Marcy

P#418: ¿Qué significa la expresión "reflejo del Amor"? Si no hay amor en este mundo, ¿cómo puedes decir qué es un reflejo del amor? Conozco a muchos estudiantes de Un Curso de Milagros que van por ahí diciendo que ellos están "extendiendo" el amor. Lo hacen mediante actos, hechos y pensamientos. Esto no parece ser lo que el Curso está diciendo. Si no hay amor en el mundo, ¿cómo puede uno extender el amor en el mundo? Puedo entender que no haya amor en el mundo, dado que Dios es Amor, y Dios no sabe de este mundo. Pero esta cosa reflejada parece tenerme en suspenso. ¿Podéis ayudarme?

R: Es importante recordar que cuando el Curso habla de la extensión o del reflejo del amor, se dirige a la mente que elige identificarse con la parte de la mente que recuerda a Dios, no al individuo separado que se identifica con el cuerpo en el sueño. En realidad, el Hijo no puede separarse del Padre ni puede borrar el recuerdo de Él; por lo tanto, una parte de la mente conserva el recuerdo de Dios. Es esta parte la que es un reflejo del Amor de Dios. Cuando la mente elige identificarse con este amor, él fluye a través de la figura (personaje) del sueño y de este modo se extiende. No está limitado por forma alguna de ningún tipo, pero toma la forma que sea más útil en cualquier situación o con respecto a cualquier persona. Esto no es un acto de voluntad ni una decisión por parte de un individuo para realizar "actos amorosos" concretos, tal como podemos definirlos. 

Es poco probable que los que se identifican con la parte de la mente que refleja el Amor de Dios vayan por ahí diciendo que ellos están "extendiendo" el amor. Si lo hacen, espero que sean conscientes de que "ellos" no son los que llevan a cabo la extensión. La figura del sueño no hace nada. No se nos pide usar nuestro juicio para evaluar cualquier situación o para determinar qué es o no es una respuesta amorosa. Tal como el Curso nos recuerda clara y repetidamente, nuestra función es el perdón. Se practica mediante el reconocimiento de todos los pensamientos no amorosos y los juicios que podamos albergar, pidiendo que sean transformados por el Espíritu Santo. A continuación hacemos lo que el Curso nos invita a hacer: «Hazte a un lado tranquilamente y deja que la curación se lleve a cabo por ti. Mantén un solo pensamiento en la mente y no lo pierdas de vista, por muy grande que sea la tentación de juzgar cualquier situación, y de determinar tu reacción basándote en los juicios que has hecho de la misma. Concentra tu mente sólo en esto: No estoy solo, y no quiero imponer el pasado a mi Invitado. Lo invité y Él está aquí. No tengo que hacer nada, excepto no interferir» (T.16.I.3.7-12). Una vez que hemos llegado a esta no interferencia, todo lo que queda es el reflejo del amor.


P#165: Estaba sentado en mi sala de estar, con mi hijo de 6 meses en mi regazo, cuando me vino una pregunta. Estaba pensando en que el Espíritu Santo ni siquiera sabe acerca de mí o de mi hijo, sino que solo ama al soñador del sueño. Mi pregunta es: ¿Es el soñador el mismo para todas las aparentes personas del universo? ¿Es un único soñador o son millones de soñadores proyectando su culpa sobre el mundo? ¿Compartimos mi hijo y yo la misma mente errada y la misma mente correcta?

R: Siempre que hablamos de ideas afirmando una creencia en la separación y la dualidad, independientemente de si estamos hablando a nivel de la mente dividida o a nivel de sus proyecciones en el mundo de la forma y de los cuerpos, estamos hablando en términos de mitos e ilusiones. Así que el soñador del sueño y el Espíritu Santo, en última instancia, no son más reales que quienes crees que tu hijo y tú sois. Por lo tanto, cualquier respuesta a tu pregunta no debería ser considerada como una descripción de la realidad, sino que debe ser evaluada únicamente en términos de su utilidad para ayudarnos en nuestra práctica del perdón —la única ilusión que no nos lleva a fomentar más ilusiones (C.3.1.3-4).

En la versión del mito de la separación que da Un Curso de Milagros, todo comenzó con la única mente del único Hijo de Dios aparentando caer dormida y soñar un sueño de separación. Y esa única mente se dividió en la mente errada (el ego) y la mente correcta (el Espíritu Santo), junto con la parte de la mente que tenía el poder de elegir entre las dos (esa parte elegidora de la mente es el soñador o tomador-de-decisiones). En el sueño no hay más que esa única mente dividida. Pero como parte de la defensa del ego para protegerse de su propia culpa y ansiedad, ocultándose de Dios para que la vida que el Hijo le robó al Padre no sea tomada de vuelta, el Hijo adoptó la estrategia del ego de una mayor separación en millones y billones de fragmentos aparentemente únicos, que serían experimentados como mentes individuales independientes. Pero cada fragmento, siendo una parte separada de la única mente separada del Hijo, comparte el mismo contenido básico: una mente errada, una mente correcta, y el poder de elegir entre ambas.

El fenómeno que llamamos trastorno de personalidad múltiple o trastorno de identidad disociativo (ilustrado dramáticamente en películas como "Las tres caras de Eva" y "Sybil") proporciona un modelo útil para reflexionar sobre este proceso de fragmentación. Las personalidades aparentemente separadas e independientes son el resultado de la escisión de la única mente con el fin de protegerse a sí misma de la intensa ansiedad y culpa asociadas por lo general a una figura paterna.

Aunque esta fragmentación ilusoria fue en primer lugar la estrategia del ego para defenderse contra Dios, aún así puede ser usada también para el propósito del perdón del Espíritu Santo. Dado que cada mente aparentemente separada tiene la misma opción (para elegir) básica plenamente representada en sí misma, su decisión en favor de la salvación a través de la práctica del perdón no depende ni se ve afectada por ninguna otra mente separada. En otras palabras, cada mente fragmentada no puede ser víctima de ninguna otra mente, pues cada una es totalmente responsable de su experiencia. Y al aceptar la responsabilidad por esa experiencia y aprender que tal experiencia representa una elección, cada fragmento puede aprender con el tiempo a elegir en favor del Espíritu Santo en lugar de en favor del ego. Cuando, finalmente, la decisión en favor del Espíritu Santo es tomada definitivamente de una vez por todas, entonces el aparente fragmento reconoce que no hay separación y que la mente es una, tal como lo ha sido desde el principio. 

La semejanza con las intervenciones terapéuticas en los casos de personas con personalidades múltiples resulta ilustrativa de nuevo. El objetivo es lo que se llama integración: con el tiempo, las diferentes personalidades son integradas, tal como las barreras que hay en la conciencia, hechas de componentes separados, son eliminadas para que la mente reconozca su integridad (totalidad, plenitud) otra vez.

Entonces, para responder a tu pregunta específica, hay una única mente soñando el sueño de la separación y proyectando su culpa sobre un mundo que ella (esa única mente) hizo para ese propósito. Pero nuestra experiencia mientras creemos que cada uno somos un fragmento separado es que mi mente es independiente de la tuya, que yo estoy soñando mi propio sueño independiente de separación, y que puedo elegir al ego o al Espíritu Santo independientemente de lo que tú puedas estar eligiendo. Y con este entendimiento, el auténtico perdón se vuelve ahora posible.

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Gabrielius:

Estoy en amable desacuerdo contigo, Eric.

Yo creo que lo que el Curso dice por debajo es que no puedes alcanzar el milagro directamente y tienes que usar medios indirectos, por ejemplo tu hermano, porque tú mismo (directamente) estás demasiado asustado. 

Ahora bien, tu "hermano" puede ser cualquier cosa: "tu cuerpo", "tu psique", "tus pensamientos", "los pensamientos del enemigo", "los pensamientos del amigo", cualquier otra cosa con la que no te sientas cómodo. El milagro se produce cuando dejas de llamar a la causa externa la causa de tu sufrimiento. Es siempre la decisión la que causa tu sufrimiento.

Por último, Ken siempre dijo: "Sé amable contigo mismo".

Gabrielius

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Eric:

No estamos en desacuerdo, Gabe, yo no escribí las citas del Curso. Cuando el Curso habla de tus hermanos, es de eso de lo que está hablando.

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Ossie:

«¿Por qué no puedo obrar milagros para mí mismo? Por ejemplo, si voy caminando por la calle y me tropiezo y me caigo yo solo, y entonces siento ira hacia mí mismo, ¿no puedo entonces perdonarme a mí mismo?» (Toni)

Una analogía que puede ayudar es un departamento de policía haciendo una investigación de mala conducta de sí mismos (del propio departamento de policía). ((Risas))

«¡Oh, yo sé qué milagro necesito hoy!». Y no tenemos ni idea de lo que está pasando en nuestro inconsciente, que tiene que ser proyectado primero... en forma de personas, lugares, situaciones y cosas

:-)

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La colección completa de mensajes (pero en idioma inglés) está en este link: https://groups.yahoo.com/neo/groups/Disappearance_of_the_Universe/conversations/topics/85992

Saludos

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