jueves, 1 de octubre de 2015

Beethoven y la no-dualidad

Ken Wapnick afirmó que Beethoven se libró del ego hacia el final de su vida, y que su música fue una gran inspiración para Ken, pues su propio proceso de iluminación fue hecho en gran parte en base a unirse con la esencia de la música de Beethoven. Ken dice que Beethoven fue su gran maestro espiritual.

En este post copio juntos los comentarios que Ken Wapnick hizo sobre la música de Beethoven, sacados de dos de las entrevistas que le hizo Susan Dugan, las cuales ya posteé y que son estas:

1) El centro tranquilo: http://jugandoalegremente.blogspot.com/2012/02/el-centro-tranquilo-entrevista-kenneth.html

2) Convirtiéndolo en lo más importante: http://hablemosdeucdm.blogspot.com/2015/09/convirtiendolo-en-lo-mas-importante.html

Y además, tras esos comentarios de Ken, he buscado en youtube algunas canciones que sirvan de ilustración para este tema, incluyendo algunos de los últimos cuartetos de cuerda de Beethoven, mencionados por Ken como la música del final de la vida de Beethoven, en la que ya se había ido el ego de este gran músico.

Primero los comentarios de Ken Wapnick

De la entrevista El centro tranquilo

Susan Dugan: ¿Experimentaste algún deshacer? ¿Sientes que viniste a este mundo en un estado de mente sanada?

Ken Wapnick: Yo tuve cuestiones, tuve problemas. Miro hacia atrás en mi vida y veo la diferencia. Pero para cuando vi y leí el Curso por primera vez, era como si lo estuviera leyendo desde dentro. Y aunque yo ciertamente no habría dicho las cosas en la manera en que el Curso las dice, cuando lo leí yo entendía que eran ciertas.

Yo no tengo una sensación de proceso (con UCDM). Creo que para mí el proceso ocurrió antes. Mi gran maestro espiritual fue Beethoven. Empecé a escuchar su música en la escuela secundaria y ese fue mi maestro. Yo sentía algo en su música, dentro de lo cual yo estuve creciendo durante cierto tiempo. Esto era muy claro para mí desde la escuela secundaria, la universidad, el posgrado y más allá. Lo que era más importante para mí que ninguna otra cosa en mi vida —mi educación, mi trabajo, mi primer matrimonio— era acercarme más y más a lo que yo sentía que era el corazón real de su música. Estaba muy claro que era un proceso de escuchar su música una y otra vez y escuchar su proceso.

El ego se fue justo al final de su vida: tú no podrías saberlo por su vida pero puedes escucharlo especialmente en los últimos cuartetos. Así que en ese punto vi mi vida por completo como un proceso de crecer en esa música hasta que me sentí uno con ésta. Cuando la escuché por primera vez en la escuela secundaria yo sabía que todavía no estaba ahí, así que ese era el viaje. Así que esa parte del viaje fue completada para el tiempo en que vi el Curso por primera vez. Después de esto fue como una especie de cristalización de todo lo que yo sabía que era cierto.

De la entrevista Convirtiéndolo en lo más importante

Susan Dugan: OK. Estuve escuchando tu colección de CDs sobre la intimidad, donde hablaste una vez más de que escuchar los últimos cuartetos de Beethoven fue tu entrada a comenzar a experimentar realmente lo que en realidad somos. Pero eso fue para ti un proceso, también, durante una década o así. Y dijiste que eras consciente de la interferencia, de los bloqueos dentro de ti mismo para unirte completamente con esa música. Esa música es en lo que tenías que transformarte, y transformarte en ella es lo que te permitía tener el tipo de relación que más tarde tuviste con el Curso, con Helen y con Gloria.

Ken Wapnick: Bueno, yo nunca analicé el bloqueo. Cuando empecé a escuchar los últimos cuartetos estaba aún en la universidad y me dije: "Todavía no estoy listo para esto". Pero seguí volviendo a ellos, y esto no lo habría dicho entonces, pero, en retrospectiva, era una manera de trazar mi propio progreso espiritual. Pero nunca lo analicé. No soy así. No creo que sea muy útil hacer eso. Sencillamente siempre supe que llegaría el día en el que me sentiría totalmente uno con esa música. Y sabía que cuando eso sucediera, eso sería todo, que no había nada más allá de eso. Y después, ocurrió.

Así que tenías el deseo de eso, pero sin esforzarte. 

Sí, yo no me estaba esforzando. En aquella época trabajaba en una clínica de salud mental cerca del mar en la costa sur de Long Island y desde allí se tardaba unos diez minutos en llegar en coche a la playa. A la hora de comer me gustaba ir a pasear por la playa con la música de los cuartetos, escuchando la melodía en mi cabeza. Eso siempre estaba conmigo. Era más importante para mí que cualquier otra cosa, más que mi matrimonio (lo cual pudo ser el motivo por el que mi matrimonio se vino abajo) y que mi carrera profesional. Que yo supiera, no había nada en este mundo que fuera más importante, y simplemente sabía que ocurriría. En cierto sentido mi interés por el mundo disminuía y esto crecía y crecía y crecía.

Era como si de alguna manera hubiera un programa, una tabla de tiempos, un horario que simplemente yo estaba siguiendo. Era casi como si yo estuviera esperando el momento, pero sabía que todo se uniría algún día. No sabía de qué forma acabaría eso, pero sabía dónde acabaría. Eso no era un trabajo (no había esfuerzo), pero yo era consciente de eso como un proceso.

Ya sabes que no soy un gran junguiano, pero he leído todo de Jung y recuerdo haber leído su autobiografía, con sus memorias, recuerdos, sueños, reflexiones, comentarios, aunque ese material termina no siendo tan honesto, pero él habló de que —he olvidado las palabras exactas que él usó—, pero esencialmente él decía que vivimos nuestras vidas en dos niveles. Y yo pude identificarme con eso. Yo era consciente de vivir mi vida en dos niveles; por un lado en la pista externa, en la cual yo estaba en la universidad, en mi vida profesional, en mi vida personal. Y luego, por otro lado, había la pista interna de Beethoven, ese proceso de unirme con la música de Beethoven. Y ambos niveles eran (en aquel entonces) totalmente independientes uno del otro. Y yo sabía que eso no era correcto, pero así es como era. Con el tiempo, la pista externa se volvió menos y menos importante y la pista interna se volvió todo: era lo único que importaba realmente. Siempre fui bueno con mi desempeño en el mundo, pero escuchar esa música y llegar a ser uno con ella siempre fue la cosa más importante.

¿Y eso es lo que estamos tratando de hacer en nuestras relaciones con los demás, tratar de oír esa llamada a unirnos con ese amor? 

Sí. Tratando de oír la llamada, de responder a ella y de confiar en ella. Y, sabes, lo que en realidad estoy diciendo y enfatizando cada vez más estos días cuando enseño, es que esto tiene que ser la cosa más importante de tu vida. Y esto no es para la gente. Pero esto tiene que dominarlo todo, incluso cuando estás viviendo tu vida normal con el trabajo y la familia y ocupándote de tu cuerpo —lo que sea que estés haciendo— esto tiene que ser la cosa más importante. Cuando miro atrás a mi vida, veo que centrarme en la música de Beethoven fue lo más importante.

Tú sabes que yo había estudiado y leído muchas cosas, mucha psicología, y en realidad nada de esto era verdadero. Una gran novela era verdadera, o una gran obra de arte, pero realmente nada de lo que yo había estudiado era verdadero porque no podía tocar la esencia. De modo que, al mismo tiempo que me volví muy bueno en psicología, aprender lo que tenía que aprender —aprender a volverme uno con esa música— fue siempre lo más importante porque es todo. Así que les pregunto a los estudiantes del Curso, ¿no queréis ir a casa? Porque si es eso lo que queréis, todo debe estar orientado a querer mirarlo todo de una manera diferente. A realmente querer reconocer mi ego, tomar este amor de Jesús o del Espíritu Santo y llevarlo conmigo, independientemente de lo que esté haciendo.

Una breve cita más

Todavía podemos añadir una tercera breve cita de Ken Wapnick hablando sobre la música clásica, sacada de una tercera entrevista, también hecha por Susan Sugan, esta titulada "No juegues en el parque infantil" (en color azul las palabras literales de Ken, en color verde las palabras introductorias de Susan Dugan):

Ya en la adolescencia, su exposición a la música clásica confirmó sus sospechas. «Esa fue mi apertura y después mi ventana», dijo. «Me permitió saber que había algo más allá de lo que se puede ver, de lo que se puede estudiar, de lo que se puede entender. Fue mi entrada a la espiritualidad».

Algunas composiciones de música clásica

Últimos cuartetos de cuerda de Beethoven: Veamos algunos ejemplos:

Opus 133, string quartet: Beethoven - Große Fuge (Great Fugue) in B flat major, Op. 133: https://www.youtube.com/watch?v=h3Mwb3EV5pI (16 minutos 44 segundos)

Esta obra (Opus 133) tiene su leyenda. En un principio incomprendida, y ciertamente difícil de captar si uno espera cosas "normales". Se han dicho muchas cosas de esta obra. En la Wikipedia se comenta:

«Hasta el día de hoy, la Grosse fugue es raramente interpretada, por la dificultad que entraña tanto para los músicos como para los oyentes. Sin embargo, los cuartetos tardíos ejercieron una enorme influencia en las generaciones posteriores de músicos (...). Hoy son profundamente valorados como parte del repertorio de las más complejas y grandiosas obras musicales jamás compuestas» (Wikipedia)

Otros comentarios a lo largo de los años fueron:

«The attitude of mind in which most people listen to chamber music must undergo a radical change (in order to understand this piece)», Joseph de Marliave ((músicólogo francés)), 1928 ((«La actitud mental en la que la mayoría de las personas escuchan la música de cámara debe experimentar un cambio radical (con el fin de entender esta pieza)»))

«Indescifrable e incorregido error (...)», Louis Spohr ((compositor, violinista y director de orquesta)),1827.

«Beethoven estaba sordo durante casi los últimos diez años de su vida, durante los cuales sus composiciones han participado del salvajismo más incomprensible», William Gardiner ((compositor)), 1837.

«Beethoven le tomó el gusto a las cacofónicas disonancias porque su oído estaba limitado y confundido. Las acumulaciones de notas de la clase más monstruosa sonaban en su cabeza como combinaciones aceptables y equilibradas», Alexander von Oulibicheff, 1857.

«Yo iría tan lejos como para decir que no solo no conocemos a Beethoven, o incluso la música, hasta que no conocemos esta obra, sino que no entendemos la vida ni la humanidad. Si esta parece una afirmación extravagante para que yo la haga, voy a pedir al lector que tenga en cuenta que la fuga, para mí, ha iluminado todo lo que yo jamás he conocido o pensado de las cosas de la belleza, del carácter, o del significado de cualquier arte o en cualquier rama de la existencia. 

(...) El siglo XIX escuchó discordancia y sucios tintineos en esta Gran Fuga. Eso dijo. Y lo dijo con el asombro de que el amado Beethoven pudiera haber perpetrado semejante "monstruo" (uno de los términos preferidos para expresar condenación). El siglo XIX debería haber sido más modesto; debería haber permanecido en pie ante la fuga, como Blake se puso en pie ante la creación y sus misterios, y debería haberse hecho esta única pregunta: ¿Sonrió él al contemplar su obra?», Sydney Grew (organista, escritor y experto en la música de Bach), 1931. 

Por lo tanto, no todos han comprendido esta difícil pieza. Sin embargo, los genios sí comprenden a otros genios, de modo que pongamos una última opinión, del genial Stravinsky:

«A mis 80 años de edad, he encontrado una nueva alegría en Beethoven, y la Gran Fuga [Op. 133] ahora me parece... —no siempre fue así—... un perfecto milagro... una pieza de música absolutamente contemporánea y que será contemporánea para siempre... Apenas señalada por su edad, la Gran Fuga es, solo como ritmo, más sutil que cualquier música compuesta en mi propio siglo... Esta pura música de intervalo, esta fuga, me encanta más que cualquier otra», Igor Stravinsky, 1963.

Finalmente, hay un comentario (no demasiado largo) sobre esta obra de Beethoven aquí: http://www.audicionescomentadas.com/2009/06/la-gran-fuga-op133-de-beethoven.html y si queréis ver una versión donde se ve la cara y los gestos de los músicos que la interpretan, y la evidente dificultad que conlleva, podéis echar un vistazo aquí: https://www.youtube.com/watch?v=XEZXjW_s0Qs En fin, pasemos a otras piezas de esa misma época final de la vida de Beethoven:

Opus 130: Beethoven String Quartet No.13 op.130 V. Cavatina Quartetto Italiano: https://www.youtube.com/watch?v=Qm5Ot3A6leE (7 minutos 10 segundos)

Opus 131: Cuarteto op. 131 - Beethoven ( Completo ) - A Late Quartet - Brentano String Quarter: https://www.youtube.com/watch?v=rDbi9MpglzU (40 minutos y 44 segundos). Hay una buena película centrada en un cuarteto de músicos que se preparan para tocar esta pieza, la cual tocan al final de la película. La película se titula "El último concierto" (2012) y podéis ver su ficha aquí: http://www.filmaffinity.com/es/film385437.html

Opus 132: Borodin Quartet plays Beethoven String Quartet Op.132: https://www.youtube.com/watch?v=SK75WCcUDkM (46 min y 42 segundos)

Opus 135: Beethoven - String Quartet No.16 in F major, Op.135 - Vegh Quartet - 1952: https://www.youtube.com/watch?v=bStQkbAYzPo (26 min 30 segundos)

Dos obras tardías más: Las dos siguientes ya no son cuartetos de cuerda, pero siguen siendo obras de esos últimos años de su vida: 

Opus 134: Beethoven Grosse Fuge op.134 Piano Duo Tsuyuki & Rosenboom: https://www.youtube.com/watch?v=Tp1DH9--vGo (15 minutos 40 segundos)

9ª Sinfonía, Opus 125: Bernstein in Vienna_ Beethoven Symphony No. 9 in D Minor (1970): https://www.youtube.com/watch?v=3MnGfhJCK_g (1 hora 17 minutos)

Otra hermosa obra de Beethoven (ya no mencionada expresamente por Ken Wapnick, pero ya de paso la incorporo al post por si algún día ando buscando música clásica que escuchar):

Opus 67: 5ª Sinfonía de Beethoven: https://www.youtube.com/watch?v=pMHVVeZmm4I (7 minutos 23 segundos)

Otras piezas interesantes de música clásica (evidentemente tampoco las saco de Ken Wapnick, pues Ken solamente menciona explícitamente en esas entrevistas los últimos cuartetos de cuerda de Beethoven):

El Silencio de Beethoven (piano): https://www.youtube.com/watch?v=39DNaNAMKAU (10 minutos 40 segundos). Nota: Esta obra no es de Beethoven, pero el título es "El Silencio de Beethoven" y me salió buscando cosas de Beethoven. Y es bella y tan relajante que he decidido incluirla aquí. Debe tratarse de un homenaje a Beethoven. El compositor fue Ernesto Cortázar.

ADAGIO DE ALBINONI - Adagio in G Minor - Remo Giazotto: https://www.youtube.com/watch?v=ATuoxYAsBvs (8 minutos) Aunque debido al título que le puso (y a sus comentarios) suele atribuirse a Albinoni, esta pieza fue compuesta en el siglo XX por Remo Giazotto, como explica por ejemplo la Wikipedia: https://es.wikipedia.org/wiki/Remo_Giazotto y aquí: https://es.wikipedia.org/wiki/Adagio_de_Albinoni

BACH: Bach, Brandenburg Concerto 3 First Movement Allegrohttps://www.youtube.com/watch?v=lhXHMzSOK5c (5 minutos y medio)

BACH: Air - Johann Sebastian Bach: https://www.youtube.com/watch?v=rrVDATvUitA (5 minutos 39 segundos)

MOZART: Symphony G minor KV 183 by Bruno Walter 1.Movement: https://www.youtube.com/watch?v=DWcOvGhT6_0 (5 minutos)

DVORAK String Quartet No.12 in F Major Op.96 American Finale: Es un fragmento bellísimo de un cuarteto de cuerda de Dvorak: Como el link que yo tenía es de un vídeo que fue borrado de youtube, lo he vuelto a buscar y me han salido dos opciones. Las linkeo las dos, así puede que duren más si las borran: https://www.youtube.com/watch?v=p_EW07kE2_E (5 minutos 29 segundos); y otro link de exactamente la misma versión: https://www.youtube.com/watch?v=nujzI7YGWpo (5 minutos 29 segundos)

Que disfrutéis de la música de la vida :-)

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Comentarios actualmente cerrados. Si quieres comentar algo podrías inscribirte en el foro 'Concordia y Plenitud' mientras siga abierto:

http://concordiayplenitud.foroactivo.com/

Saludos :-)

☼☼☼

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.