jueves, 27 de enero de 2022

Siddhis: ¿Modificar la realidad? (2 de 2)

Continuación del intercambio de emails sobre este tema. La primera parte está aquí: https://hablemosdeucdm.blogspot.com/2022/01/siddhis-modificar-la-realidad-1-de-2.html
 
XXX:
Hola de nuevo Toni:

Por fin tengo un hueco (bueno, media hora, algo es algo) para poder contestar con "tranquilidad", desde el portátil (y no desde el móvil) y sin prisas.

Como siempre, me quito el sombrero ante ti. Impresionante tu respuesta, 10/10. A diferencia de ciertos textos, te mojas y respondes directamente a la pregunta (o sí o no, sin rodeos) y explicas perfectamente que es "sí, pero...".

Entiendo lo que dices y tiene mucho sentido.

Una duda que me surge es: dices que esto es posible (el modificar aspectos de este sueño o "realidad", que no es tal) si conectamos lo suficiente con la Mente principal, lo que el Curso original llama "Mind", y que no tiene que ver con nuestro cerebro, según entiendo yo. Pero, ¿cómo se hace esto de forma práctica? Mis conocimientos comparados con los tuyos son ridículos, aún estoy en pañales, aunque creo que entiendo (al menos desde un punto de vista teórico) bastante bien lo que dice el Curso, de forma general. Por supuesto el fin último es alcanzar la Iluminación. El resto, aunque nos parezca muy importante, no son más que rodeos y distracciones. Chucherías para un niño caprichoso (en mi caso), que no son lo principal. ¿Cómo se alcanza dicha unión? ¿Meditando, practicando el "perdón", naciendo muchas veces, teniendo fe, etc?

Es muy bueno el ejemplo que pones de cambiar de canal, y muy acertado.
 
☼☼☼
 
Toni:
Hola XXX. La mente es sencillamente la mente, tú mismo, tu propia mente, no es algo misterioso y lejano que necesite grandes prodigios para conectar con ella. Aunque hablé de conectar con la mente que proyecta el sueño, es una forma de hablar, en realidad ya estás conectado y la estás usando todo el tiempo, con "conectar" nos referimos más bien a tomar conciencia de ella. Solemos distanciarnos, distraernos, al identificarnos con el cerebro y un cuerpo material, y sin embargo la materia sigue siendo mente. Como dice el Curso, las ideas no abandonan su fuente, por tanto la mente no se abandona a sí misma y las proyecciones que percibimos como mundo material siguen siendo mente, meras imágenes en la mente.

La mente es algo muy inmediato y natural, así que no hay por qué distanciarse de ella. Me surge decir esto porque veo que hablas de "Mente principal", y aludes a que en el Curso la llama "Mind", así que me aseguro de que no te vayas demasiado lejos con anglicismos innecesarios o con la idea de que la mente sea algo misterioso o complicado o diferente de tu mente cotidiana. Creo que en mi email anterior usé el término en minúscula, simplemente "mente", esto ayuda a lo que estoy apuntando, a no endiosar el concepto. Creo que en inglés también se usa muchísimo en minúscula, el simple "mind". También en mayúscula si se aplica a la Mente de Dios o Cristo y todo eso, pero para nuestro propósito (la mente proyectadora, tu propia mente) nos vale con minúscula. A este nivel creo que el Curso usa siempre la minúscula, en cambio yo suelo alternar según me convenga, como sinónimos, en minúscula para enfatizar que no es algo lejano, es tu mente (punto 1 a resaltar), y en mayúscula para enfatizar que tu mente es mucho más grande y poderosa de lo que experimentas actualmente (punto 2).

Así que tenemos al menos dos puntos destacables de resaltar:

Punto 1: La cercanía de la mente. La mente no es algo místico o lejano, es algo natural, es ya tu misma mente, la que usas cada día, pero que se puede usar con más conciencia y con más fe/confianza para traspasar los límites de lo que puede hacer; dichos límites son solo creencias. No pongas distancia imaginando un misterioso concepto de Mente-Especial y subiéndola a un pedestal alto y difícil de alcanzar. Cuando mueves el brazo para rascarte la nariz, estás usando la mente. Todo lo que haces lo haces con la mente (que efectivamente no depende del cerebro, sino al revés, es la mente la que produce la imagen de un cerebro y de un cuerpo, pero el cuerpo y el cerebro son inertes... como dice el Curso, el ojo no ve, el cerebro no piensa, etc). Es esa misma mente natural tuya la que tienes que "conectar", es decir, ver de otra manera, sin imponerle límites. Es como decir que no te limites a ti mismo, que no limites tu conciencia porque eres ilimitado. Tu mente ya es poderosa e ilimitada, tal como es. Esto nos ha llevado al punto 2.

Punto 2: Tu mente es ilimitada. Es mayor y más poderosa de lo que actualmente percibes que es. Los límites son creencias. Tu mente ha creado todo el universo físico. Nos hemos empequeñecido al identificarnos con un muy pequeño uso de nuestra mente, al creer que somos un cuerpo separado. Y así usamos la mente muy por debajo de su capacidad, con poca conciencia de su poder. Así que la usamos para cosas pequeñas, como resolver un crucigrama, o peinarnos, o rascarnos la nariz. Consideramos que hay algunas otras cosas que son posibles pero más difíciles de alcanzar, como por ejemplo correr los 100 metros en menos de 10 o 12 segundos, o aprobar un examen de una asignatura "difícil". Tras mucho entrenamiento, uno logra correr los 100 metros bajando hasta cierta marca, o tras estudiar (entrenar) lo suficiente puede mejorar bastante su marca en el examen. Pero pocos piensan que esa misma mente, con el entrenamiento adecuado, puede ampliar todavía más su uso. En realidad ya hace cosas a las que no prestamos atención consciente. La mente es responsable de la digestión de los alimentos que tomamos, del crecimiento del cabello, del mantenimiento de los latidos del corazón, etc. Y luego están las capacidades de todo tipo, incluso algunas insólitas como levitar, etc, que son la misma mente ordinaria de siempre pero con más conciencia detrás.

Ahora la "mala noticia". En un terreno práctico, si lo que buscas son "siddhis" (cualidades muy insólitas), desarrollarlos deliberadamente suele costar mucho esfuerzo. Hay infinidad de técnicas para eso, variadísimas según cuál sea el poder que se quiere desarrollar. No soy experto en ellas. Hay maestros que las enseñaban, y libros, y todavía debe haber libros sobre algún aspecto de este tema. Con un enfoque muy dual en general, supongo. No me atrae eso porque no me gustan los esfuerzos, además de que incluso si lo consigues en esta vida, luego mantener ese siddhi puede requerir más esfuerzo todavía. No es nada misterioso. Ya te he dicho que la mente es la mente ordinaria de siempre. Volvamos al ejemplo de los 100 metros. Alguien puede entrenar muchísimo y lograr correr los 100 metros en menos de 10 segundos, nivel campeón olímpico. Pero incluso un campeón olímpico, si se relaja y deja de entrenar, pierde en pocas semanas el estado de forma y su "poder" desaparece. Lo mismo pasa con los siddhis arrancados mediante el esfuerzo deliberado. Es un proceso lento y penoso, muy esforzado. Pocos tienen fuerza de voluntad suficiente como para mantener el esfuerzo hasta el final y lograr los resultados. Supongo que la mayoría lo dejan a medias y se interesan por alguna otra cosa, o lo dejan tras algún logro parcial. Los que llegan hasta el final es de suponer que tienen una alta motivación para esforzarse durante años en prácticas que suelen ser aburridas y sin garantía de éxito a corto plazo (en esa vida). Los que tienen esa motivación, suele ser porque desean ardientemente algún poder en especial. Dualmente, por motivos materiales incluso. A menudo por la posibilidad de presumir (motivación emocional). Es mucho esfuerzo y muy fácil cansarse antes de obtener recompensa y dejarlo abandonado.

Hay algunas historias de maestros "regañando" suavemente y entre bromas sobre la insistencia en desarrollar siddhis. Un individuo entrenó arduamente durante muchos años hasta lograr desarrollar el siddhi de andar sobre las aguas, entonces fue a ver a Buda o algún maestro para recibir elogios y aplausos, Buda estaba ante un río y tenía que cruzar al otro lado, el individuo aprovechó para lucir su siddhi y cruzó el río andando sobre el agua, buscando la opinión de Buda. Buda vio que allí cerca había un puente (o un barquero con una pequeña barquita, no recuerdo bien), y cruzó el río convencionalmente. Cuando el individuo le pidió que dijera qué le parecía su siddhi de andar sobre las aguas, Buda se encogió de hombros y dijo simplemente algo por el estilo de que le parecía una pérdida de tiempo gastar tantos años con tantas horas diarias de práctica, para lograr algo que todos los demás pueden conseguir fácilmente sin entrenamiento: pasar al otro lado del río, sea por el puente o como sea (esto se parece a lo que dice el Curso: lo que importa es el propósito, no la manera en que lo consigues). Ten en cuenta que para desarrollar un siddhi de este tipo, como andar sobre el agua o levitar, pueden ser necesarias muchas horas diarias durante años practicando algún yoga controlando cuidadosamente la respiración y cosas así.

Historias similares se cuentan con otros gurus como protagonistas, creo que fue Papaji quien recibió a otro individuo con un siddhi de levitación, y pasó lo mismo que con Buda. Papaji no le dio importancia y el individuo se mosqueó, pero entendió que un guru como Papaji estaba más interesado en las cosas importantes: "¿pero cómo llevas tu ira y tu orgullo? ¿Te controlan o no?". Papaji le había dicho que volar estaba bien, pero que si tenía que ir a América habían aviones jejeje

Algunas prácticas espirituales, como el perdón, pueden tener el efecto colateral de activar capacidades desconocidas. Esto es diferente, uno no está obcecado por el especialismo, ni requiere esfuerzo, simplemente está en su onda (perdón o lo que sea) y la conciencia se expande y ocurren cosas sin buscarlas. Esto me resuena más porque se siente natural y además no requiere esfuerzo.

Pero hablando de tomar conciencia, una primera pregunta que uno puede hacerse a sí mismo es, ¿qué quiero realmente? Y ¿para qué quiero esto? Es muy fácil caer en la tentación del ego y deslizarse por la pendiente equivocada. Cuán fácil es acabar prestando cada vez más importancia a lo físico en vez de a la mente en sí. Hay una especie de contradicción en querer controlar siddhis personalmente. Porque es como querer "conectar con la mente" (por su poder para servirnos de ella egoístamente) para alejarnos de la mente (obrar cosas en el mundo de las formas). En realidad es contradictorio. Quien se enfrasca en objetivos como este suele estar haciendo esto: acercarse a la mente para alejarse de ella. En otras palabras: ordeñar a la mente (en cierto modo esto vendría ser el ilusorio pecado original de la separación, representado otra vez de un modo diferente). No la buscan por sí misma, sino para servirse de ella a su propia manera. Así que el Curso bien pronto, en el capítulo 1 dice, por ejemplo, que:

     Los milagros son hábitos, y deben ser involuntarios. No deben controlarse conscientemente. Los milagros seleccionados conscientemente pueden proceder de un falso asesoramiento. (T-1.I.5:1-3)

Sin embargo también dice que todos tenemos derecho a los milagros, aunque si han de ser provechosos va a ser necesaria algún tipo de preparación:

     Todo el mundo tiene derecho a los milagros, pero antes es necesaria una purificación. (T-1.I.7:1)

Purificación que por supuesto es mental, de nuestro sistema de creencias, básicamente eso es el perdón.

Se me ocurre que en vez de hacernos demasiadas ilusiones con los siddhis, nos centremos en el momento presente y simplemente podemos preguntarnos: ¿qué quiero realmente? Y profundizar en eso (purificar nuestra idea de lo que queremos). Por ejemplo, si creo que quiero ganar en la lotería primitiva, a ser posible un bote de más de un millón de euros... podemos purificar ese deseo con la pregunta, "¿y eso para qué?". Un ejemplo:

—Quiero ser superinteligente.
—¿Para qué?
—Así seré capaz de diseñar una app de éxito y ganaré dinero.
—¿Y ganar dinero para qué?
—Quiero ganar un millón de euros. Si soy persistente podré juntar esa cantidad o más.
—¿Y para qué quieres un millón de euros?
—Para poder comprar comida, un yate, golosinas y todo lo que quiera.
—¿Y para qué quieres realmente todo eso?
—Para ser feliz.
—¡Y por qué no pides la felicidad directamente y así llegas antes?

jejeje... Ese ejemplo no es mío, algo similar lo han dicho muchos otros, lo leí en algún libro también alguna vez, creo, pero sigue siendo cierto, y de hecho el Curso apunta exactamente a eso, a volver a la mente, al propósito, y descubrir y aclararnos si realmente queremos la forma (dinero, comida, sexo, etc) o el contenido (directamente la felicidad).

De hecho el Curso hace mucho hincapié en una de las maneras de plantear esto, que es el tema del propósito:

     Los medios son más fáciles de entender después de que se ha establecido firmemente el valor del objetivo. Pero lo que hay que tener en cuenta es cuál es su propósito. Todo el mundo defiende su tesoro, y lo hace automáticamente. Las preguntas esenciales son, pues: ¿qué es realmente importante para ti?, y ¿cuán importante lo es? Una vez que hayas aprendido a tener en cuenta estas preguntas y a tenerlas presentes en todas tus acciones, tendrás muy poca dificultad en clarificar los medios. Los medios están a tu disposición siempre que los pidas. Puedes, sin embargo, ahorrar tiempo si no aplazas innecesariamente este paso. Un enfoque correcto lo acortará enormemente. (T-2.II.3:2-9)

     En cualquier situación en que no sepas qué hacer, lo primero que tienes que considerar es sencillamente esto: "¿Qué es lo que quiero que resulte de esta situación? ¿Qué propósito tiene?". (T-17.VI.2:1-2)

     La prueba a la que puedes someter todas las cosas en esta tierra es simplemente esta: ¿"Para qué es"? (T-24.VII.6:1)

También en el Libro de ejercicios:

Nada de lo que veo... ((o pienso, o busco)) significa nada. (L-1)

No entiendo nada de lo que veo. (L-3)

No sé cuál es el propósito de nada. (L-25).

Y, sin embargo, por el mero hecho de buscar directamente la felicidad, nos puede llegar también todo lo demás sin necesidad de buscarlo, como el simple eco de la felicidad que ya experimentamos interiormente. La Biblia también lo dice:

Buscad primero el Reino de Dios, y todo lo demás lo recibiréis por añadidura.

No he buscado la frase exacta de la Biblia, pero la idea expresada es más o menos esa. Y puede que mientras seguimos buscando otras cosas, estamos ciegos a que ya se nos ha dado todo :-)
 
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