José Vicente Mandé ha compartido en su blog una excelente ilustración para repasar la metáfora del iceberg. Propongo que leáis en su blog su breve comentario sobre la imagen. Son solamente unas líneas, es brevísimo, pero lo que yo comente ahora aquí va a ser solamente una continuación de lo comentado por él. Su post podéis verlo aquí: http://josemande.blogspot.com/2015/03/la-dinamica-de-la-culpa.html
Aquí sí voy a copiar una cosa: la imagen que él comparte. La de aquí debajo:
Para poder verla bien (poder leer los comentarios insertos en la imagen) podéis hacer click en la imagen para ampliarla.
Es interesante, después de haberle echado un vistazo global, leer la imagen desde abajo hacia arriba, pues así es como parece surgir el proceso ilusorio si lo interpretamos de manera lineal (aunque en el fondo, todas las etapas, tanto la de la culpa interior inconsciente como la de la proyección de culpa sobre un mundo-consciente, son etapas que surgen simultáneamente; pero cuando se describen, es normal describirlas linealmente, para poderse entender).
Según la metáfora del iceberg (mencionada, si no recuerdo mal, por Ken Wapnick entre otros), lo que perdonamos es la proyección que vemos conscientemente, o sea, el mundo, sabiendo que es una apariencia irreal y que realmente se trata de símbolos que representan la culpa inconsciente que se encuentra oculta en nuestra propia mente (inconsciente). Al ver los símbolos, podemos perdonarlos y así permitir que sea deshecho su origen (en la mente inconsciente, en lo interior).
De este modo, vamos perdonando símbolos día tras día, y la parte oculta del iceberg (lo inconsciente en nuestra mente interior) se va reduciendo de tamaño (aunque en la proyección consciente, la parte de fuera del iceberg parezca que sigue más o menos como siempre). Y llegará un día en que toda la culpa inconsciente habrá quedado deshecha. Ese momento puede llamarse iluminación. En ese momento la ilusión ha quedado completamente desenmascarada y nunca más se podrá percibir sufrimiento ni dolor.
Así que el perdón no-dual es simple: nosotros simplemente perdonamos todo aquella molestia de la que seamos conscientes, y así lo inconsciente será simultáneamente sanado por la gracia del Espíritu Santo.
Copio unas pocas palabras de Ken Wapnick:
Pregunta: Es como golpear el bolo delantero en el juego de bolos; todos los demás bolos se derrumban.
Respuesta: Correcto; esa es una buena analogía.
Hay una hermosa lección en el libro de ejercicios que dice: "permaneceré
muy quedo por un instante e iré a mi hogar" (L-pI.182), la cual parece
sugerir que podría hacerse así de fácil
(un tronar de dedos), y se acabó. El problema es que la cantidad de
miedo que está atrapada en este sistema es inmensa. La fuente
básica del miedo es el miedo al amor o el miedo a Dios. El ego nos
enseña que si realmente nos liberamos de todo ese miedo, Dios nos
destruirá. Eso es lo que impide que permanezcamos quedos por un instante
y vayamos a nuestro hogar. En
principio lo podríamos hacer, porque todo es lo mismo, sólo hay un
problema. Pero debido a que nuestro miedo es tan inmenso lo que hacemos
es cortarle trocitos, así que Un curso de milagros nos lleva a trozarlo
un poco más rápidamente.
P: ¿Y el miedo es inconsciente todo el tiempo?
R: Es inconsciente porque la represión es la única forma en que podemos tolerar esta cantidad de miedo.
Eso es un pequeño fragmento del libro de Ken Wapnick titulado "Los 50 principios del milagro". Podéis leer un fragmento un poco más largo en mi otro blog aquí: http://jugandoalegremente.blogspot.com/2011/11/los-50-principios-del-milagro-kenneth.html (y quien quiera leer ese libro entero, ahí también se ofrecen algunos links donde poder descargarlo).
La metáfora de los bolos que ahí se menciona, funciona igual que la metáfora del iceberg: perdonamos lo que percibimos conscientemente (el primer bolo, o la parte de arriba del iceberg) y el resto, lo inconsciente, también es deshecho si somos conscientes de que al perdonar su símbolo externo, estamos dejando su causa interna (también ilusoria, pues esa causa interna es la creencia en la separación de Dios) en manos del Espíritu Santo. Así, mientras nosotros perdonamos el símbolo externo, el Espíritu Santo deshace lo que en nuestra mente interior lo proyecta (el Espíritu Santo deshace eso en nuestra mente inconsciente).
Para una explicación más detallada podéis leer la Síntesis del Perdón, aquí: http://jugandoalegremente.blogspot.com/2010/06/sintesis-del-perdon-sobre-el-perdon.html (no es necesario leer la larga lista de links del final, basta con leer el post en sí). Pero esta síntesis evidentemente no puede sustituir los textos originales en los que se basa, que son Un Curso de Milagros y el primer libro de Gary Renard, titulado «La Desaparición del Universo» (que es la mejor introducción que he leído del Curso). La Síntesis del Perdón es un simple aperitivo, una pequeña introducción aproximada, sin explicitar con precisión los detalles, que son clave.
Otras metáforas relacionadas son:
La metáfora de la cebolla (aplicada al proceso del perdón; explicada por Arten): http://hablemosdeucdm.blogspot.com/2015/09/la-metafora-de-la-cebolla-aplicada-al.html
La metáfora del libro y las páginas arrancadas: http://hablemosdeucdm.blogspot.com/2013/03/metafora-del-libro-y-las-paginas.html
La metáfora del tornillo: https://hablemosdeucdm.blogspot.com/2019/10/la-metafora-del-tornillo.html
Metáfora de la puerta: https://hablemosdeucdm.blogspot.com/2020/06/metafora-de-la-puerta.html
Saludos
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