Pregunta: De acuerdo con Un curso de milagros, ¿cuál es la diferencia entre magia y milagro? ¿A qué se refiere el Curso con "magia"? ¿Y con "milagro"?
Comentario: El Curso llama "magia" a la creencia de que tanto los problemas (el odio especial) como las satisfacciones (el amor especial) se encuentran en el mundo en lugar de ser simplemente un reflejo de lo que hay en la mente. Cuando se reconoce que el verdadero origen o fuente del problema está en la mente (al creer en la separación de Dios), nos abrimos a la verdadera y única solución y eso se llama "milagro" o "relación santa" (que puede reflejarse en el mundo como una relación con una persona, con una sustancia, etc).
Un par de ejemplos, el primero en el ámbito de las personas y el otro en el ámbito de las sustancias:
Si piensas que para ser feliz necesitas a una persona que llene el vacío que sientes en ti, eso es magia, porque haces especial a esa persona al creer que lo que buscas está fuera de ti. Por el contrario, si reconoces que tu pareja o las personas en general no son la causa de cómo te sientes, sino que simplemente te reflejan como un espejo lo que has elegido en tu mente, entonces dejas de engañarte a ti mismo, dejas de creer que el mundo es la causa de algo y así dejas de usar el mundo como un disfraz proyectado para esconder la culpa inconsciente de la mente. Al ver las cosas así, como las ve Jesús, pasas de la magia al milagro: ahora te has abierto a establecer una relación santa con esa persona, que reflejaría la relación santa en tu mente con el sistema de pensamiento de Jesús o el Espíritu Santo. Parafraseando la lección 5 del Libro de Ejercicios, nunca me siento completo por la razón que creo. No es el mundo lo que me completa, sino la luz que brilla dentro de mi mente.
Si crees que el aire que respiras es lo que te hace sentir vivo y animado, pensar así es magia. Así estableces una relación especial con el aire. Pero si corriges esa creencia y reconoces que la verdadera causa por la que te sientes bien o mal no está en la proyección (el mundo) sino en tu mente, entonces has entrado en la sintonía del milagro: has establecido una relación santa con el aire. Y así con todo.
La magia y el milagro no dependen de la forma, sino del contenido o propósito de nuestra manera de pensar. Por lo tanto puede haber magias aparentemente grandes y pequeñas, y milagros aparentemente grandes o pequeños, pero la forma, la silueta o el tamaño son irrelevantes. Lo que determina si algo es magia o milagro es el contenido de nuestro pensamiento: si estamos haciendo que el mundo sea real para nosotros al creer que es causativo (lo cual es magia), o si en cambio estamos reconociendo que el mundo es sólo una proyección de la mente sin ningún poder causal en sí, porque la única causa reside en la mente (y reconocer esto es un milagro).
Un par de ejemplos, el primero en el ámbito de las personas y el otro en el ámbito de las sustancias:
Si piensas que para ser feliz necesitas a una persona que llene el vacío que sientes en ti, eso es magia, porque haces especial a esa persona al creer que lo que buscas está fuera de ti. Por el contrario, si reconoces que tu pareja o las personas en general no son la causa de cómo te sientes, sino que simplemente te reflejan como un espejo lo que has elegido en tu mente, entonces dejas de engañarte a ti mismo, dejas de creer que el mundo es la causa de algo y así dejas de usar el mundo como un disfraz proyectado para esconder la culpa inconsciente de la mente. Al ver las cosas así, como las ve Jesús, pasas de la magia al milagro: ahora te has abierto a establecer una relación santa con esa persona, que reflejaría la relación santa en tu mente con el sistema de pensamiento de Jesús o el Espíritu Santo. Parafraseando la lección 5 del Libro de Ejercicios, nunca me siento completo por la razón que creo. No es el mundo lo que me completa, sino la luz que brilla dentro de mi mente.
Si crees que el aire que respiras es lo que te hace sentir vivo y animado, pensar así es magia. Así estableces una relación especial con el aire. Pero si corriges esa creencia y reconoces que la verdadera causa por la que te sientes bien o mal no está en la proyección (el mundo) sino en tu mente, entonces has entrado en la sintonía del milagro: has establecido una relación santa con el aire. Y así con todo.
La magia y el milagro no dependen de la forma, sino del contenido o propósito de nuestra manera de pensar. Por lo tanto puede haber magias aparentemente grandes y pequeñas, y milagros aparentemente grandes o pequeños, pero la forma, la silueta o el tamaño son irrelevantes. Lo que determina si algo es magia o milagro es el contenido de nuestro pensamiento: si estamos haciendo que el mundo sea real para nosotros al creer que es causativo (lo cual es magia), o si en cambio estamos reconociendo que el mundo es sólo una proyección de la mente sin ningún poder causal en sí, porque la única causa reside en la mente (y reconocer esto es un milagro).
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Nota: Tanto la pregunta como el comentario originales ocurrieron en inglés, aquí:
Aquí en el blog lo compartimos en español como breve recordatorio de qué es el milagro para el Curso. La pregunta ha sido muy resumida. Quien quiera leer la extensa pregunta original puede leer la versión en inglés, que incluye también otros comentarios de otros usuarios de ese foro/red social.
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