martes, 15 de septiembre de 2015

Sé amable contigo mismo (Entrevista a Ken Wapnick)

Entrevista realizada por Susan Dugan a Ken Wapnick, publicada en inglés en febrero de 2012.

Sé amable contigo mismo

Por: Susan Dugan

Nota de Susan Dugan: Recientemente tuve la suerte de poder sentarme de nuevo con Ken Wapnick cuando asistí a un taller de la Fundación para Un curso de milagros (FACIM), en Temecula, California. Muchas de mis preguntas surgieron de escuchar las dos nuevas colecciones de CDs de Ken: "Sobre la muerte y los moribundos" y "No expulses ((o excluyas)) a nadie", así como de mi proceso en el tiempo de practicar momento a momento el singular perdón del Curso en el aula de clases de mi vida. Como siempre, la generosidad, coherencia, paciencia y amabilidad de Ken brillaron en sus respuestas. Espero que las encuentres tan iluminadoras y provechosas como lo fueron para mí.

He escuchado tu colección de CDs "Sobre la muerte y los moribundos" y tengo algunas preguntas relacionadas con eso. Creo que sé la respuesta a la mayoría de ellas, pero el Curso me ha enseñado a cuestionar todo lo que creo que sé, a asegurarme siempre de que sé a qué maestro interior ((el Espíritu Santo o el ego)) estoy realmente escuchando. Así que, para empezar, si la muerte no es el final, si la muerte no es la liberación, ¿es posible despertar durante el período entre vidas o es necesario estar aparentemente en un cuerpo para poder despertar del sueño de la dualidad? 

Tienes que volver siempre a la idea básica de que el cuerpo está en la mente. Todo está en la mente, tanto si estás encarnada como desencarnada; no hay ninguna diferencia porque el proceso es siempre el mismo: volverte la mentalidad correcta en lugar de a la mentalidad errada.

Pero parece como que usáramos la forma para volver a la mente. Así que después de dejar este cuerpo (en el período entre vidas; como sea que eso funcione), ¿qué me motivaría para elegir la mentalidad correcta? Porque con el perdón del Curso usamos lo que percibimos que nos molesta, que aparentemente está "ahí fuera", para volver a la mente y mirar nuestras ilusiones con Jesús o el Espíritu Santo. Pero si no tuviera un cuerpo, ¿cómo funcionaría eso? 

Es una buena pregunta. Pero es la pregunta equivocada porque nunca estás en un cuerpo. Por eso en cierto modo es una pregunta con trampa, una pregunta del ego. Así que las preguntas sobre qué sucede cuando muero o qué sucede cuando estoy en el período entre vidas son preguntas sin sentido porque nunca estás en un cuerpo. Siempre se está en el nivel de la mente. Y tú sabes que hay una línea del Curso que dice: "Todo pensamiento produce forma en algún nivel" ((T.2.VI.9.14)), así que siempre hay alguna forma porque los pensamientos siempre van a ser proyectados o extendidos. Pero tenemos una visión muy limitada que básicamente es que soy un ser humano. Vivo, muero, voy a algún otro sitio y luego tengo que regresar a otra vida en un cuerpo. Pero simplemente la cosa no funciona de esa manera. Y dado que el tiempo no es lineal, ese es también el problema. Tu pregunta presupone la linealidad del tiempo, y no es así como funciona.

Así que es muy difícil tratar de entenderlo desde una perspectiva humana. Suelo citar el pasaje del principio del capítulo 17: "¿Crees que puedes llevar la verdad ante la fantasía, y aprender lo que significa la verdad desde la perspectiva de las ilusiones?" ((T.17.I.5.1)). No puedes entender la verdad desde la perspectiva de la fantasía, y no puedes entender la no-dualidad desde la perspectiva de la dualidad. No puedes entender la mente desde la perspectiva del cuerpo, que es lo que ese tipo de preguntas están intentando hacer pero precisamente por eso es por lo que no funcionan. No hay una explicación satisfactoria, por lo cual ese tipo de preguntas siguen llegando. Solo puedes entenderlo desde una perspectiva que esté por encima del campo de batalla, donde no hay tiempo y te das cuenta de que todo está en la mente. Y puesto que no existe el tiempo, es siempre una cuestión de: ¿a qué maestro estoy eligiendo en un momento dado, al ego o al Espíritu Santo? ((O sea, que no se trata de pensar en el futuro o en el tiempo lineal, sino de tomar conciencia ahora de a qué maestro elijo)) Así que se trata de algo que no puede ser contestado dentro este marco de referencia, que es lo que ese tipo de preguntas están siempre exigiendo.

Tengo más dudas de ese tipo, también. :-)

Eso está bien.

Bien; porque aquí hay otra. Hay muchos pasajes en el Curso en los que Jesús habla concretamente del cuerpo y de la curación del cuerpo como si este fuera real. Y luego ayer, en una de las charlas/seminarios se dijo algo que implicaba que, si no hubiera ninguna culpa en la mente, no envejeceríamos y podríamos experimentar la curación del cuerpo. Así que, si fuera lo más útil en la condición en la que creemos estar como un cuerpo, ¿podríamos experimentar realmente una curación de nuestro cuerpo? 

Verás, no puedes; es el mismo asunto.

¿Debido a que la no-dualidad del Curso se derrumba si intentamos traerla a la dualidad? 

Sí, todo se derrumba. Y lo que estás mencionando es también un ejemplo de esos pocos pasajes del Curso que aconsejan pedirle ayuda concreta al Espíritu Santo. El Canto de la Oración se dirige a eso ((El Anexo "El Canto de la Oración" habla de la metafórica "escalera de la oración". En los niveles bajos de esa escalera nos sentimos necesitados de pedir ayuda concreta, y no es malo hacerlo, es un simple apoyo temporal para superar nuestro miedo de acuerdo a cómo percibimos temporalmente nuestras necesidades. Pero tarde o temprano llegaremos a la parte superior de la escalera, donde reconoceremos que todos los asuntos concretos son ilusiones y solamente pediremos ayuda para aceptar y reconocer directamente la verdad)). Y hay pasajes que parecen implicar que el cuerpo se cura, de manera similar a cuando al principio del Texto se dice que los milagros son cosas que tú haces. Se habla de realizar milagros. Pues bien, eso va en contra de todo lo que el Curso enseña. Y hay una cantidad aplastante de pasajes que dicen justo lo contrario: no pides ayuda para las cosas del mundo, el milagro no hace nada, y el cuerpo no se cura porque no está enfermo.

Así que hay pasajes del Curso para ayudar en cualquiera de los peldaños en que estemos de la escalera del despertar. Y eso es el único modo de entender esto. Porque de lo contrario el Curso realmente se estaría contradiciendo a sí mismo. Pero esto no es así si lo lees como si leyeras un gran poema. (Y voy a hacer un taller sobre esto más adelante en este año). No puedes leer el Curso intelectualmente. No se contradice a sí mismo cuando entiendes el contenido y entiendes cómo un determinado pasaje encaja dentro del esquema general, y entiendes la idea de que tiene que haber respuestas en el Curso para atender a cada uno en el nivel en el que está ((y desde ahí, guiarnos a todos cada vez más arriba a la comprensión de cómo practicar con eficacia el perdón, la práctica que nos ayudará a experimentar directamente la no-dualidad)).

Bueno, ¿y eso significa que alguien experimenta la curación o la no curación del cuerpo del modo que sea mejor para que no aumente su miedo y sería lo más beneficioso en ese momento para su camino de expiación? ((Esta pregunta está planteada en el contexto de los párrafos 4 y 5 de la sección T.2.IV titulada "La curación y la liberación del miedo"))

¡Sí, eso mismo! En el capítulo 2 se habla de que cuando estás en un estado debilitado debido al miedo, el milagro parece amenazador, lo cual implica que la sanación de la mente parece amenazadora, por lo que necesitas un enfoque conciliatorio, en el que se transige hasta cierto punto ((T.2.IV.4.5-10)). Mientras pienses que eres un cuerpo, cuida tu cuerpo de cualquier forma que funcione ((lo que sea oportuno: aliméntalo, toma medicinas, etc; todo aquello que te ayude a vivir sin temor o con el menor miedo posible)). Pero en algún momento tendrás que darte cuenta de que esto no tiene nada que ver con el cuerpo. Pero, puesto que estamos tan identificados con el cuerpo, puede ser útil que se nos hable de la curación del cuerpo. Pero muchas veces el cuerpo no se cura pero la mente puede curarse. Así que siempre se necesita el contexto mayor del Curso para interpretar correctamente los pasajes individuales y no sacarlos fuera de contexto.

Así que un estudiante que lea pasajes como ese solo necesita remitirse a, y recordar,  la metafísica básica del Curso; y si no hay cuerpo y no hay mundo entonces esto no es realmente posible ((la sanación del cuerpo)) porque no hay sanación en el mundo.

Correcto. Es una metáfora escrita a un nivel que las personas pueden aceptar donde ellas están sin sentir miedo.

¿Nunca se trata de literalmente realizar milagros en la forma? 

No, eso no es de lo que el Curso trata y es obvio que no es acerca de eso. Pero al principio (y en determinados pasajes posteriores) dice eso. Por eso siempre uso la imagen o metáfora de una sinfonía. Un gran director de orquesta tiene la totalidad de la sinfonía en su mente ((presta atención al conjunto, tiene conciencia de la pieza sinfónica como un todo)). Y entonces dirige cada uno de los diferentes movimientos de la sinfonía para que contribuya a la totalidad. Pero él nunca pierde de vista el tema global del que trata la sinfonía como un todo.

Tienes que entender realmente de qué va el Curso como un todo, y luego entender la manera en que los pasajes concretos encajan dentro del tema global. Entonces llegas a entender cuándo algo se está usando para producir un efecto ((para causar determinada impresión o realzar algo, o para explicar algo a un nivel más básico que luego se irá elevando para guiar al estudiante hacia una comprensión más elevada que contribuya a tomar conciencia de la libertad)). Algunos de esos efectos se usan en el Curso para encontrar a los estudiantes donde ellos están ((para guiarlos a partir del punto de salida en que ellos se experimentan a sí mismos)); como si se nos estuviese dirigiendo hacia arriba por una escalera. Cuando tienes esa comprensión de lo que la sinfonía del Curso es como un todo, entonces no caes en la trampa porque entiendes que el mundo es una ilusión y que el cuerpo está en la mente, no la mente en el cuerpo. ¿Y cómo puede curarse el cuerpo cuando el Curso dice una y otra vez que el cuerpo no está enfermo? ((No es el cuerpo lo que enferma, sino la mente; el cuerpo simplemente es como un espejo —y aún así, mental— donde se refleja el conflicto de la mente)). Pero pasajes que se toman fuera de contexto parecen sugerir eso. Así que es realmente importante entender el Curso como una totalidad.

Por lo tanto, ¿buscar en el cuerpo evidencias de la sanación de la mente es recluirnos en el miedo?

Sí, y ese confinamiento en el miedo se manifiesta entonces haciendo que el cuerpo sea real y tratando de demostrar que el Curso está equivocado. Y si mi cuerpo es real —ya sea que esté enfermo o curado— entonces el Curso se equivoca y yo tengo razón. Y eso es algo así como el trasfondo de lo que la mayoría de las personas hacen con el Curso. Es una manera sutil de intentar probar que el Curso está mal, que se equivoca.

Sin embargo, ¿eso es parte del viaje? 

Oh, sí; es una parte intrínseca del viaje. Pero lo que te ayuda a proseguir el viaje es simplemente saber que es eso lo que estás haciendo. Ser consciente de que tu ego está haciendo esto. No que eso sea terrible ni que tu ego sea malo. Sino que, evidentemente, hay resistencia y evidentemente hay un intento de transigir trayendo a Dios al mundo. Pero si sabes que estás haciendo eso, eso en cierto modo te acelera en tu camino ((porque el mero hecho de ser consciente de algo con lo que no estás de acuerdo —de los trucos del ego—, es el comienzo de su disolución)).

Muchos de nosotros, estudiantes del Curso, parece que tenemos este tipo de recaídas en la dualidad. Podemos conocer el Curso muy bien ((sobre todo a nivel teórico)) y aparentar que estamos muy avanzados en nuestro viaje de regreso a casa, y después, de repente, estamos otra vez intentando traer el Curso al mundo ((en el sentido de subordinar la luz a la oscuridad, en lugar de al revés)).

Es simplemente miedo. Sé amable. Tal como dije esta mañana, Jesús le dijo a Helen en respuesta a su angustia ante lo que algunos profesores estaban ya haciendo con el Curso ((dualizándolo; interpretándolo dualmente; enseñándolo con distorsiones del ego)): "No sigas el camino de otro, pero tampoco deberías juzgarlo". Las personas tienen miedo, y entonces ponen a prueba ((juzgan)) y hacen transigencias con la pureza de la enseñanza del Curso.

Eso es muy útil; gracias. 

El Curso dice "Mírame, hermano, por tu culpa muero", refiriéndose a la forma en que inconscientemente usamos la enfermedad para castigar a otros y hacer que se sientan culpables. Pero eso ¿es también una manera de seguir sintiéndonos culpables nosotros mismos, de castigarnos a nosotros mismos? ¿Pero es lo mismo si trato de vengarme de otro cuerpo que si me vengo del cuerpo que pienso que soy yo?

Sí.

En la misma colección de CDs hablaste mucho de que "nada es tan cegador como la percepción de la forma" ((T.22.III.6.7)). Una persona puede estar muriéndose de una enfermedad terminal y aún así estar perfectamente en paz y en la mentalidad correcta. Por lo tanto, en una relación conflictiva en la que estés practicando el perdón sin experimentar un cambio para mejor en la forma, igualmente puedes sentir aún así paz; ¿esa es simplemente la misma idea a nivel psicológico? 

Sí.

¿Así que nunca deberíamos buscar en la forma evidencias de ningún tipo de sanación? 

Correcto.

He estado escuchando también tu colección de CDs "No expulses ((o excluyas)) a nadie" y el tema completo de "hazlo por ellos" que has estado propugnando. Yo tenía mucha resistencia a eso. Pensaba que sabía de qué estabas hablando, pero lo que vino en mi aula de clases fue la conciencia de lo mucho que no quiero hacerlo por ellos; que quiero hacerlo por mí. Y entonces tú dices: "hazlo por ellos, pero no seas un felpudo". ((El tema de esta pregunta va sobre algo escuchado en esos CDs en inglés, los cuales no he visto; deduzco que eso de "hazlo por ellos, pero no seas un felpudo" es un lema sobre ser serviciales con los demás, pero sin dejarnos pisar, sin sacrificarnos tampoco a nosotros mismos; este lema puede funcionar como una especie de antídoto contra una tendencia bastante frecuente a sacrificar a los demás, o usar a los demás, en beneficio de uno mismo; la idea es darle la vuelta a eso y ser serviciales, pero sin pasar del sacrificar a otros a sacrificarse a uno mismo, pues ningún sacrificio es necesario: o todos ganamos, o todos perdemos; la idea de "uno o el otro", que es la idea del sacrificio y del conflicto, es una ilusión)) Y a mi feminista interior le gustaría dejar claro que toda mi vida me enseñaron (como a muchas mujeres) a hacerlo por todos los demás ((más o menos equivalente a: sacrificarme por todos los demás)) y finalmente estoy haciendo de nuevo eso y aquí está otra vez. Así que, ¿cómo hacer eso sin ser un felpudo o una traidora al feminismo?

La idea de hacerlo por ellos ((vaya jajaja, al final lo va a contextualizar él, si llego a traducir esta parte antes de comentar me hubiera ahorrado la aclaración intuitiva del párrafo anterior; pero la dejo allí; lo hecho, hecho está, y no vendrá mal leerlo con palabras diferentes jejeje)) es una corrección para el ego, que siempre quiere que haga las cosas por mí. Ya sabes, la idea de que tú tienes ese algo especial, yo lo necesito, y voy a conseguirlo de ti, así que voy a parecer amable, desinteresado y comprensivo, pero en realidad estoy canibalizándote ((comiéndote como el caníbal que soy)) y seduciéndote por cualquier medio para conseguir de ti eso que quiero. Eso es el especialismo. Así que decir "hazlo por ellos" es la corrección para eso y no tiene nada que ver con ser un felpudo ni con verte a ti misma como sin importancia ((o como que los demás sean más importantes)). Se trata solo de verse a uno mismo como sin importancia en cuanto que ego.

Por lo tanto lo que es útil es que en lugar de estar siempre pensando en satisfacer mis necesidades, pienso en ti. En lugar de ser yo el foco de atención, hago que seas tú el foco de atención. Creo que dije también en esa clase ((charla))  que eso termina en que si lo hago por ti, estoy en realidad haciéndolo por nosotros. No es una cuestión de uno o el otro. Si lo hago realmente por ti —lo cual significa que estoy corrigiendo mi egoísmo y el estar siempre pensando que tú existes únicamente para servirme— te veo como una persona. Y nos veo a ti y a mí como iguales, como lo mismo. De esa manera, estoy haciéndolo por nosotros.

Sería hacerlo por la sanación de la única mente, la cual compartimos.

Sí, es no vernos como separados. Pero cada uno tiene que empezar en el punto en el que está, así que todos empezamos en una relación en la que nuestra manera de mirar es en plan "todo por mí". Incluso si eres un felpudo en una relación, estás obteniendo algo de ella. Porque así es como mantienes la relación ((si no estuvieras consiguiendo algo a través de la relación, no estarías tan interesado en continuarla, ni en ser un felpudo o sacrificarte a ti mismo para "comprar" la continuidad de esa relación, pagando ese precio de dejarte pisar o sacrificarte, con tal de seguir adelante con esa relación)). Así que en cierto sentido eso viene también de la posición en que me veo a mí mismo no como un ego que está lleno de escasez o un ego que viene desde un lugar de necesidad; me veo como una mentalidad correcta que está experimentando ese amor —eso es lo que significa hacerlo por la otra persona. No es solo una corrección para mi egocentrismo y para mi egoísmo, sino que también representa un cambio según el cual me veo a mí mismo como alguien capaz de ser cariñoso y amoroso.

Independientemente de lo que la otra persona parezca estar haciendo. 

Sí. Tiene que ver con cambiar mi actitud desde querer ser el centro de atención debido a que hay tal carencia en mí que tengo que llenarla, hasta la actitud de ahora ver que no estoy necesitado. Y eso me libera para pensar en ti.

Y eso también significa no arrastrar el pasado a tu relación. Llegar sin necesidades a cada momento de la relación. Hace poco he vivido un auténtico cambio en una escabrosa relación especial en la que las cosas se estaban poniendo cada vez peor y llegué al punto de simplemente dejar ir todos los problemas pasados y tratarle a él como a un amigo o como a alguien de quien no tenía ninguna expectativa. Y parecía haber un cambio real al sentir que de alguna manera todo estaba realmente bien. Estábamos ambos en el mismo lado. Haciéndolo por nosotros, supongo; como has dicho antes. 

Eso está muy bien.

Una pregunta relacionada es qué hacer en una relación conflictiva cuando sientes la urgencia del ego de tomar algún tipo de decisión a nivel de la forma. Recientemente tuve esa experiencia, en la que me mantuve pidiendo ayuda para ver con la mentalidad correcta que el problema es mi decisión inconsciente de culpar a otra persona por mi falta de paz. Pero estuve pidiendo ayuda también para recibir claridad sobre qué hacer a nivel de la forma, a pesar de que sé que nunca se trata realmente de la forma. No recibí una respuesta a nivel de la forma. Lo que recibí fue precisamente de lo que te estaba hablando antes. Simplemente sé amable momento a momento y trata a la persona como a un amigo. Así que he llegado a un punto en el que si me he vuelto a la mentalidad correcta y aún no obtengo una respuesta, entonces no hago nada. Podría hacer algo, pero no tengo necesariamente que hacerlo. ¿Es eso correcto?

Sí, totalmente, Susan. Es una buena regla general —a menos que las circunstancias lo hagan imposible— no hacer nada si no estás segura de qué hacer. Simplemente trata como tu decías de volverte a la mentalidad correcta y cuando sea el momento adecuado, sea cual sea este, sabrás qué hacer. Y quizás no hagas nada, lo cual es también una decisión. A veces es imposible no actuar, pero aún así puedes obrar con una mentalidad tan correcta como te sea posible. De alguna manera, al mismo tiempo que tienes que prestar atención a la decisión en la forma, otra parte de ti se da cuenta de que pase lo que pase puedo estar tranquilo. Eso es lo que siempre te conviene hacer, y no darle al mundo el poder de afectar a esa paz. Y después confía en que la respuesta llegará. Pero el foco no debería estar en lo que el cuerpo hace, sino en qué maestro estás eligiendo realmente en tu mente.

Por lo tanto, si algo está sucediendo en este preciso momento, ¿es solo mi plan de estudios con mis lecciones y una oportunidad para aprender lo que realmente quiero saber? 

Sí, suena como un aula de clases realmente tangible, una realmente importante. Así que quieres serle fiel a tu maestro, lo cual significa que quieres estar en paz, lo cual significa que no quieres justificar tu ira ni tu culpabilidad.

En la sección del capítulo 17 "La relación que ha sanado" ((T.17.V)), Jesús habla de que ofrezcamos nuestra relación al Espíritu Santo, dándole nuestra relación para que Él la guíe. Pero después continúa diciendo que una vez que hacemos eso, la relación puede volverse muy alterada porque ahora su objetivo original de demostrar la separación se está dejando de lado y ahora la relación no está en armonía con su antiguo propósito ni tampoco está todavía consolidada en su nuevo propósito ((T.17.V.2.7; 3.1-9)). Así que la pregunta es, ¿cómo confías en que todo está yendo bien cuanto todo parece estar cayéndose a pedazos? Los estudiantes que asisten a mis clases del Curso preguntarán esto y tal como se les describió eso ya puedo oír que ellos no parecen haber tenido aún una experiencia del Instante Santo, así que no conocen el amor eternamente presente y la paz que están esperándoles al otro lado. Yo no recuerdo cómo alcancé esa confianza por primera vez excepto que parecía que tuviera que haber una mejor manera de relacionarme aquí y yo estaba lista para encontrarla. Pero ¿cómo pueden tener las personas esa paciencia cuando todavía no saben que en la mente hay algo más esperando, que les ofrece todo lo que ellos realmente quieren?

Es una cuestión de fe y esa sección dice: "Ahora es el momento en que hay que tener fe" ((T.17.V.6.1)). Y en realidad se trata de tener fe en el proceso. A veces digo a las personas que están pasando por un período tormentoso que es como si estuvieras en un barco y se desata una tormenta, y simplemente atraviesas la tormenta confiando en que tu barco no se volcará; que estará bien. Simplemente cabalga sobre las olas y llegarás a aguas tranquilas; simplemente confía en eso.

Lo que ayuda al menos intelectualmente es darse cuenta de que esto es un viaje y que es un viaje mental, un viaje en la mente. Y mientras ocurren cosas en el mundo, el ancla es que realmente todo esto está en mi mente y que podría ver paz en lugar de esto ((L.34)). Y simplemente cabalgas las olas confiando en que tu barco no se hundirá, y si quieres llevar la metáfora más lejos, confía en el capitán del bote, ese tipo de cosas. Porque cuando estás en una crisis —independientemente de si se trata de una crisis matrimonial, de una crisis de trabajo, de una crisis de salud— eso se vuelve el centro de atención. Y es útil que al menos en algún momento sepamos que esto parece estar ahí fuera pero que el auténtico drama está desarrollándose en el interior de la mente y que podría estar tranquilo incluso con todas estas cosas sucediendo.

Al igual que esta guerra entre mis yoes ((seres, identidades)) en oposición y en conflicto, me parece estar experimentando ira.

Lo externo está en conflicto ((en guerra; guerrea)) desde el punto de vista de tu percepción. Así que lo que tienes que hacer es darte cuenta de que en tu mente también hay calma. Conoces esa frase que dice: "Tú no eres dos seres en conflicto" ((T.16.III.6.1)). Tú pareces serlo ((dos seres en conflicto)), todos parecemos serlo, y eso es lo que se proyecta. Pero no somos dos seres en conflicto. Y todo el viaje consiste en aprender eso. Así que puedes aprender a atravesar una crisis matrimonial, una crisis financiera, una crisis vocacional, una crisis de salud, y aún así estar tranquila y no ver la ley de los cuerpos como un enemigo. Míralo desde la perspectiva de la mente y no la del cuerpo. Es como dije esta mañana y digo siempre, que no puedes leer el Curso como un cuerpo porque si lo haces así lo interpretarás todo mal. Es inevitable que hagamos eso, pero eso no significa que sea acertado. Así no se va a entender lo que el Curso dice.

Así que simplemente te mantienes observando y preguntando ((en el contexto de la enseñanza del Curso, quedarse preguntando significa preguntarle al Espíritu Santo cuál es la realidad de lo que percibimos, qué significa en realidad, o sea, es la actitud de pedir ayuda al Espíritu Santo para que nos enseñe a ver la situación de otra manera, para que Él nos ofrezca su visión, su manera de ver, reconociendo que lo externo es una proyección que refleja el ilusorio conflicto interno, y que en ese nivel mental interno podemos elegir la paz de la unidad; con esta actitud pueden llegarnos inspiraciones en el momento oportuno, etc))

Y no confíes en tus pensamientos y sentimientos a menos que sean completamente calmados y todo el mundo esté incluido en esa paz.

Muchas veces hablas de lo importante que es ver la horrible naturaleza del mundo, y me he vuelto realmente buena en eso. 

Tienes que verlo, pero sin darle poder.

Cierto. Pero ayer hablaste también de la sección "Desarrollo de la confianza" ((M.4.I.A)), en el Manual para el maestro, y ahí se menciona esa realmente agradable cuarta etapa ((M.4.I.A.6)) que a mí me parece que o me la he saltado o aún no he llegado, seguida de la quinta etapa en la que el infierno se desata. ((La quinta etapa, llamada un "período de inestabilidad" (M.4.I.A.7), y finalmente la sexta etapa, el "período de logros" (M.4.I.A.8), que abarca la iluminación/resurrección, el definitivo despertar a la paz; la quinta etapa es una etapa de inestabilidad, inquietud, pero no es necesario que sea un infierno, de hecho, a medida que vamos comprendiendo y practicando el proceso del perdón, esa quinta etapa acaba siendo incluso cada vez más dulce))

Eso no es lineal. ((Las 6 etapas descritas en esa sección no son un proceso lineal en el que esas etapas se suceden linealmente una tras otra, sino que podemos estar atravesando varias de estas etapas casi a la vez, con recaídas, avances, retrocesos, etc, aunque una de estas etapas puede ser la predominante e incluso la única en un determinado período de nuestra vida, hasta llegarse al objetivo final, la etapa 6))

Lo sé. Pero me parece haber gastado muy poco tiempo en esa cuarta etapa y una cantidad desproporcionada de tiempo en la quinta etapa. Así que supongo que mi pregunta es, ¿cuántas noches oscuras del alma me va a llevar sanar mi mente? Sé que es el ego el que está preguntando esto, pero es que a veces parece interminable. 

Las seis etapas se dan simplemente para dar a las personas una idea de en qué consiste el proceso de dejar ir ((el proceso de despertar es un proceso que puede llamarse de muchos modos: de deshacimiento, de desapego, de dejar ir, de soltar, etc. Y ayudados por el discernimiento lo que dejamos ir es la separación, la dualidad, el conflicto, nuestro especialismo, la identidad que creemos ser pero que es una mera ilusión)). Así que no son seis etapas distintas que tú las haces y se acabó. La última etapa es el mundo real, pero antes de eso experimentas una especie de ir de aquí para allá avanzando y retrocediendo, dando vueltas, con avances y recaídas, oscilando entre dudas. Las tres primeras etapas son sobre aprender a dejar ir, la cuarta etapa es relativamente tranquila, y en la quinta etapa todo el infierno se desata cuando te das cuenta de lo que el Curso está diciendo realmente ((que es realmente cierto: ¡el mundo no existe, el cuerpo no existe, la individualidad a la que tan aferrados estamos no es más que un espejismo y no existe! Y una parte de nosotros se resiste a reconocer esto, y es esta resistencia la que puede convertir nuestro proceso en un "infierno". La solución para salir del laberinto: el proceso del perdón. Practicar el perdón es decir "no" a las ilusiones)).

¿Sobre el ser que vemos al mirarnos en el espejo? 

Eso es. Pero todo esto es circular, siempre seguimos dando vueltas y más vueltas alrededor de estas etapas, pero las seis etapas nos dan una idea de a qué se semeja este proceso; es dejarlo todo de lado ((dejar irlo todo, desapegarse de todo)), pensar que he hecho un buen trabajo ((en el tema de dejar ir)), y luego de repente te das cuenta de que lo que realmente tengo que dejar ir o dejar de lado es a mí mismo.

Tu enseñanza sobre hacerlo por ellos me ayudó realmente mucho después de que yo me sintiera molesta contigo por eso, y creo que he sido cada vez más capaz de practicar esa bondad momento-a-momento y esa renuncia a mi necesidad momento-a-momento, y he tenido muchas oportunidades de aplicarlo en muchas situaciones diferentes, lo cual me ayudó a ver que todo es lo mismo. Hubo personas que aparentemente me pedían determinadas cosas y vi que mi primera reacción siempre era no querer hacer lo que me pedían, que así no era como yo quería que las cosas fueran. Pero entonces me volví a la mentalidad-correcta y vi que lo que se me pedía no era para tanto. ¿Qué necesidad tenía de que las cosas se hicieran a mi manera a costa de la paz interior? Lo que ahora estoy viendo es mi apego a la maldad secreta de Susan. Como a muchos estudiantes, me resulta mucho más difícil ser amable conmigo misma, perdonarme a mí misma. ¿Puedes darnos alguna intuición o entendimiento sobre esto? 

No dejes de hacer lo que estás haciendo. Ten fe en lo que estás haciendo y en el proceso. Estoy seguro que la última vez te lo dije también, pero sé amable y paciente contigo misma. Uno de tus grandes handicaps ((desventajas, dificultades, obstáculos)) es que no eres amable contigo misma.

Siento que me resulta más fácil experimentarme a mí misma como inocente cuando estoy enseñando el Curso o escribiendo sobre el Curso, pero el resto del tiempo no es tan fácil.

Pero esa es la respuesta. Llevar lo que cuando enseñas o escribes sabes que es cierto a todas las áreas de tu vida, especialmente a tus relaciones. Pero no eres amable contigo misma, ese es tu gran escollo ((obstáculo, dificultad)). Así que date cuenta de que sí, evidentemente hay miedo. No tienes que separarte o disociarte de lo que sabes y sientes que es cierto cuando enseñas o escribes; eso es lo que tienes que aprender a no hacer. Y aprendes a no hacerlo simplemente al desearlo y al volverte más consciente cuando estás con otra persona de que quieres aprender realmente cómo encarnar la verdad —que tú sabes que es cierta cuando enseñas y escribes— en esa relación. Y sé tan amable como puedas contigo misma, a medida que sigues aprendiendo.

Fuente: http://www.foraysinforgiveness.com/a-conversation-with-ken-wapnick-be-gentle-with-yourself

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Comentarios actualmente cerrados. Si quieres comentar algo podrías inscribirte en el foro 'Concordia y Plenitud' mientras siga abierto:

http://concordiayplenitud.foroactivo.com/

Saludos :-)

☼☼☼

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.