Una conversación con Ken Wapnick: ¿He mencionado que eres demasiado serio?
Por: Susan Dugan
El renombrado psicólogo, profesor y autor Kenneth Wapnick, doctor en Psicología, ha estado estudiando, enseñando y escribiendo sobre Un curso de milagros desde 1973, y trabajó en estrecha colaboración con la escriba del Curso, Helen Schucman, y su colaborador Bill Thetford, en la preparación del manuscrito final ((comentarios y anécdotas de Ken al respecto, aquí)). Junto a su esposa, Gloria, es presidente y co-fundador de la Fundación para Un curso de milagros (FACIM) en Temecula, California.
Vale, tengo que admitir que acaparé buena parte de la conversación cuando Ken Wapnick una vez más accedió generosamente a responder algunas preguntas sobre practicar el perdón y mirar con Jesús. Junto con las otras características de los maestros de Dios mencionadas en el Manual para el maestro, él también demostró honestidad, definida en Un curso de milagros como congruencia ((M.4.II.1.5)). Encontré su respuesta —a mis excesivamente complicadas preguntas— nuevamente humilde y aleccionadora. "No lo tomes seriamente", contestaba, en respuesta a cada pregunta. Él ha dicho esto antes y probablemente tendrá que repetirlo porque con el tiempo empezamos a tratar de convertir el despertar en una meta y ya no estamos sonriendo con Jesús sino apretando los dientes con el ego, una vez más buscando sin hallar nunca a nuestro ser ((recordemos el lema del ego: "Busca, pero no halles" (T.12.IV.1.4), (T.12.V.7.1), etc)). Gracias, Ken, por recordarnos que dejemos de trabajar tan duro y que simplemente sonriamos. :-)
Hablas mucho del perdón como un proceso del tomador-de-decisiones mirando con Jesús/nuestra-mentalidad-correcta. Al practicar el perdón he notado últimamente que lo que realmente quiero es que Jesús mire conmigo, en vez de mirar yo con él.
Oh, eres bastante resbaladiza. Y yo que pensaba que eras una buena persona.
Nop ((=No, pero más informal, en este caso en tono de humor, siguiendo la broma que ha hecho Ken)). Creo que necesito un repaso porque eso es lo que he estado haciendo y lo que eso me muestra es lo reacia que soy a mirar verdaderamente. ¿Podrías comentar sobre el proceso de mirar, y tal vez hablar de nuestra tendencia a engañarnos a nosotros mismos sobre lo que estamos haciendo realmente?
Bueno, la entera idea de mirar tiene sentido cuando te das cuenta de que es la corrección para el no-mirar del ego. Eso es realmente el pan y la sal (( = lo básico)) del sistema de pensamiento del ego porque, si no miras, eso quiere decir que eres sin-mente ((que estás privado de la mente; que no tienes acceso a la conciencia; que te quedas como el personaje soñado dentro del sueño, en lugar de acceder al soñador que es el que puede elegir despertar)). Si miras, te conviertes en una mente en lugar de un cuerpo, y si no miras, nunca podrás ver que el ego no es realmente nada. El perdón, definido en términos de mirar, en realidad es solo la corrección para el "no mires" que te dice el ego.
Cuando quieres que Jesús mire contigo, entonces quieres que él mire a tu cuerpo y tus experiencias como un personaje del sueño. Mirar con él significa que miras al mundo y lo ves como una proyección de una condición interna ((recordemos la definición que el Curso hace del mundo: "Es el testimonio de tu estado mental, la imagen externa de una condición interna" (T.21.introd.1.5), en un párrafo que comienza diciendo algo sobre la proyección: "La proyección da lugar a la percepción")), lo cual quiere decir que te vuelves a la mente. Esa es la clave. Por eso nadie quiere hacerlo así.
Bueno, lo que yo quiero es que él vea concretamente lo mal que me está tratando la gente.
Él solo sonríe a eso. Entonces es cuando recibo una llamada de teléfono y él me dice: "¿Sabes lo que ella me acaba de decir?". Y después él simplemente se echa a reír.
Sabía que ibas a decir eso.
Bueno, me alegra que no te decepcioné.
He estado practicando el perdón en una relación especial cada vez que el conflicto surge, y experimento un profundo consuelo cuando miro con mi mente correcta a lo que realmente está pasando, pero tarde o temprano me siento atacada una vez más. Me desanimo, y supongo que soy impaciente al preguntar si alguna vez voy a sanar mi mente con respecto a esta relación.
Eso es lo que te hace tropezar justo ahí. En ese momento estás haciendo que eso se convierta en algo serio y real e imposible, cuando en realidad lo único que tienes que hacer es simplemente mirar a tu ego y sonreírle. No intentes soltar tu ego. A veces digo en broma que Jesús odia a la gente seria y que él odia especialmente a los estudiantes serios de Un curso de milagros porque lo único que ellos quieren hacer es soltar sus egos. Y si alguien está tan encabezonado ((obsesionado, empecinado, obstinado, terco)) con soltar su ego nunca lo soltará porque el ego no es el problema.
¿Así que la impaciencia que siento debería ponerme al tanto de que es eso lo que estoy haciendo?
Exactamente correcto.
Me sorprende lo rápidamente que puedo pasar de la mentalidad correcta a sentirme real y auténticamente atacada y completamente fuera de mi mente. A pesar de que entiendo lo que el Curso dice y de que estoy comprometida a practicar el perdón, a veces me siento como en una emboscada. ¿Alguna vez se vuelve esto más fácil?
Sí, cuando dejas de tomarlo tan en serio. Eres una persona muy agradable, Susan, pero eres tan condenadamente seria. Es eso lo que te hace tropezar. Esto no se volverá más fácil hasta que no renuncies a la idea de que hay un "esto" que tiene que volverse más fácil.
Así que el problema sigue siendo la idea de tener que hacer esto correctamente.
Sí.
Ese es un hábito difícil de romper.
Sí, lo es. Pero toda la idea es vivir jovialmente ((con alegría, ligereza, suavidad; sin seriedad)). Como cito constantemente, el problema no era la diminuta y alocada idea sino que el Hijo de Dios olvidó reírse de ella ((T.27.VIII.6.2)). El problema no es nada del ego; el problema es que nos lo tomamos en serio.
Así que cuando nos descubrimos tomándolo en serio, ¿la respuesta es mirar con Jesús, quien solo sonríe?
Eso es lo que significa mirar con Jesús. Y él está sonriendo a la tontería de alguna vez haber pensado que esto es importante, lo cual es la tontería.
Así que se trata de no unirnos al ataque del ego, y simplemente dejar que todo eso pase.
Dejar que todo pase, lo cual no significa necesariamente que no vayas a actuar ((literalmente: que no vayas a tener una respuesta conductual)), pero significa que no te sientes molesta por eso y no necesitas cambiarlo.
Y no quieres estar molesto contigo mismo cuando te sientes molesto por algo. ((Otra forma de decirlo: "Y no necesitas disgustarte contigo mismo cuando te has disgustado por algo"))
Sí, absolutamente.
Me he descubierto a mí misma quejándome mucho mentalmente de todas las exigencias externas que parecen robarme tiempo para pasar tiempo de calidad con Jesús. Eso me hace reír porque, a pesar de que entiendo que Un curso de milagros es un camino de relaciones, aún así deseo retirarme de las relaciones y simplemente estar con mi mente correcta, estar con Jesús. ¿Me convierte eso en una estudiante realmente mala?
Eso te convierte en una estudiante realmente mala si no te ríes de ti misma.
Porque hacer eso ((escapar de las relaciones)) es en realidad un intento de apartarse del plan de estudios, ¿verdad? Así que... ¿no hagas eso?
No a menos que quieras conseguir que me enfade contigo. Jesús se reirá de ti y yo te gritaré y te llamaré la atención.
Es solo este deseo de tener un poco de tiempo de descanso ((literalmente: "para respirar", en lugar de "de descanso")) entre las lecciones de perdón. Porque a veces parece como si solo hubiera este incesante bombardeo sucesivo de lecciones que simplemente nunca se irán.
Henri Nouwen (sacerdote y autor internacionalmente reconocido) dijo algo como esto: yo seguía siendo interrumpido en mi trabajo y después me di cuenta de que las interrupciones eran mi trabajo. Así que si quieres pasar tiempo con Jesús, entonces contempla a Jesús en todos; esa es la respuesta. ((Nota de Toni: este puede ser un buen momento para recordar que, a fin de cuentas, nunca se trata de las acciones a nivel de la forma, sino del contenido en la mente. Por ejemplo, no se trata de si vivir una vida más retirada o no —como surja estará bien y tendremos buenas oportunidades para perdonar—; podemos tener alguna preferencia sobre eso y no es pecado que hagamos lo que en un momento dado nos parezca más conveniente, ni importará si nuestra preferencia finalmente no podemos llevarla a cabo, porque era solamente una preferencia, no algo necesario ni importante. Pero por ejemplo, igual que las relaciones no son el problema —de hecho el Curso nos enseña a despertar más rápidamente por medio de un uso consciente de las relaciones—, igualmente retirarnos de las relaciones tampoco es un problema, aunque tampoco es la solución —la solución siempre es volver a la mente y elegir de nuevo—, e incluso si alguien se retira "del todo", por ejemplo yéndose a vivir al desierto, huyendo de las relaciones —o por motivos de la mente correcta, pues nada es malo o bueno de por sí—, incluso allí en el desierto se encontrará ante sus narices con las relaciones. La culpa inconsciente seguirá proyectándose y surgirán relaciones de conflicto. Tal vez allí no haya personas sobre las que proyectar simbólicamente nuestro conflicto interno, pero tendremos relación tal vez con los insectos, con las condiciones climáticas, con nuestro propio cuerpo —frío, calor, la salud, etc— y por supuesto con nuestras propias emociones y pensamientos de conflicto))
A veces tengo miedo de que alguna lección de perdón auténticamente catastrófica esté acechando a la vuelta de la esquina. Sé que no hay una jerarquía de ilusiones ((T.23.II.2.3)), pero a veces parece que las lecciones se vuelven más desafiantes.
Es cierto que las lecciones se vuelven cada vez más desafiantes porque te estás volviendo cada vez más seria. Así que los asuntos egoicos que tú (por lo general de manera inconsciente) te guardas ((las cosas que tratamos —consciente o inconscientemente— de ocultar o mantener fuera del alcance de Jesús o de la luz)); ahora estás diciendo que no podemos conseguirlo a menos que miremos todos estos puntos de oscuridad ((lo que hemos ocultado o reprimido)). Así que estas son las cosas con las que asociamos más miedo y culpa y por tanto nuestra experiencia es que ellas se vuelven más difíciles.
¿Así que todas ellas tienen que subir a la superficie y estas son simplemente aquellas de las que estamos más asustados?
Sí. Al principio le decimos a Jesús: miraré esta cosa contigo, y esa otra cosa contigo, pero no sé nada sobre esta otra ((o sea, que tratamos de ocultar algun asunto a la luz/Jesús)). Y después de un tiempo dices: bueno, mejor empiezo a mirar también a esta porque está empezando a ser realmente un problema.
Hace poco estuve volando de vuelta a Denver, había turbulencias y de repente me descubrí a mí misma pidiendo disponer de un Jesús encarnado que me tomara de la mano y me protegiera. Sé que tú dices que tenemos que madurar como estudiantes del Curso en lugar de ser dependientes de Jesús porque de otro modo nunca llegaremos a ver que somos uno con él. Pero cuando estoy realmente asustada todavía necesito ese pensamiento de una mano amiga que me sostiene. ¿Está eso bien?
Sí, por supuesto. En realidad eres demasiado estricta contigo misma. ¿Te he dicho que eres demasiado seria? Simplemente haz tus cosas diarias, sé tan normal como puedas y trata de no tomarte en serio ni a tu ego ni al ego de otros. Sé paciente contigo misma. Sé amable contigo misma. Mirar con Jesús en realidad solo significa compartir esa dulce sonrisa, compartir esa sonrisa consciente, esa sonrisa cómplice con Jesús. Eso es lo que significa. Él no se toma en serio nada de lo de aquí, porque no hay nada aquí. Y cuando te pones seria por algo, especialmente si es con algo relativo al Curso, entonces estás perdiendo completamente el punto.
Esa es una gran trampa; ponernos demasiado serios con respecto al Curso.
Oh, Dios; esa es la peor trampa. Es por eso por lo que ya tenemos la regurgitación del cristianismo con el Curso; ya está sucediendo.
Sí. Quería preguntarte sobre la proliferación de versiones de Un curso de milagros canalizadas, abreviadas, nuevas y mejoradas, que están surgiendo constantemente. Yo ni siquiera he mirado ninguna de ellas porque llegué a este camino después de mucho buscar y no creo que pueda haber nada más rápido, simple y amoroso que el Curso.
Creo que eso es muy cierto.
¿Puedes hablar de todo ese impulso por mejorar lo que ya es perfecto?
Es cosa del ego. Al principio ((en aquel instante primero y original)) lo que "hicimos" es que tratamos de reescribir el Cielo y aún estamos intentándolo ((ahora en el simbólico mundo de las formas)). Si el Curso es un reflejo de la verdad de Dios y del amor del Cielo, lo cual es, entonces las personas están tratando de reescribirlo también. Y esa es precisamente otra forma de pensamiento mágico del que se habla en el Manual para el maestro ((se habla sobre esto en M.17 y en M.18)). La idea es no enfadarnos por eso, a fin de cuentas eso es lo que la gente hace ((tratar de "mejorar" o reescribir el Curso, o cualquier cosa que nos enoje)) y no hay nada malo en que estén haciéndolo.((Sobre este tema de los "Cursos alternativos", hay varios posts relacionados que podrían leerse: 1) Unos fragmentos de los libros de Gary Renard donde toca este tema y temas muy relacionados: http://hablemosdeucdm.blogspot.com/2014/10/cursos-alternativos-ucdm.html 2) En la entrevista que Susan Dugan hizo a Gary Renard, le preguntó también sobre este tema: http://hablemosdeucdm.blogspot.com/2015/09/hablando-con-gary-renard-susan-dugan.html 3) El largo artículo de Ken Wapnick sobre la historia de los manuscritos de UCDM, que ya cité antes y relinkeo aquí: http://hablemosdeucdm.blogspot.com/2015/05/ken-wapnick-la-historia-de-los.html))
Frecuentemente hablas de que no hay necesidad de enseñar Un curso de milagros, pero, ¿hay algo malo en enseñar el Curso? ((Sobre esto habló también Gary Renard en la ya mencionada entrevista que le hizo Susan Dugan, aquí: http://hablemosdeucdm.blogspot.com/2015/09/hablando-con-gary-renard-susan-dugan.html pero en este caso es más breve y voy a copiar aquí lo que dijo, en color azul las palabras de Gary: «No creo que enseñar el Curso sea algo necesariamente conveniente porque pienso que eso dificulta hacer el Curso, ya que entonces estás tratando de dar un determinado mensaje a la gente ((recordemos que no hay nadie ahí fuera)). Si realmente quieres hacer el Curso, yo recomendaría que quien quiera hacerlo se concentre simplemente en hacerlo y no en corregir a otras personas»; eso no es todo lo que dice al respecto, pero sí el comienzo y lo principal))
No, creo que yo lo hago. La idea es no identificarte con tu papel de ser un maestro y saber también que la auténtica enseñanza es demostrar lo que el Curso dice, y la enseñanza formal es solo otra manera de demostrarlo. Y con eso es con lo que te quieres identificar. Si empiezas a ponerte seria sobre tu enseñanza entonces sabes que vas a quedar atrapada en la trampa. Simplemente no te lo tomes en serio, eso es todo.
Lo que es realmente importante al practicar el Curso o enseñar el Curso es no trabajar en él. Si te pones a trabajar en él nunca lo conseguirás. Lo que tú quieres hacer en este punto es no trabajar en él durante el día, lo que significa no trabajar en tu ego, no trabajar en el ego de nadie más; simplemente mantente pidiéndole a Jesús que te acuerdes de reír. El final del capítulo 27 es maravilloso porque es todo sobre la importancia de reír y sonreír. Cuando lees eso, sin embargo, lo lees con seriedad.
Un curso de milagros, capítulo 27, titulado «La curación del sueño», sección VIII, titulada «El "héroe" del sueño», párrafo 5, en la página 660 del Texto:
¿Cuán dispuesto estás a escaparte de los efectos de todos los sueños que el mundo jamás haya tenido? ¿Es tu deseo no permitir que ningún sueño parezca ser la causa de lo que haces? Examinemos, pues, el comienzo del sueño, ya que la parte que ves no es sino la segunda parte, cuya causa se encuentra en la primera. Nadie que esté dormido y soñando en el mundo recuerda el ataque que se infligió a sí mismo. Nadie cree que realmente hubo un tiempo en el que no sabía nada de cuerpos y en el que no habría podido concebir que este mundo fuese real. De otro modo, se habría dado cuenta de inmediato de que estas ideas son una mera ilusión, tan ridículas que no sirven para nada, excepto para reírse de ellas. ¡Cuán serias parecen ser ahora! Y nadie puede recordar aquel entonces cuando habrían sido motivo de risa e incredulidad. Pero lo podemos recordar, sólo con que contemplemos directamente su causa. Y al hacerlo, veremos que son motivo de risa, no de temor.
((Y la anterior cita, una vez vista, finaliza la entrevista)) ;-)
Fuente: http://www.foraysinforgiveness.com/a-conversation-with-ken-wapnick-did-i-mention-youre-too-serious
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