martes, 11 de julio de 2017

Refranes populares a la luz de UCDM (V)

Más refranes:

Ahora adulador, mañana traidor.

En el mundo del ego, las alianzas son siempre temporales e interesadas. No hay fiabilidad. Nada es seguro. La única seguridad la encontraremos en el Maestro de la paz: el Espíritu Santo. Por el contrario, el ego nos adulará con sus falsas esperanzas de que el amor especial funcionará, pero todos los regalos del ego son temporales y tienen espinas, por lo que lo que comienza como placentera adulación, tarde o temprano acaba en crueldad y traición, hasta llegar a la traición última que es la muerte, y luego vuelta a empezar, puesto que la muerte es también ilusoria. Así se renueva el ciclo interminable de sufrimiento y decepciones del ego. La única manera de escapar de este ciclo es mediante el perdón que nos enseña el Espíritu Santo, que nos conduce a despertar del sueño de los ciclos del ego.

Al enemigo ni agua.

Este refrán aconseja no apoyar de ningún modo a aquel que nos resulta adverso. Aplicado a nivel del mundo, sería un refrán egoico, basado en la creencia de que hay enemigos de quienes nos debemos cuidar. En cambio, la actitud correcta en este nivel sería la que refleja el refrán de "Haz bien y no mires a quién", pues eso es un reconocimiento de que en realidad no hay enemigos. Pero ese "haz bien" no se refiere necesariamente al comportamiento en la forma, sino ante todo a nuestra actitud mental de perdón y amor.

Pero si aplicamos este refrán a nivel de la mente, el único "enemigo" es el ego: nuestra creencia en la separación. "Al enemigo ni agua" significa que no debemos prestar ningún apoyo al ego, pues el sistema de pensamiento del ego es lo único que nos resulta adverso, pero es un falso enemigo porque es ilusorio, y al dejar de apoyarle (al dejar de darle agua), desaparece. Pues las creencias falsas desaparecen cuando no se las apoya.

Haz bien y no mires a quién.

Si nos enfocamos en los intereses compartidos con todos, en vez de en las aparentes diferencias a nivel de la forma, podremos ver a todos con ecuanimidad y ser amables con todos los seres, sin mirar con quién. Esto es ante todo una actitud de perdón y bondad interior, que puede manifestarse a través de la forma o no, según las circunstancias. Por ejemplo, si alguien nos ataca con un cuchillo, no le damos un beso y abrimos los brazos permitiéndole que nos clave el cuchillo, sino que podemos impedirlo. El "haz bien y no mires a quién" lo aplicaríamos aquí en el sentido de que nuestra acción se basaría en el amor, por lo que detendríamos el ataque sin necesidad de odiar al presunto atacador, comprendiendo que el ataque es la manera en que esa persona efectúa su petición de ayuda. Pues alguien feliz y en su sano juicio jamás atacaría. Necesita ayuda, y se la damos al no odiarle. Independientemente de las acciones que sean adecuadas a nivel de la forma.

Al final todo se sabe.

Es inútil encubrir la verdad (la paz no-dual), pues al ser inmutable no puede ser destruida y tarde o temprano se revelará. Y a nivel del mundo, las "verdades" o trapicheos del ego tampoco pueden ocultarse permanentemente, pues nuestra mente inconsciente todo lo sabe, y si llevamos a cabo algún engaño o algo que consideramos incorrecto, aunque los demás puedan desconocer nuestro "pecado", nosotros mismos nos sentiremos culpables y sufriremos hasta que cambiemos de actitud.

Al que mal vive, el miedo le sigue.

La falsa creencia en la separación es el "mal" o "pecado". Al creer en ello se genera la sensación de culpa, la cual da lugar al miedo. Por eso, cuando elegimos creer en el ego, acabamos sintiendo culpa y miedo de un modo u otro. Lo mismo es aplicable a nivel del mundo: quien comete fechorías, teme las represalias y el castigo. Por el contrario, si tenemos la conciencia tranquila (al identificarnos con la inocencia del Espíritu Santo), estaremos relajados y tranquilos. Tal como dice una frase atribuida a Sócrates: La buena conciencia es la mejor almohada para dormir.

Dale el dedo al villano y se tomará la mano.

Aquí el ego es el villano. Si le das un centímetro al ego, él se toma un kilómetro. Pues el ego es exigente y ambicioso y siempre quiere más, quiere arrebatártelo todo. En cambio el Espíritu Santo es tranquilo y sosegado y no exige nada. En resumen, confía en el Espíritu Santo pero sé precavido (es decir, permanece atento) con el ego.

Al revés te lo digo para que me entiendas.

El ego le ha dado la vuelta a todo y lo ve todo del revés. Así que cuando habla, lo dice todo también del revés: confunde la alegría con el dolor, la vida con la muerte, la liberación con la esclavitud, etc.

Y como nosotros estamos tan identificados con el sistema de pensamiento del ego, el Espíritu Santo necesita hablarnos en nuestro "lenguaje del revés" para que podamos entenderle. Por eso el Curso utiliza las metáforas y habla un lenguaje dual como el nuestro. Pero el contenido/significado que les da a las palabras es diferente, ayudándonos así a discernir, perdonar y despertar.

Alegrías y pesares te vendrán sin que los buscares.

A nivel de la forma, los eventos surgen por sí solos (pre-programados desde el nivel de la mente ontológica) sin que podamos controlarlos como personas humanas. El guión ya está escrito. Lo único que nos queda es la libertad de elegir si perdonar los eventos (y así despertar), o por el contrario luchar con ellos (en cuyo caso reforzaremos el sueño de dualidad).

A nivel de la forma no hay alegría que pueda durar, ni pesar que podamos evitar. Pero en el nivel más profundo de la mente se encuentra la verdadera alegría interior, que sí puede ser buscada y encontrada: mediante el perdón.

Amor con amor se paga.

Recibirás lo que des (tal vez no externamente, pero siempre interiormente). Si ofreces a todos paz y amor, así te sentirás interiormente. Quien enseña amor, aprende amor y disfruta de amor. Pero quien enseña ego/separación, aprende conflicto y sufre los resultados. Afortunadamente, podemos elegir qué queremos compartir.

Enseña solamente amor, y aprende que el amor es tuyo y que tú eres amor. (T.6.III.4.9)

Para tener paz, enseña paz para así aprender lo que es. (T.6.V.B)

Ante la duda, la más tetuda.

Esto suena bastante superficial, sobre todo si se refiere a los pechos de una mujer. En este sentido sería un refrán egoico, con el significado de que en las situaciones mundanas, cuando se tienen duda entre varias opciones, el ego nos empuja a que elijamos la que más nos aporta de manera inmediata, a corto plazo. Es un consejo superficial porque el ego es superficial.

Pero el refranero tiene consejos más sensatos:

Ante la duda, abstente.

Puesto que la duda es un tipo de miedo, cuando sintamos dudas, antes de elegir, si no es un asunto urgente, tomémonos el tiempo de recurrir al Espíritu Santo, y una vez que con Él estemos en paz, la duda desaparecerá y fluiremos con la opción adecuada.

Una variante más de la misma idea:

Ante la duda, consúltalo con la almohada.

La Almohada es preferible que sea el Espíritu Santo. Ante la duda, consulta con el Maestro interior de la paz y de la unidad, y entonces todo irá bien, pues estaremos alineados con el despertar.

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Índice de la serie sobre los refranes populares a la luz de UCDM: http://hablemosdeucdm.blogspot.com/2017/08/refranes-populares-la-luz-de-ucdm-indice.html

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