Nota: No siempre indico cuál es la interpretación normal del refrán. Muchos de estos refranes están explicados en esta web: http://cvc.cervantes.es/lengua/refranero/listado.aspx (empieza por los refranes que comienzan por la letra A, pero se puede hacer click en el resto de las letras para ver los demás refranes). Para esta serie de posts sobre los refranes, me apoyaré principalmente en 3 webs para seleccionar de ahí los refranes que me parezcan adecuados. La primera es la que acabo de linkear unas líneas más arriba, del refranero del Centro Virtual Cervantes. Las otras dos son estas:
Refranero castellano: http://www.refranerocastellano.com/refran/refran2.html
Refranes españoles: http://www.sonferrer.com/refranes/
La inmensa mayoría de los refranes que mencionaré están incluidos en una o varias de estas 3 webs (aunque la forma exacta en que se expresa un refrán puede varias de una web a otra). Quien quiera más refranes, en estas webs hay muchos más.
Comenzamos con los refranes:
A quien madruga, Dios le ayuda.
Cuanto antes aproveche mis oportunidades de perdonar, antes disfrutaré de la paz y de la gracia de Dios. ¿Para qué esperar y seguir "tragando conflicto" cuando puedo elegir perdonar y estar en paz? Las demoras son innecesarias. Como dice el Curso:
Las demoras pertenecen al ámbito del ego porque el tiempo es un concepto suyo. (T.5.III.5.1)
En la eternidad las demoras no importan, pero en el tiempo son ciertamente trágicas. (T.5.VI.1.3)
En realidad las demoras (conflicto) no existen, pues son una alucinación egoica. Pero mientras sigamos alucinando con ellas nos experimentaremos como si estuviésemos sufriendo, así que cuanto antes nos libremos de lo que no es verdad, cuanto antes madruguemos para soltar las ilusiones, antes disfrutaremos de la paz y de todo lo que la acompaña, que es lo único real. Cuanto antes nos pongamos con nuestra tarea del perdón y lo practiquemos con constancia, antes nos percataremos de la única realidad o Cielo.
¿Por qué esperar al Cielo? (L.131.6.1; L.188.1.1)
Es un bonito recordatorio este de "A quien madruga, Dios le ayuda"; no necesitamos referirlo a la forma (a madrugar físicamente), sino al contenido: abrirnos cuanto antes al bien, al amor, a la unidad, a la Realidad. Esto lo hacemos al abrirnos a practicar el perdón en nuestra vida cotidiana. Cuanto antes deshagamos la creencia en el conflicto, tanto mejor. Pero como los refranes tienen también contra-refranes, veamos lo que parecería el refrán opuesto si los interpretáramos al nivel de la forma:
No por mucho madrugar amanece más temprano.
¿Cómo podemos interpretarlo de modo que nos recuerde alguna idea compatible con la enseñanza de UCDM? Una manera podría ser así: Tratar de hacer esfuerzos desde el ego (como individuos separados) no nos conducirá a ninguna parte. El amanecer (la paz, la plenitud) no proviene de los esfuerzos individuales del personaje humano. El personaje humano ni siquiera es el hacedor: no siente nada, ni piensa nada, ni hace nada realmente. La separación equivale a conflicto. Debido a eso, por mucho que nos esforcemos individualmente por solucionar los problemas, el apaño no podrá ser definitivo, pues tarde o temprano reaparecerá el conflicto. Puesto que el ser individual es un ser separado (y por lo tanto, nacido del conflicto y basado en el conflicto), todo lo que se hace desde esa base conduce a perpetuar más de lo mismo: más conflicto. Por lo tanto, la paz no va a amanecer más temprano por mucho que tratemos de madrugar y apresurarnos a seguir la guía dual del ego.
Por otro lado, todos los acontecimientos del mundo de las formas están predeterminados por nuestra propia mente ontológica, y es esta mente ontológica la que los elige y des-elige, la que los ordena o los deshace, mientras que el personaje soñado, con su mente humana y su cuerpo humano, no hace nada de nada: por mucho que el personaje se esfuerce (madrugue) para cambiar las cosas, lo que se haya elegido a nivel ontológico de la mente, sucederá.
Pasemos a otro refrán.
No dejes para mañana lo que puedas hacer hoy.
Este se parece al de "A quien madruga, Dios le ayuda". Lo podemos interpretar del mismo modo: ¿para qué esperar al Cielo? ¿Para qué esperar a aprovechar para practicar nuestras lecciones de perdón? Cuanto antes perdonemos soltando nuestras ilusiones, antes disfrutaremos de la paz de nuestro verdadero ser. No dejemos para mañana el perdón que podamos practicar hoy. Ya que así el iceberg de culpa/miedo del ego se derretirá mucho antes.
Pero, por supuesto, si debido a nuestra resistencia a reconocer la verdad, nos sentimos tentados por las ilusiones (que son las demoras del ego para retrasarnos en el camino del despertar), entonces en vez de culpabilizarnos podemos echar mano de otro refrán:
Más vale tarde que nunca.
¡Exacto! Es maravilloso que perdonemos cuanto antes (pues no hay necesidad de sufrir; las demoras junto al ego son innecesarias), pero si debido a nuestra resistencia nos sentimos tentados a retrasar nuestro perdón, es bueno saber que no pasa nada malo, porque el perdón siempre sigue disponible para cuando nos sintamos dispuestos a aprovecharlo. Más vale perdonar tarde que nunca. Y el perdón siempre sigue ahí, a nuestro alcance. Tarde o temprano lo elegiremos. Todos elegiremos el perdón antes o después, en una vida ilusoria u otra. Nunca habrá nada que pueda impedirnos despertar del sueño; siempre podremos elegir la liberación de la dualidad, pues nada se ha roto: el pecado no existe y todo seguirá dependiendo siempre de nuestra decisión. Cuando finalmente nos cansemos de sufrir con el ego, elegiremos soltar el ego y despertar a la verdad. Cuanto antes, mejor, pero si nos retrasamos, más vale despertar tarde que nunca. De todos modos, el mundo del ego no es real: es un juego o sueño o alucinación. Cuando nos cansemos de tal juego infantil, elegiremos el perdón y despertar. Y ese momento será de alegría.
A buen entendedor pocas palabras bastan.
El refrán suele referirse con "buen entendedor" a la inteligencia humana (alguien listo entenderá en seguida lo que se le explique), pero nosotros vamos a referirnos por "buen entendedor" a la mentalidad abierta (M.4.X), es decir, lo opuesto a la resistencia y a la mirada limitada del ego. Es decir, que entender bien significa que estamos abiertos para practicar el perdón, comprendiendo la necesidad de deshacernos de las ilusiones, dejando de creer en ellas (al perdonarlas). Cuanta menos resistencia tengamos a despertar, más claramente veremos la necesidad del perdón, por lo que necesitaremos menos palabras para explicarnos y recordarnos esto. Debido a nuestra gran resistencia a despertar necesitamos que pacientemente se nos ofrezcan muchas palabras como recordatorio y como aclaraciones, y por eso Un Curso de Milagros tiene tantas palabras.
A caballo regalado no se le miran los dientes.
(Los antiguos, cuando compraban un caballo, examinaban sus dientes para deducir el estado de salud del animal, y así hacer una buena compra: un caballo sano y fuerte que les sirviera por largo tiempo).
Podemos interpretar esto como una invitación a no buscar defectos cuando percibimos algo: simplemente aceptar lo que los demás (o el mundo) tienen para ofrecernos (sus "regalos"), viendo lo bueno de ello, es decir, contemplando la amabilidad, independientemente de que el "regalo" parezca tener más o menos valor según los criterios del mundo de la forma.
Este refrán se puede utilizar también como recordatorio de cómo piensa el ego. Para el ego, el regalo de la dualidad es el caballo al que no se le miran los dientes: "a fin de cuentas es un regalo", dice el ego, "así que no lo examinemos a fondo". Pero al hacer caso de este consejo del ego, aceptamos el regalo envenenado de la separación/dualidad. Algunas de las formas de este regalo pueden parecernos muy atractivas a primera vista (por ejemplo las relaciones de amor especial). Pero si "les miramos los dientes", es decir, si las examinamos detenidamente (junto con el Espíritu Santo), veremos que más que un regalo es una trampa. Interpretando así la idea, entonces al caballo del ego sí que nos conviene mirarle cuidadosamente los dientes, para descubrir su engaño.
En resumen, aceptemos sin excusas todo lo que proviene del Espíritu Santo, pero miremos los dientes detenidamente a cualquier caballo regalado por el ego, pues los caballos del ego nunca son caballos amorosos, sino que siempre resultan ser caballos de Troya (con engaño y traición), que son lo contrario de una bendición.
A buen hambre no hay pan duro.
Cuando el deseo/necesidad es grande (gran "hambre"), no se ponen excusas y se acepta la ayuda que haya disponible, aunque no sea nuestra elección preferida o tengamos resistencia a ella (al "pan duro"). Cuando nuestro deseo o necesidad de despertar se vuelva grande, no esquivaremos el perdón como si fuera "pan duro", sino que lo abrazaremos muy contentos.
A cada cerdo le llega su San Martín.
El día de San Martín se celebra en algunos pueblos de España la "matanza del cerdo". El significado habitual de este refrán es que todo aquel que haya actuado incorrectamente, llegará el día en que recibirá el castigo por su pecado, cuando tendrá que pagar la culpa. Nosotros lo vamos a interpretar como que si persistimos en seguir los caminos del ego, el dolor acabará siendo inevitable. El "cerdo" siendo, entonces, nuestro ser separado, el cual al estar separado no puede conducir a la plenitud (totalidad) sino a lo que sea de su misma naturaleza: más separación. En otras palabras, si seguimos alimentando el conflicto (separación), lo que inevitablemente recibiremos es más conflicto. Pero dándole la vuelta, si elegimos alimentar (practicar) el perdón, el conflicto se derretirá como un copo de nieve ante el calor del sol del mediodía.
El que a hierro mata, a hierro muere.
Parecido al refrán anterior: si elegimos al ego y su conflicto/separación, recibiremos más conflicto/separación. Además, si vemos a los demás con una mirada "sucia" o "de hierro" (mirada dura, culpando a los demás), nos sentiremos "sucios" nosotros mismos, lo que equivale a morir, pues la muerte es la ilusión de falta de paz, y no podremos reconocer la paz mientras sigamos viendo culpa en los demás, en lugar de inocencia. Pues lo que vemos en los demás (culpa, o bien inocencia) es lo que secretamente creemos acerca de nosotros mismos.
Es un refrán de origen bíblico. Las palabras atribuidas a Jesús en el evangelio de San Mateo reflejan este refrán así:
Quien esgrime la espada, muere por la espada. (Mt 26:52)
Pero esto también tiene su antítesis: el que esgrime el perdón, vive por el perdón.
Es decir, que quien maldice a otros se maldice a sí mismo (permaneciendo en el sueño de la egoica dualidad), pero quien bendice a los demás se bendice a sí mismo (despertando a la verdad).
A grandes males, grandes remedios.
Podríamos parafrasearlo como: "A grandes ilusiones, grandes perdones". En otras palabras: no hay ningún mal tan grande que no se pueda solucionar. No hay ningún sueño tan intenso como para que no se pueda despertar. O, en palabras del Curso:
La Expiación —el último milagro— es un remedio, y cualquier clase de curación es su resultado. (T.2.IV.1.5)
Sin embargo, tan pronto como aceptes el remedio, habrás deshecho el miedo. (T.2.VI.8.8)
Al aceptar el remedio (luz), desaparece el mal (oscuridad), pues ningún mal es real. Y si todo mal es ilusorio y por lo tanto existe el remedio para despertar de él, entonces el despertar está garantizado: simplemente tenemos que elegirlo.
El final es indudable y está garantizado por Dios. (C.Epílogo.1.10)
Agua que no has de beber, déjala correr.
El significado de este refrán es no meter nuestras narices en los asuntos de los demás. Es decir, no involucrarnos en asuntos que no son de nuestra incumbencia. Desde el punto de vista del Curso, podemos poner el énfasis en no caer en la tentación de querer controlarlo todo, queriendo entrometernos en los asuntos de los demás, sin darnos cuenta a veces de las molestias que causa tal actitud.
En Un Curso de Milagros hay muchas ideas relacionadas con esta, por ejemplo la siguiente cita:
La única responsabilidad del obrador de milagros es aceptar la Expiación para sí mismo. (T.2.V.5.1)
Ocuparnos de nosotros mismos y de limar nuestros defectos (creencias egoicas), en vez de intentar corregir los defectos o situaciones de los demás. Dicho a la manera de la Biblia:
¿Por qué miras la paja que está en el ojo de tu hermano, y no miras la viga que está en tu propio ojo? ¿Cómo dirás a tu hermano: «Déjame sacar la paja de tu ojo», cuando tienes una viga en el tuyo? ¡Hipócrita! Saca primero la viga de tu propio ojo, y entonces verás bien para sacar la paja del ojo de tu hermano. (Mt 7:3-5) (la misma idea aparece también en Lc 6:41)
El siguiente refrán también tiene relación con el mismo tema:
Vive y deja vivir.
Querer controlar a los demás es una actitud neurótica, resultado de seguir la guía del ego, basada en el miedo y la separación.
A Dios rogando y con el mazo dando.
El significado clásico de este refrán es que además de pedirle ayuda en algo a Dios, nosotros debemos hacer nuestra parte si realmente queremos que se logre. Por ejemplo, cuando la gente construía un edificio de madera, había que trabajar duro con el mazo, clavando los clavos en las tablas, hasta acabar la construcción de la casa, independientemente de que también se rogara a Dios para que bendijera tal empresa. Como se suele decir, difícilmente va a tocarte la lotería, por mucho que reces, si no haces tu parte: cuanto menos, comprar un boleto para participar en el sorteo.
En la actualidad, este refrán ha tomado un segundo significado alternativo, refiriéndose con "el mazo dando" a hacer daño a alguien ("aporreando con un mazo"), tomando el refrán la forma de una crítica, por ejemplo ante la gente religiosa ("A Dios rogando") que luego en la vida práctica se comporta de manera cruel.
Utilizando el primero de estos significados, podemos utilizar el refrán para recordar que no basta con rogar a Dios por nuestro despertar de la dualidad, sino que ante todo tenemos que asumir nuestro papel con el "mazo del perdón", y seguir martilleando (insistiendo) una y otra vez con el perdón, hasta que el sistema de pensamiento del ego quede completamente deshecho y se produzca el despertar total o iluminación. Si de verdad queremos despertar, tenemos que insistir con el perdón. Pues, como dice la Biblia, al que pide se le dará, al que llama se le abrirá. Y el perdón es la manera de pedir el despertar y de llamar a la puerta del Cielo.
Al pan, pan, y al vino, vino.
Es decir: llamar a las cosas por su nombre, sin rodeos, sin disimulos ni ocultaciones. Sin engaños. Hablar de este modo directo, sin rodeos, llamando a cada cosa por su nombre, hace que todo sea claro y simple. Por eso el Curso dice:
Este curso es muy simple. (T.11.VIII.1.1)
La razón de que este curso sea simple es que la verdad es simple. (T.15.IV.6.1)
Este curso es la simple enseñanza de lo obvio. (T.31.IV.7.7)
No obstante, la verdad es muy simple: Todo poder es de Dios. Lo que no procede de Él no tiene el poder de hacer nada. (T.11.V.3.5-7)
¡Qué simple es la salvación! Tan sólo afirma que lo que nunca fue verdad no es verdad ahora ni lo será nunca. Lo imposible no ha ocurrido, ni puede tener efectos. Eso es todo. (T.31.I.1.1-4)
Al saber lo llaman suerte.
Lo llaman suerte, pero no lo es. En nuestro contexto del proceso espiritual, al despertar o iluminación lo llaman suerte. Pero el hecho es que el verdadero saber o conocimiento no-dual no se revela por mera suerte, sino que se acepta mediante el perdón.
A mal tiempo, buena cara.
Este es un refrán muy "ucedemiano", pues es una manera de expresar perdón: cuando las circunstancias son adversas y no podemos hacer nada, lo que sí podemos es cambiar nuestra actitud. De hecho, nos vale una de las interpretaciones habituales del refrán: "recomienda mantener el temple y no desanimarse cuando se presentan contrariedades y momentos difíciles, pues, pese a no poder cambiar la situación, se puede cambiar la actitud" (copiado de aquí).
El ajedrez es un juego de caballeros.
Este dicho pertenece al ámbito del juego del ajedrez. Se refiere a la deportividad y camaradería de los jugadores. No deja de ser un juego, y aunque uno se esfuerce en ganar la partida, una vez que se acaba, ambos jugadores se dan la mano como caballeros, deportiva y amablemente. En el contexto de UCDM, el "ajedrez" es el mundo de la dualidad, que es un juego/sueño/alucinación, y al ser un simple juego no hay por qué tomarlo demasiado en serio, por lo que podemos ser amables como perfectos y educados caballeros, independientemente de que las circunstancias del juego parezcan mejores o peores a nivel de la forma. Sabemos que el juego finalmente acabará, lo cual da tranquilidad. Así que, sean cuales sean las cartas que nos toquen en este juego que es el teatro de la vida, podemos ser amables y jugar la partida con tranquilidad.
Dios ayuda a quienes se ayudan a sí mismos.
Este refrán tiene relación con lo que ya hemos visto en el de "A Dios rogando y con el mazo dando". Es decir, que está muy bien pedir ayuda divina, pero nosotros también tenemos que desempeñar nuestro papel: practicar el perdón. Si queremos despertar con más rapidez, ya sabemos lo que conviene hacer.
El que no arriesga, no gana.
Este refrán tiene otras variantes, por ejemplo:
Quien no se arriesga, no pasa la mar.
Significa que para que alguien logre lo que desea, debe arriesgar algo. En el ámbito de la enseñanza del Curso, se nos explica que la Verdad es algo garantizado, pues es eterna e inmutable. Por lo tanto, solamente puede haber riesgo para las ilusiones. En otras palabras: lo único que arriesgamos es nuestro ego. Quien no se arriesga a perder su individualidad, no encontrará la felicidad del mar de la totalidad.
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Continuaremos con más refranes en posteriores posts (poco a poco, supongo que a lo largo de meses). Si estos posts acaban siendo numerosos, posiblemente acabe incluyendo algún post-índice para facilitar el acceso a esta colección de posts sobre los refranes.
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Actualización:
Índice de la serie sobre los refranes populares a la luz de UCDM: http://hablemosdeucdm.blogspot.com/2017/08/refranes-populares-la-luz-de-ucdm-indice.html
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Me ha gustado esta idea de interpretar refranes a la luz del Curso. Gracias Toni.
ResponderEliminarPues me alegro de que te haya gustado, Alberto. Va a haber más posts de este tipo, ya que me gustan los refranes. Y como la lista de refranes es bien larga y muchos de ellos me resultan interesantes, creo que podrían acabar surgiendo más de 10 posts sobre este tema.
EliminarEn 2012 ya jugueteé con tres refranes en otro de mis blogs:
http://jugandoalegremente.blogspot.com/2012/01/tres-refranes.html
Aunque esa vez comenté solamente 3 refranes, de manera muy breve pero simpática, sobre todo me hizo gracia darle la vuelta al de "más vale pájaro en mano, que cien volando".
Gracias por comentar.