Hola Toni, o ese es el nombre que he visto en tu blog sobre UCDM.
Yo
soy ((omito el nombre)), estudiante del Curso. Mi principal trabajo y propósito
desde que lo descubriera hace menos de 2 años. Estoy en la parte final
del libro de ejercicios y he leído y casi estudiado el Texto del Curso y
los libros de Gary Renard. Todo esto ha cambiado por completo el
enfoque de mi vida.
Contacto contigo porque
quizá puedas ayudarme con un algo: he tenido dos Revelaciones, ambas
arrebatadoras, la última hace menos de un mes. Tras estas experiencias
debería haberme sentido únicamente feliz, pero no ha sido así. Por
supuesto mi agradecimiento es enorme, pero me dejan muy tocada,
sensible, sacudida, abrumada... especialmente durante unas semanas
después de tenerlas. Siento que probar el Cielo me recuerda, por
contraste, que este mundo es una mierda sin sentido en la que me siento
atrapada, no paro de llorar y me pregunto cómo a un perfecto Hijo de
Dios se le ocurrió salir del Amor y no sé cómo se empeña (me empeño) en
seguir "escondido" en esta telenovela barata... me da rabia que estos
sentimientos eclipsen mi gratitud. Me gustaría saber si tú has tenido
estas experiencias y si es así cómo las has integrado.
Gracias,
((omito el nombre))
A continuación copio el email con el que respondí:
Hola ((omito el nombre)). Felicidades por la experiencia de la revelación. Yo no
he tenido esa experiencia. Pero me siento llamado a escribirte lo que
me viene a la mente al leer tu email.
En cierto
sentido la experiencia de la revelación es una experiencia muy
afortunada, pues es una experiencia sagrada que revela nítidamente la
verdad/conocimiento, pero como has podido ver por experiencia propia, en
otros sentidos puede resultar desafiante, sobre todo, como tú dices, al
compararla con el mundo de la percepción, o al surgir la impaciencia de
alcanzar cuanto antes el Cielo de manera definitiva.
Tengo
una amiga online, de Argentina, que hace años me comentó sobre sus
revelaciones, algunas de las cuales las había experimentado muchos años
atrás, mucho antes de encontrar UCDM. Ella también tuvo ocasión de
comprobar que una vez de vuelta en la vida cotidiana, el mundo seguía
siendo como siempre: y que la práctica del perdón sigue siendo la clave.
Esto no tiene nada de sorprendente si recordamos esta explicación que nos brinda el Curso en la Clarificación de términos:
El
conocimiento no es el remedio para la percepción falsa, puesto que al
proceder de distintos niveles, jamás pueden encontrarse. La única
corrección posible para la percepción falsa es la percepción verdadera. (C.4.3.1-2)
En
otras palabras, nos está diciendo que el remedio para la percepción
falsa (el sufrimiento, el mundo como desafío) no es la revelación
(conocimiento), sino el perdón (la percepción verdadera). O dicho aún de
otro modo: la revelación, por sí sola, no es garantía de una inmediata
iluminación. La única garantía para la iluminación definitiva es el completo
perdón. Y como nuestra resistencia a otorgarnos un perdón completo es
una resistencia tan intensa, es por ello que en términos practicos
convertimos el despertar en un proceso o camino gradual, donde poco a
poco vamos aprendiendo a aceptar un perdón cada vez mayor, hasta que
finalmente sea completo.
La revelación es
útil en muchos sentidos, por ejemplo para animarnos o para aclararnos
cuán plena es la meta de nuestro "viaje sin distancia" o proceso
espiritual, pero la principal utilidad de la revelación es que puede
servirnos de motivación para continuar practicando los medios que
conducen a la completa disolución del ego:
La revelación puede, de vez en cuando, revelarte cuál es el fin, pero para alcanzarlo, los medios son necesarios. (T.1.VII.5.11)
Por
lo tanto lo esencial, en el caso de alguien que está siguiendo el Curso
como camino, es continuar perdonando. La revelación puede volver a
presentarse o no, pero el perdón es la parte esencial para acelerar el
completo final del proceso de disolución del ego. Como decía la cita de
más arriba, la percepción verdadera es la única corrección posible para
la percepción falsa.
La integración, por supuesto, descansa en el perdón. Como dice el Curso, la revelación es una experiencia temporal:
La revelación produce una suspensión completa, aunque temporal, de la duda y el miedo. (T.1.II.1.1)
Es
como salir temporalmente del tiempo, pero tras la revelación nos vemos
de nuevo aparentemente inmersos en el tiempo, y por lo tanto el perdón
sigue siendo necesario. Mientras quede una sola astilla de
tiempo/ego/sufrimiento, el perdón seguirá siendo necesario.
Mencionas
los libros de Gary Renard. No sé si tendrás también el último, titulado
"Las vidas en que Jesús y Buda se conocieron". En él hay algunos
comentarios sobre la revelación, por ejemplo en las páginas 163-165 y
193-194. Si no tienes ese libro no pasa nada. Son simples comentarios
clarificadores, por ejemplo dice de la revelacion que «En algunos casos, el Espíritu Santo te ayuda a tener esa experiencia para animarte, para ayudarte a seguir adelante».
En
definitiva, en tu caso, la integración reside simplemente en seguir
manteniéndote en la práctica del perdón. Una vez que sales de la
revelación y te ves de vuelta en el mundo, sigues perdonando todo
aquello que te resulte incómodo o desafiante. Así vas pelando las capas
de la cebolla-ego (metáfora de Arten en "Tu Realidad Inmortal") y un
día, finalmente, el ego queda disuelto por completo y solo queda fluidez
y completa felicidad.
Si te apetece repasar esa "metáfora de la cebolla", la copié aquí: https://hablemosdeucdm.blogspot.com/2015/09/la-metafora-de-la-cebolla-aplicada-al.html
En
la vida cotidiana, durante el proceso de despertar vamos oscilando
haciendo zigzag entre la percepción verdadera (que nos brinda paz) y la
percepción falsa (que nos acarrea sufrimiento/culpa/miedo). La
revelación nos saca temporalmente de ese zigzag entre ambas
percepciones, porque la revelación es conocimiento, más allá de toda
percepción. Pero al acabar la revelación vuelve de nuevo el vaivén entre
la percepción verdadera y la falsa. La percepción verdadera conduce a
la revelación última, a la iluminación y finalmente al Cielo. Pero
mientras quede una sola gota de ego, habrá zigzag (en un grado u otro,
con una frecuencia/intensidad u otra) entre ambos tipos de percepción. Y cada
vez que salgamos de la percepción verdadera, estaremos cayendo en la
"tentación" o percepción falsa y por lo tanto experimentaremos una falta
de paz. Mediante el perdón, no obstante, podemos cambiar de la
mentalidad errónea (percepción falsa) a la mentalidad recta (percepción
verdadera) y así retornar a la paz. Y en este sentido el perdón es
nuestra herramienta constante, las 24 horas de los 365 días del año,
pues está siempre disponible como nuestra llave para la felicidad,
independientemente de que surjan también revelaciones o no. El camino
del perdón es seguro, porque su meta es fija y estable, nunca ha
cambiado:
Es un viaje sin distancia hacia una meta que nunca ha cambiado. (T.8.VI.9.7)
Releyendo tu email, podemos reflexionar sobre algún matiz práctico a raíz de lo que comentas:
Siento
que probar el Cielo me recuerda, por contraste, que este mundo es una
mierda sin sentido en la que me siento atrapada, no paro de llorar y me
pregunto cómo a un perfecto Hijo de Dios se le ocurrió salir del Amor y
no sé cómo se empeña (me empeño) en seguir "escondido" en esta
telenovela barata... me da rabia que estos sentimientos eclipsen mi
gratitud.
Por supuesto que en cuanto a las emociones (desánimo, rabia, miedo, etc) es siempre útil recordar la lección 5 del Libro de ejercicios, que presenta una de las ideas básicas del Curso: "Nunca estoy disgustado por la razón que creo". Cambia "disgustado" por la emoción que te perturbe. Por ejemplo, nunca sentimos rabia por la razón que creemos. La causa de nuestra rabia no es nada del mundo (ni siquiera la idea de haber "salido de la experiencia de la revelación"), sino que la causa es nuestra creencia ontológica de habernos separado de Dios. Esta creencia es en gran medida inconsciente, pero al sentir sus efectos (rabia, desánimo, impaciencia, sufrimiento, etc) podemos tomar conciencia de que aún hay ego oculto en forma de esta creencia enquistada en nuestra mente, y podemos desenquistarla al tomar conciencia de ella (observando nuestra rabia o lo que surja, sin juzgar la emoción, sin juzgar las apariencias, sino aprovechando para practicar el perdón con ello).
Por supuesto que en cuanto a las emociones (desánimo, rabia, miedo, etc) es siempre útil recordar la lección 5 del Libro de ejercicios, que presenta una de las ideas básicas del Curso: "Nunca estoy disgustado por la razón que creo". Cambia "disgustado" por la emoción que te perturbe. Por ejemplo, nunca sentimos rabia por la razón que creemos. La causa de nuestra rabia no es nada del mundo (ni siquiera la idea de haber "salido de la experiencia de la revelación"), sino que la causa es nuestra creencia ontológica de habernos separado de Dios. Esta creencia es en gran medida inconsciente, pero al sentir sus efectos (rabia, desánimo, impaciencia, sufrimiento, etc) podemos tomar conciencia de que aún hay ego oculto en forma de esta creencia enquistada en nuestra mente, y podemos desenquistarla al tomar conciencia de ella (observando nuestra rabia o lo que surja, sin juzgar la emoción, sin juzgar las apariencias, sino aprovechando para practicar el perdón con ello).
El pensamiento o sentimiento/idea de sentirte atrapada es también útil si lo utilizas como una oportunidad de perdón.
Dicho esto, pasemos a cuando dices que «Siento que probar el Cielo me recuerda, por contraste, que este mundo es una mierda sin sentido en la que me siento atrapada».
En
comparación con la Vida (o la revelación) el mundo no es nada, se ve su
pequeñez e insignificancia, puede parecer basura, o una mierda
(carencia/separación), etc. Puede resultar cansado y desalentador:
El mundo está muy cansado porque es la idea del cansancio. (T.5.II.10.6)
No obstante, sólo el tiempo se arrastra pesadamente, y el mundo ya está muy cansado. (M.1.4.4)
No
obstante, a medida que aprendemos a ver el mundo desde el punto de
vista del Espíritu Santo (la esperanzadora percepción verdadera), lo que
antes nos parecía una mierda sin valor puede verse a los ojos de su
único significado útil mientras dure la percepción. Y al igual que la
mierda puede verse como algo inútil o por el contrario puede verse
también como abono para las plantas y así brindar vida, el mundo que
bajo los ojos de nuestro ego parece una desalentadora trampa, pasa a
convertirse, al verlo con los ojos de la percepción verdadera del
Espíritu Santo (al practicar el perdón) en un aula de aprendizaje donde
aprendemos a perdonar, o en otras palabras, aprendemos a despertar, o en
otras palabras, aprendemos a reconocer que nunca nos habíamos dormido,
porque somos el Ser-Uno que nunca sufre, nunca se separa y nunca se
duerme.
Mediante el perdón podemos
aprender a elegir cada vez más establemente la percepción verdadera que
nos lleva a un sueño feliz, después al mundo real y finalmente al puro
conocimiento del Cielo. El mundo puede parecer muy cansado cuando caemos
en la tentación de verlo con los ojos del ego, pero mediante el perdón
Jesús, o el Espíritu Santo, nos muestra un nuevo mundo que contemplar,
uno que nos catapulta felizmente al Cielo, en vez de separarnos de Él.
Traigo
a vuestros cansados ojos una visión de un mundo diferente, tan nuevo,
depurado y fresco que os olvidaréis de todo el dolor y miseria que una
vez visteis. (T.31.VIII.8.4)
En cuanto a esta parte: «no paro de llorar y me pregunto
cómo a un perfecto Hijo de Dios se le ocurrió salir del Amor y no sé
cómo se empeña (me empeño) en seguir "escondido" en esta telenovela
barata...»
Puede serte útil recordar una de las enseñanzas esenciales del Curso, que dice que:
Tener plena conciencia de la Expiación es, por lo tanto, reconocer que la separación nunca tuvo lugar. (T.6.II.10.7)
Esta idea implica otra, pues van juntas: que el mundo no existe.
¡El mundo no existe! Éste es el pensamiento básico que este curso se propone enseñar. (L.132.6.2-3)
Esto
es clave en la enseñanza del Curso y Kenneth Wapnick hizo hincapié en
su importancia. Algunos comentarios al respecto (copiado de algo que
comenté en el foro, aquí):
En el blog hay muchos posts de Ken Wapnick respondiendo a diversas
versiones de esta pregunta, pero como borraron el índice debido a una
reclamación, puede costar encontrarlos. Pero dejo aquí algunos links
sobre ese tema titulado: "La gran pregunta": ¿cómo se originó el ego?
(diversas versiones):
http://hablemosdeucdm.blogspot.com/2016/01/facimoutreach-p-10.html
http://hablemosdeucdm.blogspot.com.es/2016/06/facimoutreach-p-88.html
http://hablemosdeucdm.blogspot.com.es/2016/01/facimoutreach-p-148.html
http://hablemosdeucdm.blogspot.com.es/2016/03/facimoutreach-p-504.html
http://hablemosdeucdm.blogspot.com.es/2016/07/facimoutreach-p-819.html
http://hablemosdeucdm.blogspot.com.es/2016/01/facimoutreach-p-1310.html
Etc. Todo esto se puede resumir en un par de palabras: Dios es (y no hay ninguna alternativa a Dios; no hay ninguna otra cosa para elegir).
http://hablemosdeucdm.blogspot.com/2016/01/facimoutreach-p-10.html
http://hablemosdeucdm.blogspot.com.es/2016/06/facimoutreach-p-88.html
http://hablemosdeucdm.blogspot.com.es/2016/01/facimoutreach-p-148.html
http://hablemosdeucdm.blogspot.com.es/2016/03/facimoutreach-p-504.html
http://hablemosdeucdm.blogspot.com.es/2016/07/facimoutreach-p-819.html
http://hablemosdeucdm.blogspot.com.es/2016/01/facimoutreach-p-1310.html
Etc. Todo esto se puede resumir en un par de palabras: Dios es (y no hay ninguna alternativa a Dios; no hay ninguna otra cosa para elegir).
Finalmente, recordemos que aprender a
desarrollar nuestra paciencia y a consolidar y generalizar nuestra
práctica del perdón es un camino frecuentemente gradual, un proceso
donde se requiere ejercitar poco a poco nuestra paciencia y confianza:
Ahora debes aprender que sólo la paciencia infinita produce resultados inmediatos. (T.5.VI.12.1)
No
se requiere, sin embargo, que tengamos mucha paciencia/confianza
inicialmente. Basta con que pongamos la poca que tenemos actualmente, y
al ir ejercitándola mediante la práctica del perdón, el resultado
espontáneo y natural será un incremento paulatino de esa
paciencia/confianza, que finalmente nos llevará a la "paciencia
infinita", que es certeza, que es conocimiento, y que al final del
proceso lo aceptamos completamente sin reservas, felizmente y con una
sonrisa en nuestro corazón.
Puede animarte repasar mensajes que nos da el Curso para darnos aliento, por ejemplo:
Tu camino es seguro y el final está garantizado. (L.317.2.3)
El
Epílogo de la Clarificación de términos es también potencialmente muy
consolador e inspirador. Puedes leerlo si lo ves oportuno. Comienza así:
No
olvides que una vez que esta jornada ha comenzado, el final es seguro.
Las dudas te asaltarán una y otra vez a lo largo del camino, y luego se
aplacarán sólo para volver a surgir. El final, no obstante, es
indudable. (...) El final es indudable y está garantizado por Dios. (C.Epílogo.1.1-3,10)
Por
lo tanto, bienvenida sea la revelación, la cual es íntegramente útil e
inspiradora, siempre que no nos olvidemos del perdón. El perdón, de
hecho, nos llevará finalmente de vuelta a la revelación junto con su
integración, que es lo que se llama "iluminación" y que el Curso lo
llama "mundo real". Sea, pues, bienvenida la revelación, así como el
perdón.
Un abrazo
Muchas gracias por comentar, Ángela.
ResponderEliminarSí, los nombres son solo nombres. A veces en mis posts basados en emails he eliminado el nombre, por simple pereza de no tener que preguntar para pedir permiso jejeje. Con frecuencia el comentario a posteriori es que daba igual haberlo mencionado, pero generalmente prefiero prevenir por si alguien se siente "citado en vano" jejeje
Hola. Me da gusto haber encontrado este blog, contribuye a que deje de sentirme sólo un poco más. También he vivido dos revelaciones y fueron realmente traumáticas pero lindas a la vez. De golpe, de un día para otro, empecé a percibir cierta unión entre los seres humanos y los animales, y todo lo vivo, casi enloquezco. El primer mes fue una constante la revelación, luego se fue diluyendo pero el sentimiento y el conocimiento se fueron afianzando. Luego tuve la segunda, que fue cuando conocí al Curso y poco después de empezarlo a una de mis creaciones. Voy a seguir leyendo el blog a ver con qué me encuentro. Pensé que estaba completamente sólo en esto de las revelaciones y que ningún otro ser había vivido una tan intensa como la mía. Pero veo, Toni, que en tus palabras y pensamientos hay sabiduría.
ResponderEliminarUn gusto haber encontrado este lugar y cualquier cosa que quieras, estoy a tu disposición :) saludetes
Hola de nuevo, Cristary.
EliminarSon experiencias muy buenas las que describes. En el lenguaje del Curso encajan más bien como un tipo de "milagros", lo cual es muy beneficioso para acercar el despertar. La primera apunta a un tipo de experiencia similar a lo que en el Curso se llamó "comunión" (en un sentido elevado). La comunión puede representarse en relación a personas, animales, incluso con objetos o con ideas, o con el mundo en su totalidad. Son percepciones de mentalidad recta que aceleran el despertar.
La diferencia con la revelación es que la revelación es una experiencia pura de conocimiento, más allá de todo ser perteneciente al mundo.
No se suele hablar mucho de la revelación, pero he encontrado un par de pinceladas que se dio al tema en la web de Kenneth Wapnick, en respuesta a un par de preguntas:
¿Es posible tener la experiencia de la revelación sin haber alcanzado aún el estado de Conciencia Crística?:
https://hablemosdeucdm.blogspot.com/2016/06/facimoutreach-p-601.html
¿Tener una experiencia personal de la unidad con Dios es una experiencia normal?:
https://hablemosdeucdm.blogspot.com/2016/06/facimoutreach-p-1012.html
En cualquier caso, mediante el perdón se disipan los obstáculos a la paz y a la revelación. Por eso el Curso nos anima constantemente a practicar el perdón no-dual.
Enhorabuena por tus experiencias, que seguramente son el reflejo a nivel externo de un perdón que has efectuado internamente, conscientemente o no.
¡Un abrazo y seguimos unidos en el camino a Casa, donde en realidad ya estamos!