domingo, 13 de septiembre de 2015

El perdón al estilo-UCDM: ¡No es para tanto! (Entrevista a Ken Wapnick)

Entrevista de Susan Dugan a Ken Wapnick. Dada a conocer en octubre de 2011.

El perdón al estilo-UCDM: ¡No es para tanto!

Por: Susan Dugan

((Nota de Toni: el título de esta entrevista se refiere a que el perdón al estilo de UCDM se parece a la siguiente actitud: cuando veamos algo que nos preocupe, nos disguste, nos asuste o nos moleste de cualquier manera, en vez de verlo como algo real y amenazador, recordemos que es una simple ilusión y que no es algo tan serio ni tan importante como parece... como si dijésemos: «Vaya, es una ilusión y realmente no tiene importancia; a fin de cuentas... ¡No es para tanto!»))

Recientemente tuve la suerte de sentarme para entrevistar a Ken Wapnick una vez más, mientras asistía a un taller de FACIM ((Foundation for a Course in Miracles - Fundación para Un curso de milagros)) en Temecula, California. Sentí más que nunca el resplandor de la fe inquebrantable de Ken en una inocencia que nos incluye a todos y a todo, incluso a este caos de estudiante del Curso. :-) Sus respuestas a mis balbuceantes preguntas llegaron mucho más allá de su forma hasta el contenido fundamental, el cual siempre es alguna versión de "¿por qué no puedo dejar de deshacerme del amor?". Su respuesta, en todas las circunstancias, para todos los estudiantes del Curso, sigue siendo la misma. Tú tienes, tú puedes, y tú eres. Simplemente deja de golpearte a ti mismo y de hacer una gran cosa de eso ((no darle importancia a lo sucedido, no tomar las cosas demasiado en serio)); ¡no es para tanto! Simplemente haz lo que el Curso dice lo mejor que puedas cada día con cualquier cosa que parezca surgir en el aula de clases de tu vida. Y luego perdónate a ti mismo cuando te olvidas o te resistes. El resto cuidará de sí mismo.

Recientemente me he dado cuenta de que puedo practicar el perdón en situaciones "normales" —dentro del contexto de mi estructurada vida diaria o aula de clases— pero no tanto cuando las cosas parecen abrumadoras. Durante los últimos dos meses mi suegra murió de forma inesperada, mi hija se iba a la universidad por primera vez, y tuvimos que mudar a mi suegro a Denver, entre otras cosas. Hubo un montón de eventos y decisiones estresantes y emotivas, e incertidumbre sobre el futuro. Así que me sentí muy fuera del momento ((desubicada, desconcertada, fuera de onda, en definitiva, des-sintonizada del momento eterno o instante santo; en otras palabras, inquieta en lugar de en paz)) y noté que me parecía no poder seguir centrada en el perdón y entonces me volvía muy crítica conmigo misma. ¿Qué debería hacer? 

No haces nada excepto decir "estoy haciéndolo lo mejor que puedo. Se trata de una etapa desafiante y trataré de recordar tan rápidamente como pueda", y eso es todo. Y el problema, como sabes muy pero que muy bien, no es la diminuta y alocada idea ((T.27.VIII.6.2)), sino el tomarla en serio. Así que el problema no es que te estás olvidando, ni salir del momento y quedar atrapada en los momentos del mundo, el problema es el autojuicio ((juzgarse uno a sí mismo)). Esa es la línea de fondo ((lo esencial, el resumen, la conclusión)).

Siempre cito la línea sobre practicar el instante santo: que el instante santo no requiere que no tengas pensamientos que no sean puros, sino que no tengas ninguno que desees conservar ((T.15.IV.9.1-2)). En otras palabras, vas a tener pensamientos impuros ((en el contexto de UCDM, pensamientos "impuros" se refiere a los juicios: pensamientos de crítica, de condena, de necesidades, comparaciones, culpa, etc)), y vas a olvidarte ((de perdonar; de que eso que te preocupa es solo una ilusión; de la onda del despertar)), y vas a quedar atrapada en el mundo, pero si tú juzgas eso, si te sientes culpable, entonces estás conservándolo. Y tener una relación con Jesús o el Espíritu Santo significa únicamente eso. Si puedes mirar al asunto sin juicio entonces dices: "Estoy haciéndolo lo mejor que puedo. Todavía me siento tentada por mi ego, y aún estoy usando el mundo como una defensa, pero eso no me convierte en una persona pecadora". Y eso es todo lo que haces.

OK, esta es una pregunta relacionada. Al final de ese fin de semana en el que estuve otra vez en Maryland para el funeral de mi suegra y ayudando a vaciar la casa, las continuas actividades y emociones de las personas que me rodeaban no perturbaron realmente mi sensación de paz interior. Solo pensaba: "Todo está bien; reconectaré e iré dentro de mí cuando pueda". Pero después, en el camino a casa, tuvimos otro vuelo realmente turbulento llegando a Denver y me inundó el terror otra vez y empecé a negociar con Jesús. Le decía: "Mira, yo sé lo que el Curso dice. No hay mundo. No hay cuerpo. Pero casi no he dormido y he tenido un montón de asuntos que tratar". Yo le daba todas estas excusas mundanas. Y dije: "Sé que tú no estás aquí en la ilusión, pero necesito sentir como que estuvieras aquí ahora mismo. Te necesito aquí para que me ayudes ahora mismo". Y entonces, auténticamente no experimenté la turbulencia. ¿Pero es correcto hacer eso? Me siento como si me estuviera lanzando de vuelta hacia abajo por la escalera de la oración de la que se habla en el Anexo El Canto de la Oración.

No, no, no; por supuesto que eso está bien; no pasa nada. Este es el asunto: mientras pienses que eres Susan necesitarás un símbolo de alguien que no esté loco como Susan. Jesús es el mejor símbolo que podrías tener, así que ¿qué hay de malo en eso? Sí, a la larga él es un símbolo y Susan es un símbolo y todo eso es cierto. Pero eso es en lo alto de la escalera. Y mientras pienses que te sientes cansada, estresada y asustada por turbulencias, eso significa que aún crees que eres un cuerpo. Estás en un cuerpo y la peor cosa que puedes hacer es negarlo. Mientras pienses que eres una persona necesitarás un símbolo de una persona sin ego y sin juicios, y Jesús es perfecto. Y puedes tener conversaciones con él y una relación con él y hacer cualquier cosa que quieras. A la larga, todo desaparece.

Siento que le necesito más cuando estoy menos amorosa, más asustada. 

Sí, y no solo no hay nada malo en eso, sino que es del todo correcto porque no es conveniente saltar pasos ((no es conveniente autoengañarnos pensando que ya hemos llegado de un salto a lo alto de la escalera del despertar sin haber pasado por todos los peldaños)).

He dejado marchar un montón de ira en una de mis relaciones especiales y eso es un trabajo en progreso y siento mucha gratitud por el aula de clases ((de la vida)). Pero por otro lado no me siento como que esté realmente feliz en el sentido mundano ((en el sentido del mundo, o sea, desde el punto de vista que suele verse la felicidad a nivel del mundo)), en el sentido de (obtener) placer de la relación. Me parece que no es importante, que lo realmente importante es mi mente que está siendo sanada y aprendiendo a ser amable. 

Sí, pero si una persona ha vivido una vida de infelicidad, sufrimiento, dolor, depresión, etc., entonces es muy de la mentalidad correcta tener una vida en la que seas feliz en el sentido mundano. Tal como he dicho durante años, la ira no es una emoción humana básica, la ira no es el ser y el fin de todo, pero si tú has vivido una vida en la que has reprimido tu ira, entonces un estado provisional de sentirte cómoda estando enfadada es muy útil. Es normal, y no solo normal, es una corrección basada en la mentalidad correcta porque antes de que puedas dejar marchar tu ira tienes que aprender a no tener miedo de ella. Y la manera de no tener miedo de ella si tú has tenido toda tu vida miedo de ella, es aprender a expresarla y decir: "Bueno, no ocurren cosas terribles si me enfado". Y así, eso es útil.

Aún tengo miedo de eso a veces. Crecí con eso. 

Está bien. De modo que, si te enfadas, tienes que ser capaz de decirte a ti misma que "esto no es un pecado". No hagas caso ((literalmente: no escuches)) a las voces de las figuras con las que creciste. Sí, es una reacción egoica ((enfadarse)), pero no es el fin del mundo. Yo como tres o cuatro veces al día, respiro, bebo agua. No hagas una gran cosa de ello; no es para tanto.

Ves, es ahí donde puedes quedar atrapada. Y yo creo que las personas que me escuchan pueden quedar particularmente atrapadas porque yo hago hincapié en la metafísica y la verdad de que el mundo es una ilusión. Pero también hago hincapié en que aún creemos que somos cuerpos. En cuanto a esa pregunta que me hiciste anteriormente sobre Jesús: sí, Jesús es una ilusión y todo lo de aquí es una ilusión, pero somos cuerpos. Dentro de la ilusión nos identificamos como cuerpos. Así que, mientras estés aquí, aprendes a ser amable. No niegas tu cuerpo, no niegas tus necesidades corporales, no niegas tus necesidades psicológicas; pero no haces una gran cosa de ellas, porque sabes que no es para tanto, así que no les das excesiva importancia. Esa es la corrección; no darles importancia a esas cosas porque no son para tanto.

No es diferente de algo que también digo: que mucho de esto está escrito en un lenguaje simbólico. Y cuando el Curso dice que Dios te echa de menos ((T.2.III.5.11)), que él está incompleto sin ti ((por ejemplo en T.9.VII.8.2; T.9.VIII.9.8; evidentemente, también se dice lo contrario cuando se habla más propiamente, como por ejemplo en T.11.I.5.6)), que él llora ((en T.5.VII.4.5 aunque se tradujo "weeps" por "se lamenta", en lugar de "llora", pues significa ambas cosas)); bueno, obviamente eso es un símbolo. No es cierto. Pero es una corrección de la mentalidad correcta para la creencia del ego de que Dios está enfadado. Así que hay un mito del ego y como respuesta Jesús nos ofrece ahora su mito. Así que antes de que puedas ser consciente de que Dios no sabe nada acerca de ti como persona individual, es muy útil tener la experiencia de que Dios no está enfadado contigo. Dios me perdona y me ama. Y a la larga eso no es literalmente cierto, pero no puedes ir desde aquí hasta allá sin dar los pasos intermedios.

Por lo tanto, no solo se trata de ser amable ((bueno)) con otras personas, se trata de ser amable ((bueno)) con uno mismo. El término "bondad" ((kindness significa bondad pero también amabilidad)) no aparece en el Manual para el maestro entre las características de los maestros de Dios, pero el término "mansedumbre" ((gentleness)) sí aparece ((M.4.IV)). Y ambos términos, bondad/amabilidad ((kindness)) y mansedumbre ((gentleness)) van de la mano ((para entender esto bien puede ser útil saber que en inglés los términos kindness y gentleness, aunque tengan matices diferentes, ambos comparten un matiz de significado: ambos implican amabilidad)). Y es precisamente una cuestión de ser bueno ((o amable, kind)) y dulce ((o gentil, y también amable, gentle)) con uno mismo. Y así precisamente darme cuenta de que aún no estoy allí, pero voy de camino. Y lo que te acelerará en tu viaje es no darle importancia a tu ego ((no hacer gran cosa del ego; no hacer del granito de arena que es el ego una amenazadora montaña; a fin de cuentas, no es para tanto, es una mera ilusión)); eso es lo fundamental.

Y eso nos lleva a un par de cuestiones relacionadas. Yo soy uno de esos estudiantes del Curso que han hecho la primera parte del Libro de ejercicios ((hasta la lección 200, o hasta la 220 si contamos las del último repaso)) tal vez diez veces. Pero la segunda parte del Libro de ejercicios parece que estuviera escrita en árabe. Hago lecturas para empezar una clase o algo, porque el lenguaje de esa parte es tan hermoso, pero no tengo una experiencia directa de Dios. Creo que eso me está volviendo cada vez más consciente del miedo que le tengo a Dios. ¿Es eso parte del objetivo de la segunda parte del Libro de ejercicios? Sé que en realidad se supone que esa parte trata sobre la revelación.

Bueno, en parte es para intentar hacer a Dios más accesible. Pero muchas de esas lecciones tienen contenido real. Yo creo que se te da una visión general de lo que sucederá cuando realmente dejes de lado tu ego cada vez más. Por eso el énfasis del Libro de ejercicios (como se indica en la primera línea del Epílogo) es que "Este curso es un comienzo, no un final", así que puedes pasar el resto de tu vida practicándolo. La parte II te muestra cómo es más adelante ((te muestra cómo es la vivencia en momentos posteriores, cuando el ego está bastante más deshecho)). Yo no me preocuparía sobre eso. Sí, todavía tienes mucho miedo, pero estás trabajando en dejar ir las causas del miedo. Estás aprendiendo a practicar la bondad-amabilidad ((kindness)) con los demás y contigo misma. Estás aprendiendo a no hacer de tu ego un gran problema, a no hacer de tu miedo un gran problema ((not a big deal: algo sin importancia, que no es problema, que no es para tanto)). No te preocupes sobre la otra parte ((la segunda parte del Libro de ejercicios; y lo que ella simboliza: los avances en el proceso del despertar)). Ella cuidará de sí misma.

Pienso que en el instante santo tengo una experiencia más directa de nuestra plenitud, donde me siento verdaderamente amada por primera vez; y realmente amorosa. Así que eso también es ((es lo que buscamos, es un vislumbre de la verdad, de nuestro verdadero ser, de la plenitud de la unidad)), ¿verdad?

Correcto, sí. Simplemente no te compliques; no te preocupes; tómatelo con calma; hazlo fácil, no seas exigente contigo misma.

Eso no es realmente mi fuerte, Ken.

Bueno, estás mejorando en eso. Pero simplemente acuérdate de que el problema no es el ego, es tomarlo en serio.

Creo que tal vez mencionaste eso antes. ((Sobre todo en la anterior entrevista que le hizo, que posteé aquí: http://hablemosdeucdm.blogspot.com/2015/09/he-mencionado-que-eres-demasiado-serio.html))

:-) (Sonríe)

Sé que experimento paz cuando me dirijo de nuevo de regreso a la mentalidad correcta. Y ahora soy muy consciente casi todo el tiempo de que soy el tomador-de-decisiones. Pero a veces me siento simplemente paralizada a la hora de tomar una decisión. Como si yo fuera un espectador observándome a mí misma en la escena de un accidente, simplemente fascinada con la ilusión e incapaz de elegir. ¿Así que se trata de lo mismo? Simplemente esperar hasta que pase. No tomarlo en serio. 

Te voy a dar un cosquilleo de plumas antes de que dejes de acordarte de eso. Así que sientes que estás atascada, ¿y qué? El problema es cuando de algún modo te culpas a ti misma ((mortificándote; comiéndote la cabeza; dándole vueltas a eso)) por estar enfadada, o con miedo, o atascada. Entonces eso se solidifica. De lo contrario se disuelve lentamente.

OK. Tú usas la analogía de los DVDs para describir las películas de nuestras vidas que parecemos estar proyectando ahí fuera e involucrándonos con ellas. Últimamente me he experimentado a mí misma reproduciendo el mismo DVD una y otra vez en una relación especial. Es el mismo argumento. Y entonces me detengo, me vuelvo hacia la mentalidad correcta en busca de una interpretación diferente y entender lo que realmente está sucediendo y siento paz y liberación, pero luego, unos días o semanas más tarde, me encuentro reproduciendo el mismo DVD. Supongo que este tema es parecido al de la pregunta anterior. ¿Es solo mi miedo? 

Sí. No es gran cosa (( = no es para tanto; no es importante)). Lo que es importante es no tomar eso en serio, y no darle más poder es precisamente también darme cuenta de que estoy eligiendo esto porque tengo miedo del amor. Tengo miedo de lo que sucedería si dejara ir completamente mi ira, mis problemas y mi miedo. Así que simplemente me detengo ((porque no tenemos demasiadas ganas de encontrarnos tan pronto con el amor jejeje, así que nos paramos y repetimos los DVDs del ego, lo cual, como dice Ken, no tiene nada de malo ni tiene importancia)). Conoces la línea que cité ayer sobre mirar el problema tal como es, y no de la manera en que lo has urdido ((supongo que se refiere a la cita de: T.27.VII.2.2)). Eso es todo lo que necesitas hacer. No seas tan seria.

Así que es como esa parte del Manual titulada: "¿Debe repetirse la curación?" ((M.7)). Estoy buscando evidencias ((en la forma, como en el ejemplo que se desprende de lo que ha citado de M.7, cuando buscamos en la forma evidencias de que la curación ha tenido realmente lugar, cuando en realidad lo importante es la curación de la mente, veamos efectos de ello en la forma o no)) de que estoy en la mentalidad correcta. Qué tontería.

Sí, y después quieres estar libre de ego y eso será la prueba. Lo que te mostrará tu progreso espiritual con el Curso no es estar libre de ego; es no convertirlo ((al ego y sus aparentes consecuencias)) en algo importante.

Simplemente más de esa ligereza ((jovialidad, desenfado, etc; lightness en inglés)), esa dulzura ((recordemos que gentleness: dulzura, amabilidad, gentileza, mansedumbre con uno mismo y los demás)).

Sí.

¿Es posible pescarnos a nosotros mismos antes de volvernos desagradables con nosotros mismos o con los demás, antes de proyectar nuestra culpa sobre alguna persona o sobre alguna cosa que aparentemente están ahí fuera, o sobre el cuerpo en el que creemos que vivimos y con el que nos identificamos?

Claro; esa es la meta. Por lo general todo el mundo está jugando a pescar ((a pillarse proyectando la culpa; en otras palabras, corrigiendo mediante el perdón en cuanto se "pescan" o se dan cuenta)). Pero la idea es que el tiempo de reacción, el tiempo que pasa entre que proyectas y te das cuenta de la proyección, comenzará a reducirse, de manera que en vez de tomar un día tomará una hora, en lugar de una hora tomará un minuto o segundos. Y finalmente atraparás el pensamiento ((en la mente, antes incluso de proyectarse)). Y el pensamiento no es mi enfado contigo; el pensamiento es mi miedo al amor que estoy sintiendo. Y una vez que sucede eso, llega la culpa, y después llega la proyección.

Digamos que estás sentada en la clase (en la Fundación) y estás fluyendo con lo que se dice y te sientes muy ligera, y de repente surge el miedo. Entonces de lo que se trata es de pescar ((atrapar, ser consciente de)) eso. De repente te sientes nerviosa, o tensa, o pensando sobre la cena, o pensando sobre tu familia. En cuanto eso empieza a suceder, te dices "no estoy molesta a causa de esto" ((relacionado con L.5)). Mi mente no está distraída debido a esto ((mi mente no está molesta a causa de la cena por ejemplo, sino debido al miedo al amor del que habla Ken)). Me he asustado del hecho de que realmente he oído lo que se estaba diciendo ((se supone que era una charla sobre espiritualidad)) y estaba fluyendo con esto, lo cual significaba que no había ego ((y eso es precisamente lo que nos asusta: al no haber ego, fluye el amor, y al tener miedo del amor, usamos alguna de las triquiñuelas para rechazarlo)). Cuanto más puedes hacer esto —y no tomas al ego en serio— más fácil te será acercarte más y más a ese pensamiento ((el pensamiento de miedo al amor)) hasta que seas capaz de pescarlo justo cuando suceda. Pero conforme avanzas en el camino eso se vuelve cada vez más natural.

Y el tiempo que se necesita para redirigirse disminuye ((obviamente se refiere a redirigirse a la mente, a la causa, al meollo de todo el asunto, a volvernos conscientes de ese miedo al amor)). Veo que no puedo mantener la proyección por mucho tiempo, principalmente porque me resulta muy dolorosa. Tengo mucha más conciencia y no tengo tantos filtros ((filtros, o defensas, que suavicen o disimulen lo absurdo de las ilusiones, y por este motivo parecen provisionalmente molestar más, lo cual es un aliciente para terminar de deshacerlas y por fin disfrutar de una constante paz)).

Eso es maravilloso. Porque cuanto más doloroso es ese pensamiento y cuanto más dolorosas se vuelven las proyecciones, más fácil es volver hasta el pensamiento original y decir: "Ya no quiero esto". Y sucederá así, Susan.

He notado cuando doy clases —a pesar de que la mayor parte del tiempo Susan está desaparecida y por eso me siento tan bien— que a veces cuando los asistentes me hacen preguntas me pongo a pensar si estaré explicándolo adecuadamente y entonces regreso al ego y me siento fatal.

Por lo tanto, simplemente sé consciente de eso. Y la cuestión no es que en tus clases expliques las cosas incorrectamente. El problema es que empezaste a dudar de ti misma, lo cual es una decisión. Así que ese es el "principio de Pedro", ¿sabes? (San Pedro caminó sobre las aguas un momento, hasta que le entraron dudas y su fe flaqueó). De repente te pones a decir: "Dios mío, si estoy enseñando, estoy caminando sobre el agua". Y entonces tienes miedo. Llega la duda y te preguntas si estás respondiendo correctamente las cuestiones que te plantean, si estás dando la respuesta correcta. Y eso se convierte después en el hecho. Pero el verdadero hecho es que simplemente tuviste miedo de ese mundo sin ego.

En el taller de ayer estuviste hablando de que Helen decidió no hacer lo que el Curso dice a pesar de que ella sabía que es la verdad, y hablaste también de que ella era una maestra de sabiduría muy avanzada. Así que, ¿por qué ella no eligió hacer lo que el Curso dice? Tú dijiste que eso era simplemente el disfraz de Helen. ¿Qué significa eso? 

Pienso que fue un disfraz. Si ella hubiera vivido lo que el Curso dice, eso hubiera desplazado al Curso. Habrían surgido personas que hubieran hecho de Helen una diosa, una persona santa; y eso habría sido terrible. Yo creo que el propósito de la llegada de Helen fue traer el Curso al mundo. No enseñarlo. No convertirse en un ejemplo de la enseñanza del Curso, sino traerlo al mundo. Y si ella hubiera sido quien ella era realmente, eso no habría sucedido ((porque el Curso podría haberse echado a perder, disminuido ante el culto a la personalidad de Helen, eclipsado tras el mito que harían de Helen sus admiradores)). Me refiero a que ella habría traído el Curso al mundo, pero el Curso habría quedado apartado del mundo.

Ella se habría convertido en la protagonista. 

Eso comenzó a suceder de todos modos, pero ella no hizo nada para fomentar eso; de hecho, ella desaprobaba de manera activa esa actitud. Y las personas que llegaron a conocerla y que hablaron con ella decían ((sorprendidos)): "¿Es esta la señora que ha escrito esto?". Y yo solía decirle a ella: "¿Es este el rostro que lanzó mil cursos?". Porque ella no actuaba como la persona que uno podría pensar que habría puesto por escrito esto ((el Curso)).

Y sin embargo tú siempre hablas de ella como alguien que oraba con los demás. 

Ella nunca rechazaba la petición de ayuda de nadie. Ella era increíblemente servicial y esto venía siendo así desde años antes del Curso. Ella era una persona muy reservada y tenía en alta estima su tiempo a solas con su marido en el apartamento donde vivían, pero si alguien necesitaba ayuda ella salía de su ruta. Entonces ella veía a la persona en cuestión, hacía llamadas telefónicas, se ocupaba de esa persona; ella era increíble. De hecho en su funeral —puesto que no se me permitió hablar del Curso porque Louis ((su marido)) no quería nada directamente religioso— hice referencia a las muchas personas presentes a las que Helen había ayudado. Así que ella se sentía cómoda haciendo eso. Sus cosas de ego —su disfraz— no se interponían en el camino. Ella era muy servicial, muy sabia. Ella no era una terapeuta en el sentido usual de la palabra. Ella simplemente te decía cuál era el problema. Haz algo sobre eso. Perdona a esta persona. Ella era muy buena en ayudar a la gente a perdonar a sus familias. Pero ella no trabajaba con la gente en el sentido habitual.

En este taller me he dado cuenta de que estás siendo realmente muy directo desafiándonos tal vez a pasar al siguiente nivel en la práctica del perdón. No sé cómo decirlo, pero tengo la sensación de un cambio.

Es verdad. Creo que he estado haciendo eso en el último año. No es algo que yo haya decidido conscientemente. No planeo lo que voy a hacer. Pero ciertamente me he dado cuenta desde hace varios meses que estoy intensificando la enseñanza. En la Escuela "sobre la muerte y el moribundo" (efectuada en la última primavera) y en el seminario inmediatamente anterior hablé sobre el "¡Que la paz ponga fin a semejantes necedades!" de la lección 190 del Libro de ejercicios ((L.190.4.1)), y lo comparé con la historia de mi nieto sobre "Pon fin al asunto del bebé".

¿Puedes contar esa historia otra vez? 

Hace aproximadamente un año Gloria y yo estuvimos visitando a nuestro nieto, que en ese momento tenía cuatro años, y lo recogimos de la guardería. Y él nos contaba esta historia sobre este matón de la clase llamado Becket. Y Becket estaba burlándose de las personas porque él era un año mayor o así. Él estaba llamando "bebé" a otros niños. Finalmente el profesor le llevó aparte y le dijo: "Pon fin al asunto del bebé, Becket". Pero la manera en que mi nieto lo dijo era tan adorable, y no dejaba de repetirlo. Y hablamos de eso. Eso le causó una gran impresión a nuestro nieto. Básicamente, eso es lo que le he estado diciendo a la gente desde entonces.

Creo que si nos fijamos en mi enseñanza a lo largo del tiempo, más de 30 años, es como una escalera. Y aunque no estoy diciendo nada diferente, la presentación es diferente. Y soy consciente de que eso es una manera de decir: "OK; ya es suficiente". Es el mismo concepto que "Que la paz ponga fin a tanta necedad" ((L.190.4.1)), solo que un poco más atractivo. Pero soy consciente de que mi enseñanza se ha intensificado en ese sentido. He estado diciéndole a la gente que si eres realmente serio sobre este Curso —y prácticamente todo el que viene aquí lo es— entonces tienes que realmente empezar a ponerlo en práctica.

Y he estado haciendo hincapié en dos cosas: la bondad ((o amabilidad - kindness)), de la cual siempre he hablado; y la idea de que eres una mente, y no un cuerpo. Y tal como estuve diciendo ayer, tienes que pensar realmente en lo que el Curso dice y empezar a sacar las conclusiones lógicas. No hay mundo, ni cuerpo, ni problema, y todo eso es una invención. Por tanto, sí, soy consciente (de un cambio). No sé exactamente cuándo empezó, yo no lo planeo, pero sí, está sucediendo y no sé a qué llevará eso.

Bueno, el tiempo no existe, pero dentro del sueño, en un vídeo donde salía Bill Thetford recuerdo una referencia a una "aceleración celestial". (("aceleración celestial" es la traducción literal de "celestial speedup", que en algunos libros también se ha traducido como "prisa celestial", y que evidentemente también podría expresarse con otras expresiones de significado similar, como "emergencia celestial", "apresuramiento celestial", etc))

Eso no está en el Curso. Ese es uno de los mitos del Curso. Helen escribió —y ella nunca dijo que lo dijera Jesús— que había una aceleración celestial. Y algún tiempo después de eso, Jesús le dijo a Helen: "No creas en nada que forme parte de un marco temporal"; lo cual pienso que estaba destinado a incluir la idea de una "aceleración celestial". Él habla de que el Curso ahorra tiempo en términos de que un individuo puede ahorrar miles de años ((por ejemplo en T.1.II.6.7 y en L.123.7.3 y en M.1.2.13)) en su camino de expiación al perdonar, al elegir el milagro. Pero no hay un plan; eso es una trampa. Y la gente ha tomado eso fuera de contexto y entonces ellos pasan a ser la gente especial que forma parte de la aceleración. Y así uno se siente bendecido por ser estudiante del Curso en esta época, y es todo tan especial. Pero, ¿cómo puede haber una aceleración celestial cuando todo está ya acabado? No hay un plan. Pero, repito, Helen nunca dijo que Jesús le hubiera dicho eso a ella. Creo que ella dijo que eso venía de ella, o algo así. Muchas de las cosas que Helen escuchó en aquellas primeras semanas y meses son simplemente inexactas. ((Sobre la "aceleración celestial", quien tenga a mano el libro «Ausencia de felicidad", escrito por Ken Wapnick y publicado en español por la editorial El Grano de Mostaza, encontrará referencias concretas más detalladas en ese libro, sobre todo en las páginas 204 y 205, y algunas páginas más donde se toca el tema de forma más o menos directa; el resto de páginas están señaladas al final del libro en el "Índice de Helen Schucman", en la pág. 549 del libro, en la columna de la derecha, referenciado con el nombre de "prisa celestial")) 

¿Sus defensas ((de Helen)) estaban todavía ahí?

Sus defensas estaban ahí aún, su equipo de emisión y recepción estaba aún un poquito sucio. La metáfora es que si viajas lejos de tu casa por un tiempo y cuando vuelves le das al grifo, el agua sale oxidada. Tienes que dejar correr el agua un rato hasta que vuelve a salir limpia. Así que bueno, la capacidad de Helen para sintonizar y escribir lo recibido estaba un poco oxidada. Esto resulta obvio cuando lees el material más temprano ((los primeros meses, creo recordar, hasta aproximadamente el capítulo 5 del Texto, que es el motivo por el que posteriormente Jesús la ayudó a corregir esa parte, como explicó Ken en su artículo sobre los manuscritos: http://hablemosdeucdm.blogspot.com/2015/05/ken-wapnick-la-historia-de-los.html)). Por supuesto que el Urtext (la edición original sin editar) se ha divulgado ((como decía, para más detalles léase el link que acabo de indicar en mi nota anterior, el del artículo de Ken sobre la historia de los manuscritos de UCDM, donde explica un poco sobre la causa de los errores en el Urtext y sobre muchos temas relacionados)); lo cual es lamentable porque la gente cree que eso procede de Jesús, lo cual es una absoluta tontería: un montón de eso procede de las interferencias de Helen ((como se explica en el artículo que ya he mencionado dos veces —con esta tres jejeje— en este párrafo)). Y eso cambió tras el cuarto capítulo o así, cuando el lenguaje se volvió más puro y más hermoso, y puedes sentirlo.

Así que esa idea de la aceleración celestial llegó realmente pronto ((en la fase temprana de recepción, cuando Helen todavía no se había afinado por completo como receptora)). Y Helen fue influenciada por Edgar Cayce y fueron a visitar la A.R.E. (Association for Research and Enlightenment) ((Asociación para la Investigación y la Iluminación)) y ella fue influida por Cayce ((de nuevo, esta anécdota se amplía con más detalles y otras anécdotas en el artículo de Ken sobre los manuscritos de UCDM)). Parte del lenguaje temprano era como el de Cayce. Un Espíritu Santo espiritualizado; eso es una cosa tomada de Cayce; "los (individuos, seres) separados" es una frase de Cayce —eran "caycismos". La idea de una aceleración celestial es absolutamente una cosa del estilo de Cayce.

Bueno, gracias por eso; porque aún hay tanto que hablar de cosas como esa en la comunidad del Curso.

Bueno, por eso hago hincapié en que el Curso fue escrito por una persona.

¿No eran seis? 

Eso era la referencia de Helen a las cinco o seis personas que lo entendían.

¿Puedo ser una de ellas? ¡Por favor! 

(Risas) Pero lo que Helen decía es que este Curso había sido escrito para muy pocas personas porque la gente no iba a entenderlo.

Las personas quieren entenderlo; pero simplemente tienen miedo de él ((del Curso; de lo que enseña)).

Sí, están aterradas. Por tanto las personas empequeñecen el Curso, tratando de bajarlo a su tamaño ((se trata de nuestra manía de distorsionar la enseñanza, a lo cual el Curso se refiere a veces como la tentación del ego de llevar la verdad a la ilusión, en lugar de lo correcto que es llevar la ilusión a la verdad, o el error a la luz)). Así que supongo que en cierto sentido lo que estoy diciendo es que tú tienes que crecer dentro del Curso; no trates de bajarlo a tu tamaño (("tamaño" viene a referirse a nuestro actual nivel de comprensión: o sea, no tratar de convertir la enseñanza del Curso en algo del mundo, en algo dual, sino que lo beneficioso es al contrario: tratar de elevarnos nosotros al nivel de comprensión del Curso)). Sí, puedes decir que le tienes miedo; eso es realmente honesto y legítimo, pero no te conviene cambiar el Curso para que estés más cómodo con él. Y la idea de la aceleración celestial solo engendra especialismo. Esa idea hace real el mundo, hace real la salvación, hace que los números sean reales, y hace que la gente sea especial; y eso debería decirte que esa idea no puede ser válida.

Tengo una pregunta relacionada que probablemente solo sea un análisis más del ego. Pero yo amo verdaderamente el Curso. Amo todo de él: el lenguaje, la enseñanza. Incluso amo ((la sección llamada)) "Los obstáculos a la paz" ((T.19.IV)), lo cual me convierte en una especie de psicótica cuando consideramos lo que esa sección dice sobre la persona que lee el libro. Así que a veces me preocupa que puedo estar desarrollando una relación especial con el Curso.

No vayas ahí, Susan. Habla con Jesús, ama la escritura, ama el Curso, ama lo que este dice. Y luego perdónate a ti misma por tener miedo.

OK. ¿Tienes algún tipo de práctica espiritual que haces tú mismo o que recomiendas? ¿El Curso habla (en las "Reglas para tomar decisiones" (((T.30.I))) y en el Manual) ((por ejemplo en M.29, sobre todo en los párrafos 3 y 5)) de poner al Espíritu Santo a cargo de nuestro día o de hacer que aprender del maestro interior del perdón sea nuestro principal objetivo cada mañana y recordarlo frecuentemente a lo largo del día?

Claro. He recomendado eso a muchas personas, cuando sentía que les ayudaría. No es necesario, excepto en el contexto del Libro de ejercicios. (Pienso que es importante hacer el Libro de ejercicios más o menos como él mismo indica). Pero hay personas que realmente se benefician de eso y yo creo que puede ser muy, muy útil. A lo que animo, en el caso de las personas que meditan y que sienten que eso es una experiencia enriquecedora, es a que hagan del día completo una meditación. No solo cuando ellos están sentados en silencio. Sino captar esa tranquilidad y permitir que se extienda a través de ellos aunque ellos pasen a estar muy, muy ocupados. Así que, en ese sentido, la meditación puede ser muy útil.

Se convierte en el otro lado de la espada de doble filo cuando esa práctica se convierte en un Dios por derecho propio ((cuando se la idolatriza)) y no hay una continuidad a lo largo del día. Tener una maravillosa experiencia por la mañana y luego salir fuera y detestar a esta o aquella persona que han hecho que me ponga nervioso o temeroso. ((Por ejemplo, si idealizamos la meditación y la convertimos en un ídolo —en un momento ESPECIAL—, de manera que nos sentimos cómodos y tranquilos cuando meditamos pero nos sentimos peor o como que nos falta algo en el resto del día cuando no estamos sentados meditando; esa tendencia de especialismo se va depurando conforme tomamos conciencia de que la tranquilidad o la meditación es algo que sucede durante todo el día si nos lo proponemos, y que aunque en los ratos de meditación formal nos puede resultar más fácil estar tranquilos, podemos aprender a llevar esa tranquilidad al resto de situaciones del día, como dice Ken Wapnick, y cuando nos resulte difícil eso, entonces acordarnos de que hemos elegido mal y perdonar esa mala decisión. Este tema, que aparece implícitamente en muchas partes del Curso, por ejemplo muchas de las veces que se habla del instante santo, se puede ver también en la sección T.18.VII: "No tengo que hacer nada", donde se menciona la meditación, pero sobre todo al final se habla del centro tranquilo, o el tranquilo centro, que es referido al tema que estamos tratando aquí))

Entonces es cuando se disocia. ((Se refiere a cuando nos separamos de los demás, y de nuestro propio Ser, del cual los demás en la forma son símbolos, y de quienes nos disociamos cuando proyectamos sobre ellos nuestro conflicto interior)) 

Sí, y hay pasajes en el Manual que hablan de cómo deberían pasar el día los maestros de Dios ((especialmente en M.16)), y una especie de advertencia sobre eso ((también en M.16, así como en la sección T.18.VII que he mencionado en la respuesta anterior)). Pero yo pienso que la meditación es maravillosa si se trata de una experiencia confortable y enriquecedora. Pero si es una tortura, no la hagas.

Y no necesitas un montón de tiempo para ir dentro. ((Referido a las meditaciones largas o "maratónicas" en el sentido formal))

No, no lo necesitas. Se trata de la voluntad de cuestionar tus proyecciones. Una vez más, como he estado diciendo recientemente ((por ejemplo en una de las entrevistas anteriores que le hizo Susan Dugan, la titulada: "El Curso realmente funciona")), basta con que hagas dos lecciones del Libro de ejercicios, la 5 y la 34: "Nunca estoy disgustado por la razón que creo" y "Podría ver paz en lugar de esto". Podrías llevar las ideas de estas dos lecciones contigo a lo largo de todo tu día y eso es lo que sería la meditación, la práctica. Empiezo a sentirme molesto o disgustado, nervioso, temeroso, y digo: "No estoy disgustado por la razón que creo" y "en este momento dado podría sentir paz en lugar de lo que estoy sintiendo". El "no estoy disgustado por la razón que creo" me trae del mundo a mi mente, y es la mente tomadora de decisiones la que puede elegir la paz, en lugar del conflicto. Y de eso se trata; no tienes que hacer nada más.

Porque entonces la sanación ha sucedido —independientemente de si sientes inmediatamente la paz o no. 

Sí. Eso es. Esa es la práctica.

Fuente: http://www.foraysinforgiveness.com/forgiveness-acim-style-no-big-deal

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