sábado, 6 de agosto de 2016

Facimoutreach P-939

¿Por qué dice el Curso que los medicamentos físicos son una forma de hechizo?

P-939: Un Curso de Milagros dice que los medicamentos físicos son una forma de hechizo. ¿Podríais explicar a qué se refiere? ¿No dijo Dios que Él nos dio todo lo que necesitamos, incluyendo las hierbas con las que hacer los medicamentos?

Respuesta: Aunque la Biblia y nuestras religiones occidentales se basan en la premisa de que Dios creó el mundo y todo lo que hay en él, Un Curso de Milagros no comparte esa premisa. De acuerdo con el Curso, «el mundo es una percepción falsa» (L.PII.Preg3.1.1), «se fabricó como un acto de agresión contra Dios» (L.PII.Preg3.2.1) y «se fabricó con la intención de que fuese un lugar en el que Dios no pudiese entrar y en el que Su Hijo pudiese estar separado de Él» (L.PII.Preg3.2.4). Nada de lo que hay en este mundo físico podría haber venido de Dios porque Él es perfecta unidad mientras que este es un mundo de separación y multiplicidad. Así que, evidentemente, Dios no está en este mundo y ni siquiera sabe nada acerca de él. La totalidad de este mundo, nuestra identidad individual, nuestro cuerpo y todos nuestros problemas, sólo existen en nuestra mente. Precisamente hemos imaginado todo esto para mantenernos a distancia del Amor de Dios. Y hemos imaginado también —por la misma razón— todas las cosas que parecen ayudarnos o darnos placer.

En cierto sentido, cada vez que parecemos ser ayudados por algo externo, estamos diciéndole a Dios que no necesitamos Su Amor porque hemos encontrado algo mejor. Esto es lo que el Curso llama magia —el intento de resolver los problemas externamente cambiando algo en el mundo físico. Estamos practicando este tipo de magia casi todo el tiempo. Cuando nos sentimos molestos por las palabras o acciones de las personas, queremos cambiarlas. Cuando tenemos molestias físicas, damos al cuerpo un tratamiento. El problema con este enfoque es que nunca podrá conducirnos a un estado duradero de paz. Si nos las apañamos para conseguir que alguien cambie, siempre surgirá otra persona que nos moleste. Si nos tomamos una píldora para el dolor de cabeza, tarde o temprano habrá otra parte del cuerpo que hará de las suyas y fallará.

Jesús nos ofreció su Curso para ayudarnos a darnos cuenta de que nuestros intentos de magia no producen resultados duraderos o satisfactorios porque no abordan nuestro único verdadero problema —la culpa provocada por la creencia de que nos hemos separado de Dios y hemos destruido Su Amor. El Curso nos informa de que esta autoacusación es falsa, y nos insta a que tengamos como único objetivo nuestro redespertar a la paz de Dios. El método que establece para lograr eso implica cambiar de maestro interno. Esto es lo que el Curso define como milagro —el cambio de percepción desde el sistema de pensamiento del ego de pecado, culpa y miedo, hasta el sistema de pensamiento del Espíritu Santo basado en el perdón. Cuando estemos dispuestos a pedir este cambio una y otra vez, seremos conducidos a lo largo de un suave proceso de despertar en el que finalmente nos daremos cuenta de que todos nuestros problemas son imaginarios y no tienen ningún poder para arrebatarnos la paz ni la felicidad.

Nuestra elección ante cualquier situación aparentemente problemática es muy simple. Podemos intentar hacer magia tratando de cambiar la imagen externa de nuestra vida. O podemos elegir el milagro al pedir ayuda para cambiar la condición interna (nuestra manera de pensar) que nos conduce a ver la imagen como un problema. El pasaje al que tu pregunta se refiere dice: «La magia es el uso insensato o mal-creativo de la mente. Los medicamentos físicos son una forma de "hechizo", pero si tienes miedo de usar la mente para curar, no debes intentar hacerlo» (T.2.V.2.1-2). En otras palabras, como todavía tenemos miedo del Amor de Dios y del poder de nuestra propia mente, hay veces en las que elegir la magia es lo mejor que podemos hacer. Jesús quiere que sepamos que hacer eso está bien. Aunque la magia no nos va a dar lo que realmente queremos, usarla no es malo, perverso ni pecaminoso.

Así que si tienes un problema físico y crees que una medicación te ayudará, deberías tomarla y no sentirte culpable. La medicación no te llevará más cerca de la paz de Dios. Pero podemos acercarnos a esa paz tomando nuestra medicina con una amable sonrisa que dice: "Ahora mismo estoy asustado y eso está bien".

((Nota: Puede encontrarse información relacionada con este tema en las secciones "Milagros" físicosMagiaEnfermedad del índice de P&R.  También tiene relación la cita L.140.10 del Libro de ejercicios, recordando siempre que este tipo de afirmaciones se refieren al contenido [a cuál es nuestro enfoque a nivel mental] y no significan que tengamos que adoptar ninguna conducta en concreto. En otras palabras, no importa si tomamos medicamentos o no, sino nuestra actitud mental de perdón y de no tomar los medicamentos como algo "serio" o real, independientemente de si los tomamos o no [al igual que todos respiramos, aunque la respiración sea otra de las formas que adopta la magia; simplemente no "endiosamos" la respiración... ni los medicamentos, creyendo que sirve de algo cambiar lo externo en vez de cambiar internamente de decisión mental]))

Link original en inglés: http://www.facimoutreach.org/qa/questions/questions188.htm#Q939

Índice de las P&R traducidas: http://hablemosdeucdm.blogspot.com/2015/11/indice-de-traducciones-de-p-de.html

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