¿Cómo puedo experimentar paz y dejar ir el miedo y la culpa?
P-916: He estado deseando durante mucho tiempo tener algo de paz, un poco de amor en mi vida, y estoy muy triste. Soy muy duro conmigo mismo y no sé cómo ser de alguna otra manera. Estoy esforzándome mucho por hacer lo que el Curso dice, lo de mirar a mi ego con Jesús. Hoy he estado haciendo esto otra vez y estaba leyendo una respuesta que escribisteis a alguien (la P-387) sobre que cuando estamos identificados con nuestros egos tenemos más dificultades para escuchar la guía de Jesús, ya no hablemos de aceptarla y seguirla. Me gustaría poder decir que no estoy muy identificado con mi ego, pero lo estoy, así que ¿hay esperanza para mí? No voy en busca de una salida fácil. Realmente creo que cada palabra de Un Curso de Milagros es la verdad. Quiero que funcione, quiero desprenderme de mi auto-odio, mi miedo y mi culpa. ¿Qué sugerís que haga?
Respuesta: Lo primero que te interesa aprender es a ser más amable contigo mismo. Y esto empieza aceptándote a ti mismo exactamente donde estás, identificándote con tu ego, sintiéndote infeliz, triste, solo, frustrado, lleno de culpa y de auto-odio. Y esta genuina autoaceptación puede parecer una de las cosas más difíciles de conseguir del mundo, pues creemos que tenemos tales sentimientos, que tenemos que hacer algo para cambiarlos, como si los sentimientos fueran el problema. Pero no lo son —ellos son solamente el efecto. El verdadero problema es que queremos sentirnos como nos estamos sintiendo, y por lo tanto decir que queremos cambiar cómo nos sentimos es negar el poder de nuestra mente de haber elegido inicialmente sentirnos de esta manera. Todavía creemos que hay circunstancias externas, tales como la falta de amor en nuestra vida, que son la causa de cómo nos sentimos. Y entonces no importa cuán dispuestos creamos estar a buscar dentro la respuesta, que seguiremos buscando que cambie lo externo.
El siguiente paso es preguntarte por qué querrías sentirte de esta manera. Lo creas o no, todos nos sentimos a gusto hasta cierto punto con nuestros así llamados malos sentimientos. Nos resultan muy familiares, y gran parte de nuestra identidad está amarrada a ese tipo de sentimientos. A fin de cuentas, ¿quién sería yo sin mi tristeza, sin mi auto-odio y sin mi desesperanza? Y si elijo seguir en el dolor y la desesperación, cuán realmente enfadado debe estar Dios conmigo por haberle robado mi pequeña triste vida. Ahora bien, por lo general este tipo de pensamientos no son conscientes, pero sin embargo siguen dictando nuestra decisión de seguir infelices, hasta que nos volvemos más conscientes de ellos. Así que, tras empezar a aceptar cómo te sientes sin tratar de cambiar tus sentimientos, es posible que desees empezar a pedir ayuda para ver cómo esos sentimientos son en realidad tu propia decisión. Tomar conciencia de esto puede ser un vislumbre fugaz o podría golpearte como como una tonelada de ladrillos, pero tu parte es simplemente estar dispuesto a permitir que esto llegue hasta la superficie de tu conciencia. En realidad se trata de pensamientos muy tontos (absurdos), pero mientras sigamos manteniéndolos ocultos, pueden parecer bastante oscuros y serios.
¿Sabías que estás preparándote a ti mismo para fracasar con el Curso? Al comentar sobre la pregunta P-387, la cual dice que es difícil escuchar a Jesús cuando estás identificado con tu ego, concluyes que únicamente le oirás cuando ya no estés (nunca más) identificado con el ego. Eso no es lo que dice la respuesta a esa pregunta —y sería un estado casi imposible (o casi sin esperanza) de intentar lograrlo, porque ¡significaría que sólo podrías escuchar a Jesús cuando ya no tuvieras necesidad de su ayuda! La respuesta a la pregunta P-387 se refiere simplemente a que vas a oscilar entre los momentos en que estás identificado con tu ego, en los que Jesús parece estar a kilómetros de distancia, y los momentos en los que te has desidentificado temporalmente de tu ego y eres capaz de observarlo sin juicio. En tales momentos la ayuda de Jesús estará disponible, hasta que vuelvas a asustarte y empujes de nuevo su amor hacia fuera (negándolo, rechazándolo). ¡Y únicamente tu ego negaría que hayas tenido alguna vez tales experiencias del amor y la guía de Jesús!
El Curso no es algo en lo que tengas que esforzarte mucho o trabajar duro. Jesús sólo nos pide que tengamos una pequeña dosis de buena voluntad, y esa buena voluntad es simplemente la voluntad de mirar lo que hemos elegido y hemos querido hacer real en nuestra vida, sin juzgarnos por haber tomado esa decisión. A medida que miramos con Jesús nuestra decisión demente por el ego, empezaremos a ser capaces de sonreír con él a lo tontos que hemos sido, y en esos momentos los efectos de haber elegido la culpa, el pecado y el dolor simplemente se disiparán. Realmente es así de simple, y sólo nuestra propia resistencia, debida a que no queremos creer que somos dignos del amor, hace que parezca difícil en lo más mínimo.
Link original en inglés: http://www.facimoutreach.org/qa/questions/questions183.htm#Q916
Índice de las P&R traducidas: http://hablemosdeucdm.blogspot.com/2015/11/indice-de-traducciones-de-p-de.html
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