lunes, 8 de abril de 2013

De las tinieblas a la luz

Este post está basado en unos mails escritos en marzo de 2013:

¡Qué buenas referencias! Ramana... la lección del día de UCDM... En cierta manera podemos decir que cada vez que escuchamos/leemos a Ramana y sobre todo (en el caso de los estudiantes de Un Curso de Milagros) UCDM, cualquier parte leída veremos que es aplicable a nuestras situaciones diarias. Tanto las lecciones del Libro de ejercicios, como las orientaciones más coloquiales del Manual del maestro, y también el Texto, ¡el Texto lo aclara todo!, cada vez que lo releo más claro lo tengo. Y cualquier parte de UCDM, por ejemplo el Texto da y repite, y repite y aclara, y aunque en las primeras relecturas no captamos algunas cosas, luego captamos más, y desde la primera lectura lo que importa es simplemente nuestra buena predisposición: estar dispuestos, estar receptivos (a la escucha de Él, y a aplicar sus sugerencias).

Ten paciencia. Eres la Felicidad imperturbable. Todos lo somos. ¿Pero por qué nos despistamos jugando a "perder" lo que somos? Bueno, no se trata de "por qué", sino de si estamos dispuestos ahora a dejar de jugar a eso. Y si lo estamos, se nos proveen los medios para despertar: UCDM, símbolos para perdonar, intuiciones, vislumbres, etc. La paciencia es buena, porque el éxito está garantizado. Conforme practicamos UCDM (con las lecciones, nuestra vida, estudiándolo más a fondo, etc) nos desatascamos de las ilusiones. Ir practicando el Curso te conducirá a la fe.

La fe es una ayuda muy relevante. No me refiero a la fe "religiosa", sino a una convicción por la verdad, y esa fe o convicción va aumentando poco a poco conforme practicamos el Curso. La fe y la confianza hacen que todo sea muy fácil. De primeras parecemos no tener mucha fe en la verdad, pero si tenemos la suficiente para abrirnos un poquito y así practicar UCDM, hacer las lecciones, etc, entonces esta práctica aumentará nuestra fe.

Cuando la fe está ya aumentadísima es cuando se trata del "maestro de Dios avanzado", entonces es todo muy fácil y alegre, pero esa fe tan aumentada viene como resultado del proceso de abrirnos a ella poco a poco (mediante el estudio de UCDM, practicar las lecciones, perdonar, etc), por lo que lo idóneo es que mientras tanto tengamos paciencia, usando mientras tanto la poquita fe que ya tenemos. La fe nos ayuda a desapegarnos de las ilusiones. La fe nos une. La fe abre el camino para la paz, y cuando la paz predomina, la verdad puede sernos revelada para siempre. Pero el final del proceso ya llegará cuando corresponda (en realidad ya ha llegado). Nuestra parte es este momento, la pequeña dosis de buena voluntad que irá fortaleciendo nuestra fe.

Te digo esto para que no te desanimes ni te culpabilices. La fe aumentará. Pero no hay motivos para sentirnos desanimados por tener dudas (las dudas son falta de fe). En este mundo es lo normal tener dudas. Pero podemos reconocer la fe en nosotros (por poca que pensemos que tenemos, pero la hay, la fe está ahí, si nos aquietamos en silencio o leemos UCDM la notaremos). Usemos la mucha o poca fe que tengamos para fortalecerla y despertar. Quienes estamos estudiando el Curso es obvio que tenemos una buena dosis de fe, suficiente para esta etapa, porque si no tuviésemos suficiente fe, no estaríamos con el Curso, sino que consideraríamos que el advaita (no-dualidad) es "una tonta pérdida de tiempo" jejeje

Te animo a ser paciente pero sin renunciar a disfrutar de la quietud amorosa en este mismo momento. Ahora es el momento. Ahora estás bien. Sigue con UCDM y siéntete a salvo, siempre es ahora y no te preocupes por el futuro. Es sensato tener paciencia porque por mucho entusiasmo que tengamos, no podemos completar las lecciones de UCDM en un solo día o en una semana, ni podemos releer el Texto entero 10 veces en un solo día. Pero se nos dará el tiempo que pidamos para poder releerlo más pausadamente, en los días que sean, y tiempo para practicar las lecciones y perdonar los símbolos que van surgiendo. Llega un momento en que la fe ha aumentado más, y en que uno se siente a gusto con la etapa en que se encuentre, sin prisas por iluminarse ¡pero sin pausas! Y entonces se disfruta más relajadamente y la fe continúa aumentando. Acabamos sintiendo con gran fe y relajación que todo lo que sucede (incluso lo que percibimos) es para bien. Todo podemos usarlo como un trampolín para despertar.

De poco nos ayuda saber que nuestro Ser ya está iluminado si eso nos lleva a perder la paciencia con nosotros mismos. Pero si estamos dispuestos a reconocer la verdad (la cual ya somos) y nos mantenemos receptivos a las ayudas que recibimos, entonces todo brotará y lo que ya está aquí resultará evidente: la Plenitud de Ser.

Percibamos lo que percibamos, podemos usarlo para desanimarnos ("¡Oh, aquí vienen complicaciones otra vez, debo ser muy mal estudiante de la no-dualidad!") o podemos usarlo para despertar tal como nos enseñan las enseñanzas no-duales ("Esto que percibo me disgusta pero me recuerda que tengo algo aquí para perdonar y para acordarme de que todo es un asunto mental, y para recordar al Espíritu Santo y a mi verdadero Ser"). Si usamos todo para despertar, en lugar de desanimarnos nos sentiremos animados, elevados, y nuestra fe irá aumentando al igual que nuestra conciencia de la paz.

     Toda situación que se perciba correctamente se convierte en una oportunidad para sanar al Hijo de Dios. Y éste se cura porque tú tuviste fe en él, al entregárselo al Espíritu Santo y liberarlo de cualquier exigencia que tu ego hubiese querido imponerle. Ves, por consiguiente, que es libre, y el Espíritu Santo comparte esa visión contigo. (T.19.I.2.1-3) (Pág. 443)

La fe la vamos sintonizando (aumentando) paulatinamente mediante nuestra buena predisposición a estudiar y practicar el Mensaje que enseña UCDM (o la "resonancia" profunda que cada uno siga). Podríamos reconocerla totalmente ahora, de golpe, si nos permitimos soltarlo todo (desapego de todas las ilusiones). Pero UCDM se ha escrito para quienes necesitamos apoyo más constante para ayudarnos a ir soltando los apegos a un ritmo que nos resulte beneficioso y tranquilizador. Así que tengamos paciencia. En este momento ya disponemos de las cualidades necesarias para vivir hoy bien, practicando las lecciones que el día de hoy nos traiga, sabiendo que son lecciones para recordar el amor y no para seguir creyendo en la separación. Con el Curso vamos practicando y aprendiendo, vamos entrenando para que cada día nos resulte más fácil abrirnos a la fe y olvidarnos de las costumbres limitadoras del ego. Cada día un "pasito" es suficiente, la meta está ya aquí y la reconocemos al ritmo apropiado. El desenlace final es seguro: la iluminación. Como dice UCDM, este caminito del despertar no es un camino que requiere tiempo ni espacio (excepto el que creamos necesitar para soltar relajadamente las ilusiones) porque el tiempo y el espacio no existen, son ilusiones, y en cuanto a la meta del camino, ya está aquí, es nuestro Ser y ya Somos Lo Que Somos.

     Es un viaje sin distancia hacia una meta que nunca ha cambiado. (T.8.VI.9.7)

Esa frase viene muy bellamente acompañada, en ese párrafo también se dice lo siguiente:

     No podemos estar separados. Lo que Dios ha unido no se puede separar, y Dios ha unido a todos Sus Hijos en Sí Mismo. ¿Cómo ibas a poder estar separado de tu vida y de tu Ser? El viaje a Dios es simplemente el redespertar del conocimiento de dónde estás siempre y de lo que eres eternamente. Es un viaje sin distancia hacia una meta que nunca ha cambiado. La verdad sólo puede ser experimentada. No se puede describir ni explicar. Yo puedo hacerte consciente de las condiciones que la facilitan, pero la experiencia en sí forma parte del ámbito de Dios. Juntos podemos satisfacer sus condiciones, pero la verdad vendrá a ti por su cuenta. (T.8.VI.9.7) (Págs. 166-167)

Mientras tanto, mantengámonos tranquilos pues hay motivos para la tranquilidad: el Espíritu Santo nos acompaña siempre, y nos cuida mimosamente. Así que mantengámosnos tranquilos, permitiéndonos sentir más confianza, y practicando el Curso para así aumentar nuestra fe (el perdón deshace el ego, y cuanto menos "iceberg" quede [la metáfora del "iceberg de la culpabilidad"] más aumenta la fe).

Cuando dejamos a la fe resplandecer sin limitarla, eso es muy bueno. El Curso habla muy bien de la fe. Por ejemplo dice:

     La fe puede ser intercambiada por el conocimiento tan fácilmente como el mundo real. Pues la fe surge de la percepción del Espíritu Santo, y es señal de que compartes ésta con Él. (T.19.I.12.1-2) (Pág. 446)

Recuerda que lo importante no es lo que parece suceder con el cuerpo (las apariencias del nivel de lo corporal), sino que todo sucede en la mente y la solución está en la mente (el cambio de mentalidad).

     La gracia no se le otorga al cuerpo, sino a la mente. (T.19.I.13.1) (Pág. 446)

La fe nos ayudará:

     No hay nada que la fe no pueda perdonar. (T.19.I.14.4) (Pág. 446)

No seamos exigentes, ni siquiera con nosotros mismos (las exigencias proceden del miedo). La fe irá viniendo si practicamos el Curso. No podemos exigir que esté ya crecida sin haber realizado nuestra pequeña parte: estar dispuestos a que venga (practicando la enseñanza e invitando al Espíritu Santo a que haga Su tarea de limpiarnos de ilusiones, entregándoselas a Él).

Cuando surgen símbolos para perdonar, no tenemos que desanimarnos: ¡surgen precisamente como una oportunidad que nos acerca al despertar! El hecho de percibir símbolos no es nada malo si estamos dispuestos a perdonarlos. Como cité en algún otro mail hace poco:

     La salvación no te pide que contemples el espíritu y no percibas el cuerpo. Simplemente te pide que ésa sea tu elección. (T.31.VI.3.1-2) (Pág. 745)

(Lo anterior es aplicable a todo, hay que generalizarlo, por ejemplo: "La salvacion no te pide que no percibas problemas/ilusiones. Simplemente te pide que los perdones")

Y otro párrafo que cité en otro mail y que también comienza diciendo lo mismo con otras palabras:

     No te desesperes, pues, por causa de tus limitaciones. Tu función es escapar de ellas, no que no las tengas. Si quieres ser oído por los que sufren, tienes que hablar su lengua. Si quieres ser un salvador, tienes que entender de qué es de lo que hay que escapar. La salvación no es algo teórico. Examina el problema, pide la respuesta, y cuando te llegue, acéptala. No tardará mucho en llegar. Se te proveerá de toda la ayuda que estés dispuesto a aceptar, y toda necesidad que tengas será satisfecha. Por lo tanto, no nos preocupemos demasiado por objetivos para los que todavía no estás listo. Dios te acepta en el nivel en el que estás y te da la bienvenida. ¿Qué más puedes desear, cuando esto es todo lo que necesitas? (M.26.4) (Pág. 71)

Otra repetición del tema:

     La condición necesaria para que el instante santo tenga lugar no requiere que no abrigues pensamientos impuros. Pero sí requiere que no abrigues ninguno que desees conservar. (T.15.IV.9.1-2) (Pág. 345)

En el contexto del Curso, ejemplos de "pensamientos impuros" serían por ejemplo la creencia de que uno es un cuerpo, la creencia en el sufrimiento, la creencia en un mundo externo a uno mismo, la creencia en que es posible experimentar algo diferente a la Plenitud, la creencia en la separación, etc.

El Curso nos enseña y nos anima a poner todas estas ideas en práctica (las ideas relacionadas con el perdón/discernimiento, mediante el cual invertimos la tendencia de nuestra mente a dualizar), y a que tomemos el hábito de unirnos al Espíritu Santo (Maestro Interior) y llevar nuestra atención hacia Él.

Poco a poco iremos notando que nos sucede lo siguiente:

     Pues la fe brinda paz, y así, le pide a la verdad que entre y embellezca lo que ya fue preparado para la hermosura. La verdad sigue muy de cerca a la fe y a la paz, y completa el proceso de embellecimiento que ellas comienzan. Pues la fe sigue siendo una de las metas del aprendizaje, que deja de ser necesaria una vez que la lección se ha aprendido. La verdad, en cambio, jamás se ausentará. (T.19.I.15.2-5) (Pág. 447)

Y a medida que practicamos el Curso, lo que dice el siguiente párrafo tendrá cada día más sentido para nosotros:

     Cuando hayas aceptado tu misión de extender paz hallarás paz, pues al manifestarla la verás. Sus santos testigos te rodearán porque los invocaste, y ellos vendrán a ti. He oído tu llamada y la he contestado, pero no has querido verme ni oír la respuesta que buscabas. Ello se debe a que eso no es todavía lo único que deseas. Sin embargo, a medida que yo me haga más real para ti, te darás cuenta de que, en efecto, eso es lo único que deseas. Y cuando mires dentro de ti me verás, y juntos contemplaremos el mundo real. A través de los ojos de Cristo, Sólo el mundo real existe y es lo único que se puede ver. Tu decisión determinará lo que veas. Y lo que veas dará testimonio de tu decisión. (T.12.VII.11.7) (Pág. 257)

¡Y un día, mediante la práctica, llegamos a relajarnos tanto que, desde ese momento, el resto del proceso de despertar resulta ligero, alegre y espontáneamente fácil!

No tenemos que menospreciar nuestra "actual situación". Es muy grato ser capaces de lo que somos capaces actualmente. Somos capaces de muchas cosas. Sabemos leer. Podemos leer el Curso. Sabemos hablar y escuchar. Podemos procurar que nuestras conversaciones sucedan cada vez más desde la paz. Sabemos estar en silencio. Aquietémonos de vez en cuando y permitamos que nos llegue la inspiración.

     No olvides que una vez que esta jornada ha comenzado, el final es seguro. Las dudas te asaltarán una y otra vez a lo largo del camino, y luego se aplacarán sólo para volver a surgir. El final, no obstante, es indudable. Nadie puede dejar de hacer lo que Dios le ha encomendado que haga. Cuando te olvides de esto, recuerda que caminas a Su lado, con Su Palabra impresa en tu corazón. ¿Quién puede desalentarse teniendo una Esperanza como ésa? Ilusiones de abatimiento parecerán asaltarte, pero aprende a no dejarte engañar por ellas. Detrás de cada ilusión está la realidad y está Dios. ¿Por qué querrías seguir esperando por esto y substituirlo por ilusiones, cuando Su Amor se encuentra tan sólo un instante más allá en el camino donde todas ellas acaban? El final es indudable y está garantizado por Dios. ¿Quién se detendría ante una imagen inerte, cuando un paso más allá el más Santo de todos los Santos abre una puerta inmemorial que conduce más allá del mundo? (C.EP.1) (Pág. 99)

     La salvación es fácil de alcanzar precisamente porque no te pide nada que no puedas dar ahora mismo. (T.18.IV.7.7) (Pág. 425) (de la sección titulada: "La pequeña dosis de buena voluntad")

Agradeciendo y usando lo poco o mucho de que seamos capaces ahora, esta capacidad aumentará (en realidad ya somos capaces de todo, pero lo que aumentará es la convicción en nuestra ilimitada capacidad, así como el estar dispuestos a usarla). La gratitud de cada momento, combinada con la práctica de la enseñanza cada vez que nos acordemos (acordarnos de perdonar, de leer UCDM con frecuencia o al menos repasar mentalmente pensamientos de paz, etc), harán que pronto nos elevemos como si tuviésemos alas. Y nos sentiremos como "por encima del campo de batalla": percibiendo las apariencias, pero sin creer en ellas, y por lo tanto percibiéndolas en paz. Y al percibir en paz, seremos de utilidad para el Espíritu Santo, ayudándoLe a extender la paz a todos nuestros hermanos. A veces la extenderemos usando palabras (no siempre serán palabras "espirituales", sino muchas veces solamente importará el tono de la voz, la dulzura del amor en un simple "hola"), pero muchas otras veces extenderemos la paz sin palabras, con gestos, con la mirada, con nuestros pensamientos... y cuando nuestra paz sea muy estable, la estaremos compartiendo silenciosamente en cada momento (con palabras y sin ellas) simplemente mediante nuestra mera presencia (incluso aunque los hermanos bendecidos parezcan encontrarse, según la ilusión, a millones de kilómetros de distancia o aunque parezcan vivir en una época muy lejana en el "pasado" o "futuro"). Un sabio en silencio dice mucho más que un ego hablador con sus palabras. Y un sabio que comparte algunas palabras, da palabras de gran poder (inspiración) porque brotan del amor y de la paz. Y todo aquel que goza de paz estable, es un sabio.

Puesto que nuestro Ser es paz permamente, entonces nuestro Ser es sabio. Somos sabios, aunque todavía no lo sabemos bien. Pero podemos estar dispuestos a que el Espíritu Santo nos muestre nuestra Sabiduría y la de todos nuestros hermanos. Y Él lo hará. Seremos invitados por Él a perdonar, y practicando el Curso (o el camino que la Vida provea para cada uno) nuestra sabiduría será reconocida. Y el tiempo se desvanecerá. Todo esto podríamos reconocerlo inmediatamente ahora, pero no importa que aún usemos del tiempo, porque el tiempo es una ilusión benigna cuando lo ponemos en Manos del Espíritu Santo. (Como dije en otro mail: el Espíritu Santo usa el tiempo para desvanecer nuestra creencia en el tiempo, si se lo entregamos)

Así que tengamos paciencia. Vamos practicando poco a poco las lecciones que cada día nos trae. Pero estando abiertos a la posibilidad de que hoy mismo, ahora mismo, en el próximo momento que entreguemos al silencio (¿por qué no ahora mismo?), el Regalo pueda desvelarse YA. Es perfectamente posible. Lo que Dios ha entregado está dado ya y solamente tenemos que reconocerlo. Mientras tanto vayamos practicando el Curso, sabiendo que cualquier día puede suceder: ¡BOOM; el REGALO de reconocer claramente la verdad! No miremos al futuro, sino a lo que podemos perdonar AHORA. El perdón que otorgamos hoy es lo que nos acerca al Regalo. Tengamos paciencia, pero desde el AHORA, no proyectando el Regalo como si estuviese en el futuro.

Algunos sabios han dicho que aunque el despertar suele suceder como un proceso en el tiempo, cuando finalmente sucede la iluminación ese día viene como "de golpe", repentinamente por sorpresa, una felicísima sorpresa. Tan solamente un día antes, o una hora antes, muchas veces ese mismo sabio no hubiera sospechado que estaba tan próximo al momento donde "caería el velo" (deshecho por completo) y reconocería la Realidad que SIEMPRE ES.

¡A esto estamos destinados todos! ¡Porque no podemos dejar de Ser lo que Somos, ni podemos dejar de reconocer nuestro propio Ser!

Un abrazo

((Del siguiente mail)):

¡Holaaaaa! Escribo esto como pequeño complemento final al mail que te envié antes. Después de enviarlo estuve leyendo y me encontré con unos párrafos que le vienen bien al tema. Copio los párrafos nuevos en color azul.

Párrafos tomados de la sección T.11.III (titulada: «De las tinieblas a la luz»):

     Cuando te sientas abrumado, recuerda que te has hecho daño a ti mismo. Tu Consolador te proveerá descanso, pues tú no puedes proveértelo a ti mismo. No sabes cómo hacerlo porque si supieras nunca habrías podido sentirte abrumado. Si no te hicieras daño a ti mismo no podrías sufrir en absoluto, pues ésa no es la Voluntad de Dios para Su Hijo. El dolor es algo ajeno a Él, ya que Él no sabe de ataques y Su paz te rodea silenciosamente. Dios permanece en perfecta quietud, ya que en Él no hay conflicto alguno. El conflicto es la raíz de todos los males, pues al ser ciego no ve a quien ataca. Siempre ataca, no obstante, al Hijo de Dios, y el Hijo de Dios eres tú. (T.11.III.1)

     El Hijo de Dios necesita ciertamente consuelo, pues no sabe lo que hace, al creer que su voluntad no es la suya. El Reino es suyo, y sin embargo, vaga sin hogar. Aunque su hogar está en Dios se siente solo y, rodeado de hermanos, se siente sin amigos. ¿Cómo iba a permitir Dios que esto fuese real, cuando Él no dispuso estar solo? Y si tu voluntad es la Suya, estar solo no puede ser verdad con respecto a ti porque no lo es con respecto a Él. (T.11.III.2)

     ¡Ay, criatura de Dios, si supieses lo que Dios dispone para ti, tu gozo sería absoluto! Y lo que Él dispone ha ocurrido, pues siempre fue verdad. Cuando venga la luz y hayas dicho: "La Voluntad de Dios es la mía", verás una belleza tal que sabrás que no procede de ti. Como resultado de tu gozo crearás belleza en Su Nombre, pues tu gozo es tan incontenible como el Suyo. El mundo desolado e insignificante se desvanecerá en la nada, y tu corazón estará tan rebosante de alegría que de un salto se elevará hasta el Cielo, ante la Presencia de Dios. No puedo describirte cómo será esto, pues tu corazón no está todavía listo. Puedo decirte, no obstante, y recordártelo a menudo, que lo que Dios dispone para Sí Mismo lo dispone para ti y lo que Él dispone para ti es tuyo. (T.11.III.3)

Del cuarto párrafo solamente copio la primera frase y la última:

     El camino no es arduo, pero es muy diferente. (T.11.III.4.1) (...) Niégalos a ellos en vez de a la luz, pues la luz está aquí y el camino ha sido despejado. (T.11.III.4.10)

El camino no es arduo porque el Espíritu Santo nos muestra un camino de amor, para que ocupe el lugar del "camino del dolor" que es el camino que estábamos transitando cuando decidíamos "ir por nuestra cuenta" separadamente de la Vida. "Niégalos a ellos", se refiere a negar los errores, las ilusiones, los "siniestros compañeros" (ilusiones) que hemos invitado a que nos acompañen en nuestro caminar. Lo sensato es negar las ilusiones en lugar de seguir jugando a negar la luz, aunque esto tampoco nos lo impide la Vida mientras nosotros sus Niños deseemos seguir jugando un ratito más jejeje...

Por cierto, en la Clarificación de Términos se dice algo que resuena con el párrafo 3 que he copiado poco antes. En este caso dice:

      ¡Oh hermanos míos, si tan sólo supierais cuánta paz os envolverá y os mantendrá a salvo, puros y amados en la Mente de Dios, no haríais más que apresuraros a encontraros con Él en Su altar! (C.4.8.1) (Págs. 93-94)

Y concluyo con el quinto párrafo (de nuevo en el capítulo 11.III) que me parece delicioso:

     Dios no le oculta nada a Su Hijo, aun cuando Su Hijo quiere ocultarse a sí mismo. El Hijo de Dios, no obstante, no puede ocultar su gloria, pues Dios dispuso que fuese glorioso y le dio la luz que refulge en él. Nunca perderás el rumbo, pues Dios te guía. Cuando vagas sin rumbo no haces sino emprender una jornada que no es real. Los compañeros siniestros y el camino tenebroso, no son más que ilusiones. Vuélvete hacia la luz, pues la pequeña chispa que se encuentra en ti es parte de una Luz tan espléndida que te puede liberar para siempre de las tinieblas. Pues tu Padre es tu Creador y tú eres como Él. (T.11.III.5)

Copiado de las páginas 220 y 221 del Texto de UCDM. Cada día más claro tengo que es un libro que no tiene desperdicio, todas sus páginas vienen cargadas de inspiración si las leemos con receptividad en nuestro corazón.

Sé muy feliz :-)

2 comentarios:

  1. Revelador :-)
    También aporta Paz; estás extendiendo Paz :-)
    Gracias por hacerlo

    Un abrazo

    Lo voy a incluir en la pequeña biblioteca del grupo de hotmail PUERTOMÉDITATION

    Otro abrazo

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  2. Gracias por pasarte por aquí, Masira. Me hace feliz saber de ti. Y me alegra que te haya gustado el post.

    ¡Un abrazo!

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