martes, 25 de agosto de 2015

Un Curso de esperanza (VI) Ken Wapnick

Un Curso de Milagros: Una espiritualidad llena de esperanza

Extractos de las charlas llevadas a cabo en la Academia de la
 Fundación para Un Curso de Milagros
Temecula (California) (USA) 

Doctor Kenneth Wapnick
 
Parte VI

(T.31.I.2.7-8)  Lo que te has enseñado a ti mismo constituye una hazaña de aprendizaje tan gigantesca que es ciertamente increíble. Pero lo lograste porque ése era tu deseo (...).

Ése era tu deseo, lo cual quiere decir que no queremos aprender las lecciones que enseña el Curso, porque si lo quisiéramos, lo haríamos. Mira lo que aprendimos en su lugar. Ese es el punto clave. No creo que haya nadie que discutiera esto pensando que podría salirse con la suya. Este mundo es increíblemente complicado. Basta con que pienses en cómo funciona el cuerpo. El cuerpo es muy complicado, y brillantemente concebido para confundirnos más aún cuando se estropea (se enferma, etc) y entonces necesitamos teorías aún más complicadas para arreglarlo. Esto es interminable. Hicimos microorganismos, como los virus, que sufren mutaciones y que son más inteligentes que las vacunas que nos inyectamos para defendernos de ellos. Esto se vuelve cada vez más increíble, confuso y desesperado. Hicimos el mundo de esa manera, y aprendimos a sobrevivir en él.

Así que Jesús tiene todo el derecho de decir: "No me digas que no puedes aprender lo que estoy enseñándote". La razón por la que no aprendemos esto es que no queremos aprenderlo. Por eso él dice: "Lo lograste porque ése era tu deseo". Una de las características que hacen único este Curso es que se centra en la motivación, la cual por supuesto es un importante término psicológico. Cualquier maestro sabe que es muy frustrante enseñar a alumnos que no están motivados. Y cualquier terapeuta sabe que los pacientes forzosos (por ejemplo los enviados por el juzgado o alumnos enviados por la escuela al psicólogo) son los peores pacientes porque no quieren estar ahí. El tribunal (o alguna autoridad) les ha dicho que tienen que ir. Pero como no están motivados, no aprenderán y no cambiarán.

Así que el gran reto de Jesús como nuestro maestro en este Curso es motivarnos a aprender, y el único modo en que él puede motivarnos a aprender es convenciéndonos de que necesitamos aprender, lo cual significa que necesitamos saber lo miserables e infelices que somos debido a lo que nos hemos enseñado a nosotros mismos. Hay dos frases que al ponerlas juntas quedan así: "Renuncia ahora a ser tu propio maestro. (...) pues no fuiste un buen maestro ((lo último, literalmente: "pues te enseñaste mal"))" (T.12.V.8.3; T.28.I.7.1). Tenemos que admitir que nos hemos enseñado mal y que no nos gusta la manera en que estamos viviendo, pero sin echarle la culpa a las circunstancias externas.

Todos los que estamos aquí podríamos ser dichosamente felices al aprender que no estamos aquí. "¿De qué otra forma puedes encontrar dicha en un lugar desdichado, excepto dándote cuenta de que no estás en él?" (T.6.II.6.1). Darnos cuenta de que no estamos aquí es la cosa más gozosa (alegre) que podemos aprender. En eso es donde está la esperanza. Si no estamos aquí, ¿dónde estamos? Estamos en nuestra mente, y podemos hacer algo con respecto a nuestra mente. Podemos hacer algo con respecto a lo que estamos pensando. Eso nos da esperanza. Eso es lo que nos devuelve nuestro poder, no el poder para dominar, oprimir y mandar, sino el poder de elegir.

Una vez más, Jesús nos está diciendo que no debemos dudar de nuestra capacidad para aprender. Miremos lo que nos hemos enseñado a nosotros mismos. Las leyes de las relaciones especiales son increíblemente complicadas, y pasamos toda la vida tratando de dominarlas. El amor no es complicado. Simplemente amas. No haces distinciones. Amas a todos, sin importar lo que ellos hagan, sin importar lo que digan, sin importar quiénes son.

El especialismo no es así. Con el especialismo te ves obligado a averiguarlo todo. ¿Cuáles son los puntos débiles de esta persona? ¿Cuáles son sus puntos fuertes? ¿Qué quiero conseguir? ¿Cómo lo consigo? ¿Cómo puedo hacer que parezca que no estoy consiguiéndolo cuando en realidad lo he conseguido? ¿Cómo puedo engañarlos? Es muy complicado, pero todos somos muy buenos en eso; ahora es nuestra segunda naturaleza. Empezamos a aprender esto al nacer. ¿Cómo puedo conseguir la atención de mis padres? Lloro. Funciona. Ellos me sostienen y entonces me hacen eructar y me siento bien. Entonces si quiero más atención, consigo tener más gases. Somos buenos en eso, y nunca paramos de eructar. Piensa en lo util que sería ir por la vida sabiendo que todo es simplemente un eructo, y que lo que toda la gente quiere es simplemente ser sostenidos y que les den unas palmaditas en la espalda, y que alguien les diga, ya está, ya está, todo está bien. Sabemos cómo conseguir ese tipo de respuestas de la gente.

No estamos hablando de un simple cuerpo, planeta o sistema solar. Estamos hablando de todo un cosmos. Es extraordinariamente complicado. Los científicos están buscando una explicación simple, la única cosa que lo explique todo. Bueno, ellos no saben dónde buscar. He aquí la única cosa que lo explica todo: el tomador de decisiones eligiendo la culpa. Esa es la explicación, y la verdadera teoría de cuerdas es cómo todas esas cuerdas se unen entre sí y forman un mundo. El agujero negro es el agujero negro de la culpa que se lo traga todo. Esto es muy simple, y la solución es simple. Simplemente miras a eso ((la culpa)) y recuerdas reírte de lo absurdo que es que un trozo de la viviente y amorosa Unidad de Dios pudiera arrancarse a sí mismo de esa Unidad y declararse él mismo como su propio ser y su propio creador. Pero esto significa renunciar a lo que creemos que es verdad.

Por eso es por lo que al comienzo del capítulo 24 se dice: "Aprender este curso requiere que estés dispuesto a cuestionar cada uno de los valores que abrigas. Ni uno solo debe quedar oculto (...)" (T.24.introd.2.1-2). Bueno, todos tenemos una multitudinaria lista de valores, pero el valor esencial es: Yo me valoro. Valoro el sistema de pensamiento que me fabricó. Valoro el sistema de pensamiento de ataque que me protege y me preserva, porque el pensamiento que no perdona, el pensamiento de ataque, "protege la proyección" (L.PII.Preg1.2.3). Mientras yo pueda justificar el odio y la ira que siento contra ti, mi ataque contra mí mismo seguirá estando oculto, protegido, y nunca será sanado. Eso es lo que apreciamos; eso es lo que valoramos. Por eso valoramos el ataque y por eso valoramos el cuerpo. El cuerpo demuestra que existimos.

Por eso es por lo que este no es un curso sobre el cuerpo; es un curso sobre la mente. "Este es un curso acerca de causas, no de efectos" (T.21.VII.7.8). El milagro hace retornar el problema hasta la causa para que así pueda ser cambiada. La magia lleva el problema, la causa, adentro del mundo de los efectos y confunde ambos. La magia dice que el mundo, el cual es realmente el efecto, me ha causado. Soy la víctima; estoy a merced de fuerzas que están más allá de mi control. Por eso la lección 76 es tan importante: "No me gobiernan otras leyes que las de Dios". Creemos que estamos sometidos a las leyes del cuerpo, las así llamadas leyes naturales. Las únicas leyes que nos rigen son las leyes de Dios, las cuales son las leyes del Amor, de la Unidad y de la vida eterna. Si quieres llamarlo una ley, la ley del perdón es el puente que recorre la grieta ((de la separación)) y nos lleva desde las leyes del mundo y del cuerpo hasta volver a las leyes de Dios. Por lo tanto, lo único que Jesús nos está diciendo es: "No me digas que no puedes aprender mi curso".

Este curso es autosuficiente. A todas las personas siempre les gusta disponer de un truco. Ellas siempre encuentran otra manera de practicar el perdón, otro libro, etc. Pero está todo aquí. No se necesita una secuela que continúe y que enmascare Un Curso de Milagros. El Curso ya viene completo con un maestro —¡y las pilas incluidas! No necesitas conseguir ningún otro material. Su enseñanza es muy consistente y simple. Por eso no la usamos, porque nos gusta lo complicado. "La complejidad forma parte del ámbito del ego" (T.15.IV.6.2). Una vez más, ¿qué podría ser más simple que decir que lo que es falso es falso y lo que es verdad es verdad? Lo que es falso no puede ser cierto, y lo que es cierto no puede ser falso.

Aunque el Curso nos habla de la Unidad del Cielo, nos enseña cómo vivir ese principio de unidad en este mundo al aprender que todos somos lo mismo. "Haz que este año sea diferente al hacer que todo sea lo mismo" (T.15.XI.10.11). Mira a todos como lo mismo porque todos todos tenemos la misma mente. Mira cada situación como lo mismo porque cada situación es parte de nuestra aula de clases, si elegimos aprender de esa situación, o si elegimos aprender las lecciones del perdón. Una vez más, el Curso viene completo con un maestro ((Jesús)) y un plan de estudios. Nosotros somos el plan de estudios. El aula es nuestra vida, y el plan de estudios son todas nuestras relaciones. ¿Por qué buscar en otra parte? Buscamos en otras partes porque esto es demasiado aterrador, y es aterrador porque es la verdad. Algo en nuestro interior sabe que esto es la verdad, y por eso hemos acogido esto ((esta enseñanza, esta práctica)) y le hemos dedicado tanto tiempo, pero es también realmente importante reconocer cuán temerosos estamos. Volvemos de nuevo a la idea de la resistencia. Tenemos que observar nuestra resistencia con respecto a por qué no estamos aprendiendo lo que es tan simple.

Parte VII: http://hablemosdeucdm.blogspot.com/2015/08/un-curso-de-esperanza-vii-ken-wapnick.html

Índice de las traducciones (esta serie consta de 12 partes en total): http://hablemosdeucdm.blogspot.com/2015/08/un-curso-de-milagros-una-espiritualidad.html

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