¿Por qué dice Jesús que los milagros son para aquellos que pueden usarlos en beneficio de sí mismos?
P#997: Hacia el principio del Texto, Jesús dice que los
milagros se dirigen directamente hacia aquellos que pueden usarlos para
beneficio propio ((T.1.III.9.1)), y también comenta que sólo él está en
posición de saber dónde pueden concederse ((T.1.III.8.5)). Lo que no
entiendo es: ¿No se necesitan en todas partes? ¿No podrían todos
aquellos que caminan con dolor en esta tierra usar los milagros para sí
mismos? Jesús parece insinuar que solo algunas personas necesitan de los
milagros. ¿Puedes explicarlo?
Respuesta: Al leer Un Curso de Milagros es muy útil que recordemos
que Jesús nos está hablando frecuentemente de una manera simbólica,
poética. Tomadas fuera de contexto, sus palabras a veces puede parecer
que contradicen el mensaje general del Curso. Sin embargo, cuanto más estudiamos el Curso,
más claro resulta que él no se contradice, sino que más bien lo que
hace es reafirmar una y otra vez los mismos temas con algunas ligeras
variaciones, esperando que, en algún momento, captaremos lo que él está
tratando de decirnos. Teniendo esto en cuenta, echemos un vistazo ahora a
las dos cuestiones que mencionaste.
Ambas frases vienen en el capítulo
1, cuando Jesús está explicando lo que él quiere decir con la palabra
"milagro". La mayoría de nosotros siempre hemos pensado en los milagros
como un evento extraordinario en el mundo externo o físico. Jesús nos
indica que en el contexto del Curso, un milagro es únicamente un cambio de la percepción del sistema de pensamiento del ego (basado en el pecado, la culpa y el miedo), hacia el sistema de pensamiento de perdón del Espíritu Santo. En otras palabras, un milagro es un evento enteramente interno que sucede únicamente en la mente y que no tiene nada que ver con el mundo. Puede parecer que los milagros ofrecen resultados en este mundo, pero eso es un reflejo del milagro, o del pensamiento cambiado (cambio de mentalidad), no el milagro en sí mismo.
Tienes razón en que cualquier persona que piense que está aquí, podría
hacer uso de un milagro. De hecho, es exactamente eso lo que Jesús está
tratando de decirnos. Cuando dice: «Los milagros son selectivos únicamente en el sentido de que se canalizan hacia aquellos que los pueden usar en beneficio propio» (T.1.III.9.1), él no quiere decir que los milagros estén disponibles únicamente
para algunas personas. De hecho, lo que él quiere decir es exactamente
lo contrario cuando al principio de la frase dice: "(...) únicamente
en el sentido (...)". Nos está diciendo que hay un único sentido en el
que los milagros no son universales, y eso es en cuanto a la forma que toma el milagro o la corrección dentro de nuestra mente.
Aunque el contenido de un milagro es siempre el cambio desde los
pensamientos que proyectan culpa hasta los pensamientos que extienden
amor, el pensamiento corrector concreto se mostrará siempre en nuestra
mente de una manera idealmente apropiada para remediar el pensamiento
concreto que hizo que la corrección fuese necesaria. Por ejemplo, puede
que yo tenga que perdonar a un padre abusivo y en cambio tú tengas que
perdonar a un socio por el cual te sientes traicionado. Ambos, dado
nuestro dolor, podemos recurrir a Jesús o al Espíritu Santo en nuestra
mente y pedirles que nos ayuden a ver las cosas de otra manera. Así
ambos encontraríamos la inspiración de los pensamientos de perdón, los
cuales aplicaríamos a nuestra situación concreta. Si quisiéramos
expresar esta idea más técnicamente (con más precisión), podríamos decir
que incluso dentro de nuestro propio pensamiento, la forma que la
corrección parece tomar es realmente el reflejo del milagro o del cambio
de pensamiento, no el milagro mismo. Pero eso es técnicamente más
preciso que lo que a Jesús le convenía para expresar la idea en esta
parte del Texto.
Jesús también afirma: «El hecho de que el
milagro pueda tener efectos en tus hermanos de los que ni siquiera eres
consciente no debe preocuparte. (...) dado mi absoluto conocimiento del
plan en su totalidad, yo debo controlar su ejecución. La naturaleza
impersonal de la mentalidad milagrosa asegura tu gracia, pero sólo yo
estoy en posición de saber dónde pueden concederse» (T.1.III.8.1,4-5). Él no está queriendo decir que haya personas que no necesiten de los milagros. Simplemente nos está diciendo que aunque el milagro es un cambio en nuestra mente, no deberíamos tratar de controlar los milagros, decidir cuándo son necesarios o determinar la manera en que se van a expresar. Sino que deberíamos preguntarle a él, como nuestro más sabio maestro interior, para tomar tales decisiones.
Una vez más, Un Curso de Milagros es mucho más fácil de entender
si lo abordamos como la poesía o una sinfonía, en lugar de como un
meticuloso informe científico. Cuando nos centramos con demasiada
insistencia en las palabras, el Curso puede parecer (por tomar
metáforas de Jesús) como no más que "unas cuantas notas sueltas". Pero
cuando nos unimos con él ((con Jesús)), yendo más allá de sus palabras
para conectar con el amor que las inspira, vemos cómo esas notas sueltas
forman un coro todo-abarcador (T.31.VIII.11.5).
Link al original en inglés: http://www.facimoutreach.org/qa/questions/questions203.htm#Q997
Índice de las P&R traducidas: http://hablemosdeucdm.blogspot.com/2015/11/indice-de-traducciones-de-p-de.html
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