Me comentaron:
Gracias Toni, hoy amanecí mejor, algo cansada, y he leído tu correo con
más entereza de lo que lo hubiera leído ayer aunque me ha dejado más
cansada leerlo.
Me desola leer que alguien sigue teniendo
altibajos después de 20 años de práctica. Dice Ken que lo mismo da un
intervalo de 20 min. que de 20 años... pero claro, un estudiante del
Curso está en ese camino para ahorrar tiempo... y no digo que en 20 años
tengas que iluminarte, pero un mínimo de paz suficiente como para no
tener que plantearse la pregunta que hace... esto no resulta alentador.
Esa sensación de que me queda mucho por hacer me abruma, la que he
sentido super fuerte (insoportable) después de haber tenido una
revelación. Es decir que tanto me abruma tirarme por el acantilado como
hacerlo de forma paulatina en un camino taaaan largo... Sé que es otra
trampa más del ego, porque el único tiempo que existe es el presente y
ni hay acantilado ni camino largo (ni siquiera en sentido figurado), ni
ego, claro.
Leo o escucho mucho lo de que el proceso es simple pero difícil...
y de esto se apropia el ego para dejarme abatida. Y me recuerda: La
hemos liado tan gorda que la vuelta atrás o mi deshacimiento es
descomunal, ¿de verdad te merece la pena seguir?. El acantilado nos da
mucho miedo y el camino mucha pereza.
Así que
ahora más que miedo me siento agotada (que es una forma de miedo más
tolerable que la de ayer) pero igual de paralizante... y bueno,
confronto esta situación y sé que no es nada porque aún sigo siendo como
Dios me creó y le entrego al ES mis pensamientos de miedo.
Respuesta:
El tiempo es un truco, lo que cuenta es nuestra decisión. Todos los
millones de años que los científicos adjudican al universo no son más
que un instante, un parpadeo tan breve que en realidad nunca sucedió. El
perdón parece practicarse en el tiempo y finalmente nos saca de él, al
acortarlo tanto que finalmente no queda nada de tiempo jejeje
Que
el tiempo para despertar sea largo es una trampa del ego, sí. El ego se
sirve de todos los mensajes para barrer para su casa. Lo de enfatizar
que suele ser un proceso largo sirve para valorar la paciencia (como
dice YYY, la paciencia infinita produce resultados inmediatos —T-5.VI.12:1) y
para quitar el miedo que algunos estudiantes del Curso tienen a que el
proceso sea tan rápido que desaparezcan demasiado deprisa en Dios sin
"tener tiempo" de terminar de despedirse o disfrutar de algunas cosas
materiales un poco más jejeje. Pero el Curso también dice, lo cual es
todavía más exacto, lo siguiente:
La liberación se te concede en el instante en que la desees. (T-18.VII.4:3)
Y
repito que el ego se vale de todos los mensajes para sembrar miedo.
Algunos se asustan por esta cita de que la liberación puede ser tan
repentina, mientras que a otros el ego los desanima enfatizando que el
proceso es largo y arduo, lo cual no es literalmente cierto. En fin, que
enfaticemos un aspecto o el opuesto, el ego tratará de meter baza para
asustar o desanimar. De esto solo escapamos conforme aprendemos a
escuchar al Espíritu Santo en lugar del ego, pues todos estos mensajes
tienen su lado de mentalidad recta también, de lo contrario no estarían
en el Curso o en los discursos de Ken jejeje
Leo o escucho mucho lo de que el proceso es simple pero difícil... y de esto se apropia el ego para dejarme abatida. (XXX)
El
proceso es simple y difícil... hasta que se vuelve muy fácil. Entonces
estás en el sueño feliz, que aún no es el mundo real pero al menos estás
disfrutando generalmente, salvo determinados momentos puntuales
considerados como la "etapa 5" de las etapas del desarrollo de la
confianza (M-4.I.A). Y estar en el sueño feliz es básicamente elegirlo y
convertirlo en un hábito. Hay estudiantes del Curso que están en el
sueño feliz desde el primer día, mientras que otros podrían pasar
décadas pero todavía resistirse a cambiar un poquito de mentalidad
suficiente como para empezar a permitirse disfrutar del camino.
Por ejemplo, la idea del cansancio es simplemente truco del ego. La sensación de cansancio surge cuando hacemos juicios. Y la ligereza viene cuando renunciamos a los juicios. Hay unas referencias que vi recientemente durante mis relecturas:
No
tienes idea del tremendo alivio y de la profunda paz que resultan de
estar con tus hermanos o contigo mismo sin emitir juicios de ninguna
clase. (T-3.VI.3:1)
Cuando te sientes cansado es porque te has juzgado a ti mismo como capaz de estar cansado. Cuando te ríes de alguien es porque lo has juzgado como poco valioso ((imperfecto, defectuoso)).
Cuando te ríes de ti mismo no puedes por menos que reírte de los demás,
aunque sólo sea porque no puedes tolerar la idea de ser menos que
ellos. Todo esto hace que te sientas cansado, ya que es algo básicamente descorazonador.
No eres realmente capaz de estar cansado, pero eres muy capaz de
agotarte a ti mismo. La fatiga que produce el juzgar continuamente es
algo prácticamente intolerable. Es curioso que una habilidad tan
debilitante goce de tanta popularidad. (T-3.VI.5:1-7)
Su propósito ((del Curso)) es simplemente ahorrar tiempo. No obstante, sólo el tiempo se arrastra pesadamente, y el mundo ya está muy cansado. Está viejo, agotado y sin esperanzas. Mas el desenlace final nunca se puso en duda, pues, ¿qué puede cambiar la Voluntad de Dios? Pero el tiempo, con sus ilusiones de cambio y de muerte, agota al mundo y a todas las cosas que habitan en él. Al tiempo, no obstante, le llegará su final, y propiciar ese final es la función de los maestros de Dios, pues el tiempo está en sus manos. Tal fue su elección, y así se les concedió. (M-1.4:3-10)
El
ego volverá a intentar darle la vuelta a todo lo que se diga, incluidas
estas citas, pero depende de nosotros elegir desoírle en este preciso
instante, y convertir este mismo momento en un primer peldaño para
transitar por el sueño feliz. Somos libres de relajarnos y disfrutar
ahora, sin obsesionarnos por el futuro (no solo con deseos materiales o
preocupaciones temporales, sino que tampoco deberíamos obsesionarnos con
lo que va a tardar la iluminación, que además ya está aquí aunque la
rechazamos yéndonos al futuro o al pasado en vez de elegir relajar el
instante presente soltando los juicios/interpretaciones/ comidas de olla jejeje).
En
este mismo momento uno puede desentenderse de los juicios y de pensar
en futuros, y simplemente relajarse escuchando música o lo que le fluya
bien, disfrutando del instante presente y aceptando así un trocito del
sueño feliz. Dejar la droga del ego (juicios, interpretaciones) suele
costarnos más al principio cuando estamos desenganchándonos, pero dejar
de pensar tanto y simplemente vivir no es tan difícil cuando nos
damos cuenta de que el ego solo nos está trayendo sufrimiento y que para
relajarnos solo tenemos que darnos la vuelta y desentendernos de todo
excepto de Dios, del relax presente, de la felicidad. No hay niveles
para esto ni se necesita comprender nada complicado. Hay muchos que dan
bien los primeros pasos de esta actitud, incluso sin saber nada de
espiritualidad. Gente bonachona y juguetona que se relajan y procuran
intuitivamente resonar con el "vive y deja vivir".
Uno
se puede sentir atascado, y para eso está el Curso, que nos ayuda a
desatascar al ego en sus diferentes niveles de distorsión pero, cuando
por fin captamos la idea central de que no es necesario torturarnos,
empieza a resultarnos fácil simplemente relajarnos y disfrutar del final
de este paseo que es un agradable "viaje sin distancia". Entonces nos
tratamos mimosamente a nosotros mismos y eso se extenderá hacia los
demás. Y así nos permitimos experimentar relax y felicidad, simplemente
un instante, el cual podemos renovar sin fin. Y al ser felices el tiempo
pasa rápido, se suele decir, e incluso se desvanece en realidad. En
cambio, cuando juzgamos o interpretamos estamos pensando demasiado
(mal), y eso en vez de felicidad produce sensación de fastidio o atasco,
pesadez, tiempo. En realidad no hay tiempo, pero para experimentar esto
tenemos que permitirnos un poco de aire, soltando los juicios y
permitiéndonos sonreír en este simple instante intemporal que nunca se
acaba. En este sentido es válida la frase que nos anima a "ser como
niños", simplemente disfrutando con espontaneidad del instante, sin
preocuparse por el pasado o el futuro.
Tal
como dice Jesús en la introducción del capítulo 4 del Texto, nos está
invitando a unirnos a su resurrección, no a su crucifixión. La
crucifixión es el viaje en el tiempo conduciendo al atasco, a la fatiga y
a la muerte, mientras que la resurrección nos eleva a la feliz posición
del observador o soñador que está feliz "por encima del campo de
batalla".
El
viaje a la cruz debería ser el último "viaje inútil". No sigas
demorándote en él, sino dalo por terminado. Si puedes aceptarlo como tu
último viaje inútil, serás libre también de unirte a mi resurrección.
Hasta que no lo hagas, estarás desperdiciando tu vida, ya que ésta
simplemente seguirá siendo una repetición de la separación, de la
pérdida de poder, de los esfuerzos fútiles que el ego lleva a cabo en
busca de compensación y, finalmente, de la crucifixión del cuerpo o
muerte. Estas repeticiones continuarán indefinidamente hasta que
voluntariamente se abandonen. No cometas el patético error de "aferrarte
a la vieja y rugosa cruz". El único mensaje de la crucifixión es que
puedes superar la cruz. Hasta que no la superes eres libre de seguir
crucificándote tan a menudo como quieras. Éste no es el Evangelio que
quise ofrecerte. Tenemos otro viaje que emprender, y si lees
cuidadosamente las lecciones que aquí se ofrecen, éstas te ayudarán a
prepararte para emprenderlo. (T-4.introd.3) ((es inspirador
leer esta sección completa, que es muy breve, solo son 3 párrafos y los
dos párrafos anteriores al que he copiado tocan también el tema de la
fatiga))
Una de las secciones que me resultan más inspiradoras del Curso es T-26.VIII, "La inmediatez de la salvación". Releerla suele ser elevador y aliviador. Va sobre la iluminación instantánea. Dejo algunas pinceladas de esa bella sección:
Ves
la salvación como algo que tendrá lugar en el futuro, pero no ves
resultados inmediatos. Sin embargo, la salvación es inmediata. (T-26.VIII.2:7; 3:1)
Todos los planes que haces para tu seguridad están centrados en el futuro, donde no puedes planear. (T-26.VIII.5:1)
Pues el milagro es algo que es ahora. (T-26.VIII.5:8)
Llevar
a cabo la corrección en su totalidad no requiere tiempo en absoluto.
Pero aceptar que la corrección se puede llevar a cabo parece prolongarse
una eternidad. El cambio de propósito que el Espíritu Santo le brindó a
tu relación encierra en sí todos los efectos que verás. Ésto se pueden
ver ahora. ¿Por qué esperar a que se manifiesten en el transcurso
del tiempo, temiendo que tal vez no se den, cuando ya se encuentran
aquí? (T-26.VIII.6:1-5)
¿Por qué habría de aparecer el bien en forma de mal? (T-26.VIII.7:1)
No te contentes con la idea de una felicidad futura. (...) Pues hay causa para ser libre ahora. (T-26.VIII.9:1,3)
El
ego nunca va a estar conforme. Usará incluso la información espiritual
para remarcar su descontento. Pero cuando estamos alerta a sus trucos
(que el descontento siempre proviene del ego) podemos desenmascarar al
ego y elegir la relajación y la felicidad de un instante dulce, en vez
de seguir tensionándonos con los juicios e interpretaciones que inventa
el ego.
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Posts de esta serie:
Juicios, preferencias y el proceso espiritual (1): https://hablemosdeucdm.blogspot.com/2021/03/juicios-preferencias-y-el-proceso.html
Juicios, preferencias y el proceso espiritual (2): https://hablemosdeucdm.blogspot.com/2021/03/juicios-preferencias-y-el-proceso_13.html
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