martes, 19 de marzo de 2013

El amor siempre es correspondido

De un mail escrito en febrero de 2013:

El amor siempre es correspondido. A toda llamada de amor le sigue una respuesta de amor. No hay excepciones a esto. La idea de que el amor pudiera no ser correspondido es una falsa creencia que no tiene sentido y solamente podría parecer suceder en un mundo de locos. O como lo llama Gary Renard: en el "planeta psicótico". Pero la verdad es que el amor siempre es correspondido.

Todo lo que puedo decir ya lo sabes, pero quizás nos venga bien repasar algunas ideas.

Una vez, hace meses o más tiempo, en el blog cité una upanishad que decía algo así como que todo es amor al ser, y que el amor al esposo no era sino amor al ser, y que el amor al padre, a la madre, hermanos, hijos, amigos, posesiones, etc, no era otra cosa que amor no por esas cosas en sí (como algo separado) sino que eran amor al ser (nota para quien quiera leer la cita exacta: esta cita upanishádica es un párrafo de los citados en este largo post: Perdonando la muerte propia; es uno de los párrafos en color verde, aunque no el primero).

El ser también te ama. Y el ser eres tú.

¿Recuerdas la metáfora en advaita del perro que mastica un hueso y las astillas afiladas del hueso le cortan ligeramente la piel de la boca y le sale un poco de sangre, el perro entonces saborea la sangre y le gusta mucho y cree que ese placer se lo da el hueso, sin saber que en realidad no saborea al hueso sino que se está saboreando a sí mismo? No ama al hueso por el hueso, sino por amor al ser, amor al sí-mismo.

Antes de seleccionar algunas citas de UCDM quiero improvisar algunas reflexiones que me surjan espontáneamente sobre el tema:

No sé si llamarías o no "amor especial" a tu actitud o enfoque con esta persona. El amor especial implica separación, es hacer de alguien un ídolo y los ídolos tarde o temprano se desmoronan (incluso en circunstancias "benignas" los cuerpos acaban disolviéndose normalmente al cabo de unos 100 años), por eso las relaciones especiales se encuentran antes o después con dolor. Y al sentir dolor nos sentimos víctimas, etc. Todo eso ya lo sabes, y es normal porque este mundo ilusorio está diseñado para que sea fácil sentirnos así, y también sabes que seguir perdonando/entregando es la clave para liberarte de tal dolor. Idolatrizar a alguien nos mantiene separados (separados de ese alguien y asimismo de todos: del mundo, de Dios, del Ser). Proyectamos sobre alguien cualidades que nos agradan y luego creemos que eso se encuentra fuera de uno mismo, por lo que nos convertimos en pobres necesitados que buscan completarse a través de objetos (incluidas personas) externos. Este tema lo trata UCDM en alguna parte, por ejemplo en partes del capítulo 16 del Texto (incluiré alguna cita de este capítulo más abajo).

Pero no hay mundo externo a tu ser. Podemos abordar esto rápidamente (en uno de sus ángulos) "a lo Ramana Maharshi": cuando percibimos algo, por ejemplo cuando percibimos la belleza de alguien, ¿podría haber esa experiencia sin nuestro ser? No. Todo sucede en uno mismo, en nuestro propio ser. Si veo la belleza de alguien, eso significa que esa belleza está en mí, porque sin mí que soy el testigo de esa belleza, no habría tal percepción. Ejemplos: una persona puede parecer guapa para su madre o para su novio/a, pero esa misma persona puede parecerle fea a otras personas. Porque la belleza y la fealdad o lo que percibamos depende del que mira, no del objeto externo. ¡No hay objetos externos! ¡La belleza que ves eres tú!

Dije antes "la belleza" pero podríamos haber dicho "el amor", "el prestarnos atención", etc. Ciertamente "los demás" son como espejos donde nos vemos nosotros mismos, porque todo es mental y hay un único ser.

Cuando vemos la belleza o el amor o alguna cualidad como algo externo a nosotros, nos separamos del objeto percibido. Nos "convertimos" en cuerpos y "convertimos" en cuerpos a los demás. Y los cuerpos no pueden unirse, solamente pueden aproximarse (¡a veces ni siquiera eso, según las circunstancias!) manteniendo siempre la separación por mucho que parezcan aproximarse, lo cual nos deja insatisfechos.

Las mentes están unidas; los cuerpos no. (T.18.VI.3.1)

En realidad la belleza y el amor que buscamos están en nuestro interior, emanan de nuestro propio ser. Cuando lo sentimos así podemos vivir en el mundo desapegadamente, vivir en el mundo sin ser del mundo. Pero la costumbre de escuchar al ego nos incita a separar y ver las cualidades en el exterior, lo cual nos hace sentir incompletos y buscar la compleción fuera de uno mismo (de nuevo capítulo 16 del Texto).

En realidad solo nos relacionamos con uno mismo, con el ser único que es. Al separar una parte de nosotros y percibirla como afuera, esto refuerza lo que decíamos del círculo vicioso de la separación-culpa-miedo. Como estudiantes de la no-dualidad que somos, podemos estar tranquilos sobre esto, porque sabemos que es lo normal en este mundo regido por el ego, y sabemos también cómo podemos colaborar con el Espíritu Santo para deshacerlo: mediante el perdón.

No demos importancia a las apariencias ni a los cuerpos. Las mentes están unidas. Puedes amarlo todo mentalmente tanto si sus cuerpos parecen estar al lado tuyo como si están en otros países o en otras épocas. Puedes amar a tu actual pareja sin exigencias, comprendiendo que ella lo es todo al igual que tú pues sois uno, y comprendiendo que al amar a este hermano estás amando a todos en él, y que al amar a cualquier otro hermano estás amándolo también a él (a tu pareja) en ese otro hermano. Todos estamos en todos, por así decir, porque estamos unidos. Compartimos una misma mente. Nadie puede impedirte amar. Los resultados suelen ser conflictivos cuando nos obsesionamos en cuales resultados queremos que sucedan, o cuando "sabemos" qué resultados deben suceder. Es mejor renunciar a saber nada y que el Espíritu Santo lo sepa todo por nosotros y nos enseñe a perdonar y amar ilimitadamente. Al amar ilimitadamente no encerramos nuestro amor en una o en pocas personas, sino que extendemos ese mismo amor a todos.

He probado a veces a amar mentalmente (por así decir) y relacionarme mentalmente con diversos seres, y se siente calidez y placer en el corazón. En el caso de que uno desee algo más "físico", por ejemplo el deseo de relaciones sexuales "normales" (físicas), quizás pueda venir bien, aunque ya no recuerdo exactamente lo que dice, el capítulo que «La Desaparición del Universo» dedica al tema del sexo. ¡Se aprende mucho de lo que le explican Arten y Pursah a Gary Renard!

Todos los símbolos están en ti. Los proyecta tu mente y por eso eres libre: puedes elegir interpretarlos siguiendo la costumbre (escuchando al ego) o elevándote anímicamente siguiendo las inspiraciones alegres del Espíritu Santo. No te falta nada porque eres supercompleta.

El otro día hablábamos de que somos ideas***. Esto viene bien para el tema del amor mental. Si somos ideas podemos amarnos todos ilimitadamente, sin límites y sin que surja competencia ni conflicto entre unos y otros. Si te gusta alguien, lo amas, y si ese mismo ser le gusta a otros muchos aspectos del Hijo, todos pueden amarle a la vez, porque las ideas pueden multiplicarse (expandirse, extenderse) ilimitadamente sin que nadie pierda. Esto lo ilustra un relato de Krishna, que dice que cuando era un jovencito adolescente y todas las pastoras le amaban, una noche estuvo con todas a la vez y todas pensaron que Krishna había estado únicamente con ella sola jejeje. Como somos ideas, podemos relacionarnos con todos y con todo a la vez, sin problema. Y no hay competencia. Todos lo somos/tenemos todo. El amor mental es ilimitado. El amor a los cuerpos crea conflicto porque surge del apego. Si hay desapego, el amor mediante los cuerpos es solamente una manera de expresar símbólicamente el amor ilimitado, reconociendo que en realidad todo es mental y si algún cuerpo desaparece o se aleja no pasa nada porque seguimos sintiendo el amor en nuestro corazón.

Cuando vemos amor o belleza, recordemos: es algo que en realidad está en nosotros. El gozo que la belleza nos da lo sentimos en nuestro ser. El gozo que el amor nos da lo sentimos en nuestro ser. Amar a alguien nos da gozo, por el mero hecho de amar. Y la belleza que vemos la vemos porque nosotros mismos extendemos esa belleza desde nuestro propio ser (otros podrían percibir fealdad en el mismo objeto porque percibirían su propia mala actitud proyectada sobre otros: percibiendo su propio autorrechazo pero reflejado en forma de rechazar a otras personas). Como dice UCDM, vemos lo que queremos ver (por eso no somos víctimas, y tenemos la lección 31 del Libro de Ejercicios que dice su título así: «No soy víctima del mundo que veo»). Y si elegimos el amor, la belleza y la inocencia, eso es lo que percibiremos en todas partes, sea quien sea quien se nos acerque. Y como eso es la percepción correcta, esa percepción del amor nos llevará a reconocer nuestro verdadero Ser. ¡La verdadera Belleza SOY YO SOY! ¡Y el Amor es nuestro propio YO SOY!

Dices que hace años que no sentías emociones conflictivas tan fuertes. Esto no quiere decir nada sobre que el "iceberg de culpa" que queda por derretir sea mayor o menor. Como decía Ramana (y otros): hay conflictos latentes que no se notan mientras permanecen inactivos, pero cuando se activan se hacen notar. Y los símbolos pueden surgir en cualquier momento. Ya sabes que UCDM nos enseña que esto son oportunidades que se nos dan (como dice el título de la lección 193 del Libro de Ejercicios: «Todas las cosas son lecciones que Dios quiere que yo aprenda»; o antes de eso, en la lección 151: «Todas las cosas son ecos de la Voz que habla por Dios»).

A veces suceden símbolos "enérgicos" precisamente cuando alguien está cerca de la iluminación. Es como una estrategia del ego: mientras vivimos vidas superficiales nos castiga "moderadamente" por así decir (no tan moderadamente en muchísimas ocasiones), pero cuando alguien se acerca demasiado a hacer las preguntas que ponen en duda al ego, o cuando alguien comienza a practicar actitudes que deshacen al ego, en esos casos el ego reacciona a la desesperada, pero no tiene ningún poder si no se lo concedemos con nuestro miedo. Algunas citas sobre esto:

Y tú que la haces ahora estás amenazando demasiado seriamente todo su sistema defensivo como para que él se moleste en seguir pretendiendo que es tu amigo. (T.21.IV.3.3)

El ego deja de seguir fingiendo que es tu amigo, dice la cita jejeje. Más citas:

El ego, por lo tanto, es capaz de ser desconfiado en el mejor de los casos, y cruel en el peor. Ésa es la gama de sus posibilidades. (T.9.VII.3.7-8)

Es muy probable, por lo tanto, que el ego te ataque cuando reaccionas amorosamente, ya que te ha evaluado como incapaz de ser amoroso y estás contradiciendo Su juicio. (T.9.VII.4.5)

Cuando el ego se siente amenazado, su única elección estriba en si atacar ahora o retirarse para atacar más tarde. Si aceptas su oferta de grandiosidad atacará inmediatamente. Si no, esperará. (T.9.VIII.3.4-6)

Esas citas (como todas realmente) son aplicables a muchas situaciones, a diversos temas, no sólo al que da pie a nuestra conversación. Se puede aplicar también a explicaciones sobre la ira, las relaciones de odio especial, etc.

En cualquier caso, lo que está claro es que nos metemos en problemas cuando exigimos cosas. Como decía Ramana: en ese caso no nos hemos entregado porque esperamos resultados, esperamos recompensas.

En esos casos estamos depositando nuestras esperanzas en el mundo, pero el mundo siempre nos decepcionará a la larga. No quiero copiarte muchas citas de lecciones del Libro de ejercicios, pero algunas sí vienen bien. Ahí va una más:

El único propósito digno de tu mente que este mundo tiene es que lo pases de largo, sin detenerte a percibir ninguna esperanza allí donde no hay ninguna. (L.PI.128.2.3)

Esa lección 128 se titula: «El mundo que veo no me ofrece nada que yo desee». Y la lección siguiente se titula: «Más allá de este mundo hay un mundo que deseo». ¡Hay esperanza! No se trata de perder, sino de ganar. Entregamos desapegadamente un mundo limitado y decepcionante, y a cambio obtenemos el reino de la felicidad. Conforme sigas haciendo lecciones verás qué útiles son y cómo los temas se repiten y se explican de diversas maneras. Por ejemplo otra lección relacionada es el título de la lección 133: «No le daré valor a lo que no lo tiene» (al dar valor a lo ilusorio es cuando sufrimos). Ve disfrutando de cada lección conforme vas llegando a ellas, una por una, son 365 maravillosas lecciones en total ;-)

Y en el texto sí habla también, es sobre el desapego entre otras cosas, aunque no menciona la palabra "desapego":

No vuelvas la vista atrás, pues lo que te espera más adelante es lo que siempre anhelaste en tu corazón. ¡Renuncia al mundo! Pero no con una actitud de sacrificio, pues nunca lo deseaste. ¿Qué felicidad que jamás buscaste en él no te ocasionó dolor? ¿Qué momento de satisfacción no se compró con monedas de sufrimiento y a un precio exorbitante? La dicha no cuesta nada. Es tu sagrado derecho, pues por lo que pagas no es felicidad. ¡Que la honestidad te acelere en tu camino, y que al contemplar en retrospectiva las experiencias que has tenido aquí no te dejes engañar! Por todas ellas hubo que pagar un precio exorbitante y sufrir penosas consecuencias. (T.30.V.9.3-12)

No mires atrás excepto con honestidad. Y cuando un ídolo te tiente, piensa en lo siguiente: Jamás te dio un ídolo cosa alguna, excepto el "regalo" de la culpabilidad. Cada uno de ellos se compró con la moneda del dolor, y nunca fuiste tú solo quien pagó por él. Sé, pues, misericordioso con tu hermano. Y no aceptes nunca un ídolo irreflexivamente, ni te olvides de que tu hermano pagará el costo al igual que tú. Pues se demorará cada vez que tú vuelvas la vista atrás y no percibas de Quién es la amorosa mano de la que vas asido. Mira, pues, sólo hacia adelante; y camina lleno de confianza con el corazón latiendo felizmente con esperanza y no palpitando con temor. (T.30.V.10)

Muchas veces cuando UCDM habla de "ídolos" se refiere sobre todo a las relaciones de odio especial (donde destaca la ira, el miedo, etc) pero lo que dice es generalizable y a veces lo comenta directamente también de las relaciones de amor especial. En las relaciones de amor especial también hay miedo, a veces salta la ira, etc, pero tanto la ira como el miedo y la separación están más disimuladas. Pero bajo la capa de ese amor aparente o apego, lo que hay es rechazo del amor: odio. Rechazo de uno mismo, al proyectarse hacia fuera y esperar que la otra persona sea nuestra salvación... ¡ahora dependemos de algo externo!

Volver la mente adentro es recuperar lo que en realidad nunca habíamos perdido, porque todo lo bueno de "afuera" pertenece en realidad a nuestro propio ser: ¡somos un ser completo! La belleza y el amor que percibimos no son sino nuestra propia belleza y amor reflejados en el espejo de nuestros hermanos.

Obviamente todo esto está relacionado con lo que en el advaita clásico llamábamos "desapego". También se relaciona con la entrega. Si nos entregamos a Dios y le entregamos a Dios todos nuestros asuntos, entonces no controlaremos los resultados. En nuestra mano está la opción de amar, pero las respuestas que percibamos no podemos controlarlas, solamente podemos amar y amar y entregar al Ser los resultados, que sean los que sean serán lo que corresponda para esa situación. Esto de la entrega me recuerda también la oración que me recordaste hace días, la que te había escrito hace meses, una oración de entrega al Espíritu Santo (por cierto que la había olvidado y cuando me la copiaste me gustó y se me ocurrió postearla en el blog de Sois Dioses, de manera que ahora está compartible en la red, ¡gracias a ti!).

Bueno, como ya sabemos, la solución es tener paciencia y seguir soltando, perdonando. El ego quizás reacciona cuando estamos cerca de deshacerlo (cuando practicamos una enseñanza que deshace al ego), pero sus reacciones no son nada sino su último desesperado recurso... y cuando comprendemos cómo funciona y lo falso que es, no nos asustan los símbolos. Y nos ahorraremos otros símbolos semejantes, pues como dice la metáfora del libro, las páginas de nuestro libro van siendo arrancadas.

Cuando aceptamos la compañía del Espíritu Santo y Su visión de las cosas, ya no veremos símbolos del ego porque los símbolos que antes eran "del ego", ahora se los hemos entregado al Espíritu Santo y ahora podemos percibirlos tranquilamente sin miedo ni apego, los percibimos de otra manera (percepción correcta inspirada por el Espírtu Santo). Así es como, por ejemplo, UCDM nos dice que las relaciones especiales se convierten en relaciones santas: entregándole la relación al Espíritu Santo. El Espíritu Santo sabe hacer un buen uso de todo, incluso de nuestras relaciones especiales. ¡De esta manera incluso al deseo por lo especial acaba dándosele un buen uso, un uso para ayudarnos a despertar!

Solamente tenemos que continuar estando dispuestos a que el Espíritu Santo siga deshaciendo por nosotros el ego (el cambio de mentalidad que llamamos perdón/discernimiento es la manera como nos mostramos dispuestos a esto). Deshaciendo las barreras. No buscamos la verdad directamente, sino que simplemente elegimos que el Espíritu Santo deshaga por nosotros las barreras que hemos interpuesto entre nosotros y la verdad. Ahora un par de citas que ya hemos comentado alguna vez:

Tu tarea no es ir en busca del amor, sino simplemente buscar y encontrar todas las barreras dentro de ti que has levantado contra él. (T.16.IV.6.1)

Tú no tienes que buscar la realidad. La realidad te buscará y te encontrará cuando satisfagas sus condiciones. Sus condiciones son parte de lo que ella es. Y esa parte es lo único que depende de ti. El resto tiene lugar por su cuenta. Necesitas hacer tan poco, porque tu parte, aunque pequeña, es tan poderosa que te brindará la totalidad. Acepta, por lo tanto, la pequeña parte que te corresponde y deja que la totalidad sea tuya. (T.8.IX.2.4-10)

El ego no puede hacer nada para impedirnos aliarnos con el Espíritu Santo, porque el ego no existe, y por eso el ego necesita que creamos en él para poder aparentar que existe un ratito. Pero la verdad es la que es:

La unidad no puede ser dividida. (T.10.IV.3.3)

El amor que buscas no está fuera de ti, sino en ti. No puedes ser dividida. Además, todo lo bueno que ves son reflejos de tu propio ser. Y todo lo malo son tergiversaciones muy deformadas también de tu ser. Sólo existes tú.

(...) sólo te relacionas contigo mismo (T.31.V.15.5)

El camino liberador es, por supuesto, el perdón. Así reconocemos lo esencial y dejamos de proyectar la culpa fuera de nosotros. Al dejar de proyectar la culpa dejamos de sentirnos víctimas. Una lección que ya comenté contigo otro día (titulada: «Tengo el poder de decidir») lo decía así:

Nadie puede sufrir pérdida alguna a menos que ésa haya sido su propia decisión. Nadie sufre dolor salvo cuando él mismo así lo decide. Nadie puede estar afligido, sentir temor o creer que está enfermo a menos que eso sea lo que desea. Y nadie muere sin su propio consentimiento. Jamás ocurre nada que no sea una representación de tus deseos, ni se te niega nada de lo que eliges. He aquí tu mundo, completo hasta el más ínfimo detalle. He aquí toda la realidad que tiene para ti. Mas es sólo ahí donde se encuentra la salvación. (L.PI.152.1)

No estamos solos porque todo está unido y nos acompaña el Espíritu Santo, el dulce Guía perfecto:

El maestro de la paz nunca te abandonará. Tú puedes apartarte de Él, pero Él jamás se apartará de ti. (T.14.XI.14.2-3)

Y Dios nunca nos ha abandonado ni jamás se ha olvidado de nosotros:

¡Él no ha abandonado Sus Pensamientos! (T.31.IV.9.1)

Mediante el perdón estamos negando al ego y eso significa que aceptamos el reconocimiento de la verdad, lo que nos conduce a sentirnos tranquilamente amados y cuidados en el Corazón de Dios. Una cita relacionada:

Si las relaciones especiales, de la clase que sean, dificultan la compleción de Dios, ¿qué valor pueden tener para ti? Lo que supondría un impedimento para Dios tiene que serlo para ti también. Sólo en el tiempo parece posible que algo pueda impedir la compleción de Dios. El puente a través del cual Él quiere llevarte en Sus brazos, te lleva del tiempo a la eternidad. Despierta del tiempo, y sin miedo alguno contesta la llamada de Aquel que te hizo eterno cuando te creó. A este lado del puente que conduce hacia la intemporalidad no entiendes nada. Pero conforme lo cruces con paso ligero, sostenido por la intemporalidad, se te conducirá directamente al Corazón de Dios. Y ahí, y sólo ahí, en el centro de Su Corazón, estarás a salvo para siempre porque gozarás de compleción eternamente. No hay velo que el Amor de Dios en nosotros no pueda descorrer. El camino a la verdad está despejado. Recórrelo conmigo. (T.16.IV.13.7)

La cita anterior menciona el tema de las relaciones especiales (que pueden ser de odio o de amor especial), es un tema importante y útil, que se toca en muchos capítulos 15 o 16 al 23 o 24 aproximadamente, creo recordar. Quizás algún día sientas ganas de repasar ese capítulo 16, que toca mucho el tema de las relaciones especiales. Ese capítulo 16 se titula «El perdón de las ilusiones», lo cual con este título ya nos da una idea de cómo enfoca el tema. UCDM explica muy bien el tema, y encontraremos aplicaciones prácticas en nuestra vida.

Recordemos que todos estamos unidos y que todos somos amor. Con una cita que ya hemos comentado alguna vez:

Todas las cosas obran conjuntamente para el bien. (T.4.V.1.1)

Y confiando en que Dios ES Bueno, entonces confiaremos en que todo está bien, y por lo tanto nos sentiremos completamente a salvo, independientemente de los símbolos que percibamos.

Santo eres, eterno, libre e íntegro, y te encuentras para siempre en paz en el Corazón de Dios. (M.15.1.11)

((Y de otro mail)):

Sí, todo es nuestro maestro si estamos atentos, incluso el apego nos enseña que apegarse siempre conlleva sufrimiento antes o después.

Sin embargo, amar mentalmente no tiene por qué conllevar apego si entendemos bien la idea, porque ¿quién puede apegarse a algo si sabe que lo puede disfrutar siempre que quiera? Y de lo mental, de las ideas, disponemos de ellas siempre que queramos.

Amar mentalmente, en mi caso incluye amar a seres que en lo físico no existen. Seres que vislumbro en mi mente pero que no son personas de ninguna época ni de ningún planeta. También amo mentalmente a nuestros hermanos "físicos", tanto si parecen estar encarnados en esta época o planeta como si no. En este amor mental no surge apego porque nadie puede hacerme la competencia y tampoco mis amores pueden abandonarme, pues me aman tanto como yo a ellos, y aunque todos nos amamos a todos, podemos disfrutarnos todos a todos a la vez, porque somos ideas, extensiones ilimitadas. No surge apego porque puedo dejar de pensar en algún amor (y entonces no deja de ser, pero no lo "activo" en mi consciencia presente) pero cuando quiero disfrutarlo otra vez, surge instantáneamente de nuevo. No hay tiempo, ni espacio, ni límites... solamente hay amor ilimitado correspondiéndose intemporalmente sin fin. Amor inmutable y expansivamente feliz, pura creatividad. En esto vemos la ventaja de lo mental sobre lo corporal. Los cuerpos tienen horarios, competencia de unos con otros, a veces se abandonan unos a otros, etc. Pero mentalmente todo es perfecto (en la mente pura, o al menos en la mente correcta). Y ese amor se siente, y muy agradable. El apego no surge porque como el amor mental está siempre disponible, entonces no hay miedo de que nos abandone o que desaparezca ni enferme ni se muera ni nada. Es eterno; es incondicional; no depende de nada. El apego es una forma de miedo. Miedo a la carencia, miedo a quedar solo, etc, porque el apego se basa en la separación. El amor mental no tiene estos problemas: está disponible siempre, por así decir "las 24 horas de los 365 días de cada año", sin importar que sea un amor mental con un hermano que también parece tener un cuerpo en lo físico, o de que se trate de alguien no conocido en lo físico. Eso da igual. El amor es amor y está siempre disponible. Y el amor siempre es plenamente correspondido y no se basa en la separación sino en la unión: se puede incluso amar a varios y a todos a la vez en un solo aspecto combinado o en varios aspectos reunidos felizmente.

¡Saludos!

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