Si tus hermanos te piden algo "descabellado"...

Lo siguiente es tomado de mensajes mails con un amigo, en febrero de 2012, hace pues aproximadamente un año, donde salió a relucir un fragmento de UCDM que a veces nos ha desconcertado a algunos estudiantes durante nuestra primera lectura del Curso.

Pregunta:

(...) ¿Sabes? Hoy me quedé completamente descolocado cuándo leí una parte del Curso, en el subcapítulo III del Capítulo 12, titulado "Cómo invertir en la realidad". Dice así:

Suponte que un hermano insiste en que hagas algo que tú crees que no quieres hacer. Su misma insistencia debería indicarte que él cree que su salvación depende de que tú hagas lo que te pide. Si insistes en que no puedes satisfacer su deseo y experimentas de inmediato una reacción de oposición, es que crees que tu salvación depende de no hacerlo. Estás, por lo tanto, cometiendo el mismo error que él, y haciendo que su error sea real para ambos.

Y continúa un poco más adelante, la parte que me dejó descolocado:

  Reconoce lo que no importa, y si tus hermanos te piden algo "descabellado", hazlo precisamente porque no importa. Niégate, y tu oposición demuestra que sí te importa. Eres únicamente tú, por lo tanto, el que determina si la petición es descabellada o no, y toda petición de un hermano es tu propia petición. ¿Por qué te empeñas en negarle lo que pide? Pues negárselo es negártelo a ti mismo, y empobrecerte a ti y a él. Él está pidiendo la salvación, al igual que tú. La pobreza es siempre cosa del ego y nunca de Dios. Ninguna petición es "descabellada" para el que reconoce lo que es valioso y no acepta nada más.  

Justamente algo que a mí siempre me ha costado es aprender a decir "NO", una negación de calidad, sin negatividad, "no quiero hacer esto porque no te pertenezco, no es mi deseo". Recuerdo una vez hace años, yo tenía un amigo homosexual, y él me pidió relaciones sexuales con él... es decir, según el Curso, ¿debería haber accedido? jajaja, yo supongo que se refiere a nivel mental y no de conducta, pero sinceramente ahí me parece que está hablando en el nivel de comportamiento, y es eso justamente lo que me confunde.

Respuesta: 

(...) Y bueno, el tema siguiente que planteas es un tema recurrente, que no es la primera vez que respondo por mail. Y no sólo eso, a mí me chocó también la primera vez que leí UCDM, lo resolví a mi manera con "mi chivato interior", o sea, escuchando el mensaje interior con la convicción: "digan lo que parezcan decir las palabras, esto es así y punto" (así: como lo intuí). Que escuché bien lo confirmé cuando llegué al capitulo 16, pues ahí para deshacer posibles malinterpretaciones UCDM se responde a sí mismo zanjando las posibles dudas.

Aprovecho que respondí a esto a principios de diciembre escribiéndole a una amiga, así me ahorro explicarlo de nuevo y buscar las citas. Voy a copiarte el mail completo porque no es muy largo. Es curioso (como podrás leer más abajo) que mi forma de expresarlo fue parecida a la tuya, incluido el ejemplo del sexo "descabellado" jejeje. En el mail aparece en la parte final un link que nunca llegué a leer del todo pero que tenía pinta de ser interesante, pues resulta que esta misma duda le ha venido a otros estudiantes del Curso y ese tema estaba comentado en ese sitio de internet que menciono en el link. Copia del mail:

(INICIO DE COPIA)

Por cierto, la sección del Texto que mencionas, que comienza con (subrayo una frase):

 Suponte que un hermano insiste en que hagas algo que tú crees que no quieres hacer. Su misma insistencia debería indicarte que él cree que su salvación depende de que tú hagas lo que te pide. Si insistes en que no puedes satisfacer su deseo y experimentas de inmediato una reacción de oposición, es que crees que tu salva­ción depende de no hacerlo. Estás, por lo tanto, cometiendo el mismo error que él, y haciendo que su error sea real para ambos. (T- 12, III, 2, 1-4)

Y la idea que se amplía dos párrafos después:

Reconoce lo que no importa, y si tus hermanos te piden algo "descabellado", hazlo precisamente porque no importa. (... etc etc, todo el párrafo) (T-12, III, 4)

Es una sección fácil de malinterpretar (actitudes pasivas, actuar según parámetros "externos", etc, por ejemplo si alguien me pide que me suicide o que le complazca sexualmente...) pero se trata de actitudes, no de instrucciones para la acción propiamente dichas. Aquí también hay que ir más allá de las palabras literales, leyendo cuidadosamente todo el contexto.

Por si hubiese dudas, más adelante en el capítulo 16 lo matiza:

He dicho que si un hermano te pide que hagas algo que a ti te parece absurdo, que lo hagas. Pero ten por seguro que esto no significa que tengas que hacer algo que pudiera ocasionarte daño a ti o a él, pues lo que hace daño a uno, le hará daño al otro. (...) Sólo el Espíritu Santo reconoce las necesidades absurdas así como las reales. Y Él te enseñará cómo satisfacer las dos sin que ninguna quede excluida. (T-16, I, 6, 4-8)

Esa parte del hacer algo "descabellado" parece ser un punto llamativo para muchos estudiantes de UCDM, pues a mí me llamó la atención desde la primera vez que la leí, no viendo del todo clara la intención de esa cita en el capítulo 12, hasta que al seguir leyendo y llegar al capítulo 16, vi que mis sensaciones más o menos habían ido en el buen camino, pues ahí se aclara mejor; y en alguno de sus libros Kenneth Wapnick cita también esto, y en alguna web también aparece, lo que me indica que efectivamente es un tema que ha interesado en general a muchos estudiantes del Curso. Una web donde toca precisamente este tema: http://www.liberatuser.es/situhermanotepidealgodescabellado.html (No he leído el artículo, pero mirando por encima veo que contiene ambas citas, la del cap. 12 y la del 16). En mi UCDM tengo partes subrayadas y algunas anotaciones, y esas dos citas las tengo referidas la una a la otra (y la otra a la una, claro jejeje) para así poder encontrar una cuando leo la otra cada vez.

¡Saludos!

(FIN DE COPIA)

El capítulo 16 contesta lo que tuve que intuir al leer el 12, pero en mi caso, hasta llegar al 16 estaba como "enfadado" con el Curso, como pensando: "Tengo claro como es, ¿entonces por qué el Curso dice eso del cap. 12?". Como una "piedra" o fallito que hubiese en el Curso, Pero en el 16 me confirmó que la intuición que había sentido era la correcta. Y más adelante descubrí algo más: al releer más despacio y con el corazón muy atento de nuevo el capítulo 12, me di cuenta de que... sorpresa sorpresa... en el capítulo 12 se dice lo mismo que en el 16 (aunque menos elaborado), pero yo había leído descuidadamente el capítulo 12 la primera vez jejeje (nos pasa casi a todos... bueno, quizás no a casi todos pero sí a muchos). Es por eso que en el mail que te he copiado puse subrayada la frase esa de "y experimentas de inmediato una reacción de oposición", pues es una frase que había pasado por alto (dándole menos atención y menos peso del que merece) en mi primera lectura de ese capítulo. Esa frase ya venía subrayada en el mail que envié en diciembre, pero voy a añadir otra frase subrayada más aquí ("tú crees"):

Suponte que un hermano insiste en que hagas algo que tú crees que no quieres hacer. Su misma insistencia debería indicarte que él cree que su salvación depende de que tú hagas lo que te pide. Si insistes en que no puedes satisfacer su deseo y experimentas de inmediato una reacción de oposición, es que crees que tu salva­ción depende de no hacerlo. Estás, por lo tanto, cometiendo el mismo error que él, y haciendo que su error sea real para ambos. (T- 12, III, 2, 1-4)

Bien entendidas esas dos frases subrayadas, se acaba comprendiendo que la onda de la explicación dada en el capítulo 16, ya estaba contenida en esta parte del capítulo 12. "Tú crees" que no quieres hacer algo, eso es un señalizador del ego. Porque el ego cree que unas cosas debe hacerlas y que otras no (y cree que es muy importante decidir bien entre una cosa o la otra). Pero el Espíritu Santo no cree, él sabe (y sabe que nada puede salir nunca mal), y cuando vamos con él de la mano, no importa lo que nos pidan o lo descabellado que sea/parezca (incluso saltar al vacío desde un décimo piso), nosotros de la mano del Espíritu no creemos ni que sí queremos hacerlo ni que no queremos hacerlo. Simplemente amamos. ¿Y qué haremos en la práctica? Lo que el Espíritu Santo nos diga (lo cual confirmamos observando nuestro sentimiento porque sus sugerencias nunca van hacia un aumento del miedo, sino que aumentan la paz). Y esta actitud de seguir "lo que diga el Espíritu Santo" trae esta consecuencia: suceda lo que suceda finalmente, no experimentaremos de inmediato una reacción de oposición, porque no estamos decidiendo por nuestra cuenta, sino con la actitud de escuchar al Espíritu Santo y amando al hermano que nos haya pedido eso que a primera vista nos parece "descabellado".

Esto que cae en el párrafo 2 de esa sección III del capítulo 12, no debería tampoco leerse separadamente de los siguientes párrafos, el 3, el 4 y el 5 al menos hasta la frase «el amor es la única respuesta». Un par de frases de esa sección:

     Reconoce lo que no importa, y si tus hermanos te piden algo "descabellado", hazlo precisamente porque no importa.      Niégate, y tu oposición demuestra que sí te importa. (T.12.III.4.1-2) [Notemos que este "no importa" complementa la frase "y experimentas de inmediato una reacción de oposición"; porque como dije antes, para el ego sí importa y por eso siente que es importante hacer "lo correcto", y eso crea una tensión]

     Ninguna petición es "descabellada" para el que reconoce lo que es valioso y no acepta nada más. (T.12.III.4.8) [Notemos que esto se relaciona con lo que hablábamos el otro día de no contradecir a nuestros hermanos, y de entender sus "balbuceos" (aunque parezcan descabellados) como amor o como peticiones de amor]

Ya me contarás si estas consideraciones zanjan las dudas; si queda alguna, insiste para ver si entre los dos la resolvemos. Esta "piedra" del capítulo 12 es la única "piedra" que vi en todo UCDM. Lo llamo "piedra" como metáfora, por ser una sección donde más de un estudiante ha encontrado una aparente gran dificultad, pero una dificultad generalmente breve, pues suele desaparecer al leer el capítulo 16 jejeje. Y nada es casual en UCDM, y todo esto seguro que tiene muchos usos beneficiosos. A mí me enseñó a aprender a leer más cuidadosamente, con la valiosa lección de que si yo hubiese estado más atento desde el principio, no hubiese tenido que esperar hasta el capítulo 16, pues me habría dado cuenta desde el principio de que la idea es la misma en ambos, y coincidente con la misma idea que desde el principio mi Corazón tenía claro que era así. ¿Entonces por qué me "enfadé" con UCDM durante 4 capítulos? Por no leerlo atentamente y así pensar que decía algo distinto a lo que interiormente yo sentía. Sin embargo, cada frase y cada palabra suelta, en UCDM están para algo. Esa fue mi lección jejeje

Por cierto, que las reacciones de enfado hacia el Curso son otro tema recurrente en muchos estudiantes, lo sé por mí y por algunas amigas (en mi caso ya te he contado, y además me costó tener paciencia en parte con las lecciones del libro de ejercicios, cosas así). Estas reacciones nos dan nuevas oportunidades de perdonar, porque perdonar al Curso ¡también nos libera! ;-)

¡Saludos!

ACTUALIZACIÓN AÑADIDA EN MARZO DE 2014: 

En la sección de preguntas y respuestas de facim se tocó este tema (en la pregunta número 541), y recientemente se ha traducido al español:

¿Por qué debería hacer "algo descabellado" cuando se me pida? 

Q#541: He tenido problemas con el capítulo 12, sección III, Cómo invertir en la realidad. Jesús dice que si alguien nos pide algo “descabellado” deberíamos hacerlo ya que no importa. Esto me causa mucho miedo porque nunca en mi vida he podido decir que no y esto es algo que necesito hacer por mi propia salud mental. Yo pensaba que no nos gobiernan otras leyes que las de Dios y que Él nunca exige nada. Lo anterior me parece una exigencia. Me hace sentir como si estuviera bajo el control de cualquier otro tan solo con que se le ocurriera pedirme que hiciera algo y se enfadara si no lo hiciera. Tengo que estar interpretando esto de manera incorrecta ya que me causa un miedo mucho mayor que cualquier otra cosa en el Curso. Cómo puede Dios esperar que reverenciemos los deseos de los demás de esta manera. ¿Acaso no contradice esto todo lo demás?         

Respuesta: La confusión que tienes con este pasaje es muy común entre los estudiantes del Curso, debido a nuestra fuerte tendencia nacida del ego de confundir forma con contenido. Para tu tranquilidad, Jesús no está hablando nunca acerca de comportamiento sino simplemente acerca de nuestros pensamientos y actitudes subyacentes. Regresemos a la frase que citas en un contexto más amplio:     

“Reconoce lo que no importa, y si tus hermanos te piden algo “descabellado”, hazlo precisamente porque no importa. Niégate, y tu oposición demuestra claramente que sí te importa. Eres únicamente tú, por lo tanto, el que determina si la petición es descabellada o no, y toda petición de un hermano es tu propia petición. ¿Porqué te empeñas en negarle lo que pide? Pues negárselo es negártelo a ti mismo, y empobrecerte a ti y a él. Él está pidiendo la salvación, al igual que tú. La pobreza es siempre cosa del ego y nunca de Dios. Ninguna petición es “descabellada” para el que reconoce lo que es valioso y no acepta nada más.     

La Salvación es para la mente, y se alcanza por medio de la paz. La mente es lo único que se puede salvar, y sólo se puede salvar a través de la paz. Cualquier otra respuesta que no sea amor surge como resultado de una confusión con respecto a “qué” es la salvación y a “cómo” se alcanza, y el amor es la única respuesta” (T.12.III.4:1,2,3,4,5,6,7,8; 5:1,2,3).     

En este pasaje en particular, nuestra tendencia es a enfocarnos en la parte “hazlo” que aparece en la declaración, a pesar de que las palabras que Jesús está enfatizando, indicadas por la escritura en itálicas, tienen que ver con nuestra interpretación acerca de la petición y nuestra motivación. Su enfoque no es en el “hazlo” sino en el “no importa.”     

Jesús nos está pidiendo que miremos nuestra resistencia a la petición que nos hace nuestro hermano. Si nos encontramos en nuestra mente recta, podremos escuchar la petición real que se encuentra detrás de las palabras específicas y estaremos dispuestos a responder, pues, en palabras de ese párrafo, “Él está pidiendo la salvación.” Nuestra respuesta podría estar dada o no en la forma de lo que nuestro hermano está pidiendo --- no rechazar la petición de nuestro hermano no quiere decir que haremos exactamente lo que nuestro hermano nos pide a nivel de comportamiento. Pero nuestra actitud no será una de resistencia o de rechazo sino de apertura a responder a lo que realmente está pidiendo ---el amor que él no sabe que es suyo.     

Jesús tenía en cuenta que íbamos a malinterpretar este pasaje debido a la confusión que, a causa del ego, tenemos entre forma y contenido así que añadió una clarificación unos capítulos más tarde:     

“He dicho que si un hermano te pide que hagas algo que a ti te parece absurdo, que lo hagas. Pero ten por seguro que esto no significa que tengas que hacer algo que pudiese ocasionarte daño a ti o a él, pues lo que le hace daño a uno le hará daño al otro. Las peticiones absurdas son absurdas sencillamente porque son conflictivas, ya que siempre contienen ciertos elementos del deseo de ser especial. Sólo el Espíritu Santo reconoce las necesidades absurdas así como las reales. Y Él te enseñará cómo satisfacer las dos sin que ninguna quede excluida” (T.16.I.6:4,5,6,7,8).     

Una vez más, Jesús cambia el foco de atención del comportamiento específico al contenido subyacente y nos pide que recurramos al Espíritu Santo en busca de ayuda, ya que, a causa de nuestra propia interpretación, percibiremos la exigencia de nuestro hermano como un ataque y no como una petición de ayuda. Esa es la razón por la que necesitamos pedir ayuda para nosotros mismos antes de que podamos responder a la verdadera petición de nuestro hermano. Mientras nos percibamos a nosotros mismos como limitados y vulnerables, veremos a las peticiones de nuestro hermano como exigencias poco razonables sobre las que no podremos sino responder defensivamente, como si las peticiones de nuestro hermano nos disminuyesen. Pero si estamos en nuestra mente recta, seremos capaces de escuchar la exigencia de nuestro hermano por lo que verdaderamente es ---una temerosa petición de amor de alguien que cree que no merece amor. Y sabremos que la única respuesta apropiada es amor (T.12.I.3,4,5), del cual no somos la fuente.     

Es mediante nuestra disposición a ser un canal para el amor que nuestro hermano está solicitando, como decimos que estamos dispuestos a experimentar el amor nosotros mismos. Eso es por lo que, tal y como Jesús lo dice al comienzo del pasaje, rechazar una petición de tu hermano es empobrecerte a ti también. La rabia y la resistencia que sientes son las claves que necesitas para darte cuenta de que es el ego quién se ha hecho cargo del espectáculo. Así que mientras sientas que necesitas mantener límites y fronteras para protegerte a ti mismo, Jesús está diciendo que es todavía posible responder a la petición subyacente de amor que te hace tu hermano. Ya que Jesús nunca nos pediría que hiciéramos algo que creyéramos nos heriría a nosotros mismos ---somos nosotros quienes demandamos eso de nosotros mismos.

Fuente en español: http://www.uncursodemilagros.es/index.php/preguntas-y-respuestas-facim/77-demo/194-q-541

Fuente original en inglés:http://facimoutreach.org/qa/questions/questions95.htm#Q541

Otras respuestas de Kenneth Wapnick sobre este tema: "Si tu hermano te pide algo descabellado...": P-60, P-465, P-541, P-692, P-695, (P-889), P-1010,