lunes, 4 de enero de 2016

Facimoutreach P-90

¿Qué quiere decir que "no tengo que hacer nada"?

P-90: Mis preguntas se refieren a la sección del Texto titulada "No tengo que hacer nada". Ahí se dice que una vida de contemplación y largos períodos de meditación con el propósito de romper la atadura con el cuerpo no son necesarios. He estudiado el Curso desde hace muchos años y he tenido momentos de gran paz haciendo las lecciones o leyendo el Texto con una mente abierta y voluntad de escuchar. He estudiado también una meditación budista cuyo propósito no es desapegarse del cuerpo sino el estar plenamente presente. Te puedes concentrar en la respiración o en alguna sensación, y observar tus pensamientos. Si se hace esto con conciencia, los pensamientos pasan y puedes conseguir una sensación de amplitud o al menos paz —una calma procedente de entrar en quietud. Estoy confundido porque muchos párrafos de Un Curso de Milagros nos piden "aquietarnos", "sentarnos en silencio", siéntate en silencio y quédate quieto, y echa a un lado todos los pensamientos. ¿No es eso lo mismo, al menos en parte? ¿Podrías explicar exactamente la manera en que el Curso quiere que nos aquietemos? ¿Y hay alguna diferencia entre los dos métodos de aquietamiento?

Respuesta: La quietud o la paz es lo mismo —esa experiencia de cuando dejamos ir todos nuestros pensamientos de separación y de juicio y se calma la constante charla del ego. La diferencia entre ambos caminos no está en la experiencia misma, sino en que el Curso se enfoca en nuestra resistencia a esa experiencia, y por lo tanto en nuestra resistencia al proceso mediante el cual se logra esa paz o quietud.

La cuestión en realidad es: ¿por qué no experimentamos la quietud todo el tiempo? En la lección del Libro de ejercicios titulada "Deseo la paz de Dios", Jesús señala: «Decir estas palabras no es nada. Pero decirlas de corazón lo es todo» (L.185.1.1-2). Y continúa diciendo: «Desear la paz de Dios de todo corazón es renunciar a todos los sueños. (...) La mente que desea la paz de todo corazón debe unirse a otras mentes, pues así es como se alcanza la paz» (L.185.5.1; 6.1).

Y esa es la razón de nuestra resistencia a la quietud. En esa paz, el ilusorio y onírico "yo" que creemos que somos ya no existe —hemos renunciado al sueño de separación. Nuestros sueños de juicio y ataque son lo que mantiene nuestra ilusoria sensación de ser un yo separado, con otros seres externos a este yo, con quienes parecemos estar en conflicto —lo cual es la antítesis de la paz. Y cuando nos "unimos con otras mentes" al desprendernos de todos los juicios, nuestro yo separado simplemente desaparece, al menos por un instante hasta que nuestro miedo a lo ilimitado se vuelve demasiado grande.

Así que el Curso, aunque habla de la paz y nos invita en algunas de las lecciones del Libro de ejercicios a experimentarla por medio de aquietar nuestra mente y quedarnos silenciosos, en donde realmente hace hincapié es en el problema de nuestra resistencia, y nos pide que observemos eso. Y la resistencia se encuentra en todas nuestras proyecciones de culpa y de reproche en las que acusamos a otros por nuestra falta de paz (echándoles la culpa a ellos: proyectándola sobre ellos), de modo que nunca vemos la culpa que estamos albergando dentro de nuestra propia mente y que es el verdadero obstáculo para la paz. Tal como la sección a la que te refieres, "No tengo que hacer nada", señala: «Tu camino será diferente, no en cuanto a su propósito, sino en cuanto a los medios. La relación santa es un medio de ahorrar tiempo» (T.18.VII.5.1-2). En otras palabras, el proceso del Curso se basa en perdonar nuestras relaciones especiales, todas las proyecciones externas de nuestra culpa interna, la cual es la que nos mantiene en conflicto en vez de en paz.

Si realmente quisiéramos estar aquietados y en paz, lo estaríamos. A fin de cuentas la paz es nuestra herencia natural (T.3.VI.10.1-2). Pero solamente nos permitimos breves destellos de la auténtica paz, como puedes ver por propia experiencia. No queremos mantener esa tranquila quietud porque tenemos miedo de ella. Así que el Curso nos conduce a la quietud por un camino indirecto, enfocándose en la eliminación de las barreras que hemos interpuesto entre nosotros mismos y la paz, en vez de seguir un enfoque directo, tal como por ejemplo la meditación, la cual tiende a pasar por alto nuestra resistencia y su origen.

Link original en inglés: http://www.facimoutreach.org/qa/questions/questions20.htm#Q90

Índice de las P&R traducidas: http://hablemosdeucdm.blogspot.com/2015/11/indice-de-traducciones-de-p-de.html

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