viernes, 29 de enero de 2016

Facimoutreach P-175

¿Podemos esperar estar en paz después de la muerte?

P-175: Las tres siguientes preguntas abordan todas el tema de la muerte, así que se responden conjuntamente:

(I) Me gustaría saber más sobre que "la muerte no resuelve nada".

(II) Para nosotros es usual decir, cuando una persona muere, que ella está finalmente "en paz". Cuando en la muerte muere nuestro ego, ¿eso nos libera del miedo basado en el pensamiento del ego, y nos concede la paz?

(III) ¿Serías tan amable de explicar qué enseña Un Curso de Milagros con respecto a encontrar la paz después de la muerte?

Respuesta: Puesto que todas las personas de este mundo sufren el horroroso dolor de creer que están separadas de su verdadero Hogar y de su Creador, a lo largo de nuestra vida hay veces en las que el pensamiento de escapar de este dolor parece ser una bendición. En tales momentos, la muerte representa un escape de nuestro dolor. Y sin embargo, Un Curso de Milagros nos enseña que no somos nuestros cuerpos: «El cuerpo es el símbolo de lo que crees ser. Es a todas luces un mecanismo de separación y, por lo tanto, no existe» (T.6.V.A.2.2-3). Por lo tanto no necesitamos escapar de nuestros cuerpos, independientemente de que se trate de un cuerpo físico, psicológico, emocional, astral, etc. Sin embargo, de lo que sí necesitamos escapar es del pensamiento de separación, y esto se logra por medio del perdón. Cuando el cuerpo "muere", si la mente no ha sido totalmente sanada del pensamiento de separación, la falta de perdón que la mente mantiene se desarrollará en otros tiempos y en otras formas, hasta que el perdón se perfeccione.

«Cuando tu cuerpo, tu ego y tus sueños hayan desaparecido, sabrás que eres eterno. Tal vez pienses que esto se logra con la muerte, pero con la muerte no se logra nada porque la muerte no es nada» (T.6.V.A.1.1-2).

En otros casos, puede que lleguemos a creer que este mundo es un campo de pruebas espiritual, y la muerte simboliza el final de nuestra prueba, y nuestro ticket de vuelta a Casa. O podemos creer que una vez que hayamos muerto, nuestros egos son transcendidos automáticamente, y que estaremos en paz. Creencias como esa nos tientan a desear que la muerte llegue más pronto que tarde. «Existe el riesgo de pensar que la muerte te puede brindar paz porque el mundo equipara el cuerpo con el Ser que Dios creó» (T.27.VII.10.2). Es importante tener en cuenta que "la muerte del ego" no llega con la muerte del cuerpo, sino que llega por medio del perdón, el cual ocurre sólo en la mente. Y nuestros cuerpos pueden morir independientemente de que hayamos completado este proceso del perdón, o sin haberlo completado.

En cualquier caso, puedes ver hasta qué punto somos tentados a atribuir el dolor a nuestro cuerpo en vez de a nuestra mente. Una vez que hemos aprendido dónde está el problema real, el Espíritu Santo puede empezar a utilizar nuestro cuerpo para enseñarnos nuestra verdadera identidad como una mente: «El Espíritu Santo, como siempre, se vale de lo que tú has hecho [el cuerpo] y lo transforma en un recurso de aprendizaje. (...) Él reinterpreta lo que el ego utiliza como un razonamiento en favor de la separación, y lo convierte en una demostración contra ésta» (T.6.V.A.2.4-5).

Así que la muerte (la cual no es nada) del cuerpo (también nada) no resuelve nada (el pensamiento de la separación, otra nada). ¡Nada más nada igual a nada!

Link original en inglés: http://www.facimoutreach.org/qa/questions/questions35.htm#Q175

Índice de las P&R traducidas: http://hablemosdeucdm.blogspot.com/2015/11/indice-de-traducciones-de-p-de.html

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