¿Cómo puedo evitar juzgar a mis amigos por sus creencias acerca de los medicamentos homeopáticos?
P-1372: Tengo muchos amigos que fervientemente prefieren la medicina homeopática a la medicina alopática. Yo he estado mucho tiempo sin problemas con eso, ya que entiendo que cualquier magia es solo magia, sin importar si se trata de una droga farmacéutica o una cápsula de hierbas. Pero recientemente me he dado cuenta de que percibo que los homeópatas se consideran a sí mismos como más "iluminados" que los alópatas. Y esto me molesta. Soy consciente de que esto es sobre mí, no sobre ellos, porque soy yo a quien le importa lo que ellos piensan. ¿Cómo puedo resolver esto?
Respuesta: En primer lugar, es importante haber reconocido que "cualquier magia es solo magia". Esto pone sobre el tapete el principio central de Un Curso de Milagros de que no hay jerarquía entre las ilusiones. Ambas formas de medicina son mágicas, en la medida en que se utilizan para corregir las afecciones del cuerpo, ya sean psicológicas o físicas.
Sentirse molesto por el hecho de que otras personas reivindiquen su superioridad refleja generalmente una proyección de la culpa o del odio hacia uno mismo por una actitud similar que mantienes tú mismo. Jesús nos instruye sobre esto en la lección 134: «Cuando te sientas tentado de acusar a alguien de algún pecado, no permitas que tu mente se entretenga en lo que tú piensas que esa persona hizo, pues eso es engañarse uno a sí mismo. Pregúntate, en cambio: ¿Me acusaría a mí mismo de eso?» (L.134.9). Esto tiene que ver con el contenido, no con la forma. En otras palabras, tú podrías preguntarte: "¿De qué se trata realmente el que ellos estén haciendo eso que me molesta?". Trata de captar el significado del sentimiento superior que ellos te ofrecen —lo que desencadena eso en ti. Sea lo que sea, te estarás acusando a ti mismo de hacerlo, aunque muy probablemente de una forma diferente. Si no te surge nada, está bien. Simplemente sé consciente de que te sientes molesto por su actitud debido únicamente a algo que hay en ti que tú odias o algo de lo que te avergüenzas y quieres mantenerlo oculto, y por tanto imperdonable.
Es importante que te enfoques en el juicio que estás haciendo y te des cuenta de que ese es el problema, no el comportamiento de las otras personas. Tú no te sentirías molesto por eso si no hubieras ya elegido en tu mente contra el amor y luego te hubieras juzgado a ti mismo por ello. Trata de aceptar que cualquier decisión egoica por la que te acuses a ti mismo por haberla tomado, nunca será más que un simple error —y los errores requieren corrección, no condenación. Por lo tanto, si no logras identificar el "pecado" concreto que hay en ti y que está siendo proyectado y odiado en esas otras personas, todavía puedes a pesar de eso cambiar tu mente con respecto a la interpretación que haces de eso. Todavía puedes pedirle ayuda a Jesús para ver con él que el pecado y la culpa no son nada más que juguetes con los que los niños juegan hasta que un día se cansan de ellos y los dejan de lado para siempre (T.29.IX.5). Entonces mirarás a través de los ojos de Jesús y no verás motivos para juzgar, sino que únicamente verás motivos para la compasión a medida que te das cuenta de que tus intereses son compartidos por todas las demás personas. Finalmente, puedes sentir gratitud por esta oportunidad que ha surgido para que puedas tratar con la culpa que habría seguido oculta si no hubieras estado dispuesto a asumir la responsabilidad de tus percepciones.
Link original en inglés: http://www.facimoutreach.org/qa/questions/questions299.htm#Q1372
Índice de las P&R traducidas: http://hablemosdeucdm.blogspot.com/2015/11/indice-de-traducciones-de-p-de.html
Valoro muchisimo el trabajos que haces... bendiciones...
ResponderEliminarRuben
Gracias y bendiciones también para ti, Rubén; un abrazo :-)
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