domingo, 3 de enero de 2016

Facimoutreach P-1331

¡Ayuda! ¡Como estudiante del Curso estoy sintiendo que no quiero estar más aquí!

P-1331: He estado estudiando el Curso durante un largo período de tiempo, por lo que me parece extraño que yo tenga este pensamiento. El pensamiento es: La verdad es que no quiero estar aquí más tiempo. Es un pensamiento que experimento muy profundamente y con mucha frecuencia cada día. Es un pensamiento que me persigue. Ahora bien, entiendo que el Curso va de cambiar nuestra mente y no de ir a otra parte. También entiendo que el suicidio no es la respuesta porque la muerte del cuerpo no soluciona nada. Tal vez el profundo anhelo de estar fuera de este mundo sea realmente un reflejo de querer estar fuera de la miseria que implica tener un ego —pero este proceso requiere tanto, tanto tiempo. ¿Podrías ayudarme con esto?

Respuesta: Reconocer que no quieres estar aquí no es solo una consecuencia normal y previsible de estudiar Un Curso de Milagros, sino, de hecho, una crucial. Una y otra vez, el Curso vuelve al tema de que este mundo no es nuestro hogar. De hecho, describe bellamente la experiencia de sentirse perseguido por la idea de no querer estar aquí: «(...) en ti hay un Niño que anda buscando la casa de Su Padre, pues sabe que Él es un extraño aquí. (...) Este Niño que mora en ti es el que conoce a Su Padre. Él anhela tan profunda e incesantemente volver a Su hogar, que Su voz te suplica que le dejes descansar por un momento. (...) Te habla incesantemente de Su hogar con suaves murmullos» (L.182.4.3; 5.2-3; 7.4).

Dado que la mayoría de nosotros hemos pasado toda nuestra vida manteniendo esta incesante voz profundamente enterrada, los esfuerzos de Jesús en el Curso para traerla a nuestra conciencia pueden sentirse como bastante chocantes. Nosotros podemos sentirnos al mismo tiempo confortados —de saber que Jesús sabe exactamente cómo nos sentimos— y a la vez asustados de que ahora tenemos que reconocer una verdad que amenaza los fundamentos mismos de lo que creemos que somos. Afortunadamente, hay otro mensaje en el Curso que hace esta situación llevadera. Jesús nos enseña que no estamos aquí. Él nos dice: «En realidad no ha ocurrido nada, excepto que te quedaste dormido y tuviste un sueño en el que eras un extraño para ti mismo» (T.28.II.4.1). Él nos enseña además que, puesto que esto es un sueño, tenemos control sobre el contenido del sueño: «(...) mientras estés dormido puedes elegir entre diferentes sueños, dependiendo del propósito que le hayas adscrito a tu soñar. (...) Un sueño es como una memoria, en el sentido de que te presenta las imágenes que quieres que se te muestren» (T.28.II.4.3, 5).

Esta es entonces la clave con la que podemos hacer frente a la sensación de no querer estar aquí y en última instancia encontrar alivio del dolor que eso nos causa. El ego quiere que interpretemos nuestro deseo de no estar aquí como si fuese un anhelo de salir del mundo físico —una tarea inherentemente inútil porque no existe un mundo físico del que escapar. Por otro lado, el Espíritu Santo quiere reinterpretar este deseo como el anhelo perfectamente razonable y alcanzable de despertar y salir del estado mental que lo único que nos ha dado ha sido nada más que dolor. Por consiguiente, al entregarle la idea "No quiero estar aquí más tiempo" al Espíritu Santo, veremos que se transforma de un lamento desesperado por nuestra aparente situación externa, hasta convertirse en una inspiradora llamada de atención para que cambiemos nuestra situación interna. Durante este proceso el mundo parecerá cambiar, pasando de ser una prisión nociva a ser un aula maravillosa.

Cuando seamos tentados a sentirnos prisioneros aquí, amenazados por aparentemente crueles fuerzas externas y frustrados por un viaje espiritual que podemos sentir lento y escabroso, haremos bien en recordar las siguientes palabras: «(...) tiene que haber otra manera de ver [el mundo]. Veo todo al revés y mis pensamientos son lo opuesto a la verdad. Veo el mundo como una prisión para el Hijo de Dios. Debe ser, pues, que el mundo es realmente un lugar donde él puede ser liberado. Quiero contemplar el mundo tal como es y verlo como un lugar donde el Hijo de Dios encuentra su libertad» (L.57.3).

((Nota de Toni: puede leerse también la siguiente pregunta relacionada: P-1320))

Link original en inglés: http://www.facimoutreach.org/qa/questions/questions289.htm#Q1331

Índice de las P&R traducidas: http://hablemosdeucdm.blogspot.com/2015/11/indice-de-traducciones-de-p-de.html

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