Si creo que mi mente está sanada, ¿por qué todavía siento dolor?
P-149: Si uno está terriblemente enfermo de cáncer, lleno de dolor, y como estudiante de Un Curso de Milagros se esfuerza por tener la ayuda del Espíritu Santo mediante el perdón y la paz en ese problema, pero todavía sufre físicamente, ¿qué es lo que esto significa? El Curso indica que cuando nuestra mente esté sanada no sentiremos dolor.
Respuesta: ¡Ya sabes la respuesta a tu pregunta! Cuando nuestra mente esté sanada, no sentiremos dolor. Hasta que nuestra mente esté sanada, sentiremos dolor. Y debido a que nuestra mente no está sanada, experimentaremos el dolor como si estuviera en el cuerpo, causado por factores ajenos a nuestro control, en vez de reconocer que está en la mente que ha pensado que podría separarse a sí misma del amor —un estado muy doloroso. Y así es como protegemos el pensamiento de separación en nuestra mente dividida.
Usamos el dolor para autoconvencernos de que el cuerpo es real, porque todavía queremos que el cuerpo sea real. Jesús nos dice que: «El dolor es una perspectiva errónea. Cuando se experimenta en cualquier forma que sea, es señal de que nos hemos engañado a nosotros mismos. (...) El dolor no es sino un testigo de los errores del Hijo con respecto a lo que él cree ser. (...) El cuerpo es el Hijo de Dios, corrompible en la muerte» (L.190.1.1-2; 2.3; 3.7).
Lo más importante, sin embargo, es que mientras continuemos experimentando dolor —ya sea el dolor de un cáncer o el de una pierna fracturada o el dolor de un abuso emocional o cualquier otra forma de dolor que experimentemos— no nos juzguemos a nosotros mismos por sentirlo. Hacer eso no serviría para otro propósito que el del ego. Debido a nuestro miedo de perdernos a nosotros mismos, sanamos el dolor de nuestra mente por medio del perdón en pequeños pasos.
Y en esos momentos en que aceptamos que no sabemos la verdad sobre nosotros mismos pero que hay un Consolador que sí la sabe, con Quien estamos siempre unidos en perfecta paz y alegría, entonces los asuntos aparentemente dolorosos del cuerpo se desvanecen de nuestra conciencia. Debido a nuestro miedo, lo más probable es que no estaremos preparados para aceptar completamente la sanación de la mente y la liberación de nuestra identidad corporal limitada, así que regresaremos de nuevo al dolor por la defensa que nos proporciona. Pero con cada momento de reconocimiento, compartido en el instante santo de la sanación, nuestra inversión en la culpa y el dolor disminuirá. Y nunca volveremos a estar totalmente convencidos de que el mundo o cualquier cosa ajena a nuestra mente pueda causarnos dolor.
Para la consideración de algunos otros asuntos relacionados con tu pregunta, puede que quieras ver también la pregunta P-142.
Link original en inglés: http://www.facimoutreach.org/qa/questions/questions30.htm#Q149
Índice de las P&R traducidas: http://hablemosdeucdm.blogspot.com/2015/11/indice-de-traducciones-de-p-de.html
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