De un mail escrito en febrero de 2013:
El amor siempre es correspondido. A toda llamada de amor le sigue una 
respuesta de amor. No hay excepciones a esto. La idea de que el amor 
pudiera 
no ser correspondido es una falsa creencia que no tiene 
sentido y solamente podría parecer suceder en un mundo de locos. O como 
lo llama Gary Renard: en el "planeta psicótico". Pero la verdad es que 
el amor siempre es correspondido. 
Todo lo que puedo decir ya lo sabes, pero quizás nos venga bien repasar algunas ideas. 
Una
 vez, hace meses o más tiempo, en el blog cité una upanishad que decía 
algo así como que todo es amor al ser, y que el amor al esposo no era 
sino amor al ser, y que el amor al padre, a la madre, hermanos, hijos, 
amigos, posesiones, etc, no era otra cosa que amor no por esas cosas en 
sí (como algo separado) sino que eran amor al ser (nota para quien quiera leer la cita exacta: esta cita upanishádica es un párrafo de los citados en este largo post: 
Perdonando la muerte propia; es uno de los párrafos en color verde, aunque no el primero). 
El ser también te ama. Y el ser eres tú. 
¿Recuerdas la 
metáfora en advaita del perro que mastica un hueso y las astillas 
afiladas del hueso le cortan ligeramente la piel de la boca y le sale un
 poco de sangre, el perro entonces saborea la sangre y le gusta mucho y 
cree que ese placer se lo da el hueso, sin saber que en realidad no 
saborea al hueso sino que se está saboreando a sí mismo? No ama al hueso
 por el hueso, sino por amor al ser, amor al sí-mismo. 
Antes de seleccionar algunas citas de UCDM quiero improvisar algunas reflexiones que me surjan espontáneamente sobre el tema: 
No
 sé si llamarías o no "amor especial" a tu actitud o enfoque con esta 
persona. El amor especial implica separación, es hacer de alguien un 
ídolo y los ídolos tarde o temprano se desmoronan (incluso en 
circunstancias "benignas" los cuerpos acaban disolviéndose normalmente al 
cabo de unos 100 años), por eso las relaciones especiales se encuentran 
antes o después con dolor. Y al sentir dolor nos sentimos víctimas, etc.
 Todo eso ya lo sabes, y es normal porque este mundo ilusorio está 
diseñado para que sea fácil sentirnos así, y también sabes que seguir 
perdonando/entregando es la clave para liberarte de tal dolor. 
Idolatrizar a alguien nos mantiene separados (separados de ese alguien y
 asimismo de todos: del mundo, de Dios, del Ser). Proyectamos sobre 
alguien cualidades que nos agradan y luego creemos que eso se encuentra 
fuera de uno mismo, por lo que nos convertimos en pobres necesitados que
 buscan completarse a través de objetos (incluidas personas) externos. 
Este tema lo trata UCDM en alguna parte, por ejemplo en partes del 
capítulo 16 del Texto (incluiré alguna cita de este capítulo más abajo).
 
Pero no hay mundo externo a tu ser. Podemos abordar esto 
rápidamente (en uno de sus ángulos) "a lo Ramana Maharshi": cuando 
percibimos algo, por ejemplo cuando percibimos la belleza de alguien, 
¿podría haber esa experiencia sin nuestro ser? No. Todo sucede en uno 
mismo, en nuestro propio ser. Si veo la belleza de alguien, eso 
significa que esa belleza está en mí, porque sin mí que soy el testigo 
de esa belleza, no habría tal percepción. Ejemplos: una persona puede 
parecer guapa para su madre o para su novio/a, pero esa misma persona 
puede parecerle fea a otras personas. Porque la belleza y la fealdad o 
lo que percibamos depende del que mira, no del objeto externo. ¡No hay 
objetos externos! ¡La belleza que ves eres tú!
Dije antes "la belleza" pero podríamos haber dicho "el amor", "el 
prestarnos atención", etc. Ciertamente "los demás" son como espejos 
donde nos vemos nosotros mismos, porque todo es mental y 
hay un único ser. 
Cuando vemos la belleza o el amor o alguna cualidad como algo 
externo a nosotros, nos separamos del objeto percibido. Nos 
"convertimos" en cuerpos y "convertimos" en cuerpos a los demás. Y los 
cuerpos no pueden unirse, solamente pueden aproximarse (¡a veces ni 
siquiera eso, según las circunstancias!) manteniendo siempre la 
separación por mucho que parezcan aproximarse, lo cual nos deja 
insatisfechos. 
Las mentes están unidas; los cuerpos no. (T.18.VI.3.1)
En
 realidad la belleza y el amor que buscamos están en nuestro interior, 
emanan de nuestro propio ser. Cuando lo sentimos así podemos vivir en el
 mundo desapegadamente, 
vivir en el mundo sin ser del mundo. Pero
 la costumbre de escuchar al ego nos incita a separar y ver las 
cualidades en el exterior, lo cual nos hace sentir incompletos y buscar 
la compleción fuera de uno mismo (de nuevo capítulo 16 del Texto). 
En realidad solo nos relacionamos con uno mismo, con el ser único que es. Al separar una parte de nosotros y percibirla como afuera, esto refuerza lo que decíamos del 
círculo vicioso de la 
separación-culpa-miedo.
 Como estudiantes de la no-dualidad que somos, podemos estar tranquilos 
sobre esto, porque sabemos que es lo normal en este mundo regido por el 
ego, y sabemos también cómo podemos colaborar con el Espíritu Santo para
 deshacerlo: mediante el perdón. 
No demos importancia a las apariencias ni a los cuerpos. Las mentes 
están unidas. Puedes amarlo todo mentalmente tanto si sus cuerpos 
parecen estar al lado tuyo como si están en otros países o en otras 
épocas. Puedes amar a tu actual pareja sin exigencias, comprendiendo que
 ella lo es todo al igual que tú pues sois uno, y comprendiendo que al 
amar a este hermano estás amando a todos en él, y que al amar a 
cualquier otro hermano estás amándolo también a él (a tu pareja) en ese 
otro hermano. Todos estamos en todos, por así decir, porque estamos 
unidos. Compartimos una misma mente. Nadie puede impedirte amar. Los 
resultados suelen ser conflictivos cuando nos obsesionamos en cuales 
resultados queremos que sucedan, o cuando "sabemos" qué resultados deben
 suceder. Es mejor renunciar a saber nada y que el Espíritu Santo lo 
sepa todo por nosotros y nos enseñe a perdonar y amar ilimitadamente. Al
 amar ilimitadamente no encerramos nuestro amor en una o en pocas 
personas, sino que extendemos ese mismo amor a todos. 
He probado a veces a 
amar mentalmente (por así decir) y 
relacionarme mentalmente con diversos seres, y se siente calidez y 
placer en el corazón. En el caso de que uno desee algo más "físico", por
 ejemplo el deseo de relaciones sexuales "normales" (físicas), quizás 
pueda venir bien, aunque ya no recuerdo exactamente lo que dice, el 
capítulo que 
«La Desaparición del Universo» dedica al tema del sexo. ¡Se aprende mucho de lo que le explican Arten y Pursah a Gary Renard! 
Todos los símbolos están en ti. Los proyecta tu mente y por eso eres
 libre: puedes elegir interpretarlos siguiendo la costumbre (escuchando 
al ego) o elevándote anímicamente siguiendo las inspiraciones alegres 
del Espíritu Santo. 
No te falta nada porque eres supercompleta. 
El otro día hablábamos de que somos ideas***. Esto viene bien para el tema del amor mental. Si somos ideas podemos amarnos todos ilimitadamente, sin límites y 
sin que surja competencia
 ni conflicto entre unos y otros. Si te gusta alguien, lo amas, y si ese
 mismo ser le gusta a otros muchos aspectos del Hijo, todos pueden 
amarle a la vez, porque las ideas pueden multiplicarse (expandirse, 
extenderse) ilimitadamente sin que nadie pierda. Esto lo ilustra 
un 
relato de Krishna, que dice que cuando era un jovencito adolescente y 
todas las pastoras le amaban, una noche estuvo con todas a la vez y 
todas pensaron que Krishna había estado únicamente con ella sola jejeje.
 Como somos ideas, podemos relacionarnos con todos y con todo a la vez, 
sin problema. Y no hay competencia. 
Todos lo somos/tenemos todo. 
El amor mental es ilimitado. El amor a los cuerpos crea conflicto porque
 surge del apego. Si hay desapego, el amor mediante los cuerpos es solamente 
una manera de expresar símbólicamente el amor ilimitado, reconociendo 
que en realidad todo es mental y si algún cuerpo desaparece o se aleja 
no pasa nada porque seguimos sintiendo el amor en nuestro corazón.
Cuando vemos amor o belleza, recordemos: es algo que en realidad 
está en nosotros. El gozo que la belleza nos da lo sentimos en nuestro 
ser. El gozo que el amor nos da lo sentimos en nuestro ser. Amar a 
alguien nos da gozo, por el mero hecho de amar. Y la belleza que vemos 
la vemos porque nosotros mismos extendemos esa belleza desde nuestro 
propio ser (otros podrían percibir fealdad en el mismo objeto porque 
percibirían su propia mala actitud proyectada sobre otros: percibiendo 
su propio autorrechazo pero reflejado en forma de rechazar a otras 
personas). Como dice UCDM, 
vemos lo que queremos ver (por eso no somos víctimas, y tenemos la lección 31 del Libro de Ejercicios que dice su título así: 
«No soy víctima del mundo que veo»).
 Y si elegimos el amor, la belleza y la inocencia, eso es lo que 
percibiremos en todas partes, sea quien sea quien se nos acerque. Y como
 eso es la percepción correcta, esa percepción del amor nos llevará a 
reconocer nuestro verdadero Ser. ¡La verdadera Belleza SOY YO SOY! ¡Y el
 Amor es nuestro propio YO SOY!
Dices que hace años que no sentías emociones conflictivas tan 
fuertes. Esto no quiere decir nada sobre que el "iceberg de culpa" que 
queda por derretir sea mayor o menor. Como decía Ramana (y otros): hay 
conflictos latentes que no se notan mientras permanecen inactivos, pero 
cuando se activan se hacen notar. Y los símbolos pueden surgir en 
cualquier momento. Ya sabes que UCDM nos enseña que esto 
son oportunidades que se nos dan (como dice el título de la lección 193 del Libro de Ejercicios: 
«Todas las cosas son lecciones que Dios quiere que yo aprenda»; o antes de eso, en la lección 151: 
«Todas las cosas son ecos de la Voz que habla por Dios»). 
A veces suceden símbolos "enérgicos" precisamente cuando alguien 
está cerca de la iluminación. Es como una estrategia del ego: mientras 
vivimos vidas superficiales nos castiga "moderadamente" por así decir 
(no tan moderadamente en muchísimas ocasiones), pero cuando alguien se 
acerca demasiado a hacer las preguntas que ponen en duda al ego, o 
cuando alguien comienza a practicar actitudes que deshacen al ego, en 
esos casos el ego reacciona a la desesperada, pero no tiene ningún poder
 si no se lo concedemos con nuestro miedo. Algunas citas sobre esto: 
Y tú que la haces ahora estás
 amenazando demasiado seriamente todo su sistema defensivo como para que
 él se moleste en seguir pretendiendo que es tu amigo. (T.21.IV.3.3)
El ego deja de seguir fingiendo que es tu amigo, dice la cita jejeje. Más citas: 
El
 ego, por lo tanto, es capaz de ser desconfiado en el mejor de los 
casos, y cruel en el peor. Ésa es la gama de sus posibilidades. (T.9.VII.3.7-8)
Es muy probable, por lo 
tanto, que el ego te ataque cuando reaccionas amorosamente, ya que te ha
 evaluado como incapaz de ser amoroso y estás contradiciendo Su juicio. (T.9.VII.4.5)
Cuando el ego se siente 
amenazado, su única elección estriba en si atacar ahora o retirarse para
 atacar más tarde. Si aceptas su oferta de grandiosidad atacará 
inmediatamente. Si no, esperará. (T.9.VIII.3.4-6)
Esas citas (como todas realmente) son aplicables a muchas 
situaciones, a diversos temas, no sólo al que da pie a nuestra 
conversación. Se puede aplicar también a explicaciones sobre la ira, las
 relaciones de odio especial, etc. 
En cualquier caso, lo que está claro es que nos metemos en problemas
 cuando exigimos cosas. Como decía Ramana: en ese caso no nos hemos 
entregado porque esperamos resultados, esperamos recompensas. 
En
 esos casos estamos depositando nuestras esperanzas en el mundo, pero el
 mundo siempre nos decepcionará a la larga. No quiero copiarte muchas 
citas de lecciones del Libro de ejercicios, pero 
algunas sí vienen bien. Ahí va una más: 
El único propósito digno de 
tu mente que este mundo tiene es que lo pases de largo, sin detenerte a 
percibir ninguna esperanza allí donde no hay ninguna. (L.PI.128.2.3)
Esa lección 128 se titula: 
«El mundo que veo no me ofrece nada que yo desee». Y la lección siguiente se titula: 
«Más allá de este mundo hay un mundo que deseo».
 ¡Hay esperanza! No se trata de perder, sino de ganar. Entregamos 
desapegadamente un mundo limitado y decepcionante, y a cambio obtenemos 
el reino de la felicidad. Conforme sigas haciendo lecciones verás qué 
útiles son y cómo los temas se repiten y se explican de diversas 
maneras. Por ejemplo otra lección relacionada es el título de la lección
 133: 
«No le daré valor a lo que no lo tiene» (al dar 
valor a lo ilusorio es cuando sufrimos). Ve disfrutando de cada lección 
conforme vas llegando a ellas, una por una, son 365 maravillosas 
lecciones en total ;-)
Y en el texto sí habla también, es sobre el desapego entre otras cosas, aunque no menciona la palabra "desapego": 
No
 vuelvas la vista atrás, pues lo que te espera más adelante es lo que 
siempre anhelaste en tu corazón. ¡Renuncia al mundo! Pero no con una 
actitud de sacrificio, pues nunca lo deseaste. ¿Qué felicidad que jamás 
buscaste en él no te ocasionó dolor? ¿Qué momento de satisfacción no se 
compró con monedas de sufrimiento y a un precio exorbitante? La dicha no
 cuesta nada. Es tu sagrado derecho, pues por lo que pagas no es 
felicidad. ¡Que la honestidad te acelere en tu camino, y que al 
contemplar en retrospectiva las experiencias que has tenido aquí no te 
dejes engañar! Por todas ellas hubo que pagar un precio exorbitante y 
sufrir penosas consecuencias. (T.30.V.9.3-12)
No mires atrás excepto con honestidad. Y cuando un ídolo te tiente, piensa en lo siguiente: Jamás
 te dio un ídolo cosa alguna, excepto el "regalo" de la culpabilidad. 
Cada uno de ellos se compró con la moneda del dolor, y nunca fuiste tú 
solo quien pagó por él. Sé,
 pues, misericordioso con tu hermano. Y no aceptes nunca un ídolo 
irreflexivamente, ni te olvides de que tu hermano pagará el costo al 
igual que tú. Pues se demorará cada vez que tú vuelvas la vista atrás y 
no percibas de Quién es la amorosa mano de la que vas asido. Mira, pues,
 sólo hacia adelante; y camina lleno de confianza con el corazón 
latiendo felizmente con esperanza y no palpitando con temor. (T.30.V.10)
Muchas veces cuando UCDM habla de "ídolos" se refiere sobre todo a 
las relaciones de odio especial (donde destaca la ira, el miedo, etc) 
pero lo que dice es generalizable y a veces lo comenta directamente 
también de las relaciones de amor especial. En las relaciones de amor 
especial también hay miedo, a veces salta la ira, etc, pero tanto la ira
 como el miedo y la separación están más disimuladas. Pero bajo la capa 
de ese amor aparente o apego, lo que hay es rechazo del amor: odio. 
Rechazo de uno mismo, al proyectarse hacia fuera y esperar que la otra 
persona sea nuestra salvación... ¡ahora dependemos de algo externo! 
Volver la mente adentro es recuperar lo que en realidad nunca 
habíamos perdido, porque todo lo bueno de "afuera" pertenece en realidad
 a nuestro propio ser: ¡somos un ser completo! La belleza y el amor que 
percibimos no son sino nuestra propia belleza y amor reflejados en el 
espejo de nuestros hermanos. 
Obviamente todo esto está relacionado con lo que en el advaita 
clásico llamábamos "desapego". También se relaciona con la entrega. Si 
nos entregamos a Dios y le entregamos a Dios todos nuestros asuntos, 
entonces no controlaremos los resultados. En nuestra mano está la opción
 de amar, pero las respuestas que percibamos no podemos controlarlas, 
solamente podemos amar y amar y entregar al Ser los resultados, que sean
 los que sean serán lo que corresponda para esa situación. Esto de la 
entrega me recuerda también la oración que me recordaste hace días, la 
que te había escrito hace meses, una oración de entrega al Espíritu 
Santo (por cierto que la había olvidado y cuando me la copiaste me 
gustó y se me ocurrió postearla en el blog de 
Sois Dioses, de manera que ahora está compartible en la red, ¡gracias a ti!).
Bueno, como ya sabemos, la solución es tener paciencia y seguir 
soltando, perdonando. El ego quizás reacciona cuando estamos cerca de 
deshacerlo (cuando practicamos una enseñanza que deshace al ego), pero 
sus reacciones no son nada sino su último desesperado recurso... y 
cuando comprendemos cómo funciona y lo falso que es, no nos asustan los 
símbolos. Y nos ahorraremos otros símbolos semejantes, pues como dice la
 
metáfora del libro, las páginas de nuestro libro van siendo arrancadas.
 
Cuando aceptamos la compañía del Espíritu Santo y Su visión de las 
cosas, ya no veremos símbolos del ego porque los símbolos que antes eran
 "del ego", ahora se los hemos entregado al Espíritu Santo y ahora 
podemos percibirlos tranquilamente sin miedo ni apego, los percibimos 
de otra manera (percepción correcta inspirada por el Espírtu Santo). Así es como, por ejemplo, UCDM nos dice que 
las relaciones especiales se convierten en relaciones santas:
 entregándole la relación al Espíritu Santo. El Espíritu Santo sabe 
hacer un buen uso de todo, incluso de nuestras relaciones especiales. 
¡De esta manera incluso al deseo por lo especial acaba dándosele un buen
 uso, un uso para ayudarnos a despertar! 
Solamente tenemos que continuar estando dispuestos a que el Espíritu Santo siga deshaciendo por nosotros el ego (el cambio de mentalidad que llamamos perdón/discernimiento es la manera como nos mostramos dispuestos a esto). Deshaciendo las 
barreras. No buscamos la verdad directamente, sino que simplemente 
elegimos que el Espíritu Santo deshaga por nosotros las barreras que 
hemos interpuesto entre nosotros y la verdad. Ahora un par de citas que 
ya hemos comentado alguna vez: 
Tu tarea no es ir en busca 
del amor, sino simplemente buscar y encontrar todas las barreras dentro 
de ti que has levantado contra él. (T.16.IV.6.1)
Tú no tienes que buscar la realidad. La realidad te buscará y te encontrará cuando satisfagas sus condiciones.
 Sus condiciones son parte de lo que ella es. Y esa parte es lo único 
que depende de ti. El resto tiene lugar por su cuenta. Necesitas hacer 
tan poco, porque tu parte, aunque pequeña, es tan poderosa que te 
brindará la totalidad. Acepta, por lo tanto, la pequeña parte que te 
corresponde y deja que la totalidad sea tuya. (T.8.IX.2.4-10)
El ego no puede hacer nada para impedirnos aliarnos con el Espíritu 
Santo, porque el ego no existe, y por eso el ego necesita que creamos en
 él para poder aparentar que existe un ratito. Pero la verdad es la que 
es:
La unidad no puede ser dividida. (T.10.IV.3.3) 
El amor que buscas no está fuera de ti, sino en ti. No puedes ser dividida. Además, 
todo lo bueno que ves son reflejos de tu propio ser. Y todo lo malo son tergiversaciones muy deformadas también de tu ser. Sólo existes tú. 
(...) 
sólo te relacionas contigo mismo (T.31.V.15.5)
El
 camino liberador es, por supuesto, el perdón. Así reconocemos lo 
esencial y dejamos de proyectar la culpa fuera de nosotros. Al dejar de 
proyectar la culpa dejamos de sentirnos víctimas. Una lección que ya 
comenté contigo otro día (titulada: 
«Tengo el poder de decidir») lo decía así: 
Nadie puede sufrir pérdida 
alguna a menos que ésa haya sido su propia decisión. Nadie sufre dolor 
salvo cuando él mismo así lo decide. Nadie puede estar afligido, sentir 
temor o creer que está enfermo a menos que eso sea lo que desea. Y nadie
 muere sin su propio consentimiento. Jamás ocurre nada que no sea una 
representación de tus deseos, ni se te niega nada de lo que eliges. He 
aquí tu mundo, completo hasta el más ínfimo detalle. He aquí toda la 
realidad que tiene para ti. Mas es sólo ahí donde se encuentra la 
salvación. (L.PI.152.1)
No estamos solos porque todo está unido y nos acompaña el Espíritu Santo, el dulce Guía perfecto: 
El maestro de la paz nunca te abandonará. Tú puedes apartarte de Él, pero Él jamás se apartará de ti. (T.14.XI.14.2-3)
Y Dios nunca nos ha abandonado ni jamás se ha olvidado de nosotros:
¡Él no ha abandonado Sus Pensamientos! (T.31.IV.9.1)
Mediante
 el perdón estamos negando al ego y eso significa que aceptamos el 
reconocimiento de la verdad, lo que nos conduce a sentirnos 
tranquilamente amados y cuidados en el Corazón de Dios. Una cita 
relacionada: 
Si las relaciones especiales,
 de la clase que sean, dificultan la compleción de Dios, ¿qué valor 
pueden tener para ti? Lo que supondría un impedimento para Dios tiene 
que serlo para ti también. Sólo en el tiempo parece posible que algo 
pueda impedir la compleción de Dios. El puente a través del cual Él 
quiere llevarte en Sus brazos, te lleva del tiempo a la eternidad. 
Despierta del tiempo, y sin miedo alguno contesta la llamada de Aquel 
que te hizo eterno cuando te creó. A este lado del puente que conduce 
hacia la intemporalidad no entiendes nada. Pero conforme lo cruces con 
paso ligero, sostenido
 por la intemporalidad, se te conducirá directamente al Corazón de Dios.
 Y ahí, y sólo ahí, en el centro de Su Corazón, estarás a salvo para 
siempre porque gozarás de compleción eternamente. No hay velo que el Amor de Dios en nosotros no pueda descorrer. El camino a la verdad está despejado. Recórrelo conmigo. (T.16.IV.13.7)
La cita anterior menciona el tema de las relaciones especiales (que 
pueden ser de odio o de amor especial), es un tema importante y útil, 
que se toca en muchos capítulos 15 o 16 al 23 o 24 aproximadamente, creo
 recordar. Quizás algún día sientas ganas de repasar ese capítulo 16, 
que toca mucho el tema de las relaciones especiales. Ese capítulo 16 se 
titula 
«El perdón de las ilusiones», lo cual con este 
título ya nos da una idea de cómo enfoca el tema. UCDM explica muy bien 
el tema, y encontraremos aplicaciones prácticas en nuestra vida. 
Recordemos que todos estamos unidos y que todos somos amor. Con una cita que ya hemos comentado alguna vez:
Todas las cosas obran conjuntamente para el bien. (T.4.V.1.1)
Y confiando en que 
Dios ES Bueno, entonces confiaremos en que 
todo está bien, y por lo tanto nos sentiremos completamente a salvo, independientemente de los símbolos que percibamos.
Santo eres, eterno, libre e íntegro, y te encuentras para siempre en paz en el Corazón de Dios. (M.15.1.11)
((Y de otro mail)):
Sí, todo es nuestro maestro si estamos atentos, incluso el apego nos 
enseña que apegarse siempre conlleva sufrimiento antes o después. 
Sin embargo, amar mentalmente no tiene por qué conllevar apego si 
entendemos bien la idea, porque ¿quién puede apegarse a algo si sabe que
 lo puede disfrutar siempre que quiera? Y de lo mental, de las ideas, 
disponemos de ellas siempre que queramos.
Amar mentalmente, en mi caso incluye amar a seres que en lo físico 
no existen. Seres que vislumbro en mi mente pero que no son personas de 
ninguna época ni de ningún planeta. También amo mentalmente a nuestros 
hermanos "físicos", tanto si parecen estar encarnados en esta época o 
planeta como si no. En este amor mental no surge apego porque nadie 
puede hacerme la competencia y tampoco mis amores pueden abandonarme, 
pues me aman tanto como yo a ellos, y aunque todos nos amamos a todos, 
podemos disfrutarnos todos a todos a la vez, porque somos ideas, 
extensiones ilimitadas. No surge apego porque puedo dejar de pensar en 
algún amor (y entonces no deja de ser, pero no lo "activo" en mi 
consciencia presente) pero cuando quiero disfrutarlo otra vez, surge 
instantáneamente de nuevo. No hay tiempo, ni espacio, ni límites... 
solamente hay amor ilimitado correspondiéndose intemporalmente sin fin. 
Amor inmutable y expansivamente feliz, pura creatividad. En esto vemos 
la ventaja de lo mental sobre lo corporal. Los cuerpos tienen horarios, 
competencia de unos con otros, a veces se abandonan unos a otros, etc. 
Pero mentalmente todo es perfecto (en la mente pura, o al menos en la 
mente correcta). Y ese amor se siente, y muy agradable. El apego no 
surge porque como el amor mental está siempre disponible, entonces no 
hay miedo de que nos abandone o que desaparezca ni enferme ni se muera 
ni nada. Es eterno; es incondicional; no depende de nada. El apego es 
una forma de miedo. Miedo a la carencia, miedo a quedar solo, etc, 
porque el apego se basa en la separación. El amor mental no tiene estos 
problemas: está disponible siempre, por así decir "las 24 horas de los 
365 días de cada año", sin importar que sea un amor mental con un 
hermano que también parece tener un cuerpo en lo físico, o de que se 
trate de alguien no conocido en lo físico. Eso da igual. El amor es amor
 y está siempre disponible. Y el amor siempre es plenamente 
correspondido y no se basa en la separación sino en la unión: se puede 
incluso amar a varios y a todos a la vez en un solo aspecto combinado o 
en varios aspectos reunidos felizmente.
¡Saludos!