viernes, 8 de abril de 2016

Facimoutreach P-396

¿Estoy equivocado al querer hablarles a todos los demás sobre el Curso?

P-396: Entiendo que atacar a los demás es una proyección de la culpa que hay en mí, pero me pregunto cuál es la razón subyacente por la que tengo el deseo obsesivo de ayudar a los demás en el sentido de hablarles del sistema de pensamiento de Un Curso de Milagros, que sé que podría cambiar completamente sus vidas, como cambió la mía.

Respuesta: Esta tendencia es por desgracia muy común, pero comprensible, dado el hecho de que muchos de nosotros sentimos que el Curso nos "rescató" de un modo u otro. Pero una bandera roja debería alzarse cada vez que sentimos la necesidad obsesiva de introducir el Curso en la vida de alguien, o de difundirlo por nuestro desvencijado y defectuoso mundo. Cuando surge una necesidad así, hay varios puntos a considerar:

1) Siempre que sentimos la necesidad de ayudar a otros, es que nos hemos identificado con el ego. No hay duda de que el Espíritu Santo puede ayudar a otras personas a través de ti, pero en ese caso no te experimentarías a ti mismo como quien está ayudando, y no tendrías ninguna inversión o apego con respecto al resultado. Es esto a lo que se refiere Jesús cuando dice que la santidad y el milagro no dependen de nosotros (T.16.II.1; T.27.V.1).

2) En nuestras mentes no-sanadas está profundamente arraigada la creencia de que estamos compitiendo con Dios, y por lo tanto siempre habrá la necesidad de demostrar que podemos hacer las cosas como mínimo tan bien como Él, si es que no mejor. En consecuencia nos inclinamos a pensar que sabemos qué es lo mejor para nosotros mismos y para los demás, así que nos empujamos a nosotros mismos, armados con Un Curso de Milagros, a entrometernos en la vida de otras personas, convencidos de que sabemos lo que les será de ayuda, e igualmente convencidos de que nuestra motivación para ello es santa y pura. De alguna manera hemos perdido de vista las primeras 25 lecciones del Libro de ejercicios, las cuales nos ayudan a deshacer tales percepciones erróneas y pesadas. Nuestra incapacidad de saber lo que es mejor se explica más detalladamente en la sección del Manual titulada "¿Cómo se deja de juzgar?", concretamente en los párrafos 3 y 4 (M.10.3, 4).

(3) También profundamente arraigada en nuestras mentes está la desesperada necesidad de confirmar nuestra creencia de que la separación y la dualidad son reales —que realmente hay un mundo que necesite ser salvado. Una manera muy eficaz de reforzar la creencia en la separación es ver a las personas como frágiles, carentes, vulnerables, desvalidas, victimizadas, y dependientes o necesitadas de que les ayude alguna fuente externa a ellas. Si percibes que tú tienes justo lo que ellas necesitan, entonces te has visto a ti mismo como separado: tienes algo que ellas no tienen. Y poco más allá de esto viene la idea de que alguien o algo es responsable por la difícil situación de esas pobres personas inocentes: ha aparecido la culpa, el medio preferido del ego para para mantener el conflicto y desterrar la paz.

(4) Si te percibes a ti mismo y a otros que parecen estar en aprietos como que todos compartimos las mismas creencias del ego así como también las mismas creencias de la mentalidad-correcta, no estarás encargado de solucionarles los dilemas a los demás, porque como buen estudiante de Un Curso de Milagros sabrás que aceptar la Expiación para ti mismo es tu única responsabilidad (T.2.V.5.1), la cual estarías poniendo en práctica al no ver tus intereses como separados de los suyos. Si asumes de cualquier manera la responsabilidad de resolverles las cosas a los demás, entonces es que te has asustado de las implicaciones de deshacer la separación y has saltado hasta tu mente-errada, la cual ve automáticamente intereses separados. Cuando estás en tu mente-correcta empatizas con la fuerza de Cristo en ellos, y respetas el poder que tienen en sus mentes para decidir si escuchar al ego o al Espíritu Santo, y al adoptar esa actitud estarás reforzando en ti mismo el poder de tu propia mente. En ese instante santo, serás guiado a hacer algo, o a no hacerlo; pero sea como sea, no vendrá de ti como un ser individual que percibe a otros seres individuales.

Link original en inglés: http://www.facimoutreach.org/qa/questions/questions71.htm#Q396

Índice de las P&R traducidas: http://hablemosdeucdm.blogspot.com/2015/11/indice-de-traducciones-de-p-de.html

6 comentarios:

  1. Pues yo suelo dejar algunas monedas a un pobre que pide en la puerta del híper. Desde luego, me veo diferente (y separado) en cuanto a mi realidad económica. Y no creo que pueda evitarlo. Por ahora.

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    1. Sólo señalar un pequeño detalle: en la primera frase del punto 1, cuando dice:

      "Siempre que sentimos la necesidad de ayudar a otros, es que nos hemos identificado con el ego".

      Lo que quiero señalar es que en esa frase, la palabra "necesidad" viene en letra cursiva (en este comentario no, porque no sé poner cursivas en los comentarios, pero en el post sí está en cursiva).

      Así, se enfatiza el sentido de la frase en la palabra "necesidad".

      Se puede ayudar a los demás por necesidad o por amor/inspiración. Si es por necesidad es desde la carencia y desde la diferencia, y haciendo real la imagen que percibimos de desvalimiento del prójimo. Por eso se dice que eso implica que nos hemos identificado con el ego. Igualmente si nos apegamos a los resultados (a los resultados que nuestra ayuda pueda producir en la forma) estamos también influidos por el ego.

      Pero naturalmente que se puede ayudar a los demás desde un enfoque de mentalidad correcta. Y por eso la palabra "necesidad" fue escrita en cursiva.

      Saludos :-)

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  2. Pues yo no suelo dejar monedas a los que piden por la calle. Desde luego, me veo diferente (y separado) en cuanto a mi realidad económica. Y no creo que pueda evitarlo. Por ahora.

    ¿Observo alguna diferencia entre este comentario y el anterior? Si lo leo sin hacer ningún juicio, sólo observaré diferencias en cuanto a la forma.
    Es decir, si no interpreto nada, no significa nada.

    Ahora bien, como todo personaje del sueño, interpretamos y hacemos un juicio de valor a todo aquello que vemos y oímos, y ahí esta el quid de la cuestión.
    Si le doy dinero o no a una persona que esta pidiendo da igual, la forma no importa, es en el contenido (la mente) donde esta el problema ¿Cómo lo estoy experimentando (percepción, pensamiento, sentimiento y experiencia)? A esto es a lo que hay que estar atentos.
    Por ejemplo, si veo (percibo) una persona pidiendo por la calle, y pienso (pobre persona, que mal lo estará pasando) y siento lástima o incluso culpa por encontrarme en una situación económica más favorable, mi experiencia va a ser inevitablemente la de sentirme mal. Y esto ocurre por que he decidido verme como diferente a la otra persona. Mi atención esta puesta en la forma y ahí es inevitable sentirme separado. Entonces es una buena ocasión para pedirle al Espíritu Santo una corrección. Espiritu Santo ayúdame a ver esto de otra manera.

    Sólo eso, estar atentos a como me siento ante lo que percibo; y esto es aplicable a toda circunstancia.
    Si no experimento paz, estoy en el sistema de pensamiento del ego. Y no pasa nada, primero que nada hay que reconocerlo y aceptarlo y dejarlo en manos de nuestro guía interno; de este modo iremos deshaciendo los nudos (obstáculos) del lazo que finalmente nos permite destapar el regalo.

    Saludos.

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    1. Te agradezco el aporte, David. Tu comentario me ha gustado mucho, por oportuno e inspirador. Saludos.

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  3. Quería comentar acerca de "estar equivocado":

    Tú (la otra persona) no puedes estar equivocado. Tú eres inocente, santo y perfecto.
    Si percibo algún error en otra persona el que está equivocado soy yo.
    El error, la equivocación, está en la mente del que lo percibe.
    Sólo hay una Mente, y es esa mente la que quiere ser sanada.
    Entonces, si sólo hay una  Mente , ¿Dónde está el error? En mi mente. Y , ¿por qué me cuesta tanto reconocerlo?
    Porque me percibo como un personaje separado, con pensamientos, sentimientos y creencia propias, individuales y diferentes de los demás personajes.
    Me experimento dentro de una proyección de una idea errada de la mente y en un mundo imposible, por eso estoy confuso, pues intento hacer real lo irreal.

    Lo único que mantiene a este mundo ilusorio, es la creencia en que los personajes (cuerpos) se perciban separados.
    Por lo tanto, yo (el personaje) ya vengo con el programa inconsciente(mente) de creerme separado, y lo único que tengo que hacer para reconocerme a Mi Mismo es aceptar y reconocer que: no sé nada.
    El personaje, por defecto, cree saber; interpreta y juzga. Incluso cuando trato de ayudar a "otros " porque percibo que sufren lo que estoy haciendo es demorar el despertar a la verdad, caigo en la trampa de creer que yo (el personaje) puedo sanar a otros y así desvío la atención al lugar donde no esta el problema, perpetuando así la ilusión de separación.
    ¿Esto significa que no tengo que ayudar a otras personas? Yo no lo sé.
    La cuestión, no es si ayudo a otros o no, si doy limosna o no.
    La clave esta en cómo me siento, haga lo que haga. Observarme y estar atento ante cualquier indicio que me haga sentir molesto, frustrado, impaciente, furioso, desesperado, etc, cualquier cosa menos paz y entregárselo al Espíritu Santo.

    El personaje conserva la verdad de su Ser en su mente. Dejemos pues que el Espíritu Santo traiga luz (consciencia)  y alumbre nuestra mente.

    Grácias a todos por compartir. Todo esto me lo digo a mí mismo.


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    1. Son bienvenidas todas las reflexiones que queramos compartir, pues todos podemos aprender de ellas. Un abrazo :-)

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