jueves, 14 de abril de 2016

Facimoutreach P-571

¿Por qué Jesús no ve un mundo "bello"?

P-571: Un Curso de Milagros enseña que el mundo que veo es el mundo que he proyectado con mi mente. También dice que una vez que todas las ilusiones han sido llevadas al Espíritu Santo para el perdón, veré un mundo precioso, no muy diferente del Cielo. Jesús alcanzó este estado, pero el mundo que él veía era aún un mundo en el que él era clavado a la cruz y asesinado, un mundo que difícilmente se puede considerar representativo del mundo "real" al que se refiere el Curso.

Respuesta: Cuando el Curso habla del mundo real se refiere al contenido de la mente, en vez del mundo físico que se ve con los ojos del cuerpo. Tal como tú señalas, Jesús vio las acciones de quienes le crucificaban y se vio a sí mismo en la cruz, pero sabía que esas cosas no significaban nada porque él no se identificaba con el cuerpo. Aunque el ego nos dice que la crucifixión es la cumbre de la victimización, Jesús la llama un «viaje inútil» (T.6.I.2.6) ((ahí se tradujo "journey" como "jornada", sinónimo de "viaje"; pero la expresión "viaje inútil" con estas precisas palabras aparece también en algunas citas del Curso en español, incluso referido también a la cruz, por ejemplo en T.4.introd.3.1)). Ese es el punto de vista desde el mundo real; eso no significa ponerse unas gafas de color de rosa, cambiar lo que el cuerpo está haciendo o sintiendo, ni estar rodeado de belleza física. Sabedor de quién es él como el inocente Hijo de Dios, Jesús ve únicamente plenitud y no se ve a sí mismo como víctima. Él está libre de defensas ((su actitud es de indefensión)) debido a que sabe que no puede ser dañado, y por lo tanto es libre de ver las cosas como realmente son. Por tanto, lo que constituye el mundo real es no confundir la ilusión ((lo ilusorio)) con la verdad. Puesto que la ilusión no produce efectos, los eventos del mundo ilusorio se ven como carentes de sentido ((no tienen importancia, ya que no tienen ningún propósito, pues no hacen nada; como los eventos de un sueño que desaparecen al despertar sin dejar huella en la realidad)). Para los estudiantes del Curso esto se logra mediante el proceso de la Expiación, por medio del cual toda relación es transformada a través del perdón. El mundo real nos esquiva mientras nos mantengamos aferrados a nuestra identidad con el cuerpo y elijamos creer que el mundo contiene algo (cualquier cosa) que queremos. «El mundo real ciertamente se puede percibir. Lo único que ello requiere es que estés dispuesto a no percibir nada más» (T.11.VII.2.6-7).

Cuando finalmente se toma la decisión de aceptar únicamente la percepción verdadera del Espíritu Santo, que es la decisión de no creer las mentiras del ego acerca de lo que somos, el aparente dolor y terror del mundo tal como el cuerpo los ve, desaparecerán de la conciencia. Así se logra la meta del aprendizaje; el amor sustituye al miedo completamente y se alcanza el mundo real. Es esta conciencia de la presencia del amor la que no es muy diferente del Cielo, y le precede en nuestra experiencia: «Percibir únicamente el mundo real te conducirá al Cielo real, ya que te capacitará para comprenderlo» (T.11.VII.3.9).

Otras preguntas relacionadas: P-17, P-28, P-34, P-80, P-97 y P-296.

Link original en inglés: http://www.facimoutreach.org/qa/questions/questions100.htm#Q571

Índice de las P&R traducidas: http://hablemosdeucdm.blogspot.com/2015/11/indice-de-traducciones-de-p-de.html

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