martes, 22 de marzo de 2016

Facimoutreach P-42

Una pregunta sobre si Dios interviene en este mundo

P-42: ¿Un Curso de Milagros se refiere con "Dios" a un dios interactivo que efectúa cambios y alteraciones en nuestra existencia física y terrenal, en relación con nuestras actividades diarias? El Curso indica inicialmente que somos inmutables, pero más tarde se refiere a toda la variedad de cambios que efectuamos a medida que avanzamos. No entiendo, ¿podemos hacer algún tipo de cambios o no? Si somos inmutables, ¿para qué íbamos a molestarnos en hacer nada en absoluto, si de todos modos somos lo que somos?

Respuesta: Aunque gran parte del Curso se refiere a Dios en términos personales, como si Él fuera un Padre preocupado, distinto de Sus hijos, que está velando por nosotros, cuando entendemos la enseñanza metafísica básica del Curso sobre Dios, se hace evidente que este tipo de referencias humanas y personales atribuidas a Dios no pueden ser tomadas literalmente. Tales referencias representan el intento del Curso de «utilizar el idioma que dicha mente [limitada] entiende, debido a la condición [de separación] en que esta mente cree encontrarse» (T.25.I.7.4) y corregir las percepciones erróneas que tenemos de Dios al considerarlo desde nuestra interpretación egoica de Dios como si fuera un Padre enfadado y vengativo que pretende castigarnos por nuestros ataques sobre Él.

El Curso dedica muy poco tiempo a la tarea imposible de describirles a nuestras mentes finitas y limitadas la verdadera naturaleza de Dios, de Sus creaciones y de la realidad —«no existe un símbolo que represente a la totalidad» (T.27.III.5.1)—, pero sí hay unos pocos intentos de hacer esto. Por ejemplo, en el Libro de ejercicios: «Lo que Él crea no está separado de Él, y no hay ningún lugar en el que el Padre acabe y el Hijo comience como algo separado» (L.132.12.4). Y reconociendo la imposibilidad de captar o expresar con palabras Eso que está más allá de todos los conceptos y símbolos, se dice: «La unidad es simplemente la idea de que Dios es. Y en Su Ser, Él abarca todas las cosas. Ninguna mente contiene nada que no sea Él. Decimos "Dios es", y luego guardamos silencio, pues en ese conocimiento las palabras carecen de sentido. No hay labios que las puedan pronunciar, ni ninguna parte de la mente es lo suficientemente diferente del resto como para poder sentir que ahora es consciente de algo que no sea ella misma. Se ha unido a su Fuente, y al igual que Ella, simplemente es» (L.169.5).

Así que Dios, Quien es «Todo en todo» (T.7.IV.7.4) ((Tb, traducido como "el Todo de todo"; en inglés, "All in all")), no puede actuar sobre una parte de Sí Mismo como si ésta estuviese separada de Él. E incluso, referirse a Él como "Él" es atribuir una naturaleza personal a la Fuente de todo, la Cual en realidad es totalmente abstracta. El Curso, por lo tanto, no describe a Dios como si interactuara con Sus hijos en el mundo. Ese rol se le da al Espíritu Santo en tanto que la Voz que habla en favor de Dios, asignándosele así al Espíritu Santo una función simbólica, a diferencia del Padre y del Hijo (T.5.I.4.1). Pero puesto que el mundo es en su totalidad una proyección de la ilusión básica del ego, que no tiene realidad, no hay realmente un mundo en el que el Espíritu Santo intervenga, sino que sólo hay una mente que cree que hay un mundo. E incluso entonces la Voz que habla por Dios no tiene ninguna función activa en la mente —«Su Voz es simplemente un recordatorio» (T.5.II.7.4) que nos recuerda la verdad sobre nosotros mismos y sobre Dios, una verdad que nunca ha cambiado.

El Curso se refiere también a Dios como «el Inmutable» (L.112.2.2) y la «Amorfía Misma» (L.186.14.1) ((en inglés: "Formlessness")), Quien crea «únicamente lo inmutable» (T.6.IV.12.4). En consecuencia, es inconcebible que Él pudiera estar involucrado en efectuar cambios y alteraciones en un mundo de la forma.

Y eso nos lleva a la segunda pregunta que planteaste, sobre nuestra inmutabilidad. En nuestra realidad como espíritu, nada ha cambiado y permanecemos impecables ((sinless: sin-pecado, sin-cambio, sin-deterioro)), perfectos y en armonía/unidad con nuestra Fuente —esto es el principio de la Expiación, mencionado numerosas veces a lo largo del Curso. Es en este sentido en el que somos verdaderamente inmutables. Pero es obvio que esto no es lo que creemos o lo que experimentamos con respecto a nosotros mismos. Así que el Curso no se limita a afirmar lo que es real y verdadero y dejarlo en eso sin decir más. Eso no sería de ninguna ayuda para nosotros, atrapados como parecemos estarlo en la ciénaga de nuestras creencias erróneas. Así que el Curso nos acepta donde creemos estar, dándose cuenta de que nosotros creemos que cada uno somos un ser físico separado, viviendo como cuerpos en un mundo de tiempo y espacio, luchando contra fuerzas que parecen estar más allá de nuestro control. Y nos ofrece el medio —el perdón, bajo la guía del Espíritu Santo— para encontrar el camino de salida de este laberinto de creencias insensato y sin sentido, en el cual nos hemos aprisionado a nosotros mismos (T.26.V.4.1). No porque nada de eso sea real, sino simplemente porque nosotros creemos que lo es. Y mientras sigamos creyendo que nos hemos cambiado a nosotros mismos diferenciándonos así de nuestra verdadera realidad como Cristo, tendremos que pasar por un aparente proceso de cambio que deshaga todos los cambios que creemos haber efectuado en nuestra identidad, hasta que finalmente nos demos cuenta de que en realidad nada ha cambiado en absoluto y estemos de regreso en casa en el Cielo del que nunca hemos salido, que es donde siempre hemos estado. Así que este es un proceso de deshacimiento, no de hacimiento; se trata de deshacer, y no de hacer realmente nada en absoluto. Y cualquier cambio que parezcamos experimentar durante el proceso de deshacer nuestras creencias erróneas es tan ilusorio como el pensamiento inicial de cambio, el cual pareció expulsarnos del Cielo. Pero mientras nos aferremos a la creencia de que el cambio es posible y real, el cambio será nuestra experiencia. Y lo único que podremos elegir es qué tipo de cambio buscaremos: si el cambio que refuerza la culpa y la separación y parece llevarnos aún más lejos de nuestro verdadero hogar, o el cambio que resulta de la práctica del perdón en el contexto de nuestras relaciones cotidianas, el cual nos permite regresar al hogar.

Link original en inglés: http://www.facimoutreach.org/qa/questions/questions10.htm#Q42

Índice de las P&R traducidas: http://hablemosdeucdm.blogspot.com/2015/11/indice-de-traducciones-de-p-de.html

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