lunes, 21 de marzo de 2016

El sueño feliz (parte 10)

"El sueño feliz"

Extractos del seminario celebrado en la 
Fundación para Un Curso de Milagros (FACIM
en Temecula (California) 

Kenneth Wapnick


Parte 10

Conclusión

Pregunta: Siento como que conecto con lo que estás diciendo y que estoy de acuerdo con ello, pero no me gusta... ¿Qué es lo que me está impidiendo que consiga simplemente abrir mis ojos de una vez? Si todos nos sentimos así, ¿por qué estamos aquí?

Respuesta: Es porque a una parte de nosotros le gusta ser una figura o personaje del sueño, por la misma razón que creemos que nos fuimos del Cielo en un principio: quisimos estar por nuestra cuenta ((ser independientes, autónomos, separados)). Hay una cita maravillosa en el capítulo 13 del Texto, y esto quiere decir que esta cita aparece antes de que llegue a tratarse el tema de las relaciones especiales, lo cual sucede a partir del capítulo 15. Es interesante que en esta cita del capítulo 13 se usa la palabra "especial". Jesús dice:

«Estabas en paz hasta que pediste un favor especial. Dios no te lo concedió, pues lo que pedías era algo ajeno a Él, y tú no podías pedirle eso a un Padre que realmente amase a Su Hijo. Por lo tanto, hiciste de Él un padre no amoroso al exigir de Él lo que sólo un padre no amoroso podría dar» (T.13.III.10.2-4).

El favor especial que le exigimos a Dios fue que Él nos prestara atención, que Él nos notara/observara ((que nos reconociera como un individuo separado-destacado del resto de la totalidad)). ¡Soy un individuo! ¡Soy una persona! ¡Soy una entidad! ¡Préstame atención! Y Dios simplemente miró a través, Su mirada pasó de largo, pues ahí no había nada que se pudiera ver. Ahora bien, todo esto es mitológico, metafórico. No significa que sucediera de esa manera, sino que es una manera de referirnos al contenido de nuestro deseo de estar separados. Deseábamos ser individuos. Queríamos ser individualmente únicos, singulares, especiales. En definitiva, queríamos ser especiales, lo cual es imposible en el Cielo. En la perfecta unidad, totalidad y plenitud no puede haber diferenciación. Una de las maneras de describir a Cristo es decir que Él es la Unidad indivisa (íntegra, completa, sin dividir) e indiferenciada. En el Cielo no hay distinciones o peculiaridades: nada puede distinguirse como diferente de la totalidad, como especial.

Pero bueno, eso es lo que nos gusta. Así que aquí aparentamos ser distintos, especiales, singulares (únicos como individuo), individuos diferenciados estudiando un Curso que enseña que todo esto es imaginario y que en realidad somos parte de la perfecta Unidad. Y decimos, como solíamos decir en los 60 [la década de 1960 y ss.]: "¡Ni borracho; no iré! ¡Yo quiero un Cielo que me note! (que me observe, que sepa que existo como individuo). ¿Recordar a Dios? Eso es lo que me metió en problemas inicialmente. Voy a hacerlo todo otra vez. Quiero un favor especial. Quiero ser notado". Y Jesús dice: "Lo siento, chico. Dios no puede notarte/observarte porque no hay un 'tú' que notar/observar". Así que decimos: "Muy bien, pues al diablo contigo, Jesús. Voy a inventar otro Jesús. Voy a inventar un Jesús que me diga que hasta el último pelo de mi cabeza es contado y se tiene en cuenta. Voy a inventar un Jesús que me diga que Dios me ama más que a los lirios del campo. Voy a inventar un Dios que me creó. Voy a inventar un Dios que se ponga furioso conmigo, lo cual significará que yo existo. Voy a conseguir un Dios que sienta misericordia. Los martes alternos, él es misericordioso, y entonces él me perdona. Cuidado con los jueves. Es entonces cuando él se pone a destruir. Pero ese es un Dios que al menos me nota, me observa, sabe que existo".

Así que nos gusta ese Jesús; nos gusta ese Dios. Eso es lo que hacemos. Traemos a Jesús y a Dios adentro del sueño para que Ellos se entrelacen con el sueño. En "El final del sueño" que he estado leyendo antes, Jesús dice también: «No soy un sueño que viene a burlarse» (Los regalos de Dios, pág. 121) ((de la edición en inglés; en español esa cita está en la página 5 del siguiente documento en PDF de 9 páginas: https://nytz.files.wordpress.com/2015/12/los-regalos-de-dios-prosa-helen-schucman.pdf , concretamente en el penúltimo párrafo de esa pág. 5)) ¿Qué es lo que está diciendo Jesús ahora? Lo que está diciendo es que él no es el Jesús bíblico en el que nosotros pensábamos, el cual es parte de nuestro sueño, que se burla o hace una parodia de su realidad como Cristo, como espíritu. «No soy un sueño que viene a burlarse ((o: que viene en son de burla))». No soy parte de tu sueño —no me conviertas en parte de tu sueño. Eso es lo que las personas hacen con el Curso. Convierten a Jesús en parte del sueño. ¿Por qué? Porque quieren que se les note, que se les tenga en cuenta como individuos. Les gusta la idea de un Dios que llora por ellos, a pesar de que es obvio que se trata de un símbolo metafórico que no está ahí para ser tomado literalmente. Les gusta un Dios que les extraña, que les echa de menos, que está solo sin ellas. Les gusta un Jesús que sea un hermano mayor y amoroso que esté siempre ahí a su disposición día tras día, y que continuamente las infantiliza para que no crezcan o maduren, a pesar de que él les dice que quiere que lleguen a ser como él. Todos estamos aterrorizados de la posibilidad de salir del sueño. Estamos aterrorizados ante la posibilidad de dejar de ser quienes somos ((quienes creemos que somos: individuo-ego)).

Pregunta: Yo no me siento aterrorizado, así que ¿por qué sigo aquí?

Respuesta: Si piensas que estás todavía aquí, tiene que haber una parte de ti de la que no eres consciente y a la que le gusta ser tú. Esto puede que no sea mala cosa: tú eres una persona encantadora, estoy seguro. Pero todavía eres una persona, y nos gusta ser personas. Ese es el meollo del asunto, me temo. Pero repito que no tenemos que saltar de golpe de la separación a la unidad. No tenemos que llegar desde la personalidad hasta el Cristo de un solo salto. El sueño feliz consiste en los pequeños pasos que vamos dando al ir reconociendo que todos somos lo mismo. Todas las personas de esta habitación tienen la misma mente correcta, la misma mente errada y el mismo tomador de decisiones. Todas las personas de este planeta y todas las personas y cosas del universo tienen una mente correcta, una mente errada y un tomador de decisiones. Al aprender eso, comenzamos a estar menos asustados y menos identificados con nuestra singularidad individual. Si todos somos iguales, entonces es que nadie es especial. Este es un pensamiento con el que al menos podemos empezar a identificarnos, o al menos pensar sobre él.

Todavía hay un poco de miedo porque en realidad no queremos desprendernos de nuestros juicios completamente aún, pero al menos podemos empezar a ver que no tenemos que saltar al Cielo repentinamente de un solo salto. Podemos tener un reflejo del Cielo aquí, el cual es el sueño feliz, al darnos cuenta de que nadie es diferente o especial, a pesar de las apariencias externas, porque todos tenemos la misma mente. «Todos mis hermanos son especiales», dice Jesús (T.1.V.3.6). Todos los Hijos de Dios son especiales, lo cual significa que la palabra "especial" pierde su significado.

Pregunta: Dijiste que no traigamos a Jesús adentro del sueño. Hay una lección del Curso que dice que no sé qué es lo que más me conviene (L.24). Así que yo siempre pensé que no sé qué es lo mejor para mí, por ejemplo dónde vivir o qué trabajo es mejor para mí. Siempre pensé que se me enseñaba que está bien preguntar, si no sé qué es lo que más me conviene.

Respuesta: Sí, está bien preguntar. No hay nada malo en preguntar. En el Anexo titulado "La canción de la oración", concretamente en la sección "La escalera de la oración" (O.1.II), se dice que pedir por cosas concretas son los primeros peldaños de la escalera ((puede verse tanto O.1.II como O.1.III, con algún comentario importante respecto al tema también en O.1.I)). No hay nada malo en eso, porque al menos estamos en la escalera correcta y con el maestro correcto. Pero si eso es todo lo que hacemos, acabaremos subiendo solamente el primer o el segundo peldaño, y la idea principal de lo que Jesús nos dice es que no nos interesan las partes concretas de la canción. No nos interesan los ecos, las resonancias ni las armonías; lo que nos interesa es la canción completa, el canto entero ((O.1.I.3)). No estamos interesados en subir solamente uno o dos escalones. Queremos llegar a lo más alto de la escalera. Pero si seguimos exigiendo que tenemos necesidades concretas y que queremos que el Espíritu Santo o Jesús las satisfagan, estaremos quedándonos únicamente en los peldaños de la parte de abajo de la escalera, sin llegar a aprender nunca que no sabemos que lo que auténticamente nos conviene es elegir al Espíritu Santo, para que en definitiva Él nos conduzca hasta la cima de la escalera.

Pregunta: A lo largo de esta sesión he visto en mí esta tentación de querer jugar ((o juguetear, enredarme, entretenerme)) con la forma. El milagro mira al contenido y no mira a la forma. ¿Dirías que todo lo que se debe hacer es mirar con Jesús y decir que el contenido no es verdadero? La forma puede seguir siendo la forma y puede que nunca cambie... Reconozco un pensamiento, como por ejemplo algo que me va a meter en problemas, y después empiezo a juguetear o enredarme con el pensamiento, en vez de decir que su contenido no es real.

Respuesta: Correcto. No te enredes con el pensamiento, sólo hazle cosquillas ((lo que quiere decir es que no le demos importancia y nos entretengamos enredándonos u obsesionándonos con una idea que nos preocupa, sino que la miremos sonrientemente [cosquillas] y la dejemos ir. La insistencia al contrastar entre "enredar" y "hacer cosquillas" se debe a que en inglés son palabras parecidas y Ken está aprovechando para hacer un juego de palabras entre "tinker" [enredar, entretener, juguetear] y "tickle" [hacer cosquillas, o tal vez también acariciar])). Así que en vez de tinker, tickle; en vez de enredarte, haz cosquillas, dos palabras de dos sílabas que empiezan por la letra "t" ((en inglés: tinker, tickle)). Hacer cosquillas a ese pensamiento es acordarte de reírte de él. Enredarte con él significa decir que es algo serio y que tenemos que tomar medidas con respecto a eso, que tenemos que hacer algo, y en ese punto nada de lo que hagamos funcionará.

En otras palabras, lo que muchas personas han hecho con el Curso es sustituir al diablo por el ego y decir que el ego es malo: ¡Es el ego! ¡Mira al ego! Convirtiéndolo en algo grave, en un gran problema, como si fuera algo importante y muy serio. Así que la terapia de las cosquillas es muy buena. Recuerda que lo que más desea el ego, por encima de cualquier otra cosa, es que se le tome con seriedad.

---

Quiero retornar a Los regalos de Dios, al final de esa sección que hemos estado antes debatiendo ((en las partes VI y VII de este taller)). Voy a leer los dos últimos párrafos de "El final del sueño", en la pág. 122 ((de la edición en inglés de esa obra poética completa de Helen; correspondiente a la pág. 6 del documento en PDF de 9 páginas que linkeé más arriba)). Toda esa sección es realmente maravillosa, pero el final de ella es particularmente hermoso y es una maravillosa forma de resumir todo lo que hemos estado discutiendo sobre cómo dirigirnos desde el sueño del mundo hasta el primer sueño ((el sueño secreto)) y mirarlo con Jesús, lo cual entonces gira nuestra atención al sueño feliz, y después vamos enteramente más allá del sueño en cualquiera de sus modalidades, más allá incluso del sueño feliz, hasta regresar al Dios al que nunca abandonamos:

«Hay un silencio que cubre el mundo, que fue un sueño antiguo, de hace tanto tiempo que nadie lo recuerda ahora. Su tiempo ha acabado, y en el pequeño espacio que parecía poseer no hay nada. El sueño ha concluido, y todos sus sueños de regalos han desaparecido también. El primer sueño ha sido visto y comprendido como una mera ilusión del miedo, en la que el mundo estaba basado. Más allá del sueño, alcanzándolo todo, abarcándolo todo, la creación y el Creador todavía permanecen en perfecta armonía y amor perfecto. Esto se encuentra más allá de la puerta ante la que nos encontramos. ¿Permaneceremos esperando en un sueño? 

Tu santidad es la mía, y la mía es la de Dios. He aquí Su regalo, completo y sin mácula. Es Él Mismo lo que Él da, y esto es lo que es la verdad en ti. ¡Cuán hermoso eres, tú que estás a mi lado en la puerta y llamas conmigo para que todo el mundo pueda venir y apartarse del tiempo! Extiende tu mano para tocar la eternidad y desaparecer en su perfecto descanso. He aquí la paz que Dios destinó para el Hijo que Él ama. Entra conmigo y deja que su quietud cubra la tierra para siempre. Ya está hecho. Padre, tu Voz nos ha llamado a casa por fin: El sueño se ha ido. Despierta, Mi niño, al amor».

Fuente original en inglés: https://www.facim.org/online-learning-aids/excerpt-series/the-happy-dream.aspx

Índice en español (10 partes en total): http://hablemosdeucdm.blogspot.com/2016/03/el-sueno-feliz-por-kenneth-wapnick.html

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Comentarios actualmente cerrados. Si quieres comentar algo podrías inscribirte en el foro 'Concordia y Plenitud' mientras siga abierto:

http://concordiayplenitud.foroactivo.com/

Saludos :-)

☼☼☼

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.