domingo, 13 de marzo de 2016

Sobre la culpa

Un amigo me escribió al mail para hablar sobre el tema de la culpa. Era en referencia a un tema en concreto, pero lo que le comenté es válido para cualquier tipo de culpa en general. Dejo aquí una copia de mi mail-respuesta (omito solamente el saludo y la despedida):

La ventaja del proceso del perdón no-dual, es que podemos aplicarlo en cualquier situación, tanto a nosotros mismos como con "otras" personas, y sin importar que estas personas parezcan estar vivas en la ilusión o parezcan haber fallecido. A fin de cuentas, dentro de la ilusión es lo mismo "vida corporal" que "muerte", ambas son simplemente pensamientos ilusorios en tu propia mente.

No hay un mundo externo a ti, no hay un mundo fuera de tu mente, así que en el fondo lo que perdonas son siempre tus propios pensamientos, ya sea que los percibas como pensamientos o emociones en tu interior, o ya sea que los percibas como formas aparentemente externas (cuerpos, situaciones, etc).

Nada real puede morir. Nada real puede ser perjudicado ni molestado en lo más mínimo. Por lo tanto, puedes tener la seguridad de que la persona de la que hablas no murió, ni tampoco la perjudicaste realmente, aunque en los acontecimientos de la forma parezca otra cosa. Pero la forma es ilusoria, no es algo verdadero.

Ese acontecimiento que relatas te ofrece una buena oportunidad para perdonarte. Como todo lo que nos inquieta, representa lo que dices al principio de tu mail: la culpa por la creencia en habernos separado de Dios, la culpa por esa supuesta "traición". Con los acontecimientos "externos", el ego tiene la estrategia de convencernos de que determinados acontecimientos "externos" pueden robarnos nuestra paz interior. El Espíritu Santo o Maestro interior nos recuerda que nuestra paz no depende de los factores externos, sino de nuestra decisión de aceptarla o negarla.

Tienes miedo de mirar de frente a ese acontecimiento/recuerdo porque el ego te dice que hiciste "algo terrible" que es mejor no recordar, y entonces te sientes culpable. Para ti, esa "cosa terrible" es la culpa por la posibilidad de haber perjudicado a esa persona que crees que murió. Para el ego, a lo que él se refiere con la "cosa terrible" es a la culpa por separarte de Dios, pero eso el ego no te lo dice directamente, porque para engañarte es mejor para él convencerte de que no es culpa por haber traicionado a Dios, sino que es culpa por haber traicionado a una persona humana que además murió, así que el ego te dice: "fue terrible, la muerte no tiene solución, llegaste demasiado tarde, lo hiciste mal".

Pero lo que no ha sucedido no necesita solución, sino simplemente reconocerse como realmente es (en esto consiste el perdón). La culpa por la posibilidad de haber traicionado a esa persona que murió, simboliza una culpa mucho más profunda en tu mente inconsciente: la culpa por haber ASESINADO A DIOS. Es una culpa muy "gruesa" en opinión del ego, y el ego no quiere ni mirar a eso, ni siquiera ligeramente de reojo, pues le espanta eso: ES TERRIBLE, HE MATADO A DIOS!!! ¡Y AHORA SUFRO Y SEGUIRÉ SUFRIENDO MÁS, PORQUE LA PLENITUD DE DIOS YA NO ESTÁ DISPONIBLE PARA MÍ! ¡PORQUE HE ROTO EL CIELO!

Una parte de tu mente te acusa de haber matado a Dios, y otra parte de tu mente ve esto tan terrible que lo suaviza un poco, ahora "Dios" es la persona humana con la que trataste, y así solamente "mataste" a un ser humano... Puede parecer una ventaja, "matar" a un ser humano parece ser menos grave que romper el Cielo y matar a Dios... pero en el fondo una cosa es símbolo de la otra, y lo importante es que la culpa sigue ahí. No importa si tu pensamiento te dice que esa falta de paz (culpa) es por haber matado a Dios, o por haber "matado" a esa persona de la que hablabas en tu mail... en cualquier caso, ahí tienes la culpa.

La culpa es tan enorme que el ego no puede digerirla, así que procura desviarla aún más (el primer desvío fue sustituir la muerte de Dios por la muerte de una persona humana... o sea, sustituir la mente por el mundo de los cuerpos).

Para desviar aún más la culpa y descargarte de ella, uno de los trucos del ego es echarle la culpa a alguien que no seas tú. Y si solo existes tú, entonces hay que inventar a ese alguien. Esto se hace de muchas maneras y a muchos niveles. Por ejemplo, como otra parte de la mente recuerda hasta cierto punto que en realidad Dios es inmortal y no puede morir, eso asusta todavía más al ego y entra en pánico: ¡¡¡CÓMO!!! ¿NO ESTÁ MUERTO? ¡ENTONCES... AHORA VENDRÁ A POR MÍ, PARA VENGARSE POR LO QUE LE HICE!

Evidentemente esa manera de razonar es absurda si la miramos con lógica, pero la lógica del ego es la del miedo. Para el ego, Dios muere y no muere. Muere para que seamos culpables, y no muere (o "resucita de entre los muertos") para así descargarnos de la culpa y podernos convertir en la víctima, y Dios en el culpable que se venga de nosotros. De repente, ahora el asesino ya no soy yo (la mente-ego que cree haberse separado). ¡¡EL ASESINO EN REALIDAD ES DIOS, QUE ME BUSCA PARA MATARME!!

Ken Wapnick comentó, con su peculiar sentido del humor, que incluso las películas sobre vampiros, zombis y muertos vivientes, son reflejos que provienen de esta creencia interior en la muerte de Dios, quien resucita de entre los muertos (EL GRAN ZOMBI jejeje) para vengarse de nosotros por haberle asesinado, por haberle roto el Cielo, con lo bonito que estaba todo junto y nosotros le arrancamos unos pedazos (nuestros propios seres individuales).

Este proceso continúa, dividiendo la culpa original en millones y millones de trocitos de culpa, repartidos a lo largo y ancho del mundo de la forma, en todas las vidas de todas las épocas de todos los planetas (incluidos extraterrestres, las vidas humanas, animales, plantas, incluso en las catástrofes "naturales" e incluso las colisiones entre estrellas, asteroides, etc).

Y uno de esos millones de fragmentos de culpa, es el símbolo que mencionas de lo que percibiste en la forma con respecto a esa persona, la cual aparentemente era un cuerpo al que tu cuerpo perjudicó, fuese a través de actitudes, palabras, acciones o como pareciese según el guión del ego. Básicamente, son reflejos de la culpa interior, de la terrible CULPA ORIGINAL, de aquella "cosa terrible" que el ego dice que hicimos (¡todo mental, e imaginario!).

Pero toda esa teoría se viene abajo si el primer eslabón de la cadena de culpa resulta ser falso.

Y ESO ES LO QUE NOS RECUERDA EL ESPÍRITU SANTO: Eh, querido, detente un momento y respira, pues no hiciste lo que crees que hiciste. NO MATASTE A DIOS. Dios es inmortal, sigue tan feliz como siempre y tan enamorado de ti, su precioso Hijo, como siempre. NO DESTRUISTE EL CIELO. Tranquilízate, no rompiste nada: el Cielo es inmutable y nada lo puede cambiar ni destruir. Sigue ahí, esperando a que abras los ojos para que sigas disfrutando de él. ¡Pues simplemente te has dormido, soñando que lo rompiste todo, soñando un sueño de separación y culpabilidad! ¡DESPIERTA, CARIÑO!

Si Dios está vivo y nunca ha sido atacado, si el Cielo no está roto porque es inmutable, entonces en realidad todo está bien. Y lo que está equivocado es mi sueño mental de culpa, mi creencia mental en la separación, junto con todas sus aparentes consecuencias. Incluida la aparente "muerte" de esa persona humana de la que hablaste en tu mail. Si Dios no murió, esa persona tampoco. Esa persona es solamente un pensamiento en tu mente, simbolizando la separación, o en este caso incluso simbolizando la muerte de Dios (en la fase en la que Dios parece morir, la fase en la que el culpable pareces serlo tú, por eso la culpa se siente tan directa). En otras fases, el ego te dice que el culpable no eres tú, sino cualquier otro: te descargas de la culpa, echándole la culpa a todos o a cualquiera, a quien tengas a mano. Así te conviertes en la víctima, y ya no eres tan culpable en teoría. No importa a quien le echamos la culpa: a la vida, al clima, a Dios, a los políticos, a los vecinos, a la lluvia, a un resbalón, a la "mala suerte", etc. La cuestión es que la responsabilidad por nuestro sufrimiento o falta de paz la vemos en otros, en lugar de ver que nuestra paz depende simplemente de la decisión de nuestra mente de creer al ego o al Espíritu Santo.

De modo que puedes ir perdonando, primero si quieres los símbolos que te parezcan más fáciles de perdonar (aunque cuando comprendemos a fondo, vemos que todos los símbolos son lo mismo y pueden perdonarse con idéntica facilidad, independientemente de que en la forma unos parezcan problemas "enormes" y otros parezcan "minucias"; como dice Gary Renard, es lo mismo perdonar un resfriado que un cáncer).

Cuando te sientas preparado para mirar a eso junto con Jesús o el Espíritu Santo o Maestro interior, al mirarlo con la mentalidad-correcta, la culpa desaparecerá, pues es ilusoria y desaparece cuando dejamos de creer en ella. La mentalidad-correcta nos recuerda que nada ha sucedido: el Cielo no se rompió, Dios no murió ni nos persigue por haber roto nada, las personas que aparentemente murieron no han muerto porque siguen siendo Uno con nosotros en la Unidad del Cielo.

Al ir perdonando los diversos símbolos, poco a poco nuestro iceberg de culpa va empequeñeciéndose, y nos sentimos cada vez más en paz, y los acontecimientos "externos" nos afectan cada vez menos.

Estas creencias nos rodean por todas partes. Cuanto más entrenes tu mirada para detectar este multi-truco del ego, más claramente reconocerás sus símbolos. Por ejemplo, cuando se nos cae un jarrón o un vaso o plato al suelo y se rompe, si sentimos culpa eso es un reflejo, un fragmento de la CULPA ORIGINAL por haber MATADO A DIOS. Lo mismo cuando creemos haber hecho daño a alguien (a una persona, al mundo, a un insecto o planta, o al mismísimo Dios: el símbolo que representa a la culpa da igual el que sea; lo mismo podría ser un vaso que nos se cae al suelo y se rompe, que una bomba atómica que dejamos caer desde nuestro avión y que mata a millones de personas; ambas cosas simbolizan exactamente lo mismo, aunque al ego le parecen cosas que tienen una gravedad diferente). No hemos hecho daño a nadie ni a nada, pues solamente existe UN ÚNICO SER, y ese SER es INMUTABLE, eternamente pleno, y por siempre feliz y en paz.

Tú mismo (pues no hay otro) te estás poniendo la daga al cuello, la daga son tus pensamientos de culpabilidad. A medida que vayas dándote cuenta de que no eres culpable de nada, de que ¡NO MATASTE A DIOS, NO ARRANCASTE UN TROZO DEL CIELO!, serás más capaz de reírte de la idea de la culpa, y entonces irás dejándola ir, soltándola para no volver a creer en ella nunca jamás.

Al igual que nadie te ha hecho jamás daño real a ti (porque tu Ser es perfecto, inmutable, inmortal y eternamente feliz y pleno), tú tampoco le has hecho daño a nadie (porque todos compartimos ese mismo Ser que tú: inmutable, pleno, etc).

Así que no eres una víctima, y tampoco eres un agresor, no eres un verdugo. No le has hecho daño a nadie, ni nadie te ha hecho daño a ti.

No eres un ser humano. Eres puro espíritu ilimitado. El ego trata de convencernos de que somos limitados, de que somos seres humanos encarnados en cuerpos, y de que somos personas humanas culpables (o uno mismo es el culpable, o al menos algún otro sí ha de ser culpable). El ego trata de atribuir la culpa a determinados seres humanos. Pero la culpa no va con nosotros, pues no somos seres humanos. Somos espíritu inmortal, y la culpa no puede adherirse al espíritu, pues el espíritu es verdadera Totalidad ilimitada, mientras que la culpa ni siquiera existe: una ilusoria idea de fragmentación limitada. Al ego le gusta jugar con los diversos tipos de fragmentos (ideas separadas, individuos separados, acontecimientos separados, épocas separadas, etc), combinándolos entre sí y moviendo los fragmentos/pensamientos de "culpable" e "inocente" de un fragmento a otro.

El ego juega con el truco de ir cambiando la culpa de sitio, y unas veces te dice que el culpable eres tú, y otras veces te dice que tú eres la víctima y que el culpable es otro (otra persona, Dios, la vida, la "mala suerte" o lo que sea). Pero cuando te das cuenta de que la culpa es un mito, o sea, que es ilusoria, que no hay culpa realmente porque no se ha roto nada real, entonces te resulta fácil perdonarte (en "otros" y en ti mismo), y abandonar la culpa, para reconocer de nuevo lo verdadero: la paz.

El reconocimiento de la paz: ese es nuestro camino.

Todos los símbolos de culpa, todo aquello que nos inquiete o parezca perturbar nuestra paz, son las antorchas que iluminan nuestro camino si sabemos verlas adecuadamente: como oportunidades para perdonar esos símbolos. Todo simboliza esa culpa inconsciente por haber roto algo importante (Dios, el Cielo), pero cuando nos damos cuenta de que la VERDAD es irrompible, podemos permitirnos relajarnos y descansar en paz. Entonces nos tranquilizamos para perdonar, y el perdón nos trae más tranquilidad, y más aún cuanta más culpa perdonemos, hasta que todas las capas del ego hayan sido peladas y ya no haya interferencias al amor. Entonces llega la feliz iluminación. Una metáfora que me gusta sobre este proceso es la metáfora de la cebolla, que no sé si te la mencioné alguna vez. Está escrita aquí: http://hablemosdeucdm.blogspot.com/2015/09/la-metafora-de-la-cebolla-aplicada-al.html

En resumen: ERES INOCENTE. Ese es el mensaje que una y otra vez te repite el Espíritu Santo. Y recuerda que la inocencia no es algo que tengas en exclusiva, sino algo que compartes con todos los demás. O todos somos inocentes, o de lo contrario todos seríamos culpables, porque todos somos el mismo Hijo de Dios. Por eso es tan importante perdonarnos a nosotros mismos y también a los demás; pues los demás simbolizan aspectos de nosotros mismos, de nuestra propia mente o ser.

La teoría del ego, por supuesto, es que todos somos culpables. El ego dice que todos hemos matado a Dios (o a nivel humano de la forma, que todos hemos hecho algo malo a alguien), y también nos dice que ahora debemos ser castigados por nuestra culpabilidad, y así nos convertimos también en víctimas (víctimas de la venganza de Dios, o del karma, o del mundo, del vecino, del jefe, de los políticos, etc).

Esa es la teoría del ego, pero la verdad nos la recuerda el Espíritu Santo: TODOS SOMOS INOCENTES y nadie es víctima de nada. El Ser es inmutable, nada se ha roto, y así nadie tiene la culpa de nada, por lo que nadie tiene que ser castigado.

Esa es la decisión que constantemente tomamos todos en nuestra mente, ante cada aparente acontecimiento "externo", o también ante cada aparente acontecimiento "interno": recuerdos, pensamientos, emociones, ideas de culpa. La decisión es: elegir la INOCENCIA (en nosotros y en todos), o elegir la CULPABILIDAD. Y según lo que elijamos, así nos parecerá el mundo, y así nos sentiremos. El perdón nos lleva al reconocimiento de la inocencia y a la paz. El juicio, la condena, nos lleva a la culpabilidad y a sentirnos víctimas o verdugos, y perdemos de vista la paz.

La paz sigue ahí, invisible debido a que nuestros ojos están cerrados y soñamos. Abrir los ojos significa perdonar. Al abrir los ojos, reconocemos que la paz de nuestro ser nunca se ha ido. Y felizmente sonreímos de inocencia, paz y felicidad. Lo preocupante fue un ilusorio sueño, y ahora volvemos a disfrutar. Despiertos, el Ser es nuestra perfecta felicidad.

4 comentarios:

  1. Porque cuando haz entendido esto y te perdonas, se sigue proyectando entonces justo lo que no deseo. Entendi y me perdono, pero porque la sanidad del.perdon no llega? Me causa duda que si fuera así una vez perdonado debería darse la sanidad mental y.por consiguiente el mundo que proyectas. Fácil, haz aceptado el perdón y en teoría debería la mente haber sanado. Pero si no se presenta la sanidad, no será que la proyeccion no necesariamente viene de la culpa de haber fabricado un mundo. En otras palabras si el.perdon es como ustedes o el curso UCDM vaya hasta el propio cuerpo y el universo en un instante desaparecerían pero no desaparece. Entonces bajo esta premisa o la culpa sigue existiendo, o el perdón no se da, o no existe la culpa ni siquiera la proyeccion del universo y este existe sin los.postulados que plantea UCDM que niega esta realidad y la interpreta como un sueño. Quizás la realidad si existe y tiene sus propias leyes y mecánicas. Saludos.

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    1. La casa de la paz no se construye en un solo día.

      Por otro lado, hay muchos caminos además del Curso, unos espirituales y otros no, incluidos los "caminos del mundo" para aquellos que aún quieran creer en el mundo. De hecho, para aquellos que aún confíen en el mundo, siempre ha sido instructivo seguirlos, y así a la larga uno acaba comprendiendo por experiencia propia la ilusoriedad de los caminos del mundo, porque todos ellos conducen a lo mismo, al sufrimiento y la decepción.

      Solo cuando uno llega al punto de estar harto del mundo es cuando está preparado para prestar seria atención a un enfoque tan diferente como lo es el Curso.

      Todos comenzamos confiando en el mundo (nuestra percepción cotidiana) en más o menos medida. Cuando uno finalmente se cansa de los caminos del mundo, acaba interesándose por los caminos espirituales y posteriormente uno acaba sintiendo interés concretamente por los caminos no-duales, entre ellos el Curso. Pero entender y practicar un camino no-dual requiere tiempo de estudio y de entrenamiento mental. El Curso se llama "curso" precisamente por eso, porque es un curso, y requiere generalmente años de estudio y entrenamiento, si bien comenzar a tener más paz es de las primeras cosas que uno suele notar a medida que va comprendiendo qué es el verdadero perdón y practicándolo.

      Yo no soy un instructor del Curso (no me dedico a enseñarlo de manera completa, si acaso participo en comentarios puntuales cuando me viene bien), sino que es el estudio y práctica del Curso mismo lo que resuelve las dudas de qué es el Curso y cómo funciona. Hay materiales de apoyo como el libro "La desaparición del universo", de Gary Renard, que a mí me resolvió todas mis dudas iniciales. También los libros de Kenneth Wapnick son de ayuda, pero sirven de poco si uno no está estudiando el Curso y practicándolo por sí mismo.

      En cualquier caso, algunos aspectos concretos de tu comentario sería posible abordarlos, pero el lugar adecuado no son los comentarios en el blog, sino el foro creado a tal efecto. Así, al menos, podría leer el intercambio algún compañero más, e incluso participar si lo desea.

      Por otro lado, hoy mismo salgo unos días de vacaciones a la playa. Saludos

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  2. Hola no se si me responderan pero tengo algo que me conflictua bastante y no se en que capitulo encontrar.
    Suelo sentirme muy culpable si me siento bien o de ser yo misma, pues siento que algo malo pasaria y/o es malo mas alla de un problema de autoestima al ser criada en un ambiente muy religioso se me implanto la idea de que dios castiga o que tienes que surfrir para ser feliz y por lo tnato termino creando situaciones asi, quisiera saber que hacer para poder cambiar estas creencias, gracias

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    1. Básicamente todo el Curso trata sobre eso en sus diferentes aspectos, pero para más detalles puedes participar en el foro, que es donde a veces mantenemos conversaciones:

      https://concordiayplenitud.foroactivo.com/

      Saludos

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