Temo dejar este mundo...
P-588: Siempre le he rezado a Dios para que me guíe y me ayude. Hoy en día pienso que si Dios no creó este mundo, entonces Él no va a darme ayuda aquí en este mundo. Pero entonces, ¿cómo rezo ahora? ¿Pidiendo morir? En realidad no quiero dejar este mundo que he creado, a pesar de que no es perfecto de ningún modo, aspecto o forma. Todavía amo mis creaciones y extensiones (¿es adecuado llamar "extensiones" a las personas de mi vida?). Cuando me vuelvo hacia el recto pensar, me lleno de miedo. ¡Tengo miedo del Cielo! ¿Qué locura es esta?
Respuesta: Tu pensamiento no es más loco, pero sí es igual de loco, que el pensamiento del resto de nosotros que seguimos queriendo que este mundo sea nuestra realidad y tenemos miedo de nuestra verdadera realidad. Por cierto, Un Curso de Milagros llamaría creaciones falsas a todo lo que hemos hecho con nuestros egos (T.2.VII.3.8-15). Y el responsable por crear falsamente no es el yo que creemos que somos aquí en este mundo. Este yo individual no es más que una de las creaciones falsas de nuestra mente dividida, la cual da la impresión de haberse quedado dormida y estar soñando un mundo separado de Dios. Así que quien necesita ayuda no es el yo que creemos ser en este mundo, a pesar de nuestras experiencias en sentido contrario, sino la mente que se identifica con este yo ilusorio y a continuación niega su auténtico poder de crear extendiendo el amor, el cual no tiene nada que ver con nada de lo que parecemos experimentar aquí en el mundo. Así que buscar la muerte de este yo ilusorio que pensamos que somos no resolvería nada, pues la muerte de una ilusión no cambia en nada nuestra mente, la cual es la fuente de la ilusión.
Estás en lo cierto al concluir que Dios no tiene nada que ver con este mundo puesto que Él no estuvo involucrado en su fabricación. Pero eso no significa que no tengamos una Fuente de Ayuda —el Espíritu Santo— que represente el Amor de Dios para nosotros mientras creamos que estamos aquí. Sólo que la verdadera ayuda que Él nos ofrece no consiste en cambiar cosas de nuestro mundo ilusorio y de nuestras circunstancias personales, sino que es más bien una ayuda para reducir nuestro miedo a recordar quiénes somos realmente. Y esa ayuda se llama perdón, el cual es simplemente un proceso consistente en reconocer que en realidad no sabemos lo que está pasando, ¡puesto que ni siquiera sabemos lo que somos! Así que Jesús dice que «la única oración que tiene sentido es la del perdón» (T.3.V.6.3).
En la práctica, esto significa que cada vez que sentimos ganas de juzgar a una persona, situación o circunstancia, nuestra oración sería simplemente pedir ayuda a la parte de nuestra mente (el Espíritu Santo o Jesús) que sabe cuál es el problema real —que nos hemos quedado dormidos y estamos soñando con un mundo que no tiene nada que ver con lo que realmente somos. Y cada vez que hacemos eso, nuestro miedo disminuye un poco más y el mundo parece un poco menos serio, pues esto es el sueño feliz, en el que nuestro sueño ya no es tan profundo, y cada vez nos volvemos aunque sólo sea un poco más dispuestos a escuchar la Llamada a despertar (T.5.II.10.4-5; T.27.VII.14).
Link original en inglés: http://www.facimoutreach.org/qa/questions/questions104.htm#Q588
Índice de las P&R traducidas: http://hablemosdeucdm.blogspot.com/2015/11/indice-de-traducciones-de-p-de.html
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