viernes, 24 de junio de 2016

Facimoutreach P-524

Si pienso mucho en lo que quiero, ¿se manifestará?

P-524: Llevo ya casi un año en paro y no estoy teniendo mucha suerte para encontrar trabajo. Un Curso de Milagros dice que todo ocurre como resultado del pensamiento y no de la acción. ¡Yo creo que mi verdadero trabajo es algo que siempre me ha gustado y que nunca me ha dejado! ¿Podría ser que debido a que no he encontrado un "trabajo habitual" he de suponer que tengo que llegar a materializar mi trabajo ideal o soñado? ¿Qué pasa si empiezo a hacer eso y a confiar en el Espíritu Santo para que me guíe en lograr que ese trabajo se manifieste en mi vida?  Me siento bastante perdido y frustrado y como un perdedor porque no ha surgido nada todavía, pero se han puesto en evidencia muchas pequeñas cosas con respecto a lo que realmente quiero hacer. La lección 64 afirma que Dios sólo quiere que yo sea feliz porque esa es mi función ((También en L.101)). Supongo que mi pregunta es: si sigo pensando en lo que quiero, ¿llegará realmente a manifestarse?

Respuesta: Ciertamente el Curso enseña que «todo pensamiento produce forma en algún nivel» (T.2.VI.9.14). Pero su propósito no es enseñarnos a utilizar nuestro pensamiento para controlar o producir las formas que creemos que queremos. En vez de eso, el objetivo del Curso es ayudarnos a aprender que no podemos encontrar la verdadera felicidad en ninguna cosa del mundo (T.31.IV). Ahora bien, si te sientes atraído por cierto tipo de trabajo y los acontecimientos parecen apoyar tu rumbo en esa dirección, entonces ¡claro que sí, ve a por ello!, pues nada se pierde por perseguir tus sueños. Sin embargo, lo que se gana puede que no sea exactamente lo que estás pensando que es. Contrariamente a las creencias de la mayoría de las personas sobre sus experiencias en el mundo, la posición del Curso es que ninguna cosa del mundo puede hacernos felices ni infelices. Y cualquier sueño por el que nos sintamos atraídos es muy probable que represente alguna forma de especialismo que nos permitirá encubrir (ocultar), al menos temporalmente, la culpa que todos tenemos enterrada en nuestras mentes por nuestra creencia en la separación, de modo que no pueda ser sanada. Pero tales situaciones ofrecen también valiosas oportunidades de aprender nuestras lecciones de perdón si aceptamos la guía del Espíritu Santo.

Esto no quiere decir que no deberías aceptar cualquier alegría o placer que puedas hallar al seguir lo que tú crees que es tu verdadero trabajo. Pero, como estudiante del Curso, te interesa ser al menos consciente de que todas las cosas del mundo son de doble filo; es decir, que pueden aparentar ser causa de dolor además de placer. Y aquí es donde la guía del Espíritu Santo puede ser de gran ayuda. Pues Su papel no es dirigir las decisiones de nuestra vida, sino ayudarnos a aprender cómo usar las circunstancias de nuestra vida —sean cuales sean— para practicar el perdón. Esto es lo que la lección 64 quiere decir cuando afirma «que el Espíritu Santo tiene otro uso para todas las ilusiones que tú has forjado, y, por lo tanto, ve en ellas otro propósito. Para el Espíritu Santo el mundo es un lugar en el que aprendes a perdonarte a ti mismo lo que consideras son tus pecados. De acuerdo con esta percepción, la apariencia física de la tentación se convierte en el reconocimiento espiritual de la salvación» (L.64.2.2-4). En otras palabras, Su propósito es ayudarnos a despertar del sueño, no transformarlo en un sueño más feliz, al usar lo que hemos fabricado en favor de la separación como un medio para la sanación.

Así que cuando dices que Dios quiere que seamos felices, es importante tener claro que esta lección está diciendo que únicamente podemos ser verdaderamente felices si perdonamos y no nos empeñamos en buscar la felicidad en las circunstancias y situaciones externas a nosotros mismos. Tal como señala claramente esa lección 64: «El propósito del mundo que ves es nublar tu función de perdonar. (...) Sólo desempeñando la función que Dios te dio podrás ser feliz. Esto se debe a que tu función es ser feliz valiéndote de los medios [el perdón] mediante los cuales la felicidad se vuelve inevitable. No hay otra manera. Por lo tanto, cada vez que eliges entre si desempeñar o no tu función, estás en realidad eligiendo entre ser feliz o no serlo» (L.64.1.2; 4.1-4; cursivas añadidas).

Link original en inglés: http://www.facimoutreach.org/qa/questions/questions92.htm#Q524

Índice de las P&R traducidas: http://hablemosdeucdm.blogspot.com/2015/11/indice-de-traducciones-de-p-de.html

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