miércoles, 8 de junio de 2016

Facimoutreach P-343

¿El cerebro "piensa"?

P-343: Puesto que es el cerebro de mi cuerpo el que piensa, y por lo tanto el que hace las preguntas, el que escucha a Ken y a otros, y el que actúa en este mundo, ¿no es muy improbable que lleguemos algún día a "entenderlo"/"conseguirlo"?

Respuesta: Espera, ¿quién te dijo que tu cerebro piensa? ¡Tiene que haber sido tu ego! Tu pregunta, y no eres el único en preguntar algo así, sólo refleja hasta qué punto hemos aceptado la estratagema del ego de que somos un cuerpo y no una mente, y lo totalmente identificados que estamos con este falso ser, a pesar de que no es nuestra realidad y tampoco es donde se origina nuestro pensamiento. Jesús es consciente de nuestra confusión, pues señala: «Crees también que el cerebro puede pensar. Si comprendieses la naturaleza del pensamiento, no podrías por menos que reírte de esta idea tan descabellada», añadiendo que es «disparatado (...) creer que los ojos del cuerpo pueden ver o que el cerebro puede pensar» (L.92.2.1-2,4).

Como una prueba más de nuestra confusión, al hablar de quienes creemos haber nacido en este mundo señala: «Sus mentes parecen estar atrapadas en sus cerebros, y sus fuerzas parecen decaer cuando sus cuerpos se lastiman» (T.13.introd.2.7; cursivas añadidas).

Nuestras creencias erróneas acerca de nosotros mismos no cambian en modo alguno el hecho de que todo pensamiento, toda conciencia (T.3.IV.2), todo juicio, toda decisión, suceden en la mente dividida y no en el cerebro del cuerpo, que no es más que una sombra ilusoria de la culpabilidad que siente la mente por la aparente separación. Pero hemos construido deliberadamente nuestra identidad errónea, en connivencia con el ego, para olvidarnos de que somos una mente que tiene elección con respecto a todo este embrollo, garantizando así la continua e incuestionada existencia del ego.

Pero nuestro objetivo con el Curso no es deshacer nuestra identificación con el cuerpo y nuestra creencia en el poder pensador del cerebro. Nuestra meta es deshacer nuestra creencia en el valor y la realidad de la culpa y el ataque en nuestras relaciones —experimentadas entre cuerpos del mundo, aunque las relaciones ocurren únicamente en la mente. Jesús nunca nos pide que hagamos más de lo que somos capaces. Puede que no seamos capaces aún de soltar nuestra identificación con este cuerpo, pero somos muy capaces de perdonar nuestras relaciones especiales, con su ayuda. Y eso es lo único que necesitamos "entender"/"conseguir" ((aludiendo al final de la pregunta de arriba del todo)). El resto, si hacemos nuestra parte, Jesús nos asegura que se resolverá por sí solo. No somos responsables de los efectos del milagro —únicamente somos responsables de elegirlo (T.27.V.1.2-5). Y no importa si pensamos que estamos tomando esa decisión con nuestro cerebro o con nuestra mente. Lo único que importa es nuestra voluntad de perdonar, es decir, de soltar nuestros juicios y nuestra insistencia en que sabemos lo que necesitamos.

Para una mayor discusión de la relación entre la mente y el cuerpo, puede que desees revisar las preguntas P-89, P-117, P-226 y P-322.

Link original en inglés: http://www.facimoutreach.org/qa/questions/questions63.htm#Q343

Índice de las P&R traducidas: http://hablemosdeucdm.blogspot.com/2015/11/indice-de-traducciones-de-p-de.html

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