lunes, 6 de junio de 2016

Facimoutreach P-589

¿De qué modo utilizaría la mentalidad-correcta los poderes psíquicos?

P-589: Antes de conocer Un Curso de Milagros, yo pensaba que los poderes psíquicos o capacidades psíquicas eran regalos espirituales de Dios y que las personas buenas los utilizaban para cosas buenas y las personas malas los utilizaban para el mal. La aclaración que se hace sobre este tema en el Manual para el maestro me da una mayor comprensión de esto, pero todavía tengo algunas preguntas. ¿Puedes explicar qué son exactamente los poderes psíquicos y cómo funcionan en relación a nuestra mente dividida y al cuerpo? Y si alguien es consciente de tener capacidades psíquicas, ¿de qué manera es conveniente que las use? Yo tengo unas pocas habilidades psíquicas y el Curso dice que estos son los poderes que el Espíritu Santo quiere y necesita ((M.25.4.6)). Creo que entiendo cuáles son las trampas del ego en las que se podría caer, pero ¿podrías darme algunas sugerencias o ejemplos de cómo podrían usarse los poderes psíquicos para un propósito santo?

Respuesta: Si recuerdas que el Curso dice que somos mente, existiendo fuera del tiempo y el espacio, y que todas las mentes están unidas, o que son aparentes fragmentos de la única mente dividida, entonces los poderes psíquicos pierden parte de su misterio. La única razón por la que creemos que son tan especiales es porque equivocadamente creemos que somos cuerpos, lo cual es parte del ingenioso plan del ego para mantenernos sin acceso consciente a la mente (T.20.VI.11.1-3). El tiempo y el espacio son construcciones ilusorias de la mente dividida que se han proyectado en un mundo ilusorio de la forma, para mantenernos inconscientes de nuestras mentes y que en vez de en ella nos enfoquemos en el mundo y en nuestros cuerpos (T.1.VI.3.4-6; T.26.VIII.1.3-5).

La mayoría de las capacidades psíquicas implican el acceso a información que parece estar a cierta distancia de donde nos vemos situados a nosotros mismos en el tiempo y el espacio. Pero dado que el tiempo no es realmente lineal y que todo lo que hay en la mente dividida en realidad existe simultáneamente (T.26.V.3.3-7), todo lo que ha sucedido, lo que parece estar sucediendo ahora, y lo que podría suceder en el futuro, está disponible potencialmente para cada fragmento aparentemente separado. Es sólo una decisión de cada mente individual, a menudo basada en el miedo, la que mantiene inaccesible toda la información de la mente dividida.

El cuerpo y el cerebro no tienen nada que ver con los poderes psíquicos, puesto que ellos mismos no son más que las imágenes proyectadas de la mente dividida. La información sobre los cuerpos —pasado, presente y futuro, muertos o vivos, nacidos o no-nacidos— es simplemente información sobre las imágenes contenidas en la mente holográfica, independientemente de si parecen estar o no en el mundo de la forma en cualquier coordenada concreta del tiempo y el espacio (T.28.I.5.3-9). La mente es holográfica en el sentido de que el todo está contenido en cada parte. Así pues, la lectura de vidas pasadas, hablar con amigos, familiares y guías espirituales fallecidos, predecir el futuro (lo cual entraña siempre un margen de probabilidades, puesto que siempre hay opciones que la mente puede elegir al nivel de la forma), ser consciente de lo que existe o de lo que está sucediendo en lugares lejanos o invisibles a los ojos, son todas ellas cosas fácilmente comprensibles si nos damos cuenta de la naturaleza holográfica de la mente.

Otros poderes psíquicos menos corrientes, tales como la curación psíquica y alterar las cosas físicamente dentro de las dimensiones del tiempo y el espacio, poderes que parecen "desafiar a las leyes físicas", simplemente implican la capacidad de la mente para acceder y proyectar cambios en las imágenes proyectadas del holograma, aparentemente saltándose la convencional "ley de causa y efecto" del mundo, la cual de todos modos es ilusoria (T.28.I.6.1-4). Pues lo que produce cambios en el mundo es siempre una decisión a nivel de la mente y no cualquier cosa del mundo, pero la mayoría de nosotros no somos conscientes de la decisión —basada en el ego— de la mente. Si nos permitiéramos a nosotros mismos reconocer fácilmente el poder que radica en la mente, el mundo perdería pronto su valor como defensa, pues es imposible ser víctimas de un mundo que nuestra mente controla (M.5.II.1, 3). Y el único y oculto propósito que tiene el ego para el mundo y el cuerpo es convencernos de que nuestro dolor no proviene de una decisión mental apoyando la separación, sino que en vez de eso nuestro dolor proviene de un mundo sobre el que no tenemos control, lo cual nos convierte en víctimas a pesar de nuestros mejores esfuerzos como cuerpos por protegernos a nosotros mismos.

Así que todos los poderes psíquicos se basan en el ego, pero nos mantenemos inconscientes de la mayoría de ellos debido al potencial que tienen para cambiar nuestra creencia en la realidad de la ilusión. El ego nos advierte de los peligros de los poderes psíquicos porque su objetivo es mantenernos privados de la mente. Pero incluso si descubrimos que tenemos semejantes capacidades, el ego con mucho gusto nos proporcionará interpretaciones del valor "especial" que tienen, para que con estas interpretaciones se pueda minimizar nuestro reconocimiento de lo que tales capacidades nos están diciendo sobre la mente, y en vez de darnos cuenta de eso nos limitemos a usarlas para reforzar nuestra creencia en la magia, en las diferencias y en el especialismo, como si estas capacidades fueran regalos especiales que se "conceden" divinamente a aquellos que son especiales, tal como una vez creíste.

¿Cómo podemos ofrecerle un poder psíquico al Espíritu Santo? Un poder psíquico que "tengamos", se lo hemos ofrecido al Espíritu Santo cuando no decidimos por nuestra cuenta cómo debería utilizarse. Cualquier cosa que pueda ayudarnos a ampliar nuestra perspectiva más allá de la limitada dimensión del tiempo/espacio en la que parecemos estar restringidos como cuerpos puede sernos útil, siempre que la usemos como un medio y no como un fin en sí misma (M.25.3.5), que es lo que el ego quiere que hagamos, pues entonces esa cosa se convertiría en un elemento de especialismo. Tal como Jesús señala en la sección sobre los poderes psíquicos a la que te refieres: «La comunicación no se limita únicamente a la reducida gama de canales que el mundo reconoce. (...) Los límites que el mundo le impone a la comunicación son los mayores obstáculos para una experiencia directa del Espíritu Santo, Quien siempre está aquí y Cuya Voz está siempre presta a ser oída. Estos límites se establecen por miedo, pues sin ellos las paredes que circundan todos los lugares separados del mundo se derrumbarían ante el santo sonido de Su Voz. Aquel que de alguna manera transciende estos límites, está simplemente volviéndose más natural. No está haciendo nada especial, y no hay nada mágico en sus logros» (M.25.2.2,5-8).

La única manera de estar seguros de que le hemos ofrecido al Espíritu Santo estas capacidades —al igual que con cualquier otro tipo de talento que podamos tener— es ante todo ser honestos con nosotros mismos sobre los motivos basados-en-el-ego que personalmente deseamos desplegar o exhibir. Estos podrían incluir el acceder a información que te permita conseguir lo que quieres para ti mismo, impresionar a otros con tu espiritualidad, ofrecer ayuda a otros para sus problemas tal como tú los percibes, etc. Cuando consigues identificar las inversiones de tu ego, estás en situación de liberarlas y también será más probable que las reconozcas cuando aparezcan de nuevo más adelante para volver a tentarte con el especialismo.

Cualquier ejemplo sobre el uso de los poderes psíquicos desde una posición de mentalidad-correcta ha de centrarse necesariamente en el propósito y no en la situación concreta, ya que es únicamente el propósito lo que hace que algo sea santo. Así que una advertencia: si crees saber de manera concreta el propósito de lo que estás haciendo o diciendo, entonces es probable que tu ego se haya metido en la escena y esté dirigiendo el proceso. Y eso no es un pecado, pero no es probable que sea algo que resulte útil para ti mismo ni para algún otro.

Así que compartir intuiciones o percepciones sobre las vidas pasadas de alguien podría ser de ayuda para que esa persona se desprenda de algún juicio al que se estaba aferrando en el presente sobre sí misma o sobre otra persona a la que conoce. Proporcionar información de un familiar fallecido puede ayudar a alguien a saber que no está siendo condenado por algo que hizo o que dejó de hacer. Cualquier cosa que facilite el proceso del perdón —y puede que tú no tengas ni idea de qué cosa podría ser, y en la mayoría de los casos no lo sabrás— surgirá como un reflejo de haberle ofrecido al Espíritu Santo un poder para que Él lo use. De manera similar, cualquier cosa que ayude a alguien a no tomar esta vida ni el mundo tan en serio, o que ayude a reconocer los intereses compartidos en vez de los intereses separados, estará sirviendo al propósito del Espíritu Santo de ayudarnos a despertar del sueño de la separación y del pecado.

Link original en inglés: http://www.facimoutreach.org/qa/questions/questions104.htm#Q589

Índice de las P&R traducidas: http://hablemosdeucdm.blogspot.com/2015/11/indice-de-traducciones-de-p-de.html

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