¿Tiene nuestro estado de separación un propósito divino?
P-564: La pregunta P-341 se refiere a nuestro derecho a separarnos: «Supeditado al "derecho" de separaros, acordáis (tu hermano y tú) reuniros de vez en cuando y mantener vuestra distancia con intervalos de separación (...)» ((T.29.I.4.6, aunque en P-341 se cita el párrafo casi entero como contexto: T.29.I.4.1-6)). Mi pregunta es que seguramente esta ilusión de separación debe tener un propósito divino, el cual está, al fin y al cabo, por todas partes. ¿Es así? Seguramente debe ser un error con algún significado o validez. ¿Puede ser que el propósito del error de la separación sea que nos volvamos conscientes de la unidad y la apreciemos, la cual es lo opuesto a la separación? ¿Va la cosa así: primero la unidad... luego la ilusión de la separación... y luego la conciencia de la unidad? ¿Es el propósito de la ilusión que Dios pueda conocerse a Sí Mismo?
Respuesta: No, lo siento, tu línea de razonamiento se puede encontrar en las explicaciones que dan otras enseñanzas espirituales para la separación y el mundo, pero no es así en Un Curso de Milagros. El Curso es inflexible en su postura de que Dios y Cristo, en completa y absoluta Unidad, son Lo Perfecto (por ejemplo T.11.IV.7.5; P.3.I.1.10), a lo cual no puede añadirse nada diferente ni ninguna nueva necesidad (T.10.introd.2.1-4). Por lo tanto es imposible que Dios y Su Hijo puedan obtener ninguna cosa de una experiencia de separación —es una contradicción de Su Realidad y por lo tanto no puede tener ningún valor. La idea de la separación y sus aparentes efectos no son más que un error có(s)mico de proporciones minúsculas, infinitesimales, sin ninguna dimensión, a pesar de nuestra experiencia en sentido contrario.
El Curso explica al principio del Texto que la conciencia pertenece al ámbito del ego (T.3.IV.2), ya que establece una falsa dualidad entre el observador y lo observado, como si hubiera dos entidades diferenciadas y diferenciables. Una vez que ya estamos hablando de una experiencia de algo diferente del único Ser, estamos funcionando en el reino de la ilusión y del error. No hay nada que ganar dentro de este estado, con excepción de su deshacimiento.
Ahora bien; la correción del error, evidentemente, viene en términos dualistas, dentro del ámbito de la conciencia a medida que ella cambia desde la falsa hasta la verdadera percepción (C.1.7). Pero esta última será simplemente un reflejo de la perfecta unidad de Dios y Cristo. El perdón, «un tipo de ficción feliz» (C.3.2.1), es el proceso que deshace los errores perceptuales del sistema de pensamiento del ego, basado en la separación y en las diferencias, lo que conduce al juicio y al ataque. Por medio de nuestra práctica del perdón llegaremos al conocimiento de saber una vez más que: «No hay nada externo a ti. Esto es lo que finalmente tienes que aprender, pues es el reconocimiento de que el Reino de los Cielos te ha sido restaurado. Pues eso fue lo único que Dios creó, y Él no lo abandonó ni se separó a Sí Mismo de él. El Reino de los Cielos es la morada del Hijo de Dios, quien no abandonó a Su Padre ni mora separado de Él. El Cielo no es un lugar ni tampoco una condición. Es simplemente la conciencia de la perfecta Unidad y el conocimiento de que no hay nada más: nada fuera de esta Unidad ni nada ((diferente)) dentro» (T.18.VI.1).
Puede que también te parezcan relevantes para tu pregunta los comentarios de la pregunta P-109.
Link original en inglés: http://www.facimoutreach.org/qa/questions/questions99.htm#Q564
Índice de las P&R traducidas: http://hablemosdeucdm.blogspot.com/2015/11/indice-de-traducciones-de-p-de.html
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