miércoles, 29 de junio de 2016

Facimoutreach P-557

¿Es posible que los pensamientos egoicos provengan de demonios o de otras entidades similares?

P-557: Tengo la sensación de que todo es una ilusión; sin embargo, en el juego de la ilusión me parece a veces que los pensamientos y los asuntos tipo-ego no son míos realmente sino que en algunas ocasiones podrían provenir de otras entidades o de otros lugares. Cuando me doy cuenta de eso, a veces desaparecen. ¿No fue Jesús al desierto para liberarse de este tipo de influencias? ¿Dice algo Un Curso de Milagros sobre este tema?

Respuesta: En primer lugar, la Biblia habla de que Jesús fue al desierto para deshacerse de las influencias negativas, pero como pasa con cualquier otro relato sobre su vida, la mayoría de los estudiosos de la Biblia son de la opinion de que hay muy, muy poco en estos relatos que pueda considerarse como un hecho real. En segundo lugar, uno de los principales objetivos de Un Curso de Milagros es ayudarnos a recuperar el poder de nuestras mentes, para que podamos curarnos de la creencia errónea de que estamos a merced de fuerzas externas a nosotros mismos sobre las que no tenemos control, lo cual incluiría la creencia de que hay entidades que nos hablan. Al llevar a cabo la estrategia del ego, acabaríamos esencialmente sin-mente ((privados de acceso consciente a la mente que está fuera del tiempo/espacio)), pensando que somos víctimas de lo que se nos hace. Así que la ayuda que Jesús nos brinda por medio de su mensaje y de las prácticas de las lecciones del Libro de ejercicios es entrenarnos gradualmente a que aceptemos cada vez más la responsabilidad por nuestros pensamientos y percepciones, hasta que finalmente no tengamos pensamientos ni deseos que no estén de acuerdo con los suyos, que están perfectamente de acuerdo con los de Dios.

Jesús no menciona nunca la palabra demonios, y sí utiliza la palabra diablo en el capítulo 3 del Texto ((aunque aquí Ken Wapnick dice que en el Curso se emplea unas pocas veces la palabra "devil" (diablo) pero nunca la palabra "demon" (demonio), eso es así en el Curso en inglés, mientras que en español la palabra "devil" se tradujo unas veces como diablo y otras como demonio, lo cual no es relevante pues ambas palabras se usan como sinónimos en el contexto del Curso)), donde dice que ese concepto en sí no tiene sentido: «El "diablo" es un concepto aterrador porque parece ser sumamente poderoso y sumamente dinámico. Se le percibe como una fuerza que lucha contra Dios por la posesión de Sus creaciones. El diablo engaña con mentiras, y erige reinos en los que todo está en directa oposición a Dios. Sin embargo, atrae a los hombres en vez de repelerlos, y estos están dispuestos a "venderle" sus almas a cambio de regalos sin ningún valor. Esto no tiene ningún sentido» (T.3.VII.2). Jesús sigue con su corrección de las enseñanzas bíblicas y luego nos ofrece una nueva definición: «La mente puede hacer que la creencia en la separación sea muy real y aterradora, y esta creencia es lo que es el "diablo"» (5.1). En pocas palabras, el ego (y todo lo relacionado con él) tiene sus raíces en nuestros propios pensamientos y creencias, de los cuales somos completamente responsables. En eso es en lo que se centra nuestro trabajo como estudiantes del Curso: aprender a reconocer cómo nos estamos defendiendo de esta verdad y cómo evitamos regresar a nuestras mentes. Jesús nos está entrenando para que nos demos cuenta de estas defensas para que podamos identificar el miedo que hay en nuestras mentes, el cual nos lleva a creer que necesitamos defensas. Cuando regresemos a nuestras mentes y nos demos cuenta de que el ego no es más que una creencia errónea que hemos aceptado, simplemente sonreiremos a la bobada de haber tomado en serio y haber creído que hay fuerzas y entidades que podrían afectarnos negativamente. Así que el corazón de la enseñanza de Jesús es que aprendamos a cómo mirar con él nuestro ego, nada más que eso, simplemente mirar, y si hacemos eso con él no tendremos miedo. Por lo tanto, el enfoque del Curso es muy simple: lo único que hay es el ego o el Espíritu Santo, y el ego no es nada, no tiene ningún fundamento. Por último, puesto que el ego es en última instancia sólo una creencia, desaparecerá cuando dejemos de valorar esa creencia. No hay necesidad de luchar contra él o de tratar de expulsarlo. Simplemente míralo con Jesús y sonríe amablemente; no tiene otra existencia que nuestra creencia en él.

Link original en inglés: http://www.facimoutreach.org/qa/questions/questions97.htm#Q557

Índice de las P&R traducidas: http://hablemosdeucdm.blogspot.com/2015/11/indice-de-traducciones-de-p-de.html

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