lunes, 20 de junio de 2016

Facimoutreach P-1031

¿Podemos realmente tener pensamientos que estén aparte de los de Dios?

P-1031: Esta pregunta es en referencia a la pregunta P-724 ((Creo que se refiere concretamente a P-724(II))). Muchas creencias religiosas y caminos espirituales dicen que Dios creó este mundo, o que Dios crea constantemente este mundo a través de nosotros. El Curso dice lo contrario, y yo creo que esto es lo que lo diferencia de otros sistemas de creencia. Sin embargo, si dices que no podemos pensar aparte de Dios, entonces las "pequeñas" cosas de las que somos testigos en este mundo tienen que ser parte de Él, no sólo de nosotros como el Hijo de Dios soñando, sino también de Dios Mismo, de Quien nunca nos hemos separado. Así que uno podría estar tentado a decir que el mundo proviene de haberse quedado dormido (parte de) Dios, en vez de haberse dormido "únicamente" el durmiente Hijo de Dios. ¿Sería correcto decir que Dios es "el lienzo" sobre el cual todos los juegos y sucesos del mundo tienen lugar? ¿Una especie de imagen de fondo que nunca cambia? ¿Que Dios es Amor, y entonces cesamos de hablar (y luego guardamos silencio)? ((La última pregunta intenta trazar un paralelismo con la cita de L.169.5.4; aunque en un contexto —las frases anteriores de esta pregunta P-1031— muy diferente y contradictorio con el significado dentro del Curso))

Respuesta: Si el mundo, en el sentido que sea, fuera parte de Dios, entonces el mundo sería real. Y el Curso afirma de manera inequívoca que no es real: «¡El mundo no existe! Este es el pensamiento básico que este curso se propone enseñar» (L.132.6.2-3). La enseñanza de Un Curso de Milagros se presenta en dos niveles. El Nivel Uno de la enseñanza afirma la verdad absoluta: Únicamente es real el mundo del Cielo —Dios, Cristo y Sus creaciones; todo lo demás es ilusorio y no es real —cualquier cosa con límites, lo que incluye a todo lo material, temporal y espacial. Creemos que somos reales como cuerpos que existen en un mundo físico, así que Jesús nos habla en ese nivel (Nivel Dos de la enseñanza), pero sólo para poder ayudarnos a que nos demos cuenta de que nuestra identidad como seres individuales es parte de un sistema de pensamiento ilusorio cuyo propósito es mantener oculta la verdad sobre nosotros. Dios no sería Dios si hubiera en cualquier parte de Él un sistema ilusorio, o incluso si simplemente Él supiera de ((si Él conociera)) tal sistema ilusorio; y ciertamente Él no sería perfecto como Dios si parte de Él pudiera quedarse dormido.

Decir que "no podemos pensar aparte de Dios" es decir que únicamente es real nuestra realidad como Cristo, y por lo tanto cualesquiera pensamientos que parezcamos tener como individuos autónomos no pueden ser nuestros pensamientos reales. Este es el tema de dos lecciones del Libro de ejercicios: «Mi mente es parte de la de Dios. Soy muy santo» (L.35) y «Dios es la Mente con la que pienso» (L.45), en la que Jesús nos habla en el Nivel Uno: «No existe ninguna relación entre lo que es real y lo que tú piensas que es real. Ni uno solo de los que según tú son tus pensamientos reales se parece en modo alguno a tus pensamientos reales. Nada de lo que piensas que ves guarda semejanza alguna con lo que la visión te mostrará» (L.45.1.3-5). El "tú" al que Jesús se está dirigiendo es al aspecto tomador-de-decisiones de nuestras mentes que ha negado nuestra verdadera Identidad y ha inventado otra identidad: como un ser individual en este mundo. En los ejercicios, por lo tanto, Jesús nos ayuda a regresar a ese poder tomador-de-decisiones que hay en nuestras mentes, para que nos demos cuenta de que hay otra elección disponible para nosotros —podemos elegir identificarnos con nuestra mente-correcta, en la que el Espíritu Santo guarda para nosotros el recuerdo de nuestra verdadera Identidad. Por lo tanto, nuestros pensamientos en este mismo momento pueden ser reflejos del egoico sistema de pensamiento de la separación o del sistema de pensamiento de la unidad del Espíritu Santo. Esta distinción refleja el Nivel Dos de la enseñanza del Curso. Cuando ya no elegimos pensamientos de separación, lo que significa que no les concedemos credibilidad a las diferencias que podamos percibir entre nosotros a nivel de la forma, nuestra mente será una con la del Espíritu Santo y entonces nuestros pensamientos reflejarán únicamente la perfecta Unidad del Amor de Dios. En resumen, pues, en verdad no podemos pensar aparte de Dios, porque no existe un "nosotros" aparte de Dios. Si pensamos que estamos aparte de Dios, entonces nuestros pensamientos no son pensamientos reales.

Link original en inglés: http://www.facimoutreach.org/qa/questions/questions211.htm#Q1031

Índice de las P&R traducidas: http://hablemosdeucdm.blogspot.com/2015/11/indice-de-traducciones-de-p-de.html

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