sábado, 21 de mayo de 2016

Facimoutreach P-157

¿Cómo sabemos que Dios no es consciente de nuestra existencia en el mundo? Y, ¿en qué parte del Curso se menciona al "tomador de decisiones"?

P-157: Ken Wapnick dice en su enseñanza que Dios ni siquiera sabe que existimos; que no sabe que estamos aquí en el mundo. ¿Dónde dice eso Un Curso de Milagros, o en qué pasaje se da a entender eso? No tengo problema con esa afirmación, porque entiendo que en el Curso el término "existencia" se refiere a nuestra creencia en el ego, la creencia de que somos cuerpos, mientras que el término "ser" se refiere a nuestro estado de unidad en el Cielo. Por lo tanto, tendría sentido que Dios no "supiera" de nosotros en nuestro estado de ego. Pero ¿puedes aclarar de dónde viene tal afirmación? Y, además, ¿en qué parte del Curso hace Jesús referencia al "tomador-de-decisiones" al que Ken menciona con tanta frecuencia?

Respuesta: La afirmación de que Dios ni siquiera sabe que existimos, tal como sugieres, se deduce a partir de la comprensión de la metafísica del Curso. El "yo" o "ser" que creemos que somos, aquí en el mundo, es una proyección ilusoria de un pensamiento ilusorio en una mente dividida ilusoria. No tiene realidad. Dios, que es completa Unidad, no puede saber/conocer nada que no sea parte de esa completa Unidad, y Su conocimiento/saber no puede implicar un observador separado y un observado ((la dualidad sujeto/objeto, o perceptor/percibido)). Si Dios supiera de nuestra existencia en este mundo, la separación sería real. Pero el Curso afirma una y otra vez que la separación nunca ocurrió en realidad —el principio de la Expiación (por ejemplo: T.2.I.4.4; T.2.VII.6.7-9).

Aunque el pasaje concreto que pides no se expresa explícitamente en el Curso, hay una serie de pasajes que implican claramente que Dios no sabe de nuestra existencia aquí. Entre ellos se encuentran los siguientes: «Dios y Sus creaciones permanecen a salvo, y saben, por lo tanto, que no existe ninguna creación falsa» (T.3.IV.7.1). «Dios efectivamente creó al espíritu en Su Propio Pensamiento y de una calidad semejante a la Suya Propia. No hay nada más» (T.3.V.7.3-4). Un poco después, hablando de nuestro ser y del Ser de Dios, Jesús señala: «Son fundamentalmente irreconciliables porque el espíritu no puede percibir y el ego no puede gozar de conocimiento. No están, por lo tanto, en comunicación, ni jamás lo podrán estar» (T.4.I.2.11-12). Y en la siguiente sección dice: «Los incesantes esfuerzos del ego por ganar el reconocimiento del espíritu y establecer así su propia existencia, son inútiles. El espíritu en su conocimiento no es consciente del ego. No lo ataca; simplemente no lo puede concebir en absoluto» (T.4.II.8.5-7).

El concepto de "tomador de decisiones", tal como Ken lo ha utilizado, no se encuentra en el Curso en sí. El único uso que hace el Curso de esa expresión es hablando de nuestra resistencia a reconocer el poder de decisión que reside en la mente, prefiriendo, en vez de eso, ver «el cuerpo (...) [como] el que toma las deciones» (M.5.II.1.7) ((en esa cita del Curso en inglés sí dice literalmente "the decision maker", o sea, "el tomador de decisiones", que en este caso se tradujo como "el que toma las decisiones")). Aunque en esa única ocasión ((en que aparece la expresión "decision maker")) no se usa en relación a la mente, lo que se está explicando ahí es que es la mente y no el cuerpo quien es el tomador de decisiones. Así pues, la expresión tomador de decisiones es una fórmula abreviada para referirse a la parte de la mente dividida a la que el Curso le dirige su mensaje. Es evidente que el Curso no le está hablando al ser que nosotros creemos que somos, pues el Curso nos recuerda en repetidas ocasiones que ese ser no es real y que el cerebro que creemos que toma decisiones no tiene realmente ningún poder en absoluto. Por ejemplo, en el Libro de ejercicios, Jesús comenta en un tono un tanto divertido: «Crees también que el cerebro puede pensar. Si comprendieses la naturaleza del pensamiento, no podrías por menos que reírte de esta idea tan descabellada» (L.92.2.1-2).

Que el foco debería ponerse en el poder tomador de decisiones de nuestra mente resulta más claro si tenemos en cuenta que Jesús hace hincapié en que «el poder de decisión es la única libertad que te queda como prisionero de este mundo. Puedes decidir ver el mundo correctamente» (T.12.VII.9.1-2). Y más adelante dice: «Cada día, cada hora y cada minuto, e incluso cada segundo, estás decidiendo entre la crucifixión y la resurrección; entre el ego y el Espíritu Santo. El ego es la elección en favor de la culpabilidad; el Espíritu Santo, la elección en favor de la inocencia. De lo único de que dispones es del poder de decisión» (T.14.III.4.1-3; cursivas añadidas). La crucial importancia que tiene el concepto de decisión o de elección para la enseñanza del Curso resulta evidente cuando tenemos en cuenta que las diversas variaciones de las palabras elegir y decidir aparecen en el Curso más de 1000 veces a lo largo de sus 3 volúmenes. Y la última sección del Texto, titulada "Elige de nuevo" (T.31.VIII), es un hermoso himno a la elección.

Link original en inglés: http://www.facimoutreach.org/qa/questions/questions32.htm#Q157

Índice de las P&R traducidas: http://hablemosdeucdm.blogspot.com/2015/11/indice-de-traducciones-de-p-de.html

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