Facimoutreach P-43

Cómo identificar la "Voz" del Espíritu Santo

P-43: ¿Cómo puede saberse con seguridad que se está siguiendo la Voz del Espíritu Santo en lugar de la voz del ego? Sé que el Curso dice que sentiremos paz cuando sigamos al Espíritu Santo, pero en la práctica no resulta tan sencillo. Por un lado, a menudo estoy tan lleno de miedo que no puedo soltar lo suficiente como para sentir la paz del Espíritu Santo. Y por otro lado, mi ego es tan hábil para imitar la paz del Espíritu Santo que a veces creo estar siguiendo al Espíritu hasta que finalmente acabo descubriendo que estoy terriblemente equivocado. Tenemos muchos ejemplos a lo largo de la historia, y también en la actualidad, en los que los seguidores de los diversos caminos espirituales llevan a cabo actos basados en el odio y en el miedo, creyendo que así siguen la voluntad de Dios o la Voz del Espíritu. Los estudiantes del Curso no somos inmunes a este tipo de error. Hasta que lleguemos al grado de desarrollo en que podamos saber con seguridad qué voz estamos siguiendo, ¿no será mejor disponer de algún tipo de referencia externa, como por ejemplo las reglas/preceptos de no matar, no usar la violencia, etc., mediante la cual podamos evaluar nuestra guía interna?

Respuesta: Según nuestra experiencia, esta es la segunda pregunta más frecuente en los estudiantes del Curso, siendo la primera la de: "¿cómo pudo ocurrir la separación inicialmente?". Así que tu pregunta es la pregunta de todo aquel que practica el Curso. Hemos abordado este tema en el libro "Las preguntas más comunes en torno a Un Curso de Milagros", pregunta 43 del libro, y ahí comentamos acerca de la sección "La prueba de la verdad", en el capítulo 14 del Texto ((T.14.XI)).

En general puede ser útil, como tú mismo concluyes, tener una referencia externa o conjunto de reglas como guía para facilitar que mantengamos a nuestros egos dentro de ciertos límites. Además, tampoco deberíamos perder de vista el simple sentido común de toda la vida. Por desgracia, y de manera obvia, eso no impide que haya personas que apelan a la Voluntad de Dios o a la guía del Espíritu Santo para justificar cualquier cosa que hagan, pensando que ellas ya no están limitadas por las leyes del mundo porque ahora siguen a una autoridad "superior". Pero ajustarse a las leyes normales de las personas civilizadas es algo siempre recomendable. Sin embargo, esa conformidad con las leyes no debería usarse como una forma de evaluar el avance espiritual.

Lo que describes como tu experiencia a lo largo de los años es algo típico de la mayoría de los estudiantes. La teoría es simple, pero la práctica es cualquier cosa menos eso, debido a la inversión que tenemos en nuestras vidas como personas individuales, especiales y necesitadas —una inversión que o la pasamos por alto, o la subestimamos enormemente. Estamos firmemente aferrados a nuestras defensas, sin ni siquiera darnos cuenta de que son defensas. Por eso Jesús recalca una y otra vez, sobre todo en el Libro de ejercicios, que el corazón de la práctica del Curso es que miremos con él todo el odio y la culpa de nuestras mentes. Practicar esto constantemente nos permitirá reconocer con más claridad cómo operan nuestros egos, qué forma es la que probablemente tomen nuestras proyecciones, y cómo nos defendemos del miedo a dejar ir nuestro especialismo, nuestros juicios, etc. Nuestro foco debe estar siempre en dejar ir los pensamientos egoicos de nuestras mentes, y no en la conducta.

Si hacemos esto "bien", lo que significa mirar en nuestro interior con el amor de Jesús como nuestros "ojos", experimentaremos paz durante períodos cada vez más largos de tiempo, a medida que vamos avanzando. Pero generalmente se requiere la valoración de otra persona que nos conozca muy bien y que nos ayude a discernir si la paz que sentimos es genuina o no. La mayoría de las personas no experimentan a Jesús o al Espíritu Santo como una voz que les habla, como fue la experiencia de Jesús que tuvo Helen Schucman. La experiencia de Helen no debería tomarse como patrón de lo que debería significar el escuchar al Espíritu Santo. El hecho de que estamos escuchando al Espíritu Santo se confirma frecuentemente por indicios como los siguientes: nos damos cuenta de que nos hemos vuelto menos criticones, menos exigentes con que se cumplan nuestras necesidades especiales, menos dados al enfado, menos egoístas, menos depresivos, etc. Pero, de nuevo, esto no es fácil. Somos maestros del autoengaño. La humildad puede ser muy útil para ayudarnos a ser honestos con nosotros mismos.

Link original en inglés: http://www.facimoutreach.org/qa/questions/questions11.htm#Q43

Índice de las P&R traducidas: http://hablemosdeucdm.blogspot.com/2015/11/indice-de-traducciones-de-p-de.html