sábado, 28 de mayo de 2016

Facimoutreach P-1007

Si verdaderamente el perdón que realiza una persona conduce a la salvación de todas las demás, ¿por qué estamos todavía aquí?

P-1007: En la lección 108 de Un Curso de Milagros se afirma que: «perdonar a un solo hermano completamente es suficiente para brindarles la salvación a todas las mentes». Pero Jesús perdonó completamente a toda la hermandad ((sinónimo de Filiación)) y esto no trajo la salvación a todas las mentes. Frecuentemente él insiste en que somos uno con él, en que podemos hacer lo que él hizo, etc. Sin embargo, al parecer, uno de "nosotros", no Jesús, tiene que ser ese "alguien" que perdone completamente al menos a un hermano. ¿Estoy viendo esto correctamente?

Respuesta: No, no estás viendo esto del todo correctamente. El título de la lección 108 es «Dar y recibir son en verdad lo mismo». Es una afirmación que no tiene sentido desde el punto de vista del ego, que se basa en que somos seres separados (es decir, cuerpos) con intereses separados. El ego nos dice que nuestra supervivencia depende de tomar lo que necesitamos, a costa de algún otro. Por ejemplo, si tengo hambre y no hay suficiente comida, entonces tengo que encontrar el modo de alimentarme. Si tú estás ahí y estás también hambriento, tengo que asegurarme de que sea mi cuerpo y no el tuyo el que reciba el poco alimento que queda. En otras palabras, yo tengo esa poca comida si me la guardo para mí; pero si te la doy a ti, la pierdo.

Mientras sigamos creyendo que somos cuerpos y que este mundo es real, esa dinámica parecerá ser cierta. Pero Jesús sabe que no somos cuerpos. Ni siquiera somos mentes separadas. Somos la única mente del Único Hijo de Dios, soñando que podríamos estar separados de nuestra Fuente y separados los unos de los otros. Así que, en realidad (porque somos mente y no un cuerpo), no podemos realmente desprendernos de nada ((no podemos realmente dar algo a "otro" y quedarnos sin ello)). Lo que damos, lo mantenemos. Lo que damos sigue con nosotros, no lo perdemos. El reflejo de esto en este mundo soñado es que cuando tenemos pensamientos de odio, ira o miedo con respecto a alguien o a algo, nos llenamos de odio, ira o miedo. Y cuando tenemos pensamientos amorosos sobre alguien o sobre algo, sentimos amor. ((Si damos/emitimos amor (tenemos pensamientos de amor), entonces sentimos amor. Si damos/emitimos odio (nos entretenemos con pensamientos de odio, ira, preocupaciones, etc.), entonces sentimos odio, ira, miedo, etc. Así pues, lo que damos no lo perdemos, sino que eso mismo lo reforzamos y lo recibimos. Cuando hablamos de "dar" en este contexto, siempre nos referimos a "dar" o emitir pensamientos, pues no podemos dar otra cosa, ya que somos mente y no cuerpos)).

Esa es la perspectiva desde la cual Jesús nos está diciendo en la lección que mencionas que: «Un solo pensamiento, completamente unificado, servirá para unificar todos los pensamientos. Esto es lo mismo que decir que una sola corrección bastará para que todo quede corregido, o que perdonar a un solo hermano completamente es suficiente para brindarles la salvación a todas las mentes» (L.108.5.1-2). Lo que quiere decir es que un solo pensamiento de perdón total perdonará a todos en nuestra mente. Esto es así porque el verdadero perdón significa perdonar a un hermano por lo que él no nos ha hecho —reconociendo que lo que hicimos fue simplemente imaginar que las acciones de otra persona podrían arrebatarnos nuestra paz. Y si verdaderamente reconocemos este hecho con respecto a una persona, tenemos que darnos cuenta de que eso debe ser cierto para todas —nadie puede herirnos porque nadie tiene el poder de privarnos de la paz de Dios. ((Recordemos que en esta enseñanza la palabra "persona", al igual que la palabra "hermano", no se refieren solamente a los seres humanos sino que puede aludir a cualquier "otro" ser, incluidos los animales, plantas, ríos, cosas, circunstancias, cualquier objeto que hayamos proyectado y percibamos como algo "externo" a nuestra propia mente)).

Por lo tanto, dentro de nuestra mente, les hemos brindado la salvación a todas las mentes. Esto es, de hecho, lo único de lo que debemos preocuparnos porque, en realidad, no hay nadie —y, de hecho, no hay ningún mundo— externo a nuestra mente. El Curso no está diciendo que uno de "nosotros" tenga que perdonar a un hermano con el fin de cambiar el mundo. Está diciéndote a ti que al perdonar completamente a un hermano, puedes cambiar por completo tu experiencia del mundo. Y de este modo, puedes recordar que la salvación está ya ahí para ti, en tu mente, si la eliges.

Cuando, como Jesús, hemos aprendido a permitir al Espíritu Santo (el recuerdo del Amor de Dios) que se convierta en nuestra única Voz interior, nos convertiremos en un reflejo constante del amor y el perdón dentro de este sueño. Esto podría servir como recordatorio para los demás de que ninguno de sus imaginados pecados ha tenido ni el más mínimo efecto en realidad y de que la salvación es ya suya si eligen experimentarla. Pero a nosotros no debe preocuparnos si ellos toman ya esa decisión o no, o cuándo la van a tomar, o cómo la tomarán, pues eso no es nuestra responsabilidad.

((Un par de preguntas sobre el mismo tema fueron la P-430 y la P-550))

Link original en inglés: http://www.facimoutreach.org/qa/questions/questions205.htm#Q1007

Índice de las P&R traducidas: http://hablemosdeucdm.blogspot.com/2015/11/indice-de-traducciones-de-p-de.html

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